«¡SantoDios! —razonabami suegra—.¡¿Qué voy a hacer?! Me es imposible salir de este yugo de miyerno. Este huevón me tiene dominada. No puedo evitar que mi conchase empape cuando me habla como una prostituta y mucho más cuando meabofetea o me nalguea. Ya no soy dueña de mí, mucho peor sabiendoque es el marido de mi hija, me excita que haga con mi cuerpo lo quele delagana».
Después,volvimos a el living a ver televisión y de allí en unos quinceminutos se va aproximando mi pareja para acompañarnos.
—¡Ayqué lindo! —decía mi mujer— ¡Me gusta verlos así bienconversadores…! Y pensar que antes ni siquiera se podían mirar.
—Tienesmucha razón cariño —habló la mamá de mi pareja—. Ya con Césarhemos conversado mucho y efectuado las pases. Quiero que no hayadiscordias en este hogar y mucho menos por mi culpa… Por elcontrario, nuevamente discúlpeme usted César si he sido muygrosera… La verdad me avergüenzo de haberme comportado de esamanera…
—No,no… No se preocupe doña Esperanza… Yo la entiendo y desde ya ledigo que esta es su casa, y celebro que nos vayamos comprendiendo…
Permanecimostoda la tarde los tres conversando de muchos temas, también algunoschistes con doble sentido, etc. Luego por la noche nos sentamos acenar, continuando la conversación y después de dos horas deconversa, mi suegra nos indicó que se iba a descansar a su cuarto,quedándonos solos mi pareja y yo.
—¡Nolo puedo creer cariño! —expresó Cecilia—. Te juro si me lohubiesen contado no lo creería. ¿Cómo has hecho para que mamácambie así contigo? Yo te conozco mi amor…
—Laverdad princesa es que después que te fuiste, le dije a tu mamá quequería hablar muy serio con ella. Le hice entender que de seguir conesa actitud lamentablemente tendría que regresar a su casa; que notenía por qué tratarme así, ya que yo no le había hecho nada;según cómo nos llevemos ella y yo dependía tu felicidad… En fin,otras cosas más, que estoy seguro que le llegó al corazón y creoque ya lo entendió.
—¡Yasabía yo! Tú tienes una habilidad innata de llevarte bien con todoel mundo y estaba segura que con mamá no iba a ser la excepción…Gracias mi cielo… En verdad me siento ya más tranquila… Bueeeno,todo esto me ha aumentado el hambre…Así que mi vida, vamos a nuestra pieza para que me aplaques estasganas que tengo de coger…
Esanoche culiamos con mi mujer como si hace un año no nos viéramos. Meimaginaba que me estaba culiando a su madre, que le gustaba que latrate como puta y mucho más que sea sodomizada.
Ceciliay yo tenemos la misma edad: treintones y nuestra vida sexual esbastante activa, igual que su madre que ya vi que es bastantecaliente, . Tanto ella como mi suegra sienten placer cuando lesperforo los tres agujeros y en cuanto al cuerpo, las dos se parecen,por supuesto, en el caso de mi pareja, la piel es más firme y tantosus senos como sus glúteos son bastante consistentes. Si mi suegrase vistiera de forma moderna, generaría mucha atracción para loshombres, cómo sí lo hace su hija. Ambas son de piel clara, pezonesoscuros, ojos color café claro y su cabello es de color castañooscuro. Mi pareja usa el cabello corto, entre tanto su madre lo usalargo.
Aldía siguiente nos despertamos contentos para irnos a trabajar.
—Aycariño, qué rico hicimos el amor —habló mi mujer—. Tecomportaste como un atleta sexual César… En verdad me gustómucho… Hace tiempo que no nos tiramos un polvo como hoy día…
—Estuvoespectacular mi cielo. Yo también gocé deliciosamente. Desde que medejaste en la tarde para irte de compras, esperaba ansioso la llegadade la noche.
—Miamor, por si acaso hoy día me toca turno todo el día —contómi mujer, yaque ella es enfermera—. Te encargo a tu suegra. Voy a decirle quete atienda como es debido.
Nome imagino cómo reaccionaría mi mujer si llegase a saber que sumadre y yo somos amantes; y si a eso le agregamos que el tratamientohacia ella es mucho peor que a una puta, que cuando estamos solos lasodomizo, y ella siente placer que la golpee con mucha violencia.
Desayunamoslos tres, muy alegres, y después de terminar nos despedimos de misuegra para irnos a nuestros trabajos.
Alregresar a casa para almorzar, encontré a la madre de mi parejacolocando la mesa solamente para nosotros dos.
—¡Buenastardes zorra! —le dije a mi suegra—. ¿Qué tal te ha ido hoydía?
—Buenastardes mi amo —respondió ella—. Felizmente todo bien mi señor…Espero que le guste el almuerzo que he preparado para usted.
Justamenteella colocaba los cubiertos sobre la mesa, cuando le tomé deespaldas y comencé a besarle el cuello, la incliné sobre la mesa ehice que sus tetas quedasen sobre ésta. Inmediatamente le subí lafalda hasta la cintura, le bajé el calzón, le di cuatro nalgadasfuertes, dos en cada glúteo y metí mis dedos dentro de su vagina.
—¡Eresuna cachonda incorregible! ¡Qué puta eres! Te mueres deganas que te metami vergadentro de tu concha, ¿eh?
—¡Sími señor! Toda la mañana he estado esperando este momento… Ustedrecuerde mi amo que me dejó ayer con muchas ganas… y me prometióque hoy día iba a meter su pene dentro de mi concha húmeda…Que se pone así por su culpa mi señor…
Inmediatamentele clavé mi estaca hasta el fondo de su concha, de una , sin aviso..
—Aaaarrg,aaaarrg, aaaarr, ooooh, ooooh, ooooh… —gemía mi suegra—. ¡Quédeliciosa pichula mi señor! ¡Qué deliciosa verga…! La sientotodita mi amo… Ooooh, ooooh, ooooh, uffff, uffff, uffff…comome abre ...
—Esoes lo que te gusta zorra,¿sí? —le decía yo y al mismo tiempo le dabacuatro golpes más sobre suculo—Solamente sirves para culiarperra…
—Siiii,siiii, siiii… golpéeme mi señor, soy una mujer muy mala, muymala… Estoy culiandocon laparejade mi hija… Aaaah, aaaah, aaaah, mmmm, mmmm, mmmm… Además, soyuna puta, una caliente…Ooooh, ooooh, ooooh… péguemefuerte !!!!, me lo merezco por puta !!!
Minutosdespués que me encontraba perforándole la concha duramente, lalevanté de la mesa y comencé a quitarle toda la ropa, dejándolacompletamente desnuda. Le di dos bofetadas en sus mejillas.
—¡Ahoraarrodíllate y mámame la verga puta! —le dije. Y quiero que mehagas gozar como tú sabes hacerlo.
—Soysu esclava mi amo, y yo obedezco… —respondió la madre de mipareja—. ¡Qué linda vergatiene mi señor! ¡Es adorable!... Sluuuup, sluuuup, sluuuup, mmmm,mmmm, mmmm…
—Ooooh,ooooh, ooooh, mmmm, mmmm, mmmm… —disfrutaba de la chupada deverga que me hacía mi suegra—. Así, maraca, así, así… aaaah,aaaah, aaaah… Si supiera tu hija que… mmmm, mmmm, mmmm… leestás chupando el verga… ooooh, ooooh, ooooh… a su pareja…uffff, uffff, uffff… de seguro que te echa… aaaah, aaaah, aaaah…de la casa… ¡Espera, espera!... ¡No sigas! ¡Quiero terminardentro de tu concha…!
«¡Quédelicioso picode mi yerno! —sedecía mi suegra—.Me pone tan calienteque mi hija y yo nos deleitemos con esta buena verga… Esto es tanimpúdico, tan indecente, que hace aumentar mis jugosvaginales como ríos…».
Asídesnuda, coloqué a mi suegra sobre la mesa boca arriba, coloqué suspiernas sobre mis hombros, le apunté mi pico dentro de la entrada desu concha y de un solo envión le metí mi pico hasta el fondo,llegando hasta el útero.
—Uffff,uffff, uffff… Siiii, siiii, siiii mi amo… Ooooh, ooooh, ooooh…Soy suya… aaaah, aaaaah, aaaah… Le pertenezco en cuerpo y alma…Mmmm, mmmm, mmmm… ¡Soy su esclava…! Ufff, uffff, uffff… ¡Puedehacer conmigo lo que quiera…!Ooooh, ooooh, ooooh… ¡Deme más duro mi señor…! Aaaah, aaaah,aaaah… ¡Así, así, con mucha fuerza…! Mmmm, mmmm, mmmm… ¡Másfuerte…! ¡Destróceme laconcha mierda…! Siii, siiii, siiii… ¡ABofetéemeamo! ¡Así, así, así…! ¡Soy su esclava mi señor…! Péguemepor favor !!! solo soy su depósito de semen ...
Continuabacon las estocadas brutales en la concha de la mamá de mi mujer, enun mete y saca constante. Sus mejillas se encontraban rojas de lascachetadas que le daba. Ya no pude contenerme y descargué todo mileche dentro de ella.
—Ooooh,ooooh, ooooh… Mi señor… ¡Mi señor…! ¡Mi señor…! ¡Mecorro…! ¡Me corro…! Oh no, oh no, oh no, oh no… Aaaaah, aaaah,aaaah, aaaah, aaaah, aaaah, ooooh, ooooh, ooooh, ooooh, ooooh…Siiii, siiii, siiii, siiii, siiii, siiii…
Misuegra terminó en un impetuoso orgasmo sonoro, cuyos gritos seescucharon por toda la casa y eyaculando jugos de su concha como siorinara, mojándome entero y yo , preso del fervor me puse encima desu boca y la oriné mientras ella tragaba todo , degradandola mas .
Despuésde terminar, me preocupaba de los golpes que le daba a mi suegra.Eran tan fuertes que las huellas que dejaba en su cara y en su suculo eran muy evidentes. No es mi intención echarle a ella toda laculpa por el placer que sentía siendo sodomizada por la pareja de suhija, sino que yo también gozaba de esa dominación, ya sea porquedías antes era una mujer dominante, autoritaria y déspota, paraluego convertirse en una mujer sumisa, dócil y obediente; aparte quese deleitaba sexualmente que la llame con palabras soeces como: puta,zorra, perra, maraca, etc.
Despuésque recuperamos el ánimo, la madre de mi mujer, quiso colocarse laropa que se encontraba en el piso.
—¡Noooo!—le ordené— A partir de estos momentos, cuando nos encontremossolos, vas a estar completamente desnuda en casa, excepto con unassandalias de taco aguja que me encantan… ¡¿Entendido zorra?!
—Sími señor, como usted lo ordene… Pero, no tengo ese tipo de calzadomi señor, todo mi calzado y mi vestuario son bastante conservadoresmi amo…
—Pues,toma prestado ropa y calzado de tu ama… Quiero que vayas conCecilia a renovar todo tu vestuario… Vas a vestirte moderna, porquetengo planes para ti. Tú eres mi esclava, y como tú misma lo acabasde decir: “puedo hacer contigo lo que me plazca…” ¿Tengo razónperra?
—Sí-sími amo… Usted ordena y yo obedezco.
Después,volvimos a el living a ver televisión y de allí en unos quinceminutos se va aproximando mi pareja para acompañarnos.
—¡Ayqué lindo! —decía mi mujer— ¡Me gusta verlos así bienconversadores…! Y pensar que antes ni siquiera se podían mirar.
—Tienesmucha razón cariño —habló la mamá de mi pareja—. Ya con Césarhemos conversado mucho y efectuado las pases. Quiero que no hayadiscordias en este hogar y mucho menos por mi culpa… Por elcontrario, nuevamente discúlpeme usted César si he sido muygrosera… La verdad me avergüenzo de haberme comportado de esamanera…
—No,no… No se preocupe doña Esperanza… Yo la entiendo y desde ya ledigo que esta es su casa, y celebro que nos vayamos comprendiendo…
Permanecimostoda la tarde los tres conversando de muchos temas, también algunoschistes con doble sentido, etc. Luego por la noche nos sentamos acenar, continuando la conversación y después de dos horas deconversa, mi suegra nos indicó que se iba a descansar a su cuarto,quedándonos solos mi pareja y yo.
—¡Nolo puedo creer cariño! —expresó Cecilia—. Te juro si me lohubiesen contado no lo creería. ¿Cómo has hecho para que mamácambie así contigo? Yo te conozco mi amor…
—Laverdad princesa es que después que te fuiste, le dije a tu mamá quequería hablar muy serio con ella. Le hice entender que de seguir conesa actitud lamentablemente tendría que regresar a su casa; que notenía por qué tratarme así, ya que yo no le había hecho nada;según cómo nos llevemos ella y yo dependía tu felicidad… En fin,otras cosas más, que estoy seguro que le llegó al corazón y creoque ya lo entendió.
—¡Yasabía yo! Tú tienes una habilidad innata de llevarte bien con todoel mundo y estaba segura que con mamá no iba a ser la excepción…Gracias mi cielo… En verdad me siento ya más tranquila… Bueeeno,todo esto me ha aumentado el hambre…Así que mi vida, vamos a nuestra pieza para que me aplaques estasganas que tengo de coger…
Esanoche culiamos con mi mujer como si hace un año no nos viéramos. Meimaginaba que me estaba culiando a su madre, que le gustaba que latrate como puta y mucho más que sea sodomizada.
Ceciliay yo tenemos la misma edad: treintones y nuestra vida sexual esbastante activa, igual que su madre que ya vi que es bastantecaliente, . Tanto ella como mi suegra sienten placer cuando lesperforo los tres agujeros y en cuanto al cuerpo, las dos se parecen,por supuesto, en el caso de mi pareja, la piel es más firme y tantosus senos como sus glúteos son bastante consistentes. Si mi suegrase vistiera de forma moderna, generaría mucha atracción para loshombres, cómo sí lo hace su hija. Ambas son de piel clara, pezonesoscuros, ojos color café claro y su cabello es de color castañooscuro. Mi pareja usa el cabello corto, entre tanto su madre lo usalargo.
Aldía siguiente nos despertamos contentos para irnos a trabajar.
—Aycariño, qué rico hicimos el amor —habló mi mujer—. Tecomportaste como un atleta sexual César… En verdad me gustómucho… Hace tiempo que no nos tiramos un polvo como hoy día…
—Estuvoespectacular mi cielo. Yo también gocé deliciosamente. Desde que medejaste en la tarde para irte de compras, esperaba ansioso la llegadade la noche.
—Miamor, por si acaso hoy día me toca turno todo el día —contómi mujer, yaque ella es enfermera—. Te encargo a tu suegra. Voy a decirle quete atienda como es debido.
Nome imagino cómo reaccionaría mi mujer si llegase a saber que sumadre y yo somos amantes; y si a eso le agregamos que el tratamientohacia ella es mucho peor que a una puta, que cuando estamos solos lasodomizo, y ella siente placer que la golpee con mucha violencia.
Desayunamoslos tres, muy alegres, y después de terminar nos despedimos de misuegra para irnos a nuestros trabajos.
Alregresar a casa para almorzar, encontré a la madre de mi parejacolocando la mesa solamente para nosotros dos.
—¡Buenastardes zorra! —le dije a mi suegra—. ¿Qué tal te ha ido hoydía?
—Buenastardes mi amo —respondió ella—. Felizmente todo bien mi señor…Espero que le guste el almuerzo que he preparado para usted.
Justamenteella colocaba los cubiertos sobre la mesa, cuando le tomé deespaldas y comencé a besarle el cuello, la incliné sobre la mesa ehice que sus tetas quedasen sobre ésta. Inmediatamente le subí lafalda hasta la cintura, le bajé el calzón, le di cuatro nalgadasfuertes, dos en cada glúteo y metí mis dedos dentro de su vagina.
—¡Eresuna cachonda incorregible! ¡Qué puta eres! Te mueres deganas que te metami vergadentro de tu concha, ¿eh?
—¡Sími señor! Toda la mañana he estado esperando este momento… Ustedrecuerde mi amo que me dejó ayer con muchas ganas… y me prometióque hoy día iba a meter su pene dentro de mi concha húmeda…Que se pone así por su culpa mi señor…
Inmediatamentele clavé mi estaca hasta el fondo de su concha, de una , sin aviso..
—Aaaarrg,aaaarrg, aaaarr, ooooh, ooooh, ooooh… —gemía mi suegra—. ¡Quédeliciosa pichula mi señor! ¡Qué deliciosa verga…! La sientotodita mi amo… Ooooh, ooooh, ooooh, uffff, uffff, uffff…comome abre ...
—Esoes lo que te gusta zorra,¿sí? —le decía yo y al mismo tiempo le dabacuatro golpes más sobre suculo—Solamente sirves para culiarperra…
—Siiii,siiii, siiii… golpéeme mi señor, soy una mujer muy mala, muymala… Estoy culiandocon laparejade mi hija… Aaaah, aaaah, aaaah, mmmm, mmmm, mmmm… Además, soyuna puta, una caliente…Ooooh, ooooh, ooooh… péguemefuerte !!!!, me lo merezco por puta !!!
Minutosdespués que me encontraba perforándole la concha duramente, lalevanté de la mesa y comencé a quitarle toda la ropa, dejándolacompletamente desnuda. Le di dos bofetadas en sus mejillas.
—¡Ahoraarrodíllate y mámame la verga puta! —le dije. Y quiero que mehagas gozar como tú sabes hacerlo.
—Soysu esclava mi amo, y yo obedezco… —respondió la madre de mipareja—. ¡Qué linda vergatiene mi señor! ¡Es adorable!... Sluuuup, sluuuup, sluuuup, mmmm,mmmm, mmmm…
—Ooooh,ooooh, ooooh, mmmm, mmmm, mmmm… —disfrutaba de la chupada deverga que me hacía mi suegra—. Así, maraca, así, así… aaaah,aaaah, aaaah… Si supiera tu hija que… mmmm, mmmm, mmmm… leestás chupando el verga… ooooh, ooooh, ooooh… a su pareja…uffff, uffff, uffff… de seguro que te echa… aaaah, aaaah, aaaah…de la casa… ¡Espera, espera!... ¡No sigas! ¡Quiero terminardentro de tu concha…!
«¡Quédelicioso picode mi yerno! —sedecía mi suegra—.Me pone tan calienteque mi hija y yo nos deleitemos con esta buena verga… Esto es tanimpúdico, tan indecente, que hace aumentar mis jugosvaginales como ríos…».
Asídesnuda, coloqué a mi suegra sobre la mesa boca arriba, coloqué suspiernas sobre mis hombros, le apunté mi pico dentro de la entrada desu concha y de un solo envión le metí mi pico hasta el fondo,llegando hasta el útero.
—Uffff,uffff, uffff… Siiii, siiii, siiii mi amo… Ooooh, ooooh, ooooh…Soy suya… aaaah, aaaaah, aaaah… Le pertenezco en cuerpo y alma…Mmmm, mmmm, mmmm… ¡Soy su esclava…! Ufff, uffff, uffff… ¡Puedehacer conmigo lo que quiera…!Ooooh, ooooh, ooooh… ¡Deme más duro mi señor…! Aaaah, aaaah,aaaah… ¡Así, así, con mucha fuerza…! Mmmm, mmmm, mmmm… ¡Másfuerte…! ¡Destróceme laconcha mierda…! Siii, siiii, siiii… ¡ABofetéemeamo! ¡Así, así, así…! ¡Soy su esclava mi señor…! Péguemepor favor !!! solo soy su depósito de semen ...
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—Ooooh,ooooh, ooooh… Mi señor… ¡Mi señor…! ¡Mi señor…! ¡Mecorro…! ¡Me corro…! Oh no, oh no, oh no, oh no… Aaaaah, aaaah,aaaah, aaaah, aaaah, aaaah, ooooh, ooooh, ooooh, ooooh, ooooh…Siiii, siiii, siiii, siiii, siiii, siiii…
Misuegra terminó en un impetuoso orgasmo sonoro, cuyos gritos seescucharon por toda la casa y eyaculando jugos de su concha como siorinara, mojándome entero y yo , preso del fervor me puse encima desu boca y la oriné mientras ella tragaba todo , degradandola mas .
Despuésde terminar, me preocupaba de los golpes que le daba a mi suegra.Eran tan fuertes que las huellas que dejaba en su cara y en su suculo eran muy evidentes. No es mi intención echarle a ella toda laculpa por el placer que sentía siendo sodomizada por la pareja de suhija, sino que yo también gozaba de esa dominación, ya sea porquedías antes era una mujer dominante, autoritaria y déspota, paraluego convertirse en una mujer sumisa, dócil y obediente; aparte quese deleitaba sexualmente que la llame con palabras soeces como: puta,zorra, perra, maraca, etc.
Despuésque recuperamos el ánimo, la madre de mi mujer, quiso colocarse laropa que se encontraba en el piso.
—¡Noooo!—le ordené— A partir de estos momentos, cuando nos encontremossolos, vas a estar completamente desnuda en casa, excepto con unassandalias de taco aguja que me encantan… ¡¿Entendido zorra?!
—Sími señor, como usted lo ordene… Pero, no tengo ese tipo de calzadomi señor, todo mi calzado y mi vestuario son bastante conservadoresmi amo…
—Pues,toma prestado ropa y calzado de tu ama… Quiero que vayas conCecilia a renovar todo tu vestuario… Vas a vestirte moderna, porquetengo planes para ti. Tú eres mi esclava, y como tú misma lo acabasde decir: “puedo hacer contigo lo que me plazca…” ¿Tengo razónperra?
—Sí-sími amo… Usted ordena y yo obedezco.
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