Aqui va otro relato.. (todo ficción eh! no se vayan a creer)
Me encontraba sola el fin de semana.. mi familia estaba de viaje de esquí por los pirineos, como cada año, y yo este año había decidido no ir, no me sentía con ganas.
Así que así estaba, sola y aburrida en casa y me decidí a mirar una película. Fui a la habitación de mi hermano a ver su videoteca, y me decanté por ver una pelicula de risa, que me animara. Me puse comoda para ver la película: me vesti con camiseta ancha y unos shorts de algodon cortitos, sin llevar nada debajo. Me fui al salón y coloqué el DVD en el aparato, para tumbarme depués en el sofá tapada con una manta. No pasaron ni diez minutos cuando, en el momento que me reía a carcajada limpia, llamaron a la puerta. "Que raro", pensé. Yo no había quedado con nadie (no tenía ganas ese día). Me levante y me dispuse a abrir.
Abrí la puerta y detrás habia un señor de unos treinta y tantos años, de estatura normal, no muy alto y algo gordito, y la verdad que no muy guapo. Nada más abrir se le abrieron los ojos como platos, y me miró de arriba abajo. "Hola.. eh.. soy un vecino.." Me extraño, pues nunca lo había visto antes. "Dime.. que quieres?" le pregunté yo. "Eh.. es que .. ten.. tengo la pila del baño atascada y estoy buscando en toda la finca alguien que tenga un desatascador.. tenéis alguno por casualidad?" Quedé pensativa unos instantes, y le dije "La verdad es que no lo sé, mi familia no está, eso lo sabe mi padre." Entramos en un incómodo silencio los dos y para no prolongarlo dije: "Si quieres puedo intentar buscarlo". "Si porfavor, te estaría muy agradecido" Me di la vuelta dejando la puerta abierta, y sin verlo, sabía que el hombre me estaba mirando el culito, antes de girar a la cocina. Pasé al fondo de la cocina y me puse a buscar.. ¿dónde podrían guardar el desatascador? Me puse a mirar por los armarios.
Estaba agachada buscando el desatascador en los armarios de debajo del fregadero, cuando derrepente oí la puerta cerrarse. Un escalofrío me recorrio el cuerpo entero. Entonces entró el hombre en la cocina, con una sonrisa malévola, directo hacia mi. Se paro delante mía, y con una mirada de pervertido miraba mi cuerpo, sin llegar a mirarme a la cara ni un instante, mientras me decía: "Niña, vamos a pasar un rato en grande tu y yo" Yo aterrorizada, me alejé de él, y quedé cerrada en la esquina, donde me quedé, atemorizada, con él delante. Quedado yo encerrada, se abalanzó sobre mi con sus manos y yo intenté alejarle moviendo los brazos, lográndolo durante unos segundos, pero entonces me estiró del pelo y me tiró hacia él. Fue entonces cuando me rodeó con los brazos y me consiguió agarrar de las muñecas con una mano, mientras con la otra me tapaba la boca, para que no gritara.
"No grites nenita o te haré daño" Entonces me quitó la mano de la boca y yo, me puse a llorar, de miedo, aunq no grité. Con una mano sujetando mis muñecas, se puso a buscar algo en los cajones de la cocina. Abrió todos hasta encontrar una especie de cuerda, que mi madre usaba para tender la ropa. Me ató las manos a la espalda y se guardo lo que le sobró de cuerda en el bolsillo. Yo intentaba resistirme, pero me tenía a su merced. "Cuanto más te resistes, zorrita, más cachondo me pones" Me rodeaba con los brazos por detras y empezaba a sobarme las tetas como quería, mientras restregaba su entrepierna con mi culito. Me llevó por la casa, agarrandome de los brazos y llevándome detrás de él, a estirones. Iba abriendo cada puerta par aver lo que había detrás. Cuando abrió la puerta del baño me soltó un instante y yo intenté salir corriendo, pero caí al suelo, pues con las manos atadas no tenía tanto equilibrio. Caí y lloré desconsolada, mientras el se reía. Se agacho hacia mi, me dio dos bofetadas y me lamió la cara, para escupirme después. "No sé que intentas, putita, pero de esta no te escapas" Me levanto del suelo bruscamente y me puso delante de él, y me empujó hasta la habitación de mis padres, y me tiró encima de la cama.
"Porfavor, déjeme ir.. no diré nada a nadie, está a tiempo" le decía yo, temblando.
"Sigue suplicando, zorrita, que me gusta" Se desabrochó el cinturón, lo dejó encima de la mesa y se acercó a mi. Como no podía quitarme la camiseta, ya que tenía las manos atadas, me la arrancó con fuerza. "Vaya tetitas mas bonitas tienes, nenita" me quedé solo con las braguitas puestas. Me tocaba a su antojo con una mano, mientras con la otra se acariciaba el rabo. Yo me resistía, pero eso no hacía más que ponerle más cachondo. "Resistete, puta, me pones a cien." El estaba depié al lado de la cama, y yo tumbada bocarriba, moviendo los pies. "Si sigues así con los pies te los ataré a la cama, putita" Entonces me cogió con fuerza con sus manos y me dio una vuelta, colocandome a 4 patitas. Tenía las manos a la espalda, la cabeza contra el colchón y el culito en pompa, en el aire. Me bajó las braguitas y empezó a meterme un dedo, con violencia. "Por favor.. para.. dejame" le recriminaba yo (no quería que supiera que yo estaba mojada, incomprensiblemente); hizo caso omiso. "Menuda guarra eres.. Si estas mojada como una perrita" me azotó el culito con fuerza "te está gustando esto eh, puta"
Dije que no, e intenté resistirme, moviendo las piernas, pero era casi imposible. Entonces me sujetó la cabeza contra la cama con una mano, y con la otra me azotaba la colita. "Mm.. me encanta que te portes mal, nenita.. sigue" me decía mientras me azotaba. Acercaba su cabeza a la mía y me lamia la cara, de abajo a arriba, sujetandome la cabeza. Le miré a los ojos: tenía cara de pervertido, estaba fuera de sí, había perdido el control. "Te voy a reventar como a una puta" me decía, después de escupirme otra vez. Se puso de rodillas en la cama, detrás de mi. "Vaya culito de niña puta tienes, me encanta" Decía mientras me seguía azotando. Lo pegaba a su entrepierna y lo movia golpeandolo contra su polla, aún debajo de pantalón. Se desabrochó el pantalón y se los bajó ansiosamente, y sin llegar a quitarselos, empezo a restregar su gorda polla sobre mi culito. "La sientas puta? Te la voy a meter de aquí a nada, sé que lo estás deseando.
"No porfavor.. no me hagas daño.. para... dejame ir" El se reía, detrás de mí. "Que cachondo me pones, zorrita" Entonces sentí como acercaba su glande a mi coñito, que estaba humedo, pero cerrado. "No porfavor.. para!!" grité. Entonces se abalanzó sobre mí, y quedamos los dos pegados, yo con el culito algo levantado aún de la cama. Me giró la cara hacia él, y me suspiró "te voy a reventar como si fuese un animal, putita de mierda" y, antes de yo poder responder, me la metió hasta el fondo, mientras me agarraba la cara con la mano y me tapaba la boca. Entonces empezó a follarme rápido, desenfrenadamente. Me golpeaba con fuerza, y a mi me dolía. "Como me pones nenita, me encanta que te resistas" me decía él mientras me follaba sin piedad, yo intentaba pararle, pero él encima de mi y yo con las manos atadas, era tarea imposible. Paró un instante, para descansar, pero enseguida me agarró del pelo y siguió follándome, yo poniendo resistencia. "Viejo pervertido" pensaba yo, mientras sentía como entraba y salía su enorme polla, incontables veces.
Paró y me dio la vuelta rapidamente. Yo cerré las piernas instintivamente, pero él me las intentaba abrir. "Así me gusta golfa.. resistete" mientras me las intentaba separar. Se notaba como se ponía más cachondo. Al final desistí, ya casi sin fuerzas.. medio llorando. "Ves, no tienes nada que hacer" Se puso de rodillas en el suelo, y me cogio de las dos piernas y tiró hacia él, y empezó a comerme el coñito. Yo me sentía rara: estaba aterrorizada por todo, pero mi coñito estaba caliente, humedo. No quería que me lo comiese, no quería seguir poniéndome cachonda: no de esta forma. Pero no pude evitarlo: yo temblaba de la excitación y del miedo. "Vas super caliente.. eh puta? Te gusta eh?" Me siguió comiendo el coñito hasta q tuve un orgasmo." Entonces se volvió a subir a la cama y me la volvió a meter en el coñito, para volver a follarme. "Te gusta que te folle como a una perra eh?" me preguntaba. "No.. porfavor para.. desatame" decía yo. Empezó a follarme como un bestia, fuera de sí, en la posición del misionero, mientras me besaba y lamía la cara. Yo la apartaba asqueada, pero el me seguía con su lengua, mientras seguía humillándome. Entonces me abofeteó la cara con fuerza y puso su mano sobre ella, aplastandome contra la cama mientras se reía y me penetraba rápido, con fuerza.
"Nena, eres una jodida putita" me decía mientras me sujetaba la cara para que le mirase, con cara de miedo. Entonces paró y se sento sobre mi pecho, quedando su rabo encima de mi cara. Yo no podía moverme, y eso a él, le encantaba. Me golpeaba la cara con su polla, mientras yo intentaba apartarla, y se reía. Se cogió del rabo y empezo a pasarme los huevos por la cara, mientras yo cerraba los ojos. "Hueleme los huevos, putita", y los posaba sobre mi nariz, mientras seguía riéndose. Se echó un poco hacia atrás, y puso su polla justo delante de mi boquita. "Traga" me ordenó. Yo dije que no con la cabeza. Se enfadó y me golpeó la cara. "Como que no? Abre la boca puta, que vas a tragar" Volví a negar. Me cogio la cabeza y me tapó la nariz con los dedos, para que no pudiera respirar. Yo intente aguantar lo máximo posible, pero al poco tiempo tuve que abrirla, para coger aire, y fue entonces cuando aprovechó para metérmela en la boca. La metió casi entera, y permaneció así un rato.
"Que bonita estás así, nenita.. mírame a los ojos." Yo aparte la vista hacia otro lado, pero me volvio a golpear. "Que me mires, he dicho" Entonces le miré, con la polla en la boca, e intenté decir algo.. pero no podía vocalizar. "Qué dices? No te oigo jajaja." se reía ".. que te folle la boquita? es eso lo q intentas decirme?" "ghhmnno" intente decir yo. "Bueno.. si es eso lo que quieres.." Me cogió de la cabeza, sin ningún cuidado, y me levantó un poco de la cama, y empezó a violarme la boquita.. como si se tratase de un juguete para su polla. Ahora me la metía hasta el fondo, con fuerza, golpeándome la garganta. "Traga nena, trágatela entera guarrilla" Yo no podía apenas respirar, pero eso a él no le importaba, le ponía aún más cachondo. Sus huevos golpeaban contra mi barbilla.
Aparté la cabeza y conseguí que la sacara. "Cabrón" dije fatigada, cogiendo aire"viejo verde, pervertido"
"Sigue insultándome, me gusta" decía mientras se masturbaba. "Hijo de puta" le dije yo.
Me cogió y me tiro al suelo, alado de la cama, y quedé de rodillas. El se sentó en el borde, delante mía. Me cogió de la cabeza y entonces cogí y le escupí yo en la cara. No me dijo nada. Se levantó y empezo a follarme la boquita, otra vez. Me folló hasta que se corrio en mi garganta, sin avisar.
"Nos volveremos a ver, nena" dijo mientras se vestía, y se marchó. Me dejó ahi atada, tirada, con toda la boca llena de leche.
pusinator 😉
Me encontraba sola el fin de semana.. mi familia estaba de viaje de esquí por los pirineos, como cada año, y yo este año había decidido no ir, no me sentía con ganas.
Así que así estaba, sola y aburrida en casa y me decidí a mirar una película. Fui a la habitación de mi hermano a ver su videoteca, y me decanté por ver una pelicula de risa, que me animara. Me puse comoda para ver la película: me vesti con camiseta ancha y unos shorts de algodon cortitos, sin llevar nada debajo. Me fui al salón y coloqué el DVD en el aparato, para tumbarme depués en el sofá tapada con una manta. No pasaron ni diez minutos cuando, en el momento que me reía a carcajada limpia, llamaron a la puerta. "Que raro", pensé. Yo no había quedado con nadie (no tenía ganas ese día). Me levante y me dispuse a abrir.
Abrí la puerta y detrás habia un señor de unos treinta y tantos años, de estatura normal, no muy alto y algo gordito, y la verdad que no muy guapo. Nada más abrir se le abrieron los ojos como platos, y me miró de arriba abajo. "Hola.. eh.. soy un vecino.." Me extraño, pues nunca lo había visto antes. "Dime.. que quieres?" le pregunté yo. "Eh.. es que .. ten.. tengo la pila del baño atascada y estoy buscando en toda la finca alguien que tenga un desatascador.. tenéis alguno por casualidad?" Quedé pensativa unos instantes, y le dije "La verdad es que no lo sé, mi familia no está, eso lo sabe mi padre." Entramos en un incómodo silencio los dos y para no prolongarlo dije: "Si quieres puedo intentar buscarlo". "Si porfavor, te estaría muy agradecido" Me di la vuelta dejando la puerta abierta, y sin verlo, sabía que el hombre me estaba mirando el culito, antes de girar a la cocina. Pasé al fondo de la cocina y me puse a buscar.. ¿dónde podrían guardar el desatascador? Me puse a mirar por los armarios.
Estaba agachada buscando el desatascador en los armarios de debajo del fregadero, cuando derrepente oí la puerta cerrarse. Un escalofrío me recorrio el cuerpo entero. Entonces entró el hombre en la cocina, con una sonrisa malévola, directo hacia mi. Se paro delante mía, y con una mirada de pervertido miraba mi cuerpo, sin llegar a mirarme a la cara ni un instante, mientras me decía: "Niña, vamos a pasar un rato en grande tu y yo" Yo aterrorizada, me alejé de él, y quedé cerrada en la esquina, donde me quedé, atemorizada, con él delante. Quedado yo encerrada, se abalanzó sobre mi con sus manos y yo intenté alejarle moviendo los brazos, lográndolo durante unos segundos, pero entonces me estiró del pelo y me tiró hacia él. Fue entonces cuando me rodeó con los brazos y me consiguió agarrar de las muñecas con una mano, mientras con la otra me tapaba la boca, para que no gritara.
"No grites nenita o te haré daño" Entonces me quitó la mano de la boca y yo, me puse a llorar, de miedo, aunq no grité. Con una mano sujetando mis muñecas, se puso a buscar algo en los cajones de la cocina. Abrió todos hasta encontrar una especie de cuerda, que mi madre usaba para tender la ropa. Me ató las manos a la espalda y se guardo lo que le sobró de cuerda en el bolsillo. Yo intentaba resistirme, pero me tenía a su merced. "Cuanto más te resistes, zorrita, más cachondo me pones" Me rodeaba con los brazos por detras y empezaba a sobarme las tetas como quería, mientras restregaba su entrepierna con mi culito. Me llevó por la casa, agarrandome de los brazos y llevándome detrás de él, a estirones. Iba abriendo cada puerta par aver lo que había detrás. Cuando abrió la puerta del baño me soltó un instante y yo intenté salir corriendo, pero caí al suelo, pues con las manos atadas no tenía tanto equilibrio. Caí y lloré desconsolada, mientras el se reía. Se agacho hacia mi, me dio dos bofetadas y me lamió la cara, para escupirme después. "No sé que intentas, putita, pero de esta no te escapas" Me levanto del suelo bruscamente y me puso delante de él, y me empujó hasta la habitación de mis padres, y me tiró encima de la cama.
"Porfavor, déjeme ir.. no diré nada a nadie, está a tiempo" le decía yo, temblando.
"Sigue suplicando, zorrita, que me gusta" Se desabrochó el cinturón, lo dejó encima de la mesa y se acercó a mi. Como no podía quitarme la camiseta, ya que tenía las manos atadas, me la arrancó con fuerza. "Vaya tetitas mas bonitas tienes, nenita" me quedé solo con las braguitas puestas. Me tocaba a su antojo con una mano, mientras con la otra se acariciaba el rabo. Yo me resistía, pero eso no hacía más que ponerle más cachondo. "Resistete, puta, me pones a cien." El estaba depié al lado de la cama, y yo tumbada bocarriba, moviendo los pies. "Si sigues así con los pies te los ataré a la cama, putita" Entonces me cogió con fuerza con sus manos y me dio una vuelta, colocandome a 4 patitas. Tenía las manos a la espalda, la cabeza contra el colchón y el culito en pompa, en el aire. Me bajó las braguitas y empezó a meterme un dedo, con violencia. "Por favor.. para.. dejame" le recriminaba yo (no quería que supiera que yo estaba mojada, incomprensiblemente); hizo caso omiso. "Menuda guarra eres.. Si estas mojada como una perrita" me azotó el culito con fuerza "te está gustando esto eh, puta"
Dije que no, e intenté resistirme, moviendo las piernas, pero era casi imposible. Entonces me sujetó la cabeza contra la cama con una mano, y con la otra me azotaba la colita. "Mm.. me encanta que te portes mal, nenita.. sigue" me decía mientras me azotaba. Acercaba su cabeza a la mía y me lamia la cara, de abajo a arriba, sujetandome la cabeza. Le miré a los ojos: tenía cara de pervertido, estaba fuera de sí, había perdido el control. "Te voy a reventar como a una puta" me decía, después de escupirme otra vez. Se puso de rodillas en la cama, detrás de mi. "Vaya culito de niña puta tienes, me encanta" Decía mientras me seguía azotando. Lo pegaba a su entrepierna y lo movia golpeandolo contra su polla, aún debajo de pantalón. Se desabrochó el pantalón y se los bajó ansiosamente, y sin llegar a quitarselos, empezo a restregar su gorda polla sobre mi culito. "La sientas puta? Te la voy a meter de aquí a nada, sé que lo estás deseando.
"No porfavor.. no me hagas daño.. para... dejame ir" El se reía, detrás de mí. "Que cachondo me pones, zorrita" Entonces sentí como acercaba su glande a mi coñito, que estaba humedo, pero cerrado. "No porfavor.. para!!" grité. Entonces se abalanzó sobre mí, y quedamos los dos pegados, yo con el culito algo levantado aún de la cama. Me giró la cara hacia él, y me suspiró "te voy a reventar como si fuese un animal, putita de mierda" y, antes de yo poder responder, me la metió hasta el fondo, mientras me agarraba la cara con la mano y me tapaba la boca. Entonces empezó a follarme rápido, desenfrenadamente. Me golpeaba con fuerza, y a mi me dolía. "Como me pones nenita, me encanta que te resistas" me decía él mientras me follaba sin piedad, yo intentaba pararle, pero él encima de mi y yo con las manos atadas, era tarea imposible. Paró un instante, para descansar, pero enseguida me agarró del pelo y siguió follándome, yo poniendo resistencia. "Viejo pervertido" pensaba yo, mientras sentía como entraba y salía su enorme polla, incontables veces.
Paró y me dio la vuelta rapidamente. Yo cerré las piernas instintivamente, pero él me las intentaba abrir. "Así me gusta golfa.. resistete" mientras me las intentaba separar. Se notaba como se ponía más cachondo. Al final desistí, ya casi sin fuerzas.. medio llorando. "Ves, no tienes nada que hacer" Se puso de rodillas en el suelo, y me cogio de las dos piernas y tiró hacia él, y empezó a comerme el coñito. Yo me sentía rara: estaba aterrorizada por todo, pero mi coñito estaba caliente, humedo. No quería que me lo comiese, no quería seguir poniéndome cachonda: no de esta forma. Pero no pude evitarlo: yo temblaba de la excitación y del miedo. "Vas super caliente.. eh puta? Te gusta eh?" Me siguió comiendo el coñito hasta q tuve un orgasmo." Entonces se volvió a subir a la cama y me la volvió a meter en el coñito, para volver a follarme. "Te gusta que te folle como a una perra eh?" me preguntaba. "No.. porfavor para.. desatame" decía yo. Empezó a follarme como un bestia, fuera de sí, en la posición del misionero, mientras me besaba y lamía la cara. Yo la apartaba asqueada, pero el me seguía con su lengua, mientras seguía humillándome. Entonces me abofeteó la cara con fuerza y puso su mano sobre ella, aplastandome contra la cama mientras se reía y me penetraba rápido, con fuerza.
"Nena, eres una jodida putita" me decía mientras me sujetaba la cara para que le mirase, con cara de miedo. Entonces paró y se sento sobre mi pecho, quedando su rabo encima de mi cara. Yo no podía moverme, y eso a él, le encantaba. Me golpeaba la cara con su polla, mientras yo intentaba apartarla, y se reía. Se cogió del rabo y empezo a pasarme los huevos por la cara, mientras yo cerraba los ojos. "Hueleme los huevos, putita", y los posaba sobre mi nariz, mientras seguía riéndose. Se echó un poco hacia atrás, y puso su polla justo delante de mi boquita. "Traga" me ordenó. Yo dije que no con la cabeza. Se enfadó y me golpeó la cara. "Como que no? Abre la boca puta, que vas a tragar" Volví a negar. Me cogio la cabeza y me tapó la nariz con los dedos, para que no pudiera respirar. Yo intente aguantar lo máximo posible, pero al poco tiempo tuve que abrirla, para coger aire, y fue entonces cuando aprovechó para metérmela en la boca. La metió casi entera, y permaneció así un rato.
"Que bonita estás así, nenita.. mírame a los ojos." Yo aparte la vista hacia otro lado, pero me volvio a golpear. "Que me mires, he dicho" Entonces le miré, con la polla en la boca, e intenté decir algo.. pero no podía vocalizar. "Qué dices? No te oigo jajaja." se reía ".. que te folle la boquita? es eso lo q intentas decirme?" "ghhmnno" intente decir yo. "Bueno.. si es eso lo que quieres.." Me cogió de la cabeza, sin ningún cuidado, y me levantó un poco de la cama, y empezó a violarme la boquita.. como si se tratase de un juguete para su polla. Ahora me la metía hasta el fondo, con fuerza, golpeándome la garganta. "Traga nena, trágatela entera guarrilla" Yo no podía apenas respirar, pero eso a él no le importaba, le ponía aún más cachondo. Sus huevos golpeaban contra mi barbilla.
Aparté la cabeza y conseguí que la sacara. "Cabrón" dije fatigada, cogiendo aire"viejo verde, pervertido"
"Sigue insultándome, me gusta" decía mientras se masturbaba. "Hijo de puta" le dije yo.
Me cogió y me tiro al suelo, alado de la cama, y quedé de rodillas. El se sentó en el borde, delante mía. Me cogió de la cabeza y entonces cogí y le escupí yo en la cara. No me dijo nada. Se levantó y empezo a follarme la boquita, otra vez. Me folló hasta que se corrio en mi garganta, sin avisar.
"Nos volveremos a ver, nena" dijo mientras se vestía, y se marchó. Me dejó ahi atada, tirada, con toda la boca llena de leche.
pusinator 😉
34 comentarios - Como me violaron
ya me voy a ir a violar a una vecina 😀 😀 😀
La verdad me gusto Maria muy bueno 😀
POR SI TE INTERESA MARIAA ME GUSTAN LAS HISTORIAS DE LESBI
gracias por los puntitos!!
Che, se esta hablando de una violacion... no pueden decir nunca \"linda historia\"...
🙄 🙄 🙄
q nadie se moleste 🙄
Morboso el relato.
Pero bien relatado y redactado.
Excelente!
Te dejo el chiste de no y yo tampoco.