Mi hija Diana empezó a usar falditas cada vez mas cortas.
Yo lo noté mucho la última vez que fui a recogerla a una fiesta de sus amigas de la escuela. Fui por ella en el auto de mi empresa, la cual me daba chofer, pero traía algunas cosas de algunas compras que hice previo a recogerla, por lo cual solo quedó un asiento atrás. Sus amigas la llevaron al auto porque estaba algo borracha. Se despidieron de ella y se la subí como pude.
Ese día, Diana se había puesto un vestido muy corto y una zapatillas de tacón alto. Por lo que se le veían unas piernas hermosas y largas. ¡No podía creer lo mucho que había crecido mi hija!
Desde que la subí al asiento de atrás la tomé de su diminuta cintura de avispa, y en ese momento sentí algo extraño en mi estómago. Su perfume de sandía inundó todo el carro. El chofer volteó a ver que nos acomodarnos y noté como le vio las piernas a mi hija, ya que traía un diminuto minivestido y la espalda toda descubierta. Yo me subí al auto y mi hija no cabía en el asiento porque venían muchas cosas de compras que hice, entonces la pasé a sentarse arriba de mi. Ella venía medio dormida y medio tomada aún, por lo que se bajaba el vestidito lo más que podía entre sueños, ya que se le subía mucho con el movimiento. Yo la agarré de su cinturita y la senté arriba de mis piernas para que no se fuera incómoda a lado de las cosas, entonces logré acomodarla arriba de mi y el chofer arrancó. Conforme íbamos pasando los altos y los baches sentía y veía sus muslos enormes blancos como me cubrían y puse mis manos a descansar arriba de sus muslos.
El chofer cada vez que podía veía por el espejo retrovisor las piernas de Diana. No pude evitar sentir algo con todo eso...
Luego me percate que traía mi verga muy tiesa y el pantalón me apretaba mucho por lo mismo. Sentía como me punzaba y salía chorritos de líquido de mi verga, estaba muy tiesa y pensé en acomodármela. En un alto al que llegamos, levanté un poco a Diana y me acomodé mi verga en medio. En enseguida sentí como cayó sobre mi sus nalgas enormes y mi verga quedó en medio de su raya. Yo no sabía que hacer ya que era mi hija, y sentía mi verga super tiesa, cada vez que mis manos rozaban sus muslos...
TELEGRAM: IncestRelatos
Yo lo noté mucho la última vez que fui a recogerla a una fiesta de sus amigas de la escuela. Fui por ella en el auto de mi empresa, la cual me daba chofer, pero traía algunas cosas de algunas compras que hice previo a recogerla, por lo cual solo quedó un asiento atrás. Sus amigas la llevaron al auto porque estaba algo borracha. Se despidieron de ella y se la subí como pude.
Ese día, Diana se había puesto un vestido muy corto y una zapatillas de tacón alto. Por lo que se le veían unas piernas hermosas y largas. ¡No podía creer lo mucho que había crecido mi hija!
Desde que la subí al asiento de atrás la tomé de su diminuta cintura de avispa, y en ese momento sentí algo extraño en mi estómago. Su perfume de sandía inundó todo el carro. El chofer volteó a ver que nos acomodarnos y noté como le vio las piernas a mi hija, ya que traía un diminuto minivestido y la espalda toda descubierta. Yo me subí al auto y mi hija no cabía en el asiento porque venían muchas cosas de compras que hice, entonces la pasé a sentarse arriba de mi. Ella venía medio dormida y medio tomada aún, por lo que se bajaba el vestidito lo más que podía entre sueños, ya que se le subía mucho con el movimiento. Yo la agarré de su cinturita y la senté arriba de mis piernas para que no se fuera incómoda a lado de las cosas, entonces logré acomodarla arriba de mi y el chofer arrancó. Conforme íbamos pasando los altos y los baches sentía y veía sus muslos enormes blancos como me cubrían y puse mis manos a descansar arriba de sus muslos.
El chofer cada vez que podía veía por el espejo retrovisor las piernas de Diana. No pude evitar sentir algo con todo eso...
Luego me percate que traía mi verga muy tiesa y el pantalón me apretaba mucho por lo mismo. Sentía como me punzaba y salía chorritos de líquido de mi verga, estaba muy tiesa y pensé en acomodármela. En un alto al que llegamos, levanté un poco a Diana y me acomodé mi verga en medio. En enseguida sentí como cayó sobre mi sus nalgas enormes y mi verga quedó en medio de su raya. Yo no sabía que hacer ya que era mi hija, y sentía mi verga super tiesa, cada vez que mis manos rozaban sus muslos...
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7 comentarios - Mi hija Diana... PARTE 1