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cogiendo en casa

Angel es un hombre de 35 años se hizo amigo de mi marido para poder llegar a mi, según me contó después, él se dedica a la ganadería, a si que su cuerpo es el de un macho ranchero, que cuando tiene a su presa la usa y la disfruta a su gusto, cosa que hizo conmigo, convirtiéndome en su putita complaciente como él me dice, sin importarle que soy una mujer casada.

Venía a nuestra casa seguido, con el pretexto de ver los partidos de football, mi marido me había comentado que lo conoció en Internet y que ahora le llevaba los casos legales de su ganadería y además eran amigos, pero yo sentía desde que lo conocí, como me desvestía con su mirada, y sus insinuaciones hacia mi siempre estaban presentes cuando venía a nuestra casa.

Al principio me sorprendían, después me sonrojaban, y pasadas los días ya en las noches recordaba las cosas que me susurraba al oído, cuando aprovechaba estar a solas conmigo, y a mi me emocionaba el sentirme deseada.

Me decía cosas cada vez más subidas de tono, como: estás bien rica, desde que te conocí traigo unas ganas enormes de culearte, se ve que tu marido te desperdicia, yo te tendría bien surtidita de verga todos los días como a las yeguas. Esas palabras en mi mente me hacían despertar en las noches con mis tanguitas mojadas.

Una vez se reunieron en nuestra casa a ver un partido de football, ya tarde, mis hijos estaban dormidos, y mi marido, cosa rara se le habían subido las copas y se quedó dormido en plena sala, me di cuenta y le pedí a Angel me ayudara a llevarlo a nuestra recámara, y así fue, mientras Angel lo cargaba me pude dar cuenta que tenía una brazos fuertes por su trabajo, además de unas manos grandes, al cargar a mi marido me deleité la pupila al ver el buen cuerpo del macho, yo estaba usando en ese momento una bata de seda para dormir.

Al estarlo yo acomodando en mi cama, la bata se subió mostrando casi la totalidad de mis muslos y él no desaprovecho la oportunidad para acercase a mi por detrás, y decirme a mi oído,…..Señora que rico culo tiene, como me gustaría cogérmela aquí mismo, en su recámara mientras yo ya sentía su manota en mi tanguita, frotando mi sexo, lo hacía de manera fuerte y a mi eso me estaba matado de calentura.

Tenía miedo que despertara, pero era más mi necesidad de dejarme sentir, de que me usara ya, porque no podía más, este macho me tenía a su merced, desde hacía días deseaba con muchas fuerzas que me culeara como decía él, que me deje hacer de todo lo que él quería.

Sin preámbulo ninguno, me bajó mi tanga, así como me tenía agachada, sentí como se desabrochó su pantalón y me puso en mi rajita ya muy húmeda, una verga grande y gruesa, la que no alcancé a ver pero si la podía sentir, tuve que abrir yo misma mis piernas para permitir que pudiera entrar esa verga en mi vagina.

Mordí mis labios para no hacer ruido, mis hijos dormían en el cuarto de enseguida, pero cuando sentí que había entrado toda en mi vagina, no puede contenerme más y se me salió el primer quejido de dolor y gusto, aggggggggggggg mis piernas me temblaban en cada empujón fuerte, todo su cuerpazo duro era como una viga golpeando en mi trasero, mi cara estaba casi enfrente de la de mi marido, y me sentía culpable pero al mismo tiempo más gozaba y más jugos de mi rajita salían en cada penetración que me daba.

Me dice: que rica estas mamita, ahora si putita te voy a poder gozar siempre como yo quiera, porque de ahora en adelante yo voy a ser tu semental mi yegüita rica.

Y así después de 15 minutos de estarme cogiendo se corrió en mi boca, y pude ver ese pene grande, venoso, y como inundó mi boca de leche.

Él me enseñó muchas cosas más, ya venía a casa sabiendo que mi marido y mis hijas no estaban, me obligaba a vestirme más desinhibida y me decía que además entrando él a mi casa lo recibiera hincada y con mi boca abierta para poner a tono su verga y me culeaba toda la mañana.

Sufrí cuando me la metió la primera vez por el ano pero después también aprendí a gozar de eso.

Yo me había convertido de señora recada en una putita complaciente, hacía todo lo que él me pedía para que no dejara de venir los miércoles y vienes a mi casa, mi marido nunca se ha dado cuenta de nada, pero sin embargo mi hija me hacía preguntas, porque cuando ella llegaba lo encontraba muy seguido aquí en casa, y me preguntaba que a que venía tan seguido.

Pero fue fácil de convencerla que era para saludarnos, Ángel también le caía muuuuuy bien, pero tuve que decirle que a su papá no se si le gustaría saber que venía tan seguido, así que le dije que era un secreto entre los tres y ella aceptó de buena manera., sabia que mi hija le parecia atractivo angel y eso me daba un poco de morbo , besos
cogiendo en casa

4 comentarios - cogiendo en casa

Royito49
Que linda boquita para llenartela de leche
espj2805
Que boca, es ideal para meter mi verga hasta la garganta