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Adicta al semen

Hola, mi nombre es Laura y tengo 20 años de edad. Vivo en provincia y después de meditarlo mucho tiempo he decidido contar mi más perversa experiencia sexual:

Amo a mí papa, es un tipo bastante simpático y divertido, en pocas palabras es un gran padre. Pero de un segundo a otro deje de verlo como un padre, es decir, dejó de ser mi padre y se convirtió en un hombre para mis ojos. Un hombre el cual yo sabía que se masturbaba a diario por las mañanas, las tardes y las noches. Y siempre lo hacía en el mismo lugar: en el baño.


Desde que lo sorprendí masturbándose, tengo un misterio por resolver; que sabor tiene de la enorme cantidad de chorros de semen fresco que lanza cuando se masturba?


Siempre aprovechaba sus distracciones y faltas de cuidado y fue así como comencé a espiarlo cuando estaba en el baño y se sentía seguro de que nadie lo observaba- ya sea porque yo estaba dormida o porque yo no estaba en casa o cualquier situación semejante- Cuando lo veía me encontraba con su figura de pie frente al retrete y sin moverse; claro, con excepción de su mano la cual se movía rápidamente de atrás hacia delante.


La primera vez que vi su pene me pareció muy grande; más grande de lo que me hubiera imaginado. Los ojos de mi padre por lo general permanecían cerrados cuando se masturbaba. Gemía discretamente y murmuraba palabras in entendibles desde donde yo estaba.


De las pocas frases que llegué a entender fueron:


-Sii… chúpamela… chúpamela así… quiero que pruebes toda mi leche. Me encantan tanto tus tetas… siempre he soñado con ellas. Quiero venirme sobre tus tetitas… hmm


Por lo general yo terminaba súper excitada sintiendo como mis pezones se endurecían y sentía riquísimas sensaciones en mi conchita que se humedecía y me punzaba mientras mi cuerpo permanecía inmóvil viendo como mi padre se masturbaba.


Lo que más me asombró de todo fue la enorme cantidad de chorros de líquido semi transparente que su pene lanzaba. Por lo general siempre lo hacía acompañado de un enorme gemido de placer que hacía vibrar las paredes del baño y todo mi ser. Era como el indicador de que yo debía irme inmediatamente a mi cuarto y así lo hacía para que no me descubriera espiándolo.


Su pene, a pesar de que sabía que eral algo prohibido y malo de pensar, siempre me pareció que era lo más sexy y caliente que había visto en toda mi vida. Al menos era lo que me decía mi cuerpo tembloroso y ansioso de experimentar cualquier relación sexual; y créanme, el cuerpo no miente.


Fue así como guiada por la curiosidad, con el paso de los días, con las visitas diarias a las páginas porno y con las continuas pláticas entre amigas, aprendí a masturbarme. Así cada vez que mi padre terminaba de masturbarse y se daba una ducha, yo, en la privacidad de mi cuarto me masturbaba pensando en su rico pene.


Casi siempre llegaba al orgasmo al mismo tiempo que mi padre salía de ducharse. Fue así que animada por una de mis amigas, quien me confesó que su hermano solía dejar en la pared del baño residuos de semen cada vez que se masturbaba, fui a ver si ocurría lo mismo con mi padre.


Al llegar al baño lo primero que hice fue cerrar la puerta con cerrojo.- Claro, no quería que me fuera a sorprender buscando su semen.- Luego examine a detalle las paredes del baño. Parecía estar todo en completa normalidad. -Tal vez mi padre si es cuidadoso y no es como el hermano de mi amiga.-pensé pero justo cuando estaba por retirarme, justo ahí, muy cerca del lavamanos, estaba lo que parecía ser una pequeña porción de esperma! Bingo!-me dije a mí misma y de inmediato me vino a la mente un pensamiento bastante tentador e inquietante.


Llevada por la tentación, terminé sucumbiendo a los deseos de mi cuerpo y, estirando mi mano, tome la pequeña porción de semen que escurría por la pared. Era muy pegajoso, parecía pegarse a mi piel.


Sin limpiarlo de mi mano me lo lleve a mi cuarto, me recosté en la cama y examiné cuidadosamente el semen de papá. Finalmente hice lo inimaginable; lo probé! Con un dedo tome un poco y lo lleve hasta mi boca saboreándolo lentamente. Lo primero que me impactó fue su olor. Era un olor fuerte y penetrante pero su sabor era delicioso; salado pero a la vez dulce. Punzante y poderoso.


Se sintió mal pero a la vez muy bien haber probado el semen de papá, tanto así que terminé comiéndome todo el semen de mi mano, dejándolo un poco de tiempo en mi boca para degustarlo completamente.


Esa noche no pude dormir pensando en el rico sabor del semen de mi padre. Sabía que estaba mal pero por dios que me había gustado muchísimo su sabor. Nunca antes había probado algo igual y tal vez el saber que se trataba del semen que expulsaba aquella bonita y excitante verga, con la que tanto me obsesionaba, lo hacía más atractivo.


La mañana siguiente cuando me desperté sabía que no sería suficiente. Quería probarlo de nuevo. Los días siguientes me masturbé varias veces al día. Pasé las siguientes semanas esperando a que mi padre se masturbara para ir a examinar las paredes del baño.


Rápidamente su semen se había convertido en una obsesión para mí. Era una adicta al semen de papi. Y mi padre sin saberlo me estaba alimentando con su semen!


Pronto mi adicción empeoró y ahora no solo me conformaba con probarla de la pared, ahora ya no era suficiente eso, quería probarla directamente de la fuente! Sabía que esto era prácticamente imposible. Aún cuando le enviara señales a mi padre o le dejara saber directamente lo que quería, sabía que él nunca estaría de acuerdo con algo así.


Pero poco a poco las cosas parecieron darse por sí mismas. Mi padre me presentó una nueva novia. Se llamaba Marisol y ambos comenzaron a pasar bastante tiempo juntos.


Marisol era una chica de 32 años de edad bastante agradable, de estatura media, cabello rizado y negro, piel blanca y una figura delgada. Nunca usaba brassier. Sus senos eran menos de la mitad de los míos y sus pezones muy seguido se transparentaban. Solía quedarse en casa los fines de semana y cuando ya era muy noche, me acercaba a la entrada de la habitación de papá y podía oírlos follar como locos toda la noche.


A pesar de que Marisol era una chica bastante agradable, pronto se convirtió en un serio problema para mí. Papá siempre estaba contento y de buen ánimo, a mí eso me agradaba, pero con Marisol a su lado había dejado de masturbarse! Solamente solía hacerlo una o dos veces por semana y eso era mucho menos que suficiente para mí.


Cuando llegaban los fines de semana yo cada vez era más atrevida por las noches. Me acercaba a su puerta a tal grado de pegar prácticamente la oreja. Fue así como descubrí que Marisol tenía una boquita muy grosera a la hora de tener sexo:


-Anda cabrón… Aaahhhh… dame… dame duro cabronete! Hmm Fóllame… Fóllame con ese duro y gordo pene que tienes! Hmm


En más de una ocasión me atreví a masturbarme en el pasillo o incluso afuera de su habitación mientras los oía tener sexo. Pero hubo una vez en la que no cerraron su puerta y pude presencias gran parte de su relación sexual.


En aquella ocasión vi lo duro que mi papá trataba a Marisol en la cama. La llamaba perrita y putita en varias ocasiones y solía darle fuertes nalgadas que retumbaban duro en el culo empinado de Marisol.

No pude evitar recorrer el cuerpo desnudo de mi padre con la vista, su cuerpo de hombre maduro, pelo en el pecho y en las piernas, pero sobre todo mi vista se quedó clavada en su pene erecto. Era tan grueso, tan lleno de venas y lucía brilloso por los jugos vaginales de Marisol supongo yo. Era algo que nunca antes habia visto en mi vida, creo que en ese momento me sentí orgullosa de ser hija de un hombre tan varonil y tan buen amante en la cama como mi padre.


La manejaba como si fuera una muñeca de porcelana. La traía de un lado a otro, le daba por el culo, por la boca, por la concha, la posicionaba a 4 patas sobre la cama, sobre el piso, la hacía cabalgarlo, en fin, mi papá parecía ser todo un maestro en el sexo!


Creo que ver lo bien que hacía el amor mi padre terminó por calentarme tanto a tal grado que terminé tirándome de espaldas sobre la pared y me masturbé en el suelo mirándolos follar. Tuve mi orgasmo justo en el momento en que mi padre y Marisol hacían un perfecto 69 sobre la cama. Cerré los ojos y tuve que morder mis labios para no terminar gritando como loca mientras me retorcía toda sobre el suelo. Cuando abrí los ojos, me impacte al ver que Marisol me miraba directamente. Al parecer podía verme a pesar de la oscuridad del pasillo. Quise correr pero no pude mover ni un solo dedo.- Marisol en ese momento mamaba la verga de mi padre quien se encontraba tirado de espaldas mirando al techo y mamándole la concha a ella.- Marisol, para sorpresa mía, me guiñó el ojo. Desde ese instante supe dos cosas una era que efectivamente podía verme y la otra que no le importaba el hecho de que los estuviera espiando.


Se sacó el pene de mi padre de la boca y mientras lo masturbaba con la mano parecía estar enseñándome lo magnífico que era! Lentamente comenzó a pasar su lengua por toda la cabeza del pene sin dejar de masturbarlo. Se lamía los labios como saboreándose su sabor – como si no supiera que ya sabía lo rico que sabe su esperma…- En ese momento tuve un poco de envidia de no ser yo quien lo estuviera saboreando desde la fuente de creación.


En pocas palabras Marisol parecía excitarle el hecho de que la hija de su novio los estuviera viendo follar y en verdad que lo estaba disfrutando.


Luego de unos minutos de estarme presumiendo, diría yo, el pene de mi padre, se dedicó a darle una mamada espectacular que lo hizo terminar en segundos. Cuando los ojos de Marisol se abrieron más de lo común y mi padre comenzó a levantar sus caderas en señal de querer penetrar más profundamente su boca, supe que se estaba viniendo en la boca de ella.


Marisol continuó mamando y mamando sin dejar escapar una sola gota de semen.- No la culpo, yo habría hecho lo mismo.


El cuerpo de mi padre poco a poco comenzó a calmarse. Marisol me volteó a ver y en un acto rápido abrió su boca para mostrarme todo el semen que tenía en su lengua. Al cerrar me guiño el ojo nuevamente y continuó limpiando el duro palo de mi padre hasta dejarlo casi brilloso.


Pocos minutos después mi padre comenzó a incorporarse y tomando por la cintura a Marisol supe que vendría una nueva cogida. Yo ya no podía estar allí. Era demasiado peligroso así que poniéndome de pie como pude, ya que las piernas me temblaban de excitación, me fui a mi habitación y me masturbe toda la noche.


Al día siguiente estaba un poco avergonzada y difícilmente me quería topar con Marisol. Baje al comedor deseando que se hubieran ido de compras o algo pero cual fue mi sorpresa al ver a Marisol sentada en una silla tomando café.


Al verme me sonrió y me guiñó el ojo dejándome con ello bien en claro que no había sido ningún sueño. Pase por su lado con la cabeza agachada y sin decir palabra alguna. Fue entonces que me dijo:


-No debes avergonzarte, fue excitante no lo crees?


No puse que decir. Simplemente no podía articular palabra alguna.


-A mí me gusto… y al parecer tú también lo disfrutaste no es así?- volvió a preguntarme.


-Supongo…- le dije


-En verdad te excita no?


Lo único que hice fue asentir con la cabeza.


-Tú padre me ha dicho que desde que eras chica no tienes con quien hablar de mujer a mujer. Porque no hablas conmigo?


-Me excita… y mucho.


-Ya habías visto a tu padre tener relaciones con otra mujer antes de ayer?


No le contesté de inmediato. Pensé mucho que decir. Tenía muchas cosas que preguntar y era cierto lo que decía Marisol, era lindo tener con quien hablar. No se porque pero Marisol me inspiró muchísima confianza. Tanto así que terminé contándole todo…


Platicamos durante varias horas, ella respondió a todo lo que yo le pregunté y por primera vez en la vida supe lo que era platicar con alguien parecido a una madre. Marisol parecía entender todos mis problemas. Cuando le conté mi frustración al no poder probar el semen de mi padre fresco, se quedó callada. Al parecer estaba pensando. Luego me dijo que ya buscaría la forma de ayudarme.


Esa noche mi pensamiento era en base a lo que Marisol me había dicho acerca de ayudarme. No sabía exactamente a que se refería con ello. Cuando los escuché llegar de cenar, mi padre se metió al baño y Marisol, asomando su cabeza por la puerta de mi cuarto, me dijo:


-Dejaré la puerta abierta…


Yo apenas y pude asentir con mi cabeza.


Por alguna extraña razón esa noche salí desnuda de mi habitación dispuesta a espiarlos.


Cuando llegué no pude creer lo que vi, mi padre se encontraba atado en la cama con una venda en sus ojos mientras música a volumen bajo sonaba en la habitación.


Marisol se encontraba en medio de las piernas de mi padre mamándole el pene. Volteó a la puerta y me vio de pie, desnuda y sin moverme. Sus ojos parecían no creer lo que veían. Supongo que jamás se imaginó que iría desnuda.


Mi padre gemía y le murmuraba lo bien que la mamaba.


-OOhhhh dioss!! Que rico mamas la verga!! Hmmm


Marisol me hizo la seña de que ingresara a la habitación y una vez adentro me indicó con su brazo que me sentara en la silla continua a la cama.


Yo comencé a masturbarme mientras veía como le chupaba el pene a mi padre.


Marisol le mamo el pene hasta que por fin mi padre comenzó a venirse en su boca. En ese momento Marisol me indicó que me acercara. Fui hacia donde estaba ella y antes de que pudiera reaccionar, Marisol me tomó de la cabeza y jalándome hacia ella me dio un enorme beso en la boca. Nunca antes había besado a una mujer pero la experiencia me pareció muy placentera. Mientras nos besábamos su boca se abrió y todo el líquido que había en su interior paso a mi boca. Al parecer Marisol había retenido todo el semen de papá en su boca y ahora me lo daba a probar calientito y fresco.


Cuando terminé de tragarlo me soltó y casi caigo encima de mi padre.


Marisol sonrió y tras hacerme la seña de que me fuera comenzó a chuparle el pene de nuevo a mi padre quien al parecer ni cuenta se había dado de lo que acababa de ocurrir; es decir, papá no tenía idea de que su hija los había estado viendo follar y mucho menos que acababa de probar su semen fresquesito…


A punto estaba de marcharme cuando Marisol, tras soltar el pene de mi padre, se puso de pie y camino hacia donde yo estaba. Al llegar a mí me besó en los labios suavemente y, después de un momento de asimilar lo que estaba ocurriendo, le respondí el beso.


Al término del beso me susurró al oído varias cosas, después me fui a mi habitación y me recosté en la cama con las palabras de Marisol retumbando fuertemente en mi mente…


Esa noche permanecí con los ojos bien abiertos; de plano sin poder dormir.


-La próxima vez tal vez puedas ser tú la que le saque la leche a tu papi… no quieres chupar el pene de papá Laurita?- Fueron las palabras que Marisol me susurró al oído. Y entre más las recordaba más mi cuerpo temblaba de excitación.


Supongo que me estremecía porque sabía perfectamente cual era la respuesta.


Lo que había comenzado como curiosidad- probar el semen de papá- se había convertido en una obsesión que se hacía cada vez más fuerte. Todo había pasado muy rápido. Nunca antes había pensado en mi padre de esa manera y mucho menos llegué a pensar que su novia, a la que tenía tan poco tiempo de conocer, resultara ser igual de perversa o incluso más que yo.


Creo que fue esa noche cuando decidí hacerlo. Tenía que hacerlo. Necesitaba sentir su pene en mi boca, aprender a mamarlo y disfrutarlo como lo hacía Marisol. Quería beber el semen que expulsara su pene producto de una mamada mía.


Ya muy entrada la madrugada escuché salir a mi padre con Marisol. Al pasar por mi cuarto murmuraban algo que por más que quise descifrar no pude. Me puse de pie y me miré durante un buen rato en el espejo.


Al día siguiente Marisol me llevó de compras. Me dijo que podía comprar todo lo que me gustara en las tiendas, que traía dinero de sobra para las dos y que no me preguntara como ni de donde lo había sacado, que simplemente disfrutara y escogiera ropa. Me dijo que ya era hora de cambiar mi forma de vestir conservadora por la de una mujer provocativa. Y vaya que los vestidos que elegiría eran provocativos ya que enseñaban mucho y dejaban poco a la imaginación.


Al parecer Marisol tenía un plan en la mente. Me ayudó a elegir varios vestidos de verano que se pegaban perfectamente a mí cuerpo resaltando mi figura de mujer. Entre más me veía en el espejo más me gustaba como se me veían. Mi imagen de adolescente estaba camino a cambiar a mujer.


Cuando llegamos a casa me dijo Marisol que porque no iba a mi cuarto y me ponía uno de los vestidos que había comprado. Eso fue lo que hice. Me cambié a toda velocidad y cuando estuve lista me dispuse a bajar las escaleras.


Cuando escuché una conversación en la sala, en ese momento me detuve a media escalera. Al parecer Marisol estaba contándole a mi padre lo que habíamos hecho esa mañana:


-Tuvimos un gran día. Laura necesitaba un cambio en su guarda ropa. La he ayudado a elegir ropa que vaya más acorde a su físico y personalidad… ahora que la veas te darás cuenta de lo encantadora que se ve con la nueva vestimenta.


-Laura siempre ha sido encantadora…- dijo mi padre en un tono defensivo.


-si pero vestía inadecuadamente. Siempre vistió con ropa muy holgada. No es propio vestir así para una jovencita tan linda que se esta transformando en mujercita. Debes entender que esta a punto de conocerse sexualmente y tú debes estar preparado?


-Esta a punto de que?


Pude notar que mi padre se incomodo un poco cuando Marisol tocó el tema de la sexualidad.


-Ya me escuchaste… las chicas a su edad tienen necesidades también. Necesitan comenzar a explorar su sexualidad. Es algo natural. Yo la ayudaré con todas las dudas que ella tenga por supuesto pero después de todo tú eres su padre.


Papá no dijo nada. Al parecer era el momento de mostrarme. Bajé las escaleras y me detuve para saludarlo.


-Hola papi…


Me miró esperando todo menos lo que vio; una mujer sexy frente a sus ojos. Su cara lo dijo todo. Se quedó paralizado. Tardó varios segundos en poder encontrar las palabras adecuadas para poder hablar. Finalmente rompió el silencio con un: te ves muy hermosa… no puedo creerlo.


Marisol lo abrazó por la espalda y le susurró al oído: Verdad que se ve encantadora? Ya es toda una mujer…


Mi padre asintió con la cabeza.


Corrí para abrazarlo. Siempre me ha encantado sentir sus brazos fuertes a mí alrededor pero esa ocasión fue distinto, su abrazo era el de un hombre abrazando a una mujer no el de un padre a su hija.


Me abrazó fuertemente y me dijo: No se que decirte hija… te ves lindísima.


Permanecimos abrazados por mucho tiempo hasta que mi padre se sintió un poco incómodo y se marchó.


-No puedo creer que nunca te percataras…- le dijo Marisol a mi padre.- Todos estos años has tenido a esta chica hermosa frente a tus narices y ni si quiera lo habías notado?


-Así soy yo…- fue lo único que dijo mi padre.

CONTINUARA......

13 comentarios - Adicta al semen

CAT2007
lo lei recien en todorelatos, es excelente
tsunami315
de lo mejorrrrrrrr hay van 4 puntosssssssss
Antohott
La fuente porfa, no te olvides. Luego lo leo 😉
gaston419
muy bueno, como dice anto lafuente..... 🙂
frin1
muy bueno me re calento
saludo
chingolojm
muy bueno, quien es el autor? te doy 2 que me quedan por postearlo simplemente.
joeeeeeee
muy bueno buenisimo jose luis de veneuela
kagiu
ahh esto si es una experiencia muy rica, me calento muchisimo como quiesiera ser tu padre para darte mi semen 🆒
melocooton
me encanto tu relato.. me exite mucho.. y me imagine casa situacion que comentabas.. espero la segunda parte!!! jejeje
gulymor
excelente , !!!!!!!!!!!!!