Hola!! Mi nombre es Gabriela y les voy acontar algo que me paso este fin de semana. Vivo en Buenos Aires; tengo36 años, soy rubia con el cabello pasando un poco los hombros, 1,69 deestatura y sin querer ser presumida tengo un cuerpo con unas curvas muyimportantes. Mis tetas son bastante grandes y duras y mi colaredondeada, durita y bien parada, marcando mi cintura. Soy de esasmujeres que cuando se ven ante un espejo le gusta lo que ven yafortunadamente a los hombres también les gusta mi figura y me lo hacennotar con sus miradas.
Espero que este relato no les resulte largo, pero es un hecho absolutamente real que creo que vale la pena leerlo hasta el final yaque reviví cada momento y hasta les confieso que me calenté y moje alescribirlo.
Desde hace 3 años estoy casada con Carlos y nuestra relaciónafectiva no estaba pasando por su mejor momento aunque en materiasexual nos llevamos muy bien pero a la vez estábamos con intenciones debuscar cosas nuevas.
Un día mi marido perdió su empleo y un amigo de él gentilmentele ofreció hacer unas trabajos en casa y pagarle por los mismos. Dado que la paga era buena, diariamente ayudaba a mi marido en su trabajo y como este cada vez era mas intenso su amigo Roberto estaba habitualmente en casa. El es un hombre de 1,90 mts, con muy buen cuerpoy una mirada muy especial. Desde un principio me cautivo su forma demirarme, de tratarme y me sentía muy cómoda junto a él. Tanto es asíque nuestra relación era prácticamente de mas amistad que la que éltenia con mi marido; cosa que mi marido fue notando con el paso deltiempo.
Una noche de viernes Roberto y su esposa vinieron a cenar a casa.Cenamos y nos pusimos a conversar abarcando todos los temas, entreellos los sexuales. La conversación fue subiendo de tono y cada vez seponía mas y mas caliente y cuando mi marido les contó de una anécdotanuestra de cuando estuvimos en un hotel alojamiento; con Roberto nosmiramos de una manera muy especial y pude ver un importante e imponentebulto dentro de sus pantalones. Ellos se marcharon y nosotros quedamoscon una tremenda calentura que hizo que apenas ellos cerraran la puertami marido me llevara a nuestro dormitorio, me desnudara por completocasi arrancándome la ropa y comenzara a besarme completamente mientrasel mismo se iba desnudando. Una vez estando ambos desnudos acerco supija a mi boca y comencé a chuparsela. La pija de mi marido tiene untamaño normal y con la excitación ya la tenia bien parada y dura, me lametía con desesperación hasta la garganta. De pronto me recostó en lacama y comenzó a cojerme como hacia mucho tiempo no lo hacia, sentíaque en cualquier momento estaba por acabar, cuando de pronto me pone encuatro patas y me empieza a lamer y a besar la cola.
Luego me empezó acojer otra vez por la concha y con sus dedos jugaba con mi agujeritotrasero, le impedí que me metiera un dedo en el culo y en ese momentoapoyo la cabeza de su pija en mi entrada de atrás y empujo levemente,metiendome la puntita. Dando un grito de dolor se lo volví a impedir apesar de sus reiterados pedidos. Con bastante malhumor me la volvió ameter por la concha por donde me siguió cojiendo hasta acabar sobre miespalda ya que él nunca me acaba adentro.
El tema de negarle siempre la cola y de no dejarlo acabar adentrofue un tema de conversación y discusión al día siguiente. Me decía quenuestra sexualidad se estaba volviendo tediosa y aburrida y que yo nohacia los suficientes esfuerzos para cambiar la situación. Esa mismanoche cuando nos acostamos, me pregunto si me animaría y gustaríaacostarme junto a otro hombre. Grande fue mi sorpresa ante la propuestaya que si bien en algún momento lo habíamos conversado, fue muysuperficialmente y esta vez me lo decía muy en serio y a la vez siemprehabía sido una de mis fantasías. Le conteste que si, pero con unacondición...que solo si ese hombre era Roberto. Ahora la sorpresa habíacambiado de lado ya que no se imaginaria mi rápida respuesta afirmativay menos que lo quisiera hacer con Roberto, pero el rostro de mi maridodemostraba satisfacción y lujuria en su mirada y como condición quepuso fue que fuera yo quien se lo planteara. Acepté. La sola idea nosexcito, me quito la bombacha y comenzó a cojerme. De solo pensar quequizás el próximo que me montara fuera Roberto hizo que explotararápidamente en un increíble orgasmo, y algo parecido debió sucederle aél ya que también acabo rápidamente esta vez sobre mi panza. Me lave ynos fuimos a dormir.
Al viernes siguiente tome la decisión y llame a Roberto con laexcusa del trabajo; me comento que ese fin de semana su esposa viajabay encontré la excusa perfecta, para invitarlo a cenar con nosotros paraque no estuviera solo. Así quedamos y a la noche luego de llevar a sumujer al aeroparque vendría para casa. Un tremendo nerviosismo recorriótodo mi cuerpo y desde ese mismo momento comencé a prepararme para lanoche. A pesar de estar completamente depilada volví a repasar miconchita, me bañe, y me puse un conjuntito rojo muy sexy que aun nohabía estrenado. Mis tetas quedaron aun mas paradas y asomándose por elcorpiño y la diminuta tanguita se metía bien adentro de mi culo. Unacorta pollera de jean, una remera ajustada y unas gotas de perfumecompletaban mi vestuario. Apenas termine llego Roberto. Estabaincreíblemente hermoso, se lo veía distendido y relajado. Carlos aun nohabía llegado y le ofrecí compartir una cerveza conmigo.
Conversamos yde a poco abría ligeramente mis piernas para que tuviera una buenavisión. Note que él me miraba con deseo y creo que para evitarme dijohaberse olvidado algo en el auto. Fue hasta el y lo acompañe para noperder ninguna oportunidad, cuando volvíamos las llaves del auto se lecayeron y rápidamente me agache a recogerlas y las metí entre mistetas. Comenzamos a reír y me las pidió a lo cual le respondí que silas quería que las saque. Dudo unos instantes y luego se fue acercandoa mi. Tener su fuerte y perfumado cuerpo cerca mío y su boca acentímetros de la mía, me dieron unos irrefrenables deseos de que mecojiera.
Apoyo sus labios sobre los míos y me comió la boca en unapasionado beso. Nuestras lenguas recorrían la boca del otro y jugabanentre si mientras sus manos ya estaban por debajo de mi remera e ibanrumbo a mis tetas; donde se detuvieron y comenzó a apretarlas y asobarlas dándole pequeños pero firmes pellizcos en mis erectos pezones.Me sentía en otro mundo, solo llegue a escuchar las llaves que caigande mi corpiño y mis gemidos. Me apoyo sobre una pared, me quito laremera y el corpiño y yo le saque su camisa para apoyar mis tetas en supecho, sus manos recorrían mis piernas y comenzaban a meterse pordebajo de mi pollera levantándola; me tomo fuertemente de las nalgas yme empujo hacia él haciéndome sentir su pija. Sus manos se hacíansentir en toda mi cola prácticamente desnuda ya que mi bombacha,totalmente empapada por los fluidos que emanaba mi concha, seencontraba desaparecida dentro de mi culo..
Su bulto se ponía cada vezmas grande y mas duro y casi sin que me diera cuenta estaba de rodillasfrente a su pija aun atrapada por el pantalón. Lentamente le desabrochéel cinturón, el botón y comencé a bajar su cierre para dejarlos caer.Aun con los calzoncillos puestos el tamaño de su pija me impresiono, subulto era de un tamaño descomunal. Tome sus calzoncillos por suscostados y se los baje; les puedo asegurar que el tamaño de su pija eramonstruoso, nunca había visto algo igual ni en la mejor película porno,ni siquiera algo que alguna vez pudiera haber imaginado; largo, grueso,venosos, con una cabeza que parecía a punto de explotar y duro como unhierro, hasta sus huevos eran de un tamaño desconocido para mi hasta elmomento. Les puedo asegurar que me asuste al verlo, pero antes de quepudiera decir algo ya tenia su pija en mis labios.
Para que se den unaidea del tamaño mis manos nos llegaban a agarrarla en todo su grosor yagarrandosela con ambas manos le quedaba algo mas que su cabeza afuera. Saque mi lengua y empecé a saborearla, no solo que era una pijaimpresionantemente grande sino que también era increíblemente rica yfui lamiendo desde la base hasta su cabeza y recorría el camino inversohasta llegar a sus huevos, después de haber recorrido varias veces estecamino de placer, abrí la boca lo mas grande que pude y comencé achuparsela; era increíble, mi boca totalmente abierta y casi no llegabaa introducírmela, las comisuras de mis labios estaban totalmentetirantes y a punto de agrietarse y toda mi boca estaba llena de esamonumental pija, me la metía y me la sacaba de la boca y me empezó acoger por la boca, cada vez me la metía mas adentro, hasta chocar conmi garganta, produciéndome arcadas ahogadas, con cada una de mis manostome cada uno de sus huevos y note como se contraían anunciando unaeminente acabada. Si bien mi marido en varias oportunidades me habíaacabado en la boca, nunca me trague su leche y como precaución intentesacar mi boca de su pija, pero el me tomo por la nuca obligándome atragármela por completo y después de un par de lamidas me la metióhasta la garganta y acabo. Si bien hasta ahora les conté de loincreíble de su tamaño, mas increíble aun fue la cantidad de leche quelargo.
Un primer y fuerte chorro impacto de lleno en mi gargantainundando mi boca y luego al menos fueron 2 chorros mas. Mi boca estabatan llena de su pija que me fue imposible no tragarla y me tome lo masque pude, pero era tanta la leche que me dieron arcadas y ganas detoser, pero al estar imposibilitada para eso al intentar toser parte desu leche salió por mi nariz, seguí tragando lo que mas pude y a medidaque el retiraba su pija de mi boca todavía caía la leche que todavíatenia desparramándose en mis tetas. Con cuidado limpie cada milímetrode su pija que increíblemente aun permanecía totalmente dura.
Cuando me reincorporé tenia temor que esa pija me dañara perotambién tenia la intensa necesidad y deseo de sentirla dentro mío, tomesu pija con una mano y él tomando mi bombacha por ambos lados me laarranco de un solo tiron y la arrojo a un costado, comencé a frotar supija por toda la rayita de mi concha cuando de pronto siento que unasllaves comienzan a abrir la puerta. Carlos!! Me sobresalte!! Yo meencontraba prácticamente desnuda y llena de semen, por lo que salícorriendo al baño a limpiarme mientras Roberto se arreglaba.
Mi marido entro y al ver a Roberto le dio un efusivo abrazo sinsospechar nada de lo que recién había ocurrido. El ya imaginaba que esaera la noche ya que yo ya se lo había anticipado, pero no sabia que yoya había probado esa exquisita pija.
Mientras yo terminaba de limpiarme intentando no dejar el mas mínimo rastro, escucho a Carlos decirle a Roberto
-“Mira Gaby que desprolija!! Dejo su bombacha acá tirada!! Y rotapara peor!! Lo habrá hecho para provocarte?? Mira bien chiquita yroja!!! Jaja”
Recién cuando escuche eso me di cuenta que estaba sin bombacha ysentí un gran calor que me subía y dejaba totalmente roja mi cara,pensé que Carlos podría darse cuenta de lo que paso. Me apresure aterminar de limpiarme y cuando salgo del baño, lo encuentro a Carloscon mi bombacha rota en la mano y diciéndome que dejar una bombacha tansexy a la vista era una excelente idea para calentar a Roberto; alescuchar esto mis músculos se relajaron y de a poco mi cara fuerecobrando su color natural, no antes de que él me preguntara quepasara, al lo cual ya mas tranquila le respondí que era un poco denervios y ansiedad por lo que nos esperaba.
Carlos y Roberto se quedaron conversando en el living mientras yopreparaba algo para comer. Luego de cenar, la conversación se fueponiendo cada vez mas caliente y Carlos para ayudar en nuestropropósito me ofreció sentarme en sus piernas, cosa que hice, y una vezahí y mientras seguíamos conversando, comenzó a acariciarme la espalday bajando hasta llegar a mi cola en donde se detenía. A Roberto sin sumujer, se lo notaba mas distendido que de costumbre y sus ojos no seapartaban de mis tetas y de mirar como Carlos me tocaba la cola.
Hablaba de sus experiencias y gustos y note como su bulto seempezaba a agrandar. Carlos, sin dejar de tocarme cada vez masvisiblemente y ya pasando su mano por debajo de mi remera metiendolapor dentro de mi pollera, le decía que si bien yo era buena en la cama,era muy “clásica” ya que no lo dejaba hacerme la cola y ni siquiera meanimaba a tomarme la leche. Roberto, me miro, lo miro a él y lanzo unagran carcajada de la que Carlos no entendió porque ni porque de mi risacómplice que también lance ya que me encontraba totalmente distendida.
Roberto no sacaba la vista de mi cuerpo y casi sin darnos cuentaya se había hacho muy tarde, por lo que Carlos me dijo al oído que élse terminaba de encargar del tema y que yo me alejara unos momentos. Lohice un poco pero me quede escuchando la siguiente conversación entreellos:
Carlos:- “Uy mira que bien que la habremos pasado, que ya se hizo tarde sin darnos cuenta”
Roberto: -“Si, suerte que es viernes, pero ya es hora que me vaya yendo a casa”
Carlos:-“Ya que tu mujer esta de viaje y estas solo; no queres quedarte a dormir acá?”
Roberto:-“La verdad que me encantaría ya que ganas de viajar hastacasa no tengo, pero prefiero dejarlos solos a ustedes y que aprovechen.Ya vi que tenes bastantes ganas de hacerlo, jaja!!
Carlos:-“Y quien te dijo que si vos te quedas no podemos aprovechar igual?? Hasta por ahí podemos aprovechar los 3!! Jaja
Roberto:-“Ah, bueno, mira que si me tentas así me quedo!!”
Carlos:-“Dale, te estoy invitando!!”
Roberto:-“Después no arrugaras, no? Mira que para mi Gaby esta muy buena y aparte no sabes que dirá ella”
Carlos:-“Por ella no te hagas problemas que estoy seguro queaceptara con muchísimo gusto y por mi mucho menos, ya que tengo muchosdeseos de verla con otro hombre. Eso si te advierto que no le gusta elsexo anal, ni siquiera que le metas un dedito en el culo”
Roberto:-“Que lastima!! Con ese hermoso culito que tiene!!!
Carlos:-“Si, las amigas le dijeron que por ahí duele y nunca se animo ni a probar porque dice que le duele”
Roberto:-“Bueno, lo que yo quiero saber si de verdad vos te lo bancas, pase lo que pase”
Carlos:”Totalmente, es mas soy el mayor interesado”
Roberto:-“ Bueno, vamos a ver”
Mi corazón latía a mil, estaba totalmente excitada y el soloimaginar que finalmente me iba a comer esa inmensa pija de Roberto queno había podido hacer hacia unas horas me estaba haciendo mojar.
En eso siento que Carlos se acerca, me dice que ya estaba todo arreglado y que fuera al living con ellos.
Carlos me cuenta que lo había invitado a quedarse a dormir aRoberto como si yo no hubiese sabido nada y me preguntaba que meparecía, y yo le respondo que era una buena idea ante lo cual Robertodice: “Si, pero me quedaría en la cama con ustedes”. Tratando dedisimular mi entusiasmo y poniendo mi mejor cara de tímida le respondí;“Bueno, a pesar que Carlos dice que soy medio “clásica” si es solo paradormir no hay problemas” aunque no pude evitar una sonrisa y una miradacómplice con Roberto
Llegado el momento de acostarse, fui hasta el baño a cambiarme y ellos mientras tanto aprovechaban la ocasión para acostarse. Mientras me cambiaba esta nerviosa, ansiosa y totalmente caliente,a tal punto que tuve que lavar mi conchita y cambiarme la bombachaempapada en mis jugos para evitar que ellos notaran la tremendaexcitación que tenia en ese momento. Me quite el corpiño y me puse unaremera como suelo dormir habitualmente que apenas tapaba mi cola. Salídel baño y me dirigí directamente a la cama; al verme vi comoinmediatamente la pija de Roberto reacciono y comenzó a elevar lassabanas, tanto es así, que hasta Carlos se dio cuenta y lo observo.
Entre gateando desde los pies de la cama para colocarme en elmedio de ambos y gire para meterme dentro de las sabanas dejando miculo a la vista de Roberto, al introducirme en la cama mi remera selevanto hasta casi mi cintura y una vez dentro de las sabanas me lavolví a acomodar. Roberto se encontraba recostado sobre su espalda y supija era un verdadero monumento que elevaba la sabana, era imposible nonotarlo, lo mire, sonreí y apoye mi cabeza en la almohada.
Carlos se inclino hacia mi lado y comenzó a acariciarme laspiernas, subiendo cada vez mas, hasta llegar a mi conchita, siguió unrato así hasta que comenzó a no solo tocarme la concha por encima de mibombacha, sino a pasar su mano por debajo de mi remera y empezar atocarme las tetas. Mi excitación iba aumentando cada vez mas y mas y meapoyaba su pija ya erecta. Mis gemidos empezaron a hacerse sentir ybaje una mano para acariciar sobre su calzoncillo la pija de Robertoque parecía a punto de estallar, sin dudarlo tomo mi mano y me la metiópor dentro de su calzoncillo. Su pija estaba enorme, caliente y duracomo un hierro; casi al mismo tiempo que Carlos se quitaron susrespectivos calzoncillos. Quitaron a un lado la sabana que nos cubría ymientras Roberto se disponía entre mis piernas para quitarme labombacha Carlos hacia lo mismo con mi remera quedándonos todostotalmente desnudos.
El solo sentir que la boca de Roberto se acercabaa mi concha me causaba pequeños espasmos de placer y al sentir sulengua sobre mi clítoris creí que estallaba. No pude resistir unintenso gemido de placer, momento en el cual Carlos aprovecho parameter su pija en mi boca. Se la comencé a chupar como creo que nuncaantes lo había hecho y el me la metía cada vez mas adentro cojiendomepor la boca mientras Roberto no dejaba de deleitarme con una exquisitachupada en mi concha. Levanto mis piernas y me chupaba la concha y elculo penetrándolo con la punta de su lengua y luego volvía a miconchita en donde también la penetraba, sus dedos comenzaron a perdersedentro de mi cincha y la puntita de su lengua jugaba con mi clítoris;Carlos no dejaba de cojerme la boca y en ese instante tuve mi primerorgasmo, Roberto me comió la concha y todos mis fluidos fueron a suboca.
Carlos se recostó en la cama e hizo que me montara sobre él, miconcha chorreante de jugos hizo que me la metiera con facilidad ycomencé a cabalgarle mientras Roberto acercaba su pija a mi boca.
Abrími boca lo mas que pude y le empecé a chupar su rica pija El seencargaba que se la chupara desde la base hasta su cabeza, refregándomelos huevos en mi cara, mi boca y mi lengua haciendo que se los lamiera.Carlos me tomaba de la cintura haciéndome cabalgar mas intensamente y ala vez haciendo cada vez mas intensa la chupada a Roberto, hasta que enun momento siento que Carlos me clava fuertemente su pija hasta elfondo, empujándome hacia él de mis caderas y me inunda la cocha deleche espesa y caliente.
Roberto sale de mi boca y veo que llega el momento tan esperadopor mi, me pone en cuatro sobre la cama y siento como la punta de esaenorme pija se poya en la entrada de mi concha; el hecho de estarrecién cojida y lubricada con la leche de Carlos me tranquilizo sobreel tema del dolor que me podría causar semejante miembro.
Lentamente mela fue metiendo, sentía como las paredes de mi concha se abríancausando un cierto dolor pero un intenso placer jamás vivido. La poníaun poco y me la sacaba, la volvía a meter, esta vez toda la cabeza y lavolvía a sacar, me volvió a meter la cabeza adentro y de ahí en mas laseguía metiendo y sacando hasta que mi concha se fue acostumbrando a lapenetración de semejante invasor, hasta que me tomo de la cintura y mela metió hasta el fondo. Un grito ahogado salió de mi boca y uninexplicable placer sentí cuando me la metió hasta el fondo y sentí sushuevos golpear en mi. Mi concha estaba llena como nunca y como nuncacreí que podría estarlo, era increíble sentir que todo estuviese dentromío y me estuviese dando tanto placer, apenas me la puso tuve un nuevo,increíble e interminable orgasmo, sentía que todo mi cuerpo estaballeno de esa pija, solo abrí las piernas lo mas que pude para facilitarla penetración y mi cuerpo se movía al compás que Roberto imponía. Estoescena se ve que excito mucho a Carlos que prontamente tenia su pijadura para dar batalla nuevamente.
Se acerco a nosotros y me dispuse apajearlo con las pocas fuerzas que tenia, la cojida que me estabandando hacia temblar y estremecer todo mi cuerpo. Carlos se arrodillofrente a mi y le empecé a chupar la pija nuevamente a la vez que losdedos de Roberto jugaban con el agujero de mi culo y no dejaba decojerme. Cada tanto sacaba la pija de mi concha y me la frotaba por elagujero de mi culo y me la volvía a meter para volver a sacarla yvolverla a frotar, esa sensación me ponía loca de caliente. En unmomento apoya su dedo mayor en la entrada de mi culo, lubricado por mispropios jugos, y antes que pudiera negarme o reaccionar me lo metióhasta el fondo.
Era la primera vez que mi ano era invadido y deboreconocer que si bien sentí dolor, el mismo fue menor al que esperaba ya la vez me sentía extrañada, por un lado porque cada vez me gustabamas la sensación y a la vez porque no sabia cual seria la reacción deCarlos que a pesar de pedírmelo desde siempre nunca se lo entregue yahora estaba siendo perforado por otro hombre. En un principio Carlosno se dio cuenta de lo que estaba sucediendo debido a la mamada que leestaba dando, pero poco a poco mis gemidos y suspiros lo hicieronreaccionar.
Creo que estaba a punto de decirle que a mi por el culo nome gustaba y no me dejaba, cuando vio mi cara de satisfacción dejándomellevar por ese dedo que había aflojado mi culito y hacia deliciasdentro mío. Tanto es así que no pude evitar explotar en otro fuerte eintenso orgasmo. Los ojos de Carlos parecían salirse de sus orbitas, nosolo había dejado meterme un dedo en el culo, sino que había alcanzadoun orgasmo siendo hurgada por detrás. Sin mediar palabra, Roberto sacosu pija de mi concha y la frotaba por toda mi empapada rayita hasta elagujerito de mi culo. Ahí si temí lo peor. Si bien un poco por sorpresano había podido evitar que me metiera un dedo en el culo por mas que elmismo me haya hecho alcanzar un placer antes desconocido para mi, elhecho de solo pensar que Roberto podría estar planeando meter esadescomunal pija en mi agujerito trasero me atemorizo. Inmediatamentecon gestos de temor busque la mirada de Carlos, como pidiéndole ayudapor el momento que estaba por venir, el simplemente sonrió y me dijomientras me daba unas palmadas en mis nalgas: “Ahora vas a ver lo quees que te rompan el culo en serio, esto te pasa por no haberme dejado ami acostumbrártelo” Puso cada una de sus manos en cada una de misnalgas y las separo ofreciéndole a Roberto mi culito. Apoyo la tremendacabeza de su pija en mi ano , y sentí como empezaba a empujar; Carlosme sostenía dejando mi cuerpo indefenso.
A pesar que empujaba su pijano entraba en mi estrecho orificio anal e igualmente me causaba unprofundo dolor. Escuché a Roberto decirle a Carlos: “Que apretado quetiene el orto la puta esta!!, se lo voy a tener que partir!!” y aCarlos que le respondía; “Es que la muy puta lo quería mantener virgen,partile el orto!!. Roberto volvió a embadurnar su pija con los jugos demi concha, volvió a apoyar su pija en mi entrada trasera y esta vezempujo con mas fuerza. Creí que el orto me explotaba al sentir como meenterraba esa cabeza, quise gritar, pero el sonido no salió de mi boca,mi respiración se detuvo y mi corazón parecía salirse de mi pecho. Eldolor que sentía era impresionante. Roberto se quedo un instante quietocon la cabeza de su pija dentro de mi culo y luego siguió empujando.Creí que ya me la había metido toda, pero luego me di cuenta que aunfaltaba mas de la mitad, creí también que las paredes de mi ano ya nopodían dilatarse mas, se detuvo otro breve instante y luego acercándosea mi oído, me dijo: “Ahora te la vas a comer toda putita, te la voy aenterrar hasta los huevos” y sin mas dio el ultimo empujón. Parecía quemis ojos iban a salirse de sus orbitas al sentir sus huevos golpeandosobre mi cuerpo y que perdería el conocimiento ante semejante dolor.Mis mejillas estaban empapadas de las lagrimas que brotaban sin cesarde mis ojos, con el poco aire que me quedaba solo llegue a decirle convos entrecortada: “HI-JO DE PU-TA!! ME ROM-PIS-TE EL CU-LO!!SA-CA-ME-LA!! ME PAR-TIS-TE EL OR-TO!! Mis suplicas no fueronescuchadas por Roberto, que aun sin moverse me la tenia enterrada hastael fondo.
Solo en una oportunidad pude ver a Carlos observando mas quenada con cara de asombro de cómo estaba siendo perforado mi agujeritotrasero. Por unos instantes Roberto ni se movió y casi milagrosamenteeso hizo que me fuera relajando y que el dolor ya hubiese empezado aceder. De a poco comenzó a moverse muy suavemente dentro de mi, eldolor seguía disminuyendo pero ahora lo que sentía era una sensación deplacer. Sentía que no solo mi culo, sino que todo mi cuerpo estaballeno de esa hermosa y gran barra de carne que parecía llegarme hastael hígado. A medida que me movía, parecía que todos mis órganosinternos eran atropellados por ese enorme pistón y a medida que susmovimientos iban en ascenso mi ano se iba acostumbrando mas y mas y elplacer iba en aumento. El no dejaba de bombearme y mi excitación nodejaba de aumentar, cada vez gozaba mas de un exquisito placer quehasta ese momento no había probado, ahora era yo la que le pedía agritos que no dejara de cojerme el culo, que me partiera el orto, queme lo abra en dos y esto hacia que sus bombeos aumentaran enintensidad, explotaba de placer y apenas acerque mi mano a mi conchitapara masturbarme acompañando el orgasmo que ya se avecinaba, estallécomo nunca antes en mi vida lo había hecho; parecía que cada parte demi cuerpo tenia un orgasmo y me vacié por completa y sentía chorrearpor mis piernas mis propios quizás mezclados con algunas líneas desangre de mi desgarrado y maltrecho culo.
Le pedí a gritos que mellenara el culo de leche, que quería que me quemara las entrañas, queme inundara por dentro. Roberto solo se acostó sobre mi y giro quedandoél recostado en la cama sobre su espalda y yo sobre él con mi espaldaapoyada en su pecho, todo esto sin sacar su pija de mi culo. Coloco susmanos debajo de mi rodillas y levanto mis piernas hasta que misrodillas tocaran mis hombros, de esta manera Carlos tenia una perfectavisión en primer plano de cómo me estaban enterrando y partiendo elorto. Roberto levantaba y bajaba mis piernas, haciendo que yo mismacabalgue sobre su pija. Toda la habitación olía a sexo y la escena eraabsolutamente excitante, sentir como Roberto me obligaba a mostrarmecomo la mayor de las putas frente a mi marido me enloquecía, al puntode gritarle a mi marido: “Te gusta ver como me rompen el culo” “Tegusta que sea una puta con el orto abierto” “Me están partiendo elojete” Luego de varios minutos cabalgando Roberto abre aun mas mispiernas y le dice a Carlos: “Vení que juntos vamos a acabar con estahermosa putita” y comenzó a masturbarme invitando a Carlos a que mehicieran una doble penetración.
Yo ya estaba decidida a todo, Carlos seacerco y apoyo su pija a la entrada de mi caliente y chorreante concha.Le costaba meterla ya que mi conducto vaginal se encontraba estrechopor la presión que hacia la pija de Roberto desde mi culo, perofinalmente lo logro. El sentir dos pijas dentro mío fue una sensacióninolvidable, parecía que las dos pijas se frotaban entre si dentro mío,entrando y saliendo a la vez y entrando una mientras salía la otra,hicieron que volviera a acabar no se que cantidad de veces mas.Estrujaban mis tetas y pellizcaban mis pezones, cuando de pronto Carlosinunda mi concha con su leche y apenas acaba siento que la pija deRoberto comienza a bombear una gran cantidad de leche espesa y calienteque baña mis entrañas. Carlos se retira y Roberto me pone de costadohaciendo sentir al menos 2 impactos mas de leche dentro de midesflorado orto, nunca había sentido con semejante intensidad comolargaban la leche y sentía dentro de mi la gran cantidad que seria.
Estaba exhausta, mi cuerpo aun vibraba de la terrible cojida queme habían dado y sentía todo mi cuerpo flojo, nunca había gozado yacabado tanto y la felicidad se vería reflejada en mi rostro y de miconcha fluían mis jugos y la leche de Carlos, no así de mi culo, en elcual Roberto seguía detrás y dentro mío y debido al gran tamaño de supija no los dejaba salir conteniéndolos y haciéndomelos sentir aunadentro. Me sentía como abotonada a Roberto y tenia la sensación que esapija nunca saldría de adentro mío. Increíblemente siento como por finla pija de Roberto va perdiendo erección a la vez que Carlos va al bañoa ducharse. Roberto vuelve a tomarme de la cintura y acomodándose unpoco siento que una gran chorro de liquido caliente me es inyectado porel culo por la pija de Roberto, quien al oído me susurra: “Te estoymeando adentro del culo putita” Era una sensación extraordinaria quecreí que jamás experimentaría y que jamás lo hubiese permitido, peroera increíblemente maravilloso; mis entrañas estaban a punto deexplotar, no solo estaba llena de pija sino de todos los líquidos quefluían de ella. Una vez que termino de orinar dentro mío, me arrastrohasta el borde la cama y lentamente fue sacando la pija de mi maltrechoculo y a medida que la sacaba iban cayendo los líquidos que en elestaban contenidos.
Termino de sacármela por completo y mientras lasultimas gotas dejaban de chorrear deslizándose por mis piernas, salióCarlos del baño y al ver la dimensión del agujero de mi culo no pudoocultar su asombro diciéndome: “Gaby, no sabes como te quedo el orto!!”Me levante para ir al baño a lavarme y del dolor que tenia en mi culo,no podía cerrar prácticamente las piernas y apenas podía caminar. Lo que siguió ya es para otro momento.
Espero que este relato no les resulte largo, pero es un hecho absolutamente real que creo que vale la pena leerlo hasta el final yaque reviví cada momento y hasta les confieso que me calenté y moje alescribirlo.
Desde hace 3 años estoy casada con Carlos y nuestra relaciónafectiva no estaba pasando por su mejor momento aunque en materiasexual nos llevamos muy bien pero a la vez estábamos con intenciones debuscar cosas nuevas.
Un día mi marido perdió su empleo y un amigo de él gentilmentele ofreció hacer unas trabajos en casa y pagarle por los mismos. Dado que la paga era buena, diariamente ayudaba a mi marido en su trabajo y como este cada vez era mas intenso su amigo Roberto estaba habitualmente en casa. El es un hombre de 1,90 mts, con muy buen cuerpoy una mirada muy especial. Desde un principio me cautivo su forma demirarme, de tratarme y me sentía muy cómoda junto a él. Tanto es asíque nuestra relación era prácticamente de mas amistad que la que éltenia con mi marido; cosa que mi marido fue notando con el paso deltiempo.
Una noche de viernes Roberto y su esposa vinieron a cenar a casa.Cenamos y nos pusimos a conversar abarcando todos los temas, entreellos los sexuales. La conversación fue subiendo de tono y cada vez seponía mas y mas caliente y cuando mi marido les contó de una anécdotanuestra de cuando estuvimos en un hotel alojamiento; con Roberto nosmiramos de una manera muy especial y pude ver un importante e imponentebulto dentro de sus pantalones. Ellos se marcharon y nosotros quedamoscon una tremenda calentura que hizo que apenas ellos cerraran la puertami marido me llevara a nuestro dormitorio, me desnudara por completocasi arrancándome la ropa y comenzara a besarme completamente mientrasel mismo se iba desnudando. Una vez estando ambos desnudos acerco supija a mi boca y comencé a chuparsela. La pija de mi marido tiene untamaño normal y con la excitación ya la tenia bien parada y dura, me lametía con desesperación hasta la garganta. De pronto me recostó en lacama y comenzó a cojerme como hacia mucho tiempo no lo hacia, sentíaque en cualquier momento estaba por acabar, cuando de pronto me pone encuatro patas y me empieza a lamer y a besar la cola.
Luego me empezó acojer otra vez por la concha y con sus dedos jugaba con mi agujeritotrasero, le impedí que me metiera un dedo en el culo y en ese momentoapoyo la cabeza de su pija en mi entrada de atrás y empujo levemente,metiendome la puntita. Dando un grito de dolor se lo volví a impedir apesar de sus reiterados pedidos. Con bastante malhumor me la volvió ameter por la concha por donde me siguió cojiendo hasta acabar sobre miespalda ya que él nunca me acaba adentro.
El tema de negarle siempre la cola y de no dejarlo acabar adentrofue un tema de conversación y discusión al día siguiente. Me decía quenuestra sexualidad se estaba volviendo tediosa y aburrida y que yo nohacia los suficientes esfuerzos para cambiar la situación. Esa mismanoche cuando nos acostamos, me pregunto si me animaría y gustaríaacostarme junto a otro hombre. Grande fue mi sorpresa ante la propuestaya que si bien en algún momento lo habíamos conversado, fue muysuperficialmente y esta vez me lo decía muy en serio y a la vez siemprehabía sido una de mis fantasías. Le conteste que si, pero con unacondición...que solo si ese hombre era Roberto. Ahora la sorpresa habíacambiado de lado ya que no se imaginaria mi rápida respuesta afirmativay menos que lo quisiera hacer con Roberto, pero el rostro de mi maridodemostraba satisfacción y lujuria en su mirada y como condición quepuso fue que fuera yo quien se lo planteara. Acepté. La sola idea nosexcito, me quito la bombacha y comenzó a cojerme. De solo pensar quequizás el próximo que me montara fuera Roberto hizo que explotararápidamente en un increíble orgasmo, y algo parecido debió sucederle aél ya que también acabo rápidamente esta vez sobre mi panza. Me lave ynos fuimos a dormir.
Al viernes siguiente tome la decisión y llame a Roberto con laexcusa del trabajo; me comento que ese fin de semana su esposa viajabay encontré la excusa perfecta, para invitarlo a cenar con nosotros paraque no estuviera solo. Así quedamos y a la noche luego de llevar a sumujer al aeroparque vendría para casa. Un tremendo nerviosismo recorriótodo mi cuerpo y desde ese mismo momento comencé a prepararme para lanoche. A pesar de estar completamente depilada volví a repasar miconchita, me bañe, y me puse un conjuntito rojo muy sexy que aun nohabía estrenado. Mis tetas quedaron aun mas paradas y asomándose por elcorpiño y la diminuta tanguita se metía bien adentro de mi culo. Unacorta pollera de jean, una remera ajustada y unas gotas de perfumecompletaban mi vestuario. Apenas termine llego Roberto. Estabaincreíblemente hermoso, se lo veía distendido y relajado. Carlos aun nohabía llegado y le ofrecí compartir una cerveza conmigo.
Conversamos yde a poco abría ligeramente mis piernas para que tuviera una buenavisión. Note que él me miraba con deseo y creo que para evitarme dijohaberse olvidado algo en el auto. Fue hasta el y lo acompañe para noperder ninguna oportunidad, cuando volvíamos las llaves del auto se lecayeron y rápidamente me agache a recogerlas y las metí entre mistetas. Comenzamos a reír y me las pidió a lo cual le respondí que silas quería que las saque. Dudo unos instantes y luego se fue acercandoa mi. Tener su fuerte y perfumado cuerpo cerca mío y su boca acentímetros de la mía, me dieron unos irrefrenables deseos de que mecojiera.
Apoyo sus labios sobre los míos y me comió la boca en unapasionado beso. Nuestras lenguas recorrían la boca del otro y jugabanentre si mientras sus manos ya estaban por debajo de mi remera e ibanrumbo a mis tetas; donde se detuvieron y comenzó a apretarlas y asobarlas dándole pequeños pero firmes pellizcos en mis erectos pezones.Me sentía en otro mundo, solo llegue a escuchar las llaves que caigande mi corpiño y mis gemidos. Me apoyo sobre una pared, me quito laremera y el corpiño y yo le saque su camisa para apoyar mis tetas en supecho, sus manos recorrían mis piernas y comenzaban a meterse pordebajo de mi pollera levantándola; me tomo fuertemente de las nalgas yme empujo hacia él haciéndome sentir su pija. Sus manos se hacíansentir en toda mi cola prácticamente desnuda ya que mi bombacha,totalmente empapada por los fluidos que emanaba mi concha, seencontraba desaparecida dentro de mi culo..
Su bulto se ponía cada vezmas grande y mas duro y casi sin que me diera cuenta estaba de rodillasfrente a su pija aun atrapada por el pantalón. Lentamente le desabrochéel cinturón, el botón y comencé a bajar su cierre para dejarlos caer.Aun con los calzoncillos puestos el tamaño de su pija me impresiono, subulto era de un tamaño descomunal. Tome sus calzoncillos por suscostados y se los baje; les puedo asegurar que el tamaño de su pija eramonstruoso, nunca había visto algo igual ni en la mejor película porno,ni siquiera algo que alguna vez pudiera haber imaginado; largo, grueso,venosos, con una cabeza que parecía a punto de explotar y duro como unhierro, hasta sus huevos eran de un tamaño desconocido para mi hasta elmomento. Les puedo asegurar que me asuste al verlo, pero antes de quepudiera decir algo ya tenia su pija en mis labios.
Para que se den unaidea del tamaño mis manos nos llegaban a agarrarla en todo su grosor yagarrandosela con ambas manos le quedaba algo mas que su cabeza afuera. Saque mi lengua y empecé a saborearla, no solo que era una pijaimpresionantemente grande sino que también era increíblemente rica yfui lamiendo desde la base hasta su cabeza y recorría el camino inversohasta llegar a sus huevos, después de haber recorrido varias veces estecamino de placer, abrí la boca lo mas grande que pude y comencé achuparsela; era increíble, mi boca totalmente abierta y casi no llegabaa introducírmela, las comisuras de mis labios estaban totalmentetirantes y a punto de agrietarse y toda mi boca estaba llena de esamonumental pija, me la metía y me la sacaba de la boca y me empezó acoger por la boca, cada vez me la metía mas adentro, hasta chocar conmi garganta, produciéndome arcadas ahogadas, con cada una de mis manostome cada uno de sus huevos y note como se contraían anunciando unaeminente acabada. Si bien mi marido en varias oportunidades me habíaacabado en la boca, nunca me trague su leche y como precaución intentesacar mi boca de su pija, pero el me tomo por la nuca obligándome atragármela por completo y después de un par de lamidas me la metióhasta la garganta y acabo. Si bien hasta ahora les conté de loincreíble de su tamaño, mas increíble aun fue la cantidad de leche quelargo.
Un primer y fuerte chorro impacto de lleno en mi gargantainundando mi boca y luego al menos fueron 2 chorros mas. Mi boca estabatan llena de su pija que me fue imposible no tragarla y me tome lo masque pude, pero era tanta la leche que me dieron arcadas y ganas detoser, pero al estar imposibilitada para eso al intentar toser parte desu leche salió por mi nariz, seguí tragando lo que mas pude y a medidaque el retiraba su pija de mi boca todavía caía la leche que todavíatenia desparramándose en mis tetas. Con cuidado limpie cada milímetrode su pija que increíblemente aun permanecía totalmente dura.
Cuando me reincorporé tenia temor que esa pija me dañara perotambién tenia la intensa necesidad y deseo de sentirla dentro mío, tomesu pija con una mano y él tomando mi bombacha por ambos lados me laarranco de un solo tiron y la arrojo a un costado, comencé a frotar supija por toda la rayita de mi concha cuando de pronto siento que unasllaves comienzan a abrir la puerta. Carlos!! Me sobresalte!! Yo meencontraba prácticamente desnuda y llena de semen, por lo que salícorriendo al baño a limpiarme mientras Roberto se arreglaba.
Mi marido entro y al ver a Roberto le dio un efusivo abrazo sinsospechar nada de lo que recién había ocurrido. El ya imaginaba que esaera la noche ya que yo ya se lo había anticipado, pero no sabia que yoya había probado esa exquisita pija.
Mientras yo terminaba de limpiarme intentando no dejar el mas mínimo rastro, escucho a Carlos decirle a Roberto
-“Mira Gaby que desprolija!! Dejo su bombacha acá tirada!! Y rotapara peor!! Lo habrá hecho para provocarte?? Mira bien chiquita yroja!!! Jaja”
Recién cuando escuche eso me di cuenta que estaba sin bombacha ysentí un gran calor que me subía y dejaba totalmente roja mi cara,pensé que Carlos podría darse cuenta de lo que paso. Me apresure aterminar de limpiarme y cuando salgo del baño, lo encuentro a Carloscon mi bombacha rota en la mano y diciéndome que dejar una bombacha tansexy a la vista era una excelente idea para calentar a Roberto; alescuchar esto mis músculos se relajaron y de a poco mi cara fuerecobrando su color natural, no antes de que él me preguntara quepasara, al lo cual ya mas tranquila le respondí que era un poco denervios y ansiedad por lo que nos esperaba.
Carlos y Roberto se quedaron conversando en el living mientras yopreparaba algo para comer. Luego de cenar, la conversación se fueponiendo cada vez mas caliente y Carlos para ayudar en nuestropropósito me ofreció sentarme en sus piernas, cosa que hice, y una vezahí y mientras seguíamos conversando, comenzó a acariciarme la espalday bajando hasta llegar a mi cola en donde se detenía. A Roberto sin sumujer, se lo notaba mas distendido que de costumbre y sus ojos no seapartaban de mis tetas y de mirar como Carlos me tocaba la cola.
Hablaba de sus experiencias y gustos y note como su bulto seempezaba a agrandar. Carlos, sin dejar de tocarme cada vez masvisiblemente y ya pasando su mano por debajo de mi remera metiendolapor dentro de mi pollera, le decía que si bien yo era buena en la cama,era muy “clásica” ya que no lo dejaba hacerme la cola y ni siquiera meanimaba a tomarme la leche. Roberto, me miro, lo miro a él y lanzo unagran carcajada de la que Carlos no entendió porque ni porque de mi risacómplice que también lance ya que me encontraba totalmente distendida.
Roberto no sacaba la vista de mi cuerpo y casi sin darnos cuentaya se había hacho muy tarde, por lo que Carlos me dijo al oído que élse terminaba de encargar del tema y que yo me alejara unos momentos. Lohice un poco pero me quede escuchando la siguiente conversación entreellos:
Carlos:- “Uy mira que bien que la habremos pasado, que ya se hizo tarde sin darnos cuenta”
Roberto: -“Si, suerte que es viernes, pero ya es hora que me vaya yendo a casa”
Carlos:-“Ya que tu mujer esta de viaje y estas solo; no queres quedarte a dormir acá?”
Roberto:-“La verdad que me encantaría ya que ganas de viajar hastacasa no tengo, pero prefiero dejarlos solos a ustedes y que aprovechen.Ya vi que tenes bastantes ganas de hacerlo, jaja!!
Carlos:-“Y quien te dijo que si vos te quedas no podemos aprovechar igual?? Hasta por ahí podemos aprovechar los 3!! Jaja
Roberto:-“Ah, bueno, mira que si me tentas así me quedo!!”
Carlos:-“Dale, te estoy invitando!!”
Roberto:-“Después no arrugaras, no? Mira que para mi Gaby esta muy buena y aparte no sabes que dirá ella”
Carlos:-“Por ella no te hagas problemas que estoy seguro queaceptara con muchísimo gusto y por mi mucho menos, ya que tengo muchosdeseos de verla con otro hombre. Eso si te advierto que no le gusta elsexo anal, ni siquiera que le metas un dedito en el culo”
Roberto:-“Que lastima!! Con ese hermoso culito que tiene!!!
Carlos:-“Si, las amigas le dijeron que por ahí duele y nunca se animo ni a probar porque dice que le duele”
Roberto:-“Bueno, lo que yo quiero saber si de verdad vos te lo bancas, pase lo que pase”
Carlos:”Totalmente, es mas soy el mayor interesado”
Roberto:-“ Bueno, vamos a ver”
Mi corazón latía a mil, estaba totalmente excitada y el soloimaginar que finalmente me iba a comer esa inmensa pija de Roberto queno había podido hacer hacia unas horas me estaba haciendo mojar.
En eso siento que Carlos se acerca, me dice que ya estaba todo arreglado y que fuera al living con ellos.
Carlos me cuenta que lo había invitado a quedarse a dormir aRoberto como si yo no hubiese sabido nada y me preguntaba que meparecía, y yo le respondo que era una buena idea ante lo cual Robertodice: “Si, pero me quedaría en la cama con ustedes”. Tratando dedisimular mi entusiasmo y poniendo mi mejor cara de tímida le respondí;“Bueno, a pesar que Carlos dice que soy medio “clásica” si es solo paradormir no hay problemas” aunque no pude evitar una sonrisa y una miradacómplice con Roberto
Llegado el momento de acostarse, fui hasta el baño a cambiarme y ellos mientras tanto aprovechaban la ocasión para acostarse. Mientras me cambiaba esta nerviosa, ansiosa y totalmente caliente,a tal punto que tuve que lavar mi conchita y cambiarme la bombachaempapada en mis jugos para evitar que ellos notaran la tremendaexcitación que tenia en ese momento. Me quite el corpiño y me puse unaremera como suelo dormir habitualmente que apenas tapaba mi cola. Salídel baño y me dirigí directamente a la cama; al verme vi comoinmediatamente la pija de Roberto reacciono y comenzó a elevar lassabanas, tanto es así, que hasta Carlos se dio cuenta y lo observo.
Entre gateando desde los pies de la cama para colocarme en elmedio de ambos y gire para meterme dentro de las sabanas dejando miculo a la vista de Roberto, al introducirme en la cama mi remera selevanto hasta casi mi cintura y una vez dentro de las sabanas me lavolví a acomodar. Roberto se encontraba recostado sobre su espalda y supija era un verdadero monumento que elevaba la sabana, era imposible nonotarlo, lo mire, sonreí y apoye mi cabeza en la almohada.
Carlos se inclino hacia mi lado y comenzó a acariciarme laspiernas, subiendo cada vez mas, hasta llegar a mi conchita, siguió unrato así hasta que comenzó a no solo tocarme la concha por encima de mibombacha, sino a pasar su mano por debajo de mi remera y empezar atocarme las tetas. Mi excitación iba aumentando cada vez mas y mas y meapoyaba su pija ya erecta. Mis gemidos empezaron a hacerse sentir ybaje una mano para acariciar sobre su calzoncillo la pija de Robertoque parecía a punto de estallar, sin dudarlo tomo mi mano y me la metiópor dentro de su calzoncillo. Su pija estaba enorme, caliente y duracomo un hierro; casi al mismo tiempo que Carlos se quitaron susrespectivos calzoncillos. Quitaron a un lado la sabana que nos cubría ymientras Roberto se disponía entre mis piernas para quitarme labombacha Carlos hacia lo mismo con mi remera quedándonos todostotalmente desnudos.
El solo sentir que la boca de Roberto se acercabaa mi concha me causaba pequeños espasmos de placer y al sentir sulengua sobre mi clítoris creí que estallaba. No pude resistir unintenso gemido de placer, momento en el cual Carlos aprovecho parameter su pija en mi boca. Se la comencé a chupar como creo que nuncaantes lo había hecho y el me la metía cada vez mas adentro cojiendomepor la boca mientras Roberto no dejaba de deleitarme con una exquisitachupada en mi concha. Levanto mis piernas y me chupaba la concha y elculo penetrándolo con la punta de su lengua y luego volvía a miconchita en donde también la penetraba, sus dedos comenzaron a perdersedentro de mi cincha y la puntita de su lengua jugaba con mi clítoris;Carlos no dejaba de cojerme la boca y en ese instante tuve mi primerorgasmo, Roberto me comió la concha y todos mis fluidos fueron a suboca.
Carlos se recostó en la cama e hizo que me montara sobre él, miconcha chorreante de jugos hizo que me la metiera con facilidad ycomencé a cabalgarle mientras Roberto acercaba su pija a mi boca.
Abrími boca lo mas que pude y le empecé a chupar su rica pija El seencargaba que se la chupara desde la base hasta su cabeza, refregándomelos huevos en mi cara, mi boca y mi lengua haciendo que se los lamiera.Carlos me tomaba de la cintura haciéndome cabalgar mas intensamente y ala vez haciendo cada vez mas intensa la chupada a Roberto, hasta que enun momento siento que Carlos me clava fuertemente su pija hasta elfondo, empujándome hacia él de mis caderas y me inunda la cocha deleche espesa y caliente.
Roberto sale de mi boca y veo que llega el momento tan esperadopor mi, me pone en cuatro sobre la cama y siento como la punta de esaenorme pija se poya en la entrada de mi concha; el hecho de estarrecién cojida y lubricada con la leche de Carlos me tranquilizo sobreel tema del dolor que me podría causar semejante miembro.
Lentamente mela fue metiendo, sentía como las paredes de mi concha se abríancausando un cierto dolor pero un intenso placer jamás vivido. La poníaun poco y me la sacaba, la volvía a meter, esta vez toda la cabeza y lavolvía a sacar, me volvió a meter la cabeza adentro y de ahí en mas laseguía metiendo y sacando hasta que mi concha se fue acostumbrando a lapenetración de semejante invasor, hasta que me tomo de la cintura y mela metió hasta el fondo. Un grito ahogado salió de mi boca y uninexplicable placer sentí cuando me la metió hasta el fondo y sentí sushuevos golpear en mi. Mi concha estaba llena como nunca y como nuncacreí que podría estarlo, era increíble sentir que todo estuviese dentromío y me estuviese dando tanto placer, apenas me la puso tuve un nuevo,increíble e interminable orgasmo, sentía que todo mi cuerpo estaballeno de esa pija, solo abrí las piernas lo mas que pude para facilitarla penetración y mi cuerpo se movía al compás que Roberto imponía. Estoescena se ve que excito mucho a Carlos que prontamente tenia su pijadura para dar batalla nuevamente.
Se acerco a nosotros y me dispuse apajearlo con las pocas fuerzas que tenia, la cojida que me estabandando hacia temblar y estremecer todo mi cuerpo. Carlos se arrodillofrente a mi y le empecé a chupar la pija nuevamente a la vez que losdedos de Roberto jugaban con el agujero de mi culo y no dejaba decojerme. Cada tanto sacaba la pija de mi concha y me la frotaba por elagujero de mi culo y me la volvía a meter para volver a sacarla yvolverla a frotar, esa sensación me ponía loca de caliente. En unmomento apoya su dedo mayor en la entrada de mi culo, lubricado por mispropios jugos, y antes que pudiera negarme o reaccionar me lo metióhasta el fondo.
Era la primera vez que mi ano era invadido y deboreconocer que si bien sentí dolor, el mismo fue menor al que esperaba ya la vez me sentía extrañada, por un lado porque cada vez me gustabamas la sensación y a la vez porque no sabia cual seria la reacción deCarlos que a pesar de pedírmelo desde siempre nunca se lo entregue yahora estaba siendo perforado por otro hombre. En un principio Carlosno se dio cuenta de lo que estaba sucediendo debido a la mamada que leestaba dando, pero poco a poco mis gemidos y suspiros lo hicieronreaccionar.
Creo que estaba a punto de decirle que a mi por el culo nome gustaba y no me dejaba, cuando vio mi cara de satisfacción dejándomellevar por ese dedo que había aflojado mi culito y hacia deliciasdentro mío. Tanto es así que no pude evitar explotar en otro fuerte eintenso orgasmo. Los ojos de Carlos parecían salirse de sus orbitas, nosolo había dejado meterme un dedo en el culo, sino que había alcanzadoun orgasmo siendo hurgada por detrás. Sin mediar palabra, Roberto sacosu pija de mi concha y la frotaba por toda mi empapada rayita hasta elagujerito de mi culo. Ahí si temí lo peor. Si bien un poco por sorpresano había podido evitar que me metiera un dedo en el culo por mas que elmismo me haya hecho alcanzar un placer antes desconocido para mi, elhecho de solo pensar que Roberto podría estar planeando meter esadescomunal pija en mi agujerito trasero me atemorizo. Inmediatamentecon gestos de temor busque la mirada de Carlos, como pidiéndole ayudapor el momento que estaba por venir, el simplemente sonrió y me dijomientras me daba unas palmadas en mis nalgas: “Ahora vas a ver lo quees que te rompan el culo en serio, esto te pasa por no haberme dejado ami acostumbrártelo” Puso cada una de sus manos en cada una de misnalgas y las separo ofreciéndole a Roberto mi culito. Apoyo la tremendacabeza de su pija en mi ano , y sentí como empezaba a empujar; Carlosme sostenía dejando mi cuerpo indefenso.
A pesar que empujaba su pijano entraba en mi estrecho orificio anal e igualmente me causaba unprofundo dolor. Escuché a Roberto decirle a Carlos: “Que apretado quetiene el orto la puta esta!!, se lo voy a tener que partir!!” y aCarlos que le respondía; “Es que la muy puta lo quería mantener virgen,partile el orto!!. Roberto volvió a embadurnar su pija con los jugos demi concha, volvió a apoyar su pija en mi entrada trasera y esta vezempujo con mas fuerza. Creí que el orto me explotaba al sentir como meenterraba esa cabeza, quise gritar, pero el sonido no salió de mi boca,mi respiración se detuvo y mi corazón parecía salirse de mi pecho. Eldolor que sentía era impresionante. Roberto se quedo un instante quietocon la cabeza de su pija dentro de mi culo y luego siguió empujando.Creí que ya me la había metido toda, pero luego me di cuenta que aunfaltaba mas de la mitad, creí también que las paredes de mi ano ya nopodían dilatarse mas, se detuvo otro breve instante y luego acercándosea mi oído, me dijo: “Ahora te la vas a comer toda putita, te la voy aenterrar hasta los huevos” y sin mas dio el ultimo empujón. Parecía quemis ojos iban a salirse de sus orbitas al sentir sus huevos golpeandosobre mi cuerpo y que perdería el conocimiento ante semejante dolor.Mis mejillas estaban empapadas de las lagrimas que brotaban sin cesarde mis ojos, con el poco aire que me quedaba solo llegue a decirle convos entrecortada: “HI-JO DE PU-TA!! ME ROM-PIS-TE EL CU-LO!!SA-CA-ME-LA!! ME PAR-TIS-TE EL OR-TO!! Mis suplicas no fueronescuchadas por Roberto, que aun sin moverse me la tenia enterrada hastael fondo.
Solo en una oportunidad pude ver a Carlos observando mas quenada con cara de asombro de cómo estaba siendo perforado mi agujeritotrasero. Por unos instantes Roberto ni se movió y casi milagrosamenteeso hizo que me fuera relajando y que el dolor ya hubiese empezado aceder. De a poco comenzó a moverse muy suavemente dentro de mi, eldolor seguía disminuyendo pero ahora lo que sentía era una sensación deplacer. Sentía que no solo mi culo, sino que todo mi cuerpo estaballeno de esa hermosa y gran barra de carne que parecía llegarme hastael hígado. A medida que me movía, parecía que todos mis órganosinternos eran atropellados por ese enorme pistón y a medida que susmovimientos iban en ascenso mi ano se iba acostumbrando mas y mas y elplacer iba en aumento. El no dejaba de bombearme y mi excitación nodejaba de aumentar, cada vez gozaba mas de un exquisito placer quehasta ese momento no había probado, ahora era yo la que le pedía agritos que no dejara de cojerme el culo, que me partiera el orto, queme lo abra en dos y esto hacia que sus bombeos aumentaran enintensidad, explotaba de placer y apenas acerque mi mano a mi conchitapara masturbarme acompañando el orgasmo que ya se avecinaba, estallécomo nunca antes en mi vida lo había hecho; parecía que cada parte demi cuerpo tenia un orgasmo y me vacié por completa y sentía chorrearpor mis piernas mis propios quizás mezclados con algunas líneas desangre de mi desgarrado y maltrecho culo.
Le pedí a gritos que mellenara el culo de leche, que quería que me quemara las entrañas, queme inundara por dentro. Roberto solo se acostó sobre mi y giro quedandoél recostado en la cama sobre su espalda y yo sobre él con mi espaldaapoyada en su pecho, todo esto sin sacar su pija de mi culo. Coloco susmanos debajo de mi rodillas y levanto mis piernas hasta que misrodillas tocaran mis hombros, de esta manera Carlos tenia una perfectavisión en primer plano de cómo me estaban enterrando y partiendo elorto. Roberto levantaba y bajaba mis piernas, haciendo que yo mismacabalgue sobre su pija. Toda la habitación olía a sexo y la escena eraabsolutamente excitante, sentir como Roberto me obligaba a mostrarmecomo la mayor de las putas frente a mi marido me enloquecía, al puntode gritarle a mi marido: “Te gusta ver como me rompen el culo” “Tegusta que sea una puta con el orto abierto” “Me están partiendo elojete” Luego de varios minutos cabalgando Roberto abre aun mas mispiernas y le dice a Carlos: “Vení que juntos vamos a acabar con estahermosa putita” y comenzó a masturbarme invitando a Carlos a que mehicieran una doble penetración.
Yo ya estaba decidida a todo, Carlos seacerco y apoyo su pija a la entrada de mi caliente y chorreante concha.Le costaba meterla ya que mi conducto vaginal se encontraba estrechopor la presión que hacia la pija de Roberto desde mi culo, perofinalmente lo logro. El sentir dos pijas dentro mío fue una sensacióninolvidable, parecía que las dos pijas se frotaban entre si dentro mío,entrando y saliendo a la vez y entrando una mientras salía la otra,hicieron que volviera a acabar no se que cantidad de veces mas.Estrujaban mis tetas y pellizcaban mis pezones, cuando de pronto Carlosinunda mi concha con su leche y apenas acaba siento que la pija deRoberto comienza a bombear una gran cantidad de leche espesa y calienteque baña mis entrañas. Carlos se retira y Roberto me pone de costadohaciendo sentir al menos 2 impactos mas de leche dentro de midesflorado orto, nunca había sentido con semejante intensidad comolargaban la leche y sentía dentro de mi la gran cantidad que seria.
Estaba exhausta, mi cuerpo aun vibraba de la terrible cojida queme habían dado y sentía todo mi cuerpo flojo, nunca había gozado yacabado tanto y la felicidad se vería reflejada en mi rostro y de miconcha fluían mis jugos y la leche de Carlos, no así de mi culo, en elcual Roberto seguía detrás y dentro mío y debido al gran tamaño de supija no los dejaba salir conteniéndolos y haciéndomelos sentir aunadentro. Me sentía como abotonada a Roberto y tenia la sensación que esapija nunca saldría de adentro mío. Increíblemente siento como por finla pija de Roberto va perdiendo erección a la vez que Carlos va al bañoa ducharse. Roberto vuelve a tomarme de la cintura y acomodándose unpoco siento que una gran chorro de liquido caliente me es inyectado porel culo por la pija de Roberto, quien al oído me susurra: “Te estoymeando adentro del culo putita” Era una sensación extraordinaria quecreí que jamás experimentaría y que jamás lo hubiese permitido, peroera increíblemente maravilloso; mis entrañas estaban a punto deexplotar, no solo estaba llena de pija sino de todos los líquidos quefluían de ella. Una vez que termino de orinar dentro mío, me arrastrohasta el borde la cama y lentamente fue sacando la pija de mi maltrechoculo y a medida que la sacaba iban cayendo los líquidos que en elestaban contenidos.
Termino de sacármela por completo y mientras lasultimas gotas dejaban de chorrear deslizándose por mis piernas, salióCarlos del baño y al ver la dimensión del agujero de mi culo no pudoocultar su asombro diciéndome: “Gaby, no sabes como te quedo el orto!!”Me levante para ir al baño a lavarme y del dolor que tenia en mi culo,no podía cerrar prácticamente las piernas y apenas podía caminar. Lo que siguió ya es para otro momento.
22 comentarios - Debut Anal + Video
BAYYY 😛 😉