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relatos de una mujer renacida

hola chicos y chicas, este es un relato que invente una noche de mi completo abrurrimiento, espero les guste y puedan comentar algo, cualquier parecido con la realidad es mera coicidencia

Su respiración iba aumentando mas y mas mientras se acercaba al orgasmo, cada ves que Sandy pasaba su lengua por los labios vaginales de Elizabeth, su espalda se arqueaba y sus músculos se tensaban, esta era la primera vez que Elizabeth tenia una experiencia lesbica y aunque en anteriores ocasiones ya le habían hecho sexo oral, nunca con tal dedicación y excelencia, sus gemidos empezaban a aumentar cada momento, tanto en frecuencia como en fuerza, sus manos tomaron la cabellera de Sandy y suavemente la jalaban, con cada beso, succión y lamida de parte de la pequeña mujer, que ahora yacía entre sus piernas, Elizabeth respondía con un pequeño jalon y un aun mas sonoro gemido.
Sandy era una joven de baja estatura, alrededor de 1.50, cabello largo, liso y castaño, tenia una nariz perfecta y le daba a su rostro un toque de superioridad que daba entender a cualquier hombre que la mirara que estaba fuera de su alcance, su cuerpo era delicioso; tenia piel café, no negra pero tampoco era aperlada, era café y suave, suave como la seda y te invita a acariciarla y besar cada rincón. Sus pechos son medianos pero muy firmes, al ser ella una mujer pequeña aparenta ser "gordita" pero no lo es, tiene un abdomen firme y perfecto y sus caderas son bastante grandes, dándole a su trasero un enorme tamaño, sus piernas al igual son grandes pero no en un mal sentido, es simplemente una mujer trofeo, digna de voltear a ver y de envidiar. el único detalle es que es lesbiana, desde pequeña siempre ha tenido un disgusto inexplicable por los hombres, pero esta historia no es de ella, talvez luego pueda contarles mas de ella pero hoy estamos aquí por Elizabeth.
Elizabeth por el contrario es mas alta, 1,75, tiene pelo obscuro y quebrado. Una cara angelical con unas pecas que le dan una ilusión de niña, sus pechos son de igual manera medianos, perfectamente caben en la palma de tu mano y son suaves y deliciosos, un vientre muy bien formado adornado con un piercing en el ombligo, sus caderas son de igual manera grandes y sus nalgas son perfectas, al ser ella una mujer alta sus piernas son largas algo que le da una belleza irrefutable.
La lengua de Sandy recorría todos los pliegues de la vagina, subía y bajaba, entraba y salía, en momentos se concentraba en el clítoris y después en los labios. Sandy saboreaba con lujuria los fluidos de su amiga mientras que con tres dedos la penetraba y con la otra se masturbaba. Pronto ella también comenzo a gemir, lo que le daba al sexo oral un extra, las vibraciones de sus gemidos, los movimientos de vaivén de sus dedos y su lengua recorriendo el clítoris de Elizabeth le dieron una experiencia inolvidable. Así Elizabeth llego al clímax con un fuerte grito erótico, su espalda se arqueo tanto como le fue posible y sus manos se sujetaron fuertemente a la cabellera de su amiga, Sandy al darse cuenta de el orgasmo monumental que le había propiciado a su amiga, se incorporo y acerco su cuerpo a Elizabeth, ahora estando Sandy encima de ella empezó a besarla y acariciar su rostro de una manera muy tierna.
Al principio Elizabeth estaba algo exaltada por el hecho de estar besando a otra mujer, un disgusto moral le decía que estaba mal, pero sus ganas de sentir a alguien mas que no sean sus propias manos saco lo mejor de ella, o debería decir lo peor? en fin Elizabeth empezó a responder, sus manos rozaban el perfecto trasero de la pequeña mujer que ahora tenia encima de ella, acariciando delicadamente las nalgas y después pasando a tocar y estimular el ano y vagina, sus dedos entraban delicadamente en su húmeda vagina. al mismo tiempo los besos se hacían mas y mas intensos así Sandy comenzó a tomar una posición que al principio Elizabeth encontró extraña: mientras ella seguía con las piernas abiertas, Sandy también había abierto sus grandes piernas y se entrelazaron la una a otra, con los clítoris y vaginas frente a frente comenzaron cada una un vaivén de movimientos pélvicos que estimulaban de manera exquisita a ambas mujeres, así en un frenesí de movimientos Sandy llego a su clímax mientras que Elizabeth tuvo su segundo orgasmo, su corazón saltaba de su pecho y exhausta abrazo a su amiga que ahora yacía a su lado, con un tierno beso en la mejilla cayo en un profundo sueño.
Las 10:39 marcaba el reloj despertador en la mesa de moche que estaba junto a la cama de Sandy, Elizabeth abrió los ojos y con una terrible jaqueca y una aun pero resaca dio un vistazo a su alrededor, junto a ella y completamente desnuda yacía su mejor amiga que aun descansaba en un profundo sueño, en toda la habitación había prendas tanto como de ella o Sandy regadas en el suelo o la cama, lentamente salio de la cama y comenzó a juntar su ropa, conforme se vestía recuerdos de la noche anterior llegaban a su cabeza como un torrente de dolorosa y vergonzosa información: primero su novio, ex novio remarco para ella misma en su cabeza, la había engañado con una zorra del trabajo, después había tomado todas sus cosas y desaparecido dejándola con una casa de renta que por si sola no podía mantener, después en una depresión infinita acepto salir con su amiga, después de unas copas y bailes insinuantes había terminado con ella en la cama haciendo toda clase de actos lesbicos que jamás habría hecho en sus cinco sentidos. Había pasado por una noche difícil y aun mas difícil lo que seguía, salio del departamento silenciosamente y al subir al autobús comenzó a recordar con mas detalle la alocada noche: la lengua de su amiga en su vagina, el rose sexual de sus clítoris frotándose uno al otro, sus manos acariciando las perfectas y grandes nalgas de su amiga, sus lenguas saboreando su saliva en un apasionado beso. Así empezó a darse cuenta de que estaba mojada de solo pensarlo, inmediatamente expulso la idea de su cabeza y se dijo a si misma: ¡no me gustan las mujeres! pero su vagina húmeda le decía otra cosa, su mente empezó a divagar y a imaginarse con cada una de las mujeres que conocía, pronto se mojaba más y más. Cuando llego a su casa rápidamente se metió a la ducha y toma un baño frío, con la esperanza de sacar sus locas ideas de su cerebro.
Mientras se mojaba el pelo y el torrente de agua fría acariciaba su desnudo y caliente cuerpo, poco a poco la temperatura fue descendiendo, jugo por un momento con la idea de masturbarse en honor a su deliciosa amiga pero descarto la idea en el instante, si quería arreglar sus cosas no necesitaba una relación por el momento, ni mucho menos una lesbica, así salio de la ducha envuelta solo en la toalla blanca y encontró una sorpresa en su habitación: era su ex novio.
-Hola- saludo el hombre con una sonrisa cínica en la cara.

es todo por hoy, se que es corto pero ya me he quedado sin insipracion, me dare una vuelta por otros post para

1 comentarios - relatos de una mujer renacida

fem28
muy bueno 😛 te felicito,esta hermoso el relato...espero la continuacion jeje besosss