Después del enchastre de la playa, no pensaba repetir, pero ocurrió otra vez.
Histeriquie un par de días y empecé a ver cómo, cuándo y dónde.
Me daba morbo, este acercamiento casi explícito, frente a mi marido, a quien lo que le
interesaba era la carnada y el pique.
Yo tenía que disponer de u n par de horas, sola, asi que tenía que tratar que padre e hijo
hagan una aventura juntos. Pasó un día, y no podía coordinar, pasó otro y seguía sin
arreglar, entonces decidi comentarle y él encontró la solución. Mi marido se fue a pescar, al
amanecer yo despierta pero simulando estar dormida, espere se fuera. Me levanté, me puse
un baby doll que había comprado en la avenida tres, ordinario pero sexy. Verifique que
Ezequiel dormía y recibí a mi bañero favorito. La cara de asombro al verme en tanguita y
con transparencias, no la olvido. Fuimos derecho a la habitación, yo pidiendo silencio y lo vi
desnudarse, me encantaba ver ese cuerpo de nadador, sin un gramo de grasa, si músculos
exagerados, y un bronceado que resaltaba la piel blanca en la zona de su short, haciéndolo
más apetecible. Lo,pare contra la puerta y me arrodille frente a él, empecé a chupársela,
peo la altura no me daba el supera 180 de altura, y no podía comérsela toda, así que lo
mude al pie de la cama. La altura justa. ¡Chupame la verga puta de mierda! Me susurraba
para no despertar a mi hijo, y eso me calentaba muchooo. Cuando el frío de la mañana
provocó mis primeros estornudos me acurruque en la cama, me destapo con violencia, el
vuelo de la frazada y la sabana tiraron el velador. Por suerte no despertó a Ezequiel. Me
puso en 4 patitas apuntó a la cola, yo no estaba preparada y no lo dejaba pero el forcejeaba
mas y m a s y m e puse seria si seguis t e vas! Ahí reaccionó
y cedió y me la puso fuerte y me susurraba insultos, para mi y mi esposo Trola come verga,
puta reventada, su pija entraba casi bruscamente, mientras teniéndome del pelo quería, que
e n cada embate, s u pija llegará"a lugares donde otras pijas no habían llegado, me
desarmaba mientras me azotaba la cola con chirlos picantes Fue venciendo mi resistencia y
c a i s o b r e l a c a m a mientras e l desparramaba l e c h e contra t o d o m i cuerpo. Trataba d e
recuperar el aliento cuando me dijo mamamela!. Con las pocas fuerzas y temblando mis
piernas lo monte y empecé poco a poco a saltar sobre su pija con mis manos apoyadas en
su pecho. Viendo como él aguantaba mordiéndose los labios. Acabe. Entonces me dijo:
siento como tus flujos bajan por mis huevos . Nunca me habían dicho algo asi. Me tapo y
nos dormimos un rato. A las 830 se levantó me saludó, y me dijo fijate si tu hijo duerme y se
fue a trabajar al balneario. La batalla había dejado su marca por todo el dormitorio, velador
roto, sábanas sucias, baby doll pisoteado y usado como trapo, mi tanga enrollada y
blanquecina por lechita seca, moretones en mis brazos. Di vuelta las sábanas de abajo para
que los pegotes no se notaran, y mi hijo me sorprendió en el bidet refrescándome los labios
vaginales. Mi marido llego al mediodía contento, habia pescado una raya y dos corvinitas
Histeriquie un par de días y empecé a ver cómo, cuándo y dónde.
Me daba morbo, este acercamiento casi explícito, frente a mi marido, a quien lo que le
interesaba era la carnada y el pique.
Yo tenía que disponer de u n par de horas, sola, asi que tenía que tratar que padre e hijo
hagan una aventura juntos. Pasó un día, y no podía coordinar, pasó otro y seguía sin
arreglar, entonces decidi comentarle y él encontró la solución. Mi marido se fue a pescar, al
amanecer yo despierta pero simulando estar dormida, espere se fuera. Me levanté, me puse
un baby doll que había comprado en la avenida tres, ordinario pero sexy. Verifique que
Ezequiel dormía y recibí a mi bañero favorito. La cara de asombro al verme en tanguita y
con transparencias, no la olvido. Fuimos derecho a la habitación, yo pidiendo silencio y lo vi
desnudarse, me encantaba ver ese cuerpo de nadador, sin un gramo de grasa, si músculos
exagerados, y un bronceado que resaltaba la piel blanca en la zona de su short, haciéndolo
más apetecible. Lo,pare contra la puerta y me arrodille frente a él, empecé a chupársela,
peo la altura no me daba el supera 180 de altura, y no podía comérsela toda, así que lo
mude al pie de la cama. La altura justa. ¡Chupame la verga puta de mierda! Me susurraba
para no despertar a mi hijo, y eso me calentaba muchooo. Cuando el frío de la mañana
provocó mis primeros estornudos me acurruque en la cama, me destapo con violencia, el
vuelo de la frazada y la sabana tiraron el velador. Por suerte no despertó a Ezequiel. Me
puso en 4 patitas apuntó a la cola, yo no estaba preparada y no lo dejaba pero el forcejeaba
mas y m a s y m e puse seria si seguis t e vas! Ahí reaccionó
y cedió y me la puso fuerte y me susurraba insultos, para mi y mi esposo Trola come verga,
puta reventada, su pija entraba casi bruscamente, mientras teniéndome del pelo quería, que
e n cada embate, s u pija llegará"a lugares donde otras pijas no habían llegado, me
desarmaba mientras me azotaba la cola con chirlos picantes Fue venciendo mi resistencia y
c a i s o b r e l a c a m a mientras e l desparramaba l e c h e contra t o d o m i cuerpo. Trataba d e
recuperar el aliento cuando me dijo mamamela!. Con las pocas fuerzas y temblando mis
piernas lo monte y empecé poco a poco a saltar sobre su pija con mis manos apoyadas en
su pecho. Viendo como él aguantaba mordiéndose los labios. Acabe. Entonces me dijo:
siento como tus flujos bajan por mis huevos . Nunca me habían dicho algo asi. Me tapo y
nos dormimos un rato. A las 830 se levantó me saludó, y me dijo fijate si tu hijo duerme y se
fue a trabajar al balneario. La batalla había dejado su marca por todo el dormitorio, velador
roto, sábanas sucias, baby doll pisoteado y usado como trapo, mi tanga enrollada y
blanquecina por lechita seca, moretones en mis brazos. Di vuelta las sábanas de abajo para
que los pegotes no se notaran, y mi hijo me sorprendió en el bidet refrescándome los labios
vaginales. Mi marido llego al mediodía contento, habia pescado una raya y dos corvinitas
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