un hermoso trio (solo viendo)

Intente evitar mirar pero no lo pude hacer.
Ambas mujeres estaban completamente entrelazadas, en una orgia de brazos y besos que emitian sonidos extraños, mezcla de jadeo, respirar entrecortado, suspiros y el mismo roce de los labios húmedos.
Ellas no habían notado mi presencia.
Estaban tan entusiasmadas con su momento de intimidad que era dificil percatarse del pobre cartero, que estaba en un extasis loco con esa visión.
Las miraba con gran admiración, y la calentura del momento.
Estaba tan solo a escasos tres metros de ellas. Ambas estaban desnudas, bañadas en sudor,
regalandose caricias y besos...
Sus piernas semejaban serpientes que se entrelazaban con gran pasión.
Sus tetas estaban hermosamente bañadas en transpiración, casi que podía oler sus vaginas, la humedad que ellas despedian.
Había crecido en mi una ereccíon gigante, que intentaba cubrir con mi bolso.
El pantalon de tela impermeable no ayudaba mucho. Con mi mano derecha busque mi miembro y lo movi con suavidad.
La rubia se solto un poco de aquella morocha que parecia querer comer la boca de su compañera, bajo lenta por los pechos grandes y gentiles de su amante, y los beso, luego paso la lengua y sorbio todo el sudor de esa mujer que se derretia y pedía más.
Luego se dirigio al ombligo que tenía un pequeño piercing en forma de hada...
Allí jugo, lo beso, mordio, poso su lengua.
La morocha movía las caderas y abria sus piernas con deseos...
Su sexo estaba completamente empapado. La rubía en un beso eterno fue llegando lentamente a su vagina ardiente.
Paso la lengua por los costados de los labios vaginales de la morocha que comenzaba a desesperar...
Luego metio la lengua como si fuese un puñal en la mojada gruta de ella que gimio y ronroneo como una gatita...
La rubia saboreo el manjar lechoso... Comío con delicadeza esa ambrosia, e introdujo un par de dedos en el papo hermoso de la morocha...
Con el pulgar frotaba el largo clítoris, luego lo tocaba con la lengua y buscaba enloquecer a la morocha que ahora jadeaba intensamente.
Jamás en mi vida tuve la oportunidad de presenciar un amor femenino de esas caracteristicas. Yo tenía mi pija hecha una roca, y las suaves caricias se convirtieron en una gran paja...
Esa lengua desesperada, y esos dedos entrando y saliendo sin piedad, lograron su cometido.
La morocha apreto con sus manos las sabanas. Con la mano derecha tomo a la rubia de la nuca y la empujo hacia adentro de su sexo....
De su interior brotaba el mana del placer. La rubia no dejaba nada. Tomaba todo y giraba los dedos dentro de la otra niña que gozaba silenciosamente.
La rubia se acosto al lado de la morocha, supuse entonces que era hora de que la morocha trabajara de la misma forma con la gentil rubia, que ya se habia acostado y abrio sus piernas gentilmente mostrando su vagina amplia, rasurada en su totalidad...
La morocha la besaba suave en la boca, su mano busco el sexo de la hermosa gringa, y froto el clitoris... pero seguidamente una tercera mujer hizo su aparicion.
No había notado a esta mujer. Era una mujer de mayor edad pero bien conservada.
De cabello rojizo, y con un hermoso tatuaje en su culo.
La mujer bajo hasta el sexo de la rubia y empezo a comerlo suavemente.
Luego sus movimientos con la lengua y la boca empezaron a hacerse mas ritmicos y la rubia mientras besaba y chupaba el sexo de la morocha se sintio en el limbo.
Asi como estaba yo con mi pija ardiendo y mi mano moviendose desesperada para arrancar la leche de su interior.
La mujer de mayor edad metio sus dedos. Primero dos, luego tres, y luego todos.
La rubia ahora gritaba... pero su rostro era de placer.
A todo esto la morocha habia abierto su culo y se lo ofrecia con ganas a la rubia que estaba extaciada.
Ella lo chupo con ganas... metio su lengua en el interior del ano de la morocha, y la mujer de mayor edad esta vez no tuvo piedad. Undio su mano en el interior del sexo de la rubia que temblo y cayo sobre la cama. Su puño casi entro por completo.
La rubia suspiraba y jadeaba. La morocha tomo el clitoris con su boca y lo succiono.
Solo fueron unos segundos y la rubia en un aullido excitante logro su orgasmo...
La mujer de mayor edad se masturbaba con ganas y llego al climax justo en el mismo instante que yo movia con gran entusiasmo mi mano y el espeso semen salía disparado y mojaba mi mano y mi boxer...
Salí rapido de allí. Estaba aturdido, y dolorido en mis pelotas.
Me pregunto que hubiese pasado si me mostraba. Quizas me hubiesen invitado a participar.
No lo se. Solo se que en la estación de servicio más cercana tuve que quitarme el boxer que estaba super pegajoso y tirarlo a la basura...