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Los Amigos

HoLa de nuevo mis queridos amigos de P! Les dejo lo ultimo que ha salido de esta perversa mentecita... Espero lo disfruten!!!!!
Estoy mas que contenta por cuantos escritores nuevos van apareciendo, muchas historias deliciosas y anecdotas riquisimas se estan viendo por aca, sigamos asi. Un besote enorme a todossss



Los Amigos

Mariana y yo estábamos en el patio de casa tomando sol, nuestros maridos dentro jugando al FIFA o Winning Eleven o algo de eso en la Play por ende no nos pasaban ni cinco. Mi marido y el suyo eran amigos desde la infancia y tuvieron la suerte que Mari y yo pegamos onda casi inmediatamente, no siempre pasa. Normalmente la pareja de alguna amigo de él o amiga de ella es como una amistad “obligada” para el otro. Pero la realidad es que nosotras realmente nos hicimos cercanas. Es más, muchas veces nos veíamos y salíamos solas, sin necesidad que se diera un a salida de pareja. Habíamos comido un asadito, por regla general en nuestras reuniones el que no cocinaba, lavaba. Siendo que el asado lo hicieron ellos a nosotras nos tocó limpiar, una vez que terminamos nos calzamos las biquinis sabiendo que donde prendieran la consola no existiríamos mas.

Estaba pasándole bronceador por la espalda mientras nos reíamos comentando lo diferentes que éramos. En verdad el día y la noche, yo de pelo negro y bucles rozando mi cintura, piel muy blanca, pechos más que generosos, cintura pequeña y cola bien parada. No soy gorda en lo mas mínimo pero si grandota, lo que hoy día se llama una chica “pulposa”. Mariana en cambio, es una muñequita, toda chiquitita, rubia, de piel doradísima, pequeños pechos turgentes y perfectos y una colita que paraba autos. Para los que son de Argentina y pasan los 30, tal vez recuerden a Adriana Brodsky, “la nena” de Olmedo. Bueno algo así solo que más fina y delicada.

-Estos dos se cuelgan con el jueguito y ni bola nos dan.
-Tendríamos que hacerles alguna maldad para que nos presten atención Mari. No te parece.

Mis manos seguían recorriendo su espalda esparciendo la crema, no podía evitar recordar una conversación que habíamos tenido hace unos días. Las dos habíamos confesado que nos ratoneaba la idea de estar con la otra… pero fue algo que dijimos una noche medio borrachas mientras esperábamos a nuestros maridos que habían ido juntos a una cena. A ella le pasaba lo mismo que a mí, queríamos estar juntas pero no nos atraía la idea que nos tocara el marido de la otra. Nuestros hombres habían llegado a casa antes q nuestra conversación derivara en algo más. Pero mi mente perversita estaba ideando un plan…Acerqué mi boca al oído de Mariana y le susurré mi idea. Ella se puso primero colorada, luego comenzó a reírse y dijo:

-Daleeeee

Nos tomamos de la mano y entramos a casa. Nuestros maridos perdidos mirando la pantalla ni se dieron vuelta. Nos paramos en la puerta del living y a viva voz dije:

-Mariana y yo vamos a la pieza porque estamos muy calientes y queremos portarnos mal.

Ellos sin despegar la vista del juego murmuraron algo que sonó como un “OK” y nosotras nos dimos vuelta y subimos la escalera echando risitas como tontas.

Creo que tardaron unos minutos en procesar lo que habíamos dicho. Imagino la escena como algo así:
Los dos aun perdidos en el juego, nuestras palabras lentamente abriéndose paso entre sus neuronas y de golpe uno de ellos quedándose helado. A los segundos el otro también pasmado. Se miran

-Q..q..Que dijo tu mujer?
-Si… dijo eso…

Y ambos atropellándose por subir la escalera, eso no lo vimos pero con Mariana escuchamos los pasos desesperados que se acercaban a mi habitación.

Las dos aun de la mano nos quedamos mirando la puerta, ellos entraron casi cayendo en la pieza y se quedaron mirándonos, como atontados. Entonces Mariana me dio una sorpresa, siempre era la tímida ella y yo la bulliciosa. Pero esta vez me sorprendió. Los miró a ambos con cara entre inocente y juguetona y muy bajito les dijo:

-Que pasa? Quieren mirar? – y suavemente acarició mi vientre, provocándolos.

Conozco a mi marido y pude ver el preciso instante en que su cerebro quedó “Fuera de Servicio” ya que toda la sangre que debía alimentar sus neuronas estaba siendo redirigida a otra parte de su anatomía. Solo alcanzó a emitir unos sonidos guturales, el marido de Mari no estaba en mejores condiciones aunque logró articular un casi inaudible “Si”.

-Bueno lindos este es el trato, nosotras vamos a divertirnos un rato juntas…-dije
-Ustedes pueden mirar-Siguió Mariana
-Y si se portan realmente bien- Agregué
-Mientras nosotras jugamos, tal vez les demos permiso…
-La única condición es que vos-señale a mi marido- solo me tocas a mi
-Y vos-señaló Mariana al suyo-Solo me tocas a mí.
-Están de acuerdo?- Dijimos ambas al unísono.

Ninguno de los dos podía ya hablar, era de lo más gracioso ver a dos hermosos hombres como aquellos totalmente anulados y perdidos en la sola idea de vernos juntas. Solo pudieron asentir con la cabeza, les señalamos la silla de la cómoda y el pequeño sillón que hay en mi habitación.

-Siéntense y disfruten un ratito...-dijo Mariana y suavemente tomó mi cara entre sus manos y me besó larga y profundamente. Me perdí en sus labios de caramelo. Besar a una mujer es una sensación totalmente diferente a la de besar a un hombre, ni mejor ni peor, diferente. Más dulce, más suave, su boquita era carnosa, su lengua más que juguetona. Recorrimos nuestras bocas completas lentamente, estábamos dando rienda suelta a una fantasía y queríamos disfrutar cada instante. Y por lo menos para mí, el hecho que mi marido estuviera mirando agregaba un extra, me ponía muy caliente saber que sus ojos seguían todos nuestros movimientos. Mientras no dejábamos de besarnos fui recorriendo la espalda de Mariana, tocándola apenas con la yema de los dedos, pude sentir los escalofríos que mis caricias le provocaron y como un dulce gemido ahogado se perdió en mi boca. Ella fue desatando los hilos de mi biquini y liberó mis pechos, cuando sentí esas pequeñas manos acariciarlos tímidamente primero y tomando más coraje luego, mis pezones duros, mis aureolas oscureciéndose de excitación, fue mi turno de gemir. Su boca abandonó la mía y cuando sus labios se cerraron sobre el pezón, chupando, dando los más diminutos mordiscos, ya fue más que un gemido. No pude evitar empujar más su cabeza, pedir más. Y ella cumplió. Se comió mis pechos una y otra vez, mi vulva latía de deseo y ella se dio cuenta. Bajó su mano y la fue metiendo en mi bombachita. Grité cuando sus dedos comenzaron a jugar con mi clítoris, no pude más y le desabroche su corpiño. Sus pechos eran terciopelo, pezones pequeños rosados y perfectos que rápidamente se pudieron como rocas ante mis caricias. La tanga de mi biquini había desaparecido, no sé cuando me la bajó estaba demasiado perdida en las sensaciones deliciosas que recorrían todo mi cuerpo. No pude mas, había algo que quería hacer hace mucho y ya no aguantaba, delicadamente aparté a Mariana unos centímetros de mí y me fui agachando, besándola suavemente, recorriendo sus pechos con mi lengua, besando su vientre, me detuve unos segundos para juguetear en su ombligo, pero lo que yo realmente quería… estaba más abajo. Quedé arrodillada frente a ella y bajé su tanga, ante mí la más deliciosa de las conchitas, totalmente depilada. El clítoris rosadito apenas asomando aun, no aguanté más y sumergí mi nariz para sentir la humedad, pase mi lengua por su clítoris, saboreándome en él y en el grito que pegó ella. Pero quería mas, muy despacito la senté en la cama, con sus piernas colgando y las abrí para exhibir su tesoro. Ella se recostó arqueando deliciosamente su espalda.

Me di vuelta para mirar provocativamente a nuestros maridos, ambos ya con sus pantalones a los tobillos, tocándose descaradamente, portando unas erecciones descomunales. Ahora que lo pienso e imagino la calentura que debían tener ambos y como nos respetaron, debe haber sido un a tortura no poder tocarnos hasta que los autorizáramos.

Usando mis manos para mantener sus rodillas separadas pase mi lengua todo a lo largo de esa delicia de conchita, jugué un buen rato con su clítoris, cada grito, cada gemido, cada vez que ella arqueaba su espalda y tensaba sus músculos de placer me volvía loca. Me ponía tremendamente caliente verla gozar, exploré toda su vulva con mi lengua, descubrí cada punto sensible, bebí cada gota de humedad que me daba y cuando vi que ya no podía mas, que necesitaba acabar, agregué primero un dedo, luego otro y otro más. Fui llevando un ritmo suave, mi lengua en su clítoris mis dedos en su vagina… fui subiendo la intensidad, hasta que tuve a una mujer gritando de placer bajo mi boca, la perforé con mis dedos, la comí hasta que su conchita se cerró en mi mano, su cuerpo se puso duro y mi boca recibió una catarata de líquidos que bebí ávidamente. Gritó mi nombre al llegar al orgasmo y eso me calentó más todavía. Le di unos segundos para recuperarse, acariciando sus muslos. Cuando logró calmar su respiración se incorporó y me beso.

-Me toca-me susurró-Pero que tal si… -y me dijo su idea en mi oído.
-Jijijiji, excelente… porque ya no puedo massss

Me senté en la cama en la misma posición que había estado Mariana, y mirando como gata en celo a mi marido le dije.

- Quiero tu rica pija en mi boca bebe… -él salto inmediatamente al grito de
-Siiiiiii por favorrrrrrrrrrrr
-Y vos mi vida-dijo Mariana- quiero que te entierres en mi mientras me la como a ella-Te parece?

La mirada de alivio del pobre hombre me conmovió, debía estar mas allá de la calentura, debía estar desesperado como el mío.

Mariana se posicionó entre mis piernas, subiendo bien la colita para darle acceso a su marido a esa conchita deliciosa que aun goteaba del orgasmo que había tenido. Yo, acostada tuve al segundo la deliciosa verga de mi marido frente a mi cara. Golosa la tomé con una mano comencé a lamerla despacio, recorriendo su cabeza con mi lengua, deteniéndome para prestar especial atención al pequeño agujerito de la punta. A mi marido lo vuelve loco cuando paso la lengua por ahí, mientras mi mano libre acariciaba sus testículos.

Me desconcentré por un momento cuando la boca de Mariana atacó mi conchita, estaba mas allá de la calentura y sentir esa lengua acariciarme me estaba desarmando completamente. Abrí mis piernas hasta lo imposible, quería más y más. MI boca desesperaba sobre la pija de mi marido, quería comérmelo entero, sus gruñidos de placer aumentaban mi temperatura a niveles que nunca había imaginado. Giré mis ojos y la imagen frente a mi fue orgásmica, no hay otra manera de explicarlo. La cabeza de Mariana entre mis piernas, su marido clavándose desesperado en su conchita, tomándola fuerte de la cintura. Ella gemía de placer mientras me comía entera. Uffffff era un baile, todos en sincronía dándonos y recibiendo placer a la vez. Es difícil describirlo con palabras, era fuego, pasión, tabú, danza rítmica de cuerpos, una canción de gemidos y gritos que nos llevaban al borde. Mariana estaba a punto de acabar otra vez, pude ver como su cuerpo se iba tensando, preparando, yo también estaba al borde y entonces ella tomó los labios de mi vagina con sus manos y los estiró metiendo su lengua hasta al fondo de mí. Mi boca succionó con desesperación la verga de mi esposo, él tomó mi cabeza y se enterró hasta el fondo de mi garganta ahogando el grito de mi orgasmo. Mariana acabó junto conmigo, bebiéndome como yo había hecho con ella.

Mientras nos calmábamos un poco, me arrodille en la cama, ofreciéndole una manó a Mariana para que me acompañara. La besé para sentir mi sabor en su boca. Y fuimos acomodándonos frente a frente quedando arrodilladas una frente a la otra. Ellos entendieron. Se pusieron a los lados y se arrodillaron detrás. Nuestras colas apuntando cada a una a su hombre mientras no parábamos de besarnos y acariciarnos.

Mi marido tomo mi cintura y con la punta de su pija esparció mi humedad por mi cola, él sabe que me vuelve loca que me haga la colita, mas en esa posición. El marido de Mariana lo imitó. Suavemente fueron entrando , estábamos ambas tan mojadas, tan sensibles que no podíamos parar de gemir, nos besábamos con desesperación, acariciábamos nuestros pechos al ritmo de los hombres que se enterraban en nuestros culos. Es muy difícil describir lo que se siente, no es solo el placer físico, que era increíble, es también la situación la delicia de hacer lo prohibido, de saber que nuestros hombres deliraban de calentura por nosotras, de querer mas y mas.
Nuestras caricias y besos se iban haciendo cada vez más intensas gemíamos entre nuestras bocas de placer. Esas pijas deliciosas entraban y salían sin misericordia de nuestras colitas, no había suavidad era todo instinto y salvajismo. Íbamos in crescendo hasta el punto de no retorno, en concordancia ambas íbamos sintiendo como el fuego se arremolinaba en nuestras venas, como cada caricia agregaba un poco mas, como todo se iba preparando, hasta que juntas nos unimos en un beso furioso y desesperado clavando nuestras lenguas hasta el fondo de la garganta de la otra, apoyándonos para no caer rendidas al tiempo que nuestros orgasmos se esparcían por nuestro cuerpo haciendo vibrar todos y cada uno de nuestros nervios de placer absoluto. Fueron tan explosivos, tan fuertes que ellos tampoco resistieron y en un par de embestidas se vaciaron en nosotras.

Los cuatro nos desplomamos en la cama, sudorosos, agitados. Me refugié en los brazos de mi hombre para ir bajando. Mariana hizo lo mismo.

Nos despertamos al atardecer ya, solas en mi cama. Le sonreí a Mariana y me levanté. Nos pusimos nomas unas remeras, ya no daba hacerse la pudorosa después de lo que pasó. Bajamos buscando a nuestros hombres. Estaban en la cocina, preparándonos la cena!!!

-Pero que están haciendo??- les dijimos.
-Tienen que alimentarse lindas- nos contestó el marido de Mariana
-Necesitan recuperar fuerzas, si piensan que terminamos con ustedes dos, están muy equivocadas, lo de la tarde… fue solo un precalentamiento -Terminó mi esposo.

Mariana y yo nos miramos, nos reímos pícaramente

-Y bueno… -dijo ella- Si no queda otra

Los cuatro estallamos en carcajadas, mejor que comiéramos bien, iba a ser una larga larga noche.



Espero que les guste, buenos orgasmos a todos y sigan asi... muaaacksssss

6 comentarios - Los Amigos

xxxdios
siiiii excelente !!!!! van puntossss
Antohott
lo duplicaste al post, fijate linda
Alanq
muy bueno!
Laurita80
Luli!! Genial lo tuyo!!! Qué aburridos entonces que son mis asados jajaja. Me parece que estoy invitando a la gente equivocada. Muy buen relato, sentí toda tu calentura.
Van para vos mis primeros puntines de nueva escritora P! Besitos, Lau
pacificlupus
genial luli van +5 y a favoritos, imposilbe que no se te pare la pija a full 🤤 🤤 🤤