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mis historias: capítulo IV. Divertirme en el tedio

Era un sábado muy gris en Montevideo. Pleno otoño, se acercaba el invierno y todo el tedio de esta estación avanzaba violentamente. Tenía que empezar a moverme porque estaba absolutamente hamburguesado: salía con una chica que se llamaba Tamara, tenía 6 años más que yo, pero yo estaba viviendo esa historia como una más y ya estaba sumamente aburrido y preguntandome que estaba haciendo con esa persona. En fin, ya estaba dispuesto a conocer nuevas personas, pero quizás me estaba equivocando...
Ese día me llamaron bien temprano a la mañana: era Macarena, compañera de la facultad y una mina terriblemente obsesiva, preguntando si ese día nos íbamos a juntar para terminar de hacer unos informes. "Sí, dale, nos juntamos pero medio temprano asi no se nos va el día en eso" fue mi respuesta. Inmediatamente despues de almorzar me fui a lo de esta mina que conocía poco y que me embolaba mucho. No iba a ser una tarde divertida, creía ingenuamente jeje. Ni bien llegue, subí al apartamento con cara de embole y con un ritmo cansino exagerado. Ella era una mina de lo mas comun, un poco más baja que yo (170 debería medir), flaca, lo normal, unos pechos muy pequeños pero una cola interesante. Pero lo que menos me copaba era la actitud de ella: la típica estudiante que se viene del interior y que quiere hacer la carrera en el tiempo que dura y volverse a su casa, parecía por su discurso que ella seguía viivendo en su pueblito del interior (sin ofender eh? pero quiero ser gráfico con como era ella).
Empezamos al toque. Sacar los libros, los cuadernos, fluorescentes, que feo esta el día bla bla bla, queres un té, etc. Iba avanzando la tarde y seguía siendo un embole, hasta que en un momento, fui a su cuarto a buscar un libro y encontre, ahí a la vista, un consolador enorme (si, posta, de no creer!) Dije "a la mierda, esto va a estar bueno" y volví haciendome el boludo a la sala de estudio. Seguimos conversando acerca de los informes y mientras el tiempo pasaba, la empecé a mirar con ganas. Me imaginaba como ella utilizaría el consolador y me preguntaba que tan a menudo lo utilizaría, me entraba a excitar imaginandome cogiendomela y preguntandolé si quería usar el consolador mientras me la chupaba... Me entro a calentar. De a poco, empecé a indagar a ver si ella tenía novio o algo, y me dijo que no, que estaba re sola desde que habia terminado con su novio al final del verano y que ta que no quería andar con nadie. Bingo dije por dentro: esta mina me puede...
Caía la tardecita y ella me invito a comer algo. Fuimos hasta el supermercado y parecíamos una pareja: ella preguntandome que quería comer, que quería tomar, y yo le dije "vamos a tomar unas grapas, levantamos un poco la temperatura y estoy seguro que las cosas van a ser mas interesantes". Ella se río y me pregunto si estaba jodiendo, pero finalmente acepto la propuesta, no sin antes merendar como Dios manda. Volvimos a la casa, merendamos, avanzamos un poco con los informes y empezamos a tomar. Al toque estabamos medio en pedo, los dos disfrutando de nuestra compañia, y se le ocurrio ir al comedor y prender la estufa a leña... 🤤 Mejor no podía estar eso! Inmediatamente que prendio la estufa, ella se saco un buzo abrigado y poco sexy que tenia, y quedo con una remerita de manga larga que insinuaba sus tetitas ricas... Seguimos charlando pero ya de la vida, y ya había onda entre nosotros, y ya se notaba que algo pintaba. Alrededor de las ocho de la noche, le sonó el celular y era una amiga de ella, y le pregunto a ver que iba a hacer esa noche. Ella le respondío, mirandome a los ojos, que tenía ganas de quedarse bien tranqui en la casa... Pa qué. Ni bien colgó el teléfono, le comí la boca de una manera re apasionada, ya estaba re caliente con ella, tenía ganas de probarla. Ella enseguida respondió y con más ganas se acerco y seguía besando acaloradamente, desprendiendo su boca cada tanto y observandome con una mirada lasciva... Seguía dandome besos y le empecé a acariciar las tetitas esas que ya estaban bien puntiagudas y pidiendo más caricias, más de todo... Ella me empezó a frotar la verga y se sentía como que no era ninguna boludita, andaba bien en el tema y yo ya estaba re duro... Me la empezo a acariciar por encima del pantalon de abajo para arriba sucesivamente hasta que en un momento se tiro encima mio y la quería empezar a sentir... Entre el calor de la fogata y nosotros, le saque la remerita y retire su sostén y le empece a chupetear esas tetitas bien lindas y chicas, muy pero muy ricas... en un momento ella se detuvo y despeinada, con el sostén a medio sacar y encima mío, me pregunto: "qué te parece?" y yo le respondí "dejate de pavadas y vení para acá" y seguí comiendole la boca y la tire contra el suelo y empece a sacarle el pantalón... su bombacha negra ya estaba re mojada, una manteca, y empecé a meterle el dedito en la conchita y veía como ella se gozaba con cada movimiento mío. "Vení acá que quiero probarla" me dijo y me desabrocho el pantalón y ni bien lo abrío, estaba al re palo y le encanto como estaba... "Mmm... rico" y empezó a chuparla. A succionarla. A hacerle mimos. Le gustó. La veía a ella y ni siquiera le podía decir algo, no sabía que era lo que más me excitaba: si lo que me hacía a la verga o la carita que tenía de gozada y el empeño y las ganas que tenía de mamarla...
"Pera pera pera" le tuve que decir, "quiero montarte" y ahí ella fue a buscar un condón que tenía guardado y me lo tiro encima; "antes, besame" y sus deseos fueron ordenes. Mientras la besaba, ella se iba sacando la bombachita, y mientras la sentía cada vez más caliente, tomó el condon que estaba ahí en el piso y me lo puso: "dale que tengo terribles ganaaaaaaaaaaaaaas" me dijo, y se subió encima mío. Empezó bien de a poquito, y no podía sacarle la mirada a las tetas y a sus ojitos y más aún a su gesto de ternura y goce que era totalmente gráfico... Al ratito, progresivamente empezo a cabalgar mas fuerte, y yo la tomaba de esa cola hermosa que tenía y perdía la concentración (no ahí abajo, obvio) pero pensaba en darla vuelta y ponerla en cuatro para admirar esa colita... Ella estaba por acabar y yo estaba en ese momento, ella me pedía más y yo también quería más, entonces me arriesgue y la levante con mis brazos a la chiquita y la di vuelta y la puse contra la alfombra peluda... "vení mamita!" La puse en cuatro y le empece a dar como nunca, parecía un animal estaba re sacado. Ella puso la colita para arriba y la miraba a ella y a su carita que ya era de sometimiento pero de goce total, "MÁS MÁS MÁS" y cada vez más y ella pidiendome para acabar y yo diciendole que no, aguanta, hace fuerza... Hasta que en el momento de llegar, le dí de manera inmensa y ella apretandose toda dijo "Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah"... los dos quedamos uno encima del otro, totalmente transpirados, y totalmente descolocados...

Continuo la noche, fue muy dulce, pero prefiero terminar con esto... Siempre queda una incertidumbre 😀 . Saludos.

1 comentarios - mis historias: capítulo IV. Divertirme en el tedio

Bebe23
ESTA BUENO PERO TE DOY UN CONSEJO...DALE UN POCO MAS DE BRILLO AL POST, AL SER RELATO Y NO TENER MOTIVACIONES VISUALES PARA QUE EL PASA A LEER (IMAGENES O VIDEOS) ESTA BUENO QUE LA LETRA SEA UN POCO MAS GRANDE, UN TITULO, UNA EXPLICACION...ESAS COSAS PARA QUE NO QUEDE TAN SIMPLE! ES UNA CONSEJO NADA MAS Y PASATE POR LOS MIOS PARA QUE VEAS LO Q TE DIGO. ABRAZO!