Debora y yo camino a la perversión 8

Sigue la historia, gracias a los que comentan bien o mal, pero comentan


Débora y yo camino a la perversión 8

Este fue el comienzo de una nueva etapa en nuestra relación. Débora se paso hasta el sábado provocándome, calentándome, pero sin coger ni acabar en ningún momento, me sentía como una moto de caliente, veía un poco de escote y estaba que volaba. El sábado tuve que trabajar hasta tarde, había que terminar un trabajo importante en la productora, llegue a casa sobre la hora de irnos, Débora estaba vestida con un vestido negro corto, el pelo planchado, una pintura discreta que resaltaba sus ojos, zapatos de taco alto, camino para mi por la sala mientras me indico tomar asiento.
- Estuve pensando mucho mi amor... como ves no estoy vestida para una reunión de amigos... Ana hace mucho que es amiga tuya... el marido cuando me mira me coge con la mirada... y están los amigos además.... o volvemos a nuestra vida de antes, me cambio y vamos... o... En realidad soy muy mala... se que estas muy caliente... y queres mas... bañate rápido.
Salí corriendo para el baño y estuve listo en un rato. Ya en el auto Débora me saco la pija por el cierre y la dejo al aire, se me puso dura al instante.
- Que lindo que estés así... vas a excusarme con Ana por vestirme así... decile que tenemos una fiesta en un boliche después... que te parece..., vas a ser mi encargado de relaciones publicas...
Yo no decía nada, estaba sorprendido del cambio de Débora había estado muy insegura en el ultimo tiempo, era otra persona. Cuando estábamos llegando me dijo.
- Guarda eso en el pantalón... no seas asqueroso ni te hagas el hombrecito...
Nos abrió ana la puerta, se sorprendió un poco al ver a Débora así vestida pero no dijo nada, entramos y se hizo un pesado silencio, le explique a Ana que teníamos una fiesta en un salón después, por eso nuestra vestimenta, nos dijo que no había problemas, además charlando nos dijo que Ricardo no podía venir. Después nos sirvieron unas copas, Débora la levanto brindando con Juan Carlos el marido de Ana que estaba al otro lado de la amplia sala, este también levanto su copa sonriendo, se excuso con sus amigos y vino hacia nosotros.
- Hola mujer, estas deliciosa... que pinta!
- Gracias... estoy empezando una nueva etapa... mas liberada... mas suelta...
- Que te cuide Jesús porque estas para comerte...
- Por mi marido no te hagas problemas... -hizo una larga pausa, lo miro a los ojos mientras se mojaba los labios- el disfruta más mirando... -se hizo un silencio, justo entraban unos amigos que le gritaron algo a Juan Carlos que se excuso en ese momento. Débora me miro con cara de picara sin decir nada.
Pasamos un rato tranquilos charlando con un grupo de parejas, los tipos hacían esfuerzos por no mirar descaradamente a Débora, se acerco a nosotros Juan Carlos, nos pidió que lo acompañáramos arriba que quería mostrarnos la casa. Subimos la escalera, en la planta alta no había nadie, un corredor llevaba a un baño en el fondo y a los costados un par de cuartos.
Juan Carlos hablo:
- Quédate cerca de la baranda, fijate que no suba nadie... -y caminaron un poco por el pasillo, luego se giraron quedando de frente. Hacia tiempo que Juan Carlos la deseaba a Débora y ella lo histeriqueaba en las fiestas pero nada mas. - Así que le gusta mirar... -la tomo de la cintura atrayéndola hacia el empezó a besarla y a sobarle todo el cuerpo, los dos se daban con todo, parecían desesperados. Juan Carlos la arrincono contra la pared, la pierna derecha de Débora lo envolvió atrayéndolo como si estuvieran bailando tango. J C libero su miembro del encierro, y corriéndole la tanga a un lado la penetro como pudo en esta posición, medio agachado empezó a bombearla apasionadamente, fogosamente.
- Despacio... Dijo Débora
- No tenemos tiempo... otro día te cojo con tiempo... -y siguió dándole bien duro y parejo, la tomo de las caderas y empezó a bombear mas fuerte aun, Ana se levanto hacia las escaleras, gire mi cabeza hacia ellos y les dije que Ana estaba subiendo, Juan Carlos saco su pija que justo empezaba a escupir leche y la llevo encerrada en su mano corriendo hacia el baño, Débora solo se bajo el vestido girando hacia la pared a mirar un cuadro que había. Ana nos pregunto que hacíamos, le dije que Juan Carlos nos mostraba la casa y que había ido al baño. Ana me dio un beso en la mejilla y volvió a bajar, J C salio del baño maldiciéndola se dieron unos besos más con Débora.
- Mañana a la tarde Ana tiene una reunión en el club... voy a tu casa a cogerte con tiempo Queres...
- Ay dale... me encanta la gente con entusiasmo y ganas de abrirse camino... -se arrodillo le saco el miembro del pantalón y se lo chupo hasta ponérselo duro, luego se lo apretó y se lo guardo poniéndose de pie, lo beso, y le dijo mañana te esperamos...
Nos quedamos un rato mas en la fiesta y salimos temprano, Débora decidió que le gustaría ir a un Pub, fuimos a uno que tiene una pista chica de baile, tomamos unos tragos, unos cuantos tipos borrachos se acercaron a sacarla a bailar, Débora los rechazaba con una sonrisa. En ese momento le conté como las ultimas veces que ella había vuelto borracha a casa, el portero, me ayudo a bajarla, que una de las veces la desnudo y que la siguiente también se la cogio.
- Me entregaste al portero! mira que bien... en ese momento se puso furiosa le cambio la cara. Me parece que es poca la humillación que estas teniendo... te voy a subir la cuota... -en ese momento otro borrachín la saco a bailar, esta vez Débora fue con el, el tipo le sobaba el culo y Débora se apretaba contra el, cada vez que quedaba de frente a mi me miraba desafiante. Al rato vino a sentarse, nos quedamos un rato sin hablar solo bebiendo.
- Vamos a casa, que ya estoy bastante borracha..., te va a tener que ayudar el portero...
Maneje a casa en silencio, estaba amaneciendo, cuando llegábamos el portero se acerco al auto, Débora había cerrado los ojos, como si durmiera, sin decirle nada, el portero la bajo del auto y la cargo hacia el ascensor y luego hacia el cuarto. La desnudo lentamente, solo le dejo el corpiño y los pechos los saco sobre el. Débora se hacia la dormida, el portero se desnudo y se monto sobre ella, su pija se veía bien dura, la penetro de una y empezó a bombearla bien parejo mientras le chupaba los pechos como un desesperado. Débora empezó a gemir, luego con los ojos cerrado fingiendo un semisueño hablo.
- No tendría que dejar que me cojas amor... después de como le mirabas el culo a esa de rojo en la fiesta.... tan importante es dármela por el culo... sabes que me duele... quizás hoy que estoy borrachita podríamos probar... si vas despacio quizás no me duela. -El portero se levanto dejándola girarse en la cama.- Despacito mi amor, que no me duela... -el portero le puso solo la punta y espero- Que suave mi amor... que distinto de otras veces que intentamos y sos tan bruto! ... dale otro poquito... así papi así... más... muy bien... -cuando me di cuenta el portero le estaba taladrando el culo sin parar, estaba totalmente sacado nada le importaba, la tomo del pelo y empezó a cogerla cada vez más fuerte.
- Si mi amor.... esto faltaba.... que me rompas bien el culo... dale taladrame a fondo... llenamelo de tu leche... bien caliente dale pa... ay... así... si cuanta lechita... te lo exprimo todo con mi culo... si papi si....
El portero la clavaba bien a fondo, se quedo un rato sobre Débora, salio a la sala se vistió y se fue sin decir nada. Débora fue al baño, yo me acosté. Cuando volvió me dio un beso en la boca, jugaba con su lengua en mi boca.
- Que día hoy... dormite caliente... vas a coger cuando yo tenga ganas y no tenga quien me coja... ni se te ocurra hacerte la paja... mañana bien caliente... que descanses.