Desesperadamente buscando al Güero
Posted by fredhel on September 27, 2009
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David y Erika vivían juntos desde hace unos cuatro años, su vida sexual cada vez disminuía más y Erika no recordaba cuándo había sido su último orgasmo.
David trabajaba en una televisora, estaba en el equipo de producción de un reality show (de esos que por hacer pendejadas y filmar a 10 idiotas desquiciados por el encierro, dejan un chingo de varo, pero frien las neuronas de miles…) Para una de las dinámicas del programa, David tuvo que ir a una sex shop y comprar una muñeca inflable, misma que incluía un vibrador de hermoso y brillante color amarillo.
David se fue tempranito esa mañana a la producción, sacó de la caja a la mona inflable y se fue a iniciar otro más de sus interminables días.
Erika descansaba ese día de su chamba de enfermera, cuando se disponía a limpiar la casa a eso de la una de la tarde, encontró la caja de la mona vacía, pero con el dildo dentro y envuelto en plástico burbuja (no se fuera a romper el látex).
Ella los había visto en pelis y en revistas, pero jamás había tenido uno en sus manos y a su alcance, y sobre todo, gratis (financiado claro, por la televisora).
Buscó pilas por toda la casa, pero hasta la lámpara de emergencia ya las tenía oxidadas, hace años que no se les iba la luz, y menos les latía ya prender velas, su llama se había apagado… corrió a la tienda de Don Chato y le pidió un paquete… ¿De cuatro?, le preguntó el Don con peinado de queso oaxaca, “Mmm no de una vez deme con seis pilas”.
Corrió a casa y le puso las baterías al vibradorcito, que tenía, velocidades y movimientos giratorios además de los vibratorios… como era amarillo, decidió bautizarlo como “El güero”.
¡¡¡¡Mamma mía…!!!! dónde estuvo esto toda mi vida, se preguntaba de manera intermitente conforme disfrutaba el vaivén del aparato, y comenzaba a sentir despu es de años un orgasmo, se puso a pensar en el Dr. Ernesto de cardiología, que le encantaba por belludote y alto con loción cara, y en uno que otro camillero mamado de los que paseaban todo el día por los pasillos.
El quehacer tuvo que esperar, el perro se jodió y no pudo salir esa tarde, Erika se dio vuelo y despeinada recibió a David casi en la madrugada para hacerle sus respectivas quecas para cenar…
¿Qué hiciste todo el día?
– Nada, descansé…
– Chido, pues vamos a dormir.
Ya de sexo ni hablar, pero a Erika le valió madre, acababa de encontrar a su mejor amigo, a su alma gemela, a su querido güero, así es que nunca durmió tan bien como esa noche, y no sintió remordimiento de haberle sido infiel a David con un par de pilas alcalinas como aliciente.
Al otro día después de terminar su guardia regresó de prisa a casa, David llegaría en unas 5 horas más. A darle que es merengue, pero en esta ocasión se había comprado una porno pirata afuera del metro Centro Médico.
Prendió su aparato de DVD hecho en china y ¡en chinga! primero prendió un cigarrito, y comenzó a ver la peli, en toda su vida como enfermera no había sentido absolutamente nada más fuerte que lo que estaba viendo ahi, ni siquiera cuando un mocoso llegó con un clavo en la cabeza, o cuando una damita parió en la silla de ruedas del hospital, nada le habría sobresaltado tanto el corazón, hasta que vio esta peli, y sacó al güero para que le hiciera compañía.
Orgasmos más tarde… llegó David un poco más temprano, y debido a la dinámica de la mona inflable que grabaron y las viejas en bikini, el flaquito venía ganosón… Mientras Eri le hacía sus quecas de harina… David comenzó a besarle el cuello y a apretar su trasero y sus senos… Erika, lo detuvo en el momento… “Tengo hueva, ya me quiero dormir, mañana entro tempranito…”
“¿¿¿¿Hueva???? pero si hace meses que no lo hacemos, ya ni recuerdo lo que es un wawis, no seas gacha KA!
“Wey, nel, tu nomás te vienes y ni me esperas, si vamos a coger, pues mínimo ocúpate de que me venga, che egoísta”
David, no tuvo otra que comerse sus quecas e ir a dormir, como todas las noches, espalda con espalda.
Al otro día, Erika se fue a las 6 de la mañana. David se paró a las 8 por un café, mientras buscaba sus pantuflas de garrita debajo de la cama, se encontró al güero, delicadamente guardado en un saquito de terciopelo morado…
“Che vieja, ahora caigo, y dónde lo fue a encontrar”.
Como buen macho mexicano, se ardió tanto (no mamen ¿de un piche pedazo de latex con pilas?) y se puso tan celoso que lo escondió. “O me coge a mi, o nada”
Erika llegó a las 7 de la noche, se había comprado otra peli, y ya le andaba por iniciar su sesión de nochecita con el güero, desde que inició dicha relación, sus noches y sus días eran otra cosa, hasta les recomendó a sus cuatas enfermeras el remedio pal estrés.
Ya todo listo… pero cuando se asomó bajo la cama, y no lo encontró, poco le faltó para que le diera un ataque de pánico como el de la señora López de la cama 26, quien encontró a su hijo gay con su amiguito de la secu fajando en la sala, y llegó a la clínica con conato de infarto… pero bueno esa es otra historia…
Total, se volvió loca buscando y nada, era tal su desesperación que le marcó al culero de David a su nextel… El ingrato estaba en una junta de producción, cuando…
Trit, Trit… El altavoz habló…
“Dónde está el güero, ¡¡¡¡no seas ojete dime!!!!”
Todos guardaron silencio en la junta mientras David se ponía de todos colores como la bandera gay (volviendo al colapso de la ñora).
“De qué me hablas, estoy en junta…”
Trit, Trit
¡No te hagas, yo se que tu lo tienes, dónde chingaos está!
“MMM luego te marco, estoy en junta”
Apagando el radio… todos sus colegas preguntaron… ¿Quién es ese pendejo del güero?
“MMM nada, creo que se nos perdió el perro o algo asi…” Crit Crit. Crit Crit
Erika se encabronó tanto que agarró las tijeras y le recortó a David un par de sus corbatas favoritas…
¡Pinche culero, encima que me malcoge, me esconde a mi güero! BUAAAHHH!
Del encabrone, Erika se quedó dormida con la tele prendida, no quiso ni darle play a la porno, pues ya sin si güero, nada sería igual…
A la 1am llegó David, sabía que se olvidaba de cenar quecas esa noche, pero iba dispuesto a reconquistar a Erika en la cama…
Así es que quedito, se quitó la ropa y sacó al güero del escondite y le puso play a la peli pornis… agarró a Erika dormida y comenzó a pasarle la maquinita por la cara, el cuello, el pecho, la pancita, y la V chica… Erika se despertó, escuchando el dulce sonido del güero, que era como un gato ronrroneando en su oído y por eso no se encabronó más… David tomó las corbatas rotas del piso y ató a Erika desnuda a la cabecera, y el güero continuó con su chamba… pero esta vez en manos de David.
Cuando el güero terminó, David continuó, cuando David terminó, el güero le siguió, hasta que las pilas se descargaron.
Fue sin duda la mejor noche de los dos, digo de los tres…
Finalmente, no tuvo que haber otro hombre para abrirle los ojos a David, y las piernas a Erika, un aparato se convirtió en la felicidad de esta pareja promedio, en esta gran urbe.
Fuente: http://publimetroblogs.com/sex_and_df/
Posted by fredhel on September 27, 2009
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David y Erika vivían juntos desde hace unos cuatro años, su vida sexual cada vez disminuía más y Erika no recordaba cuándo había sido su último orgasmo.
David trabajaba en una televisora, estaba en el equipo de producción de un reality show (de esos que por hacer pendejadas y filmar a 10 idiotas desquiciados por el encierro, dejan un chingo de varo, pero frien las neuronas de miles…) Para una de las dinámicas del programa, David tuvo que ir a una sex shop y comprar una muñeca inflable, misma que incluía un vibrador de hermoso y brillante color amarillo.
David se fue tempranito esa mañana a la producción, sacó de la caja a la mona inflable y se fue a iniciar otro más de sus interminables días.
Erika descansaba ese día de su chamba de enfermera, cuando se disponía a limpiar la casa a eso de la una de la tarde, encontró la caja de la mona vacía, pero con el dildo dentro y envuelto en plástico burbuja (no se fuera a romper el látex).
Ella los había visto en pelis y en revistas, pero jamás había tenido uno en sus manos y a su alcance, y sobre todo, gratis (financiado claro, por la televisora).
Buscó pilas por toda la casa, pero hasta la lámpara de emergencia ya las tenía oxidadas, hace años que no se les iba la luz, y menos les latía ya prender velas, su llama se había apagado… corrió a la tienda de Don Chato y le pidió un paquete… ¿De cuatro?, le preguntó el Don con peinado de queso oaxaca, “Mmm no de una vez deme con seis pilas”.
Corrió a casa y le puso las baterías al vibradorcito, que tenía, velocidades y movimientos giratorios además de los vibratorios… como era amarillo, decidió bautizarlo como “El güero”.
¡¡¡¡Mamma mía…!!!! dónde estuvo esto toda mi vida, se preguntaba de manera intermitente conforme disfrutaba el vaivén del aparato, y comenzaba a sentir despu es de años un orgasmo, se puso a pensar en el Dr. Ernesto de cardiología, que le encantaba por belludote y alto con loción cara, y en uno que otro camillero mamado de los que paseaban todo el día por los pasillos.
El quehacer tuvo que esperar, el perro se jodió y no pudo salir esa tarde, Erika se dio vuelo y despeinada recibió a David casi en la madrugada para hacerle sus respectivas quecas para cenar…
¿Qué hiciste todo el día?
– Nada, descansé…
– Chido, pues vamos a dormir.
Ya de sexo ni hablar, pero a Erika le valió madre, acababa de encontrar a su mejor amigo, a su alma gemela, a su querido güero, así es que nunca durmió tan bien como esa noche, y no sintió remordimiento de haberle sido infiel a David con un par de pilas alcalinas como aliciente.
Al otro día después de terminar su guardia regresó de prisa a casa, David llegaría en unas 5 horas más. A darle que es merengue, pero en esta ocasión se había comprado una porno pirata afuera del metro Centro Médico.
Prendió su aparato de DVD hecho en china y ¡en chinga! primero prendió un cigarrito, y comenzó a ver la peli, en toda su vida como enfermera no había sentido absolutamente nada más fuerte que lo que estaba viendo ahi, ni siquiera cuando un mocoso llegó con un clavo en la cabeza, o cuando una damita parió en la silla de ruedas del hospital, nada le habría sobresaltado tanto el corazón, hasta que vio esta peli, y sacó al güero para que le hiciera compañía.
Orgasmos más tarde… llegó David un poco más temprano, y debido a la dinámica de la mona inflable que grabaron y las viejas en bikini, el flaquito venía ganosón… Mientras Eri le hacía sus quecas de harina… David comenzó a besarle el cuello y a apretar su trasero y sus senos… Erika, lo detuvo en el momento… “Tengo hueva, ya me quiero dormir, mañana entro tempranito…”
“¿¿¿¿Hueva???? pero si hace meses que no lo hacemos, ya ni recuerdo lo que es un wawis, no seas gacha KA!
“Wey, nel, tu nomás te vienes y ni me esperas, si vamos a coger, pues mínimo ocúpate de que me venga, che egoísta”
David, no tuvo otra que comerse sus quecas e ir a dormir, como todas las noches, espalda con espalda.
Al otro día, Erika se fue a las 6 de la mañana. David se paró a las 8 por un café, mientras buscaba sus pantuflas de garrita debajo de la cama, se encontró al güero, delicadamente guardado en un saquito de terciopelo morado…
“Che vieja, ahora caigo, y dónde lo fue a encontrar”.
Como buen macho mexicano, se ardió tanto (no mamen ¿de un piche pedazo de latex con pilas?) y se puso tan celoso que lo escondió. “O me coge a mi, o nada”
Erika llegó a las 7 de la noche, se había comprado otra peli, y ya le andaba por iniciar su sesión de nochecita con el güero, desde que inició dicha relación, sus noches y sus días eran otra cosa, hasta les recomendó a sus cuatas enfermeras el remedio pal estrés.
Ya todo listo… pero cuando se asomó bajo la cama, y no lo encontró, poco le faltó para que le diera un ataque de pánico como el de la señora López de la cama 26, quien encontró a su hijo gay con su amiguito de la secu fajando en la sala, y llegó a la clínica con conato de infarto… pero bueno esa es otra historia…
Total, se volvió loca buscando y nada, era tal su desesperación que le marcó al culero de David a su nextel… El ingrato estaba en una junta de producción, cuando…
Trit, Trit… El altavoz habló…
“Dónde está el güero, ¡¡¡¡no seas ojete dime!!!!”
Todos guardaron silencio en la junta mientras David se ponía de todos colores como la bandera gay (volviendo al colapso de la ñora).
“De qué me hablas, estoy en junta…”
Trit, Trit
¡No te hagas, yo se que tu lo tienes, dónde chingaos está!
“MMM luego te marco, estoy en junta”
Apagando el radio… todos sus colegas preguntaron… ¿Quién es ese pendejo del güero?
“MMM nada, creo que se nos perdió el perro o algo asi…” Crit Crit. Crit Crit
Erika se encabronó tanto que agarró las tijeras y le recortó a David un par de sus corbatas favoritas…
¡Pinche culero, encima que me malcoge, me esconde a mi güero! BUAAAHHH!
Del encabrone, Erika se quedó dormida con la tele prendida, no quiso ni darle play a la porno, pues ya sin si güero, nada sería igual…
A la 1am llegó David, sabía que se olvidaba de cenar quecas esa noche, pero iba dispuesto a reconquistar a Erika en la cama…
Así es que quedito, se quitó la ropa y sacó al güero del escondite y le puso play a la peli pornis… agarró a Erika dormida y comenzó a pasarle la maquinita por la cara, el cuello, el pecho, la pancita, y la V chica… Erika se despertó, escuchando el dulce sonido del güero, que era como un gato ronrroneando en su oído y por eso no se encabronó más… David tomó las corbatas rotas del piso y ató a Erika desnuda a la cabecera, y el güero continuó con su chamba… pero esta vez en manos de David.
Cuando el güero terminó, David continuó, cuando David terminó, el güero le siguió, hasta que las pilas se descargaron.
Fue sin duda la mejor noche de los dos, digo de los tres…
Finalmente, no tuvo que haber otro hombre para abrirle los ojos a David, y las piernas a Erika, un aparato se convirtió en la felicidad de esta pareja promedio, en esta gran urbe.
Fuente: http://publimetroblogs.com/sex_and_df/
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