You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

La hermana de Juan 2

LA PARTE 1 ACA
http://www.poringa.net/posts/relatos/1294689/La-hermana-de-Juan.html

Y AHORA SI, LA CONTINUACION

Estaba tan destruido que ni escuché cuando volvió Juan. Pero al mediodía donde yo estaba acostado entraba un montón de luz y me desperté.

Hacía un calor infernal, así que me puse la malla dispuesto a tirarme a la pile. Antes pase por la cocina y me tomé un juguito de naranja. Cuando iba camino al quincho me di cuenta que había alguien tirado en las reposeras.

Estaba dormido y medio pelotudo así que no entendía al principio. Creí que una de las minas se habían quedado, hasta que me di cuenta que era Mara.

Terrible lomazo. Muy tetona!! Tenía un bikini negro con una argolla plateada en medio de las lolas. Estaba superbronceada, boca arriba, con anteojos negros y el mp3 al mango (se escuchaba a 5 metros).

Me le acerqué pero no la toque para que no se asustase. Me le pare enfrente y la saludé. No respondió. Entonces me di cuenta que estaba con los ojos cerrados. Me le puse al lado y le rocé la pancita.

Saltó como un resorte.
-Perdón te asusté?
-Si boludo, me asustaste!!!
-Perdón! No quise, pero no me escuchabas, tenés el volumen a mil…
-Si, pensé que vos y mi hermano iban a dormir hasta la tarde. Se escuchaban los ronquidos.
-Uyy, te cagué la paz.
-Todo bien… cómo dormiste?
-Bien…, pero ya entraba mucha luz.
-Querés tirarte un rato más en mi cuarto?
-No, está bien, si no te jode que me quedo acá con vos…
-Bobo, cómo me va a joder!

Me acosté en una de las reposeras. Me puse los lentes de sol y a los 10 minutos estaba otra vez dormido. Me despertó Mara.

-Te quedaste dormido
-Sii
-Si ya se, estabas roncando…
-Uy sorry
-No está bien, no pasa nada… pero te iba a decir que te pongas bronceador porque te vas a asar.
-Uyy no, lo tengo arriba en la valija…
-No importa agarrá el mío.

Me puse. Como el culo. “Esparcitelo bien que te van a quedar marcas”, me dijo. Pero yo estaba más torpe que de costumbre. “Dejáme a mi, estás haciendo cualquiera”, me dijo. Y se puso a pasarme bronceador por los hombros, y la espalda. Me encantó. Me acosté boca abajo para disimula la erección que se venía. Ella me puso más bronceador en la parte de atrás en las piernas.

-Te voy a contratar como untadora profesional,- le dije.
-No hace falta, por lo que se hay varias voluntarias para el trabajo…
-No, el langa es tu hermano, yo soy el copiloto
-No te hagas el modesto, mi hermano dice que sos su ídolo
-Acá el que juega de titular es él, tiene una casa con pileta, camioneta nueva, y una hermana que le presenta amigas lindas…
-Si es eso lo que querés, te presento a mis amigas,- tiró medio celosa. Me encantó que se enojara.
-Bueno, si querés yo te presento a mi amigo…- le dije zarpándome un cacho. La miré y me reí.
-Con esas frases ganás vos? Me perece que Juan se equivoca en la elección de sus ídolos…,- me bardeó.
-En algo estamos de acuerdo,- contesté. Y se rió.

Me tiré a tomar sol mientras ella volvía a su mp3. Al rato me dijo que no aguantaba más el calor y se tiró a la pileta.
“Voy a la cocina a buscar algo para tomar, te traigo?”, le dije. “Traéme un juguito si podés”. Se lo preparé con hielo en un vaso alto y se lo llevé. Yo me serví agarré una botellita de agua mineral.

“Gracias”, me dijo agarrando el vaso. Yo, al borde de la pileta, mojé las patas sentado. “Metéte, está divina el agua”, me dijo. “Así estoy bien, gracias”, le dije haciéndome el jodido. Ella se calentó y empezó a salpicarme.

-Ah, querés guerra?
-Que guerra podés dar vos...
-Ya vas a ver…

Me metí a la pile y en dos pasos la atrapé, ella trataba de ir para la otra punta pero la agarré de atrás y le hundí la cabeza en la pile. Salió de abajo del agua y empezó una pelea estúpida como de hermanos-amigos. Pero había una histeriqueada de los dos lados. Se escapó y salió de la pile. Y se acostó boca abajo en la reposera.

Yo me quedé en la pile un rato, pero sin sacarle los ojos del orto que se comía la bikini. Después me tiré a tomar sol, y seguí relojeándole el orto hasta que se dio cuenta: “aflojá Max, que me voy a poner colorada”. “Es que ya estás colorada, pero por el sol. Me estaba preocupando por eso. No querés que te pase bronceador en la cola…”, le dije. Se rió. “Gracias, puedo solita”, me dijo.

La vi ponerse bronceador en el culo y otra vez se despertó el bicho. Me volví a tirar a la pileta. Y me quedé un rato. Me vinieron imágenes de la noche anterior. La calentura era mental y física. En eso apareció Juan, en calzones.

“Te levantaste retemprano”, me dijo. “Mucha luz”, dije. “Mañana tiramos un colchón en mi cuarto”, siguió Juan. “Que use mi cuarto, yo seguro me quedo hoy con las chicas”, dijo Mara.

“Uy no te había visto”, dijo Juan que como yo, se levanta redormido. “Me nos mal que no dijiste nada como ‘uy viste que putas las pendejas de ayer’”, lo gastó Mara. “Como me conocés”, dijo Juan que le fue a dar un beso en el cachete. “Soy tu hermana”, dijo ella.

“Que vamos a hacer hoy”, dijo Juan preguntándome. “No se, lo que quieras”, dije. “Porque no vienen conmigo?”, invitó Mara. Juan dudó, prefería que hiciéramos la nuestra. “Vas a estar Nati y Fer”, dijo ella.

“Nati me encanta, tenés que habilitarla”, dijo Juan. “Te la estoy habilitando, pero tampoco te la voy a poner en bolas en tu cama, laburá un cacho pendejo!”. Juan se rió, ella también. “Sos la mejor hermanita del mundo”, dijo Juan y le dio otro beso.

Comimos ahí y tipo cuatro nos fuimos al parador donde trabajaba Mara. Era sábado y organizaba un desfile al atardecer. Nati y Fer estaban, porque desfilaban después.

Y había otras minitas lindas en el grupo. Yo me puse a hablar con una que se llamaba Barbi. “Apuntá un poco más arriba, la más trola te agarrás”, me dijo Mara al oído en un momento que pasó por al lado.

La dejé a Barbi y me le fui atrás a Mara. “Necesitás que te de una mano con algo”, le dije. “No, está bien, volvé con la trolita”, me dijo. “Si vine para acá es porque me interesás más vos”, le dije. Y la dejé sin palabras.

Al ver que no decía nada me puse nervioso y me fui para la mesa donde estaba Juan con dos amigos de allá y las minitas. Me quedé descolocado un rato pesando en que había metido la pata, pero sabía que a Juan le chupaba todo un huevo así que se me pasó.

Juan le tiraba de vez en cuando los perros a Nati, pero el clima no era de intimidad así que no daba para mucho. Al rato las pibas se fueron a cambiar para el desfile y nosotros nos quedamos tomado birras y hablando de minas claro.

Cuando terminó el show nos quedamos un rato más boludeando. Las minas se iban a cenar juntas y nosotros nos enganchamos. Quedamos en encontrarnos en un restorant del centro de Carlos Paz a las 10 y media.

Cuando volvíamos para la casa de Juan, se descolgó finalmente con la pregunta: “che, hay onda con Mara?”. Me lo dijo como si fuese una mina más. “No se, un poco de histeria, nada más”. “Sabés que por mi está todo bien”. “Dejá de armar parejas Galán”, lo cargué. “Se ha formado una pareja”, imitó Juancho a Roberto.

Para la cena me tiré el armario encima. Por suerte no se notaba porque Juan se produce más que una mina. Pero Mara lo notó y me dijo que estaba muy lindo. Ella tenía un vestido rosa chicle con una faja negra. Nadia llevaba uno blanco. Y Fer una mini de jean y una remerita negra.

Después de comer nos fuimos a tomar un helado. Mara siguió con el histeriqueo diciéndome “le puedo dar una chupadita al tuyo.

Y de ahí para el boliche. Nos acomodamos los cinco en un living y seguimos como veníamos, yo charlando con Mara. Juan cagándose de la risa con Nati y Fer, pero la charla era la misma. En un momento dado Juan me pide que lo acompañe a la barra a buscar de tomar.

“Che, tengo un mensaje de las minitas de ayer a ver qué hacemos”, me dice. “Vos que querés hacer?”, se la devolví. “No se, Nati me tiene loco pero no se qué cómo hacer, no va a aflojar delante de las otras”.

“No te creas, con que te quedes cinco minutos solos te la comés. Yo me voy a bailar con Fer y Mara a la pista”, le dije. “Igual no se si la pongo, en cambio lo otro es partuza asegurada otra vez”. Yo me había quedado con ganas de probarle otra vez el orto a Vero así que también estaba en la disyuntiva. “Lo que vos quieras”, le dije.

“La cagada es que no me puedo rajar de acá y si les decimos de venir, retrocedo veinte casilleros con Nati que la tengo ahí…”. “Buen, boludo, todo no se puede, elegí, yo te hago la segunda en la que sea..”.

“Les digo a las otras que hoy no puedo zafar, que vengan a casa mañana”, dijo al final. Y las llamó a las minas. Pero ellas se volvían el domingo al mediodía para Córdoba, así que el plan cambió sobre la marcha y les dijo de encontranos después, cuando pudiéramos rajarnos de ahí (porque él estaba trabajando).

Volvimos con las minas. “Aprovechá y parlátela a Nati, yo me voy para abajo”, le dije. La agarré a Mara de las mano y le dije que me acompañara a bailar abajo un rato. Fer vino también. Las dos me hacían el showcito.

Mara se vino por atrás y me bailaba apoyándome las tetas. Mara no me tocaba. Subía y bajaba meneándose, muy cerquita, siempre sin tocarme. Intenté acercarme, pero ella retrocedía. Me di la vuelta y agarrando de las manos a Fer bailé con ella dándole la espalda a Mara.

Fer era bastante trola y se me colgó del cuello, bailando cerquita. Mara vino de atrás y le agarro también. Era pura histeria pero los de al lado me miraban como diciendo “este pibe debe tener más billetera que Jacobo”.

Como a mi la que me gustaba más de las dos era Mara me di vuelta otra vez y le busqué. Le clavé los ojos y desvió la mirada. La agarré de la cintura y la traje hacia mi. Se movió más despacito ahora sí mirándome y me entrelazó con lo brazos. Me olvidé de Fer.

La traje todavía más cerca y sintió mi pija dura casi sobre su concha. Las tetas se clavaron en mi pecho y me las refregó un poquito mientras bailábamos. Me soltó y dijo: “vamos”. Lo seguí, no sin antes mirar para atrás. Fer no estaba más.

Nos fuimos para un costado. Otra vez se me colgó del cuello y me apoyó las tetas. Empezamos a tranzar. Yo la besé en el cuello y le mordí las orejas. Eso le encantó, y se calentó cada vez más gimiendo mientras me besaba, y yo metía mano para agarrarle ese culo hermoso.

No pude más y le dije “vamos para la casa”. “No, no puedo”. “Dale boluda, me calentaste toda la tarde hacete cargo”, dije mientras le seguía dando besos en el cuello. La apoye contra la pared haciéndole sentir mi pija que explotaba. “No me hagas eso que estoy recaliente”, me dijo. “Decime que no ahora..”, le contesté.

Ella comenzó a moverse contra mi pija y me acercó su boca a milímetros de la mía pidiendo que la besara. Lo hice. Y después insistí. “Dale vamos”. “Estoy re caliente, tengo unas ganas de coger increíbles”, me dijo. Yo me quedé duro. “Vamos entonces”. “No, irme así no me da”. No hubo caso.

Volvimos al vip. Juan estaba sentado con Nati y Fer. Como al rato Juan tiró: “Estás cansado no?”. Entendí el pie. “Si re, no doy mas”. “Querés que vayamos?”. “Cuando vos quieras”. “Ya se van?”, preguntó Mara. “Si, venís con nosotros”, preguntó Juan. “No, me quedo en lo de las chicas, te dije, voy a la tarde para allá”. Besitos a las tres y partimos para el otro boliche en busca de Vero y Maribel.

Entramos pero no las veíamos. El otro boliche es enorme, con parque, al final las vimos. A Vero la parlaban entre dos, y Maribel casi se comía a otro. Me quedé en el lugar pero Juan avanzó y las saludó a las dos. Yo lo seguí. Los dos que estaban con Vero rajaron pero Maribel siguió de parla con el otro. Me fui a buscar algo de tomar.

Cuando volví, Juan parlaba con las dos. Le pasé un trago a Maribel y el otro a Vero, que me lo agradeció con un beso. Debatimos cinco minutos a dónde la seguíamos. “Vengan a nuestro departamento si quieren”, dijo Vero. Allá fuimos.

Ya lo habíamos hablado con Juan de empezar al revés, yo con Vero y él con Maribel. Y me pereció bien. Yo me fui a la pieza y Juancho se comió a la otra en el sillón.

A diferencia de la noche anterior, Vero se mostró más suelta. Y no tuvo problemas en comerse mi pija como lo había hecho antes con Juan. No tengo idea de cuánto tiempo estuvo chupándome la verga, pero fue un pete espectacular.

Cada vez que se la tragaba, le entraba toda en la boca. Primero lo hizo despacio, pero después más fuerte. A los cinco minutos le pedí que para. “No te gusta?”. “Me encanta”, le contesté. “Que bueno, Mar me estuvo dando unos consejos”, Me encanto su sinceridad. Y que la chupara como una puta cuando era evidentemente más estrechita que la trola de la prima.

La puse en cuatro y la penetré por la conchita. Estuvo buenísimo. Yo variaba el ángulo de penetración todo el tiempo. Giraba las caderas, y le refregaba el clítoris con mi verga. A la guacha le encantó. Parecía que no iba a acabar nunca su orgasmo. Y una vez que estuvo bien mojada, le arrimé la chota a la entrada del culo.

Me tomé mi tiempo para metérsela por el orto. Aunque era bastante estrechito, no es que me costara mucho. Pero no quería que le doliera y pasara lo de la noche anterior que me había quedado a medias.

Con una mano le masajeaba las cachas y con la otra tomé su clítoris y se lo fui apretando, acariciando y frotando, mientras comenzaba a cogerle el culo. Se lo hice despacio, para poder disfrutarlo más, y se fue adaptando a mi pedazo.

Cuando mis bolas chocaron con sus pompis, se la dejé quieta y le trabajé fuerte su clítoris. Ella empezar a moverse respondiendo al estímulo, y yo inicié el metesaca en su culo. Iba de lo más profundo, hasta casi sacársela, dejando sólo la cabeza adentro. Le encantó y con la ayuda de la pajita que le estaba haciendo tuvo su orgasmo.

“Bien primita!!!”, festejó Maribel desde la puerta con aplausos. Ya los había visto a los dos pero Vero no. Giró la cabeza y largó una risa suspiro. “Viste boluda que te iba a gustar”. “Si, fue mejor porque estábamos solos”, dijo en tono de reproche, pero jodona. “Bueno, pero ahora que ya te hicieron el ablande podemos entrar no?”, dijo Juan con su tono de bestia. Igual lo rebanco.

Yo a todo esto seguía clavado en el culito de Vero, y aunque la erección había bajado, no del todo. Como soy un exhibicionista, y me debo a mi público, en este caso Juan y Maribel, la llevé a Vero a quedar onda cucharita sin sacársela y me la entré a coger otra vez.

A Maribel le encantó, y se subió a la cama. “Que bien que coges”, me dijo. “Querés ver ‘ como nos enfiestamos a tu primita?”, le pregunté. A la morbosa se le iluminaron los ojos. Vero se negó, pero con mi pija taladrándole el culo, no sonaba muy convincente.

Maribel le dio unos beso para convencerla y yo casi acabo. Sin dejarle pensar demasiado la giré un cacho más para que le quede arriba, de espaldas a mi, y Juan se vino, le agarró las piernas y levantándoselas, se la dejó ir por la concha.

La verdad es que era más incómodo que otra cosa, la que mejor lo pasaba era Maribel que no paraba de pajearse. Mi verga estaba casi doblada y sentía los roces del otro. “Cambiemos, che”, le dije. Apenas salí la agarré a Maribel y la puse en cuatro arriba de Vero.

Y se la clavé en el culo sin previa. Juan se la puso por la boca. “Uyy que buena boca que tenés putaaaaa!”, decía. “No seas boludo, aprovechá que la tenés a Vero abierta y probale el orto!”, le dije. “Esta boca me mata boludo!”, me contestó. “Deja que esa boca tiene ganas de chupar conchita, no bebé?!”, le dije a Maribel. Juan no lo podía creer, pero la pendeja dijo “siii!!”.

Maribel le agarró la piernas a Vero y le entró a comer la rajita y a lamerle despacito el clítoris. Vero gemía mal. “Aprovecha que la tenes servida”, le dije a Juan que le acomodó despacito la cabeza de la pija en el culo. Yo también iba lento para que Maribel pudiera comerle la conchita a Vero sin problemas.

Igual la calma duró poco y Juan entró a descocerle el culo a Vero. La pendeja gritaba mal y los dos lo disfrutábamos. Maribel entró a frotarle el clítoris en vez de chupar porque yo hacía lo mismo con su culo.

Con la diferencia que a ella le encantaba. “Ayyy hijodeputa que bien me hacés el orto, no sabés cómo te estoy acabando, tengó la concha hecha un charco”, me decía. Igual su paja esmerada al clítoris de Vero y la pija de Juan empezaron a hacer efecto y la de abajo también empezó a gemir.

-Ay Max, cómo me llenas. Dame fuerte, te quiero sentir toda…,- soltó Maribel.
-Te gusta putita como papi te rompe el culito?,- le pregunté.
-Si me gusta, me matas..
-Y vos Verito, la sentis bien?,- dijo Juan para no ser menos.
-Me está matando… me esta rompiendo el culo… aaahhhh…,- contestó Vero.
-Si putita, te estoy rompiendo bien el orto…., mandó Juan.
-Pará por favor…,- decía Vero. Pero Juancho no aflojó.
-Decile que pare… me lo esta destrozando… ayyyy… basta… así no…,- insistió Vero.

Pero ya faltaba poco. Nada. Con muy poca diferencia acabamos Juan y yo. La verdad que era tal el clima de calentura que no se quien primero. Los dos regamos el culito de las chicas, aunque el de Maribel no supo retener muy bien y dejó escapar un cachito de leche que fue a parar al pelo de Vero que nos puteó en todos los idiomas.

Eran como las nueve de la mañana cuando volvimos a la casa de Juan. Me bañé, me bajé como un litro de aguar porque me sentía deshidratado. Y hecho teta me fui para el cuarto de Mara y en calzones me acosté en su cama sin taparme, y con el aire acondicionado prendido me quede dormido.

El sueño fue reparador, y re-paradora fue la caricia que me despertó. Estaba de costado, muerto, y unas tetas se empezaron a frotar por mi espalda. Después sentí el aliento de una boca húmeda y los besos en la nuca y el cuello. Quería seguir durmiendo.

Pero mi pija ya estaba despierta (a la mañana y con la vejiga llena es así siempre, por suerte). Me giré y traté de abrir los ojos, pero parecía que tenía los párpados pegados. Vi sus ojos negros iluminados, su pelo oscuro y su sonrisa. Y a pesar del cansancio, yo también sonreí.

(CONTINUA…)

10 comentarios - La hermana de Juan 2

relatosunicos
Execelente relato man como tdoso lo que publicas... sos un grosso no me quedan palabras para alabar tus relatos... y con respecto al mio que dijiste que era corto te invito a pasar y leer la segunda part que ya la publique. Si fue me dio corto pero lo tuve que cprtar asi se entendia mas... te dejo mis ultimos puntos de hoy
justi98
Excelente..
+10
Queremos mas....
maguito
daaaale campeon!!que no se corte!!!metele enseguida te dejo 10 fenomenal! 😉
CAT2007
de los mejores escritores de poringa, excelente,+10
Alanq
Jejeje, se hace rogar más la historia que la hna de Juán me parece! 😀 😀
Antohott
SEGUILO, MUY BUENO!!

No entendí el comentario anterior, hay 2 formas de interpretarlo, espero que no sea la que pienso 🙄 🙄 🙄
korosu
¡compañero! ¡increíble! me los he ido leyendo todos, ha como tengo tiempo.. TODOS, loco jajaja ... esta segunda parte está muy buena, seguí así... me putea que yo escribo cuentos... pero esta clase de relatos no se me dan jajaja
tabi2771
👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 👏 🤤 🤤 🤤 🤤 🤤
🔥 🔥 🔥 🔥 Aguante la fiestas !!!!!!!!!!!!!jajajaaj 🔥 🔥 🔥 🔥 🔥 🔥 🔥 🔥