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El semental y sus adorables vecinas - Cap 15

(Lean los anteriores capítulos para entender la historia erótica)





Luego de almorzar Gastón dejo que la joven adolescente sebañara y comiera mientras el atendía el negocio completamente recuperado luegodel baño y dormir toda la mañana, siguió atendiendo a la clientela con simpatíapensando que más le aria a su joven empleada o a otra si se le presentará laoportunidad.


 
Abril entro al baño exhausta, estar atenta a que no levieran sus marcas en el cuerpo o las manchas de esperma en su muslo la habíanagotado, mirándose en el espejo se dio cuenta que a pesar de estar desprolijadisimulaba bastante su situación, un poco más aliviada dejo caer las pocasprendas que tenía al piso quedando completamente desnuda.
 
Luego del baño se volvió a vestir con ropa limpia, para susuerte Gastón le había comprado mucha ropa, pero no se puso ropa interior comosu jefe le había ordenado, solo una faldita corta y un top que dejaba aldescubierto su ombligo, sintiéndose la mujer más sexy del mundo volvió aatender en negocio completamente renovada.
 
Durante toda la tarde ambos buscaban sus cuerpos pararosarse y tocarse un poco disimuladamente mientras trabajaba, Gastón mucho másatrevido que la joven se animó en meterle un dejo en la vagina mientas losclientes buscaban mercadería, querían que llegue la hora de cerrar para podervolver a disfrutar de sus cuerpos, pero Gastón recibió un mensaje de Talía —Hola viejito, necesitó tu consejo y ayuda.
 
— Claro dime amor — Contesto enseguida, siempre es bueno queuna mujer te deba un favor si es tetona mejor pensó.
 
— No me puedo sacar de la cabeza la noche que pasamosjuntos.
 
— Tanto te gusto mi verga — Sonreirá maliciosamente mientrasescribía.
 
— Debo reconocer que me encanto, pero lo que no me puedosacar de la cabeza a tu empleada Abril, jamás se me había ocurrido que mepasara esto con una chica.
 
— Abril es mía, aunque la puedo compartir con una amiga,pero hablando en serio no veo el problema.
 
— Como que no, es una mujer…
 
— No estamos en los mil novecientos, en esta época las cosasson mejores para el amor entre mujeres.
 
— Dígale eso a mi familia.
 
— Pero porque no intentas algo en secreto primero, luego vasviendo de apoco que sucede, ella es bisexual así que no se va a cerrar a laidea de conocerte mejor — Aunque Gastón era depravado y le gustaba jugar conjovencitas, sabía que estas eran jóvenes y siempre buscarían otro camino sinél.
 
— Lo pensare, no sé qué hacer aún.
 
— Ven a cenar esta noche y conversamos tranquilamente — Noiba a desperdiciar una oportunidad de tener a Talía a solas.
 
— Cuando termine de darle la cena a los dueños de la casairé.
 
Ya con los planes organizado para esa noche, se despidió deAbril luego de cerrar el negocio, claro que antes la joven se puso un vestidoanticuado y Gastón la beso apasionadamente mientas recorrió todo su cuerpo consus manos para que no se olvidara lo buen jefe que era.
 
Talía luego de terminar sus labores en la casa de sus jefesse fue a la casa del anciano a cenar, pero antes se puso un vestido amarillocon flores muy veraniego, aunque no era llamativo dejaba un gran escote, y ellatenía grandes pechos por lo tanto resaltaba aún más su figura.
 
— Buenos noche viejito verde — Lo saludo con una ampliasonrisa al verlo, había estado pensando en la cena anterior que tuvieron que lapasaron muy bien, aunque en esa ocasión había estado Abril con ellos con lacual no había podido dejar de pensar en ella.
 
— Hola morena hermosa — Los ojos de Gastón se clavaron enlos grandes pechos de Talía, deseaba volverlos a tener en su boca.
 
Se dieron un beso en la mejilla y la invito a entrar, cuandoentro al comedor se encontró con toda la cena lista para ser servida y unabotella de vino, la cena comenzó con normalidad, la charla mayormente era deltrabajo, y de chismerío en el barrio, quien se había separado, quien habíacambiado de marido y todo lo que sabía Talía por su trabajo y lo que Gastón seenteraba gracias a su negocio.
 
En la segunda botella de vino Talía pregunto con seriedad — Viejitola verdad que piensas que me guste una chica.
 
 — Ya te dije hermosa,me parece bien, a mí me gustan las dos…
 
— En serio te digo, ¿en tu época era normal?
 
— Claro que no, pero las personas que tenían esos sentimientostendrían una mala vida por tener que ocultarse, pero para tu suerte vivimos enotra época, ahora no hay problema.
 
Talía se quedó callada sin saber que decir, a ella la habíaneducado para que tenga que casarse con un buen hombre, además su familia eramuy anticuada, si se enteraban seguramente le dejarían de hablar, pero para susuerte vivía en otro país — Quiero conocer mejor a Abril, pero vos me tendríasque ayudar.
 
— Claro, cuando quieras organizamos otros tríos — Gastón se largóa reír burlándose.
 
— Eso es lo que quiero — Lo dijo segura.
 
Las palabras de Talía sorprendieron al anciano, él pensabaque quería tenerla para ella sola y no compartirla con nadie — ¿Esta segura? Noes que me quejé, pero pensé que querías algo serio.
 
— Es lo que quiero, aunque más adelante, ahora me gustaríaconocerla mejor, y si vos estas entre nosotras me voy a sentir menos agobiadapor mis sentimientos hacia una mujer.
 
— Bueno déjame que yo me encargue de todo — Hizo una pausa ymiro su pronunciado escote — Pero esta noche que estamos solos podía ser unabuena ocasión para conocernos más profundamente.
 
— Pero ya me conoces más que bien — Ella comenzó a mover sutorso superior para que sus tetas se muevan de un lado para otro con unasonrisa picarona, sabía que el viejo no esperaría hasta que Abril estépresente, y no le desagradaba la idea de entregarle nuevamente su cuerpo,aunque quería hacerlo desear un poquito más.
 
— No lo suficiente, tienes unas tetas enormes, y nunca mehiciste una turca — De tan solo pensarlo su verga comenzó a tomar rigidez.
 
— Ah dios, nunca se lo he hecho a nadie.
 
— Pero somos amigos, no me vas a negar una simple petición —Antes que responda empujo su silla hacia tras para dejar espacio y saco suverga dura hacia fuera.
 
— Que viejo verde que eres — A pesar de sus quejas se quedómirando la verga dura a unos metros de ella, luego de forma juguetona se pusode pie, dio media vuelta dándole la espalda y comenzó a menear sus caderasmientras comenzaba a bajar el vestido muy lentamente, a los pocos segundo esevestido estaba en el piso, y a la vista del anciano unas nalgas perfectas y unadiminuta tanga blanca.
 
Ella giro su cuerpo y mirándole a los ojos le dijo — No teinfartes viejito que recién empiezo — Desprendió su sostén con una sola manodejándolo caer al piso, de esta forma quedo a la vista sus enormes pechos.
 
— No te hagas esperar más, quiero sentir esas tetotas en miverga.
 
— Que impaciente que eres viejito — Decidido no prolongarmás lo que le pedía, se acercó con lentitud, se puso de rodilla y llevo sus dosgrandes tetas hacia la verga de Gastón que la esperaba con ansia, sintió encalor de esa verga en sus tetas, esto la excito de una forma que no lo habíaimaginado, comendo a mover sus pechos con ayuda de sus manos con lentitud, ycuando quedaba cerca de la verga pasaba su lengua o le daba un chupón, cuandose sintió confiada comenzó a aumentar el ritmó de sus movimientos junto a sutemperatura corporal.
 
— Lo haces increíble, de verdad es la primera vez…
 
— Si hmm es mi primera vez, pero me encanta hmm.
 
Talía se había desatado, quería sacarle toda la leche consus tetas a Gastón, y no tuvo que esperar mucho, el primer chorro de espermafue directo a su rostro, se apuró para poner la boca y tragarse su premio, fueasí que con su rostro lleno se esperma se tragó todo lo demás del viejo sindejar que se le escapara una gota más.
 
Gastón quería probar mucho más de la joven morena, mucho másque sus tetas, pero no sabía si ella aceptaría, así que ideo un plan rápido —Ahora me toca a mí darte un placer que jamás olvidaras en tu vida.
 
— Si necesitó tu verga adentro ahora viejito — Talía estabamuy caliente no se podía contener.
 
— Que putita, me encanta, pero tienes que ser paciente, soloponte de pie y espera — Ella obedeció rápido, quería que tomara su cuerpo y lesaque la calentura, Gastón se tomó el tiempo de vendarle los ojos con unpañuelo, y luego le ato las manos en la espalda con su cinturón.
 
Mientras todo esto trascurría la venezolana que quedo quietadisfrutando como ese anciano la tenía a su merced, y esperaba ser penetrada,pero todo cambio cuando sintió un dedo del viejo empujando su ano — No por ahíno — Grito con desesperación, ella jamás se había planteado entregar ese lugartan preciado a nadie.
 
Continuara…


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