Viaje a Bariloche I

La verdad no se bien como fue, pero si tuviera la oportunidad lo haría de nuevo. El 14 de Agosto del 2010, empezaba mi décimo viaje en mi corta carrera de coordinador de viajes de egresado, trabajaba para la empresa que sale en la tele, así era como nos conocían la mayoría. Mido 1,85 peso 85 Kg. Tengo un cuerpo trabajado y marcado pero no tomo anabólicos, no se bien como mantengo mi peso pero la vida de coordinador me consume, nunca hay mucho tiempo para descansar. Estábamos Pablo, José, Romina Y yo, Juan me llamo, cuidando a los chicos tratando de que ninguno se tirara por la ventanilla del micro.


¿Me parece a mi, o este es el peor grupo que nos tocó?_ dije yo, un poco molesto, a Pablo.
No te preocupes, ¿después sabes como vuelven?_ me contesto Pablo.


Asentí sin darle demasiada importancia. Cumpliendo mi laburo de vigilante, encare para el fondo del micro. Cuando estaba por llegar, la vi a ella. Era rubia bastante alta para ser mujer, Tenía unas tetas que oscilaban entre lo grande y lo mediano, que se dejaban ver bastante por la musculosa escotada que vestía, aparte de sus jeans azules oscuros y sus zapatillas de lona blancas que hacían jugo con su musculosa. Estaba con una compañera muy linda también, las dos estaban rodeadas por cuatro compañeros que les sacaban fotos mientras se besaban y acariciaban. Pude oler el Gancia que les estaban haciendo tomar a ellas, y eso en el micro estaba prohibido.


¿Qué están haciendo?_ pregunte mientras los varones y su amiga se empezaban a ir. Me miró y me clavó sus dos ojos azules.
Estábamos jodiendo, nada más_ me contesto mientras trataba de disimular su borrachera.
¿Estas borracha, no? ¿Cuánto tomaste?_ le dije yo con una mirada severa.
Un poquito nada más_ me contesto mientras se reía. Me siento mal_ comento mientras se inclinaba y ahí fue cuando vi su tanguita blanca diminuta, que asomaba por la parte baja de su espalda. Casi más pierdo el control y la llevo al baño del micro. Pero por el momento mi idea de cuidar el trabajo era más fuerte.
Solamente la lleve a la cabina donde los chóferes abrieron las ventanillas, después de un rato se sintió mejor. Cuando se recuperó la acompañé hasta su asiento, que en si quedaba en la mitad del micro. Me pidió si me quedaba con ella, por si se volvía a sentir mal. Para mi suerte el grupo era pequeño, no más de 15 chicos, y en ese momento del viaje se habían dividido en dos grupos, unos atrás haciendo quilombo y el otro adelante boludeando. Me quede con ella, ella del lado de la ventana y yo del lado del pasillo.


Sos muy lindo vos ¿sabías?_ dijo ella mientras me sonreía.
Gracias, vos también_ le conteste sin pensar demasiado, esperando a que se durmiera.
¿No te parece que la podemos pasar muy bien los dos juntos?_ Me pregunto mientras acercaba un poco su cuerpo al mío.
Yo soy tu coordinador y vos sos una nena. Disculpame me tengo que ir abajo_ le conteste firme.
Yo ya cumplí los 18_ me dijo, mientras rápidamente manoteó una campera tendida en el respaldo de la butaca de ella.


La puso sobre mi regazo y con su mano por debajo de la campera empezó a frotar mi verga. Yo me quedé paralizado. Cuando empezó a correr el elástico y bóxer al mismo tiempo, pude ver que venía Pablo. Rápidamente acomodé mi ropa y mi verga, para que no se notara mi erección. Ella enseguida se hizo la dormida. Me pare y me fui.


¿Todo bien?_ me pregunto Pablo.
Sí, me voy a buscar una café. ¿Querés uno?_ le respondí mientras trataba de disimular mi excitación.
No, no gracias_ me respondió sonriente. Y me fui.


Iba a ser el viaje más largo y ultimo de mi vida como coordinador.