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7. La gótica y el tímido.

¡Hola a todos mis queridos seguidores de Poringa! Su anónimo esta de regreso, esta vez con la continuación de mi historia sobre la chica gótica y el joven tímido.


Disculpen por no subir el post el día lunes como de costumbre, pero aquí en México fue día festivo y me quise dar el lujo de descansar después de una larga semana de trabajo. Espero y no les moleste leer este relato el día martes.


Este capitulo es especial, ya que por fin, luego de meses de estarse comiendo con la mirada, Aurora decide tomar la iniciativa de dar el siguiente paso en su relación con José, lo que no esperaba era la reacción que este tendría y lo mucho que le afectaría a ella perderlo. ¿Qué esperas? ¡Lee el capitulo!


Capítulo 7: Beso prohibido.


Luego de aceptar la invitación de José de acompañarlo a él y a sus amigos ala feria que se hace casi a fin de año en la ciudad, honestamente los díasposteriores a ese no hubo nada a destacar, Aurora había escuchado a su amigasobre dejar a José tranquilo en lo que llegaban los exámenes finales, aunquepara ella esa espera se le hacía eterna y cada día José la tenía más y másenamorada, pero ella tenía que aguantarse aquellas ganas, aunque le doliera elcorazón.


Los exámenes finales llegaron, para José y Aurora pasar de semestre fuedemasiado fácil, no solo porque estaban exentos en varias materias, sino porquelos pocos exámenes que tenían que trabajar fueron muy sencillos de responderpara ambos, así que sobra decir que fueron aprobados y tras recibir sus boletasfinales ambos se dieron un fuerte abrazo de felicitación por aquel logro.


El día llego, la tan esperada “cita” entre Aurora, José y los amigos deeste último había llegado, esta vez Aurora estaba decidida a captar la atenciónde José de una vez por todas, así que se lució de nuevo en su imagen para queel chico la notase; se arregló bien el cabello, se puso una linda diadema conuna rosa negra en la parte derecha, una playera negra de manga corta, redes ensus brazos y piernas, una falda negra más corta que las demás que antes sehabía puesto y unas largas botas negras. Además, como era costumbre en ella, sehizo rápidamente una sesión de manicura y pedicura, aparte de perfumarse bien yponerse varios de sus accesorios preferidos.


7. La gótica y el tímido.





José hizo lo propio, claro que al ser hombre no tardo mucho tiempo enarreglarse a comparación de Aurora, pero sí que se arregló bien; se afeito, selavó y cepillo el cabello que ya lo tenía un poco más largo que antes, seperfumo, se puso desodorante y se cepillo bien la boca. Para su vestimentaeligió algo casual, una camisa de cuadros de manga corta, unos jeans marinos yunos zapatos negros, estaba más que listo para sorprender a Aurora con su granaspecto que llevaba.


Todos quedaron de verse en la entrada de la feria, José fue uno de losprimeros en llegar, así que se puso a charlar con los otros que ya habíanllegado, pero al poco tiempo dejo de hablar cuando vio a su hermosa amigallegar, Aurora tenía el don de sorprender a José todos los días con suapariencia y esta vez no fue la excepción, incluso esta vez fue más notoria suadmiración por su amada diosa oscura, cosa que obviamente no pasó desapercibidapor sus amigos, quienes rápidamente comenzaron a chiflarle a José en tono debroma.


José rápidamente le presento sus amigos a Aurora de uno por uno, la chicagótica estaba aliviada al saber que entre ese grupo había otra mujer, por loque no se sentiría incomoda al estar en un grupo en su mayoría conformado porhombres. Aurora saludo a todos formalmente y una vez que llegaron todos sedispusieron a entrar para divertirse todo el día, pues se lo habían ganadodespués de haber aprobado el semestre.


La feria era muy grande, así que trazaron un plan para recorrer toda lazona sin perderse de nada, empezaron viendo los recuerdos, tomarse fotos engrupo, cosas así. Aurora no tardó mucho en entrar en confianza con los amigosde José, pues tal y como este le aseguro, ellos no eran malas personas y nointentaban ligarla, solo eran jóvenes que querían divertirse y nada más, asíque no le costó adaptarse al grupo, el único problema era el sol, debido a quela zona no tenía techo, todos los rayos del sol golpeaban directamente a Auroray como ella era de una piel muy blanca esto obviamente le afectaba más a ella.


Por suerte para la chica, José traía una sombrilla consigo y no dudo ni unmomento en ofrecérsela cuando vio que la chica estaba empezando a ponerse rojade la cara, producto del calor que estaba sintiendo, los amigos de José notaronesto y empezaron a burlarse en tono amistoso, por suerte, Aurora se lo tomo congracia y también empezó a hacer comentarios graciosos con los demás, cosa quehacía que el ambiente fuera pacífico y divertido.


A la hora de llegar a los juegos mecánicos, Aurora se negó a subirse amuchos debido a que a ella le daban miedo las alturas y porque obviamente traerfalda también le impedía subirse a muchos juegos por obvias razones, así queesa parte fue algo aburrida para ella, ya que solo se quedaba observando a losdemás divertirse, pero al darse cuenta de la situación, los demás chicos delgrupo se encargaron en buscar juego divertidos que no supusieran estar a altasalturas y que fueron divertidos, para que Aurora no se sintiera excluida.


Después de un largo rato en los juegos mecánicos una conversación surgióentre las dos únicas chicas del grupo, luego de que decidieran separarse unrato para ir a comprar de comer y sentarse a platicar, Aurora y la otra chicallamada Jaqueline fueron a comprar algo de gaseosas en una tienda cercana ymientras platicaban sobre cosas de mujeres una pregunta le dio un giro tremendoa la conversación.


Jaqueline: Y tu… ¿tienes novio?


Aurora: Mmm…este… no, no tengo la verdad, la mayoría de hombres que conozco solo se quierenacostar conmigo y luego dejarme tirada, que bueno que los del grupo no son así.


Jaqueline: ¿Entonces no tienes novio? Yo pensé queJosé lo era.


Aurora: ¡No!¿Cómo crees? Está bien feo jaja, luego es raro y torpe y… -Aurora volteo a ver a su nueva amiga ycuando se percató que frunció la ceja se supo descubierta. -… ¿Me veo muy obvia?


Jaqueline: Si, bastante de hecho.


Aurora: Ayqué horror.


Jaqueline: No entiendo Aurora, si te gusta tanto ¿porqué no se lo dices? Se ve que él también está pero si bien enamorado de ti.


Aurora: Nose… mi mejor amiga me ha dicho que… José tiene otras prioridades y que es mejordarle su espacio y cuando llegue el momento él se me va a declarar.


Jacqueline: Con todo respeto, ese es el peor consejoque he escuchado y mira que he oído varios, reservarte lo que sientes poralguien por mucho tiempo solo hará que te enfermes y que no consigas nada,esperar solo hará que poco a poco ese fuego que hay entre los dos poco a pocose apague.


Aurora: Conrazón me empezaba a doler la cabeza cada que pensaba en él… pero, no sé cómodecirle que lo amo… creo que lo correcto sea que él lo haga…


Jaqueline: ¡Claro que no! La mujer también puededeclarársele a un hombre, yo lo haría si estuviera muy enamorada de alguien, tútambién puedes hacerlo con él, deja esa timidez y lánzate, porque se ve que teestas dañando al no hacerlo.


Aurora: Lointentare… gracias… amiga. –Dijo sonriendo.


Luego de llegar a una mesa y ponerse a comer y charlar, cada quien tomo surumbo pues ya era tarde y estaba anocheciendo. Todos se despidieron y quedaronsolo José y Aurora, quienes quisieron quedarse otro rato más en la feria aseguir paseando y ver que más podían hacer, fue así que a José se le ocurriósubir a la rueda de la fortuna más grande que había, pese a que Aurora le dabanmiedo las alturas, pero él la animo a subirse.


Aurora: Yasabes que me dan miedo las alturas.


José: Tranquila, yo te cuido. –Dijo sujetándolela mano y mirándola sonriendo.


Aurora acepto, pero apenas la rueda empezó a girar rápidamente abrazo aJosé, cerrando los ojos fuertemente del miedo.


José: Tranquila… no tengas miedo, estoy aquícontigo, no dejare que te pase algo… abre los ojos, te vas a perder de lavista.


Aurora: Tengomiedo José…


José: Yo sé, pero no te va a pasar nada ¿sabespor qué? Porque estás conmigo.


Apenas le dijo eso José le dio un tierno e inocente beso en el cabello aAurora, apenas la chica sintió ese beso su corazón empezó a latir con muchafuerza y su rostro se puso muy rojo por la audacia de José, después de todo,era el primer beso que él le daba a ella, ya que los besos que le dio antes enla mano para ella no contaban.


Aurora abrió poco a poco los ojos, aun con miedo, pero lo hizo para ver lavista de la ciudad, sus bellos ojos, llenos de sombro empezaron a brillar trasver aquel espectáculo de las luces de la ciudad y su suerte fue tan grande quejusto en ese momento que subían por la rueda empezó a haber un evento de fuegosartificiales. Ambos veían con asombro ese show, pese a que Aurora estaba mástranquila, no soltó a José, le encantaba estar entre sus brazos, pues se sentíaprotegida.


Algo parecido a la vez pasada ocurrió, ambos jóvenes se empezaron a verfijamente a los ojos, Aurora paso sus brazos sobre la espalda de José y estebajo sus manos hacía la cintura de la chica, de nueva cuenta para intentaraquel beso que la vez pasada no fue posible, sin embargo, la mala suerte deAurora regreso, pues el juego mecánico había terminado su recorrido de dosvueltas y tenían que bajarse del juego. Una vez más, tan cerca pero tan lejosde poder probar aquellos finos labios de José.


Lamentablemente, esa sería la última vez que se verían en las vacaciones,al menos por mucho tiempo, ya que José le notificó a Aurora que se iría con suspadres a otro estado para celebrar la navidad y el año nuevo allá con unosparientes, cosa que le rompió el corazón a Aurora, pero no podía hacer nada.


Aurora: Estasvacaciones serán un infierno sin ti…


José: También me gustaría quedarme, pero pues…no puedo hacer nada, pero oye… nos escribiremos todos los días, te escribiréapenas llegue allá.


Aurora: Siestá bien, para saber que llegaste sano y salvo.


José: Cuando llegue iremos al centro comercial,te lo prometo, seré un buen esclavo.


Aurora: Máste vale jeje… pues… feliz navidad y próspero año nuevo adelantado jaja.


José y Aurora se dieron un fuerte abrazo antes de despedirse, esasvacaciones iban a ser muy amargas debido a que no estarían juntos, pero sabíanque volverían a verse, con mucha energía para empezar bien el año nuevo y laespera sin duda valdría la pena con lo que se iba a venir.


Tal y como prometió José, todos los días se estuvieron escribiendo, porsuerte para Aurora, también tendría su distracción y es que se fue a la playa agozar del calorcito, del mar, de las bebidas y de todo lo que uno goza estandoen la playa de vacaciones. Los amaneceres en la playa eran hermosos y más paraella que le encanta verlos. En una de esas ocasiones, esperando en la playa elamanecer deseaba que José estuviera con ella, abrazándola y dándole cariño.


Aurora: AyJosé… te extraño… mi amor… -Dijo en voz baja mientras escribía en la arena las iniciales de susnombres encerrándolas en un corazón.


Las vacaciones estaban por finalizar y José finalmente volvió a la ciudaddespués de estar casi mes y medio sin ver a Aurora, cuando la chica supo queJosé iba a volver se puso muy contenta, estaba deseosa de volver a verlo, puespese a que se hacían video llamadas seguido, obviamente no era lo mismo quetenerse en persona, para sentir la presencia del otro y poder abrazarse.


José pacto la cita del centro comercial un sábado, donde volvería a ser elesclavo de Aurora, como lo había prometido semanas atrás. Ese día de nuevoAurora se volvió a lucir con su vestimenta y apariencia, quería darle aentender a José que ella era la mujer más hermosa del mundo y que esa tremendafémina podría suya. Se vistió muy parecido a la vez en que fueron a la feria,pues se dio cuenta que José la miraba con mucho amor y deseo, más aparte querecibió muchos cumplidos de él, especialmente de su diadema con la rosa negra,así que obviamente se la tuvo que llevar puesta.


Esta vez, quedaron de verse en el centro comercial y apenas Aurora vio aJosé, esta se abalanzo sobre él y lo abrazo de tal como que José la tuvo quecargar para evitar que se cayera. Con sus piernas rodeo la cintura de José ycon sus manos el cuello del joven, pegando de esta manera todo el cuerpo deella al de él, sonriendo gustosamente de volver a ver a su mejor amigo y amorsecreto después de mucho de no verlo.


José sujeto sin querer los muslos de Aurora, a escasos centímetros de sutrasero, pero a ella no le importaba, de hecho, sentir las grandes y cálidasmanos de José tocando directamente su piel en una zona tan delicada como esa laprendían.


Aurora: Teextrañe mucho tonto. –Dijoaun pegada a él, aguantando las ganas de llorar.


José: Jeje… yo también te extrañe, pero lo buenoes que ya estoy aquí.


Aurora: ¿Estoypesada?


José: No… para nada, casi no pesas jeje.


Aurora: Conlo fuerte que te has puesto no me sorprende que yo no te pese nada.


José: Oye… la gente nos está mirando medio raro…


Aurora: ¿Ya ellos que les importa? Solo te debería de importar nuestra cita, esclavo.


José: Entendido ama mía. –Respondió bajando a suama con mucho cuidado. –Ama… permiso para hablar.
Aurora: Concedidoesclavo.


José: Note que traes puesta de nuevo esa diademaque llevaste cuando fuimos a la feria.


Aurora: Ahsí… ¿te gusta?


José: ¡Me encanta! Hace que te veas más bonitade lo que ya eres.


Aurora: Jeje…gracias, eres muy lindo conmigo esclavo.


José: Por cierto, casi lo olvidaba, te compre unrecuerdo de allá, algo sencillo pero espere te guste ama mía.


El chico le regalo un colguije bastante bonito y en la parte donde debíaestar una gema había un pequeño cuadro donde ella podía poner una imagen queella quisiera, de una persona que le resultase sumamente importante en su vida.


Aurora: Awww…gracias José, digo… esclavo, es un muy bonito detalle, que suerte que yotambién te tengo un regalo, aunque es solo un simple llavero que compre en laplaya.


José: Con eso es más que suficiente para hacermefeliz ama mía.


Ambos entraron al centro comercial y luego de otro día lleno de puradiversión, compras, videojuegos en donde Aurora barrió el piso con José en casitodos los juegos, comida, más compras, un poco de celos por parte de Auroracuando a José le tocaba interactuar con otras mujeres y por supuesto, máscompras jaja, al final decidieron regresar a casa de José un poco más tempranoque la última vez que lo visitaron pues ambos se encontraban algo cansados, sobretodo José, quien estuvo cargando bolsas todo el día.


Una vez llegaron a casa Aurora se sentó en el sillón de 3 personas, puesera el más cómodo. Se quitó las botas largas que llevaba, las redes que se pusoen las piernas y las calcetas con estampado de hueso para masajeárselos un pocopues pese a que sus botas eran muy bonitas, no eran para nada cómodas debido ala suela y el estar caminando mucho le causo un fuerte dolor en la planta.


Aurora: Dios,los pies me están matando… -Dijo frotando las yemas de sus dedos de la mano sobre la planta de suspiecitos.


José contemplo la escena, ver a su ama descalza por alguna razón lo pusomuy nervioso y se sentía algo excitado, pese a que él no sabía que tenía unfetiche por los pies femeninos, todas las veces que Aurora lo acariciaba conellos despertaron en él una fascinación por los pies de las mujeres y los deAurora eran por lejos sus preferidos, pero por miedo a asustar a su amiga consu nuevo fetiche este obviamente se aguantaba las ganas, pero entonces vio esaescena como una oportunidad de poder tocarlos sin que Aurora se pusieranerviosa.


José: ¡Ama mía! –Exclamo poniéndose de rodillasante Aurora, muy cerca de su pie derecho. –Veo que está muy adolorida, porfavor permítame hacerle un masaje en sus pies para aliviar su molestia.


Aurora se sorprendió, pues sucedió de manera repentina, sin embargo, eldolor en sus pies la estaban torturando y recordó que José sabía dar buenosmasajes.


Aurora: Estabien esclavo, pero te hago saber que como tú te ofreciste, no habrá recompensa.


José: No importa ama, es un placer servirle.


José se quedó arrodillado un par de segundos más, viendo con anhelo aquelhermoso pie de su ama; los pies de Aurora eran simplemente perfectos, ni muygrandes ni muy pequeños, sino de un tamaño medio, tenían una hermosa forma,eran de un color muy pálido, las uñas bien cuidadas pintadas de negro, lasplantas de un color rosado y para añadirle un toque más de sensualidad, lachica tenía en ambos hermosos tobillos, cadenas que hacían lucir sus pies másapetecibles.




Poringa




José se puso de pie rápidamente y busco las cosas que necesitaba; trajo unbanquito para sentarse, unas toallas limpias, un balde con agua y un poco decrema hidratante de su madre. José se sentó en el banquito y con mucho cuidadocoloco el pie izquierdo de Aurora sobre sus piernas. Tenerlo así de cerca causoque José tuviera una leve erección, pero se contuvo de que su pene siguieracreciendo, pero tener semejante belleza tocándolo era casi imposible.



José paso con cuidado sus dedos sobre la planta del pie de Aurora y quedosorprendido, era tan suave como la piel de un bebé o incluso más, además que,pese a estar caminando todo el día con botas de cuero, sus pies no olían nadamal, de hecho, tenían un tenue aroma a perfume. José recorrió todo el cuerpo deAurora con sus inocentes ojos y pudo comprobar finalmente que Aurora eraperfecta de pies a cabeza.


Puso en remojo los pies de Aurora en el balde de agua tibia, la chicavertió una especie de líquido que llevaba en un frasco pequeño, José no sabíaque era pero el aroma era muy agradable, mientras los pies de Aurora serelajaban ambos empezaron a charlar sobre sus vacaciones sin nada interesanteque agregar. Una vez listos José saco primero el izquierdo y con la toalla losexo con extrema delicadeza y una vez listo le empezó a aplicar la crema sobretodo el pie de Aurora y empezó a darle un exquisito masaje por todo su pie.


Aurora: Ahhh…pero que delicia, esto era lo que necesitaba. –Dijo cerrando los ojos.


José no dijo nada, pero la reacción de Aurora lo decía todo, le estabafascinando el trabajo que hacía su esclavo con sus manos. Los dedos de José sepaseaban por toda la bella planta de la joven, aplicaba presión sobre el arcopara desentumirle el pie, giraba sus yemas sobre cada uno de los deditos de lagótica mientras que a la vez les daba un leve estirón y por último, hacíamovimientos circulares sobre el suave talón, hasta que sintió como el piecitode Aurora quedo como nuevo.


En cuanto a la chica, ella desde que empezó José con el masaje había caídoen un espiral de goce y relajación, después de estar soportando mucho dolor ycansancio a lo largo de todo el día, ahora estaba en las nubes. No leincomodaba en lo más mínimo que José tocara una parte tan privada de su cuerpo,pues anteriormente no había dejado que nadie le tocase los pies, pero comoconfiaba demasiado en José, esta vez simplemente no le importo.


José pasó ahora con el pie derecho de Aurora e hizo exactamente el mismoproceso que con el izquierdo. Una vez finalizo el masaje en ambos pies, Auroraabrió los ojos para mirar a José, quien aún estaba sentado en aquel banco, conel pie derecho de ella aun posado sobre sus muslos.


José: ¿T… te gusto? –Preguntó nervioso.


Aurora: Ufff…me encanto, tienes razón, eres muy habilidoso con las manos jeje.


José: Cuando se trate de complacerte siempredaré mi mayor esfuerzo. –Dijo acariciando levemente el pie de su ama.


Aurora: Jaja,eres un lambiscón.


José: Jaja, haría cualquier cosa por ti.


Aurora: Aver si es cierto, dame un beso esclavo.


José no lo pensó más y tomo con sumo cuidado el pie de Aurora por eltobillo y le deposito un tierno beso sobre la planta de este.


Aurora: ¡Ay,que asqueroso eres! JAJA.


José: Tu dijiste que te diera un beso jaja.


Aurora: Perono en el pie José, no inventes JAJA.


José: No importa jaja, los tienes limpios yajeje.


Aurora: Jaja…a ti nunca se te va a quitar lo rarito, ya ven, siéntate conmigo, ya te hetorturado demasiado el día de hoy, veamos una película ¿Qué te parece?


José: Me encanta la idea, escoge una mientrasvoy a comprar botanas.


Aurora vio a José levantarse del banquito emocionado, viéndose como un niñopequeño, recogió rápidamente todo lo que había usado para el masaje y se fue atoda velocidad a la tienda, Aurora lo vio salir de casa y sonrió, pues pese alpasar de los meses de su amistad, José realmente no había cambiado con ella,seguía siendo tímido y algo torpe, cosa que a Aurora le generaba mucha ternura.


José volvió a casa con varias frituras, Aurora ya había escogido unapelícula; “El extraño mundo de Jack” la película preferida de muchos amantesdel mundo oscuro, incluyendo por supuesto a Aurora. José sirvió las botanassobre un gran tazón en una mesita que había cerca, bajo una sábana para podersecobijar pues hacía algo de frío y con todo ya listo, se sentó en el sillón.Aurora subió sus pies al mueble y José los cobijo a ambos para poder disfrutarde su tarde de películas.


Sin embargo, a mitad de la película José, quien estaba muy cansado porhaber caminado tanto, cargar bolsas pesadas y además, masajearle los pies a suama no pudo aguantar más tiempo despierto y se quedó dormido, se acercó más ala esquina del sillón, alejándose de Aurora y ahí se quedó rápidamente dormidoy dado a que él no ronca, Aurora no se dio cuenta sino hasta tiempo después.


Aurora: José…José… -Dijo moviéndolo unpoco para cerciorarse de que estaba durmiendo.


Al no recibir respuesta, la chica noto la pésima postura en la que estabala cabeza de José, pues estaba toda recargada hacía el lado izquierdo, lo quepodría causarle un terrible dolor de cuello al despertarse. Aurora se puso muynerviosa, pero luego de tragar saliva, se decidió a hacer lo que tenía enmente, bajo lentamente sus pies descalzos hacía la alfombra que había cerca delpiso, se retiró la cobija de sus piernas y una vez todo listo, tomo con muchocuidado la cabeza de José y con un gran esfuerzo físico para evitar que Josécayera de golpe sobre las piernas de la chica, Aurora consiguió que la cabezade José aterrizara delicadamente sobre sus piernas.


Una vez acostado, Aurora observo atentamente a José dormir, si bien escierto que anteriormente ya lo había visto hacerlo, siempre había sido deespaldas, esta vez lo tenía de frente y para Aurora le parecía muy tierno laforma en la que el chico dormía, él no roncaba, más sin embargo si respirabaprofundamente, expandía y contraía su pecho lentamente de manera relajada y ensu rostro había una expresión de serenidad, al parecer las piernas de Aurora leresultaron muy cómodas.


Aurora dejo de prestarle atención a la película y se centró en ver a José,como pudo acomodo las piernas de este para subirlas al apoya brazos del mueblepara que no tuviera el cuerpo chueco y durmiera más cómodamente. Una vez listo,lo miro por espacio de varios minutos, con mucho cuidado coloco su manoizquierda en el pecho de José para sentir los latidos calmados de su corazón,mientras que con la derecha acariciaba levemente una de las mejillas del bellodurmiente.


Aurora: Quetierno se ve dormido. Pensó.-¿Estará soñando conmigo?


La mano que tenía en el pecho de José la movió para que ahora esa delicadamanita acariciara el rostro del chico, mientras que ahora la derecha pasó apeinarlo con delicadeza, sus finos dedos se metían entre los mechones del cabellopara luego salir, repitiendo el proceso una y otra vez. El corazón de Auroralatía con mucha fuerza contra su pecho, el amor que sentía por José ya no podíaseguir ocultándolo o explotaría.


Aurora: ¿Meatreveré? –Dijo en vozbaja.


Luego de pensarlo por varios segundo al final decidió por arriesgarse. Elcojín que estaba detrás de ella le estorbaba, así que lo quito para tener másespacio detrás y con mucho cuidado se inclinó hacía donde estaba el rostro deJosé y le planto un tierno beso en la frente. Al hacerlo, una mancha de sulabial quedo impregnada en la piel, por lo que para eliminar la evidencia seunto un poco de saliva en uno de sus dedos y limpio esa zona para eliminar todorastro de aquel beso prohibido.


Aurora: Esono es suficiente. –Dijo ensus pensamientos. –De acuerdo, un besomás y ya Aurora.


La chica volvió a inclinar su espalda para que su rostro se acercara al deJosé, pese a que la postura era incomoda, a ella no parecía importarle, soloquería darle cariño al chico que la volvía loca cada que lo veía. Volvió abesarlo, esta vez en su mejilla derecha y en lugar de ser un fugaz besocomo el anterior, esta vez permaneció pegada a él por más tiempo, luego decalmarse un “Muack” se escuchó, señal que había terminado de besarlo, dejándoleahora una mancha de labial todavía más notoria, pero tal vez por la extrañasensación o por un acto reflejo, José se rasco la mejilla con una de sus manos,eliminando la evidencia de otro beso.


Aurora: Mesiento rara… quizás… otro beso más… ¡No! Ya cálmate Aurora, no te aprovechesmás de José. –Dijo en vozbaja.


La chica se empezó a sentir muy cansada, por más que intento no dormirse,al final el sueño que tenía por sobrepensar de nuevo las cosas. Aurora tomo denuevo la sábana y cobijo el cuerpo de José para que no sintiera frío y a la vezella también se cubrió con la manta para dormir un poco, con José aun acostadoen sus bellas y suaves piernas. En cuanto a ella, volvió a colocar el cojín ensu espalda y cerró los ojos para automáticamente caer en un profundo sueño.


Luego de una breve siesta de casi una hora, Aurora despertó, estiro suespalda y brazos relajándose, no había tenido una siesta así de reparadora enmucho tiempo, sin embargo, a la hora en la que dejo caer sus brazos poraccidente golpeo el cuerpo de José, quien aún estaba durmiendo sobre sus piernas.Alarmada, quito rápido las sabanas del cuerpo del chico para ver si eso lohabía despertado, pero para su alivio, José aun dormía plácidamente.


Aurora soltó un suspiro de alivio y de nuevo volvió a acariciarle el rostroa José con ambas manos, con mucho cuidado eso sí, para evitar que su amor sedespertara, pero apenas hizo eso su corazón volvió a latir como loco, tanto fueasí que hasta se mareo un poco. Su vista se centró en los finos labios de José,eran rosados y se veían muy suaves, Aurora se mordió los suyos deseandosaborear los de José, eran tantas sus ganas que ya no se pudo resistir.


Aurora: ¡¡¡Yano puedo soportarlo más!!! –Grito dentro de su mente.


Volvió a inclinar su cuerpo y beso por tercera vez a José, pero esta vezfinalmente lo hizo en sus labios, justo en el momento en el que sus labiostuvieron contacto con los de José, el corazón de Aurora dejo de latir de maneraacelerada para empezar a latir de forma más calmada, pero una sensación defelicidad y adrenalina se apoderaron de su cuerpo, el mundo entero había dejadode girar para ella, no le importaba otra cosa que no fuera aquel preciadomomento.


Pego totalmente su bello rostro con el de José, debido a la diferencia deángulos, sus labios no estaban exactamente alineados, pero basto con que Auroragirara levemente su cabeza para así besar perfectamente a José, debido a queeste último si estaba durmiendo obviamente no movía los labios al compás de losde Aurora, pero para la chica eso no importaba, lo que ella quería era saciaresa hambre de besar y morder aquellos bellos labios que el tímido chico tenía.


Aurora cerró los ojos, dejándose llevar por aquel precioso, sucio yprohibido momento de estar besando a José cuando este estaba vulnerable. Losminutos pasaban y Aurora no se cansaba de tener los labios de su amigo pegados alos suyos, al contrario, le seguían dando ganas de devorarlos después de largosmeses de estarse aguantando las ganas y ahora que por fin el chico estaba a sumerced, no iba a dejar escapar esa oportunidad ni aunque estuviera loca.


Tras estar besando a José por otros largos minutos más, Aurora pego todavíamás su rostro al de José, sin embargo, esto causo que el chico empezara a tenerdificultades para respirar y por las alarmas que su cerebro le envió a sucuerpo, este despertó de golpe. José abrió los ojos para ver los de Aurora auncerrados, sentía como Aurora lo estaba besando, pero por un acto reflejo estese apartó, sorprendiendo a Aurora con las manos en la masa.


José: ¡¿Qué estás haciendo Aurora?! –Preguntosorprendido tras apartarse de ella.


Aurora: ¡¡Aypor Dios!! ¡Lo siento, lo siento, lo siento! –Se disculpó muchas con José por haberlo besadosin su consentimiento. –No pude evitarloyo… -La chica se percató de que se le estaba poniendo la cara roja. –Yo… yo… debo irme…


La chica rápidamente tomo sus botas, ni siquiera se puso los calcetines,solo se puso su calzado, se abrocho rápidamente las agujetas y tomo sus cosaspara levantarse e intentar huir, no podía ni ver el rostro de José de la penade haberla pillado besándolo.


José: Aurora... ¿me besaste? –Dijo siguiéndola.


Aurora: Nome siento cómoda por haberte besado sin tu consentimiento, me tengo que ir. –Dijo alejándose de él camino a la puerta.


José: Aurora…


Aurora: Porfavor… no me sigas.–Exclamo interrumpiéndolo. –Tengo quepensar bien las cosas… solo… déjame en paz, por favor.


La chica solo lo miro, tenía muchas ganas de llorar y cuando sus ojoscomenzaron a lagrimear solo dio media vuelta y se fue corriendo a todavelocidad camino a la parada del autobús. José por su parte solo se quedóobservando, viendo al amor de su vida alejarse a la distancia. Estaba muyconfundido, no le molesto para nada que Aurora lo haya besado, al contrario, lehubiera gustado estar despierto, lo que no entendía era porque Aurora tuvo esareacción una vez que él se despertó, pero sin muchas opciones solo cerró lapuerta de su casa.


José: Olvido sus calcetines… -Dijo al entrar ala casa. –Ay no, ¿Qué he hecho? –Dijo sujetando el par de calcetas de Aurora.


La cabeza le daba vueltas, no sabía qué hacer ni sabía que pensar, perotras analizar mucho la situación llego a la hipótesis de que lo mejor era nomolestar a Aurora, sino dejarla tranquila en lo que ella también llegaba a unasolución, pues él estaba confundido, ella lo estaba y todavía más que él, puesella estaba despierta y fue quien decidió besarlo en primer lugar. Solo selimitó a limpiar el desorden que quedo en la sala y se fue a su cuarto a seguirdurmiendo, aprovechando que había empezado a llover y a él le relaja dormirmientras llueve.


En cuanto a Aurora las cosas no fueron tan simples, luego de que el camiónla dejara cerca de su casa, la chica se mojó bastante antes de llegar, así quellego cansada, mojada y aun con ganas de llorar.


Tamara: ¡Por dios hija ¿Qué te paso?!


Aurora: Nadamamá… solo me alcanzo la lluvia, debo ir a mi cuarto a bañarme, por favor, nome hagas tantas preguntas, no tengo cabeza ahora.


La señora vio la cara de su hija y comprendió que quería estar sola, asíque no la molesto más, solo le aconsejo que se bañara para no enfermarse y quela cena estaría lista pronto. La chica subió rápidamente las escaleras, sedesvistió, abrió la regadera para que saliera el agua caliente y apenas entro asu bañera se desplomo al piso y empezó a llorar a lagrima viva. Tenía quehacerlo, de alguna manera sentía que había perdido la amistad de José porhaberlo besado sin su permiso y pese a que disfruto cada segundo de aquelmomento, sospechaba que ya nunca lo podría volver a experimentar y eso lerompió el corazón.


Una vez se calmó se puso de pie, procedió a limpiarse su cuerpo con cuidadoy una vez finalizo con su ducha lo primero que hizo fue revisar su celular porsi José le había escrito un mensaje, pero se llevó la decepción de que no habíaninguna notificación suya, eso la puso aún más triste de lo que ya estaba.Pensó en escribirle ella un mensaje disculpándose, pero no se sintió capaz dehacerlo, se sentía sucia por lo que hizo y prefirió resignarse a escribirle.


Pasaban los minutos y mientras ella se cambiaba de ropa no dejaba de pensaren lo ocurrido, un nudo se le hizo en el estómago y hasta le dieron ganas devomitar. Al de un rato, su madre la llamo para que bajase a cenar, pero Aurorani siquiera estaba de ánimos para comer, si lo hizo fue solo para que su madreno sospechara nada, pues sabía perfectamente que no le podía pedir consejos ypara empeorar las cosas, su padre se había ido de viaje de negocios, así que nole podía pedir un consejo de hombre.


Pasaron los días, Aurora no podía dormir bien y tampoco se alimentaba comodebería, esto obviamente ocasiono que su cuerpo y rostro se viesen bastantedemacrados, además, había dejado de maquillarse como solía hacerlo, por lo quesu aspecto no era nada favorable, pero había caído en una depresión tan inmensade haber perdido a su mejor amigo, el único hombre de su edad que no teníamalas intenciones con ella, que la respetaba y la quería por encima de sucuerpo, pues en todos esos días no recibió ni un mensaje de José.


En cuanto al chico, las cosas eran diferentes, en su mente él creía queAurora no quería ser molestada, pues luego de lo ocurrido tal vez solo queríaestar sola para pensar bien las cosas sobre a donde se dirigía su amistad, Joséestaba más que listo para ponerse finalmente los pantalones y pedirle de unavez por todas a Aurora que sea su hermosa novia, pero obviamente no era algoque se decía por mensaje, sino en persona, pero como no sabía dónde vivíaAurora, tuvo que esperar otra larga semana hasta el inicio de clases.


El lunes de inicio de clases llego, para muchos era una pesadilla volver,para José era quizás uno de los días más importantes de su vida, pues lepediría a la chica más bella de toda la escuela y quizás del mundo que fuese supareja. Sin embargo, una vez llego al patio no la vio donde siempre loesperaba, eso le pareció extraño, pero siguió buscándola por toda la escuela,no fue sino hasta que llego al salón de clases donde la pudo ver al fin,sentada hasta atrás como siempre. El salón estaba oscuro, pero José pudo vercon claridad lo demacrada que lucía y eso lo asusto.


José: ¡¿Aurora que tienes?!


Aurora: …Desperté tarde y… no me dio tiempo de arreglarme.


José: Claro que no, eso no es por falta demaquillaje, pareciera que no has dormido en días ¿te sucede algo?... ¿Es por lode la otra vez?


Aurora: …No…-No podía ni verlo a losojos.


José: Mira… eso no se hace… pero…


Aurora: ¿Sabesqué? Creo que lo mejor es darnos un tiempo, por favor… no quiero que me hablesmás hasta que yo lo diga. –Respondió algo molesta al comentario de José.


José se sobresaltó por la reacción de Aurora y pese a que tenía ganas derogarle a Aurora que no se pusiera en ese plan, algo que había platicado con supsicóloga era que primero estaba el amor propio y rogarle a una mujer era algoque no se hacía si uno no había tenido la culpa de nada.


José: Esta bien… adiós. –Respondió serio y semarchó del salón a buscar a sus amigos.


Aurora se quedó sola en el salón, del coraje tomo su cartuchera y la lanzoal piso, rompiéndola en el acto, estaba pasando por una extraña etapa debipolaridad, por un lado no quería ver a José pues se sentía mal por lo quehizo, pero por otro no quería distanciarse de él, pero tras pensar bien en loque dijo, se dio cuenta que fue lo que consiguió, alejarlo de sus brazos.


Los días posteriores fueron todo un infierno para ambos, en especial paraAurora, quien seguía sin comer ni dormir bien, su aspecto cada vez era peor ypese a que José había aceptado dejarla en paz, no podía evitar preocuparse porel estado tan terrible en el que se encontraba Aurora, así que intento portodos los medios contactarse con ella; le dejaba recados en su pupitre, lemandaba varios mensajes de texto diciéndole que no estaba molesto y algunasveces hasta hablaba directamente con ella, pero la chica seguía sin atreverse amirarlo a los ojos, pareciera que los papeles se habían invertido.


En una ocasión, Jacqueline, la chica que Aurora conoció en la feria lepropuso comer juntas y pese a que la gótica no estaba tan convencida al principio,al final acepto la propuesta. Ambas bajaron al patio y se sentaron en la bancadonde Aurora solía sentarse con José. Pese a que Aurora tenía mucha comida ensu lonchera está a duras penas y comía, por lo que su nueva amiga se preocupó.


Jaqueline: Casi no has comido nada Aurora, se va aterminar el recreo y tú sin comer.


Aurora: Este…si… tienes razón, voy a ir al baño…


Jaqueline: ¿Al baño? Hola. –Chasqueo sus dedos frentea los ojos verdes de Aurora para que regresara a la realidad. –Yo te dije que comieras,no inventes, si de por si antes eras delgada ahora lo estás más ¿no has comido?


Aurora: Ahsí, tienes razón, lo siento, voy a comer algo.


Jaqueline: No cabe duda que José y tú, son tal paracual, ambos me hablan así cuando recién me conocieron… a propósito ¿Cómo vanlas cosas entre los dos? Él ya no me ha hablado de ti para nada.


Aurora: ¡Soyuna pendeja! –Dijoaplastando el taco que tenía en las manos y volvió a llorar a lágrima viva.


Jacqueline: Wow, wow… ¿Qué tienes? Claro que no loeres ¿Qué paso?


Aurora: Esque… cuando volvimos a vernos en las vacaciones… estábamos en su sala viendouna película y… se quedó dormido, entonces… lo bese.


Jaqueline: Pero si José ya ha dicho que tú lo hasbesado en la frente o en la mejilla ¿se molestó por eso?


Aurora: Lobese en los labios… mientras él dormía. Respondió cabizbaja.


Jaqueline: ¡¿QUÉ?! Aurora… ¿Cómo pudiste hacerlo?


Aurora: Nopude evitarlo… se veía tan tierno durmiendo y ya no pude resistirme más… ¡Teníaque hacerlo!


Jaqueline: ¿Y por qué no lo besaste cuando estabadespierto? Por lo que me contaste la otra vez cuando tuvieron su primera cita,tú fingiste estar dormida y José no te hizo nada, ni te toco ni te beso, aunquetú hubieras deseado eso él respeto tu espacio… y ahora que él te tuvo la mismaconfianza abusaste de ella y lo besaste, con razón está molesto contigo.


Aurora: Tienesrazón… ¡Lo perdí! –Llevosus manos a su rostro y volvió a llorar.


Jaqueline: Cálmate, la situación está difícil, perono es imposible darle solución.


Aurora:Pero ya ni me habla, me las ingenie para alejarlo de mí, solo me dice que mecuide y ya, cuando me quiso hablar el primer día de clases no sé qué me pasopero conseguí asustarlo.


Jaqueline: Pareciera como si José te hubieratransmitido todo lo malo que tenía a ti… tal vez… lo mejor si sea alejarse deél.


Aurora: ¡Claroque no! Yo me lo gane, José no hizo nada, no quiero perderlo.


Jaqueline: Pues por lo visto, ya lo hiciste o loestas logrando. –Jaqueline vio como Aurora volvía a llorar desconsoladamente. –Mira,hablare con José, le pediré que hable contigo, pero tú también Aurora, debescuidarte, te estas dañando al no comer y dormir, te puedes enfermar.


Aurora: Si…comeré algo ahora… pero… ¿En serio me ayudaras con eso?


Jaqueline: Claro, para eso están las amigas, mira, note prometo que José te hable, pero seré muy persuasiva para que lo haga, esmás, se lo diré hoy mismo, para que mamana que sea viernes tengan tiempo paraplaticar a solas.


Aurora: Gracias…en serio… muchas gracias… eres una gran amiga.


Jaqueline: Jeje, gracias, pero come algo pronto.


Aurora tomo su comida y comió tan rápido como pudo, pues el receso ya casiterminaba, por suerte para ella, logro terminar sus alimentos a tiempo,sintiéndose mucho mejor ahora.


Jaqueline: Se nota que lo amas mucho ¿cierto?


Aurora: Másde lo que te imaginas… -Respondió.


Jaqueline: Si, es un buen muchacho, solo que no se haatrevido a declarársete por miedo a que lo rechaces, él tampoco quisieraperderte.


Aurora: Sise me declarara hoy… tendría el SI seguro.


Jacqueline: Pues ve pensando que le dirás mañana y sise vuelven novios, cuídalo mucho, hombres como él hoy en día están en peligrode extinción.


Aurora: Losé… si él no se me declara, yo lo haré…

0 comentarios - 7. La gótica y el tímido.