Hola, quería compartir con ustedes mi primer relato, y, decidí hacerlo porque todo lo que sucedió, fué gracias a esta página, que lo difruten.
Hace algunos días, estaba leyendo un relato de dra22 y, para que negarlo, me dejó muy excitado. Lo que voy a relatarles a continuación, ocurrió sorpresivamente, y fué, mas o menos, así...
…nunca le di demasiada bola al tema del tamaño del miembro masculino, nunca me sume a las competencias de tamaño que suelen hacer los adolescentes masculinos cuando empieza la pubertad, pero las mujeres siempre me han dicho que “la tengo grande” (quizás sea por estrategia, para subirme el ego y aumentar mi desempeño, o quizás sea real, la verdad que solo me importa que la pasen bien), sin irme demasiado de tema, tengo que reconocer que entre la falta de sexo por una semana y tu relato, la tenía totalmente dura, y cuando esto ocurre, si no la pongo medio en diagonal en mi bóxer, asoma la cabeza por sobre la cintura de mi pantalón.
Mientras intentaba calmarme y bajar un poco la excitación, suena mi interno, mi jefa me llamó a su oficina para hacerme unas consultas respecto a una cotización que había cerrado en la semana. Accedí sin miramientos, pero al intentar levantarme, me percaté de que todavía tenía la verga dura! No sabía que ni como hacer, hice tiempo imprimiendo la cotización, pero no había caso, mi excitación no bajaba, y mi pantalón de vestir, lejos de ocultarla, la dejaba claramente marcada…
Sin saber demasiado como manejarme, fui hasta su oficina, tapando mi erección con las hojas, al entrar, ella estaba de pié, mirando impacientemente por la ventana, enmarcada por su traje negro, con ese traje que me deja ver sus piernas, miró hacia mi dirección distraídamente, y me pidió que me acercara y dejara la cotización sobre el escritorio, mientras me acercaba, sentía el latir de mi corazón entre mis piernas, presionando contra el pantalón, mientras la incomodidad de las costuras del pantalón rozaban mi glande, ella giró y bajó un poco sus lentes, mirándome por en sima de ellos, dijo:
- Ponela acá, que te quiero consultar un par de cosas que no entiendo…
Yo, para mis adentros, pensaba que era una mala elección de palabras, y una sonrisa se dibujó de costado en mis labios, ella seguía mirándome, ahora con rostro impaciente, mientras señalaba hacia el escritorio, yo tímidamente, dejé las hojas, y ella se quedó mirándome por unos segundos creo, pero a mi me pareció mucho mas. Apartó su vista de mi bragueta y me pidió que tomaba asiento mientras se aclaraba la garganta para calmar su turbación.
Me preguntó algunas cosas sin sentido, y daba vueltas caminando por la oficina, mirándome, noté por la forma en que se hinchaba su pecho, que su respiración estaba acelerada, entonces, decidí alejarme un poco, dejándole a la vista lo que pensaba que buscaba con su mirada, total, si me equivocaba nada tenía de sospechosa mi actitud. Así lo hice, separé un poco la silla del escritorio, y casi de inmediato, note como su mirada se posaba en el bulto en mi pantalón, eso me excitó muchísimo, pero no sabía como reaccionar, ella, mientras tanto seguía caminando, pero sin preguntarme nada, ni sacar sus ojos de mi verga. Sin saber demasiado que hacer, coloqué una pierna sobre la otra, dejándole una mejor vista de mi verga, no sabía como actuar, realmente siempre me pareció atractiva mi jefa, una mujer con mucha clase, elegante, independiente, con carácter, tenía el cabello negro, siempre recogido, tez morena y un cuerpo siempre enmarcado por finos trajes, que dejaban solo a la vista dos piernas bien torneadas, con un cola muy atractiva, resaltada por el uso de tacos, y unos pechos que se presumían bonitos, promedio, ya que nunca se quitaba el saco.
Ahora, estaba frente a ella, con la verga latiéndome entra las piernas con una mirada que no intentaba ni podía ser disimulada ya. Realmente siempre la había deseado, y creía que la tenía en ese momento, pero, que hacer? intentar algo, equivocarme y perder mi trabajo? Aunque era difícil de creer, podía estarme equivocando, y que ella solo se sintiera incómoda con lo que veía, pero toda duda de disipó, cuando se abrió dos botones de su blusa, y luego el saco. Yo sabía que eso no bastaría para nadie, solo para ella, solo para nosotros. En dos años, nunca la había visto con el saco abierto, y ahora se lo abrió, mientras miraba mi entrepierna. Ya no quedaban dudas, pero temía avanzar, esto no ocurría en mi imaginación ni en un bar, si algo salía mal, me quedaría sin trabajo.
Algo que captaron mis ojos, terminó de convencerme, por el espacio que dejaba ver su camisa entreabierta, pude apreciar unas pecas en su pecho! Como me gusta eso!
Dicen que hombre precavido vale por dos, entonces, lejos de abalanzarme sobre ella y lamer su piel, procedí a jugar conmigo, puse mi mano sobre mi verga, y la apreté suavemente mientras la miraba, ella soltó aire de golpe, y cesó su caminata, con algo de pesar, levantó la vista de esa mano, y me miró a los ojos, subió su mano derecha, se quitó los anteojos, y ahí comprendí (finalmente!), que no estaba equivocado, que por alguna razón, los dos deseábamos eso, en ese instante, sexo, solo sexo, sexo desenfrenado, duro, prohibido, sexo del mejor y de la mejor forma, y si que lo hubo...
...pero eso, ya es otra historia
Espero les haya gustado, si fué así, subiré la segunda parte.
EDIT: Lo prometido es deuda les dejo la segunda parte.
Hace algunos días, estaba leyendo un relato de dra22 y, para que negarlo, me dejó muy excitado. Lo que voy a relatarles a continuación, ocurrió sorpresivamente, y fué, mas o menos, así...
…nunca le di demasiada bola al tema del tamaño del miembro masculino, nunca me sume a las competencias de tamaño que suelen hacer los adolescentes masculinos cuando empieza la pubertad, pero las mujeres siempre me han dicho que “la tengo grande” (quizás sea por estrategia, para subirme el ego y aumentar mi desempeño, o quizás sea real, la verdad que solo me importa que la pasen bien), sin irme demasiado de tema, tengo que reconocer que entre la falta de sexo por una semana y tu relato, la tenía totalmente dura, y cuando esto ocurre, si no la pongo medio en diagonal en mi bóxer, asoma la cabeza por sobre la cintura de mi pantalón.
Mientras intentaba calmarme y bajar un poco la excitación, suena mi interno, mi jefa me llamó a su oficina para hacerme unas consultas respecto a una cotización que había cerrado en la semana. Accedí sin miramientos, pero al intentar levantarme, me percaté de que todavía tenía la verga dura! No sabía que ni como hacer, hice tiempo imprimiendo la cotización, pero no había caso, mi excitación no bajaba, y mi pantalón de vestir, lejos de ocultarla, la dejaba claramente marcada…
Sin saber demasiado como manejarme, fui hasta su oficina, tapando mi erección con las hojas, al entrar, ella estaba de pié, mirando impacientemente por la ventana, enmarcada por su traje negro, con ese traje que me deja ver sus piernas, miró hacia mi dirección distraídamente, y me pidió que me acercara y dejara la cotización sobre el escritorio, mientras me acercaba, sentía el latir de mi corazón entre mis piernas, presionando contra el pantalón, mientras la incomodidad de las costuras del pantalón rozaban mi glande, ella giró y bajó un poco sus lentes, mirándome por en sima de ellos, dijo:
- Ponela acá, que te quiero consultar un par de cosas que no entiendo…
Yo, para mis adentros, pensaba que era una mala elección de palabras, y una sonrisa se dibujó de costado en mis labios, ella seguía mirándome, ahora con rostro impaciente, mientras señalaba hacia el escritorio, yo tímidamente, dejé las hojas, y ella se quedó mirándome por unos segundos creo, pero a mi me pareció mucho mas. Apartó su vista de mi bragueta y me pidió que tomaba asiento mientras se aclaraba la garganta para calmar su turbación.
Me preguntó algunas cosas sin sentido, y daba vueltas caminando por la oficina, mirándome, noté por la forma en que se hinchaba su pecho, que su respiración estaba acelerada, entonces, decidí alejarme un poco, dejándole a la vista lo que pensaba que buscaba con su mirada, total, si me equivocaba nada tenía de sospechosa mi actitud. Así lo hice, separé un poco la silla del escritorio, y casi de inmediato, note como su mirada se posaba en el bulto en mi pantalón, eso me excitó muchísimo, pero no sabía como reaccionar, ella, mientras tanto seguía caminando, pero sin preguntarme nada, ni sacar sus ojos de mi verga. Sin saber demasiado que hacer, coloqué una pierna sobre la otra, dejándole una mejor vista de mi verga, no sabía como actuar, realmente siempre me pareció atractiva mi jefa, una mujer con mucha clase, elegante, independiente, con carácter, tenía el cabello negro, siempre recogido, tez morena y un cuerpo siempre enmarcado por finos trajes, que dejaban solo a la vista dos piernas bien torneadas, con un cola muy atractiva, resaltada por el uso de tacos, y unos pechos que se presumían bonitos, promedio, ya que nunca se quitaba el saco.
Ahora, estaba frente a ella, con la verga latiéndome entra las piernas con una mirada que no intentaba ni podía ser disimulada ya. Realmente siempre la había deseado, y creía que la tenía en ese momento, pero, que hacer? intentar algo, equivocarme y perder mi trabajo? Aunque era difícil de creer, podía estarme equivocando, y que ella solo se sintiera incómoda con lo que veía, pero toda duda de disipó, cuando se abrió dos botones de su blusa, y luego el saco. Yo sabía que eso no bastaría para nadie, solo para ella, solo para nosotros. En dos años, nunca la había visto con el saco abierto, y ahora se lo abrió, mientras miraba mi entrepierna. Ya no quedaban dudas, pero temía avanzar, esto no ocurría en mi imaginación ni en un bar, si algo salía mal, me quedaría sin trabajo.
Algo que captaron mis ojos, terminó de convencerme, por el espacio que dejaba ver su camisa entreabierta, pude apreciar unas pecas en su pecho! Como me gusta eso!
Dicen que hombre precavido vale por dos, entonces, lejos de abalanzarme sobre ella y lamer su piel, procedí a jugar conmigo, puse mi mano sobre mi verga, y la apreté suavemente mientras la miraba, ella soltó aire de golpe, y cesó su caminata, con algo de pesar, levantó la vista de esa mano, y me miró a los ojos, subió su mano derecha, se quitó los anteojos, y ahí comprendí (finalmente!), que no estaba equivocado, que por alguna razón, los dos deseábamos eso, en ese instante, sexo, solo sexo, sexo desenfrenado, duro, prohibido, sexo del mejor y de la mejor forma, y si que lo hubo...
...pero eso, ya es otra historia
Espero les haya gustado, si fué así, subiré la segunda parte.
EDIT: Lo prometido es deuda les dejo la segunda parte.
19 comentarios - Después de un relato...
saludos y buen post...
cuenta el resto no podes dejarnos asi
saludos excelente comienso
Gracias!
Gracias!
Veo un poco mas si gustó y subo el resto.
Saludos!
Un beso 🙂
subi la 2da.....!!!!
Felicitaciones...
Gracias, hoy publico la segunda parte.
Si si, ya sale, quería ver las repercuciones 😳
Gracias, hoy sale la segunda parte
Muchas gracias, hoy sale la segunda parte
Gracias, hoy pongo la segunda, y te saco las cursivas, del color no te prometo nada, tengo q encontrar uno que me guste 😛
Gracias a tod@s y saludos!
Tu gatita 😉 😉
Gracias por el comentario y por los puntos.
Ya está la segunda parte 😉
Muy lindo relato para comenzar!
"sentía el latir de mi corazón entre mis piernas" > Esa! (léase con acento sobre la s) 😉
Agradezco a Samiraa por la recomendación de esta historia, veamos cómo sigue...
Por cierto, tu nombre tiene algo que ver con Saint Seiya? 🙄
Yo también le agradezco por recomendarme, y a ti por visitar mi post.
Sale de un dibujito japonés el nombre, no me acuerdo bien cual, pero me quedó grabada una imagen con ese nombre/palabra 🤔
Saludos, y gracias por pasar y comentar
Gracias por pasa, me alegro q te haya gustado.
Saludos!
Me alegro q te guste y gracias por los puntos!
Gracias!