(...)
La última foto que me mandó mi cuñada me dejó mal, pero mal en serio. Esa imagen, tan casual y provocadora a la vez, me hizo hervir la cabeza. El timing, la pose, la mirada... todo estaba calculado, pero con esa sutileza que te hace pensar que salió de casualidad.
Desde que la vi, no podía sacármela de la mente. No recuerdo la última vez que tuve tan dura como piedra la pija, no se me bajaba más
Y peor aún, no era solo la foto: había algo en esa charla que habíamos tenido. Esa manera en la que, como al pasar, me tiró consejos para "manejar mejor" a su hermana. Un morbo que se apoderaba de mí. Es que Dios! mi mente estallaba y yo solo quería ir a contarle al oído a Naty lo que le iba a hacer a Vale, su hermana. Estuve a punto de acabar, cuando decidí esperar a que llegue mi novia del laburo hermosa como se había ido a trabajar.
Encima, el fin de semana estaba a la vuelta de la esquina, y no podía permitir que esta locura me saque del eje. Vale, mi novia, llegaría en un rato, y había preparado todo para que esta noche fuera nuestra. Aunque, en el fondo, sabía que una parte de mi cabeza iba a estar en otro lado.
Las horas previas fueron eternas. La casa estaba impecable, el vino respirando en la mesa, y yo, vestido como si fuéramos a salir a un lugar de lujo. Pero no era por eso. Era por ella, por Naty. Necesitaba verla, tocarla, y sacarme de encima toda esta ansiedad. O quizás canalizarla.
Cuando escuché las llaves girar en la puerta, sentí un alivio mezclado con una electricidad que me recorrió el cuerpo. Ella se quedó helada de la fuerza con la que la tomé, porque además le agarré el culo con mis manos grandes y le acaricié la mejilla mientras le partía la boca a besos.
Ella se quedó un segundo quieta, como sorprendida, y después se rió.
—¿Qué te pasa hoy? Estás… intenso.
—Nada, amor. Te extrañé —le dije, mientras mis manos seguían en su culo.
Su perfume me volvió loco. Apenas solté su bolso, le clavé un beso en el cuello y después en la boca, uno que no dejaba lugar a dudas. "¿Qué onda? Pará, dejame que me refresco un poco", me dijo entre risas, pero con esa mirada que decía otra cosa.
Mientras ella iba al baño, yo la seguí con la mirada, repasando cada detalle. Esa faldita negra que le quedaba perfecta, las piernas que me habían conquistado desde el primer día, y la manera en que me miraba de reojo mientras se acomodaba el pelo. Sabía que no iba a poder esperar mucho más.
Cuando volvió, apenas le dio un sorbo al vino y dijo: "Voy a cambiarme, ¿dale?". Pero antes de que pudiera dar dos pasos, la abracé por atrás, le comí el cuello, la agarre de esas tetas firmes y hermosas, y le apoyé mi gran bulto en el culo.
Cuando me sintió la pija erecta, largó un suave gemido y le dije que no iba a llegar a cambiarse.
Le levanté la falta que tenía, le bajé la tanguita negra que llevaba hasta los tobillos la dejé caer y me arrodillé detrás de su orto hermoso para empezar a comerle la concha desde atrás.
Ya estaba empezando a humedecerse cada vez más. Se quedó inmóvil y mientras yo degustaba esa concha hermosa y sentía mi nariz apoyándose en su culito, no podía parar de pensar en mi cuñada, en que era el culo de ella el que estaba degustando, y era a ella a quien estaba haciendo acabar con mi lengua.
Efectivamente mi novia me acabó en la boca mientras estaba parada y llegaron a temblarle las piernitas.
Yo tenía el pene inmenso, erecto y más duro que nunca, ella arqueó su espalda, me manoteó la pija por encima del pantalon, y me dijo 'cojeme...por favor cojeme ya'.
"No sabés lo que me hacés", le susurré, aunque no estaba seguro si hablaba de ella o de lo que me pasaba por la cabeza con su hermana.
No la hice esperar, y no pude dejar de pensar en lo parecido que tienen el culo mi novia y mi cuñada, perfecto es el de ambas.
El de mi novia:
El de mi cuñadita:
bajé mi pantalón y mi pene salió despedido rebotado hacia ella, y la penetré hasta que mis huevos hicieron tope con su concha, y no alcancé a bombearla fuerte y embestirla ni siquiera 10 veces que Vale estaba mojándome la pija entera hasta los huevos de lo fuerte que había acabado... (iban dos veces en menos de dos minutos) luego cojimos en varios lugares más de la casa, sin llegar a la pieza, y acabamos mientras jugaba con sus piernas, cola, y cuello desde atrás.
Esa noche brindamos otra vez, más tranquilos, como si todo hubiera vuelto a la normalidad. Pero mientras ella se acomodaba para dormir, yo me quedé mirando el techo. La chispa seguía ahí, como un secreto que ni yo mismo quería admitir.
Al día siguiente, mientras revisaba el teléfono en el trabajo, un mensaje apareció en la pantalla. Era ella, mi cuñada.
—"¿Qué hacés, cu? ¿Cómo te fue anoche? ¿Seguiste mis consejos?"
Tragué saliva y contesté algo rápido y caretearla tirandole buenos deseos para el fin de semana, intentando no sonar raro. Pero ella, como siempre, fue un paso más allá.
—"Pará, antes de los buenos deseos del finde, dejame adivinar a ver si me gano algo… La agarraste de atrás, como te dije? Y continuó contando con lujo de detalles casi todo lo que le había hecho.
Me quedé helado. ¿Cómo podía saberlo? Antes de que pudiera responder, ella envió otro mensaje.
—"Soy buena en esto. Casi como una bruja viste? Es más, creo que adiviné porque estaba pensando cómo sería si fuera yo…"
''Y qué pasa Cu? te quedaste sin lengua? no la habrás usado demasiado no? jaja, mientras no te quedes sin otra cosa ❤️! jaja
'Dijiste que te querías ganar algo si adivinabas, qué querías? le dije.'
'Entonces adiviné en todo?' me dijo. 'es más, puedo adivinar que antes de acabar, la sacaste, la arrodillaste frente a vos, y le llenaste la carita de leche, o el cuello, o el pecho'
'NO, NO PUDE AGUANTARME un segundo más' le dije, 'y exploté en el forro adentro de ella'.
'oh!!! no adiviné! creo que más que adivinanza eso fue un deseo mío' me dijo 'por eso me confundí'
'de verdad me decis? te gustaría que le haga eso?' le pregunté.
'NAH, QUE VIVO, TE DOY LA IDEA, TE DIGO MI DESEO Y SE LO DAS A ELLA? ASI NO CU. además adivine casi todo, y aceptaste cumplir mis deseos no? ' Me contestó rápidamente.
Antes de que pudiese contestar algo me dijo:
'Hagamos esto. Vos juntas todos tus buenos deseos para mí, y el fin de semana me los tirás acá'
Miré el celular:
encontré esto, y mi respiración se quedó helada:
Automáticamente encendí mi notebook porque si era lo que imaginaba, quería quedarme con algún recuerdo hermoso más que un sueño.
La última foto que me mandó mi cuñada me dejó mal, pero mal en serio. Esa imagen, tan casual y provocadora a la vez, me hizo hervir la cabeza. El timing, la pose, la mirada... todo estaba calculado, pero con esa sutileza que te hace pensar que salió de casualidad.
Desde que la vi, no podía sacármela de la mente. No recuerdo la última vez que tuve tan dura como piedra la pija, no se me bajaba más
Y peor aún, no era solo la foto: había algo en esa charla que habíamos tenido. Esa manera en la que, como al pasar, me tiró consejos para "manejar mejor" a su hermana. Un morbo que se apoderaba de mí. Es que Dios! mi mente estallaba y yo solo quería ir a contarle al oído a Naty lo que le iba a hacer a Vale, su hermana. Estuve a punto de acabar, cuando decidí esperar a que llegue mi novia del laburo hermosa como se había ido a trabajar.
Encima, el fin de semana estaba a la vuelta de la esquina, y no podía permitir que esta locura me saque del eje. Vale, mi novia, llegaría en un rato, y había preparado todo para que esta noche fuera nuestra. Aunque, en el fondo, sabía que una parte de mi cabeza iba a estar en otro lado.
Las horas previas fueron eternas. La casa estaba impecable, el vino respirando en la mesa, y yo, vestido como si fuéramos a salir a un lugar de lujo. Pero no era por eso. Era por ella, por Naty. Necesitaba verla, tocarla, y sacarme de encima toda esta ansiedad. O quizás canalizarla.
Cuando escuché las llaves girar en la puerta, sentí un alivio mezclado con una electricidad que me recorrió el cuerpo. Ella se quedó helada de la fuerza con la que la tomé, porque además le agarré el culo con mis manos grandes y le acaricié la mejilla mientras le partía la boca a besos.
Ella se quedó un segundo quieta, como sorprendida, y después se rió.
—¿Qué te pasa hoy? Estás… intenso.
—Nada, amor. Te extrañé —le dije, mientras mis manos seguían en su culo.
Su perfume me volvió loco. Apenas solté su bolso, le clavé un beso en el cuello y después en la boca, uno que no dejaba lugar a dudas. "¿Qué onda? Pará, dejame que me refresco un poco", me dijo entre risas, pero con esa mirada que decía otra cosa.
Mientras ella iba al baño, yo la seguí con la mirada, repasando cada detalle. Esa faldita negra que le quedaba perfecta, las piernas que me habían conquistado desde el primer día, y la manera en que me miraba de reojo mientras se acomodaba el pelo. Sabía que no iba a poder esperar mucho más.
Cuando volvió, apenas le dio un sorbo al vino y dijo: "Voy a cambiarme, ¿dale?". Pero antes de que pudiera dar dos pasos, la abracé por atrás, le comí el cuello, la agarre de esas tetas firmes y hermosas, y le apoyé mi gran bulto en el culo.
Cuando me sintió la pija erecta, largó un suave gemido y le dije que no iba a llegar a cambiarse.
Le levanté la falta que tenía, le bajé la tanguita negra que llevaba hasta los tobillos la dejé caer y me arrodillé detrás de su orto hermoso para empezar a comerle la concha desde atrás.
Ya estaba empezando a humedecerse cada vez más. Se quedó inmóvil y mientras yo degustaba esa concha hermosa y sentía mi nariz apoyándose en su culito, no podía parar de pensar en mi cuñada, en que era el culo de ella el que estaba degustando, y era a ella a quien estaba haciendo acabar con mi lengua.
Efectivamente mi novia me acabó en la boca mientras estaba parada y llegaron a temblarle las piernitas.
Yo tenía el pene inmenso, erecto y más duro que nunca, ella arqueó su espalda, me manoteó la pija por encima del pantalon, y me dijo 'cojeme...por favor cojeme ya'.
"No sabés lo que me hacés", le susurré, aunque no estaba seguro si hablaba de ella o de lo que me pasaba por la cabeza con su hermana.
No la hice esperar, y no pude dejar de pensar en lo parecido que tienen el culo mi novia y mi cuñada, perfecto es el de ambas.
El de mi novia:
El de mi cuñadita:
bajé mi pantalón y mi pene salió despedido rebotado hacia ella, y la penetré hasta que mis huevos hicieron tope con su concha, y no alcancé a bombearla fuerte y embestirla ni siquiera 10 veces que Vale estaba mojándome la pija entera hasta los huevos de lo fuerte que había acabado... (iban dos veces en menos de dos minutos) luego cojimos en varios lugares más de la casa, sin llegar a la pieza, y acabamos mientras jugaba con sus piernas, cola, y cuello desde atrás.
Esa noche brindamos otra vez, más tranquilos, como si todo hubiera vuelto a la normalidad. Pero mientras ella se acomodaba para dormir, yo me quedé mirando el techo. La chispa seguía ahí, como un secreto que ni yo mismo quería admitir.
Al día siguiente, mientras revisaba el teléfono en el trabajo, un mensaje apareció en la pantalla. Era ella, mi cuñada.
—"¿Qué hacés, cu? ¿Cómo te fue anoche? ¿Seguiste mis consejos?"
Tragué saliva y contesté algo rápido y caretearla tirandole buenos deseos para el fin de semana, intentando no sonar raro. Pero ella, como siempre, fue un paso más allá.
—"Pará, antes de los buenos deseos del finde, dejame adivinar a ver si me gano algo… La agarraste de atrás, como te dije? Y continuó contando con lujo de detalles casi todo lo que le había hecho.
Me quedé helado. ¿Cómo podía saberlo? Antes de que pudiera responder, ella envió otro mensaje.
—"Soy buena en esto. Casi como una bruja viste? Es más, creo que adiviné porque estaba pensando cómo sería si fuera yo…"
''Y qué pasa Cu? te quedaste sin lengua? no la habrás usado demasiado no? jaja, mientras no te quedes sin otra cosa ❤️! jaja
'Dijiste que te querías ganar algo si adivinabas, qué querías? le dije.'
'Entonces adiviné en todo?' me dijo. 'es más, puedo adivinar que antes de acabar, la sacaste, la arrodillaste frente a vos, y le llenaste la carita de leche, o el cuello, o el pecho'
'NO, NO PUDE AGUANTARME un segundo más' le dije, 'y exploté en el forro adentro de ella'.
'oh!!! no adiviné! creo que más que adivinanza eso fue un deseo mío' me dijo 'por eso me confundí'
'de verdad me decis? te gustaría que le haga eso?' le pregunté.
'NAH, QUE VIVO, TE DOY LA IDEA, TE DIGO MI DESEO Y SE LO DAS A ELLA? ASI NO CU. además adivine casi todo, y aceptaste cumplir mis deseos no? ' Me contestó rápidamente.
Antes de que pudiese contestar algo me dijo:
'Hagamos esto. Vos juntas todos tus buenos deseos para mí, y el fin de semana me los tirás acá'
Miré el celular:
encontré esto, y mi respiración se quedó helada:
Automáticamente encendí mi notebook porque si era lo que imaginaba, quería quedarme con algún recuerdo hermoso más que un sueño.
8 comentarios - Mi cuñada me tiene inquieto V: Bendito Calor.