Alcance a distinguir por la ventana de mi cuarto, a Doña Brenda y a mi madre abrazadas en el patio de mi casa, mi madre le hablaba en un tono de consuelo, Doña Brenda estaba llorando, algo había sucedido, muchas cosas pasaron por mi mente en ese momento, don Julio habría muerto?, le paso algo a uno de los hijos de Doña Brenda?.. Pensé muchas cosas, me quede escuchando un momento desde mi habitación tratando de entender lo que pasaba, pero solo alcanzaba a escuchar el sonido de las voces más no a entender lo que decían.
Que le paso Doña Brenda?, por que llora?
Ay mijo, es que mi hermana Carmencita, esta muy grave, creo que se nos muere mijito.
Y diciéndome esto en palabras entrecortadas por el llanto, me abrazó.
Yo la abrace y la verdad no se me ocurrió nada que decirle, aunque yo conocía a su hermana Carmencita, nunca la había tratado mas que un par de veces y de saludo nada mas, yo sabia que era una mujer muy mayor, de hecho era la hermana mayor de Doña Brenda, y también sabia que siempre había sido muy enfermiza.
La apreté contra mi pecho, y me quede mudo sin saber que decir, solo escuchaba los sollozos de Doña Brenda. Y sentía su cuerpo agitado por el llanto pegado a mí. Pensaran ustedes que era yo insensible a lo que ella estaba pasando, pero en honor a la verdad, en ese momento yo me excite al sentir ese cuerpo que tanto me gustaba, sus enormes tetas pegadas a mi pecho, y sentir esa espalda en mis manos. Y sus brazos en mi cintura, eso hizo que me excitara.
Vengase Doña Brenda vamos a que se tome un café.
Y sin dejar de abrazarla, la guié a la cocina donde mi madre había puesto ya las tazas con el agua caliente y en ese momento abría la lata de café para que nos sirviéramos.
Oiga comadre y se van a ir al rancho?, don Julio ya sabe que lo de Carmencita? Le dijo mi madre a Doña Brenda.
Si comadre, Julio ya sabe, nos avisaron hace rato y nos vamos a ir al rancho nomás que salgan los niños de la escuela, el camión para el rancho sale a las 3 comadre, Julio se fue a comprar cosas para llevarle a mi cuñado.
No comadre, a los niños no se los lleve, déjemelos aquí en la casa, que van a hacer ellos al rancho? Mejor nomás váyanse usted y mi compadre.
No paso mucho rato hasta que llego mi padre, y entrando a la cocina, se entero de lo que pasaba y le ofreció a Doña Brenda la ayuda que requiriera.
Mi padre, les ofreció entonces prestarles un vehículo para que se fueran al rancho ya que si bien no es lejos del pueblo, si esta metido entre los cerros por caminos vecinales y solo un camión hace el recorrido de ida y venida cada día, y tarda mucho tiempo en el recorrido haciéndolo muy cansado ya que ese camión hace paradas en todos los caseríos que se encuentra por el camino.
Bueno padre y si yo los llevo al rancho?, y mañana voy por ellos?. Ofrecí.
A lo que mi padre acepto de inmediato y conociéndolo, comenzó a impartirme órdenes.
Diciéndome eso, fui por la camioneta e hice lo que me mandaron, rebulléndome en la mente el hecho de que iría sentado junto a Doña Brenda.
Salimos del pueblo rumbo al rancho, y antes de salir, me dice don Julio,
A ver Oscar, parece ahí en esa tienda, que voy a comprar un tequila para el camino,
Me detuve, y don Julio bajo del vehículo dirigiéndose a comprar su tequila, mientras yo esta sentado junto a Doña Brenda.
Hay mijito, disculpe a Julio, ya va a comenzar a tomar.
No se preocupe Doña Brenda, usted estése tranquila. Le conteste.
Y mirándome sonriendo me dijo:
Ay mijo, estése quieto que ahí viene Julio y lo va a ver.
Oiga mijo, y como le ah ido con las muchachas allá en la ciudad?
Pues mire Doña Brenda, con eso de la universidad ni tiempo tengo de andar con amigas, pero si eh salido por ahí con algunas. Le conteste.
Mientras decía esto, yo le seguía masajeando la pierna, redonda y grande, sentía su forma a través de la tela. Intente llegar a su entre pierna pero el vestido y la mano de Doña Brenda lo evitaron.
Estese quieto mijo, no me meta mano aquí.
En eso llego don Julio, y subiéndose a la camioneta nos fuimos con rumbo al rancho.
Don Julio corpulento y acostumbrado a más espacio y a no viajar apretado, iba tomando tequila directo de la botella, y quejándose de lo malo del camino, y Doña Brenda también molesta, apenas atinaba a acomodar su enorme trasero en el asiento de la camioneta.
A ver Brenda acomódese del otro lado, por que no me deja espacio, dijo Don Julio.
Doña Brenda acostumbrada como ya dije a obedecer, cambio las piernas de lado y ahora como medio girándose hacia mi, paso sus piernas al otro lado de la palanca de velocidades, ahora si, dejándole espacio a don Julio y repegando sus piernas a mi, iba ahora completamente pegada a mi, podía sentir sus enormes y carnosas caderas pegando con mis piernas. Con los movimientos que yo hacia para cambiar velocidades, con mi brazo tocaba sus tetas, al principio trate de no hacerlo, pero conforme avanzamos en el camino, mi brazo ya no solo rozaba las tetas de Doña Brenda, sino que francamente tenia ya mi brazo derecho sobre las tetas de Doña Brenda, y podía sentir su abundancia y su forma.
La sensación de tener mi brazo sobre las tetas de Doña Brenda y sentir como ella dejaba que lo dejara así, era excitante, y claro mi verga reacciono de inmediato, comenzando a abultar bajo mi pantalón, era en realidad excitante.
El camino trascurrió así, con don Julio emborrachándose y Doña Brenda ya francamente recarga en mi, y yo con mi brazo sobre sus tetas.
Llegamos a la casa de la hermana de Doña Brenda, y en efecto encontramos que ya se hallaba ahí reunida toda la familia, tías, tíos, hermanos, niños, mayores, había de todo.
Antes de meterse a la casa, Doña Brenda me dice.
Oiga mijo vengase para darle de comer, no se vaya a ir así.
No Doña Brenda si no me voy a ir aun, mi padre me dijo que me quedara un rato a ver si no se les ofrecía algo. (Esto no me lo había dicho mi madre, se lo había dicho yo a mi madre).
De todas maneras entonces mijo, vengase a que coma y tomándome del brazo me llevo adentro de la casa.
Luego entré a despedirme de Doña Brenda que estaba en un cuarto con la enferma y la demás familia.
Ya me voy Doña Brenda.
Esta bien mijo, muchas gracias por traernos.
Mañana vengo a ver si se van a ir.
Si mijo como quiera, pero no se moleste nosotros nos vamos.
No Doña Brenda, mi papa ya me dijo que tenía que venir y voy a venir.
Esta bien mijo gracias.
Oiga mijo, le pido un favor?.
Por que no me hace el favor y se lleva a Julio al pueblo y lo deja en la casa, aquí nomás esta causando sus desfiguros.
Ay mijo, pero si Julio con tal de estar donde haya tequila prefiere irse, espéreme aquí mijo, deje le digo a Julio que se vaya con usted.
Diciendo esto fue donde estaba don Julio, y volviendo con el tomado del brazo me dijo:
Si mijo, Julio se va con usted y muchas gracias.
Oiga mijo, ya que va a regresar mañana, le pido de favor que me traiga unos medicamentos para mi hermana, que ya se le están terminando.
Aquí esta el nombre de la medicina y el dinero mijo, me los trae mañana de favor si?
Y diciendo esto, don Julio y yo nos regresamos al pueblo.
Regrese a casa y conté a mis padres lo que sucedió, contándoles también lo de los medicamentos.
Mi padre dice entonces:
A ver Oscar dame acá esos medicamentos, y viéndolos me dice:
No Oscar, anda a dejárselos de una vez ahora, por que los pueden necesitar y a esta hora nadie podrá venir de allá por la medicina.
Mi madre preocupada le dijo a mi padre,
Oye pero es muy noche, por que no le dices a Oscar que se quede a dormir allá mejor, acuérdate que es peligroso.
Pues si quiere que se quede allá, ustedes escojan.
Mi madre, entonces me dice:
Andá a dejar eso entonces, y mejor quédate allá, así mañana te traes a mi comadre.
No con muchas ganas, ya que sabiendo que aquella casa estaba repleta de gente, y que quizás no podría lograr nada con Doña Brenda, me fui a entregar los medicamentos.
Ya entrada la noche, llegue de nuevo al rancho.
Al entrar a la casa Doña Brenda me dice:
Oiga mijo no se hubiera molestado, la medicina no se ocupa hoy.
Y mi comadre que dijo mijo?..
Nada Doña Brenda, nomás que me dijo que mejor me quedara aquí.
Vamos mijo pasá a cenar y a que te acuestes, por que ya ah hecho muchos viajes, andará cansado.
Gracias Doña Brenda, pero usted también se ve cansada.
Si mijo ando bien cansada de los pies, mire nomás como se me hincharon las piernas,
Pero bueno mijo, pasa a cenar y ahora se va a dormir, yo dormiré mas tarde.
Entonces una de las mujeres de la casa, le dijo a Doña Brenda que ya me mandara a dormir, que si quería me acostaran donde estaban los chiquillos de la casa.
A lo que Doña Brenda dijo:
No, Oscar se va a quedar en el cuarto que nos dejaron a Julio y a mí, que al cabo yo me quedo cuidando a la enferma.
Entramos al cuarto y me dice Doña Brenda.
Vamos acostate ya, si necesita algo aquí estaré a un lado.
Yo, me quite mi ropa, y en bóxer me metí a la cama. Apague la luz y me dispuse a dormir, en realidad cansado de los viajes y de la desvelada de la noche anterior. Y sabiendo que ahí no iba a pasar nada esa noche.
Más noche, sentí que una discusión en la puerta del cuarto donde yo estaba, era Doña Brenda hablando con alguien, solo alcance a entender que Doña Brenda le dijo a esa persona.
Me voy a descansar un ratito, si necesitan algo me hablan.
Si Brenda descansa tienes los pies muy hinchados, por que no te vas a la sala, ahí esta el hijo de tu comadre.
Si, pero Oscar ya esta bien dormido, yo me voy a estirar a un ladito.
Y diciendo esto, sentí que entro Doña Brenda al cuarto, escuche la puerta al cerrarse.
Doña Brenda, esta bien?
Estas despierto mijo?, ya duérmase vamos, yo nomás vine a descansar un rato, ando muy cansada.
Si Doña Brenda acuéstese un rato.
Si mijo, me voy a acostar un ratito.
Diciendo esto, y en la oscuridad del cuarto, alcance a distinguir la figura de Doña Brenda, quitándose la ropa.
Vi como se saco el vestido, alcance a distinguir como saco su corpiño, y el momento exacto en que saco sus medias.
La vi tomar su bata y ponérsela, y entonces acercándose a la cama..Se recostó junto de mí.
La cama era ancha tamaño matrimonial.
Doña Brenda métase bajo las mantas.
Si mijo espéreme, y poniéndose de pie, espero que yo abriera las mantas y se acomodo en la cama junto a mí.
Hay mijo, no debería meterme a la cama contigo aquí, pero estoy muy cansada, pero para prevenir, no sea malito mijo, ponga el pasador a la puerta.
Me levante y puse el pasador a la puerta y me regrese a la cama.
Me metí entre las mantas, buscando el calor del cuerpo de Doña Brenda, quien me recibió de espaldas, como era mi manera preferida de abrazarla.
Me repegue a ella por detrás, sintiendo sus enormes nalgas pegadas a mi, me acomode perfectamente ajustando su enorme cola junto a mi.
Pegue mi espalda con la de ella y cruce mi brazo directo a sus tetas.
Las encontré medio salidas de la bata, y metiendo mi mano entre la tela, alcance a agarrar una de las tetas apretándola y buscando de inmediato el enorme pezón, era una delicia sentir así el cuerpo de Doña Brenda.
Oiga mijo, hoy no me meta mano eh, aquí no.
Por que Doña Brenda?
Por que estoy muy cansada mijo, además hay enfermita en la casa y eso es más pecado.
Por que es pecado Doña Brenda?
Diciendo esto me movía detrás de ella, haciéndole sentir mi verga en sus nalgas.
Ay mijo, es que a lo mejor es un castigo de dios por lo que yo eh hecho contigo.
No Doña Brenda no creo que la enfermedad de su hermana tenga que ver con que yo me la coja.
A Doña Brenda esa palabra le gustaba, la encendía, yo lo sabia y por eso se la decía. Y ella la repetía continuamente también.
Ay mijo, pero no ve que estamos aquí pegados a donde esta la gente despierta?, y no mijo hoy no me va a coger.
Yo sin soltar su enorme teta le dije:
Esta bien Doña Brenda como usted diga.
Ella moviendo su enorme par de nalgas, se acomodo contra mi verga.
Bueno mijo, ya vamos a descansar, si quiere lo dejo que me agarre las tetas, pero nada mas eh.
Yo no dije nada, y continué con el masaje a ese enorme par de tetas, blancas y blandas, que yo sentía como se hundían mis dedos en sus formas.
Entonces sin decirle nada, solté su teta y me dispuse a quitarme el bóxer.
Que esta haciendo mijo?
Me pregunta Doña Brenda.
Quitándome los calzones Doña Brenda, me aprietan.
A bueno mijo, esta bien, y donde le aprieta?
Ay Doña Brenda es que me lastiman un poco.
A si..mijo lo entiendo, como se le para su cosa, le lastima. Bueno sáquesela para que descanse.
Me recosté de nuevo junto a ella, y metiendo mis manos a sus tetas, las seguí manoseando y repegando mi verga contra sus nalgas, sobre la bata..
Doña Brenda, le voy a levantar la bata. Le avise.
Para que mijo?, ya estese quieto por favor si? Ya le dije mijo, hoy no puedo coger.
Si Doña Brenda, pero que su bata me lastima la punta de mi... pene.
Lo lastima mijito?, bueno vamos pues, pero mejor me la quito no mijo?
Y diciendo esto, se enderezo y quitándose la bata, regreso a acomodarse ella misma contra mí.
Ahora si mijo, ya duérmase,
Ahora sentía yo esa espalda generosa, llena de rollitos a la altura de la cintura, que se marcaba mucho aun, sus tremendas caderas, también muy gordas.. y sus enormes nalgas metidas dentro de esos grandes calzones, sentía yo la tela de los calzones, suavecita contra la punta de mi verga.
Mi mano le seguía acariciando las tetas..una y la otra, Doña Brenda, empujo su enorme cola contra mí y con su mano cubrió la mía y evito que la moviera de encima de su teta.
Mijo, ya estese quieto, le digo de verdad que hoy no quiero que me meta mano mijo, lo dejo estar junto de mi y que me agarre las tetas pero nada mas, aquí no puedo dejarlo mas mijo. Hoy no puedo mijito.
Diciéndome esto en un tono mas serio, deje de mover mis manos, pero sin soltar su teta y sin dejar de tener mi verga metida bajo las nalgas de Doña Brenda.
Doña Brenda comenzó a dormirse y lo sentí por que su respiración se hizo mas acompasada. Más serena.
Yo no podía dormir, tenia una excitación del tamaño del mundo, y tenia a Doña Brenda ahí encuerada conmigo, así que decidí arriesgarme de nuevo.
Su mano había aflojado la presión sobre mi mano, así que pude moverla de sus tetas y bajándola, comencé a acariciar su barriga, despacio, pasando por su ombligo, metí mi dedo a su ombligo entre sus rollitos de carne, los acaricie despacio, continué bajando mi mano y encontré el elástico de sus calzones, por sobre sus calzones, seguí recorriendo el cuerpo de Doña Brenda, sintiendo de pronto el abultamiento de su monte, sentí claramente lo abultado de sus pelos, y ahí me entretuve un rato, manoseando el monte lleno de pelitos a través del calzón y las piernas.
No podía mas, mi verga estaba a reventar, y casi había decidido masturbarme ahí a un lado de Doña Brenda, pero pensé, bueno si no me la voy a coger, si la voy a manosear.
Así que subiendo mi mano, hasta el elástico de sus calzones, metí los dedos y mi mano completa, ahora despacio y evitando despertarla, mi mano iba bajando, hasta llegar al comienzo de su monte de pelitos, mis dedos se fueron metiendo entre la enorme mata de pelos, me encantaba sentir como se enredaban en mis dedos..
Estire el brazo para tratar de llegar a donde yo quería llegar, sintiendo su monte carnoso y gordo cubierto de pelitos entre mis dedos, recorrí despacio el camino a su entre pierna.
Cuando sentí que mis dedos tocaron algo, y de pronto me di cuenta de que se trataba, era una toalla femenina, ahora entendía, Doña Brenda estaba menstruando.
En ese momento sentí como la mano de Doña Brenda entraba también entre su calzón y cubriendo la mía. Me dijo.
Ya se dio cuenta verdad mijo?
Ando en mis días, ya son los últimos, pero aun mancho mijito.
Si Doña Brenda ya me di cuenta.
Ya entendió por que no lo podía dejar que me manoseara la concha mijito?
Si Doña Brenda ya se por que.
Oiga mijo, ya tiene mucho rato y no se duerme eh.
Entonces ya mas animado le dije.
Doña Brenda, déjeme bajarle los calzones.
No mijo, por que le digo que estoy manchando no se da cuenta?
Y viendo que yo casi me rendía, me dice:
Bueno mijo, mire bájeme los calzones de las nalgas, pero nomás tantito eh.
Inmediatamente le baje los calzones liberando sus nalgotas, y sintiendo como se desparramaban sobre mi verga.
La sensación de esa cantidad enorme de carne sobre mi verga..me excita demasiado
Mi mano se dedico a manosear sus nalgas desnudas y ella se repegaba contra mi.
Doña Brenda me estaba acariciando ya mi pierna mientras se repegaba contra mi verga que se acomodaba entre sus nalgas.
Yo metí mano así..con la palma extendida, pero comenzando de su espalda, siguiendo el camino de la división entre sus dos nalgas. Bajando despacio..apretando.
Así la cubría con mi mano, y me encanta la sensación de tener las dos nalgas en mi mano.
Al llegar a la mitad de sus nalgas, las separe, levantando la nalga de arriba y aprovechando para acomodar mi verga entre sus dos nalgas
Era rico sentir mi verga abrigada entre esas carnes, y ahí comencé a moverme despacio.. como cogiéndomela.
Doña Brenda solo empujaba despacio hacia atrás.
Su calzón al no estar bajado por completo, me comenzó a lastimar los huevos, y así despacio, comencé a bajárselo, y ella no decía nada, solo se movía despacio.
Estire el calzón hacia abajo..y le dije al oído.
Doña Brenda, abra las piernas.
No dijo nada, solo levanto la pierna y me dejo jalar el calzón hacia abajo. Se los baje hasta las rodillas, Entonces ella hizo un movimiento, levanto su pierna sacándola del calzón, y subiéndola a mi pierna, echándose hacia atrás, se entrego.
Mi mano..comenzó a recorrer, su pierna directo a su concha, pero al llegar ahí evito que la tocara.
No mijo no me agarre la concha, se va a manchar.
Mejor sígale así entre mis nalgas quiere?
Sin decir nada, le empuje la cabeza hacia adelante, de manera que se empinara hacia mí..así de lado.
Ella comprendió el movimiento y hecho su cuerpo hacía adelante, empujado hacia atrás sus nalgotas, juntando sus piernas una encima de la otra.
Yo deslice mi mano entre sus nalgas, despacio
Y sentí el calor y el sudor que había entre ellas, las separe con mi mano..y deje que mis dedos recorrieron su interior, despacio acariciaba, y bajaba mi mano cada vez más.
Hasta que sentir unas hebritas de pelos en la punta de mis dedos, despacio comencé a tocar ahí, y al tocar sentí como Doña Brenda pego un respingo.
Ay mijo.. me estas tocando el culito, déjalo ahí, esta sucio mijo.
Pero no se resistía, dejaba que la tocara y empujaba más su cola hacia atrás.
Mi dedo comenzó a rodear su ano, despacio, lo sentía apretado, pero una excitación que no había sentido y el morbo de tener en mis dedos el culito de Doña Brenda, me hicieron intentar empujar.
Empuje mi dedo, y ella gimió diciendo.
Ay mijo, que me esta haciendo?
Nada Doña Brenda nomás le estoy tocando el culito
Si ya se mijo, nunca me lo habían tocado, le gusta tocármelo?
Si Doña Brenda, me deja?
Ay mijo, pues seguí que se siente rico su dedo ahí.
Ya con permiso, deslice mi mano completa y le separe las nalgas, casi podía ver su culito, por la oscuridad no podía..pero si distinguía la postura en que tenia a Doña Brenda, con su torso echado adelante, su nalgatorio hacia a tras y su piernas adelante, y yo separándole las nalgas.
Ella misma llevo su mano a su nalga y la levanto, dejándome actuar libremente, mi dedo, despacio comenzó a pasar encima de la entrada del culito, la piel era arrugadita la podía sentir, había pocos pelitos ahí alrededor, y cuando ponía mi dedo en medio sentí claramente como se contraía.
Mijo, me va a meter un dedo en el culito?
Si Doña Brenda.
A bueno mijo, pues dale pero despacito eh
Yo empuje mi dedo y de pronto su culo se trago la punta de mi dedo.. despacio le metí un poco más, hasta que casi le tenía casi metido todo el dedo
Ay mijito que rico se siente. Ay mijito, mijito por que no me había manoseado el culo antes, se siente rico mijo. Comencé a sacar y meter mi dedo, despacio y ella gemía, y se movía, su mano tenia atrapada su nalga. Separándola para dejarme hacer.
Yo no podía mas, tenia que hacer algo con mi verga, estaba que debía tocármela, casi puedo decir que me dolía.
Saque mi dedo de ese culo apretado.
Mijo porque saca el dedo?
Ay Doña Brenda es que le quiero meter otra cosa.
Ay mijito, no estará pensando en meterme su verga en el culo? Si Doña Brenda eso quiero.
No mijo no inventes, tu verga es muy gruesa mijito, no me va a entrar, me vas ah hacer gritar y hay gente afuera.
Yo insistí diciéndole.
A ver Doña Brenda déjeme nomás ponerle la cabeza de la verga en el culito si?
Si mijo, eso si, póngamela en la entrada, pero ni intente metérmela mijo.
Así como estábamos, le puse la cabeza de la verga y comencé a paseársela por el culo a Doña Brenda, despacio medio empujando cuando se la ponía en el orificio, ella gemía y se resistía.
De pronto dijo:
A ver mijo hágase a un lado.
Se puso de rodillas y doblando sus cuerpo hacia adelante hacia delante, se empino abriendo también las piernas al máximo, como echándolas hacia adelante, nunca pensé que una mujer así de llenita pudiera adoptar esa posición, se veía realmente excitante, sus nalgas habían domado unas dimensiones gigantescas, ahora podía acariciarlas a placer.
Vamos mijo póngase atrás antes de que me arrepienta.
Y diciendo esto, con sus dos manos, abrió sus nalgas ofreciéndome su culito.
Vamos mijo, intente meterme la verga por el culito vamos. Pero despacito eh.
Yo me puse detrás de ella, su culo se abría de una manera hermosa, lo toque con mis dedos y como ya había estado mi dedo adentro. Fue fácil volvérselo a meter, pero esta vez mi dedo se fue hasta el fono.
Ay mijoo..mijooo que rico siento en el culo mijo.
Mijo por amor de dios, sácame el dedo si?, meteme la verga por favor mijito.
No podía creer que Doña Brenda me pidiera que le metiera la verga en el culo, estaba por demás caliente
Saque mi dedo y puse la cabeza de mi verga en la entrada.
Y empuje, no entro pero seguí insistiendo, Doña Brenda se llevo la mano a su boca y regreso con ella a su culo y se lo embarro de saliva.
Ahora si mijo, empuja Oscar, meteme la verga.
Empuje y ahora se deslizo la verga, casi escuche el plop al entrar la cabecita, Doña Brenda gimió y soltando sus nalgas se agarro de la cabecera de la cama.
Ayyyyy mijo, mijo esperate, esperate, sacámela mijo, sacámela, me duele, sacámela, no mijo no me la saques no me la saques mijito.
Doña Brenda giro su cabeza a mirarme, diciendo:
Ay mijo, mira como me tienes, que bárbaro Oscar. Haces lo que quieres conmigo eres bien cabrón mijo.
Empuje y mi verga se comenzó a meter despacio en el culo de Doña Brenda ahora era yo, quien le separaba sus enormes nalgas, mi verga se fue metiendo centímetro a centímetro dentro de ese apretado culo.
Si mijo, así meteme mas verga mijo, así mas mijo, mas, ya mijo hasta ahí esperate mijo.
Falta mucha verga mijo?
Si Doña Brenda falta la mitad.
Ay mijo ya no aguanto mas siento que me hago caquita, sacámela si mijo?
Sin hacerle caso le empujaba mas, hasta que sentí sus nalgas pegando contra mi cuerpo, sentí que le había metido toda mi verga a Doña Brenda.
Siiiiii mijito así, así mijito ahora si toda dentro de mi culo, que rico siento mijo, que rico mijito, si, si clávame mas verga mijo, meteme los huevos también, cogeme mijo, haceme lo que quieras, cogeme mas mijito.
Doña Brenda estaba realmente excitada, sus murmullos me hacían excitar a mas no poder, mi verga sentía ser abrazada por ese culo, sentía las contracciones del culo de Doña Brenda que casi me querían separar la verga de mi cuerpo.
Cuando se la tuve ya metida hasta los huevos, me comencé a mover despacio, despacio, sacando la verga casi hasta la puntita, y volviéndola a meter, muy despacio, conforme fue avanzando el tiempo, su ano se lubrico tanto que era fácil entrar y salir, y comencé a cogerme a Doña Brenda con mas rapidez. Podía ver sus enormes nalgas moviéndose a cada empujón que le daba, le temblaban, yo la jalaba de la cintura, veía su espalda encuerada, sus nalgas aquí bajo de mi, moviéndose a cada metida de verga, podía palmearlas, tocarlas, manosearlas, me inclinaba yo hacia adelante para apretarle las tetas que tenia colgando, se le veían enormes. Era excitante ver así a esa mujer madura empinada, disfrutando de una cogida por el culo, y realmente Doña Brenda y yo la estábamos disfrutando, me encanta ver como mi verga se perdía dentro de su ano, la forma que toma su culo cuando se la meto. Ver esas enormes carnes agitándose bajo mis manos.
Si mijo, así dame mas verga mijo, mas quiero mas, dame mas mijito, clávame mas, no me la saques nunca, así mijo dale cogeme mijo mas.
Diciendo esto, Doña Brenda se dejo caer hacia adelante, y apretándome más con su culo, se contorsiono.
Me corrooo mijo, me corro mijitoo yaaaaaaaa, yaaaaaaaaaaa.
Un orgasmo sin igual se dejo sentir, su vagina como dije antes expulsa chorros de liquido, como si se orinara, chorros intensos al principio y mas tenues al final. Termino por mojarme los huevos, las piernas, sus piernas, la cama, y así tendida aun contrayéndose, y con mi verga adentro seguí moviéndome atrás de ella.
Recuperándose del orgasmo me dice:
Vamos mijito ya écheme los tu lechita en el culo vamos mijo.
Yo seguí moviéndome detrás de ella, cogiéndomela por el ano. Cuando sentí que me venia dentro de ella.
Quiero tu lechita mijo, llename de tu lechita vamos.
Clave mi verga hasta el fondo y sintiendo los chorros de semen escurriendo de mi verga, seguí con leves movimientos hasta que al final deje todo dentro de ella.
Saque mi verga del culo de Doña Brenda, y aun jalándomela, le deje chorros de semen en la entrada de su culo.
Ella cayo desfallecida boca abajo y yo me tendí a un lado de ella.
Ella se giro y me abrazo poniéndome sus tetas junto a mi y abrazándome con las piernas.
Ay mijo, ahora si ya duérmase, y a ver si nadie nos escucho coger.
Me tomo la verga ya flácida y acariciando la puntita, tomo semen de ahí y se lo embarro en la concha, pasando los dedos hasta el fondo de ella.
Ay mijo le voy a dar lechita también a mi concha, hoy no le toco a ella.
Siguió jalándome la verga para mojarse los dedos y embarrarse su argollota.
Nos quedamos dormidos, cuando desperté, Doña Brenda se había levantado ya. Así que me levante también, y cuando salí estaban almorzando, Doña Brenda estaba atendiendo a su hermana eso me dijeron.
Mas tarde ese mismo día, salimos rumbo al pueblo, después de dejar a la hermana de Doña Brenda mejor.
Cuando íbamos de salida, una mujer de la casa, mirándome sonriendo picadamente me dijo. Descansaste bien pendejo? Guiñándome un ojo.
Espero les guste y si les gusta comenten!
Que le paso Doña Brenda?, por que llora?
Ay mijo, es que mi hermana Carmencita, esta muy grave, creo que se nos muere mijito.
Y diciéndome esto en palabras entrecortadas por el llanto, me abrazó.
Yo la abrace y la verdad no se me ocurrió nada que decirle, aunque yo conocía a su hermana Carmencita, nunca la había tratado mas que un par de veces y de saludo nada mas, yo sabia que era una mujer muy mayor, de hecho era la hermana mayor de Doña Brenda, y también sabia que siempre había sido muy enfermiza.
La apreté contra mi pecho, y me quede mudo sin saber que decir, solo escuchaba los sollozos de Doña Brenda. Y sentía su cuerpo agitado por el llanto pegado a mí. Pensaran ustedes que era yo insensible a lo que ella estaba pasando, pero en honor a la verdad, en ese momento yo me excite al sentir ese cuerpo que tanto me gustaba, sus enormes tetas pegadas a mi pecho, y sentir esa espalda en mis manos. Y sus brazos en mi cintura, eso hizo que me excitara.
Vengase Doña Brenda vamos a que se tome un café.
Y sin dejar de abrazarla, la guié a la cocina donde mi madre había puesto ya las tazas con el agua caliente y en ese momento abría la lata de café para que nos sirviéramos.
Oiga comadre y se van a ir al rancho?, don Julio ya sabe que lo de Carmencita? Le dijo mi madre a Doña Brenda.
Si comadre, Julio ya sabe, nos avisaron hace rato y nos vamos a ir al rancho nomás que salgan los niños de la escuela, el camión para el rancho sale a las 3 comadre, Julio se fue a comprar cosas para llevarle a mi cuñado.
No comadre, a los niños no se los lleve, déjemelos aquí en la casa, que van a hacer ellos al rancho? Mejor nomás váyanse usted y mi compadre.
No paso mucho rato hasta que llego mi padre, y entrando a la cocina, se entero de lo que pasaba y le ofreció a Doña Brenda la ayuda que requiriera.
Mi padre, les ofreció entonces prestarles un vehículo para que se fueran al rancho ya que si bien no es lejos del pueblo, si esta metido entre los cerros por caminos vecinales y solo un camión hace el recorrido de ida y venida cada día, y tarda mucho tiempo en el recorrido haciéndolo muy cansado ya que ese camión hace paradas en todos los caseríos que se encuentra por el camino.
Bueno padre y si yo los llevo al rancho?, y mañana voy por ellos?. Ofrecí.
A lo que mi padre acepto de inmediato y conociéndolo, comenzó a impartirme órdenes.
Diciéndome eso, fui por la camioneta e hice lo que me mandaron, rebulléndome en la mente el hecho de que iría sentado junto a Doña Brenda.
Salimos del pueblo rumbo al rancho, y antes de salir, me dice don Julio,
A ver Oscar, parece ahí en esa tienda, que voy a comprar un tequila para el camino,
Me detuve, y don Julio bajo del vehículo dirigiéndose a comprar su tequila, mientras yo esta sentado junto a Doña Brenda.
Hay mijito, disculpe a Julio, ya va a comenzar a tomar.
No se preocupe Doña Brenda, usted estése tranquila. Le conteste.
Y mirándome sonriendo me dijo:
Ay mijo, estése quieto que ahí viene Julio y lo va a ver.
Oiga mijo, y como le ah ido con las muchachas allá en la ciudad?
Pues mire Doña Brenda, con eso de la universidad ni tiempo tengo de andar con amigas, pero si eh salido por ahí con algunas. Le conteste.
Mientras decía esto, yo le seguía masajeando la pierna, redonda y grande, sentía su forma a través de la tela. Intente llegar a su entre pierna pero el vestido y la mano de Doña Brenda lo evitaron.
Estese quieto mijo, no me meta mano aquí.
En eso llego don Julio, y subiéndose a la camioneta nos fuimos con rumbo al rancho.
Don Julio corpulento y acostumbrado a más espacio y a no viajar apretado, iba tomando tequila directo de la botella, y quejándose de lo malo del camino, y Doña Brenda también molesta, apenas atinaba a acomodar su enorme trasero en el asiento de la camioneta.
A ver Brenda acomódese del otro lado, por que no me deja espacio, dijo Don Julio.
Doña Brenda acostumbrada como ya dije a obedecer, cambio las piernas de lado y ahora como medio girándose hacia mi, paso sus piernas al otro lado de la palanca de velocidades, ahora si, dejándole espacio a don Julio y repegando sus piernas a mi, iba ahora completamente pegada a mi, podía sentir sus enormes y carnosas caderas pegando con mis piernas. Con los movimientos que yo hacia para cambiar velocidades, con mi brazo tocaba sus tetas, al principio trate de no hacerlo, pero conforme avanzamos en el camino, mi brazo ya no solo rozaba las tetas de Doña Brenda, sino que francamente tenia ya mi brazo derecho sobre las tetas de Doña Brenda, y podía sentir su abundancia y su forma.
La sensación de tener mi brazo sobre las tetas de Doña Brenda y sentir como ella dejaba que lo dejara así, era excitante, y claro mi verga reacciono de inmediato, comenzando a abultar bajo mi pantalón, era en realidad excitante.
El camino trascurrió así, con don Julio emborrachándose y Doña Brenda ya francamente recarga en mi, y yo con mi brazo sobre sus tetas.
Llegamos a la casa de la hermana de Doña Brenda, y en efecto encontramos que ya se hallaba ahí reunida toda la familia, tías, tíos, hermanos, niños, mayores, había de todo.
Antes de meterse a la casa, Doña Brenda me dice.
Oiga mijo vengase para darle de comer, no se vaya a ir así.
No Doña Brenda si no me voy a ir aun, mi padre me dijo que me quedara un rato a ver si no se les ofrecía algo. (Esto no me lo había dicho mi madre, se lo había dicho yo a mi madre).
De todas maneras entonces mijo, vengase a que coma y tomándome del brazo me llevo adentro de la casa.
Luego entré a despedirme de Doña Brenda que estaba en un cuarto con la enferma y la demás familia.
Ya me voy Doña Brenda.
Esta bien mijo, muchas gracias por traernos.
Mañana vengo a ver si se van a ir.
Si mijo como quiera, pero no se moleste nosotros nos vamos.
No Doña Brenda, mi papa ya me dijo que tenía que venir y voy a venir.
Esta bien mijo gracias.
Oiga mijo, le pido un favor?.
Por que no me hace el favor y se lleva a Julio al pueblo y lo deja en la casa, aquí nomás esta causando sus desfiguros.
Ay mijo, pero si Julio con tal de estar donde haya tequila prefiere irse, espéreme aquí mijo, deje le digo a Julio que se vaya con usted.
Diciendo esto fue donde estaba don Julio, y volviendo con el tomado del brazo me dijo:
Si mijo, Julio se va con usted y muchas gracias.
Oiga mijo, ya que va a regresar mañana, le pido de favor que me traiga unos medicamentos para mi hermana, que ya se le están terminando.
Aquí esta el nombre de la medicina y el dinero mijo, me los trae mañana de favor si?
Y diciendo esto, don Julio y yo nos regresamos al pueblo.
Regrese a casa y conté a mis padres lo que sucedió, contándoles también lo de los medicamentos.
Mi padre dice entonces:
A ver Oscar dame acá esos medicamentos, y viéndolos me dice:
No Oscar, anda a dejárselos de una vez ahora, por que los pueden necesitar y a esta hora nadie podrá venir de allá por la medicina.
Mi madre preocupada le dijo a mi padre,
Oye pero es muy noche, por que no le dices a Oscar que se quede a dormir allá mejor, acuérdate que es peligroso.
Pues si quiere que se quede allá, ustedes escojan.
Mi madre, entonces me dice:
Andá a dejar eso entonces, y mejor quédate allá, así mañana te traes a mi comadre.
No con muchas ganas, ya que sabiendo que aquella casa estaba repleta de gente, y que quizás no podría lograr nada con Doña Brenda, me fui a entregar los medicamentos.
Ya entrada la noche, llegue de nuevo al rancho.
Al entrar a la casa Doña Brenda me dice:
Oiga mijo no se hubiera molestado, la medicina no se ocupa hoy.
Y mi comadre que dijo mijo?..
Nada Doña Brenda, nomás que me dijo que mejor me quedara aquí.
Vamos mijo pasá a cenar y a que te acuestes, por que ya ah hecho muchos viajes, andará cansado.
Gracias Doña Brenda, pero usted también se ve cansada.
Si mijo ando bien cansada de los pies, mire nomás como se me hincharon las piernas,
Pero bueno mijo, pasa a cenar y ahora se va a dormir, yo dormiré mas tarde.
Entonces una de las mujeres de la casa, le dijo a Doña Brenda que ya me mandara a dormir, que si quería me acostaran donde estaban los chiquillos de la casa.
A lo que Doña Brenda dijo:
No, Oscar se va a quedar en el cuarto que nos dejaron a Julio y a mí, que al cabo yo me quedo cuidando a la enferma.
Entramos al cuarto y me dice Doña Brenda.
Vamos acostate ya, si necesita algo aquí estaré a un lado.
Yo, me quite mi ropa, y en bóxer me metí a la cama. Apague la luz y me dispuse a dormir, en realidad cansado de los viajes y de la desvelada de la noche anterior. Y sabiendo que ahí no iba a pasar nada esa noche.
Más noche, sentí que una discusión en la puerta del cuarto donde yo estaba, era Doña Brenda hablando con alguien, solo alcance a entender que Doña Brenda le dijo a esa persona.
Me voy a descansar un ratito, si necesitan algo me hablan.
Si Brenda descansa tienes los pies muy hinchados, por que no te vas a la sala, ahí esta el hijo de tu comadre.
Si, pero Oscar ya esta bien dormido, yo me voy a estirar a un ladito.
Y diciendo esto, sentí que entro Doña Brenda al cuarto, escuche la puerta al cerrarse.
Doña Brenda, esta bien?
Estas despierto mijo?, ya duérmase vamos, yo nomás vine a descansar un rato, ando muy cansada.
Si Doña Brenda acuéstese un rato.
Si mijo, me voy a acostar un ratito.
Diciendo esto, y en la oscuridad del cuarto, alcance a distinguir la figura de Doña Brenda, quitándose la ropa.
Vi como se saco el vestido, alcance a distinguir como saco su corpiño, y el momento exacto en que saco sus medias.
La vi tomar su bata y ponérsela, y entonces acercándose a la cama..Se recostó junto de mí.
La cama era ancha tamaño matrimonial.
Doña Brenda métase bajo las mantas.
Si mijo espéreme, y poniéndose de pie, espero que yo abriera las mantas y se acomodo en la cama junto a mí.
Hay mijo, no debería meterme a la cama contigo aquí, pero estoy muy cansada, pero para prevenir, no sea malito mijo, ponga el pasador a la puerta.
Me levante y puse el pasador a la puerta y me regrese a la cama.
Me metí entre las mantas, buscando el calor del cuerpo de Doña Brenda, quien me recibió de espaldas, como era mi manera preferida de abrazarla.
Me repegue a ella por detrás, sintiendo sus enormes nalgas pegadas a mi, me acomode perfectamente ajustando su enorme cola junto a mi.
Pegue mi espalda con la de ella y cruce mi brazo directo a sus tetas.
Las encontré medio salidas de la bata, y metiendo mi mano entre la tela, alcance a agarrar una de las tetas apretándola y buscando de inmediato el enorme pezón, era una delicia sentir así el cuerpo de Doña Brenda.
Oiga mijo, hoy no me meta mano eh, aquí no.
Por que Doña Brenda?
Por que estoy muy cansada mijo, además hay enfermita en la casa y eso es más pecado.
Por que es pecado Doña Brenda?
Diciendo esto me movía detrás de ella, haciéndole sentir mi verga en sus nalgas.
Ay mijo, es que a lo mejor es un castigo de dios por lo que yo eh hecho contigo.
No Doña Brenda no creo que la enfermedad de su hermana tenga que ver con que yo me la coja.
A Doña Brenda esa palabra le gustaba, la encendía, yo lo sabia y por eso se la decía. Y ella la repetía continuamente también.
Ay mijo, pero no ve que estamos aquí pegados a donde esta la gente despierta?, y no mijo hoy no me va a coger.
Yo sin soltar su enorme teta le dije:
Esta bien Doña Brenda como usted diga.
Ella moviendo su enorme par de nalgas, se acomodo contra mi verga.
Bueno mijo, ya vamos a descansar, si quiere lo dejo que me agarre las tetas, pero nada mas eh.
Yo no dije nada, y continué con el masaje a ese enorme par de tetas, blancas y blandas, que yo sentía como se hundían mis dedos en sus formas.
Entonces sin decirle nada, solté su teta y me dispuse a quitarme el bóxer.
Que esta haciendo mijo?
Me pregunta Doña Brenda.
Quitándome los calzones Doña Brenda, me aprietan.
A bueno mijo, esta bien, y donde le aprieta?
Ay Doña Brenda es que me lastiman un poco.
A si..mijo lo entiendo, como se le para su cosa, le lastima. Bueno sáquesela para que descanse.
Me recosté de nuevo junto a ella, y metiendo mis manos a sus tetas, las seguí manoseando y repegando mi verga contra sus nalgas, sobre la bata..
Doña Brenda, le voy a levantar la bata. Le avise.
Para que mijo?, ya estese quieto por favor si? Ya le dije mijo, hoy no puedo coger.
Si Doña Brenda, pero que su bata me lastima la punta de mi... pene.
Lo lastima mijito?, bueno vamos pues, pero mejor me la quito no mijo?
Y diciendo esto, se enderezo y quitándose la bata, regreso a acomodarse ella misma contra mí.
Ahora si mijo, ya duérmase,
Ahora sentía yo esa espalda generosa, llena de rollitos a la altura de la cintura, que se marcaba mucho aun, sus tremendas caderas, también muy gordas.. y sus enormes nalgas metidas dentro de esos grandes calzones, sentía yo la tela de los calzones, suavecita contra la punta de mi verga.
Mi mano le seguía acariciando las tetas..una y la otra, Doña Brenda, empujo su enorme cola contra mí y con su mano cubrió la mía y evito que la moviera de encima de su teta.
Mijo, ya estese quieto, le digo de verdad que hoy no quiero que me meta mano mijo, lo dejo estar junto de mi y que me agarre las tetas pero nada mas, aquí no puedo dejarlo mas mijo. Hoy no puedo mijito.
Diciéndome esto en un tono mas serio, deje de mover mis manos, pero sin soltar su teta y sin dejar de tener mi verga metida bajo las nalgas de Doña Brenda.
Doña Brenda comenzó a dormirse y lo sentí por que su respiración se hizo mas acompasada. Más serena.
Yo no podía dormir, tenia una excitación del tamaño del mundo, y tenia a Doña Brenda ahí encuerada conmigo, así que decidí arriesgarme de nuevo.
Su mano había aflojado la presión sobre mi mano, así que pude moverla de sus tetas y bajándola, comencé a acariciar su barriga, despacio, pasando por su ombligo, metí mi dedo a su ombligo entre sus rollitos de carne, los acaricie despacio, continué bajando mi mano y encontré el elástico de sus calzones, por sobre sus calzones, seguí recorriendo el cuerpo de Doña Brenda, sintiendo de pronto el abultamiento de su monte, sentí claramente lo abultado de sus pelos, y ahí me entretuve un rato, manoseando el monte lleno de pelitos a través del calzón y las piernas.
No podía mas, mi verga estaba a reventar, y casi había decidido masturbarme ahí a un lado de Doña Brenda, pero pensé, bueno si no me la voy a coger, si la voy a manosear.
Así que subiendo mi mano, hasta el elástico de sus calzones, metí los dedos y mi mano completa, ahora despacio y evitando despertarla, mi mano iba bajando, hasta llegar al comienzo de su monte de pelitos, mis dedos se fueron metiendo entre la enorme mata de pelos, me encantaba sentir como se enredaban en mis dedos..
Estire el brazo para tratar de llegar a donde yo quería llegar, sintiendo su monte carnoso y gordo cubierto de pelitos entre mis dedos, recorrí despacio el camino a su entre pierna.
Cuando sentí que mis dedos tocaron algo, y de pronto me di cuenta de que se trataba, era una toalla femenina, ahora entendía, Doña Brenda estaba menstruando.
En ese momento sentí como la mano de Doña Brenda entraba también entre su calzón y cubriendo la mía. Me dijo.
Ya se dio cuenta verdad mijo?
Ando en mis días, ya son los últimos, pero aun mancho mijito.
Si Doña Brenda ya me di cuenta.
Ya entendió por que no lo podía dejar que me manoseara la concha mijito?
Si Doña Brenda ya se por que.
Oiga mijo, ya tiene mucho rato y no se duerme eh.
Entonces ya mas animado le dije.
Doña Brenda, déjeme bajarle los calzones.
No mijo, por que le digo que estoy manchando no se da cuenta?
Y viendo que yo casi me rendía, me dice:
Bueno mijo, mire bájeme los calzones de las nalgas, pero nomás tantito eh.
Inmediatamente le baje los calzones liberando sus nalgotas, y sintiendo como se desparramaban sobre mi verga.
La sensación de esa cantidad enorme de carne sobre mi verga..me excita demasiado
Mi mano se dedico a manosear sus nalgas desnudas y ella se repegaba contra mi.
Doña Brenda me estaba acariciando ya mi pierna mientras se repegaba contra mi verga que se acomodaba entre sus nalgas.
Yo metí mano así..con la palma extendida, pero comenzando de su espalda, siguiendo el camino de la división entre sus dos nalgas. Bajando despacio..apretando.
Así la cubría con mi mano, y me encanta la sensación de tener las dos nalgas en mi mano.
Al llegar a la mitad de sus nalgas, las separe, levantando la nalga de arriba y aprovechando para acomodar mi verga entre sus dos nalgas
Era rico sentir mi verga abrigada entre esas carnes, y ahí comencé a moverme despacio.. como cogiéndomela.
Doña Brenda solo empujaba despacio hacia atrás.
Su calzón al no estar bajado por completo, me comenzó a lastimar los huevos, y así despacio, comencé a bajárselo, y ella no decía nada, solo se movía despacio.
Estire el calzón hacia abajo..y le dije al oído.
Doña Brenda, abra las piernas.
No dijo nada, solo levanto la pierna y me dejo jalar el calzón hacia abajo. Se los baje hasta las rodillas, Entonces ella hizo un movimiento, levanto su pierna sacándola del calzón, y subiéndola a mi pierna, echándose hacia atrás, se entrego.
Mi mano..comenzó a recorrer, su pierna directo a su concha, pero al llegar ahí evito que la tocara.
No mijo no me agarre la concha, se va a manchar.
Mejor sígale así entre mis nalgas quiere?
Sin decir nada, le empuje la cabeza hacia adelante, de manera que se empinara hacia mí..así de lado.
Ella comprendió el movimiento y hecho su cuerpo hacía adelante, empujado hacia atrás sus nalgotas, juntando sus piernas una encima de la otra.
Yo deslice mi mano entre sus nalgas, despacio
Y sentí el calor y el sudor que había entre ellas, las separe con mi mano..y deje que mis dedos recorrieron su interior, despacio acariciaba, y bajaba mi mano cada vez más.
Hasta que sentir unas hebritas de pelos en la punta de mis dedos, despacio comencé a tocar ahí, y al tocar sentí como Doña Brenda pego un respingo.
Ay mijo.. me estas tocando el culito, déjalo ahí, esta sucio mijo.
Pero no se resistía, dejaba que la tocara y empujaba más su cola hacia atrás.
Mi dedo comenzó a rodear su ano, despacio, lo sentía apretado, pero una excitación que no había sentido y el morbo de tener en mis dedos el culito de Doña Brenda, me hicieron intentar empujar.
Empuje mi dedo, y ella gimió diciendo.
Ay mijo, que me esta haciendo?
Nada Doña Brenda nomás le estoy tocando el culito
Si ya se mijo, nunca me lo habían tocado, le gusta tocármelo?
Si Doña Brenda, me deja?
Ay mijo, pues seguí que se siente rico su dedo ahí.
Ya con permiso, deslice mi mano completa y le separe las nalgas, casi podía ver su culito, por la oscuridad no podía..pero si distinguía la postura en que tenia a Doña Brenda, con su torso echado adelante, su nalgatorio hacia a tras y su piernas adelante, y yo separándole las nalgas.
Ella misma llevo su mano a su nalga y la levanto, dejándome actuar libremente, mi dedo, despacio comenzó a pasar encima de la entrada del culito, la piel era arrugadita la podía sentir, había pocos pelitos ahí alrededor, y cuando ponía mi dedo en medio sentí claramente como se contraía.
Mijo, me va a meter un dedo en el culito?
Si Doña Brenda.
A bueno mijo, pues dale pero despacito eh
Yo empuje mi dedo y de pronto su culo se trago la punta de mi dedo.. despacio le metí un poco más, hasta que casi le tenía casi metido todo el dedo
Ay mijito que rico se siente. Ay mijito, mijito por que no me había manoseado el culo antes, se siente rico mijo. Comencé a sacar y meter mi dedo, despacio y ella gemía, y se movía, su mano tenia atrapada su nalga. Separándola para dejarme hacer.
Yo no podía mas, tenia que hacer algo con mi verga, estaba que debía tocármela, casi puedo decir que me dolía.
Saque mi dedo de ese culo apretado.
Mijo porque saca el dedo?
Ay Doña Brenda es que le quiero meter otra cosa.
Ay mijito, no estará pensando en meterme su verga en el culo? Si Doña Brenda eso quiero.
No mijo no inventes, tu verga es muy gruesa mijito, no me va a entrar, me vas ah hacer gritar y hay gente afuera.
Yo insistí diciéndole.
A ver Doña Brenda déjeme nomás ponerle la cabeza de la verga en el culito si?
Si mijo, eso si, póngamela en la entrada, pero ni intente metérmela mijo.
Así como estábamos, le puse la cabeza de la verga y comencé a paseársela por el culo a Doña Brenda, despacio medio empujando cuando se la ponía en el orificio, ella gemía y se resistía.
De pronto dijo:
A ver mijo hágase a un lado.
Se puso de rodillas y doblando sus cuerpo hacia adelante hacia delante, se empino abriendo también las piernas al máximo, como echándolas hacia adelante, nunca pensé que una mujer así de llenita pudiera adoptar esa posición, se veía realmente excitante, sus nalgas habían domado unas dimensiones gigantescas, ahora podía acariciarlas a placer.
Vamos mijo póngase atrás antes de que me arrepienta.
Y diciendo esto, con sus dos manos, abrió sus nalgas ofreciéndome su culito.
Vamos mijo, intente meterme la verga por el culito vamos. Pero despacito eh.
Yo me puse detrás de ella, su culo se abría de una manera hermosa, lo toque con mis dedos y como ya había estado mi dedo adentro. Fue fácil volvérselo a meter, pero esta vez mi dedo se fue hasta el fono.
Ay mijoo..mijooo que rico siento en el culo mijo.
Mijo por amor de dios, sácame el dedo si?, meteme la verga por favor mijito.
No podía creer que Doña Brenda me pidiera que le metiera la verga en el culo, estaba por demás caliente
Saque mi dedo y puse la cabeza de mi verga en la entrada.
Y empuje, no entro pero seguí insistiendo, Doña Brenda se llevo la mano a su boca y regreso con ella a su culo y se lo embarro de saliva.
Ahora si mijo, empuja Oscar, meteme la verga.
Empuje y ahora se deslizo la verga, casi escuche el plop al entrar la cabecita, Doña Brenda gimió y soltando sus nalgas se agarro de la cabecera de la cama.
Ayyyyy mijo, mijo esperate, esperate, sacámela mijo, sacámela, me duele, sacámela, no mijo no me la saques no me la saques mijito.
Doña Brenda giro su cabeza a mirarme, diciendo:
Ay mijo, mira como me tienes, que bárbaro Oscar. Haces lo que quieres conmigo eres bien cabrón mijo.
Empuje y mi verga se comenzó a meter despacio en el culo de Doña Brenda ahora era yo, quien le separaba sus enormes nalgas, mi verga se fue metiendo centímetro a centímetro dentro de ese apretado culo.
Si mijo, así meteme mas verga mijo, así mas mijo, mas, ya mijo hasta ahí esperate mijo.
Falta mucha verga mijo?
Si Doña Brenda falta la mitad.
Ay mijo ya no aguanto mas siento que me hago caquita, sacámela si mijo?
Sin hacerle caso le empujaba mas, hasta que sentí sus nalgas pegando contra mi cuerpo, sentí que le había metido toda mi verga a Doña Brenda.
Siiiiii mijito así, así mijito ahora si toda dentro de mi culo, que rico siento mijo, que rico mijito, si, si clávame mas verga mijo, meteme los huevos también, cogeme mijo, haceme lo que quieras, cogeme mas mijito.
Doña Brenda estaba realmente excitada, sus murmullos me hacían excitar a mas no poder, mi verga sentía ser abrazada por ese culo, sentía las contracciones del culo de Doña Brenda que casi me querían separar la verga de mi cuerpo.
Cuando se la tuve ya metida hasta los huevos, me comencé a mover despacio, despacio, sacando la verga casi hasta la puntita, y volviéndola a meter, muy despacio, conforme fue avanzando el tiempo, su ano se lubrico tanto que era fácil entrar y salir, y comencé a cogerme a Doña Brenda con mas rapidez. Podía ver sus enormes nalgas moviéndose a cada empujón que le daba, le temblaban, yo la jalaba de la cintura, veía su espalda encuerada, sus nalgas aquí bajo de mi, moviéndose a cada metida de verga, podía palmearlas, tocarlas, manosearlas, me inclinaba yo hacia adelante para apretarle las tetas que tenia colgando, se le veían enormes. Era excitante ver así a esa mujer madura empinada, disfrutando de una cogida por el culo, y realmente Doña Brenda y yo la estábamos disfrutando, me encanta ver como mi verga se perdía dentro de su ano, la forma que toma su culo cuando se la meto. Ver esas enormes carnes agitándose bajo mis manos.
Si mijo, así dame mas verga mijo, mas quiero mas, dame mas mijito, clávame mas, no me la saques nunca, así mijo dale cogeme mijo mas.
Diciendo esto, Doña Brenda se dejo caer hacia adelante, y apretándome más con su culo, se contorsiono.
Me corrooo mijo, me corro mijitoo yaaaaaaaa, yaaaaaaaaaaa.
Un orgasmo sin igual se dejo sentir, su vagina como dije antes expulsa chorros de liquido, como si se orinara, chorros intensos al principio y mas tenues al final. Termino por mojarme los huevos, las piernas, sus piernas, la cama, y así tendida aun contrayéndose, y con mi verga adentro seguí moviéndome atrás de ella.
Recuperándose del orgasmo me dice:
Vamos mijito ya écheme los tu lechita en el culo vamos mijo.
Yo seguí moviéndome detrás de ella, cogiéndomela por el ano. Cuando sentí que me venia dentro de ella.
Quiero tu lechita mijo, llename de tu lechita vamos.
Clave mi verga hasta el fondo y sintiendo los chorros de semen escurriendo de mi verga, seguí con leves movimientos hasta que al final deje todo dentro de ella.
Saque mi verga del culo de Doña Brenda, y aun jalándomela, le deje chorros de semen en la entrada de su culo.
Ella cayo desfallecida boca abajo y yo me tendí a un lado de ella.
Ella se giro y me abrazo poniéndome sus tetas junto a mi y abrazándome con las piernas.
Ay mijo, ahora si ya duérmase, y a ver si nadie nos escucho coger.
Me tomo la verga ya flácida y acariciando la puntita, tomo semen de ahí y se lo embarro en la concha, pasando los dedos hasta el fondo de ella.
Ay mijo le voy a dar lechita también a mi concha, hoy no le toco a ella.
Siguió jalándome la verga para mojarse los dedos y embarrarse su argollota.
Nos quedamos dormidos, cuando desperté, Doña Brenda se había levantado ya. Así que me levante también, y cuando salí estaban almorzando, Doña Brenda estaba atendiendo a su hermana eso me dijeron.
Mas tarde ese mismo día, salimos rumbo al pueblo, después de dejar a la hermana de Doña Brenda mejor.
Cuando íbamos de salida, una mujer de la casa, mirándome sonriendo picadamente me dijo. Descansaste bien pendejo? Guiñándome un ojo.
Espero les guste y si les gusta comenten!
19 comentarios - La vecina III
😀 😀 😀
Grax-
Gracias! 😀
SOMOS VARIOS! 😀
😀
we!
brother hay 6 mas de estos relatos!
wiiiiiii! 😀