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Tienes dos opciones... (parte 1)

- ERES UN HIJO DE PUTA, gritó.

- Lo soy querida, lo soy, pero sólo tienes dos opciones, contesté riendo.

Me llamo Guillermo, tengo 55 años muy bien llevados, mido alrededor de metro ochenta y cinco, cabello castaño de piel blanca, soy un empresario español preparado en el extranjero, aunque desde hace más de treinta años vivo en España. Empecé desde cero y ahora soy un importante empresario, teniendo más de cuatrocientos trabajadores a mis órdenes. Tengo tres vicios: los buenos licores, el golf y las mujeres.

Estaba sentado en el butacón del amplio salón de mi casa, cubierto con mi batín preferido atado a la cintura saboreando un coñac de buena añada. De pie, enfrente y desafiante una empleada del departamento financiero llamada Alba, 42 años, metro sesenta y cinco de estatura, cabello castaño de piel blanca, talla 95 de pecho, discreto maquillaje, con un vestido verde sin mangas de una sola pieza: una hermosura de mujer.

- ERES UN HIJO DE PUTA, REPITIÓ.

-Alba, Alba, Alba …., he seguido tu carrera en la empresa desde hace muchos años. Tienes una bonita casa con una cara hipoteca, un feliz marido, dos coches de buena gama, casita en el campo y apartamento en la playa. Vuestro nivel de vida es alto gracias a vuestros sueldos, pero todo podría irse a la mierda, contesté.

- BASTARDO, gritó enfurecida.

Me incorporé pausadamente, abrí el cajón de mi escritorio y extraje un papel del portafolios.

- Este documento es tu carta de despido, voy a firmarlo y mañana serás despedida. Tu vida de caprichos y lujos se irá a la puta mierda, dije saboreando cada una de mis palabras.

Alba palideció, mientras, volví a tomar asiento.

- Tienes dos opciones, -continué-, salir de mi casa y te prometo que mañana estarás en la puta calle o entregarte a mí para convertirte en mi mujer.

Su rostro se acaloró consecuencia de su ira contenida.

- ERES UN MAL NACIDO -gritó Alba- voy a contárselo a mi marido y voy a denunciarte e iras a la cárcel.

- Ahhhhhh, tu marido Alfredo, que despistado soy, se me ha olvidado comentarte que la semana pasada adquirí la sucursal de banco donde trabaja. Déjate de ostias Alba -dije en tono enfurecido- voy a follarte, te voy a marcar como los perros marcan a sus perras y si sales por esa puerta te juro que ni tú, ni el medio hombre de tu esposo, vais a volver a trabajar en este jodido país.

Alba comenzó a llorar.

- LEVANTATE LA FALDA, ZORRA, ordené autoritariamente.

Alba estaba petrificada. LEVANTATE LA FALDA PUTA O LO HARÉ YO MISMO. Hice ademán de coger mi pluma para firmar su carta de despido.

- NOOOO, dijo Alba.

- Eso está mejor repliqué, así me gusta que colabores. Quiero que te subas la falda YA, muy lentamente.

Las manos de Alba se deslizaron hasta el pliegue de la falda de su vestido y muy lentamente comenzó a subirlo, sus muslos eran perfectos. A mi vista quedó un tanga de color azul, instintivamente Alba cerró sus piernas intentando ocultar su “tesoro”.

- DATE LA VUELTA QUIERO VER TUS NALGAS, lenta muy lentamente, ordené. Alba se giró, el hilo dental oculto entre su raja apenas era visible.

- QUÉ CULAZO DE PUTA TIENES, QUÉ AFORTUNADO ES EL ESTUPIDO DE ALFREDO, grité excitado.

- MALDITO HIJO DE PUTA, gritó Alba.

Me acerqué a ella y agarrando su cabello di un fuerte tirón.

- Ayyyy, gritó, me haces daño.

- Basta de insultos zorra -exclamé-, nadie me insulta en mi propia casa y menos tú. Volví a tirar de su pelo. A partir de ahora vas a dirigirte con el debido respeto a quien va a tratarte como a una verdadera mujer, para ti soy Don Guillermo, tu nuevo hombre, ¿HAS ENTENDIDO? PERRA.

Alba no contestó. ¿HAS ENTENDIDO? grité tirando de su cabello.

- SÍ contestó.

- Sí que?.

- Sí Don Guillermo replicó.

- SÁCATE EL VESTIDO DE UNA PUTA VEZ ZORRA, DESNÚDATE, QUIERO VER LO QUE OCULTAS PARA MÍ.

Alba por segunda vez cogió el pliegue de la falda de su vestido y tiró hacia arriba hasta sacárselo por su cabeza. A pesar de sus 42 años su cuerpo perfecto era de escándalo, sus enormes tetas ocultas por un sujetador de color azul -a juego con su tanga de encaje- dejaban a la vista parte de sus areolas.

Me desabroché el batín y cayó a nuestros pies, mis 25 centímetros de dura carne chorreante de líquido precoital y mis enormes cojones quedaron expuestos. Alba miró mi verga asombrada.

- Es ….., es tremenda tartamudeó avergonzada.

- ¿Nunca habías visto una polla de este tamaño?, seguro que es más grande y gorda que la de tu maridito -me vanaglorié-.

-Yo … yo, balbuceaba Alba.

Aprovechando su estado la abracé intentando besarla, mi verga chorreante manchó su muslo derecho. Alba cerró la boca, nuevamente tiré de su pelo con mucha fuerza.

- BÉSAME PUTA, ABRE TU BOCA Y BÉSAME, ordené.

Alba abrió su boca, nos abrazamos fuertemente pegando nuestros blancos cuerpos, nos besamos apasionadamente, nuestras suaves lenguas se saborearon y enlazaron, las metimos en lo más profundo de nuestras bocas para lamer el interior de ellas. Nuestras salivas se mezclaron y tragamos mientras mi mano descendía hasta llegar a sus nalgas, las magreé y sobé a mi total antojo dándole un tremendo cachete en su culo.

- AYYYYYY gritó Alba enfurecida por el dolor.

Me puse detrás de ella punteando su formidable culo con mi verga, desabroché su sujetador y lo tiré al suelo, mis manos se deslizaron por debajo de sus axilas hasta atrapar sus enormes tetas, sus areolas y sus pezones de color rosa estaban duros como las piedras. Los apreté con mis dedos con mucha fuerza, jugueteando con ellos, exhalando Alba un leve gemido.

Noté su respiración agitada, nos besamos de nuevo, Alba me abrazó del cuello dejando atrás su oposición y me besaba como si la vida se le fuera en ello. Notaba que el placer y por qué no, el morbo empezaba a embriagarla, cogí su mano y la llevé a mi dura verga, intentó retirarla al contacto pero la forcé a agarrarla, subiendo y bajando el trozo de carne.

Mi mano izquierda seguía amasando las preciosas tetas de Alba mientras mi mano derecha se deslizó por su vientre hasta alcanzar el elástico de su tanga, mis dedos jugaron con el elástico de su prenda más íntima. Alba intentó retirar mi mano lo que acrecentó aun más mi morbo, mis manos se deslizaron dentro de su tanga introduciendo dos dedos en su encharcado coño.

-HUMMMMMM …… gimió Alba mientras me besaba. Yo intentaba hablar pero se rehusaba a separar su boca de la mía, besándonos en un profundo morreo que ahogaba nuestras palabras y gemidos, nuestras maduras lenguas estaban enganchadas. Finalmente nos separamos haciendo un sonoro beso que hizo tronar nuestros labios.

-PUTITA ESTÁS MUY MOJADA dije, QUÉ PENSARÍA TU MARIDO SI VIESE QUE OTRO HOMBRE ESTÁ MASTURBANDO Y BESANDO A SU BELLA ESPOSA.

Alba flexionó ligeramente sus piernas, entreabriéndolas levemente. Mis dedos tomaron posesión de su clítoris, lo acariciaron y toquetearon con la experiencia de la edad. Llevé mi mano a su boca e introduje mis dedos manchados con su propio flujo, Alba los chupó con glotonería y devoción. Sus gemidos aumentaron en intensidad cuando volví a estimular su clítoris, la hembra se estaba entregando a su macho.

- Puedes tener todas las mujeres que desees, mucho más jóvenes, ¿porqué yo?, jadeó Alba.

- No me interesan las chicas jóvenes, las mujeres maduras, casadas, me causáis un morbo increíble, -contesté mientras continuaba masturbándola. Las MILF, amantes esposas habéis caído en la rutina de la vida diaria, vuestros maridos apenas os satisfacen, el sexo es esporádico y malo, deseáis que otros hombres, jóvenes o viejos, se den la vuelta en la calle para que os admiren. Las MILF como tú habéis olvidado que aparte de esposas sois hembras y estáis obligadas a satisfacer a un verdadero macho. ¡TENGO RAZÓN! ¿VERDAD?, CONTESTA ZORRA.

- SIIIIIIII gritó Alba, mientras su cuerpo convulsionaba llegando a un largo y profundo orgasmo.

Mi nueva mujer cerró sus piernas con muchísima fuerza, mi mano quedó atrapadas dentro de su tanga hasta hacerme daño. Con mi otra mano tuve que sujetarla para que no se cayese.

-CÓRRETE ZORRA, CÓRRETE, LO NECESITABAS, ¿DESDE CUANDO NO TE FOLLA TU MARIDO?, pregunté.

- Casi hace un mes -acertó a decir Alba- entre gemidos.

- MEDIO HOMBRE, UNA HEMBRA COMO TÚ NECESITA VERGA TODOS LOS DÍAS, grité.

Cargué con la MILF en brazos llevándola hasta mi dormitorio, sin ningún miramiento la lancé sobre mi cama.

- VOY A DARTE LO QUE EL MEDIO HOMBRE DE TU ESPOSO NO PUEDE NI PODRÁ DARTE NUNCA, grité.

Mis manos sobaron sus piernas, al llegar a sus muslos Alba en un gesto de dignidad intentó cerrarlas, la abrí y le saqué su tanga. Me lo lleve a la nariz, olía a calentura y sudor, a flujo de hembra en celo, tiré mi preciado trofeo de guerra a un lado de la cama. Mi boca besó su arreglado coño, abrí sus labios vaginales, Alba levantó las caderas mientras mis manos se apoderaban de sus formidables nalgas. Mi lengua volvió a profanar su coño estimulando nuevamente su clítoris. Su sexo seguía chorreando líquido, chupé y succioné su coño.

- HUMMMMM ….. CONTINUA, SIGUE NO PARES, HUMMMMMM…. jadeó Alba.

- EL IMBÉCIL DE TU MARIDO NUNCA TE HA COMIDO EL COÑO COMO ES DEBIDO, pregunté a la casada.

Alba estalló en un nuevo orgasmo, de su coño emanaba muchísimo flujo que tragué con esmero. La hembra quedó extenuada sobre la cama, me incorporé y a cuatro patas me puse encima de la cara de Alba, su rostro relejaba una morbosa imagen de vicio y placer.

-¡ABRE LA BOCA ZORRA¡, VAS A TRAGARTE MI VERGA HASTA LOS COJONES Y MÁS VALE QUE LO HAGAS BIEN SINO NO DEJARÉ QUE VUELVAS A CORRERTE.

Mi dura verga entró hasta lo más profundo de su garganta, me follé su boca provocándola alguna arcada, por sus mejillas corrían gruesos lagrimones mientras sus manos acariciaban mis duros y enormes testículos. Los dos sudábamos copiosamente mientras mi dormitorio se impregnaba de un fuerte olor a sexo.

Restregué mi pollón contra la cara, frente, pelo y mejillas de la fiel casada, para acto seguido volver a penetrar su boca mientras Alba besaba y chupaba mi verga como si le fuese la vida en ello.

- MALDITA PUTA COMEDORA DE RABOS Y LEFA, ERES UNA ZORRA DE LUJO, QUÉ AFORTUNADO ES EL HIJO PUTA DE ALFREDO, grité fuera de mis casillas.

Notaba que estaba cercano mi orgasmo, me incorporé, la puta de Alba mientras me comía la verga se estaba haciendo un dedo, retiré su mano y la giré obligándola a ponerse a cuatro patas. Su ano y su caliente coño quedaron a mi vista, introduje tres dedos en su húmedo sexo, Alba gimió escandalosamente, abrí sus nalgas y perforé su ano con dos de mis dedos impregnados por su propio flujo.

-ME DUELEEEEE ….. gritó Alba.

-PUTA ERES VIRGEN DEL CULO, TU MARIDO ES UN PICHA FLOJA QUE NO SABE DARTE LO QUE NECESITAS, grité fuera de mis cabales.

Alba estalló en un tercer orgasmo, -ERES MULTIORGASMICA me reí,- se arqueó, convulsionó y se corrió como una verdadera cerda cayendo extenuada sobre mi cama. No pude aguantar más, di la vuelta a mi hembra, abrí sus piernas y de un solo golpe la penetré con muchísima fuerza, mis enormes huevos chocaron contra su pelvis empalándola, llegando mi verga donde seguramente nunca antes había llegado su esposo. Su coño era muy estrecho, era fantástico, su marido es un puto pichafloja pensé mientras las enormes tetas de Alba se bamboleaban consecuencia de mis embestidas.

-MÁS, MÁS …… DAME FUERTE AMOR, FÓLLATE A LA MUJER DE ALFREDO.

-TU MARIDO ES UNA MIERDA DE HOMBRE QUE NO SABE DAR A SU MUJERCITA LO QUE NECESITA, responde perra.

-SIIIIII, ES UN PICHA FLOJA INÚTIL, NUNCA ME HA FOLLADO COMO TÚ.

-¿SU VERGA ES COMO LA MÍA?, contesta zorra.

-NOOOOOOOOO …… grito Alba, QUIERO TU VERGA, QUIERO QUE FOLLEMOS TODOS LOS DÍAS ……… HUMMMMMM …….. SIGUE, FÓLLAME AMOR HAZME TUYA.

-TU MARIDO ES UN PUTO CORNUDO, DILO, QUIERO OÍRTELO DECIR.

ALFREDO ERES UN CORNUDO …….. NO ERES NI LA MITAD DE HOMBRE QUE GUILLERMO, SOY SU HEMBRA ………… SU MUJER ……. MÁS DAME MÁS …. MÁS QUIERO MÁS.

Estaba a punto de llegar al orgasmo, Alba entrelazó sus piernas sobre mi espalda.

-VOY A CORRERME, exclamé.

-NO TE CORRAS DENTRO, NO TOMO PRECAUCIONES, SON MIS DÍAS MÁS FÉRTILES, gritó Alba.

-¿DÓNDE QUIERES QUE ME CORRA, PERRA?, pregunté

EN MI CARA, EN MIS TETAS, DONDE QUIERAS …. PERO NO EN MI COÑO TE LO SUPLICO, jadeó Alba.

Saqué mi verga del coño de la hembra y de un solo golpe la empalé hasta lo más profundo de su útero, cinco, seis, siete trallazos de mi semen inundaron el coño de Alba. Me vacié de todo mi esperma  completamente dentro de la hembra.

-MALDITO HIJO DE PUTA, VAS A DEJARME EMBARAZADA, gritó Alba.

Me reí con grandes carcajadas.

-Voy a ducharme en tu baño, ven acompáñame, dijo Alba.

-No, contesté.

-Anda, vamos a ducharnos juntos, insistió molesta.

-Ni en sueños -contesté-, te vuelves a tu casa oliendo a hembra en celo, a sexo, sin ropa interior y con el coño lleno de mi leche.

-ERES UN HIJO DE PUTA, gritó Alba.

-Y TÚ UNA PUTA MILF INFIEL, VOLVERÁS MALDITA ZORRA PARA QUE TU HOMBRE TE DÉ LO QUE EL MEDIO HOMBRE DE TU MARIDO NO SABE DARTE.

Alba se vistió y se marchó dando un tremendo portazo. Desnudo como estaba me serví una copa de mi mejor coñac y me senté en mi butacón a saborearlo.

-Ya puedes venir, grité.

Un alfeñique en calcetines y con el slip sucio de semen apareció.

-Espero que lo hayas grabado todo mi querido Alfredo, por cierto, veo que has disfrutado observando cómo otro hombre se follaba a tu esposa.

-Sí Don Guillermo, contestó humildemente, me he hecho cuatro pajas, gracias por cumplir mi fantasía.

-Nunca entenderé a los cornudos, sólo os excitáis viendo cómo otros machos dan placer a vuestras mujeres. Te obligue a aceptar el follarme a tu mujercita a cambio de daros privilegios y riquezas, pero a pesar de haber sido una amenaza veo que lo has disfrutado.

-Es algo difícil de entender y explicar Don Guillermo, contestó.

-Desde que te conocí en las negociaciones para la compra del banco advertí que eras un puto sumiso, como mirabas mi verga en las duchas del pádel comparándola con la mierda de pollita que tienes tú. Pero al ver la foto de tu esposa sobre la mesita de tu despacho, darme cuenta que Alba era empleada mía, y cómo te excitabas cuando me oías alabar la belleza tu esposa fue cuando me di cuenta que me follaría a tu linda mujercita.

-Todo a cambio de riquezas, no tendría mis privilegios económicos si no fuese porque Ud. se folla a mi esposa, contestó.

-Hay algo más que quiero hacer, Alfredito. Tengo un amigo negro proveniente de Somalia y me gustaría compartirle a tu mujercita, pero ten en cuenta que quizás ya haya preñado a tu esposa. Dime, ¿te gustaría que mi gran amigo somalí se follase a tu mujercita? Si no aceptas en un instante Alba y tú estaréis en la puta calle.

-Está bien Don Guillermo, quiero que Ud. y un negro se follen a Alba y le partan su culo.

-Así será, cornudo de mierda.

Continuará....

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