me obligaron a hacerlo y lo lo gozé como una puta

Mi nombre es Cecilia, tengo 18 años, soy alta, mido 1.78, mi cabello es castaño, ojos color miel, soy delgada, si tengo que elegir la mejor parte de mi cuerpo diría que son mis pechos, es lo que mas admiran los hombres de mí, y la peor mi cola, si bien esta muy bien formada (voy a trotar todos los días de la semana) me gustaría que sea mas grande.
Actualmente estoy estudiando cs. económicas en la uba, el hecho que me sucedió fue en el 1º cuatrimestre del 2009. Empecé el cbc en el 2008 en la sede de Puán y me quedó solo una materia (Economía), como no se puede recursar en Púan, tuve que elegir Paternal, es aquí donde todo ocurrió.
Era un jueves a la noche, terminé de cursar un poco antes de las 11 de la noche, pero me quedé un poco mas porque en la semana siguiente teníamos que entregar un trabajo práctico con 2 compañeras. No me demoré mucho, a las 11.30 ya me estaba llendo.
Tomo el colectivo que me lleva a casa sobre la Av. Nazca, son unas cuantas cuadras, y siempre voy por el mismo camino, tomo Nogoyá derecho.
Esa noche venía por esa calle, era en el mes de mayo, hacía mucho frío en todas las cuadras que caminé solo ví a una persona, es hasta el día de hoy que pienso que si inconcientemente me busqué esta situación, llegué al cruce de la vía del tren, cuando estaba por terminar de cruzarla veo que sale una persona en la dirección que viene el tren, en ese instante supe que algo me iba a pasar apuré el paso torpemente, estaba muy asustada, pero el hombre me sujeto de mi cabello y me tiró al piso, empezé a gritar, el se colocó sobre mí y me dió una trompada en el estomago me dejó completamente sin aire, seguía gritando pero eran mudos, solamente yo los escuchaba, me llevó veinte metros adentro y me revoleó hacia unos arbustos, es cuando escuché su voz por primera vez:
-Escuchame puta de mierda, esto es así, te pienso reventar la concha y el orto, pero te lo hago por las buenas o por las malas.
El se empezó a desabrochar el pantalón y yo solo miraba, lagrimeaba sin parar, esperando lo inevitable y sabía que no podía hacer nada, saco su pene, era de un tamaño considerable y lo cubrió con un preservativo.
-Agarralo puta
No hice nada y me dio una cachetada que me hizo dar vuelta todo en mi cabeza.
-La proxima te reviento la cabeza contra el caño
Señalandome un parante próximo a los arbustos, entonces me dije, voy a hacerlo y terminar con esto. Agarré la cabeza de su pene con mi mano derecha y se la apretaba.
-Así no puta...
Me agararó las 2 manos y las colocó sobre su pene
-Haceme una paja
Empezé a frotarsela, el gemía de placer. Despues de unos minutos, me sacó las zapatillas, el jean y me arrancó la bombacha, acerco su pene a mi vagina y empezó a hacer presión, pero no lo podía introducir y yo gritaba de dolor, mi vagina es muy estrecha y estaba sufriendo de una manera muy dolorosa por culpa de eso, se alejó y dijo:
-Chupala, mojala bien
Me agrarró de la nuca con su mano izquierda y me incrustó su mienbo en la boca, apenas entraba y sentía que me ahogaba, tenía arcadas, se chupó los dedos y me los introduzco en la vagina, yo seguía llorando, pero a la vez sentía placer y dolor, y comenzaba a excitarme cada vez que me llamaba puta, entonces retiró su pene de mi boca y se puso sobre mí, separó mis piernas y metió su cabeza de golpe en mi vagina bruzcamente, yo grité pero tapo mi boca con su mano, segundo tras segundo sentía su pedazo de carne mas adentro hasta que sentí sus huevos tocando mis labios vaginales a partir de ahí comenzó a penetrarme violentamente, yo gritaba entonces me saco una media y la metió en mi boca, para tapar mis gritos, en esa instancia me sentía la peor puta, me estaba desperazando una persona que nunca conocí, que me golpeó, me humillaba y me estaba retorciendo de placer, me sentía una actriz porno y en el fondo lo gozaba.
Despues de penetrarme salvajemente, saco su pene, me hizo poner en cuatro, y volvió a lo suyo, para ese entonces me había olvidado quien era mi atacante, era como si lo hacia con mi pareja pero con mucho mas placer, fue entonces que sentí algo que no había sentido, sentí una sensación en mi ano, eran sus dedos, me estaba penetrando por ambos lados. Unos minutos mas tarde, retiró su pene, se saco el preservativo y acabo sobre mi cola y espalda. Descansó unos instantes, de su bolsillo sacó unas servilletas me limpió se vistió y nunca mas vi ese miembro que tanto me hizo gozar, antes de irse me dijo:
-Bien hecho putita, esto es para vos, me llevo tu tanguita de recuerdo.
Me arrojó un billete de $50 y se marchó. Me vestí lo mas rápido que pude y corrí hacia la Av. Nazca donde tomé un taxi. Nunca se lo conté a nadie. Desde entonces el sexo con mi novio es insignificante, no llena mis expectativas. Espero les haya gustado mi fantasía. Espero sus comentarios. Cecilia