Sueño.....

Anoche te soñé… Lo supe cuando desperté. No había pasado antes y me invade la duda y la curiosidad de porque se ha dado axial. El sudor que me recorre, me recuerda los matices del sueño. Fue como haberte tenido conmigo, solo que cuando desperté y mire a mi lado, no estabas.
Me despertó el orgasmo que tuve soñándote. Aun estoy mojada de acabar… Me levanto a bañarme y recuerdo, como fue que te soñé conmigo.
Llegaste a casa y sin decir ni una palabra cuando nos vimos, todo pareció resuelto. La puerta a todo fue un beso… Pero no cualquier beso. Nos quedo todo claro en ese momento. Te había visto, te había tenido cerca, pero nunca así. Te acercaste tanto, que podía respirar a tu ritmo, tu aire y tenia oportunidad de detenerme en tu boca. Me enloquece tu boca. Siempre me había preguntado que se siente besarla y ahora que estoy tan cerca, estoy ansiosa. Finalmente se da el momento. Siento tus labios sobre los míos y debo decirte que es mejor de lo que pensé. La facilidad con la que tus labios abren mi boca y tu lengua se mueve en mí, impacta. Es como si los conocieras. Siento tus manos en mi cintura y como me apretás contra tu cuerpo, tu fuerza, tu ímpetu, como deseo sentirte en mi.
Así es como termino de espaldas a la pared. Presionada por tu cuerpo y de a poco, siento como crece tu sexo contra el mío. Ya no puedo controlarme, tengo que tenerlo y abro tu pantalón para tocarte directamente, sentir como es eso que venia deseando.
Puedo sentir con la punta de mis dedos que te mojas… Que rico… Como me gusta sentirte así. Ya no quiero tocarte, quiero lamerte, chuparte, besarte… Así que cambiamos de lugar. Es tu espalda contra la pared ahora, y yo tengo tu cuerpo a mi disposición. Me invade la ansiedad, pero esto debe ser disfrutado como mereces. Entonces, te saco el pantalón, me molesta para abrirte las piernas y accederte completamente. Estoy de pie, delante tuyo y me desnudo por completo porque se lo que quiero hacer. Se lo que quiero que hagas y no hay vuelta atrás. Tu cuello es mío. Mi lengua lo recorre de principio a fin y solo me detengo en tu oído para decirte algo… -No sabes las ganas que tengo de sentirte dentro mío…- Es casi un susurro pero alcanza para que tus manos se descontrolen. Me obligas a tenerte. Sos mío ahora y yo defino lo que podes hacer. Con la punta de mi lengua, alcanzo tu mentón, subo por tu boca y mirándote a los ojos te dejo claro que voy a chuparte todo, hasta que no des mas….
Así que ahora voy por tu pecho. A la par de mi boca, bajan mis manos que alternan entre rasguñarte y acariciarte. Me calentás muchísimo. Ya en tu cintura, decido atarme el pelo, sin separar mi boca de tu piel. Que rico sabor tiene tu piel, podría quedarme ahí. Pero te deseo mucho y necesito tenerte completo. Así que, con todo tu sexo a mi disposición, me vas a ver. Con la parte posterior de mi lengua, te rozo. Y con la punta bajo…para volver a subir. Entonces abro mi boca por completo y ves, como tu pija desaparece en mi boca. Toda, completa, no queda nada fuera. Las sensaciones son complejas. Se mezcla la succión que te provoco, con el vaivén de mis labios que te apretan, y mi lengua que esta decidida a forzarte un orgasmo entonces no deja de rozarte… Puedo sentir dentro de mi boca, como va creciendo… Como comienza a latir y parece que podría estallar… Tengo que esperarte. No puede ser aun, porque nos falta tanto por hacer…
Voy a ponerme de pie, mientras la tengo en una mano. Te gusta sentir como la apreto mientras que con uno de mis dedos, no dejo de rozar la cabeza. Entre tus gemidos escucho mi nombre y te juro que me voy mojando. No puedo explicarte como me altera escucharte llamarme de esa forma. Siento tus manos en mi pecho ahora, en mis senos. Dios, es increíble la sensación de tus caricias. La punta de tus dedos tensa mis pezones más aun, y parece ser la llave que dilata mi sexo. Mi vagina esta completamente mojada y dispuesta a sentirte. Tu mano mueve tu sexo contra el mío como pintándola, suave, y la humedad que me llena, parece guiarla dentro mío. Ya no te deseo, supere esa etapa. A esta altura, te necesito. Me nace decirte entre gemidos que quiero que me cojas de una vez. Pero tu displicencia para manejar mi cuerpo, me impide hacerlo. Estoy completamente entregada a lo que decidas hacer conmigo. De nuevo te escucho decir mi nombre. De nuevo enloquezco. Ahora entremos en un terreno donde lo íntimo se transformo en una cuestión animal. Es solo instinto. Tu cuerpo sabe que hacer y el mío sabe como responderle. No hay vuelta atrás. Mientras me llevas a tientas hasta la cama, no dejamos de besarnos ni un segundo. ¿Te dije que me enloquece tu boca? La delicadeza de ese primer beso, es ahora vehemencia pura. Pasión, para algunos, fuego para otros. Yo prefiero no ponerle nombre. No se como se llama esto que esta pasando, pero que deseo que no deje de suceder. Llegamos a la cama ahora. Te veo chupando mis senos y me muero. Se que te gusta y a mi… me encanta. El placer que me genera sentirte, me obliga a cerrar los ojos y a decir tu nombre. Se me escurre tu nombre entre gemidos. No puedo detener el arranque que me obliga a apretarte contra mí. Seguís haciendo lo que se te da la gana conmigo. Te veo bajar. Me superan las ganas de sentir lo que vas a hacer, y finalmente estas ahí. Siento tus dedos separando los labios de mi concha, “esa concha hermosa” como vos decís y tu lengua llenándolo todo. DIOS! Entra y sale de mí, se mueve de lado a lado sobre mi clítoris mientras me penetras con los dedos. Vas a matarme. Quiero matarte yo. Y parece que lo voy a lograr, porque el impulso de tomarte del pelo y hundirte en mí mientras me chupas es inmanejable. Ya no se como rogarte que me cojas. Disfrutas el hecho de ver como te lo pido porque no doy más. Te levantas hasta mi cara a tu tiempo. Te veo relamerte y me caliento más aun. Mis piernas rodean ahora tu cintura. Me preparo para cuando me penetres, porque así, puedo obligarte a mantenerte dentro. Llegas. Entras en mí con una facilidad que asusta. Es tu obra. Estoy toda mojada y te lo debo a vos. Tus estocadas contra mi son impecables. Varias el ritmo para evitar acabar pronto. Mmmm. Ojala durara todo un día. Te miro a los ojos y te digo que me encanta lo que haces… Como me gusta sentirte dentro de mí… Me mata. Te araño la espalda porque mi orgasmo esta más cerca de lo que pensé. Se mezcla la sensación que me lleva a terminar y la que me dice que tengo que sacarte de mí, para que sigamos un poco más. Es lo que hago. Te pido que salgas y como la perra que soy, te pido que cojas por atrás. Es lo que querías. Es lo que quiero.
Y entonces empezase. Me veo toda abierta a tu disposición. Tu mejor lubricante, es tu boca y yo no doy más de las ganas que tengo. Te quiero ya. Estas entrando. Se me mezcla el placer con un poquito de dolor, pero me gusta tanto esto, que el dolor desaparece. Ya entraste. Estas todo en mi y nuevamente tus movimientos me llevan. Me susurras al oído que te encanta que sea así de puta. Me encanta serlo. Me tiras del pelo para ver la expresión de placer de mi cara mientras no dejas de moverte. Tu mano derecha, no deja de masturbarme y con una destreza implacable, expones mi punto G a tu antojo. Ya es mucho. Sentir como me cojes la cola, y tener tus dedos en la parte mas intima de mi vagina, es mucho. Ya esta. El ritmo que me impusiste, me lleva al orgasmo. Pero no a cualquier orgasmo, sino a ese donde se pierde la conciencia. Donde el placer es tal que se pasa de la contracción muscular, a no poder hablar y hasta sentir ganas de llorar por el placer que se entrega, y sigue subiendo. Se me termina el aire y vos no paras. Al final… me llega la paz. Pero aun estas adentro mío. Y me hablas de lo que ves, y hasta pones mi mano para que yo “vea” con mis dedos como entras y salís. Mmmm. Quiero que nos demos un gusto. Vas a acabar en mi cara, porque se que es una de tus fantasías y como te dije antes, estoy entregada a que hagas lo que quieras conmigo. Me siento delante tuyo ahora. Con las manos me sostengo los senos apretados mientras vos te masturbas. La expresión de placer de tu cara no tiene precio. Se ve venir. Abro la boca y con la lengua espero ver como tu lechita cae sobre mí. Esta en mi cara, en mi boca, en mi pecho. La desparramas un poco mientras sigue saliendo y yo me relamo de placer.
Esto fue increíble. Fue mejor de lo que esperaba. La pena es que haya sido un sueño. Pero no importa, en algún momento será cierto…