Y si sigue la historia.
Romina, mi perra buscona, mi amor 5
Nos despertamos los dos muy temprano, empezamos a acariciarnos y a recorrernos los cuerpos, los dos estábamos muy nerviosos y no podíamos dormir más. Me fui a la cocina a preparar el desayuno, mientras Romi en el baño terminaba de arreglarse. Cuando entró a la cocina no lo podía creer, tenía puesta una minifalda muy entallada, nunca la había visto en minifalda. Cuando me vio como la miraba, me miro a la cara y sonrió.
-¿Qué pasa, viste un fantasma?
-Nunca te había visto en minifalda
-Y... ¿te gusto?
-Sos una delicia mi amor, me parece mejor que no vayas a trabajar y te quedas en casa, a hacer las cosas del hogar.
-¡Ay...!, amor... tampoco es para tanto... Viste que cómoda la mini..., -se acomodo sobre la mesa con la pancita apoyada y me dijo..:
-Si te queres coger a tu jefe... y tu novio esta en el cuarto de al lado, te levantas la mini así y te corres la tanguita a un lado y quedas bien ofrecida... –y así lo hizo-, me acomode sobre ella y se la deje ir.
-Si te parece que tu novio esta cerca...-dijo al tiempo que me empujaba-, te bajas la mini y sin correr la tanguita ya disimulas toda la situación. Se giro y me dio un profundo beso en los labios.
Me acerque a ella y la senté sobre la mesa, tenía todavía la tanga corrida a un costado, se la puse nuevamente un poquito y en seguida me separo de ella.
-No quiero ensuciar la ropa, ni que pierdas la calentura. Te vas a pajear en esa oficina mientras me cojo a nuestro jefe.
Llegamos temprano a la oficina y las líneas sonaban sin parar, estábamos muy cerca de la navidad y el trabajo se tornaba insoportable. Enseguida Romi tomo unos pedidos y me dio uno de ellos para que fuera a trabajar. Sobre las tres de la tarde termine con el trabajo y volví pitando para la oficina, cuando estaba llegando lo vi a Osvaldo que caminaba hacia allá. Lleve la moto a un estacionamiento que esta a la vuelta. estacione la moto, me baje, retire el ticket y me paré en la puerta a encender un cigarrillo, el tiempo me parecía otra vez detenido. Mire la ciudad como si fuera la primera vez que la veía, el sol entraba a raudales entre los árboles, la gente caminaba con apuro. Caminando lentamente me fui acercando a la oficina, termine el cigarrillo y entre al ascensor.
Al entrar a la oficina, Osvaldo y Romi estaban en la oficina del jefe laburando a full, como siempre la puerta estaba abierta. Osvaldo vino a mi encuentro y me abrazó y se mostró muy gustoso de verme, se metió a la oficina. Yo me senté en un sillón que tiene vista justo hacia la oficina. Mi chica salió con un papel de adentro y dándomelo me dijo:
-Lo lamento amor, otro día será..., hay un laburo bárbaro, tenes que ir..., dijo una dirección y me dio los datos.
-Lo lamento, dije en voz bien alta, para que Osvaldo me escuchara, pinché una goma y no tenía ganas de arreglarla yo y se la deje al gomero de la vuelta, que tiene como para una hora..., tiene un laburo bárbaro. Romi, me miró y se le dibujo una sonrisa bastante perversa en la cara
-Así que no crees que me lo pueda coger delante tuyo? Que disfrutes una linda pajita, dijo y se fue a la oficina. Pasaron como quince minutos donde todo fue normal, las líneas sonaban todo el tiempo y Romi atendía sin parar. yo seguía sentado en el sillón que miraba a la oficina. Romi me miro con cara de putita, se puso de pie y le dijo algo al oído a Osvaldo. Este le contesto algo en el oído también. Pasaron unos cinco minutos donde todo fue igual. Luego Romi se asomo y me dijo:
-Mi amor..., voy a cerrar un poquito la puerta que con el ruido de la calle no se escucha nada, y así lo hizo. Mi pija estaba por explotar. Me acerque a la puerta lo más que pude. El cuerpo me temblaba sin control. Romi atendía las líneas y su voz sonaba bien caliente. Ella disimulaba, pero igual era obvio que algo pasaba. Pasó un largo rato, yo escuchaba gemidos muy leves, al tiempo que no podía más de excitación y me corrí en los pantalones. Luego lo escuche a Osvaldo atender una línea y me llamó la atención. Su voz también sonaba rara.
Tome asiento y estaba relajado y tenso a la vez. Al rato Osvaldo salió de la oficina, estaba todo colorado y me dijo que con la puerta cerrada hacía mucho calor. Me miró y me dijo que tenía que salir un rato que enseguida volvía. Cuando cerró la puerta del departamento, Romi salió de la oficina, me beso y sentí un gusto ácido en su boca. Me entregó un pedido y me metió mano controlando si me había pajeado.
-Anda a hacer este encargo. ¿viste que me lo podía coger en la oficina?...delante tuyo..., nos vemos más tarde..., te amo, pajerito...
La pase a buscar cuando termine de trabajar, se subió a la moto, me apretó fuerte desde atrás y me dijo una vez más que era el hombre más maravilloso del universo. Fuimos despacio a casa, me sentía feliz sintiendo como mi chica me apretaba fuerte. En casa comimos acariciándonos y mirándonos con mucha dulzura. La primera en acostarse fue ella que ni bien comimos se fue a la cama. Cuando entré al cuarto estaba desnuda, tirada en la cama. Me fui a saborear su almejita y mientras la chupaba la miraba a la cara, la veía gozar y me encantaba.
-¿Queres que te cuente?...
-Por favor –dije con voz de ruego. Me miro con una sonrisa con sorna. Le seguí chupando la concha y empezó a contarme.
-Como te habrás dado cuenta en un momento de la tarde le hable al oído... –se quedo callada y me miro-,...le dije que me encantaría que me cogieran con mi novio esperando en la otra habitación, ...que era una fantasía que tenía..., él se acerco a mi oído y me dijo que cerrara la puerta que me iba a pegar la cogida de mi vida...
-Que perra sos..., puta..., buscona...
-Cerré la puerta y me puse apoyada con la pancita en el escritorio como me cogiste vos la otra vez. Se acerco desde atrás y me levanto la mini, recogiéndola sobre mi espalda, empezó a sobarme los cachetes y me dijo al oído que tenía un culo monumental...
me lo sobó durante un largo rato..., después sonó el teléfono y atendí..., me costaba mucho disimular mi calentura..., el se alejo de mi y bajando el cierre libero su herramienta..., se acerco y corrió mi tanguita a un lado... –hizo una larga pausa, me puse sobre ella y la empecé a coger suave y profundamente, nos miramos a los ojos.
-Me la puso igual de suavecito que la pusiste vos..., y también despacito la dejo ir toda... -me miro picaramente-. Gire la cabeza con el teléfono en la oreja a mirarlo me miraba gozando y yo lo miraba caliente y mordiéndome el labio inferior cuando la llamada lo permitía..., me siguió bombeando y se acerco a mi oído..., me dijo si me gustaba que me cogiera delante tuyo..., mi respuesta fue un orgasmo que me dejo sin habla y me costó que no notaras. Se acercó a mi y le pedí suavecito mirándolo a los ojos con mi carita de puta..., me encantaría que me acabes en la boca...
Interrumpió su relato, seguimos cogiendonos y mirándonos a los ojos, nuestras bocas se trenzaron, nos mordíamos y jugábamos con nuestras lenguas.
-Luego sonó el teléfono otra vez, y fue él el que atendió, me la saco y se puso de pie. Mientras hablaba..., me puse de rodillas delante de él y empecé a chuparlo mientras lo miraba a los ojos y me metía mano en la concha. Él descargó bien profundo en mi boca, con su mano derecha me agarró fuerte de la nuca apresándome, lo miraba y tenía la cabeza tirada hacia atrás con la mano izquierda sostenía el teléfono y tenía los ojos cerrados..., descargo abundantemente en mi boca... y trague todo lo que me dio golosamente, junte mis dos manitos sobre mis muslos y quede arrodilladita..., jugando con mi boquita en su miembro... Lo demás ya lo sabes.
-Y...después que me fui, ¿qué paso?
-Nada, no volvió más en toda la tarde.
-Papi..., me vas a dejar que me lo siga cogiendo...?, me encanta la pija que tiene..., y que sea tan morboso..., decía sin dejar de mirarme..., -la serruche bien fuerte hasta que los dos nos vinimos en un orgasmo hermoso, nos besamos y nos quedamos acariciándonos hasta entrada la madrugada. Esto es amor pensé y me quede dormido.
Romina, mi perra buscona, mi amor 5
Nos despertamos los dos muy temprano, empezamos a acariciarnos y a recorrernos los cuerpos, los dos estábamos muy nerviosos y no podíamos dormir más. Me fui a la cocina a preparar el desayuno, mientras Romi en el baño terminaba de arreglarse. Cuando entró a la cocina no lo podía creer, tenía puesta una minifalda muy entallada, nunca la había visto en minifalda. Cuando me vio como la miraba, me miro a la cara y sonrió.
-¿Qué pasa, viste un fantasma?
-Nunca te había visto en minifalda
-Y... ¿te gusto?
-Sos una delicia mi amor, me parece mejor que no vayas a trabajar y te quedas en casa, a hacer las cosas del hogar.
-¡Ay...!, amor... tampoco es para tanto... Viste que cómoda la mini..., -se acomodo sobre la mesa con la pancita apoyada y me dijo..:
-Si te queres coger a tu jefe... y tu novio esta en el cuarto de al lado, te levantas la mini así y te corres la tanguita a un lado y quedas bien ofrecida... –y así lo hizo-, me acomode sobre ella y se la deje ir.
-Si te parece que tu novio esta cerca...-dijo al tiempo que me empujaba-, te bajas la mini y sin correr la tanguita ya disimulas toda la situación. Se giro y me dio un profundo beso en los labios.
Me acerque a ella y la senté sobre la mesa, tenía todavía la tanga corrida a un costado, se la puse nuevamente un poquito y en seguida me separo de ella.
-No quiero ensuciar la ropa, ni que pierdas la calentura. Te vas a pajear en esa oficina mientras me cojo a nuestro jefe.
Llegamos temprano a la oficina y las líneas sonaban sin parar, estábamos muy cerca de la navidad y el trabajo se tornaba insoportable. Enseguida Romi tomo unos pedidos y me dio uno de ellos para que fuera a trabajar. Sobre las tres de la tarde termine con el trabajo y volví pitando para la oficina, cuando estaba llegando lo vi a Osvaldo que caminaba hacia allá. Lleve la moto a un estacionamiento que esta a la vuelta. estacione la moto, me baje, retire el ticket y me paré en la puerta a encender un cigarrillo, el tiempo me parecía otra vez detenido. Mire la ciudad como si fuera la primera vez que la veía, el sol entraba a raudales entre los árboles, la gente caminaba con apuro. Caminando lentamente me fui acercando a la oficina, termine el cigarrillo y entre al ascensor.
Al entrar a la oficina, Osvaldo y Romi estaban en la oficina del jefe laburando a full, como siempre la puerta estaba abierta. Osvaldo vino a mi encuentro y me abrazó y se mostró muy gustoso de verme, se metió a la oficina. Yo me senté en un sillón que tiene vista justo hacia la oficina. Mi chica salió con un papel de adentro y dándomelo me dijo:
-Lo lamento amor, otro día será..., hay un laburo bárbaro, tenes que ir..., dijo una dirección y me dio los datos.
-Lo lamento, dije en voz bien alta, para que Osvaldo me escuchara, pinché una goma y no tenía ganas de arreglarla yo y se la deje al gomero de la vuelta, que tiene como para una hora..., tiene un laburo bárbaro. Romi, me miró y se le dibujo una sonrisa bastante perversa en la cara
-Así que no crees que me lo pueda coger delante tuyo? Que disfrutes una linda pajita, dijo y se fue a la oficina. Pasaron como quince minutos donde todo fue normal, las líneas sonaban todo el tiempo y Romi atendía sin parar. yo seguía sentado en el sillón que miraba a la oficina. Romi me miro con cara de putita, se puso de pie y le dijo algo al oído a Osvaldo. Este le contesto algo en el oído también. Pasaron unos cinco minutos donde todo fue igual. Luego Romi se asomo y me dijo:
-Mi amor..., voy a cerrar un poquito la puerta que con el ruido de la calle no se escucha nada, y así lo hizo. Mi pija estaba por explotar. Me acerque a la puerta lo más que pude. El cuerpo me temblaba sin control. Romi atendía las líneas y su voz sonaba bien caliente. Ella disimulaba, pero igual era obvio que algo pasaba. Pasó un largo rato, yo escuchaba gemidos muy leves, al tiempo que no podía más de excitación y me corrí en los pantalones. Luego lo escuche a Osvaldo atender una línea y me llamó la atención. Su voz también sonaba rara.
Tome asiento y estaba relajado y tenso a la vez. Al rato Osvaldo salió de la oficina, estaba todo colorado y me dijo que con la puerta cerrada hacía mucho calor. Me miró y me dijo que tenía que salir un rato que enseguida volvía. Cuando cerró la puerta del departamento, Romi salió de la oficina, me beso y sentí un gusto ácido en su boca. Me entregó un pedido y me metió mano controlando si me había pajeado.
-Anda a hacer este encargo. ¿viste que me lo podía coger en la oficina?...delante tuyo..., nos vemos más tarde..., te amo, pajerito...
La pase a buscar cuando termine de trabajar, se subió a la moto, me apretó fuerte desde atrás y me dijo una vez más que era el hombre más maravilloso del universo. Fuimos despacio a casa, me sentía feliz sintiendo como mi chica me apretaba fuerte. En casa comimos acariciándonos y mirándonos con mucha dulzura. La primera en acostarse fue ella que ni bien comimos se fue a la cama. Cuando entré al cuarto estaba desnuda, tirada en la cama. Me fui a saborear su almejita y mientras la chupaba la miraba a la cara, la veía gozar y me encantaba.
-¿Queres que te cuente?...
-Por favor –dije con voz de ruego. Me miro con una sonrisa con sorna. Le seguí chupando la concha y empezó a contarme.
-Como te habrás dado cuenta en un momento de la tarde le hable al oído... –se quedo callada y me miro-,...le dije que me encantaría que me cogieran con mi novio esperando en la otra habitación, ...que era una fantasía que tenía..., él se acerco a mi oído y me dijo que cerrara la puerta que me iba a pegar la cogida de mi vida...
-Que perra sos..., puta..., buscona...
-Cerré la puerta y me puse apoyada con la pancita en el escritorio como me cogiste vos la otra vez. Se acerco desde atrás y me levanto la mini, recogiéndola sobre mi espalda, empezó a sobarme los cachetes y me dijo al oído que tenía un culo monumental...
me lo sobó durante un largo rato..., después sonó el teléfono y atendí..., me costaba mucho disimular mi calentura..., el se alejo de mi y bajando el cierre libero su herramienta..., se acerco y corrió mi tanguita a un lado... –hizo una larga pausa, me puse sobre ella y la empecé a coger suave y profundamente, nos miramos a los ojos.
-Me la puso igual de suavecito que la pusiste vos..., y también despacito la dejo ir toda... -me miro picaramente-. Gire la cabeza con el teléfono en la oreja a mirarlo me miraba gozando y yo lo miraba caliente y mordiéndome el labio inferior cuando la llamada lo permitía..., me siguió bombeando y se acerco a mi oído..., me dijo si me gustaba que me cogiera delante tuyo..., mi respuesta fue un orgasmo que me dejo sin habla y me costó que no notaras. Se acercó a mi y le pedí suavecito mirándolo a los ojos con mi carita de puta..., me encantaría que me acabes en la boca...
Interrumpió su relato, seguimos cogiendonos y mirándonos a los ojos, nuestras bocas se trenzaron, nos mordíamos y jugábamos con nuestras lenguas.
-Luego sonó el teléfono otra vez, y fue él el que atendió, me la saco y se puso de pie. Mientras hablaba..., me puse de rodillas delante de él y empecé a chuparlo mientras lo miraba a los ojos y me metía mano en la concha. Él descargó bien profundo en mi boca, con su mano derecha me agarró fuerte de la nuca apresándome, lo miraba y tenía la cabeza tirada hacia atrás con la mano izquierda sostenía el teléfono y tenía los ojos cerrados..., descargo abundantemente en mi boca... y trague todo lo que me dio golosamente, junte mis dos manitos sobre mis muslos y quede arrodilladita..., jugando con mi boquita en su miembro... Lo demás ya lo sabes.
-Y...después que me fui, ¿qué paso?
-Nada, no volvió más en toda la tarde.
-Papi..., me vas a dejar que me lo siga cogiendo...?, me encanta la pija que tiene..., y que sea tan morboso..., decía sin dejar de mirarme..., -la serruche bien fuerte hasta que los dos nos vinimos en un orgasmo hermoso, nos besamos y nos quedamos acariciándonos hasta entrada la madrugada. Esto es amor pensé y me quede dormido.
4 comentarios - Romina, mi perra 5
segui xxx favor segui
mis 10 obvio