2 es infidelidad 4 intercambio
No sé por donde comenzar a relatar está historia, quizá ni siquiera pueda darle una forma literaria apropiada, intentaré seguir un orden en mis ideas y ser capaz de sin extenderme demasiado relataros esta experiencia.
Desde que publico mis relatos, unos eróticos y otros no tanto en esta página, muchos son los emails que recibo, aprovecharé para decir que intento contestar a todos pero no siempre me es posible. De esta relación de correos, mantengo contacto asiduo con un par de personas únicamente, y entre ellas sobre todo con uno.
Me resultó curiosa su forma de escribir, me envió algunos relatos y a raíz de ahí hemos mantenido una extraña relación, quizá sobrestimulada por la imaginación y fantasía. Más de una vez se planteó la posibilidad de tener un encuentro "amistoso", conocemos nuestras caras gracias a un intercambio de fotos que se produjo no sé como, ya que no me gusta enviar mi foto porque entonces los relatos pierden su fuerza, me es más fácil escribir desde el total anonimato...
El caso es que yo entre dudas y tentativas acabe declinando esas invitaciones, debe ser que estaba comenzando a sentar la cabeza. En esas fechas comenzaba a estabilizar mi situación emocional con alguien a quien no podía defraudar, asi que fiel a mis sentimientos y a mis nuevos propósitos para el año nuevo, como niña buena me mantuve al margen de problemas.
A pesar de la distancia, y de la barrera interpuesta seguimos manteniendo una relación asidua dentro de lo que mi trabajo me dejo, dado que durante un tiempo tuve que desengancharme de este adictivo medio.
Un día me comentó que iba a venir con su pareja desde Burgos a pasar un fin de semana y que le encantaría que nos viéramos. La verdad es que a mi eso me hizo dudar, tardé más de lo habitual en responder a su email, y entre rodeo y rodeo, me fue envolviendo como de costumbre... y eso que soy dura de pelar...
Ambos conocemos la existencia de nuestras historias, la suya mucho más estable y duradera, la mia mucho más incipiente pero muy apasionada.
La cosa es que los dos nos inventamos ante nuestras parejas que nos conocíamos de un viaje que hicimos hace bastantes años, cuando yo era una pipiola y el un joven apuesto. Algo totalmente surrealista pero que pareció totalmente creíble por lo menos para mi novio... creo que la suya desconfió algo más.
Gracias a las fotos cuando nos viéramos podríamos reconocernos como si alguna vez en nuestra vida hubiéramos sido amigos de esos de trato físico habitual.
Ese sábado por la tarde mi corazón estaba tenso, no se me da muy bien mentir, y lo cierto es que era una tontería, no habíamos hecho nada, compartir fantasías en forma de historia como yo lo hago con todos vosotros... pero... algo en mi conciencia no estaba tranquilo.
David vino a buscarme, estaba muy atractivo, su mirada brillaba con claridad y su sonrisa, como siempre, encantadora. Yo, aunque no este bien que lo diga, estuve un largo tiempo mirando el fondo de armario para elegir algo que impactara a mi "ciberamigo", me arreglé con tesón. De nuestras conversaciones sabía que aunque me consta que le atrae y esta totalmente enamorado de su futura esposa nuestro encuentro generaría una tensión sexual entre nosotros.
Ese relato que hicimos entre los dos, paralelamente nada más que estuviéramos el uno frente al otro vendría a nuestras mentes.
Habíamos quedado después de cenar en un bar de copas que a mi me encantaba, poco multitudinario.
Durante la cena con David, el vino corrió por nuestras copas, reímos y mientras sus labios se movían para acompañar a sus palabras yo permanecía ajena a las mismas, pensando en ese extraño momento, en el cual mis labios se juntarían con sus mejillas y por primera vez en nuestras vidas, y bajo la total ignorancia de nuestros acompañantes nuestras pieles se rozarían...
En la puerta del local llegamos los primeros, un nudo en el estomago me revolvía el interior, las mejillas ardientes, del calor, del vino, de los nervios y las manos heladas, como si por ellas la sangre no corriera, como si congelada se hubiera quedado en el cerebro...
Ahí estaba, mucho más atractivo que en las fotos, igual que su novia, mucho más guapa, delgadita y bajita de su mano se aproximaban hacia nosotros. Los labios de Juanjo esbozaban el símbolo de la complicidad... un escalofrío subió de mis caderas hasta el cuello... y recordé ese relato común que escribimos donde describíamos nuestras sensaciones al encontrarnos...
Tras las presentaciones, y un par de besos la conversación parecía que costaba que fluyera...
Apresuré la entrada al local, dejamos en el guardarropa los abrigos. Y observé con disimuló a los dos de arriba a abajo, él estaba impecable, se notaba la diferencia de edad que nos separaba y eso aun me resultaba más atractivo, sobre todo por no ser una diferencia de edad muy elevada. Su novia llevaba una faldita corta, con algo de vuelo, y una camisa de tacto aparentemente vaporoso... parecía una muñeca hecha a escala...
A su lado yo era mucho más grande, con unas curvas más voluptuosas, y bastante más alta. A simple vista me pareció simpática y algo introvertida. Por otro lado Juanjo estrechaba lazos con David, parecían estarlo pasando muy bien y haber conectado a la perfección... poco a poco me fui relajando...
La música sonaba, y cogí del brazo a Vanesa y la arrastré hasta el centro de la pista, ella se contoneaba tímidamente bajo la atenta mirada de nuestras parejas, yo desde el frente la animaba a soltarse la melena...
Ambos se acercaron a dejarnos nuestra bebida mientras las dos muy compenetradas nos movíamos sobre la pista. Observé como las miradas de Juanjo se clavaban en mis caderas y picaramente me sonreía pasando desapercibido para el resto del mundo. También y sin que me hiciera mucha gracia pude ver como David, observaba entre disimulos, los movimientos y esa corta falda de Vanesa que dejaba ver sus estilizadas piernas...
Un juego de seducción se despertó entre los cuatro, nosotras implícitamente vivíamos una competición por ser el centro de atención... ninguna gozábamos de ventaja, cada una con nuestras armas, muy diferentes pero igualmente efectivas no dejábamos indiferentes a nuestros chicos.
Solamente, si alguien jugaba con alguna triquiñuela eramos Juanjo y yo, sé que se moría por ver mi piercing, y en un sutil movimiento en el que saque la lengua levemente para humedecer mis labios le deje entrever la bolita de mi lengua, ahora solo quedaba bien escondida la que era fruto de sus fantasías...
La salsa sonaba, agarré a mi chico y nos hicimos unos pasitos que sabemos un poco por encima. Vanesa muy junta Juanjo pegaba sus caderas a su entrepierna, y veía en su mirada la picardía...
A mitad de la canción Juanjo sugirió un cambio de pareja... por fin note su brazo, enérgico envolviendo mi cintura y su mano algo caída hacia la cadera que intentaba palpar el comienzo de mi nalga a través de mi fino vestido de gasa.
MI corazón estaba acelerado, sus manos posadas sobre la piel de mi espalda me desestabilizaban, la boca se me quedaba seca e interrumpí la danza con la disculpa de que necesitaba tomar algo de beber, me acerque a Vanesa y David y cuando este hizo el amago de ir a pedir por mi le dije que ya ibamos nosotros dos.
Entre la multitud nos alejamos, entre la gente note como sus manos se posaban en mis glúteos, se amarraba a la cintura y rozaba de refilón uno de mis pechos, solo cubiertos por la ropa, dado que el importante escote me impedía el uso de ninguna clase de sujetador...
De reojo todavía se veía a nuestras parejas envueltas en sonrisas, baile pegadizo y seducción complice. Aprovechando una columna del local, sentí como la cara de Juanjo se iba acercando a la mía, su mirada era ardiente y nos fundimos en un apasionado beso, sus labios estaban muy cálidos, y mi palpitar era tan rápido que pensé que hasta él lo estaría sintiendo...
El cosquilleo me recorría entera, su mano agarró mi muñeca y la llevo a su entrepierna con delicadeza... note el hinchazón de la zona, que acaricie como si se tratara de porcelana durante unos segundos, sus ojos se tornaron...
Cuando me vino un halo de lucidez, le solté rápidamente y me apresure a pedir las copas, algo que a él pareció resultarle muy divertido y casi infantil... yo algo enfurruñada me repetía en alto que eso no podíamos dejarlo pasar, que no estaba bien, bla, bla...
Mientras hablaba intentándome convencer a mi misma, Juanjo acarició mi cara, giró mi cuerpo y dejo que me apoyara sobre él, los dos mirando hacia la pista el detrás mío, envolviendo mis pechos sutilmente mientras nuestros ojos hipnotizados observaban como Vanesa y David se fundían en un largo y profundo beso...
Algo extraño me ocurrió, me excité mientras sentía sus manos agarradas a mi cintura y acariciando mi liso vientre a la par que veía a mi novio besando apasionadamente a otra...
Di un trago a la copa y cogiendo de la mano a Juanjo fuimos al lado de nuestras parejas, y en un acto de enfurruñamiento me enganche a los labios de Juanjo...
Durante unos minutos sentí que mi sexo se derretía, un sexo que siempre he llevado arreglado y que esa noche antes de salir había rasurado al completo casi siendo consciente que mi "ciberamigo" podría catarlo y a él así le gustaría, como tantas veces me ha dicho en nuestros emails...
Tras los besos apasionados nos miramos los cuatro, David se aproximó a mi, beso mis labios, sabía a un dulzor especial... sabía a los labios de otra... me gusto... su lengua se movió más apasionadamente que nunca, mis ojos cerrados se centraron en esa sensación, ajena a como deberían estar alucinando la gente que nos rodeaba... cuando paso la punta de su lengua por mis labios me susurro la idea de irnos los 4 a su casa a tomarnos la ultima copa...
En su mirada veía lo que ocultaba ese deseo, era abrir una nueva puerta en nuestras relaciones sexuales... mi silencio durante unos segundos fue interrumpido por un "vale", cuando al girar la mirada vi las manos de Juanjo envolver el cuello de su novia, mientras le susurraba cosas al oido que a ella parecía enloquecerla...
David traspaso la invitación a la pareja, se miraron y aceptaron con agrado. Juanjo me lanzó una sonrisa, probablemente pensaba que yo era la percusora de esta idea, pero para mi sorpresa fue mi novio. El mismo que durante meses, solo tenía ojos para mi, el mismo que decía solo desear mi cuerpo. Y lo que también me chocaba es que Juanjo me pintó a Vanesa por email como recatada y tímida... y ambos fueron los primeros en sin conocerse fundirse en un apasionado beso y enrollarse...
Llegamos a casa de David, nos sentamos cada pareja en un sillón, mi novio como anfitrión sirvió unas copas para ellos y unos refrescos para nosotras que ya no queríamos nada más. La mano de mi pareja reposaba sobre mi pierna ascendiendo por mi muslo mientras Juanjo clavaba la vista en ella, y las miradas de David y Vanesa se fundían en una llama...
Parecía que no fuera la primera vez en una situación asi para ninguno de los cuatro. Los dedos de David se ceñían alrededor de mi prieto muslo, y la punta de su dedo corazón rozaba mi húmeda ropa interior. El vestido estaba fruncido alrededor de mis caderas, y mientras el silencio se apoderaba del a pequeña habitación, los ojos de Vanesa asomaban tras el cristal del vaso del que bebía totalmente curiosos y excitados...
En un susurro perfectamente audible para todos los allí presentes Juanjo me solicitó que me quitara el tanga... David con sus manos recogió mi vestido alrededor de la cintura y sin ponerme en pie y totalmente ardiente saque una pierna primero y luego la otra dejando entre abierto los labios afeitados de mi sexo, y por primera vez a la vista de la pareja mi arito plateado....
Los dedos de David recorrían mi sexo extendiendo la humedad que desprendía por todo él... vi como la mano de Juanjo comenzaba a propinarse caricias en la hinchada pelvis...
David dijo que el también quería que Vanesa se quitara la ropa interior, y Juanjo dijo que no solo eso sino que deseaba que se desnudara...
Ella se puso en pie y empezó a deshacerse algo torpe de su camisa, debajo no llevaba sostén, sus pechos era pequeños pero proporcionados para su tamaño, sus pezones erectos los presidían, me pareció ver que a David la boca se le hacía agua...
Dejo caer el vestido, yo imaginaba que probablemente su novia tuviera el sexo tan lampiño como el mio, y efectivamente ese cuerpo chiquito y estilizado no tenía ni un solo pelo sobre la piel...
La mano de David hacía circulito entre mis piernas... mientras que daba pequeños tirones al pequeño anillito de mi vulva... David incitaba a Vanesa a que se acercará para ver de cerca lo bien que quedaba y excitante que podía resultar este objeto decorativo.
Vanesa, totalmente desnuda, con su pelo castaño apoyado en sus hombros se acercó sentándose en el suelo entre mis piernas, Juanjo le dijo que lo agarrará y ella como si fuera la más obediente y con un aire de timidez con sus dos deditos agarro mi piercing...
En ese momento vi como David se había alejado, entre sus pantalones asomaba su rechoncho miembro, brillante y agranatado masajeado lentamente por él mismo cuando su mirada parecía enferma de lujuria.
Mientras vi la cara de la novia pegada a mi sexo miré a Juanjo y le sonreí, con una de esas sonrisas que muchas veces le he enviado por email, y cuando el hizo el amago de devolvérmela dejé caer mi cadera y pegué mi sexo a los labios de Vanesa, con timidez y curiosidad por probar lo que nunca antes hice...
Dudando si Vanesa se retiraría o no sentí su lengua sobresalir, y los primeros hilos de humedad sobre mi piel... se cerrarón mis ojos y rápidamente me obligué a abrirlos para no perder detalle del cuadro, entre jadeos les pedí a los dos que se desnudasen...
Vanesa levantó la vista para obtener de mi cara la aprobación de estar haciendome un perfecto sexo oral... jamás en mi vida había tocado un sexo femenino que no fuera el mio y entre tanta deshinibición era la oportunidad de hacerlo...
Mientras Vanesa me hacía rozar el climax, Juanjo me besaba y sacaba por mi cabeza el vestido dejando mis pechos de piel dorada desnudos... su lengua jugueteaba entre mis dientes, y en un descuido se escapó y bajó juguetona hasta mis pezones... las lenguas de la pareja me hacen enloquecer...
No podía perder de vista mi modosito novio, que mientras todos nos entreteníamos movió la mesa, y de rodilla detrás de las nalgas chiquititas de Vanesa introducía sus labios, lamiendo y relamiendo toda la feminidad de ella mientras se agarraba los testículos...
Cuando alzó la cabeza vi sus labios empapados como un niño al que le han puesto su tarta favorita y se ha sumergido a bucear entre el dulzor de la nata y el olor a chocolate. Juanjo entre sus dientes apretaba mis pezones y me producía aullidos de dolor y placer... su novia insaciable parecía no querer escapar de su escondite, como una avestruz que esconde la cabeza para no enfrentarse a lo que le esta llevando al extasis...
Las manos de Juanjo me abandonaron, me quedé sola, los dos estaban deleitándola a ella con caricias, mientras mi novio la saboreaba y comía su sexo, Juanjo rodeaba sus pequeños pechos, con las manos y los labios...
Mis jadeos eran crecientes, era delicioso como me practicaba el sexo oral esa mujer, David quizá algo celoso de verme disfrutar a ese nivel se puso en pie y apartó a Vanesa. Con el torso sobre el asiento del sillon y arrodillada sobre la moqueta, David comienza a envestirme por atrás de forma profunda y brusca, con embestidas llenas de pasión...
Con la cabeza ladeada, ví como Vanesa estaba montada sobre Juanjo, sus pechos botaban al mismo ritmo que sus caderas y él parecía disfrutar... me excitaba verles agitarse, unidos y apasionados a mi lado... miré sus ojos y él los mios... y nos dimos cuenta que parte de nuestros escritos se conviertían en realidad...
Sentí el comienzo del calambre como si mi orgasmo fuera a llegar, en ese momento Juanjo se incorporó, Vanesa paró de cabalgarle y atentamente se puso a nuestro lado mientras David me estaba montando para preguntarle si le importaría que intercambiáramos la pareja sin ningún límite...
Con su sexo erecto duro y palpitante se queda quieto dentro de mi, apresado por mis hinchadas paredes justo cuando mi orgasmo iba a llegar... en esa pausa y sin ningún movimiento, en pleno silencio de todos, fue totalmente irrefrenable... me invadió e inundó una sensación de placer irrestible, llegando al orgasmo con el sexo de David mientras habla con Juanjo, llenándole de palpitaciones, bajo la atenta mirada de los dos mientras que Vanesa con sus piernecitas abiertas tocaba su pequeña vulva a toda velocidad...
David se retiró, besando mi nuca con ternura, y antes de que me moviera Juanjo me dió un par de azotes en los glúteos, mientras en mi oido me dijo que debía haberme esperado y dejarle a él el honor de ser el primero. Con las nalgas algo sonrosadas, me sentí satisfecha de que por fin sin remordimientos de conciencia iba a poder tener un encuentro con él.
Se sentó en el sillón y yo de pie deje mi vulva a su alcance para que después de tantos meses pudiera ver y tocar lo que tanto le hacía fantasear, sentir su dedo entre mis piernas hacerse hueco entre los pliegues de mi sexo me enloqueció, dos de sus dedos eran del mismo ancho que mi prieto sexo. Entre mis piernas goteaban fluidos de mi anterior orgasmo y todavía quedaban palpitaciones en la zona...
Su cabeza se acercó a mi vulva y con una lengua experta y pasional me acarició cada rinconcito entre mordiscos y lametones, mis jadeos sonaban por encima de cualquier otro sonido... enfrente mia, mi novio estaba con la polla muy tiesa dentro de la boca de la novia de Juanjo, que envolvía con sus labios el grueso glande de mi chico... parecía hacerlo bien...David cerraba los ojos y acariciaba su pelo igual que la noche anterior lo había hecho conmigo... esa especie de celos no tenía sentido, porque mientras yo observaba esto eran los labios de otros los que bebían de mi placer...
Pequeñas palmaditas sobre mi vulva, como si fueran cachetes eran los premios que me otorgaba mi nuevo amante, curioso y trasgresor me resultaba muy morboso...
Me deje caer, quería que mirara como su chica se llenaba la boca con el sexo de otra persona mientras yo hacía lo mismo con el de él... Las nalgas de Vanesa y mías se rozaban mientras llenábamos nuestras bocas de sabores desconocidos, robados a otros corazones pero que hoy se despertaban más sabrosos que nunca...
Al sentirla entrar entre mis labios, un escalofrio me recorrió, concentrada me esmeré en que nunca jamás olvidara como lo hacía, mi lengua primero la rozó lenta y sutilmente, circulitos por su glande, rozando por todo el tronco la bolita metálica para que apreciara las diferentes textura, y sobretodo me entretuve en masajear las zonas más sensitivas de su sexo, aparte de envolverla con mis labios lo más profundo que mi cuerpo pudo tolerar.
Tendida en el suelo bocarriba Vanesa estaba aplastada por el cuerpo de David, que apretaba sus minúsculos pechos y los prendía con los dientes mientras empujaba hacia su interior, dejando sus glúteos blancos a mi alcance en busca del orgasmo...
Por un momento pensé que Juanjo se iba a ir mientras frotaba y acariciaba su sexo con mis labios y mi lengua, lento y profundo sin dejar ni una parte sin saborear, pero a pesar de la excitación aguanto para poderme poseer aunque solo fuera durante unos minutos.
Se sentó sobre el sillón y con un gesto con los brazos me invitó a sentarme sobre su inhiesto miembro que me esperaba brillante con los primeros fluido que mostraban la importante excitación.
Con las piernas abiertas a cada lado de su cadera, dejando mi sexo y mis pechos desnudos a su total disposición, los botes empezaron a venir por mi parte, primero lentos, dejando que se abriera paso en mi interior y permaneciendo unos segundos quietos en una profunda penetración... y poco a poco haciendose más ritmicos...
David se incorporó, sentándose al lado de Juanjo y animando a Vanesa a que a mi lado adoptase la misma posición, ese momento fue el más excitante de toda la noche, mientras eran otras pollas las que nos penetraban las miradas de nuestras parejas de forma cruda se clavaban en las nuestras de forma recíproca, siendo protagonistas de nuestro propio placer, mientras que éramos espectadores del de ellos sin participar directamente...
Me giré para ver la cara de Vanesa, no paraba de jadear, sus labios estaban muy sonrosados y su cabeza ladeada hacia atrás... sentía que el orgasmo se apoderaba de mi, y los gruñidos masculinos cada vez eran más rápidos por parte de Juanjo y David. No pude evitarlo... mi mano se acercó al sexo de Eva, nunca antes había tocado ninguno, estaba caliente y viscoso, totalmente abierto mis manos resbalaban solas alrededor de un inflamado clítoris sobresaliente. La cara de su novio se puso muy colorada, agarrado a mis pechos los succionaba mientras no quitaba la vista de mi mano, y la cara de su novia, partida en dos por el sexo de David y derretida de placer por mis dedos que dabán tobitas en su clítoris...
... Fue la primera, la primera en dar el grito de espanto, el grito del placer de lo prohibido... nada más se fue, David salió de su interior y acabo yéndose sobre su pequeño cuerpo bajo nuestra atenta mirada...
... La siguiente fui yo, que al ver tal imagen estallé en un calambre intenso... segundos después note como el dilatado sexo de Juanjo se rompía en mi interior, fundiéndose con mi propio orgasmo mientras se amarraba a mi anillo escondido...
El ambiente estaba cargado, la mezcla de los cuerpos sudorosos, fluidos sexuales, alcohol... el olor a lujuria... nuestras miradas se ocultaban por el pudor medio agachadas y ocultas como si hubiéramos sido conscientes en ese instante por primera vez de lo que había ocurrido...
La ropa repartida por el desordenado salón se confundía, Vanesa con rapidez buscaba sus prendas, en Juanjo en cambio la sonrisa era encantadora. David corrió a darme un beso lleno de cariño, y una especie de perdón que no llegue a entender, yo devolví ese beso mientras entregaba con picardía la sonrisa a Juanjo... ese atractivo hombre que durante meses alimentó mi fantasía...y esa noche me dio de mi propia medicina.
No quiero alargarme más, minutos fríos precedieron a estos instantes, un tanto extraños. En poco rato se fueron al hotel y no les he vuelto a ver. Esa noche me quedé en casa de David. Cuando nos fuimos a dormir nuestras mentes no paraban de recordar, venían las imágenes de lo vivido, lo que uno piensa que jamás se atrevería a hacer, que solo es una fantasía, de esas que escribes y ya está... y en esa noche... sucedió,
En la cama de David hicimos el amor como nunca, quizá los dos sumidos en el recuerdo y embriagados de lujuria enloquecimos juntos y esta vez en solitario...
9 comentarios - infidelidad e intercambio
me gusto bastante
van +5 puntines
Muy :buen post: esta para 🤘 y 🤘 y seguir 🤘...
Gracias por compartir, visita mi post:
http://www.poringa.net/posts/relatos/1837862/El-Amigo-de-mi-Esposa___.html
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