Espero que les guste mi historia...
Me presento, mi nombre es Pamela, 43 años, casada hace 21 años, soy ama de casa y tengo muchas historias a lo largo de mi vida de casada que contarles. Siempre fui una esposa normal, solo dispuesta para mi marido aunque debo admitir que siempre me gustó tener ese toque de seducir a todos y que me miren o me digan cosas. Eso cambio hace años en un trabajo que tuve que ya les contaré la historia.
Está en particular me pasó hace una semana paseando por la estación de Lanus. Había terminado de hacer unos trámites y decidí ponerme a mirar vidrieras por 9 de julio, calle semipeatonal de el centro de Lanus. Entre a varios lugares a ver y preguntar precios. Entre esos negocios había uno que lo atendía un chico de unos 25 años, alto, castaño, unos ojos color miel que me hipnotizaban y muy bonito. Se notaba a la legua que hace mucho va al gimnasio, un físico tremendo.
Le pregunté si cerraban al mediodía y me contestó que de 13 a 14.30hs cerraban. Eran las 12 en punto, le dije gracias y salí... Seguí caminando haciendo tiempo sabiendo ya que es lo que tenía en mente... Me fui a tomar un helado y a las 12.50hs entro al local...
Volví le dije,me quiero probar el pantalón que está en la vidriera. El muy amable lo busca y me dice que puedo pasar a cualquier probador. Yo tenía puesto un vestido suelto de verano. Me probé el pantalón abrí la cortina para alejarme del espejo y verme bien, el me ve y me dice, te queda perfecto. No sé le respondí... Pensé que era mas fina la tela. Tenés algo más suelto? Busco y me dió algunos para que me pruebe. Mientras me probaba el segundo me dice desde afuera, discúlpame, voy a cerrar con llave para que no entre nadie que ya son las 13.10hs.
Perdóname le dije, ya me voy. Me dice, no te hagas problema, quedate todo lo que quieras, yo me quedo acá hasta las 14.30 que abro otra vez. La jugada me salió maravillosa.
Me probé el segundo pantalón y le digo, me parece que este está mejor. Me mira de arriba a abajo y me dice, es increíble, este te queda mejor que el anterior, es decir que cualquier cosa que te pones, te queda bien. Lo mire, le sonreí y le dije gracias. Insistió en que me pruebe otro más, me metí al probador y sin cerrar la cortina me saque el pantalón. Hasta ahí todo normal porque tenía el vestido puesto, para probarme un pantalón no hace falta que me lo saque. Le pedí una remerita corta, que haga juego con el pantalón, me la trajo en un segundo... Ahí nomás delante de el, me saque el vestido y quedé solo en tanga, ya que no tenía corpiño. Se me quedó mirando por un segundo hasta que se avalanzo a comerme la boca mientras me agarraba las tetas. Lo basaba con muchas ganas, comenzó a jugar con mis pezones hasta que me dió vuelta y me puso contra la pared, se agachó y me sacó la tanga casi en un suspiro, abrió los cachetes de mi cola y comenzó a meterme la lengua desesperadamente... Estuvo uno minutos chupándome ambos agujeros hasta que se levantó y me dijo, querés comer putita? Me agarró del pelo y me puso de rodillas. Desate su bermuda y al bajarsela, salto para mi cara una enorme pija venosa, larga, gruesa... Era perfecta.... Se la chupaba enamorada de ese tronco enorme, varias veces el empujaba mi cabeza y me hacía dar arcadas, porque no entraba toda en mi boca. Después de un buen rato chupándole la pija, me pare y le pedí que me coja... Fuimos atrás donde había un sillón bastante amplio, me acomode en cuatro y empecé a sentir como entraba todo eso... No pasaron dos minutos que tuve mi primer orgasmo. Me agarraba del pelo y del cuello y me bombeaba frenéticamente que sentía su pija pegar en mi pecho casi. Tuve dos o tres orgasmos más. Me dió vuelta y me acostó en el sillón, me la puso en la boca un rato para que saboree mis jugos. Puso mis piernas sobre sus hombros y comenzó a cojerme de una manera exquisita, no aguante más lo empuje hacia atrás y creo que moje hasta las paredes, litros saliendo de mi concha y el puso su boca y se tomaba todo eso... Ya más calmada, el siguio chupandomela suavemente y empezó a meterme un dedo en la cola, que después fueron dos, hasta que lo mire y le pedí que me rompiera la cola, me agarró con una mano los dos tobillos, me levanto las piernas y me la metió de una hasta el fondo... Mi grito fue desgarrador, el dolor y el placer me adormecía el cuerpo y luego de meterla comenzó a cojerme muy fuerte, mi vagina no paraba de mojar y de mear. Me puso en cuatro patas otra vez y me la metia en la cola y en la concha. Me levanto, me puso de pie contra la pared y nuevamente en mi cola, ahí creo te tuve más de tres orgasmos. Luego de un buen rato de darme por los dos orificios, me dijo, arrodíllate que te vas a tomar toda mi leche. Me puse de rodillas, abrí la boca y comenzó a salir mucha leche, no paraba nunca. Mientras lo miraba a los ojos, saboreaba y tragaba a medida que acababa... Se la chupe un buen rato hasta dejarla limpia y flácida... Nos quedamos en el sillón unos minutos hasta que miramos el reloj y eran 14.20hs, el ya tenía que abrir.... Se cambió, fue al baño y me dijo cámbiate tranqui, que yo mientras abro... Fue, abrió y volvió y yo seguía desnuda, abierta de piernas y con toda la cara salpicada de leche... Se rio y me dijo que podía venir la dueña. Le dije que estaba esperando que me deje de latir la cola. Me cambié, me lave, y salí... Me preguntó que pantalón iba a llevar y le dije que ninguno, que solo quería cojerlo. Le dije que iba a volver. Y me fui...
Espero que les haya gustado como a mi...
Besos, quiero puntos y comentarios que yo respondo todos los comentarios.
Me presento, mi nombre es Pamela, 43 años, casada hace 21 años, soy ama de casa y tengo muchas historias a lo largo de mi vida de casada que contarles. Siempre fui una esposa normal, solo dispuesta para mi marido aunque debo admitir que siempre me gustó tener ese toque de seducir a todos y que me miren o me digan cosas. Eso cambio hace años en un trabajo que tuve que ya les contaré la historia.
Está en particular me pasó hace una semana paseando por la estación de Lanus. Había terminado de hacer unos trámites y decidí ponerme a mirar vidrieras por 9 de julio, calle semipeatonal de el centro de Lanus. Entre a varios lugares a ver y preguntar precios. Entre esos negocios había uno que lo atendía un chico de unos 25 años, alto, castaño, unos ojos color miel que me hipnotizaban y muy bonito. Se notaba a la legua que hace mucho va al gimnasio, un físico tremendo.
Le pregunté si cerraban al mediodía y me contestó que de 13 a 14.30hs cerraban. Eran las 12 en punto, le dije gracias y salí... Seguí caminando haciendo tiempo sabiendo ya que es lo que tenía en mente... Me fui a tomar un helado y a las 12.50hs entro al local...
Volví le dije,me quiero probar el pantalón que está en la vidriera. El muy amable lo busca y me dice que puedo pasar a cualquier probador. Yo tenía puesto un vestido suelto de verano. Me probé el pantalón abrí la cortina para alejarme del espejo y verme bien, el me ve y me dice, te queda perfecto. No sé le respondí... Pensé que era mas fina la tela. Tenés algo más suelto? Busco y me dió algunos para que me pruebe. Mientras me probaba el segundo me dice desde afuera, discúlpame, voy a cerrar con llave para que no entre nadie que ya son las 13.10hs.
Perdóname le dije, ya me voy. Me dice, no te hagas problema, quedate todo lo que quieras, yo me quedo acá hasta las 14.30 que abro otra vez. La jugada me salió maravillosa.
Me probé el segundo pantalón y le digo, me parece que este está mejor. Me mira de arriba a abajo y me dice, es increíble, este te queda mejor que el anterior, es decir que cualquier cosa que te pones, te queda bien. Lo mire, le sonreí y le dije gracias. Insistió en que me pruebe otro más, me metí al probador y sin cerrar la cortina me saque el pantalón. Hasta ahí todo normal porque tenía el vestido puesto, para probarme un pantalón no hace falta que me lo saque. Le pedí una remerita corta, que haga juego con el pantalón, me la trajo en un segundo... Ahí nomás delante de el, me saque el vestido y quedé solo en tanga, ya que no tenía corpiño. Se me quedó mirando por un segundo hasta que se avalanzo a comerme la boca mientras me agarraba las tetas. Lo basaba con muchas ganas, comenzó a jugar con mis pezones hasta que me dió vuelta y me puso contra la pared, se agachó y me sacó la tanga casi en un suspiro, abrió los cachetes de mi cola y comenzó a meterme la lengua desesperadamente... Estuvo uno minutos chupándome ambos agujeros hasta que se levantó y me dijo, querés comer putita? Me agarró del pelo y me puso de rodillas. Desate su bermuda y al bajarsela, salto para mi cara una enorme pija venosa, larga, gruesa... Era perfecta.... Se la chupaba enamorada de ese tronco enorme, varias veces el empujaba mi cabeza y me hacía dar arcadas, porque no entraba toda en mi boca. Después de un buen rato chupándole la pija, me pare y le pedí que me coja... Fuimos atrás donde había un sillón bastante amplio, me acomode en cuatro y empecé a sentir como entraba todo eso... No pasaron dos minutos que tuve mi primer orgasmo. Me agarraba del pelo y del cuello y me bombeaba frenéticamente que sentía su pija pegar en mi pecho casi. Tuve dos o tres orgasmos más. Me dió vuelta y me acostó en el sillón, me la puso en la boca un rato para que saboree mis jugos. Puso mis piernas sobre sus hombros y comenzó a cojerme de una manera exquisita, no aguante más lo empuje hacia atrás y creo que moje hasta las paredes, litros saliendo de mi concha y el puso su boca y se tomaba todo eso... Ya más calmada, el siguio chupandomela suavemente y empezó a meterme un dedo en la cola, que después fueron dos, hasta que lo mire y le pedí que me rompiera la cola, me agarró con una mano los dos tobillos, me levanto las piernas y me la metió de una hasta el fondo... Mi grito fue desgarrador, el dolor y el placer me adormecía el cuerpo y luego de meterla comenzó a cojerme muy fuerte, mi vagina no paraba de mojar y de mear. Me puso en cuatro patas otra vez y me la metia en la cola y en la concha. Me levanto, me puso de pie contra la pared y nuevamente en mi cola, ahí creo te tuve más de tres orgasmos. Luego de un buen rato de darme por los dos orificios, me dijo, arrodíllate que te vas a tomar toda mi leche. Me puse de rodillas, abrí la boca y comenzó a salir mucha leche, no paraba nunca. Mientras lo miraba a los ojos, saboreaba y tragaba a medida que acababa... Se la chupe un buen rato hasta dejarla limpia y flácida... Nos quedamos en el sillón unos minutos hasta que miramos el reloj y eran 14.20hs, el ya tenía que abrir.... Se cambió, fue al baño y me dijo cámbiate tranqui, que yo mientras abro... Fue, abrió y volvió y yo seguía desnuda, abierta de piernas y con toda la cara salpicada de leche... Se rio y me dijo que podía venir la dueña. Le dije que estaba esperando que me deje de latir la cola. Me cambié, me lave, y salí... Me preguntó que pantalón iba a llevar y le dije que ninguno, que solo quería cojerlo. Le dije que iba a volver. Y me fui...
Espero que les haya gustado como a mi...
Besos, quiero puntos y comentarios que yo respondo todos los comentarios.
13 comentarios - El chico de la tienda de ropa
Alguna foto tuya para completar el relato
Le comparto mi relato para que lo leas : http://m.poringa.net/posts/relatos/5412981/Oliendo-el-culo-de-la-Carolina-Reveco-Cornejo.html