A mis 15 años tenía una amiga mayor con la que hacíamos de todo. Ella fue la que me acompañó a comprarme mí primera tanga y con la primera con la que hablaba abiertamente de sexo. Ambas ya teníamos experiencia sexual, pero ella mucho más por ser un poco mayor que yo.
Nos invitaron a una fiesta de gala y el lugar era demasiado lejos de mí casa por lo que nuestros papás acordaron que yo me quede a dormir en su casa y me recogian al día siguiente.
Fuimos a la fiesta y bailamos, podría decirse que fuimos la atracción, todos nos miraban y esto lo único que despertó fue que queríamos llamar más la atención. Nos pusimos a bailar muy pegadas con movimientos muy sugerentes, para nada propios de nuestra edad. Hasta incluso podíamos notar como muchos invitados mayores de molestaban, pero seguramente también estaban muertos de ganas de poseernos a las dos. La pasamos muy bien.
En un momento fuimos al baño y una señora nos empezó a mandar indirectas de cómo bailabamos y nos movíamos. Dijo algo así como que las chicas bailan tan cochino y luego se quejan de lo que les hacen después. Mí amiga y yo nos reíamos. Pero la señora insistió, entonces mí amiga para darle más rabia me agarró y me dió un beso, entendí lo que ella quería y la correspondí con un beso francés. La señora se fue, pero nosotros nos quedamos besando. La verdad me gustó mucho ese beso, me hubiera quedado haciéndolo si no hubieran entrado más chicas. Salimos del baño y fue más baile y más manoseo. Muchos se nos acercaron a pedirnos bailar incluso algunos mayores. Bailamos con algunos y con otros no. Con mí amiga hablábamos y bromeabamos sobre con cual nos dejaríamos coger.
Al final terminó la fiesta y su papá nos vino a recoger, ambas fuimos en la parte de atrás del coche tomadas de la mano y jugeteando un poco. Llegamos a su casa y me tocó dormír con ella en su cuarto. Seguíamos bromeando y riendo de lo que había pasado en la fiesta. Su mamá vino con un pijama de mí amiga y me dijo que me lo prestaba. Nos despedimos y nos dejaron en la habitación. Le pedí a mi amiga un lugar para cambiarme pero su cuarto no era muy grande y me dijo que no me molestaba que me cambie en frente de ella. Dudé un poco, así que ella empezó. Se quitó soltó el vestido y este cayó al piso revelando sus hermosos senos, se acercó a mí y me volvió a besar tal como lo habíamos hecho en el baño de ese salón, yo la correspondí naturalmente pero está vez nadie nos estaba viendo. Me soltó el vestido y también cayó. Permitiendo que nuestros senos se tocaran. Nos empezamos a acariciar y cada vez la situación se volvía más erótica.
Llevó una de sus manos a mí vagina y me empezó a estimular, empecé a excitarme. Nos fuimos a la cama y ella fue la que me quito la ropa interior, bajo besándome hasta mí vagina y me práctico sexo oral. Fue algo delicioso, por primera vez unos tiernos labios de mujer me realizaban sexo oral y me llevaron al orgasmo muy rápido, empecé a gemir pero rápidamente me dijo que me calle, ya que sus papás podían escucharnos. Una vez que me vine, ella se echó en la cama y me pidió que le hiciera lo mismo, yo hice mí mejor esfuerzo siguiendo las instrucciones que ella me daba y al final también se pudo correr. Luego se incorporó y me montó frotando su vagina contra la mía, recreando todos esos movimientos que hicimos en la pista de baile. Nos besábamos y jugábamos, así hasta quedar exhaustas. Es noche dormimos desnudas y bien empernadas sin peder la oportunidad de besarnos si alguna despertaba.
Al día siguiente despertamos todas pegajosas por el sudor, inmediatamente me ofreció bañarnos. Entramos a la ducha y volvimos a hace el amor. Ambas nos turnabamos para meternos los dedos mientras nos besamos, ya sea en la vagina o en el culo de la otra. Terminada la ducha bajamos a desayunar y sus papás nos recibieron sin sospechar lo que habíamos hecho toda la noche.
Terminamos el desayuno y vinieron a recogerme. Me acompañó a la puerta y en el patio pudimos darnos un último beso. Después volvimos a tener relaciones, compartíamos secretos y en algún punto hombres.
Nos invitaron a una fiesta de gala y el lugar era demasiado lejos de mí casa por lo que nuestros papás acordaron que yo me quede a dormir en su casa y me recogian al día siguiente.
Fuimos a la fiesta y bailamos, podría decirse que fuimos la atracción, todos nos miraban y esto lo único que despertó fue que queríamos llamar más la atención. Nos pusimos a bailar muy pegadas con movimientos muy sugerentes, para nada propios de nuestra edad. Hasta incluso podíamos notar como muchos invitados mayores de molestaban, pero seguramente también estaban muertos de ganas de poseernos a las dos. La pasamos muy bien.
En un momento fuimos al baño y una señora nos empezó a mandar indirectas de cómo bailabamos y nos movíamos. Dijo algo así como que las chicas bailan tan cochino y luego se quejan de lo que les hacen después. Mí amiga y yo nos reíamos. Pero la señora insistió, entonces mí amiga para darle más rabia me agarró y me dió un beso, entendí lo que ella quería y la correspondí con un beso francés. La señora se fue, pero nosotros nos quedamos besando. La verdad me gustó mucho ese beso, me hubiera quedado haciéndolo si no hubieran entrado más chicas. Salimos del baño y fue más baile y más manoseo. Muchos se nos acercaron a pedirnos bailar incluso algunos mayores. Bailamos con algunos y con otros no. Con mí amiga hablábamos y bromeabamos sobre con cual nos dejaríamos coger.
Al final terminó la fiesta y su papá nos vino a recoger, ambas fuimos en la parte de atrás del coche tomadas de la mano y jugeteando un poco. Llegamos a su casa y me tocó dormír con ella en su cuarto. Seguíamos bromeando y riendo de lo que había pasado en la fiesta. Su mamá vino con un pijama de mí amiga y me dijo que me lo prestaba. Nos despedimos y nos dejaron en la habitación. Le pedí a mi amiga un lugar para cambiarme pero su cuarto no era muy grande y me dijo que no me molestaba que me cambie en frente de ella. Dudé un poco, así que ella empezó. Se quitó soltó el vestido y este cayó al piso revelando sus hermosos senos, se acercó a mí y me volvió a besar tal como lo habíamos hecho en el baño de ese salón, yo la correspondí naturalmente pero está vez nadie nos estaba viendo. Me soltó el vestido y también cayó. Permitiendo que nuestros senos se tocaran. Nos empezamos a acariciar y cada vez la situación se volvía más erótica.
Llevó una de sus manos a mí vagina y me empezó a estimular, empecé a excitarme. Nos fuimos a la cama y ella fue la que me quito la ropa interior, bajo besándome hasta mí vagina y me práctico sexo oral. Fue algo delicioso, por primera vez unos tiernos labios de mujer me realizaban sexo oral y me llevaron al orgasmo muy rápido, empecé a gemir pero rápidamente me dijo que me calle, ya que sus papás podían escucharnos. Una vez que me vine, ella se echó en la cama y me pidió que le hiciera lo mismo, yo hice mí mejor esfuerzo siguiendo las instrucciones que ella me daba y al final también se pudo correr. Luego se incorporó y me montó frotando su vagina contra la mía, recreando todos esos movimientos que hicimos en la pista de baile. Nos besábamos y jugábamos, así hasta quedar exhaustas. Es noche dormimos desnudas y bien empernadas sin peder la oportunidad de besarnos si alguna despertaba.
Al día siguiente despertamos todas pegajosas por el sudor, inmediatamente me ofreció bañarnos. Entramos a la ducha y volvimos a hace el amor. Ambas nos turnabamos para meternos los dedos mientras nos besamos, ya sea en la vagina o en el culo de la otra. Terminada la ducha bajamos a desayunar y sus papás nos recibieron sin sospechar lo que habíamos hecho toda la noche.
Terminamos el desayuno y vinieron a recogerme. Me acompañó a la puerta y en el patio pudimos darnos un último beso. Después volvimos a tener relaciones, compartíamos secretos y en algún punto hombres.
2 comentarios - Mí primera vez con una chica