Me convertí en un obsesionado del culo femenino, no solo por la figura física, la delicadeza de la piel, sino porque también puede convertirse en un área de deseo profundo y punto de excitación que, si se trata y como se debe, puede generar sensaciones que a una mujer le haga ver las estrellas al momento de tener su orgasmo muy intenso
Después de aproximadamente seis meses de estar separado un buen amigo me invito a juntarme con un grupo de su entorno (que yo no conocía) ya que me veía con mi estado de ánimo pesimista y cabizbajo. Grupo que lo componían otras tres parejas y tres chicas solteras, más yo por supuesto, en total éramos 12 personas (7 mujeres, 5 hombres).
Llegue a su domicilio al que me invitaron a la hora señalada y posteriormente comenzaron a llegar 2 parejas más y al rato 2 chicas, así completamos todos los integrantes de esta convivencia, de primera todos muy amenos y joviales, yo bastante incomodo al solo conocer al dueño de casa, pero con los tragos que me servía el ambiente comenzó a ponerse más ameno y llevadero.
Después de cenar y charlas, Gustavo (el dueño de casa y mi amigo), nos invitó a jugar a un juego de salón, algo así como el Monopoli pero para adultos, donde igual al juego tradicional, avanza compras, pero hay penitencias donde se tiran unos dados con poses sexuales, y donde hay que responder preguntas bien hot, y si no te creen pagas penitencias, en fin bastante osado y caliente, donde algunas chicas terminaron solo en ropa interior, y otras parejas casi haciéndolo en frente de nosotros (toda simulación sexual se hacía con ropa, pero si la pareja se calentaba se iban a los dormitorios de visita. A veces se escuchaban aullidos, gemidos y gritos….
Llegó uno de mis turnos de lanzar y salió contar una historia hot, asi que debía relatar alguna experiencia de acuerdo a lo que quería uno de los asistentes, y una de las chicas me pidió que contara algo con sexo anal… y comencé a relatarle la primera vez que yo le hacía sexo anal a una mujer y lo que más le llamaba la atención de mi relato era que lo hacía con una mujer mayor que yo, así que todos bien atentos a mi relato, notaba un ambiente con la sensación de excitación a flor de piel, y creo también que algunas chicas fantaseaban con mi relato…
Básicamente el relato refería a que la dama que estaba en esa situación del relato, había logrado tener orgasmos anales, cosa que a las chicas no lo creían principalmente porque ellas decían que era doloroso al principio, y si bien lo aguantaban y posteriormente con la excitación lo gozaban era difícil creer que se lograra un orgasmo con una penetración de ese tipo. Al final no creyeron en mi relato terminé siendo el primer hombre del grupo en quedar completamente desnudo. Lo bueno que creo que todas las chicas, incluyendo las que tenían parejas quedaron congraciadas por lo que veían en frente de sus ojos
Al final de la jornada, quedamos casi todos desnudos, algunas chicas solo en unos pequeños colalles y los hombres con nuestros genitales al aire. No tuve la oportunidad de tener nada, pero sabia
una chica muy joven de 23 años comenzó a comunicarse conmigo, la comunicación comenzó por el WhatsApp del grupo, primero saludándome, haciendo preguntas banales sobre mi amistar con Gustavo, hasta que las preguntas comenzaron a ponerse más picante, preguntándome si la historia era real a lo que respondí que sí.
En otro mensaje pregunto -… ¿Cómo sucedió? Que paso -
Después preguntaría, -… ¿qué sabe tu esposa? ¿No tienes miedo? -
Y de nuevo, ¿qué pasa con lo doloroso que es hacerlo por ahí? Y más y más preguntas.
Después de unos días, me conto que tenía pareja, que él era 10 años mayor, pero que por temas de trabajo muy pocas veces pasaban juntos, al final me contaba que ella las relaciones con su marido era una vez al mes a lo sumo dos veces.
Por las preguntas yo notaba que tenía mucha curiosidad por practicarlo, nunca su marido y su único hombre se atrevió sin siquiera besar su orificio anal, con suerte pasar un dedo, menos sexo oral completo. Es decir, pasarle completamente la lengua en su sexo y ano, en que ella sintiera como la humedad de su vagina se combinaba con la saliva de la lengua de su esposo. Me contaba que está casada con un hombre que trabaja en algo de alta tecnología y trabaja constantemente, viaja mucho al exterior, también me dio detalles de su verga que la tiene tamaño promedio, pero que es gruesa, que a ella le gustaría que la complaciera todos los días, pero que a lo más con él tiene sexo una vez al mes a lo sumo dos veces, nada gratificante para ella, Su esposo es de los que acaban y ya se van, no se fija en que ella disfrute, menos que consiga un orgasmo, el cual ella misma me indica que se los consigue con autosatisfacción.
Luego ya de unas semanas, me tenía más confianza, Sentí que la chica estaba interesada y a su vez avergonzada por todas las historias que le contaba, nos mensajeábamos por una aplicación que permitía borrar los chats, cosa que ella propuso. Las preguntas se volvieron más y más sexuales, yo ya comencé a curiosear ¿cómo estaban sus senos? ¿Cómo era su olor? Si tenía su monte depilado, Así como ella preguntaba ¿Se te paro? ¿Qué sentí, ¿Estas excitado…? Hasta que en una noche me menciono que cuando vio mi pene erecto quedo pasmada ya que nunca había visto algo grueso y largo, ya que lo único que había visto en sus 23 años era de su esposo, y no tenía nada que ver con el nuevo miembro que tenía frente a su cara.
También comenzó a contarme sobre su fantasía, no quería traicionarlo, que no estaba dispuesta a dar besos ni penetraciones. Ella me contaba que su fantasía era acariciar una verga larga, que no quiere quitarse la ropa … y solo quiere a “alguien para lamerme el culo” es lo que escribió y desapareció por una semana.
Ahora yo ya estaba intrigado de entender cómo lamerle su culo va junto con “no traicionar”.
Después de esa semana desaparecida, supe que su esposo estuvo en la ciudad y tuvo que atenderlo. Nos escribimos y ella comenzó a coquetear conmigo únicamente sobre el tema del culo. Su escritura se volvió cada vez más sexual, casi sexting.
Luego, sin notificarme ni prepararme, envió una instantánea de su culo cerrado bajo su tanga. Un culo jugoso dentro de un pequeño calzón rosa.
“Sexy” le envié por mensaje
y ella respondió: ¿realmente crees eso?
Yo dije -…¡que sí!!.
¿Querer ver más?, fue su próximo mensaje que ella me envió.
Respondí que -…“claro, pero solo si está realmente cómoda y segura”.
Me envió su fotografía, ahora se apreciaba su culo abierto totalmente desnudo, se notaba que lo acaricia y con sus dedos tocando su agujero oscuro, me escribe que gimió al tocárselo y fue describiendo cómo se va empujando ese dedo sobre su esfínter, que lentamente va consiguiendo abrirse paso introduciéndolo un poco, y que después vuelve para lamerlo y volver sobre su orificio anal.
Ella tomó algunas fotos más de sus nalgas cerradas y le pedí que lo abriera y mostrara el agujero, que deseaba ser lamido ya que nunca había probado la lengua de un hombre. Envió 2 fotos más, tan confundida estaba también tomó en la foto la mitad de su rostro. Se notaba su cara de excitación y placer que sentía al tocarse su agujero.
Ella se encontraba en un éxtasis bastante excitada y me envió un mensaje -…“llámame tengo algo de tiempo”
Me dejo perplejo, que no lo esperaba. Llamé a su número y ella respondió, algo vacilante. Estaba sola sin su esposo que por dos semanas estaría en el exterior y decidió tomarse el tiempo para masturbarse.
-… “Me siento caliente, mi clítoris palpita… me siento muy humedecida, nunca mi esposo me hizo estar en esta situación” … Me dijo que estaba acostada en la cama con las piernas abierta de lado a lado.
Me indicaba que su culo está abierto y lo acaricia y que tocaba con sus dedos su agujero oscuro, me gimió a través de la llamada mientras me daba detalles de cómo empujaba nuevamente su dedo al interior, se lamia el dedo y volvía a la entrada estrecha, intentando penetrarse, dando un impulso para que este entrara, con lo lubricado que estaba el agujero logro entrar la primera falange a lo que se le escapo un grito de placer.
Mi pene no lo soportó y se puso como un misil, comenzamos a describirnos cómo le rompería el culo, primero oliéndolo y lamiéndole, mojando su agujero y relamiéndoselo. Ella gimió nuevamente, pero ahora eran gemidos más intensos, mas acelerados y después de unos minutos jadeante con gemidos entrecortados llego a un orgasmo consigo misma. Se quedó conmigo en la línea hasta que yo eyaculara también, mi respiración agitada, y el sonido que hacia al jalarme mi verga endurecida hasta ya comunicarle que me venía llenando mi mano de mi semen, después de un rato colgamos.
Así es como nos masturbamos en secreto durante dos semanas, su esposo al fin regresó y nos calmamos un poco.
Comencé a buscar videos porno sobre hombres que lamían el agujero negro de mujeres, cómo las deleitaban con sus lenguas, mujeres sentadas sobre los rostros de sus amantes, las que le enviaba a su chat de app. Yo Empezaba a calentarme mucho con esa idea de lamerle su delicioso culo.
Después de dos semanas, me escribió que su esposo había vuelto a viajar al exterior esta vez por tres semanas y que ella estaba en “esos días” y que solo habían tenido relaciones desde entonces una vez. Me envió un mensaje para que la llamará a la mañana siguiente,
Esperé la mañana en la que estaba solo en casa y la llamé muy caliente. Ambos comenzamos a describir cómo sería al conocernos y como yo me ocuparía de su culo. Ella gimió y colgó, y me llamo por videollamada , estaba usando unos pantaloncitos cortos medio debajo de las piernas, y todo su trasero estaba expuesto. Inmediatamente cambié la cámara a mi posición, sacando mi pene al aire ya endurecido por la excitación, me describió cómo se masturbaría mientras yo lamía su ano.
-… Quiero sentir tu lengua frotarme el culo, quiero sentir como me penetras dejándome llena de saliva, y después me metes los dedos así suavemente, hasta que mi agujero se acostumbra a tenerte dentro de mi para recibir tu lengua húmeda… así como me encanta, ya quiero probarlo”
Ella ya sabía cómo sería esa primera vez lamiendo su culo, aunque fantaseaba con mi lengua y mi verga. Fue exquisito mostrarle mi pene endurecido y como escapaban mis chorros de semen sobre mi mano, nos reímos y ambos llegamos a nuestro orgasmo. Quería olerla y lamer su agujero negro. Le escribí que fue fascinante, y ella respondió que es una pena que no esté allí. Le dije que tuviera cuidado con sus pedidos y me envió una foto de su ropa interior que compró, que solo dejaba todo su culo al descubierto.
Me reí y le dije que -…”Te estas tomando muy en serio lo de lamerle el culo”.
Ella me dijo -… “venga a lamerme mi agujero, necesito una lengua acá” yo comprendía que para ella esto no era una traición.
-…”¿Cuándo?” le escribí …
Ella me contestó que en dos días más y me dio una dirección, me quedé callado y revisé en Google. De hecho, una casa privada muy grande en un barrio residencial bien acomodado, descubrí el apellido que vive allí en y busque Facebook una chica delicada tierna y cara algo vergonzosa.
Pasaron los dos días… La llamé, y le dije que estaba cerca. enseguida aclaro:
-… “Recuerda que es sin besos, sin coger” … ni que ella me haría chupadas, solo era lamerme el culo hacerle gozar que después te acabare un orgasmo con mi mano, me aclaró.
Bueno, acorde, yo no tengo problemas con eso.
No sabía si tocar el timbre o no. Ella me llamó por el intercomunicador para entrar, entré en casi en pánico.
Ella me vio en cámara esperando. Abrió la puerta desde el intercomunicador y entré, en el camino hacia la puerta de la casa que era largo y cuando llegué a la puerta principal, ella la abrió para mí.
La saludé, Llevaba jeans ajustados y un suéter blanco, gentilmente ligeramente confeccionado, entré y mi corazón latía a 1000. Al pasar me llevo al living, me ofreció sentarme.
-…Vino? Me preguntó y contesté que sí, que probablemente respondí rápidamente y abrió una botella, ¡Salud! se rió y los dos bebimos.
-…” Pensé que solo te interesaba que te lama el culo” dije y ella se sonrojó y tomó un sorbo de vino.
-…”Sí”, dijo y me llevó de la mano a la sala de su dormitorio, la cama era alta y había música clásica con tenue luz amarilla. Se tumbó en la cama boca abajo y extendió las manos, tomé un sorbo de vino y mi verga estaba que reventaba en mis pantalones. No sabía qué esperar y qué hacer. Levantó su panza y abrió sus pantalones y comenzó a bajarlos y me dijo que la ayudara. Le quité los zapatos lentamente y comencé a tirar de los jeans hasta deslizarlo por sus piernas.
Su redondo y hermoso trasero estaba expuesto a mí dentro de la lencería especial que compró. Estoy realmente avergonzada susurro mientras sumergía la cara en la almohada
¿eh? Le pregunté como si no entendiera lo que estaba diciendo. Precioso culo le dije, bajé mi cara y le di un beso en una de sus nalgas.
Se congeló y quedó sin moverse, con mis dedos le acaricié tanto ese culo que tanto quise, lo masajeé, me puse de rodillas y comencé a besarle primero las nalgas, una después la otra, lentamente mi lengua subía hacia su culo que ya estaba temblando de emoción, paseaba con la lengua húmeda sobre la piel de las nalgas y sentí como ella estaba temblando y gimiendo, sí, lamí a su ritmo aún más y más tratando de profundizar entre sus nalgas y lentamente acercándome a su oscura entrada. Estaba un poco peluda allí, pero no me molestó, su trasero olía fuerte pero adorable y eso me puso más caliente, puso su cara en la almohada, extendió sus brazos hacia atrás poniendo las manos en cada cachete de sus nalgas y separo abriendo y exponiendo así su lindo valle oscuro y peludo. Me acerque y lo volví a oler, no era un aroma maloliente pero si como de un perfume dulce, recién duchó dijo y le di un beso en el agujero, ahuecó y puse mis labios en su ano y comencé a lamer ese culo, lo mojé, ella gimió y mordisqueó sus labios y movió su culo en círculos en mi boca mientras yo lo lamia y seguía comiendo su culo para insertar mi lengua en su agujero y torcer mi lengua en el apretado esfínter, entonces, ella bajó su mano hacia su vagina y comenzó a darse placer mientras le comía el agujero bien profundo, sus dedos frotaban sobre su clítoris y de vez en cuando entraban y salían de la cavidad vaginal. Ella estaba en éxtasis. Saqué mi verga del pantalón liberándola de la presión de estar sometida sobre mi ajustado bóxer y me masturbé suavemente porque me di cuenta de que no recibiría tratamiento alguno, ella estaba en su sueño, extasiada, lujuriosa, en la cima de la excitación máxima. Yo me masturbaba con una mano mientras la otra fregaba con mis dedos en su agujero mientras también pasaba la lengua desde su agujero hasta su clítoris.
Al momento que le metí un dedo el culo, ella saltó y se quejó por un instante, sentía dolor y placer a la vez, así estuve unos 10 minutos, tal vez más, su culo comenzaba a humedecerse con los fluidos que salían desde el interior de su vagina, fue increíble. Ella dio un gritó y se estremeció, sus gemidos se hacían más extensos, gritos de placer se le escapaban, sus piernas comenzaron a temblar, se echó sobre la cama, dejó todo su trasero expuesto y erguido hasta que las convulsiones le hicieron explotar en un orgasmo que le provoco chorros desde su vagina que mojaban la cama, cayendo tumbada en la cama, después de lamer su culo me puse de pie y comencé a chorrear mi leche sobre sus nalgas, se rió y me dijo que estaba loca. Los dos estábamos al fin satisfechos.
Corrió hacia la ducha tal vez algo avergonzada, gritando que tenía que irme, lo cual me causo gracia. Le grité mi nombre y ella me gritó el suyo. Me dijo que salga solo la puerta se cerrara por si misma.
Llámame, gritó y abrió el agua ……….
Después de aproximadamente seis meses de estar separado un buen amigo me invito a juntarme con un grupo de su entorno (que yo no conocía) ya que me veía con mi estado de ánimo pesimista y cabizbajo. Grupo que lo componían otras tres parejas y tres chicas solteras, más yo por supuesto, en total éramos 12 personas (7 mujeres, 5 hombres).
Llegue a su domicilio al que me invitaron a la hora señalada y posteriormente comenzaron a llegar 2 parejas más y al rato 2 chicas, así completamos todos los integrantes de esta convivencia, de primera todos muy amenos y joviales, yo bastante incomodo al solo conocer al dueño de casa, pero con los tragos que me servía el ambiente comenzó a ponerse más ameno y llevadero.
Después de cenar y charlas, Gustavo (el dueño de casa y mi amigo), nos invitó a jugar a un juego de salón, algo así como el Monopoli pero para adultos, donde igual al juego tradicional, avanza compras, pero hay penitencias donde se tiran unos dados con poses sexuales, y donde hay que responder preguntas bien hot, y si no te creen pagas penitencias, en fin bastante osado y caliente, donde algunas chicas terminaron solo en ropa interior, y otras parejas casi haciéndolo en frente de nosotros (toda simulación sexual se hacía con ropa, pero si la pareja se calentaba se iban a los dormitorios de visita. A veces se escuchaban aullidos, gemidos y gritos….
Llegó uno de mis turnos de lanzar y salió contar una historia hot, asi que debía relatar alguna experiencia de acuerdo a lo que quería uno de los asistentes, y una de las chicas me pidió que contara algo con sexo anal… y comencé a relatarle la primera vez que yo le hacía sexo anal a una mujer y lo que más le llamaba la atención de mi relato era que lo hacía con una mujer mayor que yo, así que todos bien atentos a mi relato, notaba un ambiente con la sensación de excitación a flor de piel, y creo también que algunas chicas fantaseaban con mi relato…
Básicamente el relato refería a que la dama que estaba en esa situación del relato, había logrado tener orgasmos anales, cosa que a las chicas no lo creían principalmente porque ellas decían que era doloroso al principio, y si bien lo aguantaban y posteriormente con la excitación lo gozaban era difícil creer que se lograra un orgasmo con una penetración de ese tipo. Al final no creyeron en mi relato terminé siendo el primer hombre del grupo en quedar completamente desnudo. Lo bueno que creo que todas las chicas, incluyendo las que tenían parejas quedaron congraciadas por lo que veían en frente de sus ojos
Al final de la jornada, quedamos casi todos desnudos, algunas chicas solo en unos pequeños colalles y los hombres con nuestros genitales al aire. No tuve la oportunidad de tener nada, pero sabia
una chica muy joven de 23 años comenzó a comunicarse conmigo, la comunicación comenzó por el WhatsApp del grupo, primero saludándome, haciendo preguntas banales sobre mi amistar con Gustavo, hasta que las preguntas comenzaron a ponerse más picante, preguntándome si la historia era real a lo que respondí que sí.
En otro mensaje pregunto -… ¿Cómo sucedió? Que paso -
Después preguntaría, -… ¿qué sabe tu esposa? ¿No tienes miedo? -
Y de nuevo, ¿qué pasa con lo doloroso que es hacerlo por ahí? Y más y más preguntas.
Después de unos días, me conto que tenía pareja, que él era 10 años mayor, pero que por temas de trabajo muy pocas veces pasaban juntos, al final me contaba que ella las relaciones con su marido era una vez al mes a lo sumo dos veces.
Por las preguntas yo notaba que tenía mucha curiosidad por practicarlo, nunca su marido y su único hombre se atrevió sin siquiera besar su orificio anal, con suerte pasar un dedo, menos sexo oral completo. Es decir, pasarle completamente la lengua en su sexo y ano, en que ella sintiera como la humedad de su vagina se combinaba con la saliva de la lengua de su esposo. Me contaba que está casada con un hombre que trabaja en algo de alta tecnología y trabaja constantemente, viaja mucho al exterior, también me dio detalles de su verga que la tiene tamaño promedio, pero que es gruesa, que a ella le gustaría que la complaciera todos los días, pero que a lo más con él tiene sexo una vez al mes a lo sumo dos veces, nada gratificante para ella, Su esposo es de los que acaban y ya se van, no se fija en que ella disfrute, menos que consiga un orgasmo, el cual ella misma me indica que se los consigue con autosatisfacción.
Luego ya de unas semanas, me tenía más confianza, Sentí que la chica estaba interesada y a su vez avergonzada por todas las historias que le contaba, nos mensajeábamos por una aplicación que permitía borrar los chats, cosa que ella propuso. Las preguntas se volvieron más y más sexuales, yo ya comencé a curiosear ¿cómo estaban sus senos? ¿Cómo era su olor? Si tenía su monte depilado, Así como ella preguntaba ¿Se te paro? ¿Qué sentí, ¿Estas excitado…? Hasta que en una noche me menciono que cuando vio mi pene erecto quedo pasmada ya que nunca había visto algo grueso y largo, ya que lo único que había visto en sus 23 años era de su esposo, y no tenía nada que ver con el nuevo miembro que tenía frente a su cara.
También comenzó a contarme sobre su fantasía, no quería traicionarlo, que no estaba dispuesta a dar besos ni penetraciones. Ella me contaba que su fantasía era acariciar una verga larga, que no quiere quitarse la ropa … y solo quiere a “alguien para lamerme el culo” es lo que escribió y desapareció por una semana.
Ahora yo ya estaba intrigado de entender cómo lamerle su culo va junto con “no traicionar”.
Después de esa semana desaparecida, supe que su esposo estuvo en la ciudad y tuvo que atenderlo. Nos escribimos y ella comenzó a coquetear conmigo únicamente sobre el tema del culo. Su escritura se volvió cada vez más sexual, casi sexting.
Luego, sin notificarme ni prepararme, envió una instantánea de su culo cerrado bajo su tanga. Un culo jugoso dentro de un pequeño calzón rosa.
“Sexy” le envié por mensaje
y ella respondió: ¿realmente crees eso?
Yo dije -…¡que sí!!.
¿Querer ver más?, fue su próximo mensaje que ella me envió.
Respondí que -…“claro, pero solo si está realmente cómoda y segura”.
Me envió su fotografía, ahora se apreciaba su culo abierto totalmente desnudo, se notaba que lo acaricia y con sus dedos tocando su agujero oscuro, me escribe que gimió al tocárselo y fue describiendo cómo se va empujando ese dedo sobre su esfínter, que lentamente va consiguiendo abrirse paso introduciéndolo un poco, y que después vuelve para lamerlo y volver sobre su orificio anal.
Ella tomó algunas fotos más de sus nalgas cerradas y le pedí que lo abriera y mostrara el agujero, que deseaba ser lamido ya que nunca había probado la lengua de un hombre. Envió 2 fotos más, tan confundida estaba también tomó en la foto la mitad de su rostro. Se notaba su cara de excitación y placer que sentía al tocarse su agujero.
Ella se encontraba en un éxtasis bastante excitada y me envió un mensaje -…“llámame tengo algo de tiempo”
Me dejo perplejo, que no lo esperaba. Llamé a su número y ella respondió, algo vacilante. Estaba sola sin su esposo que por dos semanas estaría en el exterior y decidió tomarse el tiempo para masturbarse.
-… “Me siento caliente, mi clítoris palpita… me siento muy humedecida, nunca mi esposo me hizo estar en esta situación” … Me dijo que estaba acostada en la cama con las piernas abierta de lado a lado.
Me indicaba que su culo está abierto y lo acaricia y que tocaba con sus dedos su agujero oscuro, me gimió a través de la llamada mientras me daba detalles de cómo empujaba nuevamente su dedo al interior, se lamia el dedo y volvía a la entrada estrecha, intentando penetrarse, dando un impulso para que este entrara, con lo lubricado que estaba el agujero logro entrar la primera falange a lo que se le escapo un grito de placer.
Mi pene no lo soportó y se puso como un misil, comenzamos a describirnos cómo le rompería el culo, primero oliéndolo y lamiéndole, mojando su agujero y relamiéndoselo. Ella gimió nuevamente, pero ahora eran gemidos más intensos, mas acelerados y después de unos minutos jadeante con gemidos entrecortados llego a un orgasmo consigo misma. Se quedó conmigo en la línea hasta que yo eyaculara también, mi respiración agitada, y el sonido que hacia al jalarme mi verga endurecida hasta ya comunicarle que me venía llenando mi mano de mi semen, después de un rato colgamos.
Así es como nos masturbamos en secreto durante dos semanas, su esposo al fin regresó y nos calmamos un poco.
Comencé a buscar videos porno sobre hombres que lamían el agujero negro de mujeres, cómo las deleitaban con sus lenguas, mujeres sentadas sobre los rostros de sus amantes, las que le enviaba a su chat de app. Yo Empezaba a calentarme mucho con esa idea de lamerle su delicioso culo.
Después de dos semanas, me escribió que su esposo había vuelto a viajar al exterior esta vez por tres semanas y que ella estaba en “esos días” y que solo habían tenido relaciones desde entonces una vez. Me envió un mensaje para que la llamará a la mañana siguiente,
Esperé la mañana en la que estaba solo en casa y la llamé muy caliente. Ambos comenzamos a describir cómo sería al conocernos y como yo me ocuparía de su culo. Ella gimió y colgó, y me llamo por videollamada , estaba usando unos pantaloncitos cortos medio debajo de las piernas, y todo su trasero estaba expuesto. Inmediatamente cambié la cámara a mi posición, sacando mi pene al aire ya endurecido por la excitación, me describió cómo se masturbaría mientras yo lamía su ano.
-… Quiero sentir tu lengua frotarme el culo, quiero sentir como me penetras dejándome llena de saliva, y después me metes los dedos así suavemente, hasta que mi agujero se acostumbra a tenerte dentro de mi para recibir tu lengua húmeda… así como me encanta, ya quiero probarlo”
Ella ya sabía cómo sería esa primera vez lamiendo su culo, aunque fantaseaba con mi lengua y mi verga. Fue exquisito mostrarle mi pene endurecido y como escapaban mis chorros de semen sobre mi mano, nos reímos y ambos llegamos a nuestro orgasmo. Quería olerla y lamer su agujero negro. Le escribí que fue fascinante, y ella respondió que es una pena que no esté allí. Le dije que tuviera cuidado con sus pedidos y me envió una foto de su ropa interior que compró, que solo dejaba todo su culo al descubierto.
Me reí y le dije que -…”Te estas tomando muy en serio lo de lamerle el culo”.
Ella me dijo -… “venga a lamerme mi agujero, necesito una lengua acá” yo comprendía que para ella esto no era una traición.
-…”¿Cuándo?” le escribí …
Ella me contestó que en dos días más y me dio una dirección, me quedé callado y revisé en Google. De hecho, una casa privada muy grande en un barrio residencial bien acomodado, descubrí el apellido que vive allí en y busque Facebook una chica delicada tierna y cara algo vergonzosa.
Pasaron los dos días… La llamé, y le dije que estaba cerca. enseguida aclaro:
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Bueno, acorde, yo no tengo problemas con eso.
No sabía si tocar el timbre o no. Ella me llamó por el intercomunicador para entrar, entré en casi en pánico.
Ella me vio en cámara esperando. Abrió la puerta desde el intercomunicador y entré, en el camino hacia la puerta de la casa que era largo y cuando llegué a la puerta principal, ella la abrió para mí.
La saludé, Llevaba jeans ajustados y un suéter blanco, gentilmente ligeramente confeccionado, entré y mi corazón latía a 1000. Al pasar me llevo al living, me ofreció sentarme.
-…Vino? Me preguntó y contesté que sí, que probablemente respondí rápidamente y abrió una botella, ¡Salud! se rió y los dos bebimos.
-…” Pensé que solo te interesaba que te lama el culo” dije y ella se sonrojó y tomó un sorbo de vino.
-…”Sí”, dijo y me llevó de la mano a la sala de su dormitorio, la cama era alta y había música clásica con tenue luz amarilla. Se tumbó en la cama boca abajo y extendió las manos, tomé un sorbo de vino y mi verga estaba que reventaba en mis pantalones. No sabía qué esperar y qué hacer. Levantó su panza y abrió sus pantalones y comenzó a bajarlos y me dijo que la ayudara. Le quité los zapatos lentamente y comencé a tirar de los jeans hasta deslizarlo por sus piernas.
Su redondo y hermoso trasero estaba expuesto a mí dentro de la lencería especial que compró. Estoy realmente avergonzada susurro mientras sumergía la cara en la almohada
¿eh? Le pregunté como si no entendiera lo que estaba diciendo. Precioso culo le dije, bajé mi cara y le di un beso en una de sus nalgas.
Se congeló y quedó sin moverse, con mis dedos le acaricié tanto ese culo que tanto quise, lo masajeé, me puse de rodillas y comencé a besarle primero las nalgas, una después la otra, lentamente mi lengua subía hacia su culo que ya estaba temblando de emoción, paseaba con la lengua húmeda sobre la piel de las nalgas y sentí como ella estaba temblando y gimiendo, sí, lamí a su ritmo aún más y más tratando de profundizar entre sus nalgas y lentamente acercándome a su oscura entrada. Estaba un poco peluda allí, pero no me molestó, su trasero olía fuerte pero adorable y eso me puso más caliente, puso su cara en la almohada, extendió sus brazos hacia atrás poniendo las manos en cada cachete de sus nalgas y separo abriendo y exponiendo así su lindo valle oscuro y peludo. Me acerque y lo volví a oler, no era un aroma maloliente pero si como de un perfume dulce, recién duchó dijo y le di un beso en el agujero, ahuecó y puse mis labios en su ano y comencé a lamer ese culo, lo mojé, ella gimió y mordisqueó sus labios y movió su culo en círculos en mi boca mientras yo lo lamia y seguía comiendo su culo para insertar mi lengua en su agujero y torcer mi lengua en el apretado esfínter, entonces, ella bajó su mano hacia su vagina y comenzó a darse placer mientras le comía el agujero bien profundo, sus dedos frotaban sobre su clítoris y de vez en cuando entraban y salían de la cavidad vaginal. Ella estaba en éxtasis. Saqué mi verga del pantalón liberándola de la presión de estar sometida sobre mi ajustado bóxer y me masturbé suavemente porque me di cuenta de que no recibiría tratamiento alguno, ella estaba en su sueño, extasiada, lujuriosa, en la cima de la excitación máxima. Yo me masturbaba con una mano mientras la otra fregaba con mis dedos en su agujero mientras también pasaba la lengua desde su agujero hasta su clítoris.
Al momento que le metí un dedo el culo, ella saltó y se quejó por un instante, sentía dolor y placer a la vez, así estuve unos 10 minutos, tal vez más, su culo comenzaba a humedecerse con los fluidos que salían desde el interior de su vagina, fue increíble. Ella dio un gritó y se estremeció, sus gemidos se hacían más extensos, gritos de placer se le escapaban, sus piernas comenzaron a temblar, se echó sobre la cama, dejó todo su trasero expuesto y erguido hasta que las convulsiones le hicieron explotar en un orgasmo que le provoco chorros desde su vagina que mojaban la cama, cayendo tumbada en la cama, después de lamer su culo me puse de pie y comencé a chorrear mi leche sobre sus nalgas, se rió y me dijo que estaba loca. Los dos estábamos al fin satisfechos.
Corrió hacia la ducha tal vez algo avergonzada, gritando que tenía que irme, lo cual me causo gracia. Le grité mi nombre y ella me gritó el suyo. Me dijo que salga solo la puerta se cerrara por si misma.
Llámame, gritó y abrió el agua ……….
1 comentarios - Me convertí en adicto a los culos femeninos