You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Amor de tarde

Hola gente. Ante todo empiezo este post atajándome, pidiándoles disculpas si no sale como uno se lo puede dibujar en la cabeza, prolijo.
Como se que para entrar a la comunidad se necesitan los púntos, para avanzar de categoria de user, y como tambien se que no puedo ser poringuera 😛 , entonces decidí que cuando tenga un rato libre, voy a tratar de de calentarlos de la manera que yo creo que mejor me sale, o quizás de la manera que a mí mas me gusta, con historias, dejando a su criterio la veracidad o la ficción que estas contengan. Hoy les voy a dejar una titulada:

Amor de tarde

Todo comienza una tarde en que nuestro protagonista Carlos caminaba por la calle, con pensamientos distantes, quizás sin sentido, esperando encontrar nada, sin rumbo alguno, ni yendo ni volviendo de ningún lugar.
Carlos siempre fue una persona muy metódica para el sexo, ella arriba, él abajo; y ahí terminaba su repertorio. Decía siempre "esas cosas hay que dejárselas a las putas, solo las putas la chupan y hacen esas posiciones raras. Ni hablar de que entreguen el culo, ahí sí ya es el colmo de la prostitución".
Tenía pensamientos pacatos, de otra época. Pensamientos que lo encerraban en sí mismo convirtiéndolo en un ser aburrido para cualquier pareja en lo que al sexo respecta.
Esa tarde algo iba a cambiar en él. En su paseo hacia ningún lado, observa que una señorita se cae de su bicicleta, no vió bien por qué, ya que era muy poco observador de lo que lo rodeaba, pero si algo no se puede negar es que siempre fué una persona extremadamente bondadosa. Al instante recurrió en auxilio de la muchacha. Ésta no se había hecho nada salvo algún que otro rasguño. Carlos la levantó y la ayudó a llegar hasta la vereda y la hizo sentar en el escalón de la puerta de un edificio y próximo le levantó la bicicleta y se la llevó al lado.
Cuando ya estaban ubicados, nuestro protagonista pudo por primera vez observar a la muchacha. Quedó ciego ante la luz que desprendían sus bucles color castaños y sus ojos color miel, la piel tostada por el sol...no pudo evitar mirar su escote, que lo llamaba a gritos despertando en él toda la adrenalina que contenía su cuerpo, y ni hablar de las cosas que se le ocurrieron cuando bajó a sus piernas...me comentaba más tarde: "Cuando la ví me dió ganas de hacerle el amor ahí mismo donde estaba sentada, nunca me pasó nada igual en mi vida, sentí un cosquilleo que me volvió loco"
Dspués de mirarla por donde recoveco encontraba, sin poder pronunciar palabra por la obnubilación, comenzó el diálogo cuando la señorita le dijo:
-muchas gracias, no sé que pasó, me patinó la rueda y me caí.
Carlos no tuvo otra que contestar:
-No, no pasa nada, ¿estás bien?
-Sí, estoy bien, me arde un poco la rodilla.
Al instante de temrinar la frase la muchacha empezó a reir a carcajadas, con risa casi demencial:
-Qué boluda!! Cómo me voy a caer en medio de la calle!!
Carlos se sintió tentado a reírse, pero trató de aguantar la risa.
-No te preocupes le puede pasar a cualquiera.
-Jajajaja...Aaay Dios!! Qué papelón!
Nuestro protagonista no pudo aguantar más la risa hechó a reir.
-Bueno pero por lo menos te hiciste un raspón nada mas. ¿Querés que te lleve a algún hospital?
-No, no te preocupes, vivo acá cerca. De nuevo muchas gracias por tu solidaridad, no se como agradecerte.
A carlos se le ocurrían mil formas.
-No tenés que agradecer nada, te acompaño hasta tu casa ¿Querés?
-Mmmm...no quiero molestarte más. Pero si no es molestia, está bien.
-No es para nada molestia, vamos.
Y así caminaron hasta la casa de la muchacha, quién se identificó como Camila. El corto camino les alcanzó para conocer básicamente cosas como: "¿como te llamás?, ¿cuántos años tenés?, ¿Dónde vivís?, ¿tenés novio/a?, etc..."
Cuando llegaron a destino Carlos sintió unas terribles ganas de pedirle que lo invite a pasar, pero no se animó. Más tarde me comentaba: "Menos mal que no le pregunté nada por que capaz me decía que sí y yo la hubiera descartado por que habría pensado que era una puta que deja pasar a cualquiera a su casa".
Se despidieron muy afectuosamente y Camila le confesó que se habia divertido mucho en el trayecto y que "salir de la rutina diaria siempre es bueno, aunque eso signifique caerse de la bici"
Carlos rechinó los dientes y con el máximo valor que pudo sacar le pidió el telefono, a lo que Camila accedió de muy buena manera.
Al volver a su casa Carlos pensó toda la noche en Camila, tanto así que se masturbó dos veces pensando en la exuberante belleza que que la cubría, la simpatía que expulsaba y la femeneidad que demostraba. Me dijo Carlos: "Fué increible, era la primera vez que me hacía una paja pensando en una mina con la que había cruzado dos palabras".
No pasó un día que en el celular de Camila apareció un nuevo mensaje de texto. Era Carlos preguntándole si se podían encontrar para cenar o tomar un café.
A los 5 minutos Camila le devolvió el ensaje accediendo a la invitación.
Para resumir un poco y pasar a lo interesante de la historia, no pasó nada fuera de lo común, se encontraron, se divirtieron mucho, pero Carlos no se animaba a confesarle a Camila lo mucho que le gustaba.
Despues de verse dos veces Carlos me confesó: "¿Sabés que fué lo que me volvió loco después del segundo encuentro? Que la mina era una mina que trabajaba, estudiaba, se vestía femenina y me dió cero puta o por lo menos lo que yo denominaba cero puta hasta el tercer día que nos econtramos, que fué a partir de ahí donde mi cabeza dió un vuelco de 180 grados"
Se encontraron por tercera vez. Esta vez, Carlos iba decidido a confesarle a Camila lo mucho que le gustaba y que no podia aguantar más si no la besaba.
Llegó carlos a la esquina donde quedaron, donde ya estaba lo estaba esperando camila. Cada paso que daba la adrenalina crecía más y más, sentía que le temblaban las piernas, que no se podía mantener en pié.
La sorpresa fué que cuando quedaron cuerpo a cuerpo cuando se había realizado el encuentro, Camila lo agarró de la nuca y empezó a besarlo apasionadamente, metiendo la lengua dentro de su boca. Después empezaron a saborearse los labios con paciencia de amantes experimentados, recorriendo todos los ángulos de los labios, pasando la lengua por el labio inferior hasta el labio superior.
Carlos quedó sorprendido ante el exabrupto y se sintió desilusionado de sí mismo:
-Vas a pensar que soy un boludo.
A camila el comentario le causó gracia:
-Jajaja. No, para nada. Todo lo contrario, me pareces muy tierno.
-¿Sabés que de otra mujer esto no lo hubiera tolerado?
-¿Qué no hubieras tolerado?
Carlos sentía que la cabeza le daba vueltas acompañada de sus ideas, que ahora, le parecían absurdas:
-Que una mina me avanze así. No lo hubiera tolerado.
-Pero no seas antiguo!! Los tiempos cambiaron, tenía muchas ganas de besarte y te besé.
-Yo también me moría de ganas de besarte, no aguantaba más.
-Bueno, te propongo algo. Quiero que te liberes! Quiero que disfrutes de la vida! Confesame todo lo que quieras, te prometo que no me voy a asustar de nada, decime todo lo que tengas ganas!
Carlos sintió que era el momento de confesarse:
-Tengo muchas ganas de hacerte el amor, desde que te ví. Me encantan tus pechos, te quiero ver desnuda. Quiero recorrer tus piernas con las manos. Me masturbé pensando en vos.
-Yo también te deseo tanto! Haceme el amor, quiero que me penetres, quiero sentirte adentro mío, quiero sentir tu lengua recorriendo mi cuerpo.
Carlos me confesaba más tarde sobre éste diálogo: "No sé que me pasó, siempre tuve ideas tan raras y me encontré diciendo esas cosas, cosas que nunca le habia dicho a una mujer, pero ella era especial, me sentí poseído por su voz".
En seguida se fueron a un hotel. Al llegar, pidieron una habitación y se entraron en una noche de sexo apasionado. Empezaron a besarse ardientemente, Carlos le pasaba la lengua por el cuello suavemente y le chupaba el óbulo de la oreja mientras camila gemía de excitación. La mano de camila recorrió depacio desde el pecho hasta el pene de carlos y empezó a frotarlo de arriba hacia abajo mientras éste se erectaba. Carlos empezó a bajar por el cuello de Camila hasta llegar a los pechos mientras le sacaba la camisa y después el corpiño. Empezó a girar la lengua sobre los pezones de Camila mientras éstos se ponían cada vez mas rígidos. Camila le saco la remera a Carlos mientras ésta se tiraba en la cama. La lengua de Carlos recorrió desde los pechos hasta el ombligo succionando suavemente en éste y sobre las caderas. Camila lo giró a Carlos hasta quedar ella en posición dominante. Empezó brevemente a desabrocharle los botones del jean mientras le pasaba la lengua por el abdomen. A medida que le iba bajando el jean, su boca iba bajando en una sincronía casi perfecta. Cuando llegó al pene empezó a chupárselo con una pasión similar a la de los nuevos amantes, se lo succionaba con fuerza mientras Carlos le acariciaba el pelo. Minutos después Carlos pasó a dominar. Le sacó la bombacha y subiéndole la pollera empezó a pasar la lengua por las piernas hasta llegar a la vagina. Con la lengua estimulaba el clítoris de Carla con movimientos rápidos.
Estaban los dos exitadísimos.
Camila le dijo a Carlos:
-Mi amor, me excitás tanto!! Quiero que me penetres.
A lo que Carlos, levantándose unos centímetros, vertió su pene en la vagina de Camila y empezó a penetrarla muy lentamente, las piernas de carla estaba sobre los hombros de Carlos, quién los tenía con una mano, mientras con la otra apretaba fuerte los pechos de Camila. Empezó a pasarle la mano por los labios y Camila le pasaba la lengua por los dedos, cuales una vez humedecidos pasaban suavemente por los pezones de Camila. Los gemidos de la muchacha son inenarrables, casi despesperados, entrando a la pureta del placer desconocido.
Y así pasaron su noche como un torbellino de pasión, hicieron todas las posiciones que conocían se desgarraron de placer!
Carlos me comentó de lo sucedido: "La verdad que no pensé que el sexo podía ser tan lindo, yo siempre estuve encerrado en una nube de ideas absurdas. No se como fué que esa noche me comporté de esa manera, ya que nunca lo había hecho así, pero sé que ahora soy una persona extremadamente feliz, disfruto del sexo como nunca, y me casé con la mujer de mi vida, Camila, con quién cada cosa nueva que aprendemos sobre el sexo la implementamos. Y ojo!! Que seguro próximamente subamos algo a P!oringa".

Fin

Bueno espero que la disfruten, si les gustó comenten y si no les gustó comenten igual así puedo crecer cada día más en ésto que me gusta tanto que es escribir. Desde ya les agradezco mucho por su tiempo y por leer mi historia. Hasta la próxima entrega! 😛

6 comentarios - Amor de tarde

ciclotimica
me encantó!!


te dejo los puntos que me quedan
Lexalo
me gusta tu forma de narrar este tipo de cosas. segui subiendo mas incluso si podes algo de tu propia experiencia 😀