Ultima Parte de este primer post mio en este se va todo a la concha de la lora y se enfiestan entre todos..
Disfruten Gente!
Y comenten si les gusto!
Un saludo!
El día transcurrió sin mayores incidencias. Estábamos cansados, así que dormitamos y nos bañamos en la casa todos juntos, con lo que no había mas posibilidades de contacto con David. De todas formas yo empezaba a morirme de ganas de sentir su polla de nuevo y mis sentimientos de culpa empezaban a desaparecer. Contemplándole allí desnudo con toda su belleza al lado de Luis, éste se hacía invisible para mi y comenzaba a colarme más por David.
Contrariamente David no parecía prestarme demasiada atención y se dedicaba más a hablar con Luis, Julián y sobre todo Carolina. El muy cabrón como ya me había follado no le interesaba y ahora intentaba hacérselo con Carolina.
Durante la cena surgió en la conversación el tema del intercambio de parejas, Luis se oponía en redondo y defendía que su mujer era solo para él, ¡si supiera! En cambio Carolina y Julián me sorprendieron dando a entender que quizás fuera una experiencia excitante, aunque nunca se lo habían planteado seriamente para ellos mismos. El cabrón de David comentaba que no había pensado en ello demasiado y no tenía una opinión muy elaborada sobre el asunto. Claro, el muy mamón no tenía ningún problema en follarse a las chicas de otros. Yo, me moderé y aunque la verdad es que después de conocer a David mis esquemas estaban cambiados, evité pronunciarme abiertamente a favor y dije que para algunas personas podía ser enriquecedor.
Estuvimos discutiendo un rato sobre el asunto y después Luis me propuso salir a dar una vuelta ya que estaba saturado de pasar el día entero dormitando. Acepté muy a mi pesar, ya que yo solo deseaba estar al lado de David, pero Luis era mi novio y realmente tenía que intentar salvar la relación. Carolina, Julián y David decidieron quedarse en casa.
Hacía un par de días que Luis y yo no practicábamos sexo, mas o menos el tiempo que David llevaba con nosotros, así que aunque yo estaba bien servida, él estaba como en celo y me estuvo besando y manoseando durante todo el tiempo que permanecimos en una concurrida terraza. La cosa empezaba a ser comprometida, así que decidimos regresar a casa.
Cuando llegamos fuimos directamente a la habitación. El resto de la gente debía estar todavía despierta por la parte de atrás del jardín, pero no fuimos a decirles nada. Luis se desvistió enseguida y me levantó el vestido bruscamente. No llevaba sujetador, así que me quedé exclusivamente con una braguita tipo tanga que no tardó en arrancarme. Me echó sobre la cama, se puso encima y me folló sin contemplaciones. No se puede decir que no disfrutara, pero ahora lo comparaba con David y me parecía mucho más torpe, realmente no me quedé del todo satisfecha. El cayó dormido a los pocos minutos de eyacular.
Hacía mucho calor, yo no podía dormir, así que pensé en bajar a la piscina para remojarme un poco. Me coloqué un camisón muy cortito sin ropa interior y comencé a bajar las escaleras. Creí ver que todavía había luces, debía haber alguien despierto por el otro lado de la casa. Seguí mi camino, me despojé de la única prenda que me cubría y me metí despacio en el agua. La sensación era muy agradable, según mi piel se iba mojando sentía un escalofrío muy reconfortante y una vez completamente sumergida, pude percibir el masaje natural del agua sobre mis senos que flotaban libres lo que me daba una sensación de completa libertad.
Recomiendo a todo el mundo nadar desnuda bajo la luz de la luna, las sensaciones que se perciben son únicas y maravillosas. Nadé un par de largos y salí fuera del agua, despacio, sensual, disfrutando del momento, tan agradable que mis pezones no podían estar más elevados. Me coloqué el camisón sobre mi cuerpo todavía mojado, y éste se pegó a mis pechos adaptándose totalmente a ellos, dejando ver mi rotunda desnudez y la obviedad de mi excitación.
Iba a subir a acostarme cuando se me ocurrió ir a ver quién estaba despierto, por si se trataba de David. Rodeé la casa por el exterior y poco a poco comencé a oír murmullos que venían de una salita contigua a la terraza trasera. Aunque no podía apreciar lo que decían se escuchaban risas y comentarios muy bajitos. Me fui acercando en cuclillas hasta situarme debajo de la ventana, subí la cabeza y no me podía creer lo que veía. Allí estaba David que vestía exclusivamente un slip muy ajustado y subido de piernas lamiéndole las tetas a Carolina que estaba completamente desnuda, mientras que Julián, también en bolas, observaba la escena cogido de la mano de su mujer. Me quedé atontada mirando, tanto que en un momento Julián giró la cabeza y aunque me escondí rápidamente creo que me vio.
Allí estaba yo con mi corazón latiendo con fuerza, a punto de salírseme fuera del pecho, escondida y con una excitación mayúscula. En unos segundos Julián se asomó a la ventana.
- Hola, ¡qué sorpresa!, ven, pasa con nosotros.-Me dijo con naturalidad.
Me quedé helada y sin saber que decir. La verdad es que finalmente pasé sin articular ni una sola palabra.
Mi estampa era muy excitante, tenía el pelo mojado y mi camisoncito se ajustaba a mi cuerpo dejándolo ver con nitidez. Los tres comentaron que estaba soberbia, pero tampoco es que hubiera mayor conversación. David que llevó el mando durante toda la sesión, me retiró el camisón y mis tetas quedaron esplendorosas a la vista de todos. Después colocó a Julián y Carolina uno en cada uno de mis pechos mientras él me mordía y me besaba por todo el cuello desde la espalda. Creí morirme de placer.
Nunca antes otra mujer me había tocado, y la verdad es que tanto Carolina como Julián me estaban colocando al borde del éxtasis chupando y mordisqueando mis pezones y todas mis tetas en su gran extensión, éxtasis que llegó a su punto máximo cuando David introdujo sus dedos en mi rajita ardiente y húmeda y los empezó a mover provocándome una corrida bestial que no me preocupé de apaciguar sin importarme en absoluto si Luis lo oía o no.
En ese momento David me colocó de rodillas delante suyo y de Julián. Yo me fui directamente a por el bulto de David, que acaricié por encima del slip hasta que presa del delirio se lo bajé de un golpe dejando al descubierto su potente verga que arrancó una expresión de admiración en Julián y Carolina.
David se apartó de mí con dificultad y llamó a Julián, que obedecía sin rechistar como todos nosotros.
- Ofrécele esto a tu mujer, ya veras como te lo agradece.-Dijo dirigiéndose a Julián con el mayor descaro mientras señalaba su voluptuosa entrepierna.
Julián dudó unos instantes, miró a Carolina y ésta visiblemente excitada le hizo un gesto de aprobación. Entonces Julián agarró la polla de David por la base mientras éste sonreía malicioso mirando a Carolina y dirigió a su mujer hacia el esplendor de David. La arrodilló y guió el gran instrumento que sujetaba a la boca de su mujer, maniobra que hubiese salido por si sola. Cuando Carolina ya chupaba entre ahogados gemidos el pene de David éste se dirigió de nuevo a Julián que todavía soportaba su polla.
-Ya es suficiente, Julián, creo que se vale por si sola, verás como luego te da las gracias.-Le dijo guiñándole un ojo en un acto de perversidad.
Tal era el magnetismo de David que Julián parecía estar excitado por haberle ofrecido ese miembro mucho más grande y potente que el suyo a su mujer.
-Ocúpate de Julián.-Me dijo entonces mientras Carolina succionaba la polla que yo deseaba.
Pero no dudé en obedecerle, el solo hecho de hacerlo ya me excitaba. Además podía contemplarlo en su exultante desnudez mientras me encargaba de Julián. Empecé a morrearme con él, y la sensación era muy agradable, besaba muy bien. Mis tetas se aplastaban contra su pecho y yo me excitaba con el roce y con las miradas furtivas que dedicaba a David. Bajé chupándole todo el cuerpo hasta introducirme su pene entero en la boca, quizás era un poco más grande que el de Luis, pero desde luego no como el de David. Le succioné con fuerza hasta que se corrió abundantemente sobre mis pechos, bastante pronto para mi gusto.
Mientras tanto pude ver como Carolina se corría simplemente chupándole la polla a David. No me extrañó en absoluto, yo conocía bien la deliciosa experiencia de tener toda la excitación de ese semental atravesándome la garganta.
En ese momento David volvió a darnos instrucciones, Carolina y yo nos colocamos a cuatro patas con nuestros culos en pompa, uno junto al otro manoseados con fruición por un David casi en éxtasis por lo que tenía preparado. Indicó a Julián que nos fuese adecuando el orificio trasero para el tamaño su verga. Así, a partir de ese momento Carolina y yo sentíamos alternativamente la lengua y dedos de Julián, o la gigantesca herramienta de David.
Fue una experiencia única, un delirio, Julián era un experto con su lengua, y la bajaba y subía de mi chorreante conejito hasta mi estrecho ano, que inminentemente iba a perder su virginidad. Introducía su dedo en mi orificio, lo que me producía primeramente un fuego al que no se le puede llamar dolor, y una vez que lo metía entero y empezaba a moverlo un placer indescriptible. Cuando su dedo no tuvo problemas para moverse dentro de mi fue a prepararle el culito a su mujer para David, y éste se colocó detrás de mí.
-Ya estoy aquí contigo preciosa, te voy a partir en dos.-Me dijo el muy cabrón.
El mero hecho de estar allí con mis nalgas expuestas descaradamente a David, con el culo abierto ofreciéndole indefensa mi intimidad me hizo gemir de gusto y suplicar su carne.
-Mmm...,por favor...,destrózame...Umm...,hazme lo que quieras...-Le supliqué como nunca había hecho con nadie.
Él me hacía sufrir, me restregaba la polla por el culo y por mi raja lubricándola para facilitar lo que yo deseaba con todo mi ser. Entonces noté una presión sobre la entrada de mi cueva, me dolía pero era mayor la excitación, aquella enormidad tenía problemas para entrar, retiró el pene y lo volvió a mojar con mis flujos que no cesaban de manar. Repitió la operación varias veces, hasta que en un hábil movimiento su glande se deslizó dentro de mí. Me sentí en la gloria, empezó a mover dentro de mi la punta de su aparato con movimientos cortos, y de pronto con una potente embestida su polla entró hasta lo más íntimo de mi ser, parando su interminable penetración el choque de su pubis con mis nalgas. Los ojos se me abrieron al máximo y me corrí directamente con un grito levemente amortiguado por los dedos que David introducía en mi boca.
David nos hizo sentir a Carolina y a mi lo mismo varias veces, con la inestimable ayuda de la boca y dedos de Julián. Cuando David no pudo aguantar más, se puso delante de nosotras, que nos incorporamos chupando a duo la brillante y enrojecida polla que había dilatado nuestros culos para el resto de nuestros días. La recorrimos con nuestras lenguas, las uníamos sobre el glande, tan grande que daba para las dos. Aumentamos el ritmo presas de la excitación. David arqueó la espalda y con un prolongado grito, derramó un potente chorro de esperma seguido de otras ráfagas de su preciado líquido que cayeron en nuestros cuerpos. Seguimos chupándole el pene hasta que remitió y después Carolina y yo nos besamos uniendo en nuestras bocas lo que salió de la misma fuente.
Julián mientras tanto sobreexcitado por la temperatura de lo ocurrido se había masturbado, Carolina fue hacia él y le agradeció haber participado en la experiencia que acabábamos de pasar. Finalmente se fundieron en un abrazo.
Durante el resto de las vacaciones se presentaron nuevas y excitantes situaciones, que con la ayuda de mis amigos pudimos ocultar a Luis. No creo que éste se diese cuenta de nada, si lo hubiese hecho, por sus ideas no lo hubiera permitido.
Disfruten Gente!
Y comenten si les gusto!
Un saludo!
El día transcurrió sin mayores incidencias. Estábamos cansados, así que dormitamos y nos bañamos en la casa todos juntos, con lo que no había mas posibilidades de contacto con David. De todas formas yo empezaba a morirme de ganas de sentir su polla de nuevo y mis sentimientos de culpa empezaban a desaparecer. Contemplándole allí desnudo con toda su belleza al lado de Luis, éste se hacía invisible para mi y comenzaba a colarme más por David.
Contrariamente David no parecía prestarme demasiada atención y se dedicaba más a hablar con Luis, Julián y sobre todo Carolina. El muy cabrón como ya me había follado no le interesaba y ahora intentaba hacérselo con Carolina.
Durante la cena surgió en la conversación el tema del intercambio de parejas, Luis se oponía en redondo y defendía que su mujer era solo para él, ¡si supiera! En cambio Carolina y Julián me sorprendieron dando a entender que quizás fuera una experiencia excitante, aunque nunca se lo habían planteado seriamente para ellos mismos. El cabrón de David comentaba que no había pensado en ello demasiado y no tenía una opinión muy elaborada sobre el asunto. Claro, el muy mamón no tenía ningún problema en follarse a las chicas de otros. Yo, me moderé y aunque la verdad es que después de conocer a David mis esquemas estaban cambiados, evité pronunciarme abiertamente a favor y dije que para algunas personas podía ser enriquecedor.
Estuvimos discutiendo un rato sobre el asunto y después Luis me propuso salir a dar una vuelta ya que estaba saturado de pasar el día entero dormitando. Acepté muy a mi pesar, ya que yo solo deseaba estar al lado de David, pero Luis era mi novio y realmente tenía que intentar salvar la relación. Carolina, Julián y David decidieron quedarse en casa.
Hacía un par de días que Luis y yo no practicábamos sexo, mas o menos el tiempo que David llevaba con nosotros, así que aunque yo estaba bien servida, él estaba como en celo y me estuvo besando y manoseando durante todo el tiempo que permanecimos en una concurrida terraza. La cosa empezaba a ser comprometida, así que decidimos regresar a casa.
Cuando llegamos fuimos directamente a la habitación. El resto de la gente debía estar todavía despierta por la parte de atrás del jardín, pero no fuimos a decirles nada. Luis se desvistió enseguida y me levantó el vestido bruscamente. No llevaba sujetador, así que me quedé exclusivamente con una braguita tipo tanga que no tardó en arrancarme. Me echó sobre la cama, se puso encima y me folló sin contemplaciones. No se puede decir que no disfrutara, pero ahora lo comparaba con David y me parecía mucho más torpe, realmente no me quedé del todo satisfecha. El cayó dormido a los pocos minutos de eyacular.
Hacía mucho calor, yo no podía dormir, así que pensé en bajar a la piscina para remojarme un poco. Me coloqué un camisón muy cortito sin ropa interior y comencé a bajar las escaleras. Creí ver que todavía había luces, debía haber alguien despierto por el otro lado de la casa. Seguí mi camino, me despojé de la única prenda que me cubría y me metí despacio en el agua. La sensación era muy agradable, según mi piel se iba mojando sentía un escalofrío muy reconfortante y una vez completamente sumergida, pude percibir el masaje natural del agua sobre mis senos que flotaban libres lo que me daba una sensación de completa libertad.
Recomiendo a todo el mundo nadar desnuda bajo la luz de la luna, las sensaciones que se perciben son únicas y maravillosas. Nadé un par de largos y salí fuera del agua, despacio, sensual, disfrutando del momento, tan agradable que mis pezones no podían estar más elevados. Me coloqué el camisón sobre mi cuerpo todavía mojado, y éste se pegó a mis pechos adaptándose totalmente a ellos, dejando ver mi rotunda desnudez y la obviedad de mi excitación.
Iba a subir a acostarme cuando se me ocurrió ir a ver quién estaba despierto, por si se trataba de David. Rodeé la casa por el exterior y poco a poco comencé a oír murmullos que venían de una salita contigua a la terraza trasera. Aunque no podía apreciar lo que decían se escuchaban risas y comentarios muy bajitos. Me fui acercando en cuclillas hasta situarme debajo de la ventana, subí la cabeza y no me podía creer lo que veía. Allí estaba David que vestía exclusivamente un slip muy ajustado y subido de piernas lamiéndole las tetas a Carolina que estaba completamente desnuda, mientras que Julián, también en bolas, observaba la escena cogido de la mano de su mujer. Me quedé atontada mirando, tanto que en un momento Julián giró la cabeza y aunque me escondí rápidamente creo que me vio.
Allí estaba yo con mi corazón latiendo con fuerza, a punto de salírseme fuera del pecho, escondida y con una excitación mayúscula. En unos segundos Julián se asomó a la ventana.
- Hola, ¡qué sorpresa!, ven, pasa con nosotros.-Me dijo con naturalidad.
Me quedé helada y sin saber que decir. La verdad es que finalmente pasé sin articular ni una sola palabra.
Mi estampa era muy excitante, tenía el pelo mojado y mi camisoncito se ajustaba a mi cuerpo dejándolo ver con nitidez. Los tres comentaron que estaba soberbia, pero tampoco es que hubiera mayor conversación. David que llevó el mando durante toda la sesión, me retiró el camisón y mis tetas quedaron esplendorosas a la vista de todos. Después colocó a Julián y Carolina uno en cada uno de mis pechos mientras él me mordía y me besaba por todo el cuello desde la espalda. Creí morirme de placer.
Nunca antes otra mujer me había tocado, y la verdad es que tanto Carolina como Julián me estaban colocando al borde del éxtasis chupando y mordisqueando mis pezones y todas mis tetas en su gran extensión, éxtasis que llegó a su punto máximo cuando David introdujo sus dedos en mi rajita ardiente y húmeda y los empezó a mover provocándome una corrida bestial que no me preocupé de apaciguar sin importarme en absoluto si Luis lo oía o no.
En ese momento David me colocó de rodillas delante suyo y de Julián. Yo me fui directamente a por el bulto de David, que acaricié por encima del slip hasta que presa del delirio se lo bajé de un golpe dejando al descubierto su potente verga que arrancó una expresión de admiración en Julián y Carolina.
David se apartó de mí con dificultad y llamó a Julián, que obedecía sin rechistar como todos nosotros.
- Ofrécele esto a tu mujer, ya veras como te lo agradece.-Dijo dirigiéndose a Julián con el mayor descaro mientras señalaba su voluptuosa entrepierna.
Julián dudó unos instantes, miró a Carolina y ésta visiblemente excitada le hizo un gesto de aprobación. Entonces Julián agarró la polla de David por la base mientras éste sonreía malicioso mirando a Carolina y dirigió a su mujer hacia el esplendor de David. La arrodilló y guió el gran instrumento que sujetaba a la boca de su mujer, maniobra que hubiese salido por si sola. Cuando Carolina ya chupaba entre ahogados gemidos el pene de David éste se dirigió de nuevo a Julián que todavía soportaba su polla.
-Ya es suficiente, Julián, creo que se vale por si sola, verás como luego te da las gracias.-Le dijo guiñándole un ojo en un acto de perversidad.
Tal era el magnetismo de David que Julián parecía estar excitado por haberle ofrecido ese miembro mucho más grande y potente que el suyo a su mujer.
-Ocúpate de Julián.-Me dijo entonces mientras Carolina succionaba la polla que yo deseaba.
Pero no dudé en obedecerle, el solo hecho de hacerlo ya me excitaba. Además podía contemplarlo en su exultante desnudez mientras me encargaba de Julián. Empecé a morrearme con él, y la sensación era muy agradable, besaba muy bien. Mis tetas se aplastaban contra su pecho y yo me excitaba con el roce y con las miradas furtivas que dedicaba a David. Bajé chupándole todo el cuerpo hasta introducirme su pene entero en la boca, quizás era un poco más grande que el de Luis, pero desde luego no como el de David. Le succioné con fuerza hasta que se corrió abundantemente sobre mis pechos, bastante pronto para mi gusto.
Mientras tanto pude ver como Carolina se corría simplemente chupándole la polla a David. No me extrañó en absoluto, yo conocía bien la deliciosa experiencia de tener toda la excitación de ese semental atravesándome la garganta.
En ese momento David volvió a darnos instrucciones, Carolina y yo nos colocamos a cuatro patas con nuestros culos en pompa, uno junto al otro manoseados con fruición por un David casi en éxtasis por lo que tenía preparado. Indicó a Julián que nos fuese adecuando el orificio trasero para el tamaño su verga. Así, a partir de ese momento Carolina y yo sentíamos alternativamente la lengua y dedos de Julián, o la gigantesca herramienta de David.
Fue una experiencia única, un delirio, Julián era un experto con su lengua, y la bajaba y subía de mi chorreante conejito hasta mi estrecho ano, que inminentemente iba a perder su virginidad. Introducía su dedo en mi orificio, lo que me producía primeramente un fuego al que no se le puede llamar dolor, y una vez que lo metía entero y empezaba a moverlo un placer indescriptible. Cuando su dedo no tuvo problemas para moverse dentro de mi fue a prepararle el culito a su mujer para David, y éste se colocó detrás de mí.
-Ya estoy aquí contigo preciosa, te voy a partir en dos.-Me dijo el muy cabrón.
El mero hecho de estar allí con mis nalgas expuestas descaradamente a David, con el culo abierto ofreciéndole indefensa mi intimidad me hizo gemir de gusto y suplicar su carne.
-Mmm...,por favor...,destrózame...Umm...,hazme lo que quieras...-Le supliqué como nunca había hecho con nadie.
Él me hacía sufrir, me restregaba la polla por el culo y por mi raja lubricándola para facilitar lo que yo deseaba con todo mi ser. Entonces noté una presión sobre la entrada de mi cueva, me dolía pero era mayor la excitación, aquella enormidad tenía problemas para entrar, retiró el pene y lo volvió a mojar con mis flujos que no cesaban de manar. Repitió la operación varias veces, hasta que en un hábil movimiento su glande se deslizó dentro de mí. Me sentí en la gloria, empezó a mover dentro de mi la punta de su aparato con movimientos cortos, y de pronto con una potente embestida su polla entró hasta lo más íntimo de mi ser, parando su interminable penetración el choque de su pubis con mis nalgas. Los ojos se me abrieron al máximo y me corrí directamente con un grito levemente amortiguado por los dedos que David introducía en mi boca.
David nos hizo sentir a Carolina y a mi lo mismo varias veces, con la inestimable ayuda de la boca y dedos de Julián. Cuando David no pudo aguantar más, se puso delante de nosotras, que nos incorporamos chupando a duo la brillante y enrojecida polla que había dilatado nuestros culos para el resto de nuestros días. La recorrimos con nuestras lenguas, las uníamos sobre el glande, tan grande que daba para las dos. Aumentamos el ritmo presas de la excitación. David arqueó la espalda y con un prolongado grito, derramó un potente chorro de esperma seguido de otras ráfagas de su preciado líquido que cayeron en nuestros cuerpos. Seguimos chupándole el pene hasta que remitió y después Carolina y yo nos besamos uniendo en nuestras bocas lo que salió de la misma fuente.
Julián mientras tanto sobreexcitado por la temperatura de lo ocurrido se había masturbado, Carolina fue hacia él y le agradeció haber participado en la experiencia que acabábamos de pasar. Finalmente se fundieron en un abrazo.
Durante el resto de las vacaciones se presentaron nuevas y excitantes situaciones, que con la ayuda de mis amigos pudimos ocultar a Luis. No creo que éste se diese cuenta de nada, si lo hubiese hecho, por sus ideas no lo hubiera permitido.
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