La despedida de año

Lo que les vengo a contar ocurrió hace una semana.
La empresa dónde trabajo organizó la despedida de año y a pesar de que sólo hace mes y medio que comencé a trabajar ahí, me invitaron a ir.
Sólo conocía a un par chicos por lo que me quedé afuera esperando a alguno de ellos para entrar.
Llegó Nico con una chica - él era mi compañero de oficina -, pensé que podía ser su esposa pero me la presentó diciéndome que era una de las chicas de la oficina de recursos humanos
Vico -era su apodo- era rubia, extremadamente bella, de ojos celestes y aparentaba muchos años menos de los 31 que dijo tener. Su único"defecto" era ser algo rellenita, pero eso era lo de menos ante su cara y sus increíbles tetas.
Nico me dijo al oído que se comentaba que era la hembra del jefe pero poco me importó, ya que desde el momento en que nos presentaron noté que ella me buscaba y yo también la busqué.
Nos sentamos uno al lado del otro y conversábamos animadamente sin importar las miradas de los demás.
En un momento ella me habla al oído y me dice que le gustaba mi perfume y entonces la invito a que huela mi cuello, y el roce de su nariz hizo que mi pija se endureciera mal.
Continuamos comiendo y me pregunta si en el pecho también me había puesto perfume, a lo que respondo que sí y apoyando mi mano en su pierna la invito a olerme... Vico se ríe y me dice que estoy loco, que todos nos están mirando, y continuamos comiendo.
En ningún momento retiré la mano de su pierna y cada tanto ella apoyaba la suya jugando con nuestros dedos.
Terminamos la comida y pasamos a un patio donde había una barra al aire libre y pedimos champagne.
En ese momento y ya jugado le digo al oído que me gustaría derramar el champagne sobre sus pechos y tomar de ahí
Vico se ríe y mirándome con esos ojos celestes me dice que le iba a manchar la camisa, que antes tendría que sacársela y que si me animaba eso solo podía pasar en su casa.
Disimuladamente tomé su mano y la llevé a mi bulto. Vico apretó mi pija y me pidió que nos fuésemos ya porque estaba re caliente
Sin despedirnos de nadie nos fuimos a su departamento.
De camino nos besamos en algún semáforo y no paró de amasijarme la pija.
En el ascensor saqué afuera la pija y se agachó y la besó
Entramos y empezamos a besarnos, le saqué la camisa y el corpiño y aparecieron dos tetas inmensas que no tardé en llevarme a la boca.
Nos tiramos a la cama y cogimos en diferentes posiciones, pidiéndome que no le acabara dentro sino en su boca.
A la mañana volvimos a coger y antes de irme me confirmó que era la amante del jefe, que él le pagaba el departamento y que teníamos que tener cuidado.
Desde ese día cogimos el martes y el jueves.
Hace mes y medio que conseguí ese trabajo y me estoy cogiendo a la hembra del jefe.
Espero no me echen.