Cogida en el gym... fantasia gay

Hola Poringueros... este es mi primer post. Usualmente escribo estos relatos para compartilos con mis amigos peor he decidido empezar mi actividad en este sitio con uno en particular que gusto a todos... realmente a todos...



Desde que acepte mi bisexualidad he pasado muchas noches autocomplaciendome pensado en algunos de mis amigos. A la escuela a la que asisto van muchos weyes cuya única preocupación además de la escuela (si es que les preocupa) es su apariencia física. Se les agradece. Hay uno en especial, le dicen Gato, que se ha estado entrenando desde que tiene 15 años y ha desarrollado un cuerpo espectacular. Mide aproximadamente 1.7 metros, es delgado pero muy musculoso. Sus brazos fuertes terminan en unas manos bastante bien cuidadas. Sus pectorales son duros y tiene unas tetillas oscuras y siempre encendidas. Los cuadros de su abdomen son perfectamente delineados y su pelvis está marcada. Sus nalgas están muy bien trabajadas y tiene piernas fuertes. Es el objeto de deseo de muchas mujeres y muchos hombres. Pero lo más característico es su rostro más o menos moreno, labios besables y ojos verdes.

Un día entre al gym de la escuela, ya era bastante tarde, casi de noche. Como era viernes todo estaba vacío pero allí estaba él. Como vivimos por el mismo rumbo le pregunte si ya se iba, me dijo que sí, solo iba a terminar sus ejercicios. Le dije que lo esperaba. La verdad no era solamente por la compañía de un amigo que lo esperaba. Ver su cuerpo trabajándose arduamente me excitaba, sobre todo el que se empapara y su delgada camiseta blanca se le pegara a su pecho y me permitiera ver sus tetillas.

Estuvo haciendo ejercicio cerca de 15 minutos más. Trabajo bíceps y abdomen. No tuve que ser paciente, es más cuando termino ni siquiera quería irme. Deseaba continuar viéndolo. Le empiezo a seguir creyendo que se cambiaria en el baño pero se quita la camiseta en la entrada del gym. Su cuerpo brilla por el sudor y se ve aun más cogible de lo que en realidad es. Lo que me hace perder el control es que se quita el pants quedándose solo en bóxers. Se acerca al espejo frente al que usualmente hacen trabajo de brazos y se admira, hace algunas poses. Me pregunto si ya se olvido que estaba allí. Mi pregunta recibe una respuesta cuando se voltea a mi y dice: “A poco no estoy bien bueno?” “La neta si wey… bien cuero” le respondo. “note como me veias puto, ¿quieres probarme?” dijo. No sé como contestarle. Llevo semanas soñando con su cuerpo, con su verga penetrando mi culo.

Cuando me acerco es él quien toma la iniciativa. Sus brazos fuertes y bien marcados rodean mi espalda y mi cintura. Me besa en la poca y yo respondo con timidez. Él insiste. No es hasta que baja una de sus manos a mis nalgas y me acaricia que por fin cedo. Nos besamos por cerca de dos minutos cuando por fin le quito su bóxer y empiezo a sobar su verga. Ya la tenía parada, era bastante larga, cerca de unos 17 cm, peluda en su base pero no en el resto.

Después de un pequeño rato de masturbarlo me dijo que me desvistiera, él siguió con la paja. Una vez que estuve desnudo me acerque, tome con una mano su pene y con la otra sus nalgas donde metí mis dedos en su ano. Vi como se reconforte de esa doble estimulación poco antes de que me volviera a besar e igualmente acariciara mi verga y mi culo.
Cuando ya no puedo contenerme las ganas de meter su palo en mi boca y recorrerlo hasta el último centímetro de la cabeza con mi lengua el me agarra y bruscamente me sienta en uno de los aparatos del gym. Hace que me ponga con el pecho contra el respaldo y me acomodo para dejar mi culo al aire. Me acaricia la espalda hasta llegar a mi raya y me la abre. Poco a poco siento que mete su verga caliente. Siento una sensación agradable y me dejo llevar por él. Él manda… yo solo obedezco y me plazco de lo que mande. Empieza poco a poco el mete-saca. Me agarra de la cintura y empieza a decirme cosas como “te gusta puto?, quieres que me venga?”. Eso me excita demasiado. Con una de mis manos busco mi pito y me lo acaricio mientras de mi culo viene todo el placer que su verga me provoca. Frente a nosotros hay un espejo y puedo ver como su cara se llena de placer, cierra los ojos y pierde el aliento. Su cuerpo suda más por el calor que le provoca disfrutar mi culo y yo no me quedo atrás porque disfruto su palo en mí. Después de un rato del placentero mete y saca baja su ritmo y saca la verga. Se la paja un rato y termina esparciendo toda su leche sobre mí, después poco a poco me la limpia con su lengua.

Después de todo nos vestimos y nos besamos una última vez antes de irnos. Como vivimos en el mismo camión nos fuimos juntos. Acordamos repetirlo en su casa unos días después.