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El Debut de Esteban. Trio.

Este es mi primer relato. La mayoría siempre está en primera persona, elegí contarlo en tercera persona con un personaje. Tal vez me excedí en la extensión del cuento.
Espero que guste, asi me inspira para escribir la continuación.


El Debut de Esteban. Parte 1

Esteban tenía 35 años, habían pasado dos años de su divorcio. Él nunca fué un ganador con las mujeres. Hasta su mujer habrá estado con otras tres mujeres en toda su vida. Las recordaba muy bien a cada una. Nunca le había sido infiel a su esposa, no creía en eso.

Aunque no viene al caso, Esteban, era de estatura media, simpático, con un gran sentido del humor, muy entrador, era muy difícil que en una fiesta o reunión el pasara desapercibido, no era tímido con las mujeres, al contrario rápidamente ganaba su confianza y más de una vez había escuchado -en su época de soltero, de casado y ahora de divorciado – de una chica algún piropo o alguna insinuación, pero Esteban solo escuchaba y con un pequeño gesto de humor salía de una situación para él incómoda por cuanto no creía mucho en aquellas palabras.

Cuando sobrevino la separación, Esteban pensó que su momento había llegado, que se desataría buscando el descontrol, el sexo ocasional, que probaría todo lo que alguna vez soñó y aquello que jamás imagino.

Pero nada de eso pasó, Esteban, ya sin esposa y con divorcio, vivía una vida tranquila, sin excesos, podía salir con amigos, ir a bailar, al cine o cenar, pero pronto se dió cuenta que él no “era esa clase de hombre” y que por eso “no encontraba a esa clase de mujeres” que tanto sus amigos le contaban, en sus increíbles aventuras.
Y en esos dos años, no tuvo ningún encuentro ni ocasional ni programado, ni siquiera quería ir de putas con sus amigos. Pensaba que así era feliz y que no iba a imponerse nada, nunca se dejó llevar por ninguna imposición, menos ahora que había recuperado su libertad.

Una tarde de primavera, donde las noches invitan una cerveza, decidió salir de su departamento y buscar un lugar al azar para satisfacer su antojo.
Llegó a un bar cualquiera que el destino le había deparado. Eligió una mesa en la calle, para poder disfrutar de su cerveza con un buen cigarrillo, ya que no se podía fumar dentro del bar.
Mientras disfrutaba de la noche primaveral, su cerveza y su cigarrillo, escuchó una voz conocida:
- Hola Esteban!
Esteban alzó su vista enfrascada en la nada misma y encontró una cara conocida. Era Erica, una excompañera de trabajo. Erica no estaba sola, otra mujer de la misma edad la acompañaba.
Hacía más de cinco años que no la veía, recordó enseguida que entraron a ese odioso trabajo rutinario prácticamente al mismo tiempo y que por tener la misma edad, año más año menos, habían sido grandes compañeros de trabajo.
No habían sido años fáciles en ese trabajo, pero por suerte era un mal recuerdo, salvo Erica, ella era el único buen recuerdo de aquel trabajo.
Esteban rápidamente le devolvió el saludo con la alegría de encontrar a una vieja amiga e invitó a su vieja compañera de trabajo y a su amiga compartir la cerveza fría y recién servida en la mesa.
Erica y su amiga – Majo, luego de las presentaciones de rigor - tomaron asiento sin dudarlo.
La charla fue muy animada y Esteban veía como sus invitadas pedían una y otra cerveza, entre las dos se habían tomado casi 4 cervezas, mas lo que él apenas probaba.
Él, ya saben, no es de excesos, pensó por un momento que lo habían tomado de punto, y que aquella vieja amiga, lo estaba usando para tomar gratis y a sus costillas.
Sobre el final de la velada ambas chicas – como suelen hacer – se disculparon y fueron al baño, fue la oportunidad de Esteban de pedir la cuenta y pagar, por suerte había llevado dinero extra, y no pasaría vergüenza. Esperaba a las chicas para irse, no estaba enojado, porque la noche y la charla había sido buena, pero ya tenía decidido subirse al colectivo para volver a su casa.
Al volver las mujeres del baño, cuando se enteraron que había pagado la cuenta, quisieron pagar su parte, por cuanto para ellas quedaba claro que invitaba la cerveza servida y no las otras cuatro que habían pedido.
Esteban como buen caballero se rehusó, pero dejó de pensar mal en su antigua compañera de trabajo y su amiga, siempre fue un mal pensado y desconfiado, entonces su intención de irse rápidamente de aquél lugar cambió.
Él propuso acompañarlas hasta la casa, ya que el estado de aquellas mujeres no era el mejor, por cuanto, la cerveza había causado su efecto.
Él no lo sabía pero Erica vivía a unas pocas cuadras de aquel bar.
Ya en el departamento, las chicas pusieron música muy baja, por cuanto era tarde ya, la noche en aquel bar había pasado rápido y eran mas de las 3 de la madrugada.
No sabía porque había subido al departamento, ni que iban hacer ahí. Tomar más cerveza? Algún café para bajar?, mientras pensaba en aquello, Esteban pidió permiso para ir al baño, necesitaba él también ir después de todo.
Al salir del baño, vió a Erica y Majo bailando aquella tenue y lenta música, muy juntas. Esteban, aún no comprendía lo que pasaba, pero su humor que tanto lo ayudaba en momentos que a él lo desconcertaban, les dijo a las chicas:
- Como me calientan, bailando así! Uds. Dos quieren que vaya a mi casa y no pueda dormir?
Las chicas se rieron de él, no sabían si era ingenuidad o tremenda pelotudez, pero no se detuvieron y le dijeron:
- Y si nos damos un piquito así?
Y suavemente juntaron sus labios, por un segundo.
Esteban, siguió con su papel de chico con humor que tan bien le salía, pero ya realmente excitado:
- Bueno, con el piquito, tendré que irme a tomar una ducha bien fría apenas llegue! –
Majo, dijo:
- Entonces, así no te vas a ningún lado!
Y besó apasionadamente a Erica, Esteban veía como a un metro de distancia aproximadamente esas dos mujeres se besaban, como sus lenguas se buscaban mutuamente, con pasión.
Se acercó casi por instinto a ellas, ya no había lugar para las palabras, ni las salidas graciosas.
Mientras se acercaba Majo extendió su brazo esperando que se incorporara, y fue así que besó intensamente primero a Erica y luego a Majo.
En ese instante aquellos dos años de abstinencia, de libido apagada, se encendieron como nunca Esteban lo había sentido en su vida.
Ese deseo extremo, de perder toda noción de su alrededor y solo dejarse librado al placer.
Bajó violentamente la solera de Majo, y con un arte sin igual sacó su corpiño – para algunas cosas los años de casado no habían sido en vano - y empezó a acariciarle y chuparle sus grandes tetas.
Majo lo agarraba de la cabeza y lo sujetaba para que no se fuera rápido de ahí.
En ese mismo momento empieza a sentir como una mano baja a sus pantalones, para buscar su miembro, su pija estaba que explotaba, y siente que se la empiezan a chupar, era Erica obviamente.
Se libera de aquellas tetas impresionantes de Majo y ve como Erica se la esta chupando, cuando cruzan miradas, Erica saca su boca por primera vez del miembro de Esteban para decirle: “hace más 5 años que estoy caliente con vos y hoy no te me ibas a escapar”.
Esteban no pierde un instante mas, toma a Erica y la acuesta sobre el piso y sin ningún juego previo de su parte la penetra, escuchando un gemido, que a muchos hombres ese sólo gemido los hubiera hecho acabar.
Majo, que si bien entendía que su rol en aquél momento era secundario, no iba ser una simple espectadora de aquel momento y puso todo su sexo sobre Erica para que se la chupara. La escena era increíble a los ojos de aquel hombre.
Esteban estaba en un nivel de excitación que nunca había sentido en toda su vida, y fue por Majo, ella también tenía que sentir su pija, Erica no lo frenó al contrario quería compartir con su amiga su antiguo compañero de trabajo, se paró y tomo de la mano a sus amigos y los llevó al cuarto.
No llegó a acostarse Majo, que Esteban ya estaba encima de ella, para penetrarla, mientras Erica y Majo acostadas una al lado de la otra se masturbaban mutuamente.
Los gemidos y gritos de los tres rompían en la noche cerrada, a ninguno le importaba, tal vez algún vecino insomne estaría masturbándose de sólo escuchar esos sonidos.
Esteban seguía prestando su sexo a ambas mujeres alternadamente, había entre los tres un acuerdo tácito, de que Esteban debía acabar sobre Erica. Ella lo había esperado muchos años.
Majo trajo una silla de la cocina, tomó a Esteban, lo sentó, para chuparsela por primera vez, Esteban recibía besos de Erica y como podía intentaba acariciar su sexo.
Erica, se sacó violentamente las manos de encima, no aguantaba mas la desesperación de sentir otra vez a Esteban dentro de ella y se sentó sobre él, siempre ante cada primera penetración, sólo escuchar ese gemido era un placer extremo.
Majo quedó parada a un costado, ofreciendo sus pechos a Erica y a Esteban, mientras éste último aprovechaba para meter sus dedos sobre la concha y el clítoris de Majo.
Fue en aquel momento que los tres, en un mismo preciso momento acabaron, en un orgasmo único que no terminaba mas.
No era la abstinencia de más de dos años de Estaban, no era la calentura de más de cinco de Erica, era todo eso junto y mucho mas.
Esteban sentía que la leche no paraba de salir, Erica y Majo querían algo de aquello y buscaron otra vez la pija, pero juntas, para saciar su deseo.
Fue después de aquel primer polvo, que Esteban sintió un click en su cabeza dormida y en su cuerpo rutinario.
Cuerpo, mente y alma supieron que a partir de ese momento cambiaría su vida para siempre, no se equivocaba. La noche recién empezaba.
Pero eso es otra historia …

3 comentarios - El Debut de Esteban. Trio.

antohot
Te guardo a favoritos para leermelo mañana 😀
ellecherito
jajaajja esta genial la historia taria mas buenas con fotos de las caras de estaban erica y majo:P
justi98
+2 no tengo mas.
Gracias.