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Navidad 24/25: Amor quiere una comida navideña mas caliente

Había ido a casa de mi novia a comer el día de navidad. Estábamos tomando ya el café, cuando comencé a recibir mensajes de mi deliciosa e infiel amiga Amor. Ella también estaba comiendo en casa de sus suegros, pero estaba bastante cansada ya de cena, comida, regalos, niños, etc. Nos empezamos a calentar un poco con los mensajes y esta me acabo diciendo que, si me apetecía vernos, podía buscarse una excusa. Le dije que yo encantadísimo de verla. Al poco esta me contesto que le había dicho a su cornudo que había quedado luego con unas amigas para tomar algo y felicitarse la navidad. Una buena excusa para poder vernos.
A la hora indicada, fui al bar que me dijo. Allí estaba ya Amor, guapísima y sonriente. Iba con un jersey rojo, con estampado navideño con copos de nieve y la figura de un reno, una minifalda cortísima, negra, ajustada y unas medias negras, transparentes. Nos dimos dos besos y me senté con ella. Nos tomamos un café, mientras charlábamos y me contaba que estaba superagobiada y cansada de aguantar anoche y hoy a la familia de su marido y a tanto niño con los regalos y demás cosas de navidad. Me confeso que me escribió, pues estaba a punto de explotar y necesitaba desconectar y verme. Disimuladamente comencé a pasar una de mis manos por su pierna y la dije que no se preocupara, que yo la iba a hacer olvidar los malos momentos.
Nos acabamos los cafés y, con mi coche, nos fuimos a una zona industrial, donde sabíamos que ese día no estarían las naves abiertas. Todo el viaje fui acariciando sus deliciosas piernas, poniéndome cachondísimo con el tacto de sus medias. En cada semáforo que parábamos no podíamos evitar besarnos.
Aparque en un lugar tranquilo y Amor se sentó de rodillas sobre mí, rodeándome el cuello con sus manos y besándome. Mis manos fueron directas a sus muslazos. La falda era tan cortita que, con la forma que se había sentado sobre mí, ya sobresalía el inicio de su rico culo, por lo que mis manos fueron acercándose a él, acariciándolo. Acabe de subir la falda para dejar al descubierto todo ese rico culo, acariciándolo con más ganas aún.
Mis manos volvieron a sus piernas y ahora fueron subiendo hasta agarrar sus tetazas operadas, sin parar de besarnos, acaloradamente. Baje la cabeza, pasándola por sus tetazas tapadas por el jersey, sin dejar de apretarlas con mis manos. Amor cogió su jersey y la camiseta que llevaba debajo y se la subió, hasta quitársela. Amor llevaba un precioso sujetador rojo, de aro, con encaje floral, que juntaba sus tetazas, haciéndola un maravilloso canalillo. Metí mi cara en ese canalillo, besándolo, mientras seguían mis manos apretando y acariciando sus tetazas. Comencé a morder sus tetazas con el sujetador puesto, notando como se endurecían sus pezones. Los mordisquee sobre la tela del sujetador, antes de sacar sus tetazas de este y comérselas a fondo, disfrutando de ellas, con Amor, acariciando mi cabeza y apretándola contra ellas.
Nos fuimos al asiento trasero y Amor se colocó a gatas en el asiento del copiloto, mientras yo me quitaba el pantalón. Amor agarro mi polla y la lamio, para, después, comenzar a comerme los huevos y masturbarme. Subí su falda, dejando su culazo al descubierto, tapado por las medias y un tanga rojo, y comencé a acariciárselo. Amor empezó a hacerme una mamada, cuando mi polla se puso dura, gracias a su mano. Empezó a hacerme una mamada, profundísima, metiéndosela hasta el fondo, comenzando suave, para ir subiendo la velocidad. Amor, paro un segundo para decirme que por fin tenía el regalo de navidad que más le gustaba, y continúo mamándome la polla a tope.
Amor metió mi polla entre sus tetazas y me masturbo. No pude resistirme más, por lo que rompí sus medias y comencé a masturbarla. Comencé a masturbarla a una alta velocidad y Amor me miro con cara de gran felicidad, pidiéndome que no bajara el ritmo. Volvió a comerme la polla, también a una gran velocidad. Mi otra mano comenzó a acariciar sus tetazas. No pare de masturbarla, hasta que se corrió. Cuando saque mis dedos de su empapado coño, los lamí y luego se los di a Amor para que también los lamiera.
Amor me puso un condón y se volvió a sentar de rodillas sobre mí. Agarro mi polla y se la paso por su coño, tapadito por el tanga. Lo acabo apartando y se metió mi polla en su empapado coño. Comenzó a moverse en círculos, suavemente, mientras nos besábamos y la acariciaba los muslos y las tetazas. No tarde en meter mi cabeza entre sus tetazas, apretándolas con mis manos. Cuando empecé a devorárselas, ella empezó a moverse más veloz.
Mis manos apretaban sus muslazos, mientras seguía comiendo sus tetazas y besándonos. Amor comenzó a cabalgar y soltar gemidos, que me ponían bien cachondo. Amor volvió a correrse y entonces cambio mi polla a su culo, siguiendo con la cabalgada. Una de mis manos acariciaba sus tetazas mientras la otra tiraba de su pelo, haciéndola estirarse hacia atrás, metiéndose mi polla más a fondo aun, dentro de su culo.
Amor se volvió a poner a gatas en el asiento. Me quito el condón y volvió a hacerme una maravillosa cubana con sus tetazas. Yo acaricie su culo y acabe metiendo mi mano, nuevamente, por el roto y el tanga, para masturbarla. Cuando la avisé que me iba a correr, Amor, volvió a hacerme una mamada, hasta que me corrí en su boca. Esta tragó y siguió lamiéndomela, mientras yo la masturbaba hasta que se corrió una vez más.

Amor se volvió a sentar de rodillas sobre mí, con sus manos rodeando mi cuello, y charlamos, mientras acariciaba sus piernas. Ella no paraba de darme las gracias por alegrarla el día y por todo lo que la daba y su marido no. No éramos capaces de decir más de dos frases sin acabar besándonos. Terminamos de charlar, cuando agarre las tetazas y se las comí, mordiendo sus pezones y estirándoselos, provocando que gritara de dolor. A pesar de este dolor, ella no me pedía parar y apretaba fuerte sus brazos contra mi cabeza. Amor comenzó a moverse, sintiendo mi polla el roce de su coño tapado por el tanga.
Senté a Amor en el asiento y yo me puse de rodillas en el suelo del coche. Subí una de sus piernas y me coloqué en medio de ellas. Comencé a besar su coño, tapado, mientras acariciaba sus piernas. Comencé a morderla el clítoris por encima del tanga. Acabe apartándolo y mi lengua jugo con su clítoris, mientras mi dedo corazón se metía en su coño, masturbándola. Mi lengua acabo pasando a su coño, metiéndose a fondo, comiéndola el coño. Mis manos acariciaban sus piernas y sus tetazas, indistintamente. No saque mi lengua hasta que Amor se corrió en mi boca.
Tumbe a Amor en el asiento y me coloque sobre ella, dejándola entre mis piernas, con una en el asiento y la otra en el suelo. Golpee sus tetazas con mi polla y pase mi glande por sus duritos pezones. Acabe metiéndola entre sus tetazas. Amor las apretó y comenzó a masturbarme con ellas. Subió la cabeza para lamerme y comerme el glande.
Me coloque de rodillas en el asiento, entre sus piernas, con una de las mías apoyada en el suelo. Me puse un condón, levante una de sus piernas, aparte su tanga y metí mi polla en su coño. Comencé a follarla, mientras acariciaba su pierna levantada y lamia su pie tapado por las medias. Sus tetazas se movían bien rico y no pude contenerme más, por lo que me tumbé sobre ella para comérselas, mientras la follaba más fuerte aún. Amor me rodeo con sus piernas y apretaba para sentir más mis penetraciones. Me volví a poner de rodillas y, ahora, levanté sus piernas, colocándolas contra mi pecho, follándola sin parar, acariciando sus piernas y volviendo a besar y lamer sus pies tapados.
Cuando se corrió, la coloqué a gatas y me puse de rodillas tras ella. Metí mi polla en su culo y se lo empecé a follar. Me incline sobre su espalda, agarrando fuerte sus tetazas y besándonos, mientras la penetraba con golpes duros y secos. Agarré su cabeza y la apreté contra el asiento, mientras me corría dentro de su culo. Volví a sentarme y ella se quedo a gatas. Me quito el condón y me limpio la polla con unos buenos lametones.

Nos volvimos a sentar en el asiento, ella de rodillas sobre mí y nos besamos y la comí y acaricié las tetazas un poco mas, antes de vestirnos y volver al lugar donde Amor tenía su coche.

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