En la uni tuve la mejor novia de mi vida. Ella era igual de morbosa que yo y compartíamos muchas fantasías.
Una de nuestras actividades cuando estábamos solos era ver pelis porno (de orgias), siempre nos masturbábamos mutuamente mirando y haciendo comentarios de lo que veíamos en las pelis. Ella siempre se asombraba cuando veía pollas de tamaño monstruoso y yo festejaba cuando veíamos una actriz con tetas enormes (ella las tenía de muy buen tamaño pero no grandes).
Sabíamos perfectamente lo que nos gustaba. Cuando veíamos en la calle a un tipo grande y musculoso yo me hacia el loco mirando hacia otro lado para que ella pudiera ver a gusto. Cuando veíamos a alguna tetona ella buscaba algo en la bolsa para que yo pudiera embobarme mirándole las tetas.
Algo que nos gustaba hacer en público era besarnos en fiestas frente a mis amigos, le apretaba descaradamente las nalgas y los pechos para hacerles espectáculo. Ella me decía que era solamente mía y le excitaba que yo lo demostrara en frente de todo mundo.
Yo pasaba mucho tiempo en casa de mi novia y tenía buena amistad con toda la familia pero mas con mi cuñada (1 año menor que mi novia). Bromeábamos y reíamos bastante, ella era igual de delgadita que mi novia, también tenía el trasero igual de paradito pero sus pechos estaban del tamaño que a mi me encantaba (muy grandes).
Aunque obviamente yo siempre me mordía un huevo para no mirárselos por respeto a ella y a mi novia, siempre tuve una misteriosa suerte con mi cuñada.
La casa de ellas casa era algo pequeña, había poco espacio entre los muebles y todo quedaba algo apretado, era muy común tocar accidentalmente con mi mano sus piernas o trasero, también ocurría uno que otro arrimón involuntario en la cocina o en la sala. Una vez, mientras bromeaba con mi novia sentados en la mesa, mi cuñada estaba riendo de pie a un lado de mi, mi novia me apretó bien fuerte una mejilla y yo me incliné a un lado para quitarme, mi cabeza se hundió por un segundo en los grandes y suaves pechos de su hermana. Ambos nos apenamos mientras mi novia se carcajeaba y me regañaba jugando haciendo mas incomoda la situación.
Entrando a la casa tenían la sala y al fondo una cocina/comedor. Justo a la entrada estaban las escaleras con un pasillo donde estaba la habitación de las dos, un baño y al fondo la habitación de los papas.
Los jueves mi novia me acompañaba al entrenamiento de fut. Una tarde, minutos después de salir de su casa camino al entrenamiento ella se dio cuenta que había olvidado su celular así que regresamos. La casa estaba cerrada como si no hubiera nadie. Desde la sala se escuchaba el golpeteo de un mueble en el segundo piso, los dos supimos que pasaba y sonreímos haciéndonos cómplices de la misma travesura.
Subimos sigilosamente las escaleras, el hermoso trasero de mi novia me quedaba a la altura de la cara y comencé a apretárselo con las dos manos dándole besos, ella solo sonreía mirándome a los ojos. Seguimos caminando con cuidado de no hacer ruido hasta llegar a la puerta del cuarto de mi novia y cuñada. La puerta estaba semi abierta, mi novia se asomó y permaneció unos segundos viendo hacía adentro con una sonriente cara de asombro.
Mi novia me miro con una traviesa y amplia sonrisa invitandome a ver con un gesto de sus manos.
Lo primero que vi fue la desnuda, femenina y sensual espalda de mi cuñada, se recogía el cabello con ambas manos mientras montaba a su novio, rebotando intensamente como una profesional del cine porno. Sus nalgas se extendían y abultaban en cada sentón haciendo aparecer y desaparecer su grueso y largo pene, los testículos le zangoloteaban descontroladamente.
Los gemidos de mi cuñada ambientaban la escena, mi novia estaba agachada, yo la abrace por la espalda para tocar su entre piernas y sus senos mientras mirábamos y ella con su mano en el trasero me tocaba mi erección. Aun lado de la cama de mi cuñada tenían el tocador con un espejo, me di cuenta que en el reflejo se veía casi de perfil el torso desnudo de mi cuñada, cuando su novio no las apretaba se podían ver sus grandes y perfectas tetas rebotando de manera hipnótica.
CUÑADA: Quien es tu puta?
SU NOVIO: Tu mi amor, eres mi putita.
El estaba acostado y de pronto se enderezó para darle un beso a ella.
Mi novia se quitó y sin hacer ruido me pidió que nos fuéramos. Salimos silenciosamente y caminamos rumbo a la avenida, no hablamos por unos metros hasta...
YO: Y si mejor vamos a un motel?
NOVIA: Si! (carcajada) Apenas te lo iba a decir.
Caminando la abrace con un brazo y nos dimos un beso. Cuando teníamos relaciones éramos muy románticos siempre hacíamos mucho juego previo, caricias, sexo oral... Pero al llegar al motel cada uno se quitó el pantalón y comenzamos a coger como adictos ya después nos fuimos desnudando. A partir de ese día ella me pidió que le dijera puta y comenzó a gemir como lo hacía su hermana.
FIN.
Ella y yo tuvimos mucha historia e hicimos muchas "travesuras".
Si te gustó este pequeño relato dale puntos para seguir con nuestras historias.
Una de nuestras actividades cuando estábamos solos era ver pelis porno (de orgias), siempre nos masturbábamos mutuamente mirando y haciendo comentarios de lo que veíamos en las pelis. Ella siempre se asombraba cuando veía pollas de tamaño monstruoso y yo festejaba cuando veíamos una actriz con tetas enormes (ella las tenía de muy buen tamaño pero no grandes).
Sabíamos perfectamente lo que nos gustaba. Cuando veíamos en la calle a un tipo grande y musculoso yo me hacia el loco mirando hacia otro lado para que ella pudiera ver a gusto. Cuando veíamos a alguna tetona ella buscaba algo en la bolsa para que yo pudiera embobarme mirándole las tetas.
Algo que nos gustaba hacer en público era besarnos en fiestas frente a mis amigos, le apretaba descaradamente las nalgas y los pechos para hacerles espectáculo. Ella me decía que era solamente mía y le excitaba que yo lo demostrara en frente de todo mundo.
Yo pasaba mucho tiempo en casa de mi novia y tenía buena amistad con toda la familia pero mas con mi cuñada (1 año menor que mi novia). Bromeábamos y reíamos bastante, ella era igual de delgadita que mi novia, también tenía el trasero igual de paradito pero sus pechos estaban del tamaño que a mi me encantaba (muy grandes).
Aunque obviamente yo siempre me mordía un huevo para no mirárselos por respeto a ella y a mi novia, siempre tuve una misteriosa suerte con mi cuñada.
La casa de ellas casa era algo pequeña, había poco espacio entre los muebles y todo quedaba algo apretado, era muy común tocar accidentalmente con mi mano sus piernas o trasero, también ocurría uno que otro arrimón involuntario en la cocina o en la sala. Una vez, mientras bromeaba con mi novia sentados en la mesa, mi cuñada estaba riendo de pie a un lado de mi, mi novia me apretó bien fuerte una mejilla y yo me incliné a un lado para quitarme, mi cabeza se hundió por un segundo en los grandes y suaves pechos de su hermana. Ambos nos apenamos mientras mi novia se carcajeaba y me regañaba jugando haciendo mas incomoda la situación.
Entrando a la casa tenían la sala y al fondo una cocina/comedor. Justo a la entrada estaban las escaleras con un pasillo donde estaba la habitación de las dos, un baño y al fondo la habitación de los papas.
Los jueves mi novia me acompañaba al entrenamiento de fut. Una tarde, minutos después de salir de su casa camino al entrenamiento ella se dio cuenta que había olvidado su celular así que regresamos. La casa estaba cerrada como si no hubiera nadie. Desde la sala se escuchaba el golpeteo de un mueble en el segundo piso, los dos supimos que pasaba y sonreímos haciéndonos cómplices de la misma travesura.
Subimos sigilosamente las escaleras, el hermoso trasero de mi novia me quedaba a la altura de la cara y comencé a apretárselo con las dos manos dándole besos, ella solo sonreía mirándome a los ojos. Seguimos caminando con cuidado de no hacer ruido hasta llegar a la puerta del cuarto de mi novia y cuñada. La puerta estaba semi abierta, mi novia se asomó y permaneció unos segundos viendo hacía adentro con una sonriente cara de asombro.
Mi novia me miro con una traviesa y amplia sonrisa invitandome a ver con un gesto de sus manos.
Lo primero que vi fue la desnuda, femenina y sensual espalda de mi cuñada, se recogía el cabello con ambas manos mientras montaba a su novio, rebotando intensamente como una profesional del cine porno. Sus nalgas se extendían y abultaban en cada sentón haciendo aparecer y desaparecer su grueso y largo pene, los testículos le zangoloteaban descontroladamente.
Los gemidos de mi cuñada ambientaban la escena, mi novia estaba agachada, yo la abrace por la espalda para tocar su entre piernas y sus senos mientras mirábamos y ella con su mano en el trasero me tocaba mi erección. Aun lado de la cama de mi cuñada tenían el tocador con un espejo, me di cuenta que en el reflejo se veía casi de perfil el torso desnudo de mi cuñada, cuando su novio no las apretaba se podían ver sus grandes y perfectas tetas rebotando de manera hipnótica.
CUÑADA: Quien es tu puta?
SU NOVIO: Tu mi amor, eres mi putita.
El estaba acostado y de pronto se enderezó para darle un beso a ella.
Mi novia se quitó y sin hacer ruido me pidió que nos fuéramos. Salimos silenciosamente y caminamos rumbo a la avenida, no hablamos por unos metros hasta...
YO: Y si mejor vamos a un motel?
NOVIA: Si! (carcajada) Apenas te lo iba a decir.
Caminando la abrace con un brazo y nos dimos un beso. Cuando teníamos relaciones éramos muy románticos siempre hacíamos mucho juego previo, caricias, sexo oral... Pero al llegar al motel cada uno se quitó el pantalón y comenzamos a coger como adictos ya después nos fuimos desnudando. A partir de ese día ella me pidió que le dijera puta y comenzó a gemir como lo hacía su hermana.
FIN.
Ella y yo tuvimos mucha historia e hicimos muchas "travesuras".
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