Leyre- Estaba segura. ¿Y tú que opinas Rubén?
Rubén- ¿Y que quieres que opine? Pues que esta buenísima.
Leyre- Je, je, je. Gracias chicos vais a hacer que me ponga colorada.
Rubén- Dime Leyre. ¿A que edad lo hiciste por primera vez?
Leyre- ¿A que edad hice el que? ¿Follar? Pues fue a los catorce años con un chico de diecisiete.
Antonio- Vaya con mi hermanita, que precoz que es.
Leyre- ¿Si? No tanto lo normal. ¿Vosotros a que edad follasteis?
Rubén- Yo tenía ya los dieciocho.
Antonio- Y yo acababan de cumplir los diecinueve.
Leyre- Pues si que tardasteis ¿eh?
Antonio- Lo normal mas o menos, eres tu la que lo hiciste muy pronto, no nosotros tarde.
Leyre- No se, no se. De todas maneras ya lo he hecho con muchos mas. Es que tengo la suerte de que cuando me apetece follar siempre encuentro a alguien que quiera hacerlo conmigo.
Rubén- Ja, ja, ja. No me extraña.
Antonio- ¿Y con cuantos mas o menos lo has follado ya?
Leyre- Pues no llevo la cuenta. Tampoco es que me vaya tirando a cualquiera ¿eh? Pero quizás a unos veinte.
Antonio- No esta mal para tener dieciséis años.
Rubén- ¿Y que es lo que mas te gusta hacer o que te hagan?
Leyre- Yo creo que me gusta todo, incluso que me den por el culo.
Rubén- así que tengo delante mía a una ninfomanía bastante borracha ¿eh? Se me ocurre que a lo mejor podría aprovecharme de ti.
Este comentario lo dije como una gracia, pero cuando Leyre me dijo que lo hiciera, me quede sin saber que decir. Por supuesto yo tenía unas ganas tremendas de follarmela ahora mismo, pero no quería aprovecharme de que estuviera borracha, así que decidí quedarme de pie sin decir nada.
Leyre al ver que no hacia nada, decidió cambiar de táctica, y sin decir nada se quito el top, quedándose con las tetas al aire, entonces se acerco a mi, y apretando sus tetas contra mi pecho, acerco sus labios a un par de centímetros de los míos, y mientras que suavemente me acariciaba la polla con su rodilla me dijo que la follara allí mismo.
Yo intentaba por todos los medios no sucumbir a la tentación, y justo cuando iba a hacerlo, ella se aparto, se acerco a su hermano y repitió el mismo ritual. Antonio puso una de sus manos en el culo de Leyre, y por un momento pensé que se la iba a follar, pero no hizo nada más, y estuvo así hasta que Leyre se canso y se aparto de Antonio.
Se sentó en la cama con cara de decepción, luego se tumbo y pocos segundos después ya se había dormido. Decidimos llevarla a la habitación de mi hermana mayor, a si que la cogi en brazos y fuimos los tres para allí. Nada mas entrar en la habitación la eche en la cama, y nos quedamos los dos observándola.
Antonio- Vaya tetas que tiene Leyre ¿eh?
Rubén- Y que lo digas son preciosas. Pero no solo las tetas. Es que ella esta buenísima. Si no hubiera estado borracha me la hubiera follado.
Antonio- A mi me ha pasado lo mismo, pero estando ella borracha no me parecía bien.
Rubén- ¿Te la hubieras follado? ¿No te hubiera importado que sea tu hermana?
Antonio- ¿Por qué me iba a importar? Ella tiene chocho y yo tengo polla ¿no? Pues ya esta, lo demás que mas da. Además no soy el único que se quiere follar a su hermana ¿eh?
Rubén- ¿Eso lo dices por mí? Que dices tío, si mi hermana es una niña.
Antonio- A mi no me puedes engañar, pero bueno dejemos ese tema, ya me lo contaras cuando quieras. Cambiando de tema, ¿quieres ver desnuda a Leyre?
Rubén- Claro que si.
Sin decir absolutamente nada mas, Antonio se acerco a su hermana y sin ningún tipo de cuidado la quito los pantalones y el tanga. Quedo ante nosotros completamente desnuda, y nos quedamos embobados con su coño, depilado casi por completo, excepto una pequeña línea justo encima. Entonces Antonio me miro, y me dijo “vamos a tocarla un rato”, y sin decir nada mas lo hicimos.
Nos centramos sobre todo en los pezones, que estaban duros como piedras, y en su bonito coño, que estaba muy húmedo, Yo tenía la polla que iba a explotar, y lo que quería era meterla la polla dentro, pero me contenía. Entonces vi algo sorprendente, Antonio estaba comiéndola el coño a Leyre, a mi también me apeteció mucho hacerlo, e incluso Antonio me lo propuso, pero no me atreví y me conforme con comerla las tetas.
Después de un rato, paramos, la volvimos a poner su tanga y salimos de la habitación. Antonio se fue directo a mi habitación a dormir, y yo me dispuse a hacer lo mismo en la habitación de mis padres, pero para hacerlo tenia que pasar por delante de la habitación de mi hermana Laura, y al hacerlo oí mucho ruido, así que decidí entrar para ver que hacían.
Cuando entre vi que no estaban haciendo nada malo, simplemente estaban hablando, pero lo que si me sorprendió fue ver que las cinco estaban en bragas y camiseta, lo cual me puso muchísimo. Las chicas al verme tuvieron reacciones distintas por estar viéndolas en bragas, a Laura, Xiomara y Ana Maria no las importo, Yurena se ruborizo, pero no se tapo, y Evita cogio la almohada lo mas rápido que pudo y se tapo con ella.
Laurita enseguida me dijo que me quedara con ellas, cosa que hice, me senté en la cama, junto a Yurena y Eva, Laura estaba sentada en una silla, y Xiomara y Ana Maria estaban de pie.
Realmente estaba cachondo gracias a esas cinco niñitas, pero sobre todo gracias a las dos hermanas, ya que ellas iban en tanga, la mayor con uno verde, y la pequeña con uno blanco mas infantil, lo que la hacia estar mas provocativa.
Posiblemente fuese por el alcohol, pero no paraba de mirar fija y descaradamente a Xiomara y Ana Maria con cara de embobado, e incluso tenia la boca ligeramente abierta, estas dos se habían dado cuenta, pero las demás parecía que no. Las dos niñas parecían contentas sabiendo que me ponían muy muy dura la polla, y hacían todo lo posible por provocarme.
Yo estaba en mi mundo imaginándome que me follaba a las dos hermanas, cuando me di cuenta de que Laura me estaba hablando. La dije que me perdonara, que no la había oído, y entonces ella me volvió a decir que quería que la hiciera el trenecito.
En circunstancias normales, no hubiera aceptado hacerla el trenecito delante de nadie, pero teniendo en cuenta que estaba algo borracho, y que me había puesto con la polla realmente dura, accedí. Ella se puso muy contenta, y se subió a mis rodillas, yo la cogi por las caderas y la acomode su culito justo encima de mi polla, que tuvo que notar ya que estaba en su máximo esplendor. Puse mis manos a cada lado de sus caderas, y lentamente empecé a moverla de adelante hacia atrás, sobretodo por mi polla.
Ella enseguida me pidió que lo hiciera mucho mas rápido, así que lo hice, empecé a moverla lo mas rápido que podía, y eso me daba a mi aun mas placer, y por lo visto a mi hermana también, ya que de vez en cuanto soltaba pequeños gemidos. Entonces mire y me di cuenta de que las otras niñas estaban de pie mirándonos, y eso me puso mas caliente e hizo decidirme a ir mas allá.
Deje de moverla a ella, y empecé a mover yo las caderas, restregando bien mi polla en su culito, mientras que lleve mis labios a su cuello y comencé a besarla mientras que la acariciaba sus piernas desnudas.
Laura cada vez gemía mas, señal de que cada vez estaba mas cachonda, entonces la mire y tenia la cara roja, luego mire a las demás niñas, y estaban todas sorprendidas, menos Xiomara, que estaba allí de pie sonriente.
Como veía que los dos estábamos disfrutando, y que nadie decía nada, decidí ir mas allá, y fui llevando una mano lentamente hasta sus braguitas, y cuando llegue a ellas fui metiéndola dentro de las bragas muy lentamente, pero cuando llevaba unos cinco centímetros de mano y justamente iba a llegar a su coñito, ella me saco la mano con la suya, y acto seguido puso sus dos manos en su coño por encima de las bragas y empezó a acariciarse, mientras yo seguía restregándome con su culo.
Hubo un momento en que Laura se inclino hacia atrás, con la cabeza mirando hacia arriba y gimiendo con mucha fuerza, lo cual seguramente significaba que había tenido un orgasmo, probablemente su primer orgasmo en doce años, y pensar eso provoco que acto seguido fuera yo el que se corriera.
Cuando el clímax paso, se hizo el silencio en la habitación, las cuatro amigas de mi hermana no paraban de mirarnos asombradas por lo que acababan de ver. Mi hermana estaba completamente roja, y como ya se le había pasado la excitación del momento se la notaba que estaba avergonzada, ya que por muy inocente que fuera ya debía saber más o menos que había pasado, así que sin decir nada se puso de pie.
El silencio fue Xiomara quien lo rompió.
Xiomara- así que ese es el trenecito ¿no? ¿Y jugáis muchas veces a eso?
Laura- Nnn… no. Con esta… solo dos veces.
Xiomara- ¿Si? ¿Y eso porque? Pero si eso tenia pinta de ser muy divertido. Ya me gustaría a mí probarlo.
Rubén- Si de verdad quieres probarlo puedes hacerlo cuando quieras.
Xiomara me miro mientras sonreía, y me dijo que si de verdad podría probarlo cuando quisiera, quería hacerlo ahora.
Rubén- Pues venga súbete a mis rodillas.
Xiomara- Vale, pero antes quédate en calzoncillos, que seguro que los pantalones dan mucho calor.
Yo sonreí, y me quite los pantalones, sabia que lo de quitarme los pantalones no tenia nada que ver con que dieran calor, sino que como era muy zorra quería sentir bien mi polla.
Xiomara se sentó en mis rodillas, yo la cogi de la cadera y la puse justo encima de mi polla. Ella tuvo que sentir mojado mis calzoncillos, ya que me acababa de correr, pero no dijo absolutamente nada. Puse mis manos en su cadera y comencé a moverla lentamente, pero entonces me dijo que parara, que no hacia falta que yo la moviera, que se movería ella y así tendría las manos para otras cosas.
Tal como ella había dicho, empezó a moverse acariciando con su culo mi poderosa polla. Xiomara ni siquiera disimulaba, parecía más bien que estábamos follando, ya que ella no paraba de restregar su precioso culo de una manera que ni las putas profesionales sabrían hacer. Además ella no se cortaba a la hora de gemir.
Yo aprovechaba que era ella quien se movía para acariciarla por el interior de sus muslos, pero poco tiempo después la metí de golpe una mano bajo su tanga y comencé a masturbarla, mientras ella seguía moviendo el culo y ahora gemía con mas fuerza aun. Yo comencé a besarla también en el cuello, pero ella giro enseguida la cabeza y comenzamos a comernos las bocas mientras que seguíamos con nuestro particular “trenecito”. Las demás chicas nos miraban sorprendidísimas, excepto Ana Maria, que sonreía. Xiomara cada vez estaba mas y mas cachonda, y respiraba muy fuerte, al igual que yo. Yo estaba tan cachondo que cuando apartaba un poco mi boca de la suya la decía cosas como zorra, putilla y cosas así, que parecía que la excitaba aun más.
Después de un rato que se me hizo terriblemente corto, ella separo su cabeza de la mía, se puso de pie de golpe, se dio la vuelta y se sentó de nuevo encima mía, pero esta vez mirándome a mi. Ella enseguida metió su mano dentro de mis calzoncillos, me saco la polla y empezó a pajearme. Ella me susurro con voz todavía entrecortada que siguiera con lo mío, yo obediente como era, metí mi mano debajo de su tanga y suavemente la seguí masturbando.
Como mi hermana y las demás estaban detrás de Xiomara, estaba a salvo de que vieran bien lo que estábamos haciendo (aunque resultaba obvio), pero me sorprendió ver de repente a Ana Maria justo al lado nuestro mirándonos con la cara de zorrilla que solía poner su hermana. Eso me excito aun más, puse una mano en la espalda de Xiomara, y la acerque a mí hasta que quedo pegada y yo notara sus tetas en mi pecho y empecé a besarla. Aunque un poco más incómodos por la nueva postura seguíamos masturbándonos mutuamente.
Después de estar bastante tiempo así, llego el momento de los orgasmos, ella lo tuvo primero, y fue bastante escandaloso y soltó una barbaridad de flujos de su coño, pero no pare de masturbarla. Unos minutos después llego el mío, y todo mi semen la salpico en su planita barriguita, ya que la camiseta la tenía ligeramente subida para arriba. Ella me sonrió, me soltó la polla y con la mano que me había masturbado rebaño un poco mi semen y se lo llevo a la boca mientras me seguía mirando. Por su parte Ana Maria tampoco se perdía detalle y no paraba de mirar la escena, y se la notaba que estaba también muy cachonda.
Xiomara se limpio el semen con su propia camiseta, coloco de nuevo mi polla en mis calzoncillos, me saco mi mano de su coño, y se puso de pie se coloco un poco la ropita que llevaba, fue unos pasos hacia atrás, donde estaban mi hermana y sus amigas y dijo.
Xiomara- Pues la verdad es que el trenecito no esta mal. Me ha gustado bastante.
Laura y las demás no dijeron ni hicieron nada, pero Ana Maria y yo no pudimos evitar reírnos, entonces me levante yo también, me coloque la ropa un poco, mire fijamente a Xiomara, y con una sonrisa en la boca dije:
Rubén- ¿Quieres dormir conmigo y así acabamos lo que acabamos de hacer?
Xiomara- ¿Qué se supone que acabamos de hacer? Que yo sepa solo hemos hecho el trenecito ¿no?
Al oír eso la sonrisa de mi cara desapareció, y sin decir nada salí de la habitación y me fui a las de mis padres, y mientras insultaba para mis adentros a la puta de Xiomara, me acosté y me dormí bastante rápido.
Me desperté de repente, mire el reloj y vi que eran las cuatro de la mañana, me levante de la cama y fui hacia el baño, ya que tenia unas ganas terribles de mear, pero cuando llegue a la puerta me sorprendí de que estuviera ocupado, así que me quede fuera esperando.
A los pocos segundos, la puerta del baño se abrió, y de ella salio Ana Maria, ambos nos sorprendimos mucho, y rápidamente mis ojos se clavaron en su cuerpecito, tenia un cuerpo verdaderamente precioso, seguía llevando el mismo tanga blanco que la había visto hacia un rato, aunque la camiseta que llevaba ahora era distinta, llevaba puesta la que antes tenia su hermana Xiomara. Ese detalle me excito muchísimo, sobretodo sabiendo que en esa camiseta estaba mi semen ya seco. Además tenía el pelo un poco alborotado de haber estado durmiendo.
Ella noto que la estaba mirando y sonrió como lo solía hacer su hermana, me saludo y siguió andando para ir a su habitación, yo sin saber por que lo hice la cogi de un brazo y tire de ella hacia mí, la agarre con cada una de mis manos uno de sus brazos y me quede mirándola. Ella al principio se asusto, pero rápidamente me devolvió la mirada, volvió a sonreír y me pregunto si me iba a quedar así o me iba a atrever a hacer algo más, al oír eso la solté, y ella se fue a su habitación mientras que movía exageradamente su culazo.
Cuando desapareció de mi vista, entre al baño mee, me fui a mi habitación, me acosté y me dormí al instante.
A mañana siguiente me desperté bastante tarde, y con un poco de dolor de cabeza. En la casa solo estaban Antonio y Leyre, y esta última me dijo que mi hermana y sus amigas se habían ido a dar una vuelta. Leyre me hablaba con naturalidad y no menciono en ningún momento lo que ocurrió la noche anterior, así que supuse que quizás no se acordaría. Esta vez iba vestida con un pantalón de chándal y un top cortito pero menos sexy que el que llevaba el día anterior.
Me bebí el zumo de naranja que Leyre me preparo, que según ella era bueno para la resaquilla, y nos fuimos los tres al salón. Allí pusimos la tele, y la dejamos en un canal que emitía por enésima vez “El equipo A”, aunque ninguno le prestaba atención.
Antonio- Menuda liaste ayer Leyre. Nos dejaste sorprendidos.
Leyre- ¿Yo? Vaya. ¿Y que hice? ¿No haría algo malo no?
Antonio- Na, poca cosa no te preocupes. ¿Verdad que no Rubén?
Rubén- Cierto, no fue nada.
Leyre- Vaya, me alegro.
Rubén- Por cierto Leyre, no tenia ni idea de que fumaras porros, ni de que te gustara tanto beber.
Leyre- Ge, ja, ja. Hombre yo nunca os dije que lo hacia, pero tampoco que no hacia.
Rubén- Y también fue sorprendente cuando nos dijiste que no eras virgen.
Leyre- ¿Os lo dije? Madre mía, que mal me sienta beber.
Antonio- Lo que mas nos sorprendió fue cuando empezaste a insultarnos a los dos, e incluso quisiste pegarnos.
Leyre- Ge, ja, ja. ¿Crees que esta bien contarle mentiras a tu hermana pequeña? Eso no fue lo que paso.
Antonio- Entonces quieres decir que te acuerdas de lo que realmente paso. ¿No es así hermanita?
Leyre- Claro que me acuerdo. Recuerdo que me insinué a los dos. Y que me rechazasteis. ¿Sabéis que fue la primera vez que me rechazan? ¿Por qué lo hicisteis?
Antonio- ¿Qué querías que hiciera? Eres mi hermana.
Leyre- ¿Y tu Rubén? ¿Qué excusa me pones?
Rubén- Es que estabas muy borracha y no quería aprovecharme de ti.
Leyre- Vaya, que integro eres. Gracias. Pero bueno ahora no estoy borracha, ¿Qué harías si me insinuara como ayer?
Rubén- Ge, ja, ja. Pues esta claro ¿no? No te dejaría escapar de nuevo.
Al oír eso Leyre se levanto, y sin decir nada, se quito el top, se acerco a mi, me puso de pie y pego sus tetas a mi pecho, y me dijo que demostrara lo que acababa de decir.
Durante toda la conversación pensaba que ella estaba de broma, y por eso la seguí el juego, y al ver que estaba hablando en serio, titubee un poco al principio, entonces ella me cogio una mano y la puso en su culo, y me volvió a decir que demostrara lo que acababa de decir, así que reaccione, puse la otra mano también en su culo, y comencé a besarla.
Hubo un momento en que Leyre giro la cabeza, miro a su hermano y le dijo:
Leyre- Como tu y yo somos hermanos no podemos follar, pero haz lo que tengas que hacer.
Yo no sabía muy bien a que se refería con eso, pero no me importaba, me quite la camiseta y la tumbe en el sofá, me puse encima de ella y comencé a comerla las tetas. Sus tetas no eran excesivamente grandes, pero si que tenían un buen tamaño. Sus aureolas eran grandes, y de un color un poco mas oscuro que la piel, los pezones los tenia como piedras, y también bastantes grandes.
Mientras yo la comía y estrujaba sus tetazas, ella me deleitaba gimiendo levemente, moviendo las caderas y tocándose el coño por encima del pantalón. Me olvide de momento de sus tetas, y la quite el pantalón, quedando a mi vista u bonito y pequeño tanga de color azul, lleve mi boca hasta el, y se lo intente arrancar de un bocado, me costo mas de lo que pensaba, pero lo conseguí. Su coño estaba a mi merced, y sin perder tiempo empecé a comérselo.
Lo primero fue atrapar en mi boca su clítoris, empecé lamiéndolo levemente, Leyre de inmediato contrajo los músculos y empezó a gemir con suavidad, mientras que con sus manos se agarraba a mi pelo, mis pequeños lametones los empecé a alternar con absorber todo su clítoris dentro de mi boca, lo que la provocaba que aumentaran sus gemidos. Aunque notaba que eso la gustaba mucho, baje un poquito hasta su rajita, que era lo que a mi me interesaba, con una mano continué acariciándola el clítoris, y con la otra separe bien sus labios vaginales, y me puse a lamérselos y a meter mi lengua lo mas adentro de ella que podía. Leyre gemía cada vez más y movía sus caderas con mayor velocidad, además sabia que la estaba gustando más porque tiraba más fuerte de mis pelos.
Leyre- Be… besame… qui… quiero correrme… correrme mientras me… besas.
Cuando me dijo eso yo ya llevaba bastante tiempo comiéndola el coño, y por supuesto decidí hacerla caso. Subí mi cabeza hasta la suya, y ella se lanzo a devorar mi boca con mucha pasión, mientras nos besábamos yo la masturbaba con una mano, mientras que con la otra la cariaba sus tetas. Mientras ella movía muchísimo sus caderas, tanto que parecía que era ella quien se follaba mis dedos y no al revés. Estaba tan excitada que tenia dentro de ella tres de mis dedos y estaba convencido de que cabía un cuarto, pero no lo metí. Y llego el momento de su gran orgasmo, se agarro bien a mi espalda con sus uñas y comenzó a gemir con muchísima potencia hasta que acabo en un poderoso grito de placer.
Ella se quedo tumbada jadeando, yo me quite de encima suya y me senté a su lado, feliz de que Leyre hubiera disfrutado tanto. Enseguida ella se incorporo, y empezó a besarme, por el cuello, el pecho el estomago, hasta que llego a mi entrepierna, entonces me miro y me dijo que ahora la tocaba a ella, y sin mas me bajo el pantalón y los calzoncillos hasta las rodillas, (aunque necesito de mi ayuda, ya que yo estaba sentado).
Mi polla quedo libre, y Leyre la agarro de inmediato, comenzó a pajearme lentamente mientras la miraba de todos los ángulos que se la ocurrían, y de repente de un solo golpe se la metió en la boca. Eso para mi fue la gloria, sobretodo porque no esperaba que hiciera eso. Enseguida se la saco de la boca, y empezó a lamerla como si fuese un helado, e incluso de vez en cuando le daba algún lametazo a mis huevos.
De pronto oí una especie de gemido que no provenía ni de mí ni de Leyre, mire y vi a Antonio masturbándose. Eso al principio no me gusto, pero al pensar que se estaba pajeando viendo a su hermanita, me acabo excitando la situación. Me entraron ganas de decírselo a Leyre para ver que la parecía, pero por miedo a que no la pareciera bien y se acabara todo no lo hice.
Leyre por su parte seguía comiéndome el rabo, alternaba sus mamadas con pajas y con lametones, y cada vez les daba más velocidad. Lo hacia de maravilla, y se la notaba que tenia bastante practica, y eso me ponía cachondisimo. A mi me faltaba poco para correrme, y no sabia si a ella la gustaría que me corriera en su boca, pero como me apetecía hacerlo, decidí que no la iba a avisar.
Así que cuando llego el momento de mi corrida, la cogi de la cabeza para que no pudiera apartarse, y empezaron a salir chorros de semen de mi polla que se quedaban en su boca o incluso se metían directamente en su garganta.
Cuando ya descargue toda mi leche, aparte mi mano de su cabeza, y ella se puse de pie rápidamente, la mire y vi que de la boca la resbalaba un poco de semen, y de repente empezó a toser, y salio corriendo al baño.
Durante unos minutos me quede a solas con Antonio, y este aprovecho para decirme que le estábamos dando un gran espectáculo, y que siguiéramos así. Yo por mi parte no estaba seguro de que fuéramos a continuar, y estaba un poco asustado por la reacción que Leyre pudiera tener.
Cuando Leyre apareció en el salón, me fije que parecía enfadada, así que comencé a disculparme un poco torpemente, entonces Leyre sonrió y me dijo que no la importaba que me corriera en su boca, pero que avisara antes ya que creía que se iba a ahogar.
Rubén- Perdona es que estaba tan cachondo que…
Leyre- No te preocupes, pero ahora tendrás que hacerme disfrutar mucho para compen…
No termino la frase por que en ese momento se dio cuenta de que Antonio estaba sentado en una silla con su polla en la mano.
Leyre- Vaya, vaya hermanito. Veo que tú también te lo estabas pasando bien. Pues vamos seguir dándote espectáculo para que puedas continuar ¿no Rubén?
No me dio tiempo a contestar cuando ella ya estaba a pocos centímetros de mi, me empujo para que me cayera en el sofá, me termino de quitar el pantalón y los calzoncillos, se puso encima mía, y de un solo golpe se metió la polla en su coño, se tumbo sobre mi y me dijo entre susurros que la apetecía un buen polvo, y que me preparara.
Por supuesto yo estaba deseando ver que hacia, entonces se volvió a sentar, puso sus manos en mi pecho y ella comenzó a menearse con mi polla dentro a muchísima velocidad. Yo prácticamente no hacia nada, me limitaba a ver botar sus tetas. Ella en cambio estaba sudando del esfuerzo que estaba haciendo, pero no parecía en absoluto cansada. Además se la notaba su experiencia follando, ya que cuando sentía que me iba a correr, bajaba la velocidad para que aguantara más.
Cuando ya llevaba bastante rato cabalgando sobre mi, Leyre paro de golpe, giro la cabeza para ver a su hermano, se pasó sensualmente la lengua por los labios, y sin decir nada, siguió cabalgándome.
Unos instantes después, Leyre volvió a tumbarse sobre mí, y entonces vi que fue Antonio quien la empujo con una mano para que lo hiciera, aunque ella no paraba de mover las caderas. Antonio entonces con una mano la abrió un poco el ojete, puso su polla delante de el, e hizo esfuerzos de metérsela dentro. La polla tuvo algunas dificultades, pero al final le entro. Mientras que Antonio se la intentaba meter, Leyre puso un poco cara de dolor, pero en ningún momento se quejo, y ni siquiera miro atrás o se sorprendió de que la estuvieran metiendo otra polla.
En ese momento Leyre estaba siendo penetrada por el coño y el culo, y el que la estaba rompiendo el ojete era su propio hermano. Ahora los que dominábamos la situación y poníamos el ritmo éramos nosotros, ella solo se podía limitar a ser follada y gemir de gusto.
Yo me corrí en seguida, así que la saque del coño de Leyre y me aparte un poco, pero Antonio continúo dando por culo a su hermana, y cada vez a más velocidad, mientras que ella soltaba algún gritito de dolor, pero aun así no le decía absolutamente nada a su hermano.
Al cabo de unos minutos yo ya estaba recuperado, y Antonio me pidió que le revelara, así que el saco su polla del culo de Leyre y la metí yo, Antonio dijo que lo que quería hacer era correrse en la boca de su hermana, y se dirigió a ella, y sin decir nada a Leyre la metió la polla en la boca, que esta empezó a chupar sin protestar.
Yo era la primera vez que daba por culo a alguien, y me estaba gustando la sensación, no se sentía tan estrechito como imaginaba, pero suponía que era porque ya había estado Antonio agrandándolo antes. Yo la daba con toda la fuerza que podía, y muchas veces a causa de eso Leyre se abalanzaba hacia delante y se metía enterita la polla de su hermana.
Esta vez fue Antonio quien se corrió primero, y lo hizo en la boca de Leyre, y esta se lo trago. Antonio entonces se sentó, y yo continué dándola por culo un rato más.
Pocos segundos después, Leyre me dijo que parara, que quería probar una cosa que siempre había querido hacer. Se puso de rodillas en el suelo, nos dijo a Antonio y a mí que nos acercáramos, coloco a cada uno a su derecha e izquierda respectivamente, cogio con cada mano nuestras pollas, y sin dejar de masturbarnos en ningún momento comenzó a chuparnosla por turnos.
Ella iba controlando la velocidad para cada uno, para que nos corriéramos más o menos a la vez, y cuando ya nos quedaba poco, nos dijo que quería que lo hiciéramos en su cara. A nosotros nos encanto la idea, así que nos pusimos delante de ella, y descargamos toda nuestra leche en su cara.
Cuando acabamos, Leyre tenia la cara inundada de leche, tanto que había un ojo que ni siquiera podía abrir, pero ella no paraba de sonreír, al igual que nosotros. Luego se levanto y fue al baño a limpiarse, pero enseguida regreso pidiendo mas guerra, y entonces Antonio me pidió que le dejara una habitación, que quería follarse bien a la puta de su hermana, así que accedí y les deje la mía.
Me quede solo en el salón, así que aproveche para vestirme y recoger la ropa de Antonio y Leyre. El ruido que hacían al follar era muy fuerte, aunque a mi no me importaba, al contrario me excitaba mucho. Pero entonces de repente se abrió la puerta de mi casa, yo fui corriendo hasta ella y vi entrar a Laurita, que estaba asustada a por los ruidos. La explique que era Antonio con otra chica follando en mi habitación, y aunque no le gusto la idea, se tranquilizo.
Los dos fuimos al salón, pero no hablamos de nada, lo que provocaba que se oyera perfectamente los gemidos y ruidos de los hermanos folladores. Pensé en poner la televisión para que se oyera menos, pero no lo hice porque aunque fuera una situación incomoda también era muy excitante.
Laura estaba bastante incomoda y muy colorada, lo que me gustaba aun mas. Después de bastante rato, dejamos de oír ruidos, y pocos minutos mas tarde, aparecieron en el salón Antonio y Leyre. Entonces vieron a mi hermana, y esta los vio a ellos, y las caras de Laura y Leyre cogieron un gesto exageradísimo de sorpresa, por su parte a Antonio parecía no importarle, se despidió de nosotros y me dijo que se irían a su casa, y que me llamaría luego.
Después de que se fueran, Laura estuvo callada mucho tiempo, incluso durante la comida no dijo nada. Cuando acabamos de comer ella se fue a su habitación y yo a la mía, a chatear con el ordenador. Como hacia mucho calor, me desvestí hasta quedarme en calzoncillos, que era como solía ir últimamente.
Al poco rato entro Laura en mi habitación, ella también llevaba su indumentaria de estos días, camisa y braguitas. Esa visión me la puso dura en un instante, la pregunte que quería y ella me dijo que quería hablar conmigo de una cosa. Yo me imagine que seria sobre Antonio y Leyre, así que la dije que se sentara y me contara, mientras que apagaba el ordenador.
Laura- Bueno… me da un poco de vergüenza. Tu… tu estas… ¿estas saliendo con Xiomara?
Rubén- ¿Eh? No. ¿De donde has sacado esa idea? ¿Te lo ha dicho ella?
Laura- No ha Xio no la he preguntado. Pero como ayer… bueno ya sabes… paso eso, pues pensé que…
Rubén- Lo que paso ayer no significa que estemos saliendo juntos ni nada de eso. Lo único que nos enrollamos un poco, nada más. Pero vamos que supongo que tú también te habrás enrollado con chicos y no significa eso que estuvieras saliendo con ellos ¿no?
Laura- Yo… Bueno es que yo nunca me he enrollado con un chico. Ni siquiera he basado a ninguno en la boca una sola vez.
Rubén- ¿En serio? ¿Y eso porque? Pero si tú eres muy guapa y estas bastante buena, los chicos deberían de hacer cola para liarse contigo.
Esta última frase la dije sin ni siquiera pensarla, y me di cuenta de que Laurita se ponía roja.
Laura- La verdad es que hay muchos chicos que están por mi, y alguno me gusta, pero me da cosa decirles que si, porque como nunca e salido con nadie y ni siquiera me he besado con nadie pues…
Rubén- Ge, ja, ja. Te entiendo, pero piensa que alguno tendrá que ser el primero ¿no?
Laura- Ya, oye Rubén. ¿Tú me enseñarías a besar?
Me sorprendió que me dijera eso, e hizo que me quedara en silencio unos segundos, aunque después de pensarlo un poco la dije que si. Ella se alegro mucho, y se me abrazo, como un acto reflejo una de mis manos se poso en su culito, y entonces ella me soltó, aunque no dijo nada.
Entonces como pude intente explicarla como se besaba, pero entre que yo no sabia explicarme muy bien, y que ella tampoco parecía enterarse de nada, me di cuenta que con solo teoría no llegaríamos a nada.
Fui a por un vaso de tubo, y haciendo como si fuesen los labios de otra persona empecé a besarme con el mientras que Laura miraba. Después de un rato le di otro vaso a Laurita y la dije que lo intentara ella, pero como su boca era mas pequeña que la mía, no podía hacerlo demasiado bien, así que esa forma también la descartamos.
Rubén- Sabes Laura, creo que lo mejor seria que probaras con otra persona. Tu no te preocupes, es muy fácil lo único que tienes que hacer es dejarte llevar.
Laura- Ya… Pero… ¿No podrías enseñarme tú? Me refiero a practicar contigo.
Rubén- No se peque, no estoy seguro de que fuese correcto, somos hermanos.
Laura- Pero no vamos a hacer nada malo, solo me vas a enseñar. Además, después de lo que han hecho esta mañana tu amigo y su hermana esto no tiene importancia.
Yo me limite a sonreír, y me di cuenta de que mi hermana cada vez era menos inocente y se interesaba más por el sexo. Con un tono que intentaba parecer que no me hacia mucha gracia, acepte (aunque en realidad estaba deseándolo).
Laura- Y oye Rubén, ¿mientras nos estemos besando yo debería hacer algo?
Rubén- ¿Algo como que?
Laura- No se, acariciarte o tocarte el… culo o algo así.
Rubén- Supongo que si. Pero no te preocupes por eso, tu solo déjate llevar.
Sin decir nada mas me acerque a Laura despacito, cuando estaba enfrente de ella, puse una mano en su cinturita, y note que estaba muy nerviosa, la dije que se tranquilizara, y entonces comencé a besarla.
La besaba muy despacio, metiendo mi lengua en su boca lentamente y moviéndola en ella con suavidad. Laura se estaba dejando llevar, y lo estaba haciendo bastante bien, yo por mi parte intentaba no excitarme demasiado y contenerme, pero me resulto imposible, y la agarre con ambas manos su culito.
Ella no dijo nada de mis manos, y notaba su respiración cada vez mas acelerada, llevo una de sus manos a mi pecho, y fue acariciándomelo mientras que bajaba hasta que llego a la cintura, y entonces de golpe la llevo a mi culo. Esto me sorprendió mucho, pero a la vez me dio fuerzas para ir mas allá, entonces hice que cayéramos sobre mi cama sin dejar de besarnos, quite mis manos de su culo y las lleve a su camisa, la desabroche los botones, y una vez que la camisa estaba abierta, lleve mis manos a sus tetillas y empecé a acariciarla los pezones.
Laura cada vez respiraba con mas fuerza, y llevo sus dos manos a mi cabeza, y la apretó mas contra ella, yo cogi una de sus manos, y la lleve hasta mi polla por fuera del calzoncillo, y la deje allí, luego metí mi mano debajo de sus braguitas, y empecé a acariciarla su coñito. En ese momento dejamos de besarnos, ya que Laura empezó a gemir como una loca de placer, así que yo seguí besándola por su cuello, mientras bajaba lentamente, al llegar a sus tetas, me entretuve unos minutos antes de seguir bajando, después la bese por su tripita, por su ombliguito, hasta que llegue a donde empezaban sus bragas.
Sin pensarlo se las quite de un golpe, y después de observar durante unos minutos su coñito casi sin pelos, me disponía a comérselo, pero sin saber porque, me pare, la puse de nuevo sus bragas, la abroche su camisa y la dije que ya se había acabado la lección.
Nos pusimos los dos de pie, me fije que Laura estaba colorada, posiblemente de la excitación, ya que su respiración todavía era muy fuerte, nos quedamos mirándonos, y entonces Laura dijo:
Laura- Ha sido una lección muy intensa, muchas gracias hermanito me ha gustado mucho.
Al oír esa frase me arrepentí de no haber llegado a más con ella, pero ya era tarde, y ella se fue a su habitación.
Durante el resto del día, Laura me hablaba como si no hubiera pasado nada, así que yo hacia lo mismo, pero solo tenia en mente el momento en que nos acostáramos juntos por la noche en la cama de nuestros padres, para poder acabar lo que habíamos empezado. Pero me di cuenta de que no iba a poder ser, cuando mientras estábamos cenando llamaron a la puerta de casa las amigas de mi hermana para quedarse a dormir.
Enseguida sus amigas vinieron a saludarme, me pareció que todas estaban especialmente sexy’s, pero sobretodo la zorrilla de Xiomara, que iba con una minifalda que prácticamente dejaba ver su culito. En cuanto terminamos de cenar, las chicas se fueron a la habitación de mi hermana, y yo me fui a la mía a dormir.
Desde mi habitación se las oía hablar y reírse, y yo no podía dormirme, así que decidí hacerme una paja lo más ruidosa que pude para que las chicas se dieran cuenta, y después de eso me fue más fácil conciliar el sueño.
Durante esa semana, las amigas de mi hermana estaban practícamele todo el día metidas en mi casa, mi relación con mi hermana se había quedado al margen, y Xiomara seguía disfrutando de vez en cuando provocándome.
Entonces una noche decidí invitar a Leyre, con la que no había quedado desde el día que Antonio y yo nos la follamos. La lleve a casa para cenar, y las dije que era mi novia, y durante toda la cena no parábamos de besarnos y manosearnos.
Esa noche, Xiomara parecía enfadada, y como yo me imaginaba que era porque estaba celosa me puse a mil. Cuando terminamos de cenar, Leyre y yo nos fuimos a mi habitación.
Una vez allí, empezamos a fumarnos unos porrillos mientras hablábamos. Ella me dijo que si quería follarme a Xiomara, debía pasar de ella y darla celos, y entonces vendría a mi suplicando, pero que no sabia que consejo darme para ayudarme a que me follara a mi hermana.
Yo me sorprendí mucho por sus palabras, y aunque la intente convencer de que no quería follarme a Laura, no lo conseguí.
Cuando oímos que entraban en la habitación de mi hermana, decidimos ponernos a follar para que nos oyeran. Prácticamente no hubo preliminares, y enseguida ella se puso encima de mí y comenzó a cabalgarme a toda la velocidad que podía, mientras que la cama chocaba contra la pared haciendo mucho ruido, y por si fuera poco, Leyre parecía estar gimiendo fuera de control.
Cuando me corrí dentro de ella, (Leyre se tomaba la píldora), ella se tumbo a mi lado, y sin decirnos nada, solo sonriéndonos nos fuimos quedando dormidos.
Me desperté sobre las tres con la polla cargada, y no paraba de fijarme en el cuerpo desnudo de mi compañera de cama, y sin poder reprimirme, me puse a comerla el coño. Leyre se despertó enseguida, pero no me dijo nada, directamente se puso a acariciarse sus tetas mientras que yo seguía con mi comida. Cuando conseguí que ella se corriera, entre jadeos me dijo que le metiera mi polla, así que me puse a su altura, la metí la polla y empecé a follarmela con fuerza.
Al cabo de un rato, me di cuenta que la puerta de la habitación estaba entreabierta, y que detrás había alguien espiándonos, me esforcé en ver quien era, y descubrí que era Xiomara, que además tenia una mano metida debajo de su tanga, así que sin dejar de mirarla continué follandome a la hermanita de mi mejor amigo, hasta volver a correrme en su interior. En ese momento, Xiomara se volvió a la habitación de mi hermana, y Leyre y yo volvimos a dormirnos.
A la mañana siguiente Leyre se marcho muy temprano, y yo me quede levantado, desayune y me senté en el salón a ver la tele.
La primera que se levanto fue Ana Maria, que vino al salón, llevaba puesta la ropa “de verano”, un tanga y una camiseta, (aunque no puedo decir nada, ya que yo iba solo en calzoncillos). Ana Maria se sentó a mi lado, y de inmediato mi polla reacciono.
Ana Maria- Anoche te lo tuviste que pasar muy bien ¿no? Porque con el ruido que hiciste…
Rubén- Pues la verdad es que si me lo pase bien. ¿Pero tanto ruido hice?
Ana Maria- La verdad es que si, nos despertaste a todas.
Rubén- Lo siento, pero vamos que estoy seguro que os pusisteis todas cachondas, ¿verdad?
Ana Maria- Ju, ju, ju. Eso te gustaría ¿a que si?
Su mirada se detuvo en mi paquete, y al ver su estado, volvió a hablar ella sin dejarme contestar.
Ana Maria- Por lo que veo eres tu el que se pone cachondo cuando me ve. ¿O es que acaso lo vas a negar?
Rubén- No lo niego, me pones cachondisimo, y tu hermana también me pone mogollón.
Ana Maria no se esperaba esa contestación, se puso colorada y se quedo callada sin decir nada. Entonces la cogi de una muñeca, y acerque mi cara a la suya, quedando a unos centímetros de separación. Ana Maria tenia cara de asombro, no se esperaba lo que estaba ocurriendo, pero no hizo nada por apartarse, yo por mi parte estaba muy seguro de lo que hacia y no titubeaba en absoluto, la dije en un susurro que me parara cuando quisiera, y empecé a besarla.
Ella al principio no me respondía los besos, pero cuando supero la sorpresa inicial empezó a devolverlos. Esa situación me recordaba a la que había tenido días atrás con mi hermana, pero había una gran diferencia, Ana Maria tenía mucha iniciativa.
Ana Maria llevo sus manos hasta mis calzoncillos, y poco a poco me los quito, en cuanto mi polla quedo liberada, ella la agarro con una mano y empezó a masturbarme lentamente. No lo hacia demasiado bien, pero se la notaba que no era la primera que hacia. Yo la quite su camiseta y de un solo tiron la arranque su tanguita, y después de acariciarla durante un rato el clítoris, la metí dos dedos en su coñito, lo tenia bastante mojadito, lo que me excito mucho. Cada vez su respiración era más y mas fuerte, y yo no paraba de llamarla zorrilla y putita entre susurros, lo cual parecía gustarla.
Me estaba esforzando para hacerla gozar, y ella me estaba haciendo disfrutar muchísimo con su paja, pero antes de que me llegara a correr, ella me dijo que la metiera mi polla dentro. Aunque esas palabras me pusieron a mil, deje de besarla, la quite su mano de mi polla, me puse de nuevo el calzoncillo y la dije:
Rubén- Te follare, ahora no quiero, pero te follare.
Y dejándola desnuda en el sofá me fui a mi habitación.
Salí de ella a la hora de comer más o menos, y en la casa ya solo quedaba Laura, así que nos hicimos unos bocadillos y nos los comimos. Poco después de comer, mi hermanita me dijo que había quedado con sus amigas para ir al cine, así que se puso guapa y se fue.
Yo aproveche para echarme la siesta, y más o menos una hora después de haberme dormido, me despertó el timbre de la puerta. Me levante y medio dormido abrí la puerta, y de la sorpresa que me lleve me desperté del todo. La persona que había llamado a la puerta era Xiomara, la dije que Laura no estaba, pero ella entro igualmente, así que cerré la puerta detras de ella, y fuimos los dos al salón.
Una vez en el salón me fije de que estaba mas guapa de lo normal, estaba muy bien maquillada y llevaba puesto un vestido rosa muy corto y con bastante escote, que la hacia muy sexy y un poco mas aniñada de lo que era.
Rubén- Laura no se a que hora regresara, pero me dijo que había quedado con vosotras.
Xiomara- Si ya lo se. Esta con mi hermana y las otras. No he venido a verla a ella, sino a ti.
Rubén- ¿A mi? ¿Y para que quieres verme?
Xiomara- Bueno, es que he estado hablando con mi hermana esta mañana y me ha contado lo que habéis estado haciendo, y también me ha contado que la dejaste con las ganas de mas.
Rubén- Bueno si, es que…
Xiomara- No te preocupes, no he venido ha pedirte explicaciones. He venido a demostrar a Ana Maria que a mi no me dejaras con ganas de mas.
Sin decir mas ella se acerco a mí y puso su mano en mi polla, que ya estaba pidiendo guerra, yo sin tiempo de sorprenderme demasiado metí una mano por debajo de su falda, para comprobar que no llevaba nada más que el vestido. Comencé a masturbarla, mientras ella se quitaba su vestido, una vez desnuda, me quito a mí mis calzoncillos, la única prenda que me quedaba puesta, y nos quedamos los dos desnudos frente a frente.
Yo seguía masturbándola cuando ella me dijo que quería continuar en la habitación de Laura, eso me excito mucho, así que la cogi en brazos y la lleve hasta allí.
La tumbe en la cama, y me puse encima de ella, pero de inmediato Xiomara me dijo que bajara. Sorprendido la hice caso, y me quede sentado en la cama, ella se levanto también y se arrodillo delante mía, me miro a los ojos y me dijo que lo primero que quería hacer era comerme la polla, y sin decir mas se la metió en la boca.
Xiomara era toda una especialista chupadora de pollas, se metía toda la polla en la boca con una facilidad increíble y a una velocidad endiablada, incluso a veces se llegaba a meter un poco de los huevos en la boca, cosa que no sabía como era capaz de hacerlo. A pesar de que ella por si sola me la chupaba muy rápidamente, me puse de pie, la agarre la cabeza y empecé a follarme su boca todo lo rápido que podía.
Cuando note que quedaba poco para correrme, pare y la dije a Xiomara que iba a correrme, que si quería que me corriera en su boca o fuera. Xiomara ni si quiera se saco la polla de la boca y continuo chupandome el pollon, con lo que supuse que prefería que me corriera en su boca, o por lo menos que la daba igual. Mi corrida llego pronto, e inundo su boca de semen calentito, el cual se trago sin rechistar.
Ella se puse de pie para acto seguido tumbarse en la cama y decirme que ahora le tocaba a ella recibir placer. Me puse encima de ella, y comencé a comerla sus dulces tetas, mientras que la acariciaba su coño, pero sin meterla ningún dedo dentro. Ella no gemía ni hacia ningún ruido, pero su respiración cada vez era más fuerte y se estaba mordiendo el labio inferior, con lo que supuse que la estaba gustando.
Decidí darla aun mas placer, y baje mi cabeza hasta la altura de su coño, la agarre con las manos de su culo, y lo eleve levemente. Pase mi lengua lentamente alrededor de su coñito, y de vez en cuando la lamía sus labios vaginales. Cada vez fui dándole más velocidad a mis lamidas, hasta que de repente y sin avisar, me puse a comerla el coño. Metía mi lengua lo mas dentro que podía mientras que con dos dedos la acariciaba su clítoris.
Xiomara no podía contenerse y empezó a gemir, y con sus manos se agarraba con fuerza a la sabana. Después de un rato, la metí tres de mis dedos en su coño, mientras que con la boca la chupaba su clítoris, y estuve dedicado a eso hasta que Xiomara llego al orgasmo.
Ella pareció relajarse, pero aun así me pidió que la follara, entonces puse sus piernas sobre mis hombros, y la metí de golpe mi polla en su coño. Empecé mis embestidas con mucha fuerza, pero después fui alternándolas para no correrme demasiado pronto. Mientras yo la penetraba ella movía la cadera de una forma fabulosa, que muchas chicas de mi edad no sabían hacer, lo cual me excitaba mucho, ya que eso significaba que me estaba follando a una niña muy putilla.
Cuando notaba que me iba a correr, la saque rápidamente, y me corrí encima de ella, Xiomara al notarlo me pregunto que por que había hecho eso, que podía correrme dentro que para eso se gastaba el dinero el la pastillas anti embarazos. Yo no la dije nada y me tumbe a su lado a descansar.
Xiomara saco de un bolsillo de su vestido un porro hecho, me lo dio y se puso a hacerse otro para ella. Mientras los dos fumábamos ella me pregunto si me ponía cachondo su hermana, después de unos segundos de silencio la dije que si, que mucho, y ella me pregunto si me gustaría follarmela, yo sin pensarlo ni un segundo la dije que si. Entonces ella se puso encima de mí, se metió mi polla en su coño, y mientras que los dos seguíamos fumando, empezó a cabalgarme lentamente.
Mientras follabamos ella me dijo que organizaría todo para que me follara a su querida hermanita, luego se termino el porro, y empezó a moverse todo lo rápido que pudo, hasta que volví a correrme, esta vez dentro de ella.
Después de esa sesión de sexo, Xiomara se ducho, para luego marcharse, no sin antes asegurarse de que me dejaba una buena visión de su culo mientras se iba.
Poco después de que Xiomara se fuera llego Laura, se cambio y me pregunto si hoy íbamos a estudiar, que hacia mucho tiempo que no lo hacíamos, yo como no tenia muchas ganas la dije que no, y me fui a duchar.
Cuando Salí de la ducha, me tumbe en la cama a descansar, había sido un día duro, pero desde luego muy bueno, y no sabia cuando tendría uno tan bueno, me había follado a una niña por la que seguro suspiraban montones de tíos y me había permitido el lujo de rechazar a otra, aunque seguramente me la acabaría follando igual, y con esos pensamientos me quede dormido.
Me desperté más o menos para la cena, que ya tenía preparada Laura, cenamos, vimos una película, aunque yo no me entere de nada ya que seguía en una nube, y después nos acostamos juntos en la cama de nuestros padres.
Como estaba algo cansado me dormí enseguida, pero a media noche me despertó un pequeño ruido, abrí los ojos y todavía medio dormido vi a mi hermana masturbándose. No me lo podía creer, ni si quiera había pensado nunca que ella se masturbara, pero mucho menos que se atreviera a hacerlo conmigo al lado, me quede observándola mientras que me hacia el dormido.
Cuando termino, se quedo dormida de nuevo, pero yo ya no me pude quedar dormido con lo cachondo que me había puesto, y antes de hacerlo tuve que masturbarme un par de veces.
A la mañana siguiente me levante antes que ella, me vestí y prepare el desayuno. Al rato se levanto ella, y no se porque pero ya no la veía en absoluto como a mi hermana, sino como a una pequeña zorrilla, y me entraron muchísimas ganas de follarmela, pero ahora estaba solo concentrado en follarme a Ana Maria con la ayuda de su hermana.
Después de desayunar me fui con Antonio a dar una vuelta y fumarnos unos porros, y volví a mi casa a la hora de comer, aunque antes compre un pollo asado para que comiéramos Laura y yo.
Cuando llegue me sorprendió que Laura estuviera arreglada para salir, y me dijo que había quedado con Eva y Yurena para comer, me dio un beso en la mejilla y se marcho. Me quedo de nuevo solo en la casa, así que me puse a comer, y justo cuando estaba recogiendo la mesa, llamaron a la puerta, abrí y esta vez eran Xiomara y Ana Maria.
Aunque no me esperaba esta visita, tampoco me sorprendió, les dije a las chicas que pasaran, y así lo hicieron, las indique que fueran al salón, pero Xiomara dijo que no, que fuéramos a mi habitación, que no quería perder tiempo.
Fuimos allí, y mi polla se iba poniendo dura a cada paso que daba, ya que me imaginaba lo que me esperaba. Nada mas llegar a mi habitación, Xiomara le dijo a su hermana que se quitara la ropa, y esta lo hizo sin decir ni una sola palabra y se quedo solo con un tanga rojo.
A Ana Maria se la notaba bastante nerviosa, a mi me hubiera gustado haber dicho algo para calmarla, pero no se me ocurría, así que me quede callado mirándola. Tenia un cuerpazo precioso, todavía sin desarrollar del todo pero capaz de ponérsela dura a cualquiera, y lo mejor de ella era su carita de niña.
Ana Maria se sentó en la cama, y Xiomara hizo lo mismo en la silla.
Xiomara- Mi hermana esta desnuda, creo que lo justo seria que lo hicieras tú también.
Al oír eso me desnude rápidamente, hasta quedarme completamente desnudo, y las dos se quedaron mirando a mi polla. Luego Xiomara me hizo un gesto con la cabeza en dirección a su hermana y comprendí lo que tenia que hacer. Me acerque a Ana Maria y me senté a su lado.
Me sorprendía mucho lo tímida que estaba Ana Maria, teniendo en cuenta que siempre se comportaba como una chulilla, así que imagine que en realidad no tenía mucha experiencia con los tíos.
Rubén- Dime Ana Maria, ¿hasta donde has llegado con un tío? ¿Eres virgen?
Ana Maria- Bueno, pues virgen si soy. ¿Por qué lo preguntas? ¿Te molesta que lo sea?
Rubén- No, no. Para nada, más bien al contrario.
Xiomara- Bueno, es virgen pero ya ha hecho alguna cosa, a hecho muchas pajas, y se la ha chupado a dos tíos ¿Verdad Ana Mari? Y uno de ellos era mi novio.
Al oír eso mire a Ana Maria mientras pensaba que si que era un poco puta, ella pareció leerme la mente porque enseguida intento excusarse.
Ana Maria- Pues ella es mas puta que yo, por que a un novio que tuve se lo follo la muy guarra.
Rubén- Ya, si por lo que veo las dos sois muy putas. Pero bueno, no perdamos mas tiempo y vamos al lió ¿Os parece?
Aunque lo formule como una pregunta, no espere a que contestaran y enseguida empecé a besar a Ana Mari mientras que la acariciaba las tetas, mientras hacia eso se oyó un “bravo” que provenía de Xiomara, y fue cuando me di cuenta de que ella iba a presenciarlo, lo cual me excito aun mas.
Me separe de Ana Maria y la dije que quería que me la chupara igual que como se la chupo al novio de su hermana, ella puso una cara un poco rara, así que supuse que no la gustaba mucho hacer eso, pero aun así se puso de rodillas en el suelo, y empezó a lamerme la polla. Pero me sorprendió que Xiomara se levantara y se arrodillara al lado de su hermana, la dijo que mirara bien, y empezó ella a chuparmela.
Me la estaba chupando de forma magistral, como ya me había demostrado que sabia hacerlo, y lo hacia como si de verdad se quisiera comer mi polla enterita. Paro bastante rápido, y entonces cogio el relevo su hermana.
Ana Maria lo hacia sensiblemente peor que su hermana mayor, pero aun así lo hacia con mucha ansia y me encantaba. De vez en cuando notaba que me rozaba un poco con los dientes, pero nada demasiado doloroso.
Como estaba muy cachondo, me entraron ganas de correrme muy rápidamente, pero antes de hacerlo la dije que parara, ella se la saco de la boca, yo la cogi y la tumbe en la cama, la quite el tanga lentamente y la di un par de lametazos en el coño antes de besarla en el cuello y los labios, para que supiera el sabor de su coño.
Pero entonces Xiomara me dijo que parara, que quería darme algo, me levante y me acerque a ella para ver que era, y ella saco una bolsita pequeña, y la vació encima de la mesita, y vi que era coca, ella rápidamente se saco el DNI y preparo un par de rayas, saco un turulo que ya tenia preparado, y se esnifo una de las rayas, y a continuación me dio el turulo. Yo me quede mirándola, y ella me dijo que lo hiciera, que me ayudaría a aguantar mas, y que al ser la primera vez de su hermana quería que durara mucho, así que agarre el turulo y me esnife la otra raya de cocaína.
Fue una sensación muy extraña, pero no sabría decir si fue agradable o desagradable. Volví a la cama, y me puse encima de Ana Maria, coloque mi polla en la entrada de su coñito, empecé a besarla, y cuando ya llevaba un rato la metí sin avisar la polla en su interior. Ella soltó un pequeño gritito y luego me mordió un labio hasta hacerme sangre, lo que provoco que para descargar mi rabia la metiera la polla con más fuerza y velocidad. Ella soltaba gemiditos de vez en cuando, pero parecía que la dolía por el gesto que ponía, pero a mi no me importaba lo mas mínimo.
Después de un rato, el dolor la desapareció, y empezó a gemir a grito pela’o, y a pedirme que siguiera. Yo me sentía eufórico, y por nada en el mundo quería parar, y cada vez iba más y mas rápido, incluso llego un momento en que iba a una velocidad que no supiera que tenía.
Llevaba mucho rato follandome a la niña, y todavía no me había corrido, pero me apetecía cambiar, así que la saque de su coño y la dije que me la chupara, pero antes de que Ana Maria contestara, Xiomara se había levantado y había dicho que quería ser ella quien me la comiera, así que se puso de rodillas, la metí la polla en la boca, la agarre la cabeza y empecé a follarme su boca a toda velocidad, mientras que mis huevos chocaban contra su barbilla.
También tarde bastante, pero al final me corrí en su boca, ella ni siquiera protesto, y se trago lo que le había caído dentro de su boca. Mi polla seguía durísima y con ganas de marcha, entonces Xiomara se desnudo completamente, se apoyo en la mesita dándome la espalda a mi, puso el culo en pompa y me dijo que la follara.
Yo sin pensarlo me puse detrás de ella y metí mi polla en su coño, y empecé a follarselo con toda mi fuerza mientras que la agarraba bien de sus tetas. Mientras que Xiomara y yo follabamos, Ana Mari estaba sentada la cama mirándonos mientras que se masturbaba.
Cuando ya llevábamos un rato follando, vi encima de la mesita la coca el DNI de Xio y el turulo. Cogi el DNI, prepare dos rayas, y sin dejar de follarme a Xiomara, cogi el turulo y me esnife una raya, luego le di el turulo a Xio y esta hizo lo mismo.
Esto me puso incluso más brutote, y la empecé a dar incluso más fuerte. Xiomara entonces llamo a su hermana y la dijo que se acercara, esta lo hizo y entonces Xiomara empezó a besarla en los labios, la pequeña parecía sorprendida, pero no se aparto, eso me puso aun más cachondo, y lleve una de mis manos al precioso y delicado coño de Ana Mari, y continué yo su tarea de masturbarse.
Poco después de eso, saque la polla del coño de Xio, y lo metí, (con algo de esfuerzo), en su culo. Xiomara aparte de un pequeño gritito, no dio ninguna señal de que la doliera o molestara.
La daba con todas mis fuerzas para hacerla gritar de dolor, pero no lo conseguía, con lo que supuse que ella ya tenía el ojete bien abierto.
A pesar de que estuvimos así mucho tiempo, saque mi polla de su culo antes de correrme, cogi en brazos a Ana Mari, la tumbe en la cama de nuevo, y le pedí a Xiomara que me ayudara a comerla el coñito a su hermana, y así lo hizo.
Estábamos los dos comiéndola el coño a la pequeña, mientras que de vez en cuando nos besábamos. Por su parte Ana Maria no paraba de gemir, estaba encantadísima con lo que la hacíamos, y la contamos un par de orgasmos. Después para que supiera bien como sabia su coño, nos fundimos en un beso a tres bandas.
Luego le pedí a Xiomara que nos dejara a su hermana y a mi acabar los dos solos. Ella acepto, entonces cogi a Ana Maria en brazos, me puse de pie, la apoye contra la pared y empecé a follarmela lo mas rápido que podía. A pesar de que era una posición incomoda, como ella no pesaba mucho, cansaba poco.
Después de bastante tiempo, llego el momento de correrme, y aunque sabia que Ana Maria no iba a estar tomándose la píldora, me corrí dentro de ella.
Cuando acabamos nos tumbamos los tres un rato en el suelo, pero cuando me di cuenta de la hora que era las dije que se tenían que ir que pronto llegaría Laura.
Cuando se fueron yo me di una buena ducha y me tumbe en el sofá.
Poco después llego Laurita, en ese momento me fije en como había salido vestida a la calle, llevaba una minifalda muy minifalda de las que solía llevar Xiomara, y un top blanco con bastante escote y enseñando el ombligo. Me encanto comprobar lo mucho que había cambiado mi hermana en unas pocas semanas, y me puse cachondo.
Ella se fue a su habitación a cambiarse, aunque volvió vestida con el mismo top y en tanga, eso me extraño muchísimo, por que nunca la había visto con uno, pero me gusto.
Nos pusimos a ver una película, y mientras la veíamos ella se me abrazo a mi. Yo de vez en cuando disimuladamente la tocaba el culo. No me entere de nada de la película, porque estaba pendiente de mi hermana y de poder toquetearla.
Cuando la película acabo la pregunte si quería cenar, ella dijo que no que estaba cansada, y que se iba a acostar, así que la dije que yo haría lo mismo.
En cuanto me acosté me quede dormido, pero me despertó un ruido como la noche anterior, volvía a ser Laurita masturbándose, me hice el dormido y me quede mirándola. Me encantaba tener a mi hermana a escasos centímetros de mí masturbándose como loca. Mientras que se masturbaba ella gemía levemente, y entonces entre gemidos dijo mi nombre. Eso me sorprendió muchísimo, y entonces abrí los ojos y Laurita me vio, se puso rojísima y paro.
Yo sin dudarlo si quiera, sustituí su mano por la mía, y continué masturbándola. Laurita no dijo nada, simplemente cerró los ojos y se dejo hacer. Mientras que la masturbaba con una mano, con la otra empecé a bajarme el bóxer, hasta quedarme con la polla al aire.
Comencé a besarla, y ella no solo no apartaba la boca, sino que me devolvía los besos, y incluso por iniciativa propia, me cogio la polla con las dos manos y empezó a masturbarme lentamente.
Eso me excito muchísimo, y pare de masturbar a mi hermanita para sentir perfectamente como me hacia la paja. Como era la primera paja que hacia, no lo hacia demasiado bien, así que la tuve que guiar con mi mano.
Cuando me corrí salpique su mano, e hice que se la llevara a la boca para que saboreara mi semen. Después la abrí bien las piernas, y continué masturbándola mientras la comía los pezones, pero al cabo de un rato pensé que lo mejor seria que la comiera su coñito, y así lo hice.
En cuanto mi lengua empezó a tocar su coñito, ella empezó a gemir de placer, y lo que mas la gustaba era cuando chupeteaba su clítoris mientras la metía un par de deditos dentro de ella, aunque sentir mi lengua en su interior también la hacia temblar de placer.
Estuve bastante tiempo comiéndola la chirla, ya que sabia que a ella la gustaba y a mi me encantaba el sabor de su virginal coñito. Pare cuando ella llego al orgasmo, Laura me pregunto si quería que ella me la comiera ahora, y a pesar de que era una oferta tentadora, la rechace, ya que tenia muchísimas ganas de meterla la polla a la zorrilla de mi hermana, así que puse mi polla en la entrada de su coñito y muy lentamente fui metiéndola dentro de ella.
Laurita daba pequeños grititos de dolor, y yo me di cuenta de que empezó a sangrar un poco, y mientras seguía metiéndosela la besaba para que no pensara tanto en el dolor. Cuando conseguí meter toda mi polla dentro de ella, me quede parado as
Rubén- ¿Y que quieres que opine? Pues que esta buenísima.
Leyre- Je, je, je. Gracias chicos vais a hacer que me ponga colorada.
Rubén- Dime Leyre. ¿A que edad lo hiciste por primera vez?
Leyre- ¿A que edad hice el que? ¿Follar? Pues fue a los catorce años con un chico de diecisiete.
Antonio- Vaya con mi hermanita, que precoz que es.
Leyre- ¿Si? No tanto lo normal. ¿Vosotros a que edad follasteis?
Rubén- Yo tenía ya los dieciocho.
Antonio- Y yo acababan de cumplir los diecinueve.
Leyre- Pues si que tardasteis ¿eh?
Antonio- Lo normal mas o menos, eres tu la que lo hiciste muy pronto, no nosotros tarde.
Leyre- No se, no se. De todas maneras ya lo he hecho con muchos mas. Es que tengo la suerte de que cuando me apetece follar siempre encuentro a alguien que quiera hacerlo conmigo.
Rubén- Ja, ja, ja. No me extraña.
Antonio- ¿Y con cuantos mas o menos lo has follado ya?
Leyre- Pues no llevo la cuenta. Tampoco es que me vaya tirando a cualquiera ¿eh? Pero quizás a unos veinte.
Antonio- No esta mal para tener dieciséis años.
Rubén- ¿Y que es lo que mas te gusta hacer o que te hagan?
Leyre- Yo creo que me gusta todo, incluso que me den por el culo.
Rubén- así que tengo delante mía a una ninfomanía bastante borracha ¿eh? Se me ocurre que a lo mejor podría aprovecharme de ti.
Este comentario lo dije como una gracia, pero cuando Leyre me dijo que lo hiciera, me quede sin saber que decir. Por supuesto yo tenía unas ganas tremendas de follarmela ahora mismo, pero no quería aprovecharme de que estuviera borracha, así que decidí quedarme de pie sin decir nada.
Leyre al ver que no hacia nada, decidió cambiar de táctica, y sin decir nada se quito el top, quedándose con las tetas al aire, entonces se acerco a mi, y apretando sus tetas contra mi pecho, acerco sus labios a un par de centímetros de los míos, y mientras que suavemente me acariciaba la polla con su rodilla me dijo que la follara allí mismo.
Yo intentaba por todos los medios no sucumbir a la tentación, y justo cuando iba a hacerlo, ella se aparto, se acerco a su hermano y repitió el mismo ritual. Antonio puso una de sus manos en el culo de Leyre, y por un momento pensé que se la iba a follar, pero no hizo nada más, y estuvo así hasta que Leyre se canso y se aparto de Antonio.
Se sentó en la cama con cara de decepción, luego se tumbo y pocos segundos después ya se había dormido. Decidimos llevarla a la habitación de mi hermana mayor, a si que la cogi en brazos y fuimos los tres para allí. Nada mas entrar en la habitación la eche en la cama, y nos quedamos los dos observándola.
Antonio- Vaya tetas que tiene Leyre ¿eh?
Rubén- Y que lo digas son preciosas. Pero no solo las tetas. Es que ella esta buenísima. Si no hubiera estado borracha me la hubiera follado.
Antonio- A mi me ha pasado lo mismo, pero estando ella borracha no me parecía bien.
Rubén- ¿Te la hubieras follado? ¿No te hubiera importado que sea tu hermana?
Antonio- ¿Por qué me iba a importar? Ella tiene chocho y yo tengo polla ¿no? Pues ya esta, lo demás que mas da. Además no soy el único que se quiere follar a su hermana ¿eh?
Rubén- ¿Eso lo dices por mí? Que dices tío, si mi hermana es una niña.
Antonio- A mi no me puedes engañar, pero bueno dejemos ese tema, ya me lo contaras cuando quieras. Cambiando de tema, ¿quieres ver desnuda a Leyre?
Rubén- Claro que si.
Sin decir absolutamente nada mas, Antonio se acerco a su hermana y sin ningún tipo de cuidado la quito los pantalones y el tanga. Quedo ante nosotros completamente desnuda, y nos quedamos embobados con su coño, depilado casi por completo, excepto una pequeña línea justo encima. Entonces Antonio me miro, y me dijo “vamos a tocarla un rato”, y sin decir nada mas lo hicimos.
Nos centramos sobre todo en los pezones, que estaban duros como piedras, y en su bonito coño, que estaba muy húmedo, Yo tenía la polla que iba a explotar, y lo que quería era meterla la polla dentro, pero me contenía. Entonces vi algo sorprendente, Antonio estaba comiéndola el coño a Leyre, a mi también me apeteció mucho hacerlo, e incluso Antonio me lo propuso, pero no me atreví y me conforme con comerla las tetas.
Después de un rato, paramos, la volvimos a poner su tanga y salimos de la habitación. Antonio se fue directo a mi habitación a dormir, y yo me dispuse a hacer lo mismo en la habitación de mis padres, pero para hacerlo tenia que pasar por delante de la habitación de mi hermana Laura, y al hacerlo oí mucho ruido, así que decidí entrar para ver que hacían.
Cuando entre vi que no estaban haciendo nada malo, simplemente estaban hablando, pero lo que si me sorprendió fue ver que las cinco estaban en bragas y camiseta, lo cual me puso muchísimo. Las chicas al verme tuvieron reacciones distintas por estar viéndolas en bragas, a Laura, Xiomara y Ana Maria no las importo, Yurena se ruborizo, pero no se tapo, y Evita cogio la almohada lo mas rápido que pudo y se tapo con ella.
Laurita enseguida me dijo que me quedara con ellas, cosa que hice, me senté en la cama, junto a Yurena y Eva, Laura estaba sentada en una silla, y Xiomara y Ana Maria estaban de pie.
Realmente estaba cachondo gracias a esas cinco niñitas, pero sobre todo gracias a las dos hermanas, ya que ellas iban en tanga, la mayor con uno verde, y la pequeña con uno blanco mas infantil, lo que la hacia estar mas provocativa.
Posiblemente fuese por el alcohol, pero no paraba de mirar fija y descaradamente a Xiomara y Ana Maria con cara de embobado, e incluso tenia la boca ligeramente abierta, estas dos se habían dado cuenta, pero las demás parecía que no. Las dos niñas parecían contentas sabiendo que me ponían muy muy dura la polla, y hacían todo lo posible por provocarme.
Yo estaba en mi mundo imaginándome que me follaba a las dos hermanas, cuando me di cuenta de que Laura me estaba hablando. La dije que me perdonara, que no la había oído, y entonces ella me volvió a decir que quería que la hiciera el trenecito.
En circunstancias normales, no hubiera aceptado hacerla el trenecito delante de nadie, pero teniendo en cuenta que estaba algo borracho, y que me había puesto con la polla realmente dura, accedí. Ella se puso muy contenta, y se subió a mis rodillas, yo la cogi por las caderas y la acomode su culito justo encima de mi polla, que tuvo que notar ya que estaba en su máximo esplendor. Puse mis manos a cada lado de sus caderas, y lentamente empecé a moverla de adelante hacia atrás, sobretodo por mi polla.
Ella enseguida me pidió que lo hiciera mucho mas rápido, así que lo hice, empecé a moverla lo mas rápido que podía, y eso me daba a mi aun mas placer, y por lo visto a mi hermana también, ya que de vez en cuanto soltaba pequeños gemidos. Entonces mire y me di cuenta de que las otras niñas estaban de pie mirándonos, y eso me puso mas caliente e hizo decidirme a ir mas allá.
Deje de moverla a ella, y empecé a mover yo las caderas, restregando bien mi polla en su culito, mientras que lleve mis labios a su cuello y comencé a besarla mientras que la acariciaba sus piernas desnudas.
Laura cada vez gemía mas, señal de que cada vez estaba mas cachonda, entonces la mire y tenia la cara roja, luego mire a las demás niñas, y estaban todas sorprendidas, menos Xiomara, que estaba allí de pie sonriente.
Como veía que los dos estábamos disfrutando, y que nadie decía nada, decidí ir mas allá, y fui llevando una mano lentamente hasta sus braguitas, y cuando llegue a ellas fui metiéndola dentro de las bragas muy lentamente, pero cuando llevaba unos cinco centímetros de mano y justamente iba a llegar a su coñito, ella me saco la mano con la suya, y acto seguido puso sus dos manos en su coño por encima de las bragas y empezó a acariciarse, mientras yo seguía restregándome con su culo.
Hubo un momento en que Laura se inclino hacia atrás, con la cabeza mirando hacia arriba y gimiendo con mucha fuerza, lo cual seguramente significaba que había tenido un orgasmo, probablemente su primer orgasmo en doce años, y pensar eso provoco que acto seguido fuera yo el que se corriera.
Cuando el clímax paso, se hizo el silencio en la habitación, las cuatro amigas de mi hermana no paraban de mirarnos asombradas por lo que acababan de ver. Mi hermana estaba completamente roja, y como ya se le había pasado la excitación del momento se la notaba que estaba avergonzada, ya que por muy inocente que fuera ya debía saber más o menos que había pasado, así que sin decir nada se puso de pie.
El silencio fue Xiomara quien lo rompió.
Xiomara- así que ese es el trenecito ¿no? ¿Y jugáis muchas veces a eso?
Laura- Nnn… no. Con esta… solo dos veces.
Xiomara- ¿Si? ¿Y eso porque? Pero si eso tenia pinta de ser muy divertido. Ya me gustaría a mí probarlo.
Rubén- Si de verdad quieres probarlo puedes hacerlo cuando quieras.
Xiomara me miro mientras sonreía, y me dijo que si de verdad podría probarlo cuando quisiera, quería hacerlo ahora.
Rubén- Pues venga súbete a mis rodillas.
Xiomara- Vale, pero antes quédate en calzoncillos, que seguro que los pantalones dan mucho calor.
Yo sonreí, y me quite los pantalones, sabia que lo de quitarme los pantalones no tenia nada que ver con que dieran calor, sino que como era muy zorra quería sentir bien mi polla.
Xiomara se sentó en mis rodillas, yo la cogi de la cadera y la puse justo encima de mi polla. Ella tuvo que sentir mojado mis calzoncillos, ya que me acababa de correr, pero no dijo absolutamente nada. Puse mis manos en su cadera y comencé a moverla lentamente, pero entonces me dijo que parara, que no hacia falta que yo la moviera, que se movería ella y así tendría las manos para otras cosas.
Tal como ella había dicho, empezó a moverse acariciando con su culo mi poderosa polla. Xiomara ni siquiera disimulaba, parecía más bien que estábamos follando, ya que ella no paraba de restregar su precioso culo de una manera que ni las putas profesionales sabrían hacer. Además ella no se cortaba a la hora de gemir.
Yo aprovechaba que era ella quien se movía para acariciarla por el interior de sus muslos, pero poco tiempo después la metí de golpe una mano bajo su tanga y comencé a masturbarla, mientras ella seguía moviendo el culo y ahora gemía con mas fuerza aun. Yo comencé a besarla también en el cuello, pero ella giro enseguida la cabeza y comenzamos a comernos las bocas mientras que seguíamos con nuestro particular “trenecito”. Las demás chicas nos miraban sorprendidísimas, excepto Ana Maria, que sonreía. Xiomara cada vez estaba mas y mas cachonda, y respiraba muy fuerte, al igual que yo. Yo estaba tan cachondo que cuando apartaba un poco mi boca de la suya la decía cosas como zorra, putilla y cosas así, que parecía que la excitaba aun más.
Después de un rato que se me hizo terriblemente corto, ella separo su cabeza de la mía, se puso de pie de golpe, se dio la vuelta y se sentó de nuevo encima mía, pero esta vez mirándome a mi. Ella enseguida metió su mano dentro de mis calzoncillos, me saco la polla y empezó a pajearme. Ella me susurro con voz todavía entrecortada que siguiera con lo mío, yo obediente como era, metí mi mano debajo de su tanga y suavemente la seguí masturbando.
Como mi hermana y las demás estaban detrás de Xiomara, estaba a salvo de que vieran bien lo que estábamos haciendo (aunque resultaba obvio), pero me sorprendió ver de repente a Ana Maria justo al lado nuestro mirándonos con la cara de zorrilla que solía poner su hermana. Eso me excito aun más, puse una mano en la espalda de Xiomara, y la acerque a mí hasta que quedo pegada y yo notara sus tetas en mi pecho y empecé a besarla. Aunque un poco más incómodos por la nueva postura seguíamos masturbándonos mutuamente.
Después de estar bastante tiempo así, llego el momento de los orgasmos, ella lo tuvo primero, y fue bastante escandaloso y soltó una barbaridad de flujos de su coño, pero no pare de masturbarla. Unos minutos después llego el mío, y todo mi semen la salpico en su planita barriguita, ya que la camiseta la tenía ligeramente subida para arriba. Ella me sonrió, me soltó la polla y con la mano que me había masturbado rebaño un poco mi semen y se lo llevo a la boca mientras me seguía mirando. Por su parte Ana Maria tampoco se perdía detalle y no paraba de mirar la escena, y se la notaba que estaba también muy cachonda.
Xiomara se limpio el semen con su propia camiseta, coloco de nuevo mi polla en mis calzoncillos, me saco mi mano de su coño, y se puso de pie se coloco un poco la ropita que llevaba, fue unos pasos hacia atrás, donde estaban mi hermana y sus amigas y dijo.
Xiomara- Pues la verdad es que el trenecito no esta mal. Me ha gustado bastante.
Laura y las demás no dijeron ni hicieron nada, pero Ana Maria y yo no pudimos evitar reírnos, entonces me levante yo también, me coloque la ropa un poco, mire fijamente a Xiomara, y con una sonrisa en la boca dije:
Rubén- ¿Quieres dormir conmigo y así acabamos lo que acabamos de hacer?
Xiomara- ¿Qué se supone que acabamos de hacer? Que yo sepa solo hemos hecho el trenecito ¿no?
Al oír eso la sonrisa de mi cara desapareció, y sin decir nada salí de la habitación y me fui a las de mis padres, y mientras insultaba para mis adentros a la puta de Xiomara, me acosté y me dormí bastante rápido.
Me desperté de repente, mire el reloj y vi que eran las cuatro de la mañana, me levante de la cama y fui hacia el baño, ya que tenia unas ganas terribles de mear, pero cuando llegue a la puerta me sorprendí de que estuviera ocupado, así que me quede fuera esperando.
A los pocos segundos, la puerta del baño se abrió, y de ella salio Ana Maria, ambos nos sorprendimos mucho, y rápidamente mis ojos se clavaron en su cuerpecito, tenia un cuerpo verdaderamente precioso, seguía llevando el mismo tanga blanco que la había visto hacia un rato, aunque la camiseta que llevaba ahora era distinta, llevaba puesta la que antes tenia su hermana Xiomara. Ese detalle me excito muchísimo, sobretodo sabiendo que en esa camiseta estaba mi semen ya seco. Además tenía el pelo un poco alborotado de haber estado durmiendo.
Ella noto que la estaba mirando y sonrió como lo solía hacer su hermana, me saludo y siguió andando para ir a su habitación, yo sin saber por que lo hice la cogi de un brazo y tire de ella hacia mí, la agarre con cada una de mis manos uno de sus brazos y me quede mirándola. Ella al principio se asusto, pero rápidamente me devolvió la mirada, volvió a sonreír y me pregunto si me iba a quedar así o me iba a atrever a hacer algo más, al oír eso la solté, y ella se fue a su habitación mientras que movía exageradamente su culazo.
Cuando desapareció de mi vista, entre al baño mee, me fui a mi habitación, me acosté y me dormí al instante.
A mañana siguiente me desperté bastante tarde, y con un poco de dolor de cabeza. En la casa solo estaban Antonio y Leyre, y esta última me dijo que mi hermana y sus amigas se habían ido a dar una vuelta. Leyre me hablaba con naturalidad y no menciono en ningún momento lo que ocurrió la noche anterior, así que supuse que quizás no se acordaría. Esta vez iba vestida con un pantalón de chándal y un top cortito pero menos sexy que el que llevaba el día anterior.
Me bebí el zumo de naranja que Leyre me preparo, que según ella era bueno para la resaquilla, y nos fuimos los tres al salón. Allí pusimos la tele, y la dejamos en un canal que emitía por enésima vez “El equipo A”, aunque ninguno le prestaba atención.
Antonio- Menuda liaste ayer Leyre. Nos dejaste sorprendidos.
Leyre- ¿Yo? Vaya. ¿Y que hice? ¿No haría algo malo no?
Antonio- Na, poca cosa no te preocupes. ¿Verdad que no Rubén?
Rubén- Cierto, no fue nada.
Leyre- Vaya, me alegro.
Rubén- Por cierto Leyre, no tenia ni idea de que fumaras porros, ni de que te gustara tanto beber.
Leyre- Ge, ja, ja. Hombre yo nunca os dije que lo hacia, pero tampoco que no hacia.
Rubén- Y también fue sorprendente cuando nos dijiste que no eras virgen.
Leyre- ¿Os lo dije? Madre mía, que mal me sienta beber.
Antonio- Lo que mas nos sorprendió fue cuando empezaste a insultarnos a los dos, e incluso quisiste pegarnos.
Leyre- Ge, ja, ja. ¿Crees que esta bien contarle mentiras a tu hermana pequeña? Eso no fue lo que paso.
Antonio- Entonces quieres decir que te acuerdas de lo que realmente paso. ¿No es así hermanita?
Leyre- Claro que me acuerdo. Recuerdo que me insinué a los dos. Y que me rechazasteis. ¿Sabéis que fue la primera vez que me rechazan? ¿Por qué lo hicisteis?
Antonio- ¿Qué querías que hiciera? Eres mi hermana.
Leyre- ¿Y tu Rubén? ¿Qué excusa me pones?
Rubén- Es que estabas muy borracha y no quería aprovecharme de ti.
Leyre- Vaya, que integro eres. Gracias. Pero bueno ahora no estoy borracha, ¿Qué harías si me insinuara como ayer?
Rubén- Ge, ja, ja. Pues esta claro ¿no? No te dejaría escapar de nuevo.
Al oír eso Leyre se levanto, y sin decir nada, se quito el top, se acerco a mi, me puso de pie y pego sus tetas a mi pecho, y me dijo que demostrara lo que acababa de decir.
Durante toda la conversación pensaba que ella estaba de broma, y por eso la seguí el juego, y al ver que estaba hablando en serio, titubee un poco al principio, entonces ella me cogio una mano y la puso en su culo, y me volvió a decir que demostrara lo que acababa de decir, así que reaccione, puse la otra mano también en su culo, y comencé a besarla.
Hubo un momento en que Leyre giro la cabeza, miro a su hermano y le dijo:
Leyre- Como tu y yo somos hermanos no podemos follar, pero haz lo que tengas que hacer.
Yo no sabía muy bien a que se refería con eso, pero no me importaba, me quite la camiseta y la tumbe en el sofá, me puse encima de ella y comencé a comerla las tetas. Sus tetas no eran excesivamente grandes, pero si que tenían un buen tamaño. Sus aureolas eran grandes, y de un color un poco mas oscuro que la piel, los pezones los tenia como piedras, y también bastantes grandes.
Mientras yo la comía y estrujaba sus tetazas, ella me deleitaba gimiendo levemente, moviendo las caderas y tocándose el coño por encima del pantalón. Me olvide de momento de sus tetas, y la quite el pantalón, quedando a mi vista u bonito y pequeño tanga de color azul, lleve mi boca hasta el, y se lo intente arrancar de un bocado, me costo mas de lo que pensaba, pero lo conseguí. Su coño estaba a mi merced, y sin perder tiempo empecé a comérselo.
Lo primero fue atrapar en mi boca su clítoris, empecé lamiéndolo levemente, Leyre de inmediato contrajo los músculos y empezó a gemir con suavidad, mientras que con sus manos se agarraba a mi pelo, mis pequeños lametones los empecé a alternar con absorber todo su clítoris dentro de mi boca, lo que la provocaba que aumentaran sus gemidos. Aunque notaba que eso la gustaba mucho, baje un poquito hasta su rajita, que era lo que a mi me interesaba, con una mano continué acariciándola el clítoris, y con la otra separe bien sus labios vaginales, y me puse a lamérselos y a meter mi lengua lo mas adentro de ella que podía. Leyre gemía cada vez más y movía sus caderas con mayor velocidad, además sabia que la estaba gustando más porque tiraba más fuerte de mis pelos.
Leyre- Be… besame… qui… quiero correrme… correrme mientras me… besas.
Cuando me dijo eso yo ya llevaba bastante tiempo comiéndola el coño, y por supuesto decidí hacerla caso. Subí mi cabeza hasta la suya, y ella se lanzo a devorar mi boca con mucha pasión, mientras nos besábamos yo la masturbaba con una mano, mientras que con la otra la cariaba sus tetas. Mientras ella movía muchísimo sus caderas, tanto que parecía que era ella quien se follaba mis dedos y no al revés. Estaba tan excitada que tenia dentro de ella tres de mis dedos y estaba convencido de que cabía un cuarto, pero no lo metí. Y llego el momento de su gran orgasmo, se agarro bien a mi espalda con sus uñas y comenzó a gemir con muchísima potencia hasta que acabo en un poderoso grito de placer.
Ella se quedo tumbada jadeando, yo me quite de encima suya y me senté a su lado, feliz de que Leyre hubiera disfrutado tanto. Enseguida ella se incorporo, y empezó a besarme, por el cuello, el pecho el estomago, hasta que llego a mi entrepierna, entonces me miro y me dijo que ahora la tocaba a ella, y sin mas me bajo el pantalón y los calzoncillos hasta las rodillas, (aunque necesito de mi ayuda, ya que yo estaba sentado).
Mi polla quedo libre, y Leyre la agarro de inmediato, comenzó a pajearme lentamente mientras la miraba de todos los ángulos que se la ocurrían, y de repente de un solo golpe se la metió en la boca. Eso para mi fue la gloria, sobretodo porque no esperaba que hiciera eso. Enseguida se la saco de la boca, y empezó a lamerla como si fuese un helado, e incluso de vez en cuando le daba algún lametazo a mis huevos.
De pronto oí una especie de gemido que no provenía ni de mí ni de Leyre, mire y vi a Antonio masturbándose. Eso al principio no me gusto, pero al pensar que se estaba pajeando viendo a su hermanita, me acabo excitando la situación. Me entraron ganas de decírselo a Leyre para ver que la parecía, pero por miedo a que no la pareciera bien y se acabara todo no lo hice.
Leyre por su parte seguía comiéndome el rabo, alternaba sus mamadas con pajas y con lametones, y cada vez les daba más velocidad. Lo hacia de maravilla, y se la notaba que tenia bastante practica, y eso me ponía cachondisimo. A mi me faltaba poco para correrme, y no sabia si a ella la gustaría que me corriera en su boca, pero como me apetecía hacerlo, decidí que no la iba a avisar.
Así que cuando llego el momento de mi corrida, la cogi de la cabeza para que no pudiera apartarse, y empezaron a salir chorros de semen de mi polla que se quedaban en su boca o incluso se metían directamente en su garganta.
Cuando ya descargue toda mi leche, aparte mi mano de su cabeza, y ella se puse de pie rápidamente, la mire y vi que de la boca la resbalaba un poco de semen, y de repente empezó a toser, y salio corriendo al baño.
Durante unos minutos me quede a solas con Antonio, y este aprovecho para decirme que le estábamos dando un gran espectáculo, y que siguiéramos así. Yo por mi parte no estaba seguro de que fuéramos a continuar, y estaba un poco asustado por la reacción que Leyre pudiera tener.
Cuando Leyre apareció en el salón, me fije que parecía enfadada, así que comencé a disculparme un poco torpemente, entonces Leyre sonrió y me dijo que no la importaba que me corriera en su boca, pero que avisara antes ya que creía que se iba a ahogar.
Rubén- Perdona es que estaba tan cachondo que…
Leyre- No te preocupes, pero ahora tendrás que hacerme disfrutar mucho para compen…
No termino la frase por que en ese momento se dio cuenta de que Antonio estaba sentado en una silla con su polla en la mano.
Leyre- Vaya, vaya hermanito. Veo que tú también te lo estabas pasando bien. Pues vamos seguir dándote espectáculo para que puedas continuar ¿no Rubén?
No me dio tiempo a contestar cuando ella ya estaba a pocos centímetros de mi, me empujo para que me cayera en el sofá, me termino de quitar el pantalón y los calzoncillos, se puso encima mía, y de un solo golpe se metió la polla en su coño, se tumbo sobre mi y me dijo entre susurros que la apetecía un buen polvo, y que me preparara.
Por supuesto yo estaba deseando ver que hacia, entonces se volvió a sentar, puso sus manos en mi pecho y ella comenzó a menearse con mi polla dentro a muchísima velocidad. Yo prácticamente no hacia nada, me limitaba a ver botar sus tetas. Ella en cambio estaba sudando del esfuerzo que estaba haciendo, pero no parecía en absoluto cansada. Además se la notaba su experiencia follando, ya que cuando sentía que me iba a correr, bajaba la velocidad para que aguantara más.
Cuando ya llevaba bastante rato cabalgando sobre mi, Leyre paro de golpe, giro la cabeza para ver a su hermano, se pasó sensualmente la lengua por los labios, y sin decir nada, siguió cabalgándome.
Unos instantes después, Leyre volvió a tumbarse sobre mí, y entonces vi que fue Antonio quien la empujo con una mano para que lo hiciera, aunque ella no paraba de mover las caderas. Antonio entonces con una mano la abrió un poco el ojete, puso su polla delante de el, e hizo esfuerzos de metérsela dentro. La polla tuvo algunas dificultades, pero al final le entro. Mientras que Antonio se la intentaba meter, Leyre puso un poco cara de dolor, pero en ningún momento se quejo, y ni siquiera miro atrás o se sorprendió de que la estuvieran metiendo otra polla.
En ese momento Leyre estaba siendo penetrada por el coño y el culo, y el que la estaba rompiendo el ojete era su propio hermano. Ahora los que dominábamos la situación y poníamos el ritmo éramos nosotros, ella solo se podía limitar a ser follada y gemir de gusto.
Yo me corrí en seguida, así que la saque del coño de Leyre y me aparte un poco, pero Antonio continúo dando por culo a su hermana, y cada vez a más velocidad, mientras que ella soltaba algún gritito de dolor, pero aun así no le decía absolutamente nada a su hermano.
Al cabo de unos minutos yo ya estaba recuperado, y Antonio me pidió que le revelara, así que el saco su polla del culo de Leyre y la metí yo, Antonio dijo que lo que quería hacer era correrse en la boca de su hermana, y se dirigió a ella, y sin decir nada a Leyre la metió la polla en la boca, que esta empezó a chupar sin protestar.
Yo era la primera vez que daba por culo a alguien, y me estaba gustando la sensación, no se sentía tan estrechito como imaginaba, pero suponía que era porque ya había estado Antonio agrandándolo antes. Yo la daba con toda la fuerza que podía, y muchas veces a causa de eso Leyre se abalanzaba hacia delante y se metía enterita la polla de su hermana.
Esta vez fue Antonio quien se corrió primero, y lo hizo en la boca de Leyre, y esta se lo trago. Antonio entonces se sentó, y yo continué dándola por culo un rato más.
Pocos segundos después, Leyre me dijo que parara, que quería probar una cosa que siempre había querido hacer. Se puso de rodillas en el suelo, nos dijo a Antonio y a mí que nos acercáramos, coloco a cada uno a su derecha e izquierda respectivamente, cogio con cada mano nuestras pollas, y sin dejar de masturbarnos en ningún momento comenzó a chuparnosla por turnos.
Ella iba controlando la velocidad para cada uno, para que nos corriéramos más o menos a la vez, y cuando ya nos quedaba poco, nos dijo que quería que lo hiciéramos en su cara. A nosotros nos encanto la idea, así que nos pusimos delante de ella, y descargamos toda nuestra leche en su cara.
Cuando acabamos, Leyre tenia la cara inundada de leche, tanto que había un ojo que ni siquiera podía abrir, pero ella no paraba de sonreír, al igual que nosotros. Luego se levanto y fue al baño a limpiarse, pero enseguida regreso pidiendo mas guerra, y entonces Antonio me pidió que le dejara una habitación, que quería follarse bien a la puta de su hermana, así que accedí y les deje la mía.
Me quede solo en el salón, así que aproveche para vestirme y recoger la ropa de Antonio y Leyre. El ruido que hacían al follar era muy fuerte, aunque a mi no me importaba, al contrario me excitaba mucho. Pero entonces de repente se abrió la puerta de mi casa, yo fui corriendo hasta ella y vi entrar a Laurita, que estaba asustada a por los ruidos. La explique que era Antonio con otra chica follando en mi habitación, y aunque no le gusto la idea, se tranquilizo.
Los dos fuimos al salón, pero no hablamos de nada, lo que provocaba que se oyera perfectamente los gemidos y ruidos de los hermanos folladores. Pensé en poner la televisión para que se oyera menos, pero no lo hice porque aunque fuera una situación incomoda también era muy excitante.
Laura estaba bastante incomoda y muy colorada, lo que me gustaba aun mas. Después de bastante rato, dejamos de oír ruidos, y pocos minutos mas tarde, aparecieron en el salón Antonio y Leyre. Entonces vieron a mi hermana, y esta los vio a ellos, y las caras de Laura y Leyre cogieron un gesto exageradísimo de sorpresa, por su parte a Antonio parecía no importarle, se despidió de nosotros y me dijo que se irían a su casa, y que me llamaría luego.
Después de que se fueran, Laura estuvo callada mucho tiempo, incluso durante la comida no dijo nada. Cuando acabamos de comer ella se fue a su habitación y yo a la mía, a chatear con el ordenador. Como hacia mucho calor, me desvestí hasta quedarme en calzoncillos, que era como solía ir últimamente.
Al poco rato entro Laura en mi habitación, ella también llevaba su indumentaria de estos días, camisa y braguitas. Esa visión me la puso dura en un instante, la pregunte que quería y ella me dijo que quería hablar conmigo de una cosa. Yo me imagine que seria sobre Antonio y Leyre, así que la dije que se sentara y me contara, mientras que apagaba el ordenador.
Laura- Bueno… me da un poco de vergüenza. Tu… tu estas… ¿estas saliendo con Xiomara?
Rubén- ¿Eh? No. ¿De donde has sacado esa idea? ¿Te lo ha dicho ella?
Laura- No ha Xio no la he preguntado. Pero como ayer… bueno ya sabes… paso eso, pues pensé que…
Rubén- Lo que paso ayer no significa que estemos saliendo juntos ni nada de eso. Lo único que nos enrollamos un poco, nada más. Pero vamos que supongo que tú también te habrás enrollado con chicos y no significa eso que estuvieras saliendo con ellos ¿no?
Laura- Yo… Bueno es que yo nunca me he enrollado con un chico. Ni siquiera he basado a ninguno en la boca una sola vez.
Rubén- ¿En serio? ¿Y eso porque? Pero si tú eres muy guapa y estas bastante buena, los chicos deberían de hacer cola para liarse contigo.
Esta última frase la dije sin ni siquiera pensarla, y me di cuenta de que Laurita se ponía roja.
Laura- La verdad es que hay muchos chicos que están por mi, y alguno me gusta, pero me da cosa decirles que si, porque como nunca e salido con nadie y ni siquiera me he besado con nadie pues…
Rubén- Ge, ja, ja. Te entiendo, pero piensa que alguno tendrá que ser el primero ¿no?
Laura- Ya, oye Rubén. ¿Tú me enseñarías a besar?
Me sorprendió que me dijera eso, e hizo que me quedara en silencio unos segundos, aunque después de pensarlo un poco la dije que si. Ella se alegro mucho, y se me abrazo, como un acto reflejo una de mis manos se poso en su culito, y entonces ella me soltó, aunque no dijo nada.
Entonces como pude intente explicarla como se besaba, pero entre que yo no sabia explicarme muy bien, y que ella tampoco parecía enterarse de nada, me di cuenta que con solo teoría no llegaríamos a nada.
Fui a por un vaso de tubo, y haciendo como si fuesen los labios de otra persona empecé a besarme con el mientras que Laura miraba. Después de un rato le di otro vaso a Laurita y la dije que lo intentara ella, pero como su boca era mas pequeña que la mía, no podía hacerlo demasiado bien, así que esa forma también la descartamos.
Rubén- Sabes Laura, creo que lo mejor seria que probaras con otra persona. Tu no te preocupes, es muy fácil lo único que tienes que hacer es dejarte llevar.
Laura- Ya… Pero… ¿No podrías enseñarme tú? Me refiero a practicar contigo.
Rubén- No se peque, no estoy seguro de que fuese correcto, somos hermanos.
Laura- Pero no vamos a hacer nada malo, solo me vas a enseñar. Además, después de lo que han hecho esta mañana tu amigo y su hermana esto no tiene importancia.
Yo me limite a sonreír, y me di cuenta de que mi hermana cada vez era menos inocente y se interesaba más por el sexo. Con un tono que intentaba parecer que no me hacia mucha gracia, acepte (aunque en realidad estaba deseándolo).
Laura- Y oye Rubén, ¿mientras nos estemos besando yo debería hacer algo?
Rubén- ¿Algo como que?
Laura- No se, acariciarte o tocarte el… culo o algo así.
Rubén- Supongo que si. Pero no te preocupes por eso, tu solo déjate llevar.
Sin decir nada mas me acerque a Laura despacito, cuando estaba enfrente de ella, puse una mano en su cinturita, y note que estaba muy nerviosa, la dije que se tranquilizara, y entonces comencé a besarla.
La besaba muy despacio, metiendo mi lengua en su boca lentamente y moviéndola en ella con suavidad. Laura se estaba dejando llevar, y lo estaba haciendo bastante bien, yo por mi parte intentaba no excitarme demasiado y contenerme, pero me resulto imposible, y la agarre con ambas manos su culito.
Ella no dijo nada de mis manos, y notaba su respiración cada vez mas acelerada, llevo una de sus manos a mi pecho, y fue acariciándomelo mientras que bajaba hasta que llego a la cintura, y entonces de golpe la llevo a mi culo. Esto me sorprendió mucho, pero a la vez me dio fuerzas para ir mas allá, entonces hice que cayéramos sobre mi cama sin dejar de besarnos, quite mis manos de su culo y las lleve a su camisa, la desabroche los botones, y una vez que la camisa estaba abierta, lleve mis manos a sus tetillas y empecé a acariciarla los pezones.
Laura cada vez respiraba con mas fuerza, y llevo sus dos manos a mi cabeza, y la apretó mas contra ella, yo cogi una de sus manos, y la lleve hasta mi polla por fuera del calzoncillo, y la deje allí, luego metí mi mano debajo de sus braguitas, y empecé a acariciarla su coñito. En ese momento dejamos de besarnos, ya que Laura empezó a gemir como una loca de placer, así que yo seguí besándola por su cuello, mientras bajaba lentamente, al llegar a sus tetas, me entretuve unos minutos antes de seguir bajando, después la bese por su tripita, por su ombliguito, hasta que llegue a donde empezaban sus bragas.
Sin pensarlo se las quite de un golpe, y después de observar durante unos minutos su coñito casi sin pelos, me disponía a comérselo, pero sin saber porque, me pare, la puse de nuevo sus bragas, la abroche su camisa y la dije que ya se había acabado la lección.
Nos pusimos los dos de pie, me fije que Laura estaba colorada, posiblemente de la excitación, ya que su respiración todavía era muy fuerte, nos quedamos mirándonos, y entonces Laura dijo:
Laura- Ha sido una lección muy intensa, muchas gracias hermanito me ha gustado mucho.
Al oír esa frase me arrepentí de no haber llegado a más con ella, pero ya era tarde, y ella se fue a su habitación.
Durante el resto del día, Laura me hablaba como si no hubiera pasado nada, así que yo hacia lo mismo, pero solo tenia en mente el momento en que nos acostáramos juntos por la noche en la cama de nuestros padres, para poder acabar lo que habíamos empezado. Pero me di cuenta de que no iba a poder ser, cuando mientras estábamos cenando llamaron a la puerta de casa las amigas de mi hermana para quedarse a dormir.
Enseguida sus amigas vinieron a saludarme, me pareció que todas estaban especialmente sexy’s, pero sobretodo la zorrilla de Xiomara, que iba con una minifalda que prácticamente dejaba ver su culito. En cuanto terminamos de cenar, las chicas se fueron a la habitación de mi hermana, y yo me fui a la mía a dormir.
Desde mi habitación se las oía hablar y reírse, y yo no podía dormirme, así que decidí hacerme una paja lo más ruidosa que pude para que las chicas se dieran cuenta, y después de eso me fue más fácil conciliar el sueño.
Durante esa semana, las amigas de mi hermana estaban practícamele todo el día metidas en mi casa, mi relación con mi hermana se había quedado al margen, y Xiomara seguía disfrutando de vez en cuando provocándome.
Entonces una noche decidí invitar a Leyre, con la que no había quedado desde el día que Antonio y yo nos la follamos. La lleve a casa para cenar, y las dije que era mi novia, y durante toda la cena no parábamos de besarnos y manosearnos.
Esa noche, Xiomara parecía enfadada, y como yo me imaginaba que era porque estaba celosa me puse a mil. Cuando terminamos de cenar, Leyre y yo nos fuimos a mi habitación.
Una vez allí, empezamos a fumarnos unos porrillos mientras hablábamos. Ella me dijo que si quería follarme a Xiomara, debía pasar de ella y darla celos, y entonces vendría a mi suplicando, pero que no sabia que consejo darme para ayudarme a que me follara a mi hermana.
Yo me sorprendí mucho por sus palabras, y aunque la intente convencer de que no quería follarme a Laura, no lo conseguí.
Cuando oímos que entraban en la habitación de mi hermana, decidimos ponernos a follar para que nos oyeran. Prácticamente no hubo preliminares, y enseguida ella se puso encima de mí y comenzó a cabalgarme a toda la velocidad que podía, mientras que la cama chocaba contra la pared haciendo mucho ruido, y por si fuera poco, Leyre parecía estar gimiendo fuera de control.
Cuando me corrí dentro de ella, (Leyre se tomaba la píldora), ella se tumbo a mi lado, y sin decirnos nada, solo sonriéndonos nos fuimos quedando dormidos.
Me desperté sobre las tres con la polla cargada, y no paraba de fijarme en el cuerpo desnudo de mi compañera de cama, y sin poder reprimirme, me puse a comerla el coño. Leyre se despertó enseguida, pero no me dijo nada, directamente se puso a acariciarse sus tetas mientras que yo seguía con mi comida. Cuando conseguí que ella se corriera, entre jadeos me dijo que le metiera mi polla, así que me puse a su altura, la metí la polla y empecé a follarmela con fuerza.
Al cabo de un rato, me di cuenta que la puerta de la habitación estaba entreabierta, y que detrás había alguien espiándonos, me esforcé en ver quien era, y descubrí que era Xiomara, que además tenia una mano metida debajo de su tanga, así que sin dejar de mirarla continué follandome a la hermanita de mi mejor amigo, hasta volver a correrme en su interior. En ese momento, Xiomara se volvió a la habitación de mi hermana, y Leyre y yo volvimos a dormirnos.
A la mañana siguiente Leyre se marcho muy temprano, y yo me quede levantado, desayune y me senté en el salón a ver la tele.
La primera que se levanto fue Ana Maria, que vino al salón, llevaba puesta la ropa “de verano”, un tanga y una camiseta, (aunque no puedo decir nada, ya que yo iba solo en calzoncillos). Ana Maria se sentó a mi lado, y de inmediato mi polla reacciono.
Ana Maria- Anoche te lo tuviste que pasar muy bien ¿no? Porque con el ruido que hiciste…
Rubén- Pues la verdad es que si me lo pase bien. ¿Pero tanto ruido hice?
Ana Maria- La verdad es que si, nos despertaste a todas.
Rubén- Lo siento, pero vamos que estoy seguro que os pusisteis todas cachondas, ¿verdad?
Ana Maria- Ju, ju, ju. Eso te gustaría ¿a que si?
Su mirada se detuvo en mi paquete, y al ver su estado, volvió a hablar ella sin dejarme contestar.
Ana Maria- Por lo que veo eres tu el que se pone cachondo cuando me ve. ¿O es que acaso lo vas a negar?
Rubén- No lo niego, me pones cachondisimo, y tu hermana también me pone mogollón.
Ana Maria no se esperaba esa contestación, se puso colorada y se quedo callada sin decir nada. Entonces la cogi de una muñeca, y acerque mi cara a la suya, quedando a unos centímetros de separación. Ana Maria tenia cara de asombro, no se esperaba lo que estaba ocurriendo, pero no hizo nada por apartarse, yo por mi parte estaba muy seguro de lo que hacia y no titubeaba en absoluto, la dije en un susurro que me parara cuando quisiera, y empecé a besarla.
Ella al principio no me respondía los besos, pero cuando supero la sorpresa inicial empezó a devolverlos. Esa situación me recordaba a la que había tenido días atrás con mi hermana, pero había una gran diferencia, Ana Maria tenía mucha iniciativa.
Ana Maria llevo sus manos hasta mis calzoncillos, y poco a poco me los quito, en cuanto mi polla quedo liberada, ella la agarro con una mano y empezó a masturbarme lentamente. No lo hacia demasiado bien, pero se la notaba que no era la primera que hacia. Yo la quite su camiseta y de un solo tiron la arranque su tanguita, y después de acariciarla durante un rato el clítoris, la metí dos dedos en su coñito, lo tenia bastante mojadito, lo que me excito mucho. Cada vez su respiración era más y mas fuerte, y yo no paraba de llamarla zorrilla y putita entre susurros, lo cual parecía gustarla.
Me estaba esforzando para hacerla gozar, y ella me estaba haciendo disfrutar muchísimo con su paja, pero antes de que me llegara a correr, ella me dijo que la metiera mi polla dentro. Aunque esas palabras me pusieron a mil, deje de besarla, la quite su mano de mi polla, me puse de nuevo el calzoncillo y la dije:
Rubén- Te follare, ahora no quiero, pero te follare.
Y dejándola desnuda en el sofá me fui a mi habitación.
Salí de ella a la hora de comer más o menos, y en la casa ya solo quedaba Laura, así que nos hicimos unos bocadillos y nos los comimos. Poco después de comer, mi hermanita me dijo que había quedado con sus amigas para ir al cine, así que se puso guapa y se fue.
Yo aproveche para echarme la siesta, y más o menos una hora después de haberme dormido, me despertó el timbre de la puerta. Me levante y medio dormido abrí la puerta, y de la sorpresa que me lleve me desperté del todo. La persona que había llamado a la puerta era Xiomara, la dije que Laura no estaba, pero ella entro igualmente, así que cerré la puerta detras de ella, y fuimos los dos al salón.
Una vez en el salón me fije de que estaba mas guapa de lo normal, estaba muy bien maquillada y llevaba puesto un vestido rosa muy corto y con bastante escote, que la hacia muy sexy y un poco mas aniñada de lo que era.
Rubén- Laura no se a que hora regresara, pero me dijo que había quedado con vosotras.
Xiomara- Si ya lo se. Esta con mi hermana y las otras. No he venido a verla a ella, sino a ti.
Rubén- ¿A mi? ¿Y para que quieres verme?
Xiomara- Bueno, es que he estado hablando con mi hermana esta mañana y me ha contado lo que habéis estado haciendo, y también me ha contado que la dejaste con las ganas de mas.
Rubén- Bueno si, es que…
Xiomara- No te preocupes, no he venido ha pedirte explicaciones. He venido a demostrar a Ana Maria que a mi no me dejaras con ganas de mas.
Sin decir mas ella se acerco a mí y puso su mano en mi polla, que ya estaba pidiendo guerra, yo sin tiempo de sorprenderme demasiado metí una mano por debajo de su falda, para comprobar que no llevaba nada más que el vestido. Comencé a masturbarla, mientras ella se quitaba su vestido, una vez desnuda, me quito a mí mis calzoncillos, la única prenda que me quedaba puesta, y nos quedamos los dos desnudos frente a frente.
Yo seguía masturbándola cuando ella me dijo que quería continuar en la habitación de Laura, eso me excito mucho, así que la cogi en brazos y la lleve hasta allí.
La tumbe en la cama, y me puse encima de ella, pero de inmediato Xiomara me dijo que bajara. Sorprendido la hice caso, y me quede sentado en la cama, ella se levanto también y se arrodillo delante mía, me miro a los ojos y me dijo que lo primero que quería hacer era comerme la polla, y sin decir mas se la metió en la boca.
Xiomara era toda una especialista chupadora de pollas, se metía toda la polla en la boca con una facilidad increíble y a una velocidad endiablada, incluso a veces se llegaba a meter un poco de los huevos en la boca, cosa que no sabía como era capaz de hacerlo. A pesar de que ella por si sola me la chupaba muy rápidamente, me puse de pie, la agarre la cabeza y empecé a follarme su boca todo lo rápido que podía.
Cuando note que quedaba poco para correrme, pare y la dije a Xiomara que iba a correrme, que si quería que me corriera en su boca o fuera. Xiomara ni si quiera se saco la polla de la boca y continuo chupandome el pollon, con lo que supuse que prefería que me corriera en su boca, o por lo menos que la daba igual. Mi corrida llego pronto, e inundo su boca de semen calentito, el cual se trago sin rechistar.
Ella se puse de pie para acto seguido tumbarse en la cama y decirme que ahora le tocaba a ella recibir placer. Me puse encima de ella, y comencé a comerla sus dulces tetas, mientras que la acariciaba su coño, pero sin meterla ningún dedo dentro. Ella no gemía ni hacia ningún ruido, pero su respiración cada vez era más fuerte y se estaba mordiendo el labio inferior, con lo que supuse que la estaba gustando.
Decidí darla aun mas placer, y baje mi cabeza hasta la altura de su coño, la agarre con las manos de su culo, y lo eleve levemente. Pase mi lengua lentamente alrededor de su coñito, y de vez en cuando la lamía sus labios vaginales. Cada vez fui dándole más velocidad a mis lamidas, hasta que de repente y sin avisar, me puse a comerla el coño. Metía mi lengua lo mas dentro que podía mientras que con dos dedos la acariciaba su clítoris.
Xiomara no podía contenerse y empezó a gemir, y con sus manos se agarraba con fuerza a la sabana. Después de un rato, la metí tres de mis dedos en su coño, mientras que con la boca la chupaba su clítoris, y estuve dedicado a eso hasta que Xiomara llego al orgasmo.
Ella pareció relajarse, pero aun así me pidió que la follara, entonces puse sus piernas sobre mis hombros, y la metí de golpe mi polla en su coño. Empecé mis embestidas con mucha fuerza, pero después fui alternándolas para no correrme demasiado pronto. Mientras yo la penetraba ella movía la cadera de una forma fabulosa, que muchas chicas de mi edad no sabían hacer, lo cual me excitaba mucho, ya que eso significaba que me estaba follando a una niña muy putilla.
Cuando notaba que me iba a correr, la saque rápidamente, y me corrí encima de ella, Xiomara al notarlo me pregunto que por que había hecho eso, que podía correrme dentro que para eso se gastaba el dinero el la pastillas anti embarazos. Yo no la dije nada y me tumbe a su lado a descansar.
Xiomara saco de un bolsillo de su vestido un porro hecho, me lo dio y se puso a hacerse otro para ella. Mientras los dos fumábamos ella me pregunto si me ponía cachondo su hermana, después de unos segundos de silencio la dije que si, que mucho, y ella me pregunto si me gustaría follarmela, yo sin pensarlo ni un segundo la dije que si. Entonces ella se puso encima de mí, se metió mi polla en su coño, y mientras que los dos seguíamos fumando, empezó a cabalgarme lentamente.
Mientras follabamos ella me dijo que organizaría todo para que me follara a su querida hermanita, luego se termino el porro, y empezó a moverse todo lo rápido que pudo, hasta que volví a correrme, esta vez dentro de ella.
Después de esa sesión de sexo, Xiomara se ducho, para luego marcharse, no sin antes asegurarse de que me dejaba una buena visión de su culo mientras se iba.
Poco después de que Xiomara se fuera llego Laura, se cambio y me pregunto si hoy íbamos a estudiar, que hacia mucho tiempo que no lo hacíamos, yo como no tenia muchas ganas la dije que no, y me fui a duchar.
Cuando Salí de la ducha, me tumbe en la cama a descansar, había sido un día duro, pero desde luego muy bueno, y no sabia cuando tendría uno tan bueno, me había follado a una niña por la que seguro suspiraban montones de tíos y me había permitido el lujo de rechazar a otra, aunque seguramente me la acabaría follando igual, y con esos pensamientos me quede dormido.
Me desperté más o menos para la cena, que ya tenía preparada Laura, cenamos, vimos una película, aunque yo no me entere de nada ya que seguía en una nube, y después nos acostamos juntos en la cama de nuestros padres.
Como estaba algo cansado me dormí enseguida, pero a media noche me despertó un pequeño ruido, abrí los ojos y todavía medio dormido vi a mi hermana masturbándose. No me lo podía creer, ni si quiera había pensado nunca que ella se masturbara, pero mucho menos que se atreviera a hacerlo conmigo al lado, me quede observándola mientras que me hacia el dormido.
Cuando termino, se quedo dormida de nuevo, pero yo ya no me pude quedar dormido con lo cachondo que me había puesto, y antes de hacerlo tuve que masturbarme un par de veces.
A la mañana siguiente me levante antes que ella, me vestí y prepare el desayuno. Al rato se levanto ella, y no se porque pero ya no la veía en absoluto como a mi hermana, sino como a una pequeña zorrilla, y me entraron muchísimas ganas de follarmela, pero ahora estaba solo concentrado en follarme a Ana Maria con la ayuda de su hermana.
Después de desayunar me fui con Antonio a dar una vuelta y fumarnos unos porros, y volví a mi casa a la hora de comer, aunque antes compre un pollo asado para que comiéramos Laura y yo.
Cuando llegue me sorprendió que Laura estuviera arreglada para salir, y me dijo que había quedado con Eva y Yurena para comer, me dio un beso en la mejilla y se marcho. Me quedo de nuevo solo en la casa, así que me puse a comer, y justo cuando estaba recogiendo la mesa, llamaron a la puerta, abrí y esta vez eran Xiomara y Ana Maria.
Aunque no me esperaba esta visita, tampoco me sorprendió, les dije a las chicas que pasaran, y así lo hicieron, las indique que fueran al salón, pero Xiomara dijo que no, que fuéramos a mi habitación, que no quería perder tiempo.
Fuimos allí, y mi polla se iba poniendo dura a cada paso que daba, ya que me imaginaba lo que me esperaba. Nada mas llegar a mi habitación, Xiomara le dijo a su hermana que se quitara la ropa, y esta lo hizo sin decir ni una sola palabra y se quedo solo con un tanga rojo.
A Ana Maria se la notaba bastante nerviosa, a mi me hubiera gustado haber dicho algo para calmarla, pero no se me ocurría, así que me quede callado mirándola. Tenia un cuerpazo precioso, todavía sin desarrollar del todo pero capaz de ponérsela dura a cualquiera, y lo mejor de ella era su carita de niña.
Ana Maria se sentó en la cama, y Xiomara hizo lo mismo en la silla.
Xiomara- Mi hermana esta desnuda, creo que lo justo seria que lo hicieras tú también.
Al oír eso me desnude rápidamente, hasta quedarme completamente desnudo, y las dos se quedaron mirando a mi polla. Luego Xiomara me hizo un gesto con la cabeza en dirección a su hermana y comprendí lo que tenia que hacer. Me acerque a Ana Maria y me senté a su lado.
Me sorprendía mucho lo tímida que estaba Ana Maria, teniendo en cuenta que siempre se comportaba como una chulilla, así que imagine que en realidad no tenía mucha experiencia con los tíos.
Rubén- Dime Ana Maria, ¿hasta donde has llegado con un tío? ¿Eres virgen?
Ana Maria- Bueno, pues virgen si soy. ¿Por qué lo preguntas? ¿Te molesta que lo sea?
Rubén- No, no. Para nada, más bien al contrario.
Xiomara- Bueno, es virgen pero ya ha hecho alguna cosa, a hecho muchas pajas, y se la ha chupado a dos tíos ¿Verdad Ana Mari? Y uno de ellos era mi novio.
Al oír eso mire a Ana Maria mientras pensaba que si que era un poco puta, ella pareció leerme la mente porque enseguida intento excusarse.
Ana Maria- Pues ella es mas puta que yo, por que a un novio que tuve se lo follo la muy guarra.
Rubén- Ya, si por lo que veo las dos sois muy putas. Pero bueno, no perdamos mas tiempo y vamos al lió ¿Os parece?
Aunque lo formule como una pregunta, no espere a que contestaran y enseguida empecé a besar a Ana Mari mientras que la acariciaba las tetas, mientras hacia eso se oyó un “bravo” que provenía de Xiomara, y fue cuando me di cuenta de que ella iba a presenciarlo, lo cual me excito aun mas.
Me separe de Ana Maria y la dije que quería que me la chupara igual que como se la chupo al novio de su hermana, ella puso una cara un poco rara, así que supuse que no la gustaba mucho hacer eso, pero aun así se puso de rodillas en el suelo, y empezó a lamerme la polla. Pero me sorprendió que Xiomara se levantara y se arrodillara al lado de su hermana, la dijo que mirara bien, y empezó ella a chuparmela.
Me la estaba chupando de forma magistral, como ya me había demostrado que sabia hacerlo, y lo hacia como si de verdad se quisiera comer mi polla enterita. Paro bastante rápido, y entonces cogio el relevo su hermana.
Ana Maria lo hacia sensiblemente peor que su hermana mayor, pero aun así lo hacia con mucha ansia y me encantaba. De vez en cuando notaba que me rozaba un poco con los dientes, pero nada demasiado doloroso.
Como estaba muy cachondo, me entraron ganas de correrme muy rápidamente, pero antes de hacerlo la dije que parara, ella se la saco de la boca, yo la cogi y la tumbe en la cama, la quite el tanga lentamente y la di un par de lametazos en el coño antes de besarla en el cuello y los labios, para que supiera el sabor de su coño.
Pero entonces Xiomara me dijo que parara, que quería darme algo, me levante y me acerque a ella para ver que era, y ella saco una bolsita pequeña, y la vació encima de la mesita, y vi que era coca, ella rápidamente se saco el DNI y preparo un par de rayas, saco un turulo que ya tenia preparado, y se esnifo una de las rayas, y a continuación me dio el turulo. Yo me quede mirándola, y ella me dijo que lo hiciera, que me ayudaría a aguantar mas, y que al ser la primera vez de su hermana quería que durara mucho, así que agarre el turulo y me esnife la otra raya de cocaína.
Fue una sensación muy extraña, pero no sabría decir si fue agradable o desagradable. Volví a la cama, y me puse encima de Ana Maria, coloque mi polla en la entrada de su coñito, empecé a besarla, y cuando ya llevaba un rato la metí sin avisar la polla en su interior. Ella soltó un pequeño gritito y luego me mordió un labio hasta hacerme sangre, lo que provoco que para descargar mi rabia la metiera la polla con más fuerza y velocidad. Ella soltaba gemiditos de vez en cuando, pero parecía que la dolía por el gesto que ponía, pero a mi no me importaba lo mas mínimo.
Después de un rato, el dolor la desapareció, y empezó a gemir a grito pela’o, y a pedirme que siguiera. Yo me sentía eufórico, y por nada en el mundo quería parar, y cada vez iba más y mas rápido, incluso llego un momento en que iba a una velocidad que no supiera que tenía.
Llevaba mucho rato follandome a la niña, y todavía no me había corrido, pero me apetecía cambiar, así que la saque de su coño y la dije que me la chupara, pero antes de que Ana Maria contestara, Xiomara se había levantado y había dicho que quería ser ella quien me la comiera, así que se puso de rodillas, la metí la polla en la boca, la agarre la cabeza y empecé a follarme su boca a toda velocidad, mientras que mis huevos chocaban contra su barbilla.
También tarde bastante, pero al final me corrí en su boca, ella ni siquiera protesto, y se trago lo que le había caído dentro de su boca. Mi polla seguía durísima y con ganas de marcha, entonces Xiomara se desnudo completamente, se apoyo en la mesita dándome la espalda a mi, puso el culo en pompa y me dijo que la follara.
Yo sin pensarlo me puse detrás de ella y metí mi polla en su coño, y empecé a follarselo con toda mi fuerza mientras que la agarraba bien de sus tetas. Mientras que Xiomara y yo follabamos, Ana Mari estaba sentada la cama mirándonos mientras que se masturbaba.
Cuando ya llevábamos un rato follando, vi encima de la mesita la coca el DNI de Xio y el turulo. Cogi el DNI, prepare dos rayas, y sin dejar de follarme a Xiomara, cogi el turulo y me esnife una raya, luego le di el turulo a Xio y esta hizo lo mismo.
Esto me puso incluso más brutote, y la empecé a dar incluso más fuerte. Xiomara entonces llamo a su hermana y la dijo que se acercara, esta lo hizo y entonces Xiomara empezó a besarla en los labios, la pequeña parecía sorprendida, pero no se aparto, eso me puso aun más cachondo, y lleve una de mis manos al precioso y delicado coño de Ana Mari, y continué yo su tarea de masturbarse.
Poco después de eso, saque la polla del coño de Xio, y lo metí, (con algo de esfuerzo), en su culo. Xiomara aparte de un pequeño gritito, no dio ninguna señal de que la doliera o molestara.
La daba con todas mis fuerzas para hacerla gritar de dolor, pero no lo conseguía, con lo que supuse que ella ya tenía el ojete bien abierto.
A pesar de que estuvimos así mucho tiempo, saque mi polla de su culo antes de correrme, cogi en brazos a Ana Mari, la tumbe en la cama de nuevo, y le pedí a Xiomara que me ayudara a comerla el coñito a su hermana, y así lo hizo.
Estábamos los dos comiéndola el coño a la pequeña, mientras que de vez en cuando nos besábamos. Por su parte Ana Maria no paraba de gemir, estaba encantadísima con lo que la hacíamos, y la contamos un par de orgasmos. Después para que supiera bien como sabia su coño, nos fundimos en un beso a tres bandas.
Luego le pedí a Xiomara que nos dejara a su hermana y a mi acabar los dos solos. Ella acepto, entonces cogi a Ana Maria en brazos, me puse de pie, la apoye contra la pared y empecé a follarmela lo mas rápido que podía. A pesar de que era una posición incomoda, como ella no pesaba mucho, cansaba poco.
Después de bastante tiempo, llego el momento de correrme, y aunque sabia que Ana Maria no iba a estar tomándose la píldora, me corrí dentro de ella.
Cuando acabamos nos tumbamos los tres un rato en el suelo, pero cuando me di cuenta de la hora que era las dije que se tenían que ir que pronto llegaría Laura.
Cuando se fueron yo me di una buena ducha y me tumbe en el sofá.
Poco después llego Laurita, en ese momento me fije en como había salido vestida a la calle, llevaba una minifalda muy minifalda de las que solía llevar Xiomara, y un top blanco con bastante escote y enseñando el ombligo. Me encanto comprobar lo mucho que había cambiado mi hermana en unas pocas semanas, y me puse cachondo.
Ella se fue a su habitación a cambiarse, aunque volvió vestida con el mismo top y en tanga, eso me extraño muchísimo, por que nunca la había visto con uno, pero me gusto.
Nos pusimos a ver una película, y mientras la veíamos ella se me abrazo a mi. Yo de vez en cuando disimuladamente la tocaba el culo. No me entere de nada de la película, porque estaba pendiente de mi hermana y de poder toquetearla.
Cuando la película acabo la pregunte si quería cenar, ella dijo que no que estaba cansada, y que se iba a acostar, así que la dije que yo haría lo mismo.
En cuanto me acosté me quede dormido, pero me despertó un ruido como la noche anterior, volvía a ser Laurita masturbándose, me hice el dormido y me quede mirándola. Me encantaba tener a mi hermana a escasos centímetros de mí masturbándose como loca. Mientras que se masturbaba ella gemía levemente, y entonces entre gemidos dijo mi nombre. Eso me sorprendió muchísimo, y entonces abrí los ojos y Laurita me vio, se puso rojísima y paro.
Yo sin dudarlo si quiera, sustituí su mano por la mía, y continué masturbándola. Laurita no dijo nada, simplemente cerró los ojos y se dejo hacer. Mientras que la masturbaba con una mano, con la otra empecé a bajarme el bóxer, hasta quedarme con la polla al aire.
Comencé a besarla, y ella no solo no apartaba la boca, sino que me devolvía los besos, y incluso por iniciativa propia, me cogio la polla con las dos manos y empezó a masturbarme lentamente.
Eso me excito muchísimo, y pare de masturbar a mi hermanita para sentir perfectamente como me hacia la paja. Como era la primera paja que hacia, no lo hacia demasiado bien, así que la tuve que guiar con mi mano.
Cuando me corrí salpique su mano, e hice que se la llevara a la boca para que saboreara mi semen. Después la abrí bien las piernas, y continué masturbándola mientras la comía los pezones, pero al cabo de un rato pensé que lo mejor seria que la comiera su coñito, y así lo hice.
En cuanto mi lengua empezó a tocar su coñito, ella empezó a gemir de placer, y lo que mas la gustaba era cuando chupeteaba su clítoris mientras la metía un par de deditos dentro de ella, aunque sentir mi lengua en su interior también la hacia temblar de placer.
Estuve bastante tiempo comiéndola la chirla, ya que sabia que a ella la gustaba y a mi me encantaba el sabor de su virginal coñito. Pare cuando ella llego al orgasmo, Laura me pregunto si quería que ella me la comiera ahora, y a pesar de que era una oferta tentadora, la rechace, ya que tenia muchísimas ganas de meterla la polla a la zorrilla de mi hermana, así que puse mi polla en la entrada de su coñito y muy lentamente fui metiéndola dentro de ella.
Laurita daba pequeños grititos de dolor, y yo me di cuenta de que empezó a sangrar un poco, y mientras seguía metiéndosela la besaba para que no pensara tanto en el dolor. Cuando conseguí meter toda mi polla dentro de ella, me quede parado as
26 comentarios - Con mi hermana (2)
ESTA BARBAROOOOOOOOOOOO
ASI NO SEA VERDAD ESTA BUENO IGUAL
Ç
me falto un poco no se por que no me fije
perdón
dejate de joderrrrrrrrrrr....Isidoro Cañones
mostra a tu hermana o algo !!
ta buena la historia tio, dichosote!!!!!!!!!!