Holiii es mi primer post en el cuál quiero relatar como la vida me llevo al camino de ser una sissy marica. Es algo que yo misma decidí pero que también siento que el destino me llevo serlo. Espero que sea de su agrado 😀.
También comparto algunas fotitos mías para que nos vayamos conociendo 🙂.
Desde que tengo memoria siempre fui diferente a los demás niños. Mi comportamiento era muy delicado y afeminado a comparación de los otros chicos que solían preferir jugar a fútbol o a hacer travesuras. Yo en cambio, era muy tranquilo y obediente y según palabra de mis familiares era muy tierno y amable con los demás.
De pequeño me gustaba jugar con las Barbies junto a mi hermana mayor, solía jugar a vestir a las muñecas y a la casita con las barbies todo el tiempo. Pero a medida que fui creciendo mis padres empezaron a volverse más estrictos conmigo, prohibiendome jugar con cosas de "niña" y obligandome a participar de otras actividades más masculinas. Yo odiaba eso y solía ocultarme para jugar a escondidas con juguetes de mi hermana.
Paso el tiempo pero la situación no cambio, en la primaria hice amigas en mi curso y a la salida solíamos ir a la casa de mis compañeras a jugar y divertirnos, era un momento de felicidad para mí, un lugar dónde podía ser yo misma con otras personas.
Pero mientras eso sucedía también en la escuela chicos de mi curso empezaron a hacerme bullying por no ser como ellos.
Me insultaban y pegaban.
"Sos un maricon" "puto de mierda" "mariquita" "trolo come pija" eran algunos de los insultos que solían decirme en clase y si bien me sentía intimidado e inseguro conmigo mismo también me gustaba que sean asi conmigo. Era una sensación extraña porqué me sentía bien al saber que al menos se daban cuenta que yo no era como ellos, que yo no era un niño. Me hacía sentir como una chica cuando me distanciaban de ellos.
Luego de unos años empece mi travesía con la ropa femenina. A los 9 años comencé a vestirme de mujer mientras mi familia no estaba en casa. Apenas tenía la oportunidad corría a la habitación de mi hermana o de mi madre y adoraba abrir los armarios y buscar ropitas bonitas para usar. Me encantaba ponerme faldas, blusas, remeritas en especial las de color rosa o negro. Por un momento me sentía como una princesa en la casa, ponía música y bailaba imaginándome a mi como a una hermosa niña.
Con el tiempo las ganas de explorar con otras prendas fueron aumentando y un día en dónde mi familia pasaría todo el día afuera decidí por primera vez ponerme unas tanguitas rosa y bragas (que eran de mi hermana), las sentía ajustaditas pero me encantaba como encajaban en mi cuerpo, sentirlas en mi me hacían emocionarme y en ese momento de fascinación entre a la habitación de mis padres para ver unos tacones negros de mi madre. Tenía temor por ser descubierto vestido así ante mi familia pero las ganas de ser una mujer me ganaron, agarre los tacones y me los puse. Recuerdo que no me costó para nada caminar con ellos, me sentí por primera vez liberada y quería vivir puesto esa ropa. Desfilaba con la tanguita y los tacones puestos por toda la casa y estuve todo el día haciendo los quehaceres del hogar con toda la ropa femenina que podía usar.
Con el tiempo llegué a la pubertad y mis ganas de sentirme mujer incrementaron aún más.
Empece a sentir atracción por los hombres y me gustaba ver a mis compañeros de clase e imaginarmelos sin ropa y con sus penes erectos. Empece a volverme muy zorrita jajajs quería sentir el sabor de una pija y el gusto de tener una en mi cola. Lamentablemente mis compañeros solo se reian de mi, les gustaba insultarme, humillarme, hacerme sentir intimidado pero esa sensacion fue de nuevo el incentivo que me condujo a seguir mi camino de marica. Fue entonces cuando empecé a ver porno, al principio comencé con contenido gay aunque jamás me sentí atrapado con ese tipo de videos, luego comencé a ver porno con mujeres trans y me di cuenta del placer que se siente al ser el pasivo en la relación siendo mujer, queria montar una verga y con esas ganas empece a meter a mi cola todo tipo de cosas. Primero fueron lápices, luego objetos un poco más grandes y termine insertando pepinos y bananas de manera que amaba mas y mas esa sensación de tener lleno el culo con algo insertado. Finalmente un día de casualidad llegué a los sissy captions y las hypnosis de feminización en internet. Me di cuenta que aquel era mi lugar en el mundo, entendí que era lo que más anhelaba, empecé a sentirme obsesionada por tener un hombre conmigo, comprendí que quería ser la mujercita de algún macho, estar a su disposición, sentirme inferior como mariquita, ya no me molestaba la humillación y degradación de los demas hombres, al contrario, queria sentirlo más. Sabía que ellos me veían como una putita y quería que esa masculinidad dominante me vuelva a mi en una pasiva mariquita.
Fue entonces que en ese deseo incontrolable de tener a un macho conmigo se hizo cada vez más fuerte.
Empece a buscar hombres a través de apps de citas y también por Whatsapp y Telegram. Después de mucho tiempo de machos que preferían no verme por cuestiones de mi edad (yo tenía 16 en aquel entonces) Llegó un día por la tarde en la que me habló un hombre maduro de unos 50 años que me pedía un encuentro entre los dos. Prometía quitarme la virginidad y comprarme bragas y tanguitas además de una blusa para que la usará con él en esa noche.
Me sentí sumamente emocionada pero al mismo tiempo tenía miedo de que algo malo pasara, no sabía que hacer y antes de que oscureciera el día decidí aceptar al hombre. Me aliste y me puse ropa de hombre sali de mi casa con la excusa a mis padres de que iba con un amigo a ver una película al cine.
Me encontré con el macho (Que lo llamare como Raúl) en una calle poco transitada de la zona donde vivo y él me llevo en su auto a un motel en una ruta a fueras de la ciudad. Desde el primer momento que empezamos a charlar el me empezó a tratar como a una puta pero al mismo tiempo era cariñoso y amable conmigo, lo que me hacía sentir más exitacion hacia Raúl. Estaba tímido pero me sentía la marica más putita de Argentina.
Al llegar al motel él se bajo del auto a buscar una habitación en recepción. Mientras que yo con un miedo y emoción profunda empecé a pintarme los labios y delinearme los ojos con el espejo del auto. No podía creer lo que estaba haciendo! Era el momento final en mi vida donde por fin me haría mujer, era lo que sentía. Y estaba a minutos de ser cojida.
Al entrar a la habitación del motel Raúl me pidió que me sacará la ropa de varón que llevaba puesto frente a él. Empecé a hacerlo de manera cuidados y lenta mientras él se acostaba en la cama y encendía un cigarro. Cuando finalmente me quedé desnudo frente a él me puse temblorosa y con una timidez inmensa de estar frente a un macho en esa situación. Raúl de pronto empezó a desvestirse y saco su pija frente a mi, me enamore en ese momento de la verga de los hombres, se veia perfecta. Era una pija grande y negra que dejaba en evidencia mi penecito flácido de maricon que tenía conmigo, él me estaba poniendo como loca y no sabía que hacer. De imprevisto me agarró, saco la ropa que me compró y me pidio que me pusiera la ropa mostrando el culo hacia él. Yo como toda perrita sumisa acepte y empecé tímidamente a ponerme la tanguita y las bragas meneando la cola, para luego ponerme la blusa y en ese instante Raúl me tiró a la cama para darme besos en la boca y por el culo, me hizo sentir divina.
Luego desfile para él, perrie, camine como puta por la habitación mientras él se calentaba. Hasta que el momento que más esperaba llegó.
Raúl se acercó hasta mi y me acerco a la cama, me puso boca abajo y me pido que levantase la cola lo más alto que pudiera, como una perrita.
Yo completamente hipnotizada acepte y me deje llevar por él. En ese momento saco el lubricante y empezó a embarrar mi cola, hasta que de pronto agarro su pene y me empujó fuerte hacia el colchón, metía su pene de a poco y empecé a sentir cómo cada segundo que pasaba iba dejando atrás lo poco que quedaba de mi masculinidad (si es que alguna vez tuve hombría) me sentía una puta y comencé a sentir un dolor profundo, me dolía pero al mismo tiempo me encantaba. Solo tenía que aguantar y dejarme llevar, el placer de a poco aumentaba.
Empezó a metermela más fuerte y comencé gemir fuerte, mi vista se nublaba y me sentia en las nubes, mordía la almohada para no llorar.
Empezó a gritarme cosas sucias y degradantes como "sos un puto maricon te voy a romper el culo que te lo mereces" "acá el macho soy yo putita" "te voy a reventar el culo de leche" lo que me hacía amarlo más y más.
Era lo que siempre desee y lo estaba cumpliendo.
Estuvimos así por mucho tiempo. Cambiamos de posición y me puse encima suyo mientras daba brincos en su pija. Me miraba en el espejo y no podía creer la putita en la que me había convertido.
Ya no controlaba la situación y él me manejaba a su antojo, sacaba y metía su pija negra que tanto amaba. Hasta que de pronto me volcó de nuevo para ponerme como perrita y sentí como un liquido caliente llenaba mi culo, no hice más que gemir y llorar de la emoción. Le dije gracias mientras él me daba nalgadas.
Empece a tirar semen por la cola mientras él solo me insultaba.
( imágen gráfica de como me tenía sobre el final)
Ya cuando termino me soltó y se acostó en la cama, yo no dude en acercarme y quedarme al lado de él, y como la putita que soy aproveche para chuparle la pija para limpiarle el resto de semen que le quedó.
Me acariciaba el cabello mientras lo hacia.
Y empecé a darme cuenta que su verga volvía a crecer, me exito demasiado y seguí peteando su verga hasta que luego de unos minutos se volvió a venir esta vez en mi cara.
Quedé completamente sucia de su semen pero lo amaba y me encantaba estar así. Raúl me miró a los ojos y me dijo: "Putito estás hecha para ser mujer, quiero verte seguido" esa palabras retumbaron siempre en mi oído. Entendiendo mi lugar de puta en la vida.
(Imágen a ilustración de como quedo mi boquita jajsj)
Luego de eso él finalmente se vistió y yo me cambié rápido para volver a mi vida de hombre afeminado.
Después de estar un rato en el auto Raúl se despidió de mi con un beso en la boca, y me volvió a dejar en la calle poco transitada, volví a mi casa rengueando de la cojida que me dio y saludé a mi familia como si nada paso, salvó por el dolor de cola que tenía jsjs.
No creia lo que había sucedido y me dormí exitada pensando en ese hombre que me volvió mujer y que me hizo actualmente empezar a transitar el camino sissy.
Espero que les haya gustado mi historia de vida bbs. Que les haya exitado o motivado a ser libres y realmente ser quienes son ^^).
Pdt: Tengo 18. Jsjs
También comparto algunas fotitos mías para que nos vayamos conociendo 🙂.
Desde que tengo memoria siempre fui diferente a los demás niños. Mi comportamiento era muy delicado y afeminado a comparación de los otros chicos que solían preferir jugar a fútbol o a hacer travesuras. Yo en cambio, era muy tranquilo y obediente y según palabra de mis familiares era muy tierno y amable con los demás.
De pequeño me gustaba jugar con las Barbies junto a mi hermana mayor, solía jugar a vestir a las muñecas y a la casita con las barbies todo el tiempo. Pero a medida que fui creciendo mis padres empezaron a volverse más estrictos conmigo, prohibiendome jugar con cosas de "niña" y obligandome a participar de otras actividades más masculinas. Yo odiaba eso y solía ocultarme para jugar a escondidas con juguetes de mi hermana.
Paso el tiempo pero la situación no cambio, en la primaria hice amigas en mi curso y a la salida solíamos ir a la casa de mis compañeras a jugar y divertirnos, era un momento de felicidad para mí, un lugar dónde podía ser yo misma con otras personas.
Pero mientras eso sucedía también en la escuela chicos de mi curso empezaron a hacerme bullying por no ser como ellos.
Me insultaban y pegaban.
"Sos un maricon" "puto de mierda" "mariquita" "trolo come pija" eran algunos de los insultos que solían decirme en clase y si bien me sentía intimidado e inseguro conmigo mismo también me gustaba que sean asi conmigo. Era una sensación extraña porqué me sentía bien al saber que al menos se daban cuenta que yo no era como ellos, que yo no era un niño. Me hacía sentir como una chica cuando me distanciaban de ellos.
Luego de unos años empece mi travesía con la ropa femenina. A los 9 años comencé a vestirme de mujer mientras mi familia no estaba en casa. Apenas tenía la oportunidad corría a la habitación de mi hermana o de mi madre y adoraba abrir los armarios y buscar ropitas bonitas para usar. Me encantaba ponerme faldas, blusas, remeritas en especial las de color rosa o negro. Por un momento me sentía como una princesa en la casa, ponía música y bailaba imaginándome a mi como a una hermosa niña.
Con el tiempo las ganas de explorar con otras prendas fueron aumentando y un día en dónde mi familia pasaría todo el día afuera decidí por primera vez ponerme unas tanguitas rosa y bragas (que eran de mi hermana), las sentía ajustaditas pero me encantaba como encajaban en mi cuerpo, sentirlas en mi me hacían emocionarme y en ese momento de fascinación entre a la habitación de mis padres para ver unos tacones negros de mi madre. Tenía temor por ser descubierto vestido así ante mi familia pero las ganas de ser una mujer me ganaron, agarre los tacones y me los puse. Recuerdo que no me costó para nada caminar con ellos, me sentí por primera vez liberada y quería vivir puesto esa ropa. Desfilaba con la tanguita y los tacones puestos por toda la casa y estuve todo el día haciendo los quehaceres del hogar con toda la ropa femenina que podía usar.
Con el tiempo llegué a la pubertad y mis ganas de sentirme mujer incrementaron aún más.
Empece a sentir atracción por los hombres y me gustaba ver a mis compañeros de clase e imaginarmelos sin ropa y con sus penes erectos. Empece a volverme muy zorrita jajajs quería sentir el sabor de una pija y el gusto de tener una en mi cola. Lamentablemente mis compañeros solo se reian de mi, les gustaba insultarme, humillarme, hacerme sentir intimidado pero esa sensacion fue de nuevo el incentivo que me condujo a seguir mi camino de marica. Fue entonces cuando empecé a ver porno, al principio comencé con contenido gay aunque jamás me sentí atrapado con ese tipo de videos, luego comencé a ver porno con mujeres trans y me di cuenta del placer que se siente al ser el pasivo en la relación siendo mujer, queria montar una verga y con esas ganas empece a meter a mi cola todo tipo de cosas. Primero fueron lápices, luego objetos un poco más grandes y termine insertando pepinos y bananas de manera que amaba mas y mas esa sensación de tener lleno el culo con algo insertado. Finalmente un día de casualidad llegué a los sissy captions y las hypnosis de feminización en internet. Me di cuenta que aquel era mi lugar en el mundo, entendí que era lo que más anhelaba, empecé a sentirme obsesionada por tener un hombre conmigo, comprendí que quería ser la mujercita de algún macho, estar a su disposición, sentirme inferior como mariquita, ya no me molestaba la humillación y degradación de los demas hombres, al contrario, queria sentirlo más. Sabía que ellos me veían como una putita y quería que esa masculinidad dominante me vuelva a mi en una pasiva mariquita.
Fue entonces que en ese deseo incontrolable de tener a un macho conmigo se hizo cada vez más fuerte.
Empece a buscar hombres a través de apps de citas y también por Whatsapp y Telegram. Después de mucho tiempo de machos que preferían no verme por cuestiones de mi edad (yo tenía 16 en aquel entonces) Llegó un día por la tarde en la que me habló un hombre maduro de unos 50 años que me pedía un encuentro entre los dos. Prometía quitarme la virginidad y comprarme bragas y tanguitas además de una blusa para que la usará con él en esa noche.
Me sentí sumamente emocionada pero al mismo tiempo tenía miedo de que algo malo pasara, no sabía que hacer y antes de que oscureciera el día decidí aceptar al hombre. Me aliste y me puse ropa de hombre sali de mi casa con la excusa a mis padres de que iba con un amigo a ver una película al cine.
Me encontré con el macho (Que lo llamare como Raúl) en una calle poco transitada de la zona donde vivo y él me llevo en su auto a un motel en una ruta a fueras de la ciudad. Desde el primer momento que empezamos a charlar el me empezó a tratar como a una puta pero al mismo tiempo era cariñoso y amable conmigo, lo que me hacía sentir más exitacion hacia Raúl. Estaba tímido pero me sentía la marica más putita de Argentina.
Al llegar al motel él se bajo del auto a buscar una habitación en recepción. Mientras que yo con un miedo y emoción profunda empecé a pintarme los labios y delinearme los ojos con el espejo del auto. No podía creer lo que estaba haciendo! Era el momento final en mi vida donde por fin me haría mujer, era lo que sentía. Y estaba a minutos de ser cojida.
Al entrar a la habitación del motel Raúl me pidió que me sacará la ropa de varón que llevaba puesto frente a él. Empecé a hacerlo de manera cuidados y lenta mientras él se acostaba en la cama y encendía un cigarro. Cuando finalmente me quedé desnudo frente a él me puse temblorosa y con una timidez inmensa de estar frente a un macho en esa situación. Raúl de pronto empezó a desvestirse y saco su pija frente a mi, me enamore en ese momento de la verga de los hombres, se veia perfecta. Era una pija grande y negra que dejaba en evidencia mi penecito flácido de maricon que tenía conmigo, él me estaba poniendo como loca y no sabía que hacer. De imprevisto me agarró, saco la ropa que me compró y me pidio que me pusiera la ropa mostrando el culo hacia él. Yo como toda perrita sumisa acepte y empecé tímidamente a ponerme la tanguita y las bragas meneando la cola, para luego ponerme la blusa y en ese instante Raúl me tiró a la cama para darme besos en la boca y por el culo, me hizo sentir divina.
Luego desfile para él, perrie, camine como puta por la habitación mientras él se calentaba. Hasta que el momento que más esperaba llegó.
Raúl se acercó hasta mi y me acerco a la cama, me puso boca abajo y me pido que levantase la cola lo más alto que pudiera, como una perrita.
Yo completamente hipnotizada acepte y me deje llevar por él. En ese momento saco el lubricante y empezó a embarrar mi cola, hasta que de pronto agarro su pene y me empujó fuerte hacia el colchón, metía su pene de a poco y empecé a sentir cómo cada segundo que pasaba iba dejando atrás lo poco que quedaba de mi masculinidad (si es que alguna vez tuve hombría) me sentía una puta y comencé a sentir un dolor profundo, me dolía pero al mismo tiempo me encantaba. Solo tenía que aguantar y dejarme llevar, el placer de a poco aumentaba.
Empezó a metermela más fuerte y comencé gemir fuerte, mi vista se nublaba y me sentia en las nubes, mordía la almohada para no llorar.
Empezó a gritarme cosas sucias y degradantes como "sos un puto maricon te voy a romper el culo que te lo mereces" "acá el macho soy yo putita" "te voy a reventar el culo de leche" lo que me hacía amarlo más y más.
Era lo que siempre desee y lo estaba cumpliendo.
Estuvimos así por mucho tiempo. Cambiamos de posición y me puse encima suyo mientras daba brincos en su pija. Me miraba en el espejo y no podía creer la putita en la que me había convertido.
Ya no controlaba la situación y él me manejaba a su antojo, sacaba y metía su pija negra que tanto amaba. Hasta que de pronto me volcó de nuevo para ponerme como perrita y sentí como un liquido caliente llenaba mi culo, no hice más que gemir y llorar de la emoción. Le dije gracias mientras él me daba nalgadas.
Empece a tirar semen por la cola mientras él solo me insultaba.
( imágen gráfica de como me tenía sobre el final)
Ya cuando termino me soltó y se acostó en la cama, yo no dude en acercarme y quedarme al lado de él, y como la putita que soy aproveche para chuparle la pija para limpiarle el resto de semen que le quedó.
Me acariciaba el cabello mientras lo hacia.
Y empecé a darme cuenta que su verga volvía a crecer, me exito demasiado y seguí peteando su verga hasta que luego de unos minutos se volvió a venir esta vez en mi cara.
Quedé completamente sucia de su semen pero lo amaba y me encantaba estar así. Raúl me miró a los ojos y me dijo: "Putito estás hecha para ser mujer, quiero verte seguido" esa palabras retumbaron siempre en mi oído. Entendiendo mi lugar de puta en la vida.
(Imágen a ilustración de como quedo mi boquita jajsj)
Luego de eso él finalmente se vistió y yo me cambié rápido para volver a mi vida de hombre afeminado.
Después de estar un rato en el auto Raúl se despidió de mi con un beso en la boca, y me volvió a dejar en la calle poco transitada, volví a mi casa rengueando de la cojida que me dio y saludé a mi familia como si nada paso, salvó por el dolor de cola que tenía jsjs.
No creia lo que había sucedido y me dormí exitada pensando en ese hombre que me volvió mujer y que me hizo actualmente empezar a transitar el camino sissy.
Espero que les haya gustado mi historia de vida bbs. Que les haya exitado o motivado a ser libres y realmente ser quienes son ^^).
Pdt: Tengo 18. Jsjs
8 comentarios - Como me volví una putita maricona.