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Maria empieza a comprender...

En ocasiones sucede algo inesperado que te cambia la vida. A la salida del trabajo y cuando iba hacia el coche escuché que me llamaban. Con un paso rápido hacia mi se dirigía María una compañera de trabajo con la cual mantenía una relación cordial pero que ni mucho menos se podría llamar amistad. María tiene 33 años está casada y es muy celosa de su vida personal. En las típicas cenas de compañeros de empresa nunca había querido venir y se limitaba ha hacer su trabajo y dejar su vida privada fuera del ámbito laboral.

- Perdona pero necesito darte este sobre. Llévatelo a casa y léelo allí. Por favor no lo hagas antes.

- ¿Pero de que se trata?

- Hazme caso. Ábrelo en casa y ya me dirás. Me da mucha vergüenza pedirte esto pero es necesario. Eso sí. Aquí en el trabajo te pido no hablar nunca de esto aunque estemos a solas. Se trata de algo ajeno al trabajo y por eso hay que mantenerlo apartado de esto.

No se como pero reprimí las ganas de abrirlo en el mismo momento que María se dio la vuelta para dirigirse a su coche. Esperé a entrar en mi casa y abrí el sobre. En el encontré una nota manuscrita.

"Necesito una reunión contigo en un lugar muy discreto. Para ello voy a reservar una habitación de hotel. En el teléfono móvil que hay en el sobre solo hay un número memorizado. Por favor manda un sms al número diciéndome que día y a partir de que hora te viene mejor. Solo sms, la tarjeta tiene restringidas la llamadas.Te contestaré en cuanto sepa el número de habitación. Te lo he dicho pero por favor se muy muy discreto."

Dentro del sobre estaba el paquete del terminal con el número de teléfono y el código pin para encenderlo. Me quedé un poco desconcertado. No sabía a que se debía esto ni el porque había confiado en mi pero estaba claro que algo importante debía de ser ya que María no era de las compañeras mas "sociables" y no parecía querer quedar a tomar café simplemente. Y había puesto medios para que esto quedara entre ella y yo. Dudé entre mandar el sms para salir de dudas o esperar al día siguiente para pedir una explicación. Después de volver a leer varias veces la nota decidí concretar la cita para el Viernes a las 18:00h. A las 15:00h salíamos de trabajar y por la tarde no trabábamos. Por otro lado disponía de dos días para explicarme algo y echarse atrás o bien para reservar la habitación.

"Espero que esto no sea ni una encerrona ni una broma. Confio en ti. Si te parece bien el Viernes a las 18h. donde me digas". Tras tomarme un par de horas en pensarlo ese fue el mensaje que mandé al número de móvil que me proporcionó. Pasados 25 minutos el móvil sonó.

"He reservado la habitación 823. Cuando llegues pide la llave en recepción. Di que tu mujer te está esperando arriba .Solo es para no levantar sospechas. Te aseguro que no es una broma y de esto no se debe enterar nadie tranquilo. Gracias . El Viernes lleva contigo el teléfono".

El mensaje también incluía la dirección del hotel situado en una localidad cercana a la que residimos. Al ser un hotel grande y situado en una zona turística me tranquilizó ya que así, el pasar inadvertido sería mas fácil. Utilizando un programa pasé los dos mensajes a mi ordenador para tenerlos a buen recaudo

El Jueves y el Viernes noté como María hacía todo lo posible para evitarme en el trabajo. De hecho el Viernes salió antes de trabajar con no se que excusa y así, o bien preparar el "encuentro" o bien evitar cruzarse conmigo en la salida.

Llegué al hotel 1 hora antes de la señalada. Tomé posición en una terraza cercana para divisar la entrada al hotel y así ver los posibles movimientos. Al fin y al cabo todo me parecía bastante extraño y aunque no debía dar explicaciones a nadie al no tener pareja, intentaba que no se me escapara nada de mi control. Cuando faltaban 5 minutos para la hora señalada sonó de nuevo el móvil.

"Estoy en la habitación. Cuando llegues en la entrada hay dos cartas numeradas. Por favor. Léelas lo primero"

Me levanté y me dirigí hacia el hotel. En recepción solicité la llave de la habitación y subí. Con el nerviosismo de no saber que es lo que estaba ocurriendo abrí la puerta. Era una de las denominadas "suites". Un mas que generoso recibidor se encontraba en la entrada. Al final del recibidor una puerta cerrada. Encima de de una pequeña mesa había dos sobres. Cogí el que tenía escrito el 1 y me senté en el sofá.

"Lo primero que quiero que sepas es que esto no es ninguna broma es simplemente una forma de ver la vida. Mi nombre es Pedro y soy el marido de María. Se que no me conoces y es un poco complicado pedirte ayuda pero es que insistió bastante y accedí a su petición. Nuestra relación es un tanto especial. Desde que nos conocemos María se ha dedicado a servirme y te lo digo así porque así es en la realidad. Ya sabes como es la sociedad y los esteorotipos que marca... lo que está bien y no. Ella quería casarse aunque a mi no me hacía ninguna gracia y le impuse unas condiciones. Por el hecho de satisfascerla y que nuestras familias estuvieras de acuerdo con esta relación no iba a cambiar mi estilo de vida. Así que aceptó. Yo mandaba y ella servía. Así de simple. En todos los aspectos se ha portado como debe pero he decidido que debo de formar a otra de mis siervas y me llevará tiempo. Si la conoces algo sabrás que su mayor defecto es que es muy posesiva y es en lo único en lo que no he podido reeducarla y eso que lo he intentado. Como no quiero que esté en contacto con mi nueva adquisición he decidido cederla por un tiempo indeterminado. Tenía ya a un par de amigos personales casi decididos para que se hicieran cargo pero me pidió que fueras tu su amo personal durante el tiempo que dure mi adoctrinamiento. He visto que no tienes cargas personales y eso es muy importante para tu cometido.

Solo hay unas condiciones básicas. De esto no se debe enterar nadie de vuestro entorno laboral. En vuestro trabajo es muy importante que no se sepa ya que ella está a gusto y para que negarlo, es una parte importante de mis ingresos. y segundo, tiene que tener la libertad (y solo en ese aspecto) de que cuando su familia venga a la ciudad de visita este libre para estar con ellos. No te preocupes porque suelen venir cada 2 meses aproximadamente. Por lo demás deberá estará a tu disposición en todos los aspectos del día a día, solo me la tienes que cuidar un poquito para cuando crea oportuno que vuelva a mi lado. Mi trabajo me hará estar la mayoría de este tiempo fuera de la ciudad. Aun cuando esté aquí no interferiré ya que estaré ocupado con otra perra. Mi número de teléfono y las horas a las que puedes llamar te lo proporcionará ella por si quieres hacerme cualquier consulta.

Si decides aceptar estas son básicamente las condiciones, que como ves no son muy exigentes para ti. ¿Que ganas tu de todo esto? Pues por ahora dispondrás de una mujer cuando necesites y para lo que la necesites. Si todo va correctamente cuando decida que María debe de volver a mi se te recompensará. Que decir tiene que esto no te tiene porque suponer un gasto económico. Ella dispone de una tarjeta para correr con los gastos que podáis tener. Si decides aceptar te irá informando de mas cosas en el día a día. Recuerda que me sirve a mi. Esta situación es temporal y cuando yo lo mande ella vendrá a mi.

Si decides que esto no va contigo hay 200 euros en el otro sobre como compensación a las molestias que te hemos causado. Cogelos, deja el teléfono en la mesa y te ruego te olvides de todo." ... y una simple firma manuscrita.

Confieso que me quedé algo descolocado. Nunca me hubiera esperado nada así pero que estuviera relacionado con María me lo esperaba bastante menos. Abrí el segundo sobre.

"Espero que en este punto tengas la decisión de seguir adelante. Todo lo que has leído en la otra carta es cierto. Estoy en esta circunstancia libremente y porque así lo deseo. Y deseo y te ruego que ahora te hagas cargo de mi en esta nueva etapa ya que va a ser para mi la mas beneficiosa. Por favor aceptaló y entra en la habitación le estoy esperando para servirle en lo que usted mande, amo. Fdo. María"

Abrí la puerta y allí estaba ella. En una esquina de la habitación con una blusa blanca, una falda por debajo de las rodillas estampada, unos altos tacones y con la cabeza agachada. Nunca la había visto así de elegante en anteriores ocasiones. Con su 1.67cm de altura y un pecho bastante generoso que normalmente miraba disimuladamente, solía vestir con vaqueros y camisas o camisetas para trabajar. Sin tener una cara de poster era bastante atractiva y su cuerpo proporcionado le hacía tener un "algo" que hacía que desearas un escarceo con ella. Su carácter era muy fuerte siempre entrando en discusiones, tachando a alguien de "machista" a la mínima oportunidad y dejando para ella misma su vida privada. Ahora entendía el porque. Por otro lado después de leer lo que había leído y verla en la esquina con la cabeza agachada y con esa actitud de sumisión me parecía de lo más extraño.

- ¿Que es todo esto? - pregunté aún sorprendido por la situación en la que me encontraba

- Creo que en las cartas estaba todo bastante explicado. Espero que si ha entrado aquí sea porque acepta la sugerencia que le ha hecho mi amo

- Mira esto me parece muy extraño y no se.... no quiero líos

- Aceptaló se lo ruego. No se arrepentirá. Estoy a su disposición. Solo tiene que disponer de mi. - Era la segunda vez que me hablaba de usted con lo cual mi extrañeza iba a más.

- No se por que me hablas de usted

- Porque a mi amo a no ser que me ordene lo contrario le hablo de usted

- Yo no se si esto lo haces voluntariamente o no. Sabes mi teléfono. Voy a bajar al bar media hora y si decides irte me olvidaré de todo. Si quieres me llamas a mi número personal y me puedes contar la verdad. Este teléfono que me distes lo dejo aquí.

- Todo lo que ha leído es la única verdad. Le estaré esperando aquí.

Recogí las dos cartas y me marche a la cafetería del hotel. Antes pasé por la recepción y solicité una caja de seguridad a cuenta de la habitación. Allí deje las dos cartas por si la cosa se complicaba por lo menos tendría alguna prueba de mi inocencia. Con el dinero que había en el sobre me tome una copa en la cafetería pensando en todo lo que había sucedido en la última media hora. Desde la barra se veía la salida y María no se había marchado. Pasado el tiempo volví a subir a la habitación. María continuaba en el mismo lugar y en la misma posición que cuando me había marchado.

- ¿Por que yo? le pregunté

- Mi amo no se puede encargar de mi en un tiempo y decidió cederme tenía previsto cederme a un amigo suyo. A usted.....

- Por ahora hablame de tu como siempre que se me hace muy extraño- le interrumpí

- Bien, a ti te conozco desde hace un tiempo, se como eres y me excitaba mucho pasar a tu propiedad. Creo que, sobre todo tu, puedes pasar una buena temporada teniéndome a tus ordenes que para eso voy a estar. A mi amo no....

- A partir de ahora y conmigo Pedro. No le llames más amo. Y levanta la cabeza y mírame a los ojos.- Instintivamente obedeció
- Pues a Pedro al principio no le hizo nada de gracia y le tuve que convencer. Le dije que confiaba en ti y que la situación no te quedaría grande. Que me tratarías como lo que soy una autentica perra. Me estoy jugando la confianza de mi... de Pedro poniéndome a tu disposición

- ¿Y hasta que punto estás a mi disposición?

- En todo, con la excepción que debes respetarme como hasta ahora, y como si esto no estuviera pasando en el terreno laboral, y que cuando mi familia venga de visita no se enteren de nada. No están al corriente de todo esto. Piensa que mi matrimonio con Pedro es el habitual, el de una pareja enamorada, joven y casada. Cuando ellos vengan, como avisan, Pedro vendrá para jugar ese papel. Esos días tu no existirás. Cuando pase el fin de semana de la visita todo seguirá igual. Pedro tiene un apartamento en la playa en el que estoy viviendo desde hace una semana. Mi familia no conoce ese apartamento así que aunque ellos estén el la ciudad tu podrás seguir allí. Si lo deseas me puedo trasladar a tu casa, o bien para instalarme o bien esporádicamente el día que quieras. A excepción de esos dos supuestos estoy para lo que ordenes y para agradarte en todos los aspectos.

No negaré que en alguna ocasión había fantaseado con tener un encuentro con María. Esto que me proponía nunca se había pasado por la cabeza pero era una oferta que estaba dispuesto a estudiar. Al fin y al cabo todo indicaba que yo no perdería nada en todo esto.

- Muy bien, pues súbeme un Bourbon con cola de la cafetería.

Sin mas salio de la habitación y al cabo de 5 minutos regresó con una bandeja y mi bebida. Durante ese tiempo aproveche para ver la habitación ya que no había tenido la oportunidad de conocerla. Una de las puertas que estaba cerrada hasta entonces daba a un baño espectacular. En una esquina un jacuzzi pegado a la ventana y con unas magnificas vistas a la bahía. Pensé que ese era un buen lugar para empezar a disfrutar. Acerqué un sillón que estaba allí y esperé a María.

- Pues si a partir de ahora estás a mis ordenes quiero que estés siempre limpia para mí. Como me han enseñado de no fiarme de nadie desnúdate y pégate un buen baño mientras disfruto de mi copa.... y por favor, encima de la cama he dejado el paquete de tabaco. Tráemelo junto al cenicero.

Salió del baño y en un instante me acercó el tabaco. Siempre le había molestado el olor a tabaco en el trabajo creando en ocasiones momentos tensos. No dudó en comenzar ha desnudarse según le había indicado. Poco a poco y dejando para el final sus medias y zapatos comenzó a aparecer desnudo su hermoso cuerpo. Su pecho era aun mas atractivo al natural que cubierto. Firme y terso aun con su generosa tamaño coronado con unos pezones pequeños y morenitos acorde a toda su piel que reflejaba el amor que le tiene María a la playa y que yo ya conocía. Unas muy bonitas piernas y un trasero redondito y duro. Me acerqué por detrás y sobé mientras mantenía el cigarro en la boca las dos tetas de María. Sus pezones reaccionaron a mi tacto. Con una palmada en su contorneado trasero le indiqué que era la hora del baño. Ahí estaba ella mojándose y enjabonandose lentamente mientras disfruta de mi bourbon y mi cigarro. Mi polla en ese punto estaba ya a punto de explotar. Se echaba el agua por el pecho y la acompañaba suavemente hacia su entrepierna. Cogió la ducha y se mojó el pelo de forma sensual. Se tumbo en el jacuzzi mientras con la ducha masajeaba y acariciaba los pezones. Poco a poco sus manos se recreaban mas tiempo en su entrepierna.

- Que yo sepa no he comentado nada sobre que te puedes masturbar. Quítate el jabón y vente a la habitación

Enseguida continuó con su cometido. Mientras esperaba que saliera aproveché para desnudarme. Pasaron pocos minutos y entró de nuevo en la habitación. No quería dejar pasar la oportunidad de que María me hiciera una buena mamada. Me acomodé en el sillón y le ordené que comenzara.

Lentemente se posicionó entre mis piernas y cuidadosamente y con las dos manos me dedicó una serie de caricias por toda todo mi verga y mis testículos, que continuaron con unos lánguidos besos y juegos de lengua sobre el glande que hicieron que, después de haber disfrutado de María en el baño y el que por fin la tuviera arrodillada ante mi, me debiera de agarrar firmemente a los bordes del sillón para no correrme en ese mismo momento. Por la mirada satisfactoria de comprobó que estaba haciendo un buen trabajo. Aquella primera vez trató de hacerlo lo mejor posible decidida a que la primera mamada del que iba a ser su amo fuera lo más especial posible. Mientras introducía casi totalmente mi verga en su boca la saliva se mezclaba con los fluidos seminales que iba desprendiendo. A la vez sus manos me acariciaban los testículos y recorrían el mástil con delicadeza. No quería correrme en ese instante. La levante e hice que abriera sus piernas y se acercara a mi. Se sentó encima acariciándose con mi polla por toda la extensión de su rajita perfectamente depilada. Se movía un poco para estimular el clítoris rozando con mi mástil, se le notaba excitada, ya que estaba completamente húmeda. Cogí mi miembro lo apunte a la entrada de su vagina y solo tuve que dejarla caer para quedar completamente insertada hasta lo mas profundo de su interior. No pudo evitar dejar escapar un quejido y se quedo quieta disfrutando del momento. La bese le mordí los labios, mi lengua recorría su rostro, sus labios entonces se empezaron a mover, y su cintura comenzaba ha hacer movimientos circulares, de un lado al otro y así, así te gusta le dije. Comencé a morderle los pezones con algo más de presión, amasaba sus tetas con las ganas con las que en ocasiones me había masturbado pensando en ella. Los movimientos pasaron a ser de sacar y meter mi deliciosa polla en su interior, en cada embestida intentaba meterlo más al fondo y eso hacia que acelerara más el ritmo.

Sus nalgas golpeaban mi muslos. Recorría con mis manos sus prietas piernas y sus pechos se movían al mismo ritmo hasta que tanta locura concluyó en una mezcla de fluidos. Fue la mejor corrida que había tenido hasta entonces.

Cuando pude recuperarme aparté a María que había quedado tendida en mi pecho.

- Vístete y baja a por otro bourbon me tengo que recuperar.

- ¿Has disfrutado?

- Te has comportado como lo perra que intuía que eras, pero queda mucha noche. ¿hasta cuando está reservada la habitación?

- La reservé hasta el Lunes por la mañana. A las 9 sabes que entro a trabajar. Si decides quedarte conmigo por favor mándale un sms a Pedro diciéndole que aceptas cuidarme

- Muy bien pero baja a por mi copa... y súbeme un buen puro que quiero celebrar esto.

María se vistió y salió de la habitación. Cogí el movil y escribí a su marido. "Me quedo con María pero no se hasta cuando. Me comprometo a en todo caso asegurarme que está en el apartamento. No le faltará nada"

"Gracias. Intuyó que le darás lo que merece. No te vas a arrepentir"

María volvió a entrar a la habitación .........

3 comentarios - Maria empieza a comprender...

xxxdios
muy bueno che... van puntos
monica_lov
Maria empieza a comprender...que bueno esta loritos1 quiero masssssssssss
gut_12
De los mejores relatos que lei por aca. 😃 😃 ..muy bueno 5pts