Holaaaa como estan la gente linda de P!, me he demorado un poco porque he tenido poco tiempo para escribir. Les dejo una lecturita liviana para el finde, espero lo disfruten y como siempre muchas gracais por los comentarios, los puntos y los pms. Besotesssssssssss!!!!!!!!!!!!
Dispuesta a todo
-Por qué me estará llamando ahora- Me preguntaba mientras arreglaba mi maquillaje en el baño- Luego de tantos meses… habré cometido algún error???
Mi mente volaba a mil recorriendo las secciones que tenía a mi cargo, buscando posibles errores, son encontrar ninguno. Hacía 6 meses que trabajaba en la empresa, yo era ambiciosa y muy responsable de mi carrera. Por eso me sorprendí cuando mi secretaria me avisó que el Director quería verme. En el tiempo que llevaba trabajando en la firma, una sola vez lo había visto. El día de mi última entrevista, cuando decidieron contratarme. Lo recuerdo muy bien, un hombre de unos 50 años, una leyenda del mundo de los negocios, sentado detrás de su enorme escritorio en la oficina que ocupaba todo el último piso del edificio. Sus ojos color gris eran fríos como el acero, su cabello entrecano, ese aire de distinción y seguridad que solo tienen aquellos que se saben mejores. Realmente era intimidante y extremadamente guapo. Pero yo siempre estuve muy segura de mi, había sacrificado todo por mi carrera y tenía la seguridad de ser la mejor para el puesto, estaba dispuesta a todo por hacerme un lugar y demostrar mi valía.
Por eso me llamó la atención que me citara. Y no demoré en subir a su oficina. Me anuncié con su secretaria, una pelirroja impresionante, de ojos verde esmeralda, cuerpo de modelo y mirada de gata en celo. Me recorrió de arriba abajo midiéndome cuando le dije mi nombre. Me acomodé a su escrutinio, no tenía nada que envidiarle, el hecho de dedicarme a mi carrera no me había convertido en un ratón de biblioteca. Hacía rato había aprendido que un buen aspecto abre puertas, sabía explotar mi cuerpo sin ser demasiado obvia. La pollera gris de vestir, seria pero que dejaba ver mis piernas torneadas y se ajustaba como un guante a mi trasero firme, la camisa de seda con el último botón abierto como por accidente para dejar entrever un escote mas que generoso, no definitivamente no tenía nada que envidiar.
-La está esperando, pase por favor.
Entre a la inmensa oficina, tratando de verme segura, de no sentirme intimidada. Él estaba escribiendo en su computadora y no levantó la vista cuando entre. Caminé hacia su escritorio en silencio.
-Tome asiento por favor-Me dijo sin levantar la vista del monitor. Me senté y esperé que se dignara a prestarme atención.
Terminó de escribir algo, giró y clavo sus ojos en mi. Fue un momento incómodo, me sentía en juicio.
-Tiene idea porqué la he llamado?
-No señor, realmente no.
Una semisonrisa se dibujó en su cara.
-Vengo observando su trabajo muy de cerca desde que está con nosotros y tengo que decirle que realmente estoy impresionado. Las secciones que pusimos a su cargo han mejorado su eficiencia en un 22,3% en los meses en que usted las ha manejado, es muy agradable ver que no nos equivocamos al contratarla.
-Muchas gracias, solo cumplo con mi trabajo.
-No, no, no me venga con falsas modestias. Usted es buena en lo que hace y lo sabe. Por eso ahora necesito saber que tan comprometida está. Hasta donde llega su ambición y que está dispuesta a hacer por su carrera y cual será su nivel de compromiso con esta empresa. – Mientras decía esto se levantó de su silla y recorrió su escritorio hasta quedar delante mio.
-Estoy totalmente comprometida, creo firmemente que mi gestión puede levantar aun mas los niveles de eficiencia y también he diseñado un plan de reducción de gastos, si usted desea puedo enviarle inmediatamente un mail con algunos de mis proyectos.
-Jejeje querida, no tengo ninguna duda de sus capacidades laborales, o no la hubiera contratado. Pero todo aquel que pasa a trabajar en contacto directo conmigo, debe demostrar su lealtad y compromiso. Soy un hombre de negocios, no tengo tiempo para darle vueltas a las cosas. Le estoy ofreciendo la oportunidad de pasar a trabajar en mi equipo directo, pero para eso debo saber que cuento con su total entrega. Y me refiero a total y completa. Me explico?
A esta altura mis ojos estaba grandes como platos, estaba pidiéndome lo que yo creía que estaba pidiéndome? Por otro lado era la oportunidad de mi vida. Que estaba dispuesta a hacer yo por esa oportunidad? Y la respuesta me llegó de inmediato. Todo, todo lo que hiciera falta.
El estaba apoyado sobre su escritorio, los brazos cruzados en el pecho, una semisonrisa en su boca y me miraba fijamente, estaba esperando mi próximo movimiento. No debía demorarme, esperaba no estar equivocándome pero bueno, las ganancias son de los que se arriesgan, asi que me arriesgué. Rogando no haber malentendido, lo mire fijamente y suavemente me deslicé de la silla hasta quedar arrodillada delante de él. Su sonrisa se amplió por lo que me envalentoné y suavemente acaricié el bulto entre sus piernas mientras sin dejar de mirarlo humedecía mis labios con la lengua.
-Veo que es rápida de entendimiento, punto para usted. Ahora juzguemos sus demás capacidades.
Le sonreí y abrí muy despacio su pantalón. Liberando una verga ya totalmente erecta, venosa y de excelente tamaño, al menos debía tener unos 20 cms si no más.
Realmente este hombre tiene demasiada suerte, pensé al ver tan formidable aparato. Y debo confesar que la tarea encomendada cada vez me gustaba más, no hay nada mas seductor que el poder. Y este era un hombre poderoso, guapo y encima de todo con una pija que merecía un cuadro. Mi conchita se estaba mojando y mi boca se hacía agua.
Tomé esa delicia con una mano y deslicé mi lengua, muy despacio desde la base hasta la punta. Luego comencé a chupar suavemente la cabeza, comiendo un poquito mas en cada chupón hasta tener todo lo que podía dentro de mi boca.
-Muy bien, linda, muuuy bien. –Puso su mano sobre mi cabeza para empujarme aun mas, para llegar bien profundo en mi garganta.
Comencé a mover mi cabeza, arriba y abajo, bien profundo, succionando al llegar a la punta. Su mano me empujaba y marcaba el ritmo. Tuve que separara un poco mis piernas para aliviar el calor que sentía, estaba empapada. Cada vez más profundo, cada vez más rico me comí esa verga deliciosa como si mi vida dependiera de ello. Hasta que se clavó en mi garganta su fuerte mano mantuvo mi cabeza en el lugar mientras mi boca se llenaba de su leche, para que no se derramara ni una gota, me tome todo el exquisito líquido, y luego comencé a limpiar con mi lengua cualquier resto que pudiera haber quedado.
-Perfecto linda, muy bien-estiró su mano y apretó el botón del conmutador- Silvana venga un momento por favor.
Me paré rápidamente, había llamado a su secretaria?? Y yo en esa posición??
-Señor… yo…
-Aún no hemos terminado. Pero todavía puede retirarse, vuelvo a preguntar. Es su entrega total?
Tragué saliva, mirando como la pelirroja caminaba hacia mi desabrochándose la blusa. Nunca me había llamado la atención estar con una mujer, pero por otro lado… era preciosa, yo estaba más que caliente y con eso subiría varios escalones en mi carrera. Mi mente de negocios calculó inconscientemente, todo ganancia, sin pérdida… así que… Por qué no?
Miré al Director provocativamente, muy despacio solté mi pelo del rodete que lo mantenía prisionero. Cayó por mi espalda en una cascada de bucles negros hasta mi cintura. Giré mis ojos hacia ella y caminé muy despacio a su encuentro mientras yo también me sacaba la blusa.
El director se sentó cómodamente, dispuesto a gozar del espectáculo al parecer.
Ambas blusas cayeron al piso, mi corpiño era blanco, semitransparente mis aureolas rosadas se dejaban entrever en la tela mientras mis pezones duros se marcaban. El de ella era negro, de encaje, sus pechos casi rebalsaban, su piel era como marfil, perfecta en contraste con el rojo furioso de su cabello. Cuando nos encontramos ninguna lo dudo y nos fundimos en un beso caliente, húmedo y salvaje. Nunca había besado a una mujer y tengo que confesar que fue exquisito. Sus labios carnosos y suaves, su lengua delicada recorrió mi boca, invitándome y yo respondí a la invitación. Nuestros pechos se rosaban y me estaba volviendo loca, mi tanga ya era un mar, mi conchita latía de deseo. Las manos de Silvana bajaron por mi cintura y levantaron mi pollera, acariciando mi cola en el camino. Un gemido se me escapó pero no dejé de besarla. Ella se separó de mi unos instantes y sonriendo me ofreció una mano y me acercó a una silla. Se sentó y abrió sus piernas, no llevaba nada debajo de la minifalda.
-El director ya probó tu boca. Ahora tengo que juzgar yo tus habilidades.
Me agaché frente a ella, su conchita era hermosa, pequeños labios carnosos y rosados en contraste con su piel blanca, totalmente depilada y unas deliciosas pecas por aquí y por alla. No lo dudé un segundo, y sumergí mi nariz entre sus piernas. Claro que yo nunca había hecho esto, sin embargo me dije: “ sos mujer, hacé lo que te gusta que te hagan”
Primero pase mi lengua muy despacio por toda la abertura. Buscando los lugares que la hacían gemir mas. Desde su colita hasta su clítoris fui recorriéndola sin apuro, disfrutándola, saboreando los jugos que comenzaban a salir de ella. Luego me tome un rato con su clítoris, jugando con la punta de mi lengua, dándole pequeños chuponcitos. Para esta altura la pelirroja ya gemía abiertamente.
-Siiii, asi seguí, no pares….-me decía jadeando
Y no paré no le dí un según de descanso, podía sentir las contracciones de su vulva a punto de estallar. Entonces rápidamente metí mi lengua hasta el fondo de ella y recibí su orgasmo en mi boca, la bebí completa, lamiendo sus jugos mientras ella cabalgaba las olas de su orgasmo.
-Está totalmente aprobada señor-Dijo ella con la vos entrecortada y jadeando de placer
-Aun falta ver algunos temas-Dijo él
Yo me había parado y sin darme cuenta mi mano estaba entre mis piernas, estimulándome. Estaba tan caliente, tan necesitada de alivio que no podía contenerme.
-Ven aquí me- dijo ella-Pon tus manos sobre el escritorio y abre las piernas. Voy a devolverte el favor exquisito que me has hecho recién.
Me coloqué como me indicó, ella se sacó el corpiño y libero sus pechos perfectos, se colocó detrás mio. Me rodeó con sus brazos y tomo mis tetas en sus manos, pasando los pulgares por mis pezones. Podía sentir los suyos en mi espalda, quebré mas mi cintura, me estaba calentando mas alla de cualquier momento que hubiera vivido hasta ahora. Mi conchita ya no pedía, gritaba por un poco de atención. Silvana me quitó el corpiño y sus manos tomaron mis pechos completamente apretándolos, acariciándolos. Yo solo gemía de placer. Luego fue bajando sus manos y me sacó la pollera y la tanga. Se agachó entre mis piernas quedando ubicada mirando mi conchita entre el escritorio y yo. Grité de placer cuando su lengua atacó mi clítoris. Tuve que hace un esfuerzo para no caerme. Mi piel era fuego absoluto.
-Aaaaaahhh siiiiii por favor, massss- pedía descontrolada.
Me estaba chorreando en ella, su boca me estaba volviendo loca.
Estaba perdida en las sensaciones cuando sentí dos manos fuertes que agarraban mi cintura. Y la vos del Director me susurró al oído.
-Preparada? – Y sin darme tiempo a reaccionar se clavó en mi, me penetró bruscamente en un solo movimiento toda esa pija grande y dura como piedra entró sin misericordia mientras Silvana no paraba de lamer y chupar mi clítoris. Exploté en ese instante. Grité de placer mientras acababa como nunca había acabado. Pero no me dieron descanso. En cuanto él sintió que comenzaban a bajar las vibraciones de mi cuerpo, empezó a entrar y salir, golpeando cada vez ese dulce punto en mi interior que me volvía loca. Segundos pasaron entre mi orgasmo y que nuevamente mi cuerpo levantara temperatura. No, definitivamente ellos no habían terminado conmigo y realmente no quería que lo hicieran.
Las manos del director apretaban mis pechos para clavarse en mi con mas fuerza, la lengua de ella me seguía asaltando de una manera espectacular. Y yo solo podía quebrar mas mi cintura tratando de darles a ambos el mejor acceso posible.
-Ahora viene lo mejor- Jadeó el director en mi oído.
Mis ojos se abrieron inmensos al sentir como salía de mi conchita y se enterraba en mi cola. Que deliciaaaaaaaaa!!!!!!!!! Yo ya gritaba descaradamente mientras él penetraba mi culo una y otra vez, sus manos estrujaban mis pechos. Nunca creí que se pudiera sentir tanto placer junto, era demasiado ya, o eso creía yo porque entonces ella aprovechando que mi conchita estaba solita y sin dejar de comerse mi clítoris comenzó a a meter sus dedos. Yo estaba tan empapada, tan lubricada que finalmente su mano entera estaba dentro de mi.
-Así Silvana- dijo él- quiero sentir tu mano. Metela entera- Y acercándose a mi oído – Te vamos a partir y te va a encantar…
-siiii – grité yo con descaro absoluto de tan caliente que estaba- Quiero que me partan, no paren por favorrrrr no pareeeennnnn
Era una escena dantesca, mi culo siendo perforado sin piedad por una enorme verga, mis pechos totalmente abusados por sus manos, y ni hablar de la deliciosa pelirroja comiéndose mi conchita y penetrándome con su mano completa.
- Te voy a llenar de leche linda y Silvana se la va a tomar mientras chorrea de tu culito delicioso- me decía él sin dejar de cogerme.
Exploté como nunca había explotado chorreando en la cara de ella convulsioné de placer, y pude sentir como él también acababa, mezclándose la leche que salía de mi culito con mis jugos. Y tal como él había ordenado ella lamió hasta la última gota. Cuando sentí que terminaban que él se retiraba de mi ya satisfecho. Mis rodillas no aguantaron más y colapse en el piso alfombrado. Jadeando y gimiendo, tratando de recuperarme.
Él se sentó en su enorme sillón. Me sonrió .
-Definitivamente no me equivoqué con usted. A partir de mañana pasa a las oficinas del piso 18, tengo grandes planes para sus capacidades. Laborales y de las otras…
Finalmente pude pararme y juntar mi ropa. Silvana me señalo el baño de la oficina adonde ya se dirigía ella a arreglarse.
-No lo voy a defraudar Señor, en ninguno de los ámbitos…
Eso es todo por ahora lindos, para los que recien me conocen, psen por mi perfil si quieren leer mas locuras mias
http://www.poringa.net/perfil/xxLulixx
Besitos humedos para todas y para todos Muaaaackssssssssssssssssss
Dispuesta a todo
-Por qué me estará llamando ahora- Me preguntaba mientras arreglaba mi maquillaje en el baño- Luego de tantos meses… habré cometido algún error???
Mi mente volaba a mil recorriendo las secciones que tenía a mi cargo, buscando posibles errores, son encontrar ninguno. Hacía 6 meses que trabajaba en la empresa, yo era ambiciosa y muy responsable de mi carrera. Por eso me sorprendí cuando mi secretaria me avisó que el Director quería verme. En el tiempo que llevaba trabajando en la firma, una sola vez lo había visto. El día de mi última entrevista, cuando decidieron contratarme. Lo recuerdo muy bien, un hombre de unos 50 años, una leyenda del mundo de los negocios, sentado detrás de su enorme escritorio en la oficina que ocupaba todo el último piso del edificio. Sus ojos color gris eran fríos como el acero, su cabello entrecano, ese aire de distinción y seguridad que solo tienen aquellos que se saben mejores. Realmente era intimidante y extremadamente guapo. Pero yo siempre estuve muy segura de mi, había sacrificado todo por mi carrera y tenía la seguridad de ser la mejor para el puesto, estaba dispuesta a todo por hacerme un lugar y demostrar mi valía.
Por eso me llamó la atención que me citara. Y no demoré en subir a su oficina. Me anuncié con su secretaria, una pelirroja impresionante, de ojos verde esmeralda, cuerpo de modelo y mirada de gata en celo. Me recorrió de arriba abajo midiéndome cuando le dije mi nombre. Me acomodé a su escrutinio, no tenía nada que envidiarle, el hecho de dedicarme a mi carrera no me había convertido en un ratón de biblioteca. Hacía rato había aprendido que un buen aspecto abre puertas, sabía explotar mi cuerpo sin ser demasiado obvia. La pollera gris de vestir, seria pero que dejaba ver mis piernas torneadas y se ajustaba como un guante a mi trasero firme, la camisa de seda con el último botón abierto como por accidente para dejar entrever un escote mas que generoso, no definitivamente no tenía nada que envidiar.
-La está esperando, pase por favor.
Entre a la inmensa oficina, tratando de verme segura, de no sentirme intimidada. Él estaba escribiendo en su computadora y no levantó la vista cuando entre. Caminé hacia su escritorio en silencio.
-Tome asiento por favor-Me dijo sin levantar la vista del monitor. Me senté y esperé que se dignara a prestarme atención.
Terminó de escribir algo, giró y clavo sus ojos en mi. Fue un momento incómodo, me sentía en juicio.
-Tiene idea porqué la he llamado?
-No señor, realmente no.
Una semisonrisa se dibujó en su cara.
-Vengo observando su trabajo muy de cerca desde que está con nosotros y tengo que decirle que realmente estoy impresionado. Las secciones que pusimos a su cargo han mejorado su eficiencia en un 22,3% en los meses en que usted las ha manejado, es muy agradable ver que no nos equivocamos al contratarla.
-Muchas gracias, solo cumplo con mi trabajo.
-No, no, no me venga con falsas modestias. Usted es buena en lo que hace y lo sabe. Por eso ahora necesito saber que tan comprometida está. Hasta donde llega su ambición y que está dispuesta a hacer por su carrera y cual será su nivel de compromiso con esta empresa. – Mientras decía esto se levantó de su silla y recorrió su escritorio hasta quedar delante mio.
-Estoy totalmente comprometida, creo firmemente que mi gestión puede levantar aun mas los niveles de eficiencia y también he diseñado un plan de reducción de gastos, si usted desea puedo enviarle inmediatamente un mail con algunos de mis proyectos.
-Jejeje querida, no tengo ninguna duda de sus capacidades laborales, o no la hubiera contratado. Pero todo aquel que pasa a trabajar en contacto directo conmigo, debe demostrar su lealtad y compromiso. Soy un hombre de negocios, no tengo tiempo para darle vueltas a las cosas. Le estoy ofreciendo la oportunidad de pasar a trabajar en mi equipo directo, pero para eso debo saber que cuento con su total entrega. Y me refiero a total y completa. Me explico?
A esta altura mis ojos estaba grandes como platos, estaba pidiéndome lo que yo creía que estaba pidiéndome? Por otro lado era la oportunidad de mi vida. Que estaba dispuesta a hacer yo por esa oportunidad? Y la respuesta me llegó de inmediato. Todo, todo lo que hiciera falta.
El estaba apoyado sobre su escritorio, los brazos cruzados en el pecho, una semisonrisa en su boca y me miraba fijamente, estaba esperando mi próximo movimiento. No debía demorarme, esperaba no estar equivocándome pero bueno, las ganancias son de los que se arriesgan, asi que me arriesgué. Rogando no haber malentendido, lo mire fijamente y suavemente me deslicé de la silla hasta quedar arrodillada delante de él. Su sonrisa se amplió por lo que me envalentoné y suavemente acaricié el bulto entre sus piernas mientras sin dejar de mirarlo humedecía mis labios con la lengua.
-Veo que es rápida de entendimiento, punto para usted. Ahora juzguemos sus demás capacidades.
Le sonreí y abrí muy despacio su pantalón. Liberando una verga ya totalmente erecta, venosa y de excelente tamaño, al menos debía tener unos 20 cms si no más.
Realmente este hombre tiene demasiada suerte, pensé al ver tan formidable aparato. Y debo confesar que la tarea encomendada cada vez me gustaba más, no hay nada mas seductor que el poder. Y este era un hombre poderoso, guapo y encima de todo con una pija que merecía un cuadro. Mi conchita se estaba mojando y mi boca se hacía agua.
Tomé esa delicia con una mano y deslicé mi lengua, muy despacio desde la base hasta la punta. Luego comencé a chupar suavemente la cabeza, comiendo un poquito mas en cada chupón hasta tener todo lo que podía dentro de mi boca.
-Muy bien, linda, muuuy bien. –Puso su mano sobre mi cabeza para empujarme aun mas, para llegar bien profundo en mi garganta.
Comencé a mover mi cabeza, arriba y abajo, bien profundo, succionando al llegar a la punta. Su mano me empujaba y marcaba el ritmo. Tuve que separara un poco mis piernas para aliviar el calor que sentía, estaba empapada. Cada vez más profundo, cada vez más rico me comí esa verga deliciosa como si mi vida dependiera de ello. Hasta que se clavó en mi garganta su fuerte mano mantuvo mi cabeza en el lugar mientras mi boca se llenaba de su leche, para que no se derramara ni una gota, me tome todo el exquisito líquido, y luego comencé a limpiar con mi lengua cualquier resto que pudiera haber quedado.
-Perfecto linda, muy bien-estiró su mano y apretó el botón del conmutador- Silvana venga un momento por favor.
Me paré rápidamente, había llamado a su secretaria?? Y yo en esa posición??
-Señor… yo…
-Aún no hemos terminado. Pero todavía puede retirarse, vuelvo a preguntar. Es su entrega total?
Tragué saliva, mirando como la pelirroja caminaba hacia mi desabrochándose la blusa. Nunca me había llamado la atención estar con una mujer, pero por otro lado… era preciosa, yo estaba más que caliente y con eso subiría varios escalones en mi carrera. Mi mente de negocios calculó inconscientemente, todo ganancia, sin pérdida… así que… Por qué no?
Miré al Director provocativamente, muy despacio solté mi pelo del rodete que lo mantenía prisionero. Cayó por mi espalda en una cascada de bucles negros hasta mi cintura. Giré mis ojos hacia ella y caminé muy despacio a su encuentro mientras yo también me sacaba la blusa.
El director se sentó cómodamente, dispuesto a gozar del espectáculo al parecer.
Ambas blusas cayeron al piso, mi corpiño era blanco, semitransparente mis aureolas rosadas se dejaban entrever en la tela mientras mis pezones duros se marcaban. El de ella era negro, de encaje, sus pechos casi rebalsaban, su piel era como marfil, perfecta en contraste con el rojo furioso de su cabello. Cuando nos encontramos ninguna lo dudo y nos fundimos en un beso caliente, húmedo y salvaje. Nunca había besado a una mujer y tengo que confesar que fue exquisito. Sus labios carnosos y suaves, su lengua delicada recorrió mi boca, invitándome y yo respondí a la invitación. Nuestros pechos se rosaban y me estaba volviendo loca, mi tanga ya era un mar, mi conchita latía de deseo. Las manos de Silvana bajaron por mi cintura y levantaron mi pollera, acariciando mi cola en el camino. Un gemido se me escapó pero no dejé de besarla. Ella se separó de mi unos instantes y sonriendo me ofreció una mano y me acercó a una silla. Se sentó y abrió sus piernas, no llevaba nada debajo de la minifalda.
-El director ya probó tu boca. Ahora tengo que juzgar yo tus habilidades.
Me agaché frente a ella, su conchita era hermosa, pequeños labios carnosos y rosados en contraste con su piel blanca, totalmente depilada y unas deliciosas pecas por aquí y por alla. No lo dudé un segundo, y sumergí mi nariz entre sus piernas. Claro que yo nunca había hecho esto, sin embargo me dije: “ sos mujer, hacé lo que te gusta que te hagan”
Primero pase mi lengua muy despacio por toda la abertura. Buscando los lugares que la hacían gemir mas. Desde su colita hasta su clítoris fui recorriéndola sin apuro, disfrutándola, saboreando los jugos que comenzaban a salir de ella. Luego me tome un rato con su clítoris, jugando con la punta de mi lengua, dándole pequeños chuponcitos. Para esta altura la pelirroja ya gemía abiertamente.
-Siiii, asi seguí, no pares….-me decía jadeando
Y no paré no le dí un según de descanso, podía sentir las contracciones de su vulva a punto de estallar. Entonces rápidamente metí mi lengua hasta el fondo de ella y recibí su orgasmo en mi boca, la bebí completa, lamiendo sus jugos mientras ella cabalgaba las olas de su orgasmo.
-Está totalmente aprobada señor-Dijo ella con la vos entrecortada y jadeando de placer
-Aun falta ver algunos temas-Dijo él
Yo me había parado y sin darme cuenta mi mano estaba entre mis piernas, estimulándome. Estaba tan caliente, tan necesitada de alivio que no podía contenerme.
-Ven aquí me- dijo ella-Pon tus manos sobre el escritorio y abre las piernas. Voy a devolverte el favor exquisito que me has hecho recién.
Me coloqué como me indicó, ella se sacó el corpiño y libero sus pechos perfectos, se colocó detrás mio. Me rodeó con sus brazos y tomo mis tetas en sus manos, pasando los pulgares por mis pezones. Podía sentir los suyos en mi espalda, quebré mas mi cintura, me estaba calentando mas alla de cualquier momento que hubiera vivido hasta ahora. Mi conchita ya no pedía, gritaba por un poco de atención. Silvana me quitó el corpiño y sus manos tomaron mis pechos completamente apretándolos, acariciándolos. Yo solo gemía de placer. Luego fue bajando sus manos y me sacó la pollera y la tanga. Se agachó entre mis piernas quedando ubicada mirando mi conchita entre el escritorio y yo. Grité de placer cuando su lengua atacó mi clítoris. Tuve que hace un esfuerzo para no caerme. Mi piel era fuego absoluto.
-Aaaaaahhh siiiiii por favor, massss- pedía descontrolada.
Me estaba chorreando en ella, su boca me estaba volviendo loca.
Estaba perdida en las sensaciones cuando sentí dos manos fuertes que agarraban mi cintura. Y la vos del Director me susurró al oído.
-Preparada? – Y sin darme tiempo a reaccionar se clavó en mi, me penetró bruscamente en un solo movimiento toda esa pija grande y dura como piedra entró sin misericordia mientras Silvana no paraba de lamer y chupar mi clítoris. Exploté en ese instante. Grité de placer mientras acababa como nunca había acabado. Pero no me dieron descanso. En cuanto él sintió que comenzaban a bajar las vibraciones de mi cuerpo, empezó a entrar y salir, golpeando cada vez ese dulce punto en mi interior que me volvía loca. Segundos pasaron entre mi orgasmo y que nuevamente mi cuerpo levantara temperatura. No, definitivamente ellos no habían terminado conmigo y realmente no quería que lo hicieran.
Las manos del director apretaban mis pechos para clavarse en mi con mas fuerza, la lengua de ella me seguía asaltando de una manera espectacular. Y yo solo podía quebrar mas mi cintura tratando de darles a ambos el mejor acceso posible.
-Ahora viene lo mejor- Jadeó el director en mi oído.
Mis ojos se abrieron inmensos al sentir como salía de mi conchita y se enterraba en mi cola. Que deliciaaaaaaaaa!!!!!!!!! Yo ya gritaba descaradamente mientras él penetraba mi culo una y otra vez, sus manos estrujaban mis pechos. Nunca creí que se pudiera sentir tanto placer junto, era demasiado ya, o eso creía yo porque entonces ella aprovechando que mi conchita estaba solita y sin dejar de comerse mi clítoris comenzó a a meter sus dedos. Yo estaba tan empapada, tan lubricada que finalmente su mano entera estaba dentro de mi.
-Así Silvana- dijo él- quiero sentir tu mano. Metela entera- Y acercándose a mi oído – Te vamos a partir y te va a encantar…
-siiii – grité yo con descaro absoluto de tan caliente que estaba- Quiero que me partan, no paren por favorrrrr no pareeeennnnn
Era una escena dantesca, mi culo siendo perforado sin piedad por una enorme verga, mis pechos totalmente abusados por sus manos, y ni hablar de la deliciosa pelirroja comiéndose mi conchita y penetrándome con su mano completa.
- Te voy a llenar de leche linda y Silvana se la va a tomar mientras chorrea de tu culito delicioso- me decía él sin dejar de cogerme.
Exploté como nunca había explotado chorreando en la cara de ella convulsioné de placer, y pude sentir como él también acababa, mezclándose la leche que salía de mi culito con mis jugos. Y tal como él había ordenado ella lamió hasta la última gota. Cuando sentí que terminaban que él se retiraba de mi ya satisfecho. Mis rodillas no aguantaron más y colapse en el piso alfombrado. Jadeando y gimiendo, tratando de recuperarme.
Él se sentó en su enorme sillón. Me sonrió .
-Definitivamente no me equivoqué con usted. A partir de mañana pasa a las oficinas del piso 18, tengo grandes planes para sus capacidades. Laborales y de las otras…
Finalmente pude pararme y juntar mi ropa. Silvana me señalo el baño de la oficina adonde ya se dirigía ella a arreglarse.
-No lo voy a defraudar Señor, en ninguno de los ámbitos…
Eso es todo por ahora lindos, para los que recien me conocen, psen por mi perfil si quieren leer mas locuras mias
http://www.poringa.net/perfil/xxLulixx
Besitos humedos para todas y para todos Muaaaackssssssssssssssssss
9 comentarios - Dispuesta a todo