oSigue la historia, asi como sigue.
Débora y yo camino a la perversión 15
Débora estaba feliz con toda la situación, le comente mi preocupación porque la situación se había desmadrado, yo estaba bien serio, en realidad estaba muy preocupado. Débora evalúo mi ánimo y se quedo pensativa. A la noche cuando volví del trabajo me sugirió que nos tomáramos unas vacaciones. Arreglamos todo y nos fuimos 15 días, en que volvimos a establecer otro tipo de contacto, hacíamos el amor muy seguido y la pasamos muy bien. Volvíamos en el auto de la costa y Débora me vio mas relajado, me miraba de reojo.
-Bueno ya tuviste tus vacaciones… estas mas tranquilo… -yo no conteste nada, guarde silencio, volvía a escuchar su tono soberbio y burlón, mi pija se puso dura como una piedra, Débora me la apretó.- y nuestra amiga ya sabe hacia adonde voy. Oscar me debe haber extrañado… mañana… ya sabes… en realidad quiero coger tranquila con el… y seria bueno en casa… porque no lo mandas a buscar algo que te olvides… que te parece?
-Pero nos fuimos de vacaciones para parar esta locura, no podemos volver a lo mismo.
Mi cara era otra vez de seriedad. El tono de Débora cambio y me dijo que no me preocupara, que era solo un juego y si yo no quería jugar no había nada que decir entonces, me dio unos besos mientras me acariciaba el paquete.
A la mañana siguiente me prepare para volver a la carpintería. Cuando me desperté Débora estaba vestida con una calcita sin ropa interior y una remera elastizada.
-Te acompaño mi amor… así reviso los libros… -dijo sin poner ningún tono especial
El verla así vestida me hacia volar de la calentura. Ya me imaginaba como la miraría Oscar. La desnudaría con la vista y la cogeria con el pensamiento. Débora lo sabía también y ese era el juego. No me anime a decirle que no viniera y lo sintió como su primer victoria. En al auto estuvo callada todo el trayecto, llegamos un poco más tarde por lo que el taller ya estaba abierto. Entramos y Oscar la comió a Débora con la mirada, su zanja se notaba bien marcada con la calza y su pechos estaban amenazantes.
Trato de hablar con calma
-Que tal? Como la pasaron?
-Bárbaro –dijo Débora.- nos desenchufamos de toda la locura… estuvo buenísimo… y acá todo bien…?
-Si Ricardo me ayudo en todo
Fuimos a la oficina y Débora se la pasaba posando y Oscar no perdía pose que ella hiciera, yo me sentía mas caliente cada vez sentía que estaba perdiendo el control. Débora se acerco y me acaricio un poco, después se sentó en mi regazo, mi pija estaba bien dura, me beso la oreja y me metió la lengua adentro. Mi calentura aumentaba cada vez más, Débora seguía jugando con su lengua. Y mi pija estaba cada vez más dura
-Porque no vamos a casa… y me coges bien rico… -yo no me moví del lugar.- me parece que tenes ganas de verlo a Oscar en acción… esta que vuela de calentura… queres que me acueste un ratito en el sillón… con la colita arriba… -me chupo otro rato la oreja- vos te vas a buscar algo a la productora después de un rato… y… oscar… que haga lo que quiera... –me chupo otro rato la oreja.- no amor perdón mejor no… nos vamos al carajo… -se puso de pie, me miro a los ojos y me dijo, me voy a casa. En realidad era una pregunta más que una afirmación. Mi voz me salio muy aguda, casi estrangulada,
-Porque no descansas un ratito en el sillón?
-Si vos me lo pedís… pero no quiero quejas… esta claro…
-si, claro –se acostó culo arriba apuntando hacia el taller, estaba para desnudarla ahí mismo y darle sin parar, yo no me podía parar de la erección que tenia, me quede descansando un rato en la silla del escritorio, cerré los ojos y me pude tranquilizar, Salí hacia el taller y le dije a Oscar que no la molestara a Débora que se había quedado dormida, que iba hasta la productora a ver las novedades que volvía en media hora mas o menos. Salí del taller y entre de inmediato en la pieza de al lado, por el espejo ya se veía a Oscar que amasaba los glúteos de Débora que se fingía dormida, los amasaba bien a gusto, con detenimiento, Luego paro y se saco el pantalón y slip, quedo solo con la remera puesta, le bajo la calza a Débora y acomodándose de a poco la penetro, por la concha lentamente, Débora fingió despertarse.
-Que haces amor…y Oscar…
-Callate putita… Que lindo culo tenes… que boludo es tu marido…
-hay bebe te extrañe… sos vos… que lindo… me vas a coger bien rico… y la vas a tener durita después de darme el primero…
-vos sabes que me calentas mucho perrita… te voy a recoger… me encantaría llenarte las tripas de mi leche…
-Dale así cago tu lechita después… ponemela en la cola… dale… dale…
-Si me lo pedís así… -dijo mientras se la acomodaba en el culo y la empezaba a penetrar. El culo de Débora se balanceaba con la cogida, Oscar se tenso al acabar, se quedo quieto un rato y siguió con la cogida, ahora más tranquilo pero con una furia increíble.
-Te extrañe puta… mi mujer no me da el culito fácil como vos… putita
-Que atrevido que estas… te estas haciendo hombrecito… -la agarro de los pelos haciéndole una colita de caballo y siguió bombeándola bien fuerte y parejo hasta que volvió a llenarle las tripas de su leche.
-Me vas a hacer desbordar de leche pendejo… cuanta que me das… te caliento eh perro…
-Me volves loco de calentura… sueño con vos… estoy enfermo con vos… -oscar estaba todavía acostado sobre ella que se había girado y el le chupaba las tetas ahora y luego le dio su pija a chupar, Débora después paro y le dijo.
-La próxima vez que me cojas va a ser después que escuche que le pegas dos buenas cogidas a tu mujer… no quiero escenas de celos ni nada… ella tiene que estar bien satisfecha.
Débora fue al baño se arreglo un poco y se fue sin siquiera saludarme. Esa noche en casa escuchamos los quejidos de la vecina de arriba, la esposa de Oscar claro. Débora dijo:
-Parece que esta apurado el pendejo.
Débora y yo camino a la perversión 15
Débora estaba feliz con toda la situación, le comente mi preocupación porque la situación se había desmadrado, yo estaba bien serio, en realidad estaba muy preocupado. Débora evalúo mi ánimo y se quedo pensativa. A la noche cuando volví del trabajo me sugirió que nos tomáramos unas vacaciones. Arreglamos todo y nos fuimos 15 días, en que volvimos a establecer otro tipo de contacto, hacíamos el amor muy seguido y la pasamos muy bien. Volvíamos en el auto de la costa y Débora me vio mas relajado, me miraba de reojo.
-Bueno ya tuviste tus vacaciones… estas mas tranquilo… -yo no conteste nada, guarde silencio, volvía a escuchar su tono soberbio y burlón, mi pija se puso dura como una piedra, Débora me la apretó.- y nuestra amiga ya sabe hacia adonde voy. Oscar me debe haber extrañado… mañana… ya sabes… en realidad quiero coger tranquila con el… y seria bueno en casa… porque no lo mandas a buscar algo que te olvides… que te parece?
-Pero nos fuimos de vacaciones para parar esta locura, no podemos volver a lo mismo.
Mi cara era otra vez de seriedad. El tono de Débora cambio y me dijo que no me preocupara, que era solo un juego y si yo no quería jugar no había nada que decir entonces, me dio unos besos mientras me acariciaba el paquete.
A la mañana siguiente me prepare para volver a la carpintería. Cuando me desperté Débora estaba vestida con una calcita sin ropa interior y una remera elastizada.
-Te acompaño mi amor… así reviso los libros… -dijo sin poner ningún tono especial
El verla así vestida me hacia volar de la calentura. Ya me imaginaba como la miraría Oscar. La desnudaría con la vista y la cogeria con el pensamiento. Débora lo sabía también y ese era el juego. No me anime a decirle que no viniera y lo sintió como su primer victoria. En al auto estuvo callada todo el trayecto, llegamos un poco más tarde por lo que el taller ya estaba abierto. Entramos y Oscar la comió a Débora con la mirada, su zanja se notaba bien marcada con la calza y su pechos estaban amenazantes.
Trato de hablar con calma
-Que tal? Como la pasaron?
-Bárbaro –dijo Débora.- nos desenchufamos de toda la locura… estuvo buenísimo… y acá todo bien…?
-Si Ricardo me ayudo en todo
Fuimos a la oficina y Débora se la pasaba posando y Oscar no perdía pose que ella hiciera, yo me sentía mas caliente cada vez sentía que estaba perdiendo el control. Débora se acerco y me acaricio un poco, después se sentó en mi regazo, mi pija estaba bien dura, me beso la oreja y me metió la lengua adentro. Mi calentura aumentaba cada vez más, Débora seguía jugando con su lengua. Y mi pija estaba cada vez más dura
-Porque no vamos a casa… y me coges bien rico… -yo no me moví del lugar.- me parece que tenes ganas de verlo a Oscar en acción… esta que vuela de calentura… queres que me acueste un ratito en el sillón… con la colita arriba… -me chupo otro rato la oreja- vos te vas a buscar algo a la productora después de un rato… y… oscar… que haga lo que quiera... –me chupo otro rato la oreja.- no amor perdón mejor no… nos vamos al carajo… -se puso de pie, me miro a los ojos y me dijo, me voy a casa. En realidad era una pregunta más que una afirmación. Mi voz me salio muy aguda, casi estrangulada,
-Porque no descansas un ratito en el sillón?
-Si vos me lo pedís… pero no quiero quejas… esta claro…
-si, claro –se acostó culo arriba apuntando hacia el taller, estaba para desnudarla ahí mismo y darle sin parar, yo no me podía parar de la erección que tenia, me quede descansando un rato en la silla del escritorio, cerré los ojos y me pude tranquilizar, Salí hacia el taller y le dije a Oscar que no la molestara a Débora que se había quedado dormida, que iba hasta la productora a ver las novedades que volvía en media hora mas o menos. Salí del taller y entre de inmediato en la pieza de al lado, por el espejo ya se veía a Oscar que amasaba los glúteos de Débora que se fingía dormida, los amasaba bien a gusto, con detenimiento, Luego paro y se saco el pantalón y slip, quedo solo con la remera puesta, le bajo la calza a Débora y acomodándose de a poco la penetro, por la concha lentamente, Débora fingió despertarse.
-Que haces amor…y Oscar…
-Callate putita… Que lindo culo tenes… que boludo es tu marido…
-hay bebe te extrañe… sos vos… que lindo… me vas a coger bien rico… y la vas a tener durita después de darme el primero…
-vos sabes que me calentas mucho perrita… te voy a recoger… me encantaría llenarte las tripas de mi leche…
-Dale así cago tu lechita después… ponemela en la cola… dale… dale…
-Si me lo pedís así… -dijo mientras se la acomodaba en el culo y la empezaba a penetrar. El culo de Débora se balanceaba con la cogida, Oscar se tenso al acabar, se quedo quieto un rato y siguió con la cogida, ahora más tranquilo pero con una furia increíble.
-Te extrañe puta… mi mujer no me da el culito fácil como vos… putita
-Que atrevido que estas… te estas haciendo hombrecito… -la agarro de los pelos haciéndole una colita de caballo y siguió bombeándola bien fuerte y parejo hasta que volvió a llenarle las tripas de su leche.
-Me vas a hacer desbordar de leche pendejo… cuanta que me das… te caliento eh perro…
-Me volves loco de calentura… sueño con vos… estoy enfermo con vos… -oscar estaba todavía acostado sobre ella que se había girado y el le chupaba las tetas ahora y luego le dio su pija a chupar, Débora después paro y le dijo.
-La próxima vez que me cojas va a ser después que escuche que le pegas dos buenas cogidas a tu mujer… no quiero escenas de celos ni nada… ella tiene que estar bien satisfecha.
Débora fue al baño se arreglo un poco y se fue sin siquiera saludarme. Esa noche en casa escuchamos los quejidos de la vecina de arriba, la esposa de Oscar claro. Débora dijo:
-Parece que esta apurado el pendejo.
6 comentarios - Debora y yo camino a la perversion 15
que bárbaro!!! pensé que el iba a tomar las riendas 🙎♂️ 🙎♂️ 🙎♂️ :twisted:que bobita soy 😀 😀 😀 😀 ya quiero ver como sigue esto y obvio puntuare apartir del lunes 😉