Así me lo contó ella y así se los cuento yo...
Cuando era adolescente me surgieron esas ideas extrañas. Estaba muy confundida y no quería aceptar que me atraían las mujeres y no los hombres.
Dentro de ese estado de confusión cometí el error de buscar y entregarme al chico más popular del grupo de la escuela, pensando que así perdería esas "ideas raras".
Pues nada, fue una experiencia de lo más desagradable, no entraré en detalles, pues no es el caso, pero salí muy lastimada física y moralmente. Total que el efecto fue contrario a lo que esperaba.
Entonces comencé a fijarme más en una chica que me atraía desde antes, pero no había querido pensar mucho en ello. Con la mala experiencia tenida y mi mente fija en esa chica terminé enamoradísima de ella, pero nunca le hablé de lo que sentía, vamos, ni siquiera llegamos a ser buenas amigas.
Para el siguiente curso entró a la escuela una chica canadiense, rubia, con un cuerpo precioso. Por coincidencia, su primer día de clases se sentó en una banca junto a mí, me la pasé mirando sus piernas, pues llevaba una mini. Ella lo debe haber notado, nunca hablamos de eso, pero cuando salimos a un descanso se me acercó y me habló, conversando llegamos a la cafetería y total que el hielo se rompió, entonces yo era muy introvertida, consecuencia de los problemas que enfrentaba conmgo misma, sin embargo me sentí muy agusto con ella.
Me dijo que por qué no llevábamos nuestro lunch y nos sentábamos en los jardines afuera de la cafetería para tomarlo con más tranquilidad, porque allí había mucho ruido y a ella le molestaba mucho el ruido excesivo. Me gustó la idea y salimos, yo buscaba la sombra de algún árbol para sentarnos a tomar los alimentos, pues había muchos estudiantes afuera.
Cuando encontré un sitio nos dirigimos allá, pero a Jenna, así se llama, no le gustó y señaló otro sitio alejado de todos, me pareció raro, pero no le di mayor importancia.
Al llegar me sugirió que mejor fuéramos atrás del gimnasio, que allí se veía más agradable la sombra... Bueno, en ese momento sí me pareció extraño y dudé, pero ella comenzó a caminar sin más y yo la seguí. Cuando paró le dije ¿no está muy solitario este lugar? Me respondió, que así era mejor.
Dejó sus alimentos junto a una jardinera y tomó los míos que dejó en el mismo lugar. Se me quedó mirando a los ojos y yo sentí hormigueo por todo el cuerpo, pues enseguida comprendí lo que quería. Entré en un estado de conflicto interno, en un sí o no que debería decidir enseguida... Fueron sus labios al contacto con los míos lo que me sacó de mi turbación, ya no había nada que decidir, ya había decidido Jenna, pensé.
Me tomó por la cintura para acercarme a ella y fue subiendo sus manos hasta llegar a mis pechos, recuerdo muy bien esas primeras sensciones de contacto lésbico, jamás las olvidaré.
Luego de un largo beso comenzó a abrir los botones de mi blusa, hasta ese momento yo sólo me dejaba hacer, pero entonces acerqué mis manos a sus pechos y sentí algo tan maravillos que rompió toda resistencia que pudiera haber quedado en mí.
Terminó de abrir mi blusa y sacó mi sostén, entonces pensé que alguien nos podía ver, pero ella no se distrajo, sólo me indicó que nos acostáramos tras la jardinera y así lo hicimos, Jenna me bajó el pantalón y la tanga, comenzó a hacerme el sexo oral, yo reprimía los gemidos que brotaban expontáneos y mis manos, como algo automático fueron en busca de sus senos, los saqué y los acariciaba, me asombraba la dureza de sus pezones. Los acercó a mi boca sin dejar de acariciarme la vagina.
Así se fueron dando las cosas y surgió en mí el deseo de hacerle también el sexo oral, ella misma se quitó la falda y yo le ayudé con la tanga, contemplarla desnuda acabó de encenderme y sin más llevé mi boca a su vagina. No sabía qué hacer ni cómo hacerlo y sólo trataba de imitar lo que ella había hecho conmigo, Jenna comenzó a dar indicaciones y la notaba cómo se estremecía, comenzó a gemir sin reprimer sus gemidos, como yo lo hacía y me dio miedo que nos pudiera escuchar.
Así estuvimos hasta quedar exhaustas abrazadas, una junto a la otra, No sé cuanto tiempo pasamos así, pero nos alertó la chicharra que marcaba el fin del descanso, entonces nos levantamos como resorte, más yo que ella, y nos vestimos rápidamente.
Jenna tenía otra clase, pero se fue conmigo con el pretexto de conocer la clase a la que yo iba, pues siendo una materia opcional no sabía si la tomarla o no. Como fuimos las últimas en llegar al salón sólo había dos bancas libres hasta atrás, Jenna se sentó en la posterior, yo quedé delante de ella y toda la clase estuvo acariciandome el cuello de manera discreta, alisándome el cabello...
En fin, que para el final de la clase ya estaba excitada otra vez. Al término de las clases la mamá de Jenna llegó por ella y Janna me invitó a ir a su casa, me dijo discretamente, tenemos que terminar lo que comenzamos, yo acepté, pero cuando su mamá supo que iría yo, dijo que no podría ser, pues tenían una cita con otras personas y regresarían tarde, que tendríamos que dejar la visita para otro día.
Y tuve que esperar tres dias para terminar lo que habíamos comenzado, ha sido la espera más larga de mi vida... Después sostuvimos relaciones esporádicas por seis meses, pero un día me anunció que su familia regresaría a Canadá, Fue terrible para mí, por un tiempo nos hablamos por teléfono, nos escribíamos cartas. Entonces las pc's y el internet no eran lo comunes que ahora son. Sobre todo para mí, pues era de familia de pocos recursos económicos.
Hice planes para ir a visitarla, pero el pasaje era muy caro para mí y así, entre el tiempo y la distancia fueron enfriando esa relación. Lo último que supe de Jenna fue que su familia había ido a radicar a Londres, pues su padre era diplomático. Nunca supe más de ella.
Cuando era adolescente me surgieron esas ideas extrañas. Estaba muy confundida y no quería aceptar que me atraían las mujeres y no los hombres.
Dentro de ese estado de confusión cometí el error de buscar y entregarme al chico más popular del grupo de la escuela, pensando que así perdería esas "ideas raras".
Pues nada, fue una experiencia de lo más desagradable, no entraré en detalles, pues no es el caso, pero salí muy lastimada física y moralmente. Total que el efecto fue contrario a lo que esperaba.
Entonces comencé a fijarme más en una chica que me atraía desde antes, pero no había querido pensar mucho en ello. Con la mala experiencia tenida y mi mente fija en esa chica terminé enamoradísima de ella, pero nunca le hablé de lo que sentía, vamos, ni siquiera llegamos a ser buenas amigas.
Para el siguiente curso entró a la escuela una chica canadiense, rubia, con un cuerpo precioso. Por coincidencia, su primer día de clases se sentó en una banca junto a mí, me la pasé mirando sus piernas, pues llevaba una mini. Ella lo debe haber notado, nunca hablamos de eso, pero cuando salimos a un descanso se me acercó y me habló, conversando llegamos a la cafetería y total que el hielo se rompió, entonces yo era muy introvertida, consecuencia de los problemas que enfrentaba conmgo misma, sin embargo me sentí muy agusto con ella.
Me dijo que por qué no llevábamos nuestro lunch y nos sentábamos en los jardines afuera de la cafetería para tomarlo con más tranquilidad, porque allí había mucho ruido y a ella le molestaba mucho el ruido excesivo. Me gustó la idea y salimos, yo buscaba la sombra de algún árbol para sentarnos a tomar los alimentos, pues había muchos estudiantes afuera.
Cuando encontré un sitio nos dirigimos allá, pero a Jenna, así se llama, no le gustó y señaló otro sitio alejado de todos, me pareció raro, pero no le di mayor importancia.
Al llegar me sugirió que mejor fuéramos atrás del gimnasio, que allí se veía más agradable la sombra... Bueno, en ese momento sí me pareció extraño y dudé, pero ella comenzó a caminar sin más y yo la seguí. Cuando paró le dije ¿no está muy solitario este lugar? Me respondió, que así era mejor.
Dejó sus alimentos junto a una jardinera y tomó los míos que dejó en el mismo lugar. Se me quedó mirando a los ojos y yo sentí hormigueo por todo el cuerpo, pues enseguida comprendí lo que quería. Entré en un estado de conflicto interno, en un sí o no que debería decidir enseguida... Fueron sus labios al contacto con los míos lo que me sacó de mi turbación, ya no había nada que decidir, ya había decidido Jenna, pensé.
Me tomó por la cintura para acercarme a ella y fue subiendo sus manos hasta llegar a mis pechos, recuerdo muy bien esas primeras sensciones de contacto lésbico, jamás las olvidaré.
Luego de un largo beso comenzó a abrir los botones de mi blusa, hasta ese momento yo sólo me dejaba hacer, pero entonces acerqué mis manos a sus pechos y sentí algo tan maravillos que rompió toda resistencia que pudiera haber quedado en mí.
Terminó de abrir mi blusa y sacó mi sostén, entonces pensé que alguien nos podía ver, pero ella no se distrajo, sólo me indicó que nos acostáramos tras la jardinera y así lo hicimos, Jenna me bajó el pantalón y la tanga, comenzó a hacerme el sexo oral, yo reprimía los gemidos que brotaban expontáneos y mis manos, como algo automático fueron en busca de sus senos, los saqué y los acariciaba, me asombraba la dureza de sus pezones. Los acercó a mi boca sin dejar de acariciarme la vagina.
Así se fueron dando las cosas y surgió en mí el deseo de hacerle también el sexo oral, ella misma se quitó la falda y yo le ayudé con la tanga, contemplarla desnuda acabó de encenderme y sin más llevé mi boca a su vagina. No sabía qué hacer ni cómo hacerlo y sólo trataba de imitar lo que ella había hecho conmigo, Jenna comenzó a dar indicaciones y la notaba cómo se estremecía, comenzó a gemir sin reprimer sus gemidos, como yo lo hacía y me dio miedo que nos pudiera escuchar.
Así estuvimos hasta quedar exhaustas abrazadas, una junto a la otra, No sé cuanto tiempo pasamos así, pero nos alertó la chicharra que marcaba el fin del descanso, entonces nos levantamos como resorte, más yo que ella, y nos vestimos rápidamente.
Jenna tenía otra clase, pero se fue conmigo con el pretexto de conocer la clase a la que yo iba, pues siendo una materia opcional no sabía si la tomarla o no. Como fuimos las últimas en llegar al salón sólo había dos bancas libres hasta atrás, Jenna se sentó en la posterior, yo quedé delante de ella y toda la clase estuvo acariciandome el cuello de manera discreta, alisándome el cabello...
En fin, que para el final de la clase ya estaba excitada otra vez. Al término de las clases la mamá de Jenna llegó por ella y Janna me invitó a ir a su casa, me dijo discretamente, tenemos que terminar lo que comenzamos, yo acepté, pero cuando su mamá supo que iría yo, dijo que no podría ser, pues tenían una cita con otras personas y regresarían tarde, que tendríamos que dejar la visita para otro día.
Y tuve que esperar tres dias para terminar lo que habíamos comenzado, ha sido la espera más larga de mi vida... Después sostuvimos relaciones esporádicas por seis meses, pero un día me anunció que su familia regresaría a Canadá, Fue terrible para mí, por un tiempo nos hablamos por teléfono, nos escribíamos cartas. Entonces las pc's y el internet no eran lo comunes que ahora son. Sobre todo para mí, pues era de familia de pocos recursos económicos.
Hice planes para ir a visitarla, pero el pasaje era muy caro para mí y así, entre el tiempo y la distancia fueron enfriando esa relación. Lo último que supe de Jenna fue que su familia había ido a radicar a Londres, pues su padre era diplomático. Nunca supe más de ella.
3 comentarios - Su primera experiencia maravillosa