mis historias. capitulo II: las amigas siempre son geniales.

Bueno, otro relato que lo tenía atragantado...

Conocía a Ale desde hace quince años. Nos habíamos conocido en la escuela, y habíamos hecho la primaria juntos y parte de la secundaria también, fuimos amigos toda la vida y siempre fue como "mi hermana". En el verano en el que pasas de secundaria a facultad, con un grupo de amigos decidimos irnos a un balneario de Rocha. Ella también fue con sus amigas al mismo balneario, cosa que hizo que compartieramos mucho de ese verano. A mi en particular me gustaba una gurisa de su barra de amigas, que se llamaba Maite, y que otro día voy a contar una historia con ella. En fin, a Ale la quería muchísimo, me parecía una gurisa que estaba en todas y que siempre podía confiar en ella. Ese año que había pasado yo estaba sufriendo muchos cambios, algunos típicos de la adolescencia y otros que derivaban supongo de la separación de mis padres, y bueno, metí muchísimas horas de divan para poder entender que muchas veces, uno no puede controlar todo y que las cosas a veces no son excluyentes. Entonces, lleno de vida por una nueva postura ante ella, decidí disfrutar muchísimo de ese verano.
En los primeros días del verano conocí mucho más a Maite: ella era muy linda, un cuerpo bastante estilizado pero que era bastante timido. Simplemente bastaba mirarla como para decir que era una gurisa timida, y estaba todo bien, pero estaba en verano y yo no quería una historia de amor sino simplemente quería divertirme. Maite me jodía a veces y me tiraba la fría, diciendo que yo era un divino pero que estaba para cualquiera, y yo trataba de explicarle que quizás no era cualquiera sino que pensaba diferente, y que como yo la respetaba a ella, quería que me respetara a mi. Sabía que había onda entre nosotros, pero eso no alcanzaba. Entonces ya en los bailes había estado con un par de minas, pero la verdad no fueron cosa trascendente. Una de esas noches me cruce con Ale y estuvimos tomando y divirtiendonos mucho, ella era una mina atractiva pero no de esas que se destacan, sino que era la flaca, alta, con unos pechos chicos y una cola interesante. Ese día, no sé si era el alcohol u otra cosa pero la vi y algo sentí por ella más que lo de costumbre, pero preferí guardarmelo y seguir tomando y bailando y cagandome de risa con ella. Cuando volvimos la acompañe a la casa, y me dijo para ir a la playa a desayunar frutas ahí. Bastante interesante la propuesta porque era un día soleado y valía la pena hacer el esfuerzo. Fui hasta la casa en donde estaba parando y me calce mi bermuda y nos fuimos a la playa los dos solos. Esa mañana en la playa particularmente me sentí muy cómodo con ella, y además de todo, estaba bastante atractiva en ese momento. Tenía cosas particularmente llamativas en cuanto a su conducta, compartíamos el mismo sentido del humor, y aparte, la cola cada vez lucía mejor jeje... Algo había.
A media mañana el sol explotaba y decidimos volver a la casa de ella. Cuando llegamos, había una nota de las amigas de ella que decía que se habían ido a comprar cosas a la frontera y que iban a volver a la tarde. Entonces le dije para comer con los gurises, pero me dijo que no tenía ganas y que ella me invitaba a almorzar y que ella cocinaba. "Dale, de más! Te ayudo en algo?" le dije, y me pidió si podía hacerle unos masajes porque le estaba reventando un poco la espalda. "Para qué" pense por dentro, este es síntoma de que puede haber algo y no estaba muy seguro de querer hacerlo, porque era una amiga, pero trataba de recordar esas sabías palabras de la terapia "Nada es excluyente" y entonces... vamos a hacer los masajes. Comence a hacercelos pero me parecía más cómodo hacercelos en el sofa mientras hervía el agua. Fuimos al sofa, ella se acosto, y la tenía toda tiradita ahí, con un conjuntito marrón bastante interesante para tenerlo enfrente mío. Lentamente empece a sentir la erección, y ta, era obvio, y no me iba a molestar mostrarsela jejejeje. Mientras la masajeaba charlabamos y me contaba que le re dolía y que mis manos estaban bastante buenas, cosa que cada vez más me aseguraba algo (bien de hombre que cuando te tiran un "hola, cómo estas?" pensas que esa mina quiere algo). Entonces le propuse que se sentara en el sofa y empece a masajearla cada vez más, tocandola desde la parte baja de la espalda y subiendo progresivamente, hasta masajearle los hombros e ir bajando de a poquito. La hice reclinarse hacía mi, diciendole suavemente "ponete cómoda, esto te va a gustar" y ni bien se apoyo en mi, tuvo que haber sentido mi erección. Posteriormente, le empece a tocar de a poquito el pecho, e iba bajando hacia los pechitos que tenía. Eran chicos, pero ni a palos estaban caídos, así que empecé a tocarselos suavemente corriendole la parte de arriba del conjuntito y empece a darme cuenta que ella estaba gozando. Cuando vi que todo el camino estaba allanado, empece a tocarselos por debajo y le dije "Que ricos" y ella me contesto "Más ricas son tus manos..." Y ahí nos dimos un beso bien largo, ella de espaldas hacía mi y yo mientras tocandole las tetitas ricas que tenía. De pronto se puso enfrente mío, y me dijo que ella quería tener relaciones pero sin que eso significara otra cosa más que tener relaciones porque no quería pareja, porque no sabía que le pasaba y yo la frene y le dije: "Ale, ta, disfrutamos y despues vemos que pasa, esta todo bien y es algo que me encantaría que suceda" y ahí le di otro beso bien laaaaargo en el cual note las ganas que me tenía, fue uno de los besos mas ricos de mi vida, unos labios, una forma de mover la lengua, ella tenía bien claro lo que quería. Mientras le daba otros besos baje con mi mano por su pancita y fui buscando a ver como estaba esa conchita... Y estaba deliciosa. Bien mojadita, bien divina, bien grande. Ella empezo a gemir despacito cuando le empece a tocar el clitoris, y no era para menos, porque se lo había empezado a estimular con muchas ganas bien despacito para ir progresivamente acelerandome y llevandola a gozar. Ella me pidió que me detuviera y me pidió que se la comiera, y yo, que la verdad soy un cacho quisquilloso para cuidarme, le pregunte cual era bien su estado. Ella me dijo que con la única persona que había estado era con su novio de hace años y que se sometía a examenes de HIV regularmente y que estaba bien limpia. Me pregunto lo mismo de mi, y yo le conteste que el último éxamen que me hice me había dado bien y que despues de eso no había estado con más nadie (VO, CUIDENSE, NO SEAN PELOTEROS!), al mismo tiempo sabía que tomaba pastillas así que estaba de fiesta... Entonces despues de eso, en vez de comersela, ella me desabrocho la bermuda y me saco mi pene que estaba bien duro, bien pero bien duro. Me dió un par de besos en el pecho, y bajo a comermelo. No puedo describir fielmente esa felación: empezo tibiamente a chuparme la cabecita, inmediatamente me bajo un poco de piel, y empezó a chuparmela bien fuerte. Así de una. Nada de lento, empezó a chuparla a un ritmo normal y cada vez fue acelerando mas. Mientras me la chupaba, tenía los ojitos cerrados, y se ve que estaba disfrutando, y yo mientras le acariciaba la cabeza y le corría su pelo lacio negro. En ciertos momentos me miraba y en una saco su boca de mi pene y mientras me masturbaba un poco me dijo "Tas gozando nene? Porque yo si, y si no fuera que quiero que me cojás te hacía acabar en mi boquita". Eso fueron palabras de aliento y me la monte ahí mismo, pero probando una táctica que me había contado un amigo: primero la penetre y ya con la primera penetración la hice gozar, y palpe de cerca que esa conchita estaba a punto. Después de algunas penetraciones riquisimas, pase con la táctica recomendada por un amigo, que decía que si le metía y le sacaba la cabeza del pene bien rápido, la iba a hacer gozar mucho. Entonces empece a hacer eso y ella empezo a gemir y a gritar como una loquita. "Más Pablo más no te canses seguime dando dale" exclamó. Yo seguía, pero despues de un minuto a pura maquina, le levante las piernas y las apoye contra mi pecho para seguir haciendolo, cada vez más corto, porque la verdad, me estaba cansando un poco, pero la estimulación de ella era suficiente como para esforzarme cada vez más. Ella en un momento me dijo "Aaaaah, estoy llegando, pero quiero llegar contigo, abrime las piernas y llega conmigo quiero sentir tu lechitaaaa" y esa fue la orden que estaba esperando... "Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii te voy a re acabar ... haceme gozar loca" le dije, y le abri las piernas y empecé a penetrarla cada vez más duro, sintiendo sus gemidos y gimiendo yo tambien, cada vez más fuerte, cada vez más rico, hasta que en un momento, le dije bien al oído "me estoy viniendo haceme acabar como nunca" y ella me agarró del culo me apreto contra ella misma e hizo que los dos acabaramos juntitos, de manera bien hermosa, la llene de leche hasta incluso salio de su conchita... los dos transpirados, frente a frente, con nuestros corazones latiendo a mil, no sé, estuvo de fiesta!
Despues de un rato quedandonos encima del sofa y mirando el ventilador, charlamos y quedamos en que la ibamos a llevar entre nosotros pero si queríamos estar con otra gente, que estaba todo bien, y que no actuaramos con pendejadas, que la vida estaba para vivirla y bueno, había que hacerlo. Pero volvimos a estar unas cuantas veces, ella me la mamaba como una diosa y no me lo quería perder por nada del mundo... Además era amiga, y todos sabemos que las parejas pasan y las amigas quedan...

¿Qué frase la del final eh? 😉 Jajaja... Saludos.