Esta es la segunda parte de la saga "después de un relato...", viene de el post anterior, agradezco los comentarios y espero que les guste.
…cuando ya era innegable que ambos nos deseábamos, me levanté aún nervioso, e instintivamente miré el indicador del aire acondicionado que, aunque marcaba 21 grados, mi cuerpo transpiraba, una oleada de calor y excitación hacía de mi cuerpo su presa, avanzaba lentamente, aparentando un paso seguro que tapara el nerviosismo que todavía sentía, mientras avanzaba, ella me miraba directo a los ojos, sin pestañar siquiera, cuando estaba a tan solo un metro, bajó su mirada fugazmente supongo que habrá mirado mi verga, pero no puedo asegurarlo, solo se que, di un paso mas y pasé mi mano izquierda sobre su cintura, por debajo de su saco, y, apoyándola sobre su cadera firmemente, la atraje hacia mi; ella no dejaba de mirarme con sus ambarinos ojos, yo para mis adentros pensaba en lo increíble de la idea, tenía a mi jefa excitada, frente a mi, a mi disposición. La atraje un poco mas, ella instintivamente separó las piernas, yo introduje la mía entre ellas, la presioné mas, dejándola sentir mi sexo sobre el suyo, aún no habíamos pronunciado palabra, pero sabíamos que venía. Ella puso su mano, lentamente sobre mi cintura, la afirmó, y se apretó aún más contra mi, todo esto sin dejar de mirarme, mientras sus mejillas se ruborizaban tímidamente, esta imagen, de la mujer que no me animaba a desear siquiera, excitada, refregándose deseosa por mi sexo, con su perfume importado (Madonna, de Jean Paul Gaultier), con su pecas casi doradas, dibujadas sobre su pecho moreno, con sus ambarinos ojos ahondando en los míos, con sus labios, brillantes algo humedecidos, sinceramente era algo sublime, quería enmarcar el momento en un cuadro, pero sabía que debía actuar o todo se perdería…
…subí mano derecha, acaricié su rostro, su mirada me imploraba mas, pero su boca no pronunciaba palabra, desaté su cabello, tomé un mechón y lo olí, era delicioso su perfume, ella presionaba su sexo contra el mío aún mas, yo me moría por penetrarla, pero quería hacerlo despacio, hacerla desear, disfrutar el momento al máximo, ya que, en ese momento, solos en la oficina del tercer piso, era mía… …me acerque a sus labios, pero sin tocarlos, jugaba respirando por mi boca, haciendo que mi respiración crispara sus labios, mientras mi mano derecha, abrió un botón mas de su blusa, y luego otro, ya mi mano podía acceder cómoda y golosa hasta sus pechos, pero no, no lo hice, la saque, y comencé a delinear su figura por el costado, acariciando sus costillas, llegando a sus caderas, llevé mi mano hacia su espalda y presioné fuertemente hacia mi, dejando que me sienta, mientras, casi al mismo tiempo, puse mis labios sobre los suyos, su boca sabía a menta, pero a mi me sabía a gloria, el beso era caliente apasionado, pero aún así nuestras manos estaban quietas, como atadas, yo, decidí tomar el primer paso, quería que se sintiera libre de explorarme, baje mi mano hacia su cola, por dios! Que bonita se sentía!, era firme, del tamaño justo creo, tengo manos grande y bastante fuertes por la práctica de la música, aún así, acaricié suavemente su trasero, agachándome un poco para subir la falda de su traje, mientras lo hacía, rocé sus piernas; por dios!, es perfecta pensaba para mis adentros; su piel suave dio paso a una tela fría al tactos, pero igual de suave, acaricié sus nalgas, dibujándolas con mis dedos, para terminar apretándolas.
Tomó eso como una invitación a seguir, la había ayudado a relajarse supongo, porque empezó a desabrochar mi camisa, luego la abrió para sentir mi pecho, yo sentía sus pezones en mi piel, mientras jugaba con mi mano en su cola, imaginaba como serían (debían ser medianos, pero con una aureola oscura), mi mano izquierda, hábilmente terminó de abrir los botones de la blusa, ella estiró sus brazos hacia atrás, y con un movimiento de hombros, dejó caer saco y blusa, yo me separé, no sin reticencia, y la seguí, miré su torso, casi desnudo ahora, ella se separo un paso, dejando que la luz convirtiera sus pecas en reflejos dorados, eran como las señales de un gran aeropuerto que conducían a sus pechos, me acerqué un paso, y con mi mano izquierda desprendí el broche de su brassier, ella nuevamente se deshizo de la prenda con un movimiento de hombros, lo único que atiné a hacer por unos segundos, fue abrir mi boca, no se si era por la excitación, por el color de su piel humedecida por unas pequeñas gotas de transpiración, por las pecas que me invitaban a besarla o por esos pezones grandes y oscuros que apuntaban hacia mis labios, igualmente, me contuve y me acerque a besarla, la besé en el cuello, sintiendo el sabor de su perfume, ella, mas desinhibida, comenzaba a tocármela por sobre el pantalón, yo notaba en su respiración lo excitada que estaba, yo no estaba mejor, ella lo notaba en su mano. No pude resistirlo mas, y comencé a mamar sus pechos, intentando demorar todo lo posible la llegada a los pezones, le daba suaves besos, succionaba y en otra ocasiones los humedecía con mi lengua, mientras besaba uno, acariciaba el otro, todo sin llegar al centro, hasta que no pude aguantarme y empecé a acariciar sus pezones, a succionarlos, morderlos suavemente, presionarlos con mi lengua, mientras con la otra mano masajeaba su otro pecho, presionando y estirando su duro pezón suavemente…
…ella bajó la bragueta de mi pantalón, pero para sacar mi miembro, tuvo que desabrochar la traba del pantalón, yo hice lo mismo con su falda, que preciosura de mujer! de piel morena, de curvas armoniosas, cuidadas, quizás con mucha cola para ser una chica equilibrada, pero su cintura se encargaba de demostrarme que tenía todo en la medida justa para ser un gran arma de seducción. Ella con mi verga en la mano, se mordía los labios por no gemir, mientras me masturbaba despacio, mientras le mamaba los pechos, mientras acariciaba el contorno de su ropa interior suave, jugando en los bordes. Comencé a acariciarle su conchita despacio, sintiendo en la yema de mis dedos como mis caricias cumplieron sus funciones, notando los labios hinchados, semiabiertos ya, empecé a jugar con ella, recorriéndola de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. Ella no podía más, lo notaba, en su respiración, en el vaivén de su mano en mi miembro duro, húmedo, yo deseaba penetrarla, entrar en ella hasta llenarla toda, deseando convertir la tarde en algo que para ella significara tanto como, sin duda, significaba para mi.
Espero que les haya gustado, en algunos días subo la tercera y última parte.
EDIT: Lo prometido es deuda les dejo la última parte.
…cuando ya era innegable que ambos nos deseábamos, me levanté aún nervioso, e instintivamente miré el indicador del aire acondicionado que, aunque marcaba 21 grados, mi cuerpo transpiraba, una oleada de calor y excitación hacía de mi cuerpo su presa, avanzaba lentamente, aparentando un paso seguro que tapara el nerviosismo que todavía sentía, mientras avanzaba, ella me miraba directo a los ojos, sin pestañar siquiera, cuando estaba a tan solo un metro, bajó su mirada fugazmente supongo que habrá mirado mi verga, pero no puedo asegurarlo, solo se que, di un paso mas y pasé mi mano izquierda sobre su cintura, por debajo de su saco, y, apoyándola sobre su cadera firmemente, la atraje hacia mi; ella no dejaba de mirarme con sus ambarinos ojos, yo para mis adentros pensaba en lo increíble de la idea, tenía a mi jefa excitada, frente a mi, a mi disposición. La atraje un poco mas, ella instintivamente separó las piernas, yo introduje la mía entre ellas, la presioné mas, dejándola sentir mi sexo sobre el suyo, aún no habíamos pronunciado palabra, pero sabíamos que venía. Ella puso su mano, lentamente sobre mi cintura, la afirmó, y se apretó aún más contra mi, todo esto sin dejar de mirarme, mientras sus mejillas se ruborizaban tímidamente, esta imagen, de la mujer que no me animaba a desear siquiera, excitada, refregándose deseosa por mi sexo, con su perfume importado (Madonna, de Jean Paul Gaultier), con su pecas casi doradas, dibujadas sobre su pecho moreno, con sus ambarinos ojos ahondando en los míos, con sus labios, brillantes algo humedecidos, sinceramente era algo sublime, quería enmarcar el momento en un cuadro, pero sabía que debía actuar o todo se perdería…
…subí mano derecha, acaricié su rostro, su mirada me imploraba mas, pero su boca no pronunciaba palabra, desaté su cabello, tomé un mechón y lo olí, era delicioso su perfume, ella presionaba su sexo contra el mío aún mas, yo me moría por penetrarla, pero quería hacerlo despacio, hacerla desear, disfrutar el momento al máximo, ya que, en ese momento, solos en la oficina del tercer piso, era mía… …me acerque a sus labios, pero sin tocarlos, jugaba respirando por mi boca, haciendo que mi respiración crispara sus labios, mientras mi mano derecha, abrió un botón mas de su blusa, y luego otro, ya mi mano podía acceder cómoda y golosa hasta sus pechos, pero no, no lo hice, la saque, y comencé a delinear su figura por el costado, acariciando sus costillas, llegando a sus caderas, llevé mi mano hacia su espalda y presioné fuertemente hacia mi, dejando que me sienta, mientras, casi al mismo tiempo, puse mis labios sobre los suyos, su boca sabía a menta, pero a mi me sabía a gloria, el beso era caliente apasionado, pero aún así nuestras manos estaban quietas, como atadas, yo, decidí tomar el primer paso, quería que se sintiera libre de explorarme, baje mi mano hacia su cola, por dios! Que bonita se sentía!, era firme, del tamaño justo creo, tengo manos grande y bastante fuertes por la práctica de la música, aún así, acaricié suavemente su trasero, agachándome un poco para subir la falda de su traje, mientras lo hacía, rocé sus piernas; por dios!, es perfecta pensaba para mis adentros; su piel suave dio paso a una tela fría al tactos, pero igual de suave, acaricié sus nalgas, dibujándolas con mis dedos, para terminar apretándolas.
Tomó eso como una invitación a seguir, la había ayudado a relajarse supongo, porque empezó a desabrochar mi camisa, luego la abrió para sentir mi pecho, yo sentía sus pezones en mi piel, mientras jugaba con mi mano en su cola, imaginaba como serían (debían ser medianos, pero con una aureola oscura), mi mano izquierda, hábilmente terminó de abrir los botones de la blusa, ella estiró sus brazos hacia atrás, y con un movimiento de hombros, dejó caer saco y blusa, yo me separé, no sin reticencia, y la seguí, miré su torso, casi desnudo ahora, ella se separo un paso, dejando que la luz convirtiera sus pecas en reflejos dorados, eran como las señales de un gran aeropuerto que conducían a sus pechos, me acerqué un paso, y con mi mano izquierda desprendí el broche de su brassier, ella nuevamente se deshizo de la prenda con un movimiento de hombros, lo único que atiné a hacer por unos segundos, fue abrir mi boca, no se si era por la excitación, por el color de su piel humedecida por unas pequeñas gotas de transpiración, por las pecas que me invitaban a besarla o por esos pezones grandes y oscuros que apuntaban hacia mis labios, igualmente, me contuve y me acerque a besarla, la besé en el cuello, sintiendo el sabor de su perfume, ella, mas desinhibida, comenzaba a tocármela por sobre el pantalón, yo notaba en su respiración lo excitada que estaba, yo no estaba mejor, ella lo notaba en su mano. No pude resistirlo mas, y comencé a mamar sus pechos, intentando demorar todo lo posible la llegada a los pezones, le daba suaves besos, succionaba y en otra ocasiones los humedecía con mi lengua, mientras besaba uno, acariciaba el otro, todo sin llegar al centro, hasta que no pude aguantarme y empecé a acariciar sus pezones, a succionarlos, morderlos suavemente, presionarlos con mi lengua, mientras con la otra mano masajeaba su otro pecho, presionando y estirando su duro pezón suavemente…
…ella bajó la bragueta de mi pantalón, pero para sacar mi miembro, tuvo que desabrochar la traba del pantalón, yo hice lo mismo con su falda, que preciosura de mujer! de piel morena, de curvas armoniosas, cuidadas, quizás con mucha cola para ser una chica equilibrada, pero su cintura se encargaba de demostrarme que tenía todo en la medida justa para ser un gran arma de seducción. Ella con mi verga en la mano, se mordía los labios por no gemir, mientras me masturbaba despacio, mientras le mamaba los pechos, mientras acariciaba el contorno de su ropa interior suave, jugando en los bordes. Comencé a acariciarle su conchita despacio, sintiendo en la yema de mis dedos como mis caricias cumplieron sus funciones, notando los labios hinchados, semiabiertos ya, empecé a jugar con ella, recorriéndola de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. Ella no podía más, lo notaba, en su respiración, en el vaivén de su mano en mi miembro duro, húmedo, yo deseaba penetrarla, entrar en ella hasta llenarla toda, deseando convertir la tarde en algo que para ella significara tanto como, sin duda, significaba para mi.
Espero que les haya gustado, en algunos días subo la tercera y última parte.
EDIT: Lo prometido es deuda les dejo la última parte.
13 comentarios - Después de un relato (segunda parte)
muy bueno el relato puntuare como se merece al finalizar 😉
Es q es el mismo perfume q el de mi ex-novia 😉
Igualmente, perfumes es una de las cosas q mas me gusta regalar a mis parejas, por eso suelo reconocerlos bastante bien 😉
Lo iba a poner solo en dos partes, pero no quise hacerlo muuuuuuuuuuuuy largo (porque ya lo tengo todo escrito, desde que publiqué la primera parte en realidad, pero no quería hacer post´s muy largos, como para insentivar a la lectura)
Gracias por pasar.
Todo en cuotas me saca de quicio!
Buuuuuu!
Lo puse en mas de dos partes para que no fueran post tan largos solamente 😞 🤔
Gracias por pasar y por los puntos
Un saludo...
Relatás bien, Kakuseiya! Muy bien! 🆒
Es un perfume muy especial, me trae muchos buenos recuerdo 😬
Cómo es eso del Deja vu?
Saludos
Jajajaja
Gracias por los halagos
Buena narración, algunas ausencias de tildes por ahí no vendría mal que lo revisaras antes de subir 😉
Gracias 🙂
Si, siempre me llevé mal con las tildes 😬
OMG, voy por la tercera!!!!