Este es mi segunto Post... saqué el relato de www.sexotk.com.ar -> muy buena página argenta
Me llamo Melina, hace cuatro años que vine a Buenos Aires desde General Pico (La Pampa). Vine a estudiar hotelería en una facultad privada bastante conocida. Mi papá es dueño de unos hoteles y me dijo que necesitaba que estudie porque algún día los iba a tener que manejar yo, soy hija única.
Entonces en el 2004 me vine para Capital. Mi papá me alquiló un departamentito en el barrio de Palermo, cerca de la facultad. Es un departamento chico pero muy caro, es una zona muy linda. No me tengo que preocupar por nada porque todos los meses me deposita plata por cualquier inconveniente, además de pagarme el alquiler, la facu, comidas y salidas. De lo único que me tengo que preocupar es de estudiar.
El problema de vivir sola es que estoy casi todas las noches aburrida, no tengo mucho que hacer. Me hice de un grupo de amigas, pero la mayoría trabaja y no podemos juntarnos siempre. Es por eso que las noches libres, que son bastantes, salgo con algún chico que conocí en un boliche, o de la misma facultad. La verdad es que soy bastante linda, rubia, estatura media (me gustaría medir unos 10 cm más) y bien armadita. Mis salidas siempre terminan en mi departamento. Tengo sexo casi todos los días, y trato de variar lo más posible el compañero. Como este año termino de estudiar y me vuelvo para La Pampa no tengo mucho de que preocuparme. Mi fama en todo caso morirá acá. Más de uno se acordará bien de mí.
Como tener sexo se volvió casi un pasatiempo me dedico mucho a mi cuerpo. Voy al gimnasio, a la peluquería y estoy siempre depiladita. Al principio depilarme todo el cuerpo se sentía raro, pero a los hombres le gusta y por eso lo hago. La verdad que desde que me depilo la entrepierna recibo más sexo oral, a los tipos les cuesta menos bajar cuando no hay pelos.
Tengo una colección infartante de tangas, algunas son un hilo dental y otras un poco más anchas y trabajadas. Pero lo que les calienta realmente a los hombres es cuando salgo totalmente desnuda del baño. Eso los pone a full.
Mi idea no es contar una de mis experiencias porque, si bien ya son bastantes, son siempre muy iguales. Prefiero contar lo que me gusta hacerles a los hombres que vienen a conocer el departamento.
Nunca invito a nadie a mi departamento a comer, me gusta que me inviten a comer. Después de comer vamos a un bar y nos quedamos ahi hasta que se anime a tirarme los perros. Me encanta que los tipos sean decididos. Ahi es cuando lo invito a mi departamento.
En mi departamento seguimos con los besos y cuando ya no puedo más de la calentura lo llevo a mi pieza y nos recostamos en mi cama de plaza y media. Nos seguimos dando besos y yo le voy sacando la ropa sin que él me saque nada. Cuando lo dejo en calzoncillos freno un poco y me voy para el baño diciéndole que me espere un segundo. Lo dejo esperando un par de minutos y antes de salir le digo que se prepare. Salgo totalmente desnuda del baño, o con una tanguita, siempre con las tetitas al aire. Me encanta ver la reacción de los hombres, les encanta ver el cuerpo de la mujer desnuda. Camino despacio hasta la cama, dándole tiempo que me vea bien. Llego al pie de la cama y subo gateando entre sus piernas. Le saco el calzoncillo muy despacio, si todavía lo tiene puesto, y le acerco la boca a la pija sin tocársela. Saco la lengüita y amago a chupársela. A esa altura ya está super erecto.
Cuando lo hice sufrir un poquito empiezo a hacerlo gozar de enserio. Empiezo a pasarle la lengua por toda la entrepierna; le paso la lengua por los huevos, después sigo para arriba por el tronco y juego un ratito con la cabecita. Le paso la lengua por el frenillo y empiezo a bajar de nuevo. Esta vez me meto los huevos en la boca y los empiezo a chupar bien suave; con la mano derecha empiezo a hacerle una paja muy lenta mientras sigo chupando los huevos.
Dejo de chuparlos y me meto toda la pija adentro de la boca cuidándome de no rozarla con los dientes. Aprieto fuerte los labios y empiezo a subir y a bajar, mientras tanto con la lengua juego con la cabeza. Toda esta parte la hago bien despacio para no correr riesgos de que se termine toda antes de tiempo y darme tiempo para estar lista.
Cuando ya estoy lista para recibir lo que tengo merecido dejo de chupar y empiezo a gatear hasta el centro de la cama. Cuando estoy a la altura, le paso una pierna por encima del cuerpo para quedar encima de él, pero mirando para el otro lado así me puede ver el culo mientras lo monto y yo le toco los huevitos. Empiezo arriba siempre, así puedo manejar el ritmo y empezar despacio. Soy multiorgásmica y acabo al toque que empiezan a ponérmela; empiezo ganando 1 a 0 apenas empieza la penetración. Algunos chabones mientras los monto empiezan a jugar con mi ano; lo empiezan tocando, y cuando ven que no les digo nada me meten el dedito. Cuando me meten el dedito en la cola es cuando más me caliento, hay veces que acabo dos veces seguidas. Después de acabar dejo de montarlo y me pongo en cuatro y espero que venga. A esa altura estoy tan caliente que puede hacerme lo que quiera, si quiere romperme el culo no me importa, lo único que quiero es que me la den bien fuerte. La mayoría elige dármela por la concha para no tener que tardar tiempo en que se dilate el culo de a poquito.
Es en esta posición donde me la dan más fuerte; cuanto más fuerte me dan, más me gusta. Me encanta que me digan cosas mientras me cogen, a veces grito como loca mientras me la ponen así para que sigan dándome. Cuando veo que van a acabar me salgo y le pido que me acabe encima, me fascina eso. He llegado a acabar hasta cuatro veces contra una única de él, así y todo sigo queriendo más. Debe ser por eso que soy tan liberal.
En el caso de que él tenga ganas de un segundo polvo, le dejo hacerme lo que el pida. Total a mi me cabe cualquier cosa.
Meli 🙂
Me llamo Melina, hace cuatro años que vine a Buenos Aires desde General Pico (La Pampa). Vine a estudiar hotelería en una facultad privada bastante conocida. Mi papá es dueño de unos hoteles y me dijo que necesitaba que estudie porque algún día los iba a tener que manejar yo, soy hija única.
Entonces en el 2004 me vine para Capital. Mi papá me alquiló un departamentito en el barrio de Palermo, cerca de la facultad. Es un departamento chico pero muy caro, es una zona muy linda. No me tengo que preocupar por nada porque todos los meses me deposita plata por cualquier inconveniente, además de pagarme el alquiler, la facu, comidas y salidas. De lo único que me tengo que preocupar es de estudiar.
El problema de vivir sola es que estoy casi todas las noches aburrida, no tengo mucho que hacer. Me hice de un grupo de amigas, pero la mayoría trabaja y no podemos juntarnos siempre. Es por eso que las noches libres, que son bastantes, salgo con algún chico que conocí en un boliche, o de la misma facultad. La verdad es que soy bastante linda, rubia, estatura media (me gustaría medir unos 10 cm más) y bien armadita. Mis salidas siempre terminan en mi departamento. Tengo sexo casi todos los días, y trato de variar lo más posible el compañero. Como este año termino de estudiar y me vuelvo para La Pampa no tengo mucho de que preocuparme. Mi fama en todo caso morirá acá. Más de uno se acordará bien de mí.
Como tener sexo se volvió casi un pasatiempo me dedico mucho a mi cuerpo. Voy al gimnasio, a la peluquería y estoy siempre depiladita. Al principio depilarme todo el cuerpo se sentía raro, pero a los hombres le gusta y por eso lo hago. La verdad que desde que me depilo la entrepierna recibo más sexo oral, a los tipos les cuesta menos bajar cuando no hay pelos.
Tengo una colección infartante de tangas, algunas son un hilo dental y otras un poco más anchas y trabajadas. Pero lo que les calienta realmente a los hombres es cuando salgo totalmente desnuda del baño. Eso los pone a full.
Mi idea no es contar una de mis experiencias porque, si bien ya son bastantes, son siempre muy iguales. Prefiero contar lo que me gusta hacerles a los hombres que vienen a conocer el departamento.
Nunca invito a nadie a mi departamento a comer, me gusta que me inviten a comer. Después de comer vamos a un bar y nos quedamos ahi hasta que se anime a tirarme los perros. Me encanta que los tipos sean decididos. Ahi es cuando lo invito a mi departamento.
En mi departamento seguimos con los besos y cuando ya no puedo más de la calentura lo llevo a mi pieza y nos recostamos en mi cama de plaza y media. Nos seguimos dando besos y yo le voy sacando la ropa sin que él me saque nada. Cuando lo dejo en calzoncillos freno un poco y me voy para el baño diciéndole que me espere un segundo. Lo dejo esperando un par de minutos y antes de salir le digo que se prepare. Salgo totalmente desnuda del baño, o con una tanguita, siempre con las tetitas al aire. Me encanta ver la reacción de los hombres, les encanta ver el cuerpo de la mujer desnuda. Camino despacio hasta la cama, dándole tiempo que me vea bien. Llego al pie de la cama y subo gateando entre sus piernas. Le saco el calzoncillo muy despacio, si todavía lo tiene puesto, y le acerco la boca a la pija sin tocársela. Saco la lengüita y amago a chupársela. A esa altura ya está super erecto.
Cuando lo hice sufrir un poquito empiezo a hacerlo gozar de enserio. Empiezo a pasarle la lengua por toda la entrepierna; le paso la lengua por los huevos, después sigo para arriba por el tronco y juego un ratito con la cabecita. Le paso la lengua por el frenillo y empiezo a bajar de nuevo. Esta vez me meto los huevos en la boca y los empiezo a chupar bien suave; con la mano derecha empiezo a hacerle una paja muy lenta mientras sigo chupando los huevos.
Dejo de chuparlos y me meto toda la pija adentro de la boca cuidándome de no rozarla con los dientes. Aprieto fuerte los labios y empiezo a subir y a bajar, mientras tanto con la lengua juego con la cabeza. Toda esta parte la hago bien despacio para no correr riesgos de que se termine toda antes de tiempo y darme tiempo para estar lista.
Cuando ya estoy lista para recibir lo que tengo merecido dejo de chupar y empiezo a gatear hasta el centro de la cama. Cuando estoy a la altura, le paso una pierna por encima del cuerpo para quedar encima de él, pero mirando para el otro lado así me puede ver el culo mientras lo monto y yo le toco los huevitos. Empiezo arriba siempre, así puedo manejar el ritmo y empezar despacio. Soy multiorgásmica y acabo al toque que empiezan a ponérmela; empiezo ganando 1 a 0 apenas empieza la penetración. Algunos chabones mientras los monto empiezan a jugar con mi ano; lo empiezan tocando, y cuando ven que no les digo nada me meten el dedito. Cuando me meten el dedito en la cola es cuando más me caliento, hay veces que acabo dos veces seguidas. Después de acabar dejo de montarlo y me pongo en cuatro y espero que venga. A esa altura estoy tan caliente que puede hacerme lo que quiera, si quiere romperme el culo no me importa, lo único que quiero es que me la den bien fuerte. La mayoría elige dármela por la concha para no tener que tardar tiempo en que se dilate el culo de a poquito.
Es en esta posición donde me la dan más fuerte; cuanto más fuerte me dan, más me gusta. Me encanta que me digan cosas mientras me cogen, a veces grito como loca mientras me la ponen así para que sigan dándome. Cuando veo que van a acabar me salgo y le pido que me acabe encima, me fascina eso. He llegado a acabar hasta cuatro veces contra una única de él, así y todo sigo queriendo más. Debe ser por eso que soy tan liberal.
En el caso de que él tenga ganas de un segundo polvo, le dejo hacerme lo que el pida. Total a mi me cabe cualquier cosa.
Meli 🙂
14 comentarios - Relato erótico ... muy bueno
besos...
la pampaa!!
la conocereee??