Antes que nada, esto es un RE LA TO, los que me mandan mail privados horrorizados o diciendome que quieren conocer a Romina, bueno eso. Buen finde
Romina, mi perra embarazada 4
El tiempo paso y Oscar se había hecho habitué de mi casa, casi siempre me pedían que me fuera a dar una vuelta aunque algunas veces disfrutaban de coger en mi presencia. Una de las últimas veces que la cogió embarazada, estaba avanzado el embarazo. Me hicieron sentar al costado de la cama los dos se desnudaron despacio el uno al otro, veía la panza de Romi que se agacho con dificultad y de rodillas le chupo la pija a Oscar que dirigía los movimientos de su cabeza guiándola de los pelos. Después el tipo se acostó en la cama y le indico que se acercara, se puso de espaldas a él y mirándome profundamente a los ojos, se fue acomodando despacito agarrando la pija de Oscar y metiendola lentamente en su culito. Su panza se veía bien llena y sus pechos bien duros, empezó a gemir como una perra sin control y a gritar y a vociferar. Le pedía a Oscar que le rompiera bien el culo, decía que era una puta, que su próximo hijo iba a ser de él , que nunca había sentido a un macho como él, giraba la cabeza y lo besaba, aunque les resultara difícil en esa posición, estuvieron un rato larguísimo cogiendo y cuando estaba por acabar oscar la saco del culo y vi como su pija explotaba de forma impresionante, su leche cayo en los pechos de Romi y en su panza, Romi me ordenó acercarme y untársela bien por todo el cuerpo así le dejaba el sabor de su macho bien repartido. Romi se salió de encima de él y se acostó en la cama, le repartí la leche por los pechos y la panza, me miraba profundo a los ojos con su sonrisa muy perversa. Oscar había salido hacia el baño.
-Que puta me volví..., como me gusta este pendejo. Pajeate para mi..., despacito..., es un triunfo para mí..., quiero que te estés pajeando cuando Oscar vuelva. Y acaba hacía el costado de la cama, no quiero que el se enoje... –Oscar entro al cuarto con una sonrisa en los labios. Me dijo que me apurara que tenía ganas de coger de nuevo. Mientras terminaba de pajearme la acomodo a Romi sobre la cama en cuatro y la empezó a coger de nuevo. No acabes todavía viejito, yo te digo cuando, así estás bien caliente y lo disfrutas, me dijo Oscar. Romi giro la cabeza para verme mientras sonreía y me decía que le hiciera caso a su macho, que no lo hiciera enojar, el tipo la estaba bombeando otra vez bien duro los dos giraban la cabeza hacia mi que ahora estaba parado al lado de la cama mirando como le rompían el culo a mi chica.
-Papi, le vas a agradecer a Oscar?..., ningún otro perro me hizo gozar tanto..., él es muy bueno con nosotros... –Oscar la tomo del pelo y le mordió el cuello, mientras la bombeaba más duro todavía. –Dale las gracias papi..., nadie fue tan bueno..., ni me hizo gozar así... –de mi boca salió un tímido gracias ante la cara de satisfacción de Oscar.
Se salió de romi y se sentó en la silla de al lado de la cama, romi fue directo hacia él y ella solita se volvió a sentar sobre la herramienta del tipo que seguía bien dura, veía las manos del tipo que se paseaban por los pechos de romi que estaban bien duros y llenos y lo veía pellizcándole los pezones, mientras Romi se mordía los labios, en un momento se salió de él y se puso de rodillas a chuparsela, lo miró a los ojos y le dijo que le iba a exprimir la pija, que le iba a sacar hasta la última gota de leche...
-La perra de tu mujer te va a encontrar bien sequito..., no te voy a dejar nada para esa puta...
¿por qué no venís con ella un día..., y mientras el pajero la entretiene en la cocina vos me venís a coger a la pieza..., ¿no te gustaría...?
-Si perra..., si!!!!
-Y a vos, ¿que te parece, cornudo?..., mientras Oscar me coge..., como te ves contándole alguna receta de cocina que te sale muy rica...., -me volvió a mirar perversamente- ..., y Oscar acá..., en el cuarto conmigo..., como ahora rompiéndome bien el culo..., mientras vos le contás a la putita barata esa... como preparas alguno de tus platos...., y seguía sonriendo al mirarme. Oscar estaba acabando de nuevo y Romi se la metió en la boca bien a fondo tratando de que no escapara ni una gota. Se quedo hasta que tragó el último resto de leche y después se sentó en su regazo mirando hacia mí.
-Oscar, ¿querés verlo acabar..., o lo dejamos caliente...,? -el tipo tenía los ojos cerrados y una sonrisa en los labios.
-Decidí vos putita...
-Bueno..., pajeate bien rápido...!!!, pajero...!!!, cornudo pajero....!!!, cuando venga mi macho es lo único que vas a hacer..., pajearte mientras él me coge...!!!, mi pija empezó a explotar, Oscar que había abierto los ojos se reía ahora abiertamente.
-Viste cuanta lechita da el cornudo...?, dijo Romi, pero solo cuando lo cuerneo así... si no no da tanta... y los dos se rieron mientras se besaban. El tipo empezó a vestirse, Romi se acostó en la cama y me dijo que le abriera la puerta a Oscar y le diera las gracias una vez más.
Romina, mi perra embarazada 4
El tiempo paso y Oscar se había hecho habitué de mi casa, casi siempre me pedían que me fuera a dar una vuelta aunque algunas veces disfrutaban de coger en mi presencia. Una de las últimas veces que la cogió embarazada, estaba avanzado el embarazo. Me hicieron sentar al costado de la cama los dos se desnudaron despacio el uno al otro, veía la panza de Romi que se agacho con dificultad y de rodillas le chupo la pija a Oscar que dirigía los movimientos de su cabeza guiándola de los pelos. Después el tipo se acostó en la cama y le indico que se acercara, se puso de espaldas a él y mirándome profundamente a los ojos, se fue acomodando despacito agarrando la pija de Oscar y metiendola lentamente en su culito. Su panza se veía bien llena y sus pechos bien duros, empezó a gemir como una perra sin control y a gritar y a vociferar. Le pedía a Oscar que le rompiera bien el culo, decía que era una puta, que su próximo hijo iba a ser de él , que nunca había sentido a un macho como él, giraba la cabeza y lo besaba, aunque les resultara difícil en esa posición, estuvieron un rato larguísimo cogiendo y cuando estaba por acabar oscar la saco del culo y vi como su pija explotaba de forma impresionante, su leche cayo en los pechos de Romi y en su panza, Romi me ordenó acercarme y untársela bien por todo el cuerpo así le dejaba el sabor de su macho bien repartido. Romi se salió de encima de él y se acostó en la cama, le repartí la leche por los pechos y la panza, me miraba profundo a los ojos con su sonrisa muy perversa. Oscar había salido hacia el baño.
-Que puta me volví..., como me gusta este pendejo. Pajeate para mi..., despacito..., es un triunfo para mí..., quiero que te estés pajeando cuando Oscar vuelva. Y acaba hacía el costado de la cama, no quiero que el se enoje... –Oscar entro al cuarto con una sonrisa en los labios. Me dijo que me apurara que tenía ganas de coger de nuevo. Mientras terminaba de pajearme la acomodo a Romi sobre la cama en cuatro y la empezó a coger de nuevo. No acabes todavía viejito, yo te digo cuando, así estás bien caliente y lo disfrutas, me dijo Oscar. Romi giro la cabeza para verme mientras sonreía y me decía que le hiciera caso a su macho, que no lo hiciera enojar, el tipo la estaba bombeando otra vez bien duro los dos giraban la cabeza hacia mi que ahora estaba parado al lado de la cama mirando como le rompían el culo a mi chica.
-Papi, le vas a agradecer a Oscar?..., ningún otro perro me hizo gozar tanto..., él es muy bueno con nosotros... –Oscar la tomo del pelo y le mordió el cuello, mientras la bombeaba más duro todavía. –Dale las gracias papi..., nadie fue tan bueno..., ni me hizo gozar así... –de mi boca salió un tímido gracias ante la cara de satisfacción de Oscar.
Se salió de romi y se sentó en la silla de al lado de la cama, romi fue directo hacia él y ella solita se volvió a sentar sobre la herramienta del tipo que seguía bien dura, veía las manos del tipo que se paseaban por los pechos de romi que estaban bien duros y llenos y lo veía pellizcándole los pezones, mientras Romi se mordía los labios, en un momento se salió de él y se puso de rodillas a chuparsela, lo miró a los ojos y le dijo que le iba a exprimir la pija, que le iba a sacar hasta la última gota de leche...
-La perra de tu mujer te va a encontrar bien sequito..., no te voy a dejar nada para esa puta...
¿por qué no venís con ella un día..., y mientras el pajero la entretiene en la cocina vos me venís a coger a la pieza..., ¿no te gustaría...?
-Si perra..., si!!!!
-Y a vos, ¿que te parece, cornudo?..., mientras Oscar me coge..., como te ves contándole alguna receta de cocina que te sale muy rica...., -me volvió a mirar perversamente- ..., y Oscar acá..., en el cuarto conmigo..., como ahora rompiéndome bien el culo..., mientras vos le contás a la putita barata esa... como preparas alguno de tus platos...., y seguía sonriendo al mirarme. Oscar estaba acabando de nuevo y Romi se la metió en la boca bien a fondo tratando de que no escapara ni una gota. Se quedo hasta que tragó el último resto de leche y después se sentó en su regazo mirando hacia mí.
-Oscar, ¿querés verlo acabar..., o lo dejamos caliente...,? -el tipo tenía los ojos cerrados y una sonrisa en los labios.
-Decidí vos putita...
-Bueno..., pajeate bien rápido...!!!, pajero...!!!, cornudo pajero....!!!, cuando venga mi macho es lo único que vas a hacer..., pajearte mientras él me coge...!!!, mi pija empezó a explotar, Oscar que había abierto los ojos se reía ahora abiertamente.
-Viste cuanta lechita da el cornudo...?, dijo Romi, pero solo cuando lo cuerneo así... si no no da tanta... y los dos se rieron mientras se besaban. El tipo empezó a vestirse, Romi se acostó en la cama y me dijo que le abriera la puerta a Oscar y le diera las gracias una vez más.
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