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hagamoslo antes de las 6

Simplemente eran dos miradas que se decian algo sin usar palabras. Una sensación abstracta y difícil de describir. Eran los de ella abiertos y expresivos. Reflejaban el ímpetu y la osadía. Los de él vagaban y recorrían sin dejar de mirarla a los ojos. No tenía que recorrer su cuerpo para estar seguro de la intensa feminidad que éste emanaba. ¡Claro! ¿Para qué decir? ¿Para qué pensar?
La mirada tierna de ella provocaba desear, tocar, acariciar, besar, arañar, morder. Abrazar, apretar y no soltar por un instante… permite que ella sienta ese calor honesto y humano. Que se sienta segura, apreciada y mujer. Ella lo necesita.

Dos figuras delineadas en el clarobscuro de la noche. Una combinación de emociones unica. Él la mira de nuevo a los ojos y ella sonrie tranquila. El tiempo esta quieto… en el limbo, y por eso él disfruta cada instante como una eternidad que le llena… que le satisface. Con sus manos, dibuja la fina espalda que tiene para sí; recorre con la yema de sus dedos cada centímetro, expresando sin hablar, deseando sin aún gemir. Ella se siente segura en sus brazos… “¿Qué hay que temer si todavía no son las 6:00am?” Los dos cierran sus ojos y encuentran sus labios pero no se besan; dejan pasar el aire en medio y se quedan quietos para sentir cómo el otro acumula deseos.

De pronto, él la toma con fuerza y delicadeza. La acaricia y dibuja el rostro y le pide que abra sus ojos. Mira profundo en ellos por un instante que precede al beso mas apasionado que él pueda dar. Ella responde. Los dos sienten como cada milímetro de sus labios se llena de lujuria. Sus lenguas juguetean y llegan los mordiscos cargados de deseo. Luego, el dibuja su cuello mientras desliza sus dedos por él hasta encontrar la blusa. Con sus manos siente como sus senos perfectos permiten entregar más pasión a los besos que le da. Él para por un momento y al oído le dice: “Ummmm.” Con un gemido le demuestra que las 6:00am no existen y por ello ni le preocupan.

La blusa se va y su compañera fiel con ella. Él la sigue besando pero sabe que la perdición está cerca. Entonces, permite que sus dedos se pierdan en el calor de su cuerpo. De sus pezones suaves y tibios. Él los pellizca mientras le muerde los labios. Ella se estremece pero deja que las cosas sigan su rumbo porque está tranquila. Luego él recorre el camino de sus labios a sus pechos esta vez con la comisura de su boca. Sus labios son sus ojos y están atentos de cómo cada poro respira mujer. La recuesta contra la pared testiga de los hechos. Cuando llega a sus pezones, los moja con su lengua y dibuja circulos de placer en sus senos. Asimismo, sus dedos recorren los labios de ella, quien a su vez los besa. Luego él dibuja su torso, como dibujando una guitarra, para llegar a sus caderas a las cuales agarra con una fuerza carnal. En ese instante sus miradas se funden de nuevo pero ninguna palabra se pronuncia. Sin embargo, ella nota como la pasión que él emana ha llegado a un tope muy alto y sin ella terminar este pensamiento él la toma de las piernas y la carga. Los dos se besan apasionadamente mientras él la posa en la cama. Allí empieza a besar y acariciar cada espacio de ese cuerpo hermoso del cual tiene la oportunidad unica de beber. De beber cuanto él quiera antes de las 6:00am.

Mientras él se place de su cuerpo, ella le toma de los cabellos a medida que forcejea con las sensaciones que le recorren… “parecen nuevas y son extrañas” piensa. Él desabotona su pantalón y se encuentra con la fina tela que esconde sensualmente a los labios verticales. Él se acerca y deja pasar aire tibio de su boca sobre ese punto de Goce. Mientras la besa en su estómago, él lo araña, comunicándole las sensaciones por las que él también está pasando. Luego, la tanga se desliza suavemente por sus piernas mientras él contempla el fruto prohibido, pero del que quiere probar incluso estando seguro de su propia perdición. Los labios horizontales de él remojan los verticales de ella. Ella se estremece y empieza a emitir dulces gemidos, tan tiernos pero tan cargados de lujuria que encienden aun más a él. Ahora él lame más rapido, más rapido, ¡MAS RAPIDO! Se siente como un corrientazo recorre todo el cuerpo de ella… ¡Silencio! Hay tiempo. Todavía no son las 6:00am.

Él se recuesta invitándola a que lo desvista. Ella lo hace mientras observa como la respiración de él le demuestra que la quiere como mujer, que la respeta y que la aprecia de pies a cabeza. Cuando su miembro queda expuesto, ella se posa encima de la boca de él, presentándole su feminidad máxima. El placer es mutuo y bastante generoso porque estaba acumulado… celosamente guardado. Los dos cuerpos brillantes de sudor se reconocen y se entregan totalmente. Con sus labios, ella acaricia su pene, lo envuelve en su lengua, inquieta, tibia y refrescante. Chupa y deja que el chupe sus labios verticales. Gime y lo escucha gemir. Sin palabras se dicen tantas cosas. Él es inquieto y no deja de acariciar sus senos mientras le da placer labial. Siente sus pezones endurecidos y más se endurece él a su vez. Ella siente el corrientazo aquel que recorre su cuerpo… descansa. Él está a punto de morir un millón de veces pero ¡ella lo venció y lo hizo primero! Tanto que ha pasado y aun no son las 6:00am.

Él la invita con la mirada a que pose su feminidad máxima sobre su pene. Ella lo hace lentamente mientras él observa su espalda, bañada en sudor pero hermosa por el reflejo de la luna que entra por la ventana. Mientras ella controla como se penetra a simisma, él le acaricia y araña la espalda. Ella gime y se toca los senos. Sus ojos cerrados contemplan sensaciones, emociones y sentimientos. Él se levanta y la abraza fuertemente mientras ella posa su mano sobre el cuello de él. Los dos son uno, por un instante pero un todo. “Mirame” dice él y le besa apasionadamente mientras la penetra, deja de penetrar y la besa, deja de besar y abre sus ojos, la contempla en placer mientras la penetra. Un brazo de él siente sus senos, el otro recorre sus piernas para luego posarse sobre su vagina, mojada y tibia. La acaricia con sus dedos ya muy húmedos de tanto erotismo. Luego toma su dedo indice y lo chupa al momento que ella mira esto suceder. Luego, él baja de nuevo y lo moja en el tibio néctar vaginal para luego presentárselo a ella… “Esta es mi sexualidad, mi placer concreto, mi feminidad extrema.” ¡Que maravilla! El tiempo sigue quieto. Las 6:00am y la realidad que trae consigo no quieren llegar.

En medio de tanto calor, él termina en aquel salvavidas creado por el humano y los dos seres, exhaustos del encuentro, se tienden en la cama. Él no piensa ni un segundo para abrazarla tiernamente y acariciarla tranquilamente. Ella recorre sus brazos y los acaricia también, sabiendo que le protegen y le aman de la manera más extraña que ella conozca. Se miran, como esperando quién rompe el silencio y él, en su naturaleza un poco retórica le dice:
“Te lo dije una vez y te lo repito. Siempre estaré ahí. Algunas veces más distante pero siempre ahí. Las eternidades que acabo de vivir siempre serán un tesoro que guardaré celosamente.”
Ella lo mira a los ojos y le da uno de esos besos de milésimas de segundos que a él tanto le encantan cuando suceden. Sin decirle nada, le hace entender que se siente apreciada y hasta amada –de nuevo, de una extraña manera– en todo su ser. Y cuando esta a punto de decir algo………………………… RINGGGGGGG!!!!
Son las 6:00am. Él se despierta, se levanta de su cama y se prepara para ir a la universidad.

3 comentarios - hagamoslo antes de las 6

putita_linda
muy bueno, si pudiera te daria puntos... me moje toda con la historia... besitos...
ReneLeXXX
hagamoslo antes de las 6 😉 😉 😉 😉 😉 😉 😉 😉 😉 😉
shad_t
Wow que buen relato! una historia genialmente narrada, sos un groso, es la primera vez q leo un relato y no me exita asi como un salvaje, me dan ganas de hacerle el amor a mi novia de una manera tierna. sos un genio, si tuviese te daria puntos sos un groso! si queres pasate por mis relatos!