Seguimos con esta excitante historia


CAPÍTULO 4: La foto que cambió todo

Miré la foto y me sentí como si hubiera sido golpeado en el estómago. Julieta estaba casi de espaldas, mirando hacia el espejo, con una tanga negra que se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Su hermoso culo estaba perfectamente visible, y me sorprendió lo parado y perfecto que era.

La erección que había sentido antes se intensificó, y me costó trabajo respirar. No podía creer que ella hubiera subido esa foto. ¿Qué estaba tratando de decirme? ¿Qué quería que yo supiera?

Me sentí confundido y excitado al mismo tiempo. La idea de que mi hermanastra, la chica que vivía en la habitación de al lado, tuviera un cuerpo tan hermoso y sensual, me estaba volviendo loco.

Pasaron unos minutos y no pude evitar seguir mirando la foto. Finalmente, me armé de valor y le di un "me gusta". Inmediatamente después, me arrepentí. ¡Qué boludo era! ¿Por qué había reaccionado de esa manera?

Pero ya era demasiado tarde. La respuesta de Julieta llegó unos minutos después.

—¿Por qué sacaste el me gusta? —preguntó Julieta.

—¿Alcanzaste a ver el like? Qué mala suerte tengo —respondí.

—¿Mala suerte? ¿Por qué? —preguntó Julieta.

—Porque no pude evitarlo. Esa foto... es impresionante —respondí.

Hubo un breve silencio antes de que Julieta respondiera.

—¿Impresionante? ¿En qué sentido? —preguntó Julieta.

—En el sentido de que me dejó sin aliento —respondí, tratando de ser lo más honesto posible.

Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba la respuesta de Julieta.

La respuesta de Julieta llegó después de unos segundos.

—Ah, sí?? Tan así?? —preguntó Julieta.

Me sentí como si estuviera en una situación peligrosa, pero no pude evitar sonreír.

—No me hagas hablar que voy a derrapar. Ayudame, Juli, jaja... —respondí.

Hubo un breve silencio antes de que Julieta respondiera.

—¿Derrapar? —preguntó Julieta.

—Es que no quiero decir algo que no deba —respondí, tratando de ser lo más honesto posible.

La respuesta de Julieta llegó después de unos segundos.

—¿Y si te digo que quiero que me digas exactamente lo que estás pensando? —preguntó Julieta.

Me reí mentalmente. ¿Qué esperaba que le dijera?

—Si te digo lo que pienso, Instagram me bloquea —respondí, tratando de mantener la conversación ligera.

Julieta respondió con un simple:

—Uff...

Me sentí un poco sorprendido por su respuesta. ¿Qué estaba pasando?

—¿Qué pasa? —pregunté, tratando de mantener la conversación.

—Nada... Me gusta saber que estás pensando en mí de esa forma —respondió Julieta.

Me sentí un poco nervioso. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Julieta estaba siendo tan provocativa?

—¿De qué forma? —pregunté, tratando de mantener la conversación. Mi pija no daba mas, obviamente no aguante y me tuve que quedar en boxer porque me explotaba el short

—Vos sabes... —respondió Julieta con un emoticono de sonrisa.

—Basta, Juli, voy a cometer una locura y me van a echar de casa —respondí.

—¿Qué vas a hacer? —preguntó Julieta.

—No sé si debería decirlo —respondí.

—Dale —dijo Julieta.

Me sentí un poco fuera de control.

—Estoy pensando en cosas que no debería hacer... como ir hasta tu habitación —respondí.

—Uffff... —respondió Julieta—. Mejor me voy a ir a bañar porque no me voy a poder ir a dormir... Estoy un poco alterada...

Me sentí un poco excitado. Sabía exactamente lo que significaba "alterada" en este contexto.

—Juli, no te vayas a bañar —dije.

—¿Por qué no? —preguntó Julieta.

—Porque... porque quiero que te quedes así —respondí.

—¿Así cómo? —preguntó Julieta.

—Alterada —respondí.

Hubo un silencio en la conversación.

—Creo que lo mejor es dejarlo aquí —dijo finalmente Julieta.

Me sentí un poco decepcionado.

—Sí, probablemente tengas razón —respondí.

Dejé el celular sobre la cama, sin esperanzas de seguir con la conversación. Me sentí un poco decepcionado, pero también un poco excitado. La conversación con Julieta me había dejado con una sensación amarga.

Pero sin imaginarlo, a los 5 minutos me llegó un mensaje de Julieta. Mi corazón latió con fuerza mientras abría el mensaje.

—¿Mañana vas a ir a entrenar? —preguntó Julieta.

—Sí, entreno, pero puedo no ir, ¿por? —respondí.

—Tengo que estudiar con una amiga, pero también puedo no ir —respondió Julieta.

Me sentí un poco intrigado. ¿Qué estaba insinuando Julieta?

Pero antes de que pudiera responder, llegó otro mensaje de Julieta.

—Mañana te escribo por acá y arreglamos —dijo.

Mi mente explotó de emoción. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué quería Julieta de mí? La idea de que ella estuviera dispuesta a cancelar sus planes para estar conmigo me hizo sentir un escalofrío de excitación.

Mi mente no podía más con la cantidad de cosas que me imaginaba . ¿Qué haríamos mañana? ¿Qué pasaría entre nosotros?

No pude evitar sonreír para mí mismo. Mañana iba a ser un día muy interesante…