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Alina. Capítulo XI

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Capítulo 11



La cara que puso al oírme me hizo el día…
Jamás voy a olvidar esa expresión en sus ojos.
Realmente se sorprendió, aunque su primera reacción fue la de reírse, muy tentada y colorada.
-¿Qué me saque la remera, decís? ¿En tetas?.- Preguntó asombrada.
Ahora debía llegar mi respuesta, ja.
Admito que fui un poco vehemente al sugerirle la fotografía a tomar. Pero no todo es lo que parece…
-Jaja… Sí… Pero de espaldas… Recostada…- Le contesté, también entre risas.
-¡Ahhh! Jaja…
-Tranquila…
-Ya me parecía un poco extremo que me digas eso…- Respondió mordiéndose y tirándose el cabello hacia atrás.
-Jaja tampoco tan degenerado soy…
-Jeje… ¿Y cómo, a ver?
Bastante ruborizada, se recostó sobre la cama esperando por mis instrucciones.
Cada vez me gustaba más que compartiéramos esto. Se sentía… Copado, divertido y, sobre todo, lucrativo, ja.
-Ponete un poco de costado, sacando culo para acá jaja…
-Jaja ¡Tarado!
-Y bueno…
-Te jodo, bobo… ¿Así?.- Exclamó sacando cola hacia mí, mientras me miraba con esa carita de ángel.
Dios…
No podía creer que estuviera pasando…
Ese gran corazón invertido estaba tremendo. Realmente…
Me relamí, nervioso, pero Alina no dijo nada. Entiendo que también lo estaba…
-¿Así?
Ufff…
Qué Diosa…
-Sí…
Noté que respiró profundo. Y era entendible, ya que me estaba exhibiendo todo el orto entangado.
Acto seguido, llevó sus manos hacia atrás para desabrocharse el corpiño.
Ahí se me aceleró un poco el ritmo cardíaco. Después de todo, era una situación más que íntima con Alina. Y no sé si era consciente en verdad de ello…
-¿Me ayudas?.- Me preguntó con una voz dulce.
-Ok…
Me incliné un poco.
Era salvaje pensar en que a medida que me acercaba, sentía el perfume de su piel cada vez más fuerte.
Apreté mis labios y con una mano se lo desabroché.
-Jaja…- Se rió.
-¿Qué?
-¿Con una mano? ¿Tanta cancha tenes?.- Se mordió.
-Jaja… Callate mejor…
Con una incredulidad de película reflejada en su rostro, se cubrió la parte lateral de sus gomas mientras se apoyaba contra la sábana.
Admito que retirarle la prenda y arrojarla por allí, me generó una sensación de intimidad única con ella.
Parecía que le quitaba el sostén a una mina que me iba a coger…
Surrealista…
En completo silencio, se acomodó de la manera que le había indicado. Ninguno de los dos hablaba. Incluso, podía oírse el sonido de las hojas de los árboles del parque al compás del viento…
Qué pedazo de culo…
¡Por Dios!
Cómo un tarado me quedé viéndolo, sin emitir palabra.
Alina se volteó y me vio.
Qué boludo…
-Jaja… Dale, nene… ¿Estoy bien así?
-Perdón jaja… Sí… Acercá un poco más tu pierna izquierda… Por debajo de la otra…
-Oki…
¿Qué habrá pensado al pescarme mirando su cola?
Ya no sabía ni dónde estaba…
Lentamente, hizo lo que le pedí.
No sé en dónde quedó mi vergüenza, pero continué mirándole el culo mientras posaba.
¿Estaba loco o qué?
-¿Ahí, no?
-Sí… Justo así… Subí tu brazo a la cara y mirá la almohada…
Se rió.
-Él cuida mi identidad secreta…
-Jaja… ¡Quieta!
La posición en la que permaneció frente a mi fue tremenda. Cómo pocas…
En verdad su cuerpo me estaba llamando demasiado la atención…
Capturé el instante inmediatamente. No quería quedarme observándola más de la cuenta. No estaba bien y no tenía intenciones de irme a la mierda.
La saqué con un flash tan espectacular como específico.
Al contemplar el resultado, me di cuenta que el tono bronceado que obtuve era de otro planeta…
Pero eso no era todo, no…
Parecía que estaba desnuda. Casi al completo.
¿Esa era Alina?
Creo que mi mente comenzaba a marearse.
¿En verdad le saqué una foto así?
-¡Hey! ¿Salió bien?.- Me preguntó.
Pero la primera vez no la oí, por lo que me lo preguntó otra vez.
Luego de unos momentos en el limbo, volví a la Tierra.
-Em… Sí, sí…
-Te quedaste duro…
Ufff…
Qué frase esa…
No sé si era la indicada jaja…
-A ver…- Exclamó, recostada y cubriéndose.
Yo, desde mi lugar podía ver el costado de sus grandes pechos blancos. Me tentaba mucho en dejar mis ojos ahí.
Me acerqué a ella y le mostré, intentando dejar mi vista en otro sitio.
-¡Wow!.- Casi que gritó.
-¿Quedó, no?
-¡Boludo!
-¿Qué?
-¿Cómo haces para sacar fotos así?
Me reí de costado y volví a contemplar mi obra. Bueno, la de ella..


Alina. Capítulo XI


Era una foto terrible, sin lugar a dudas.
Eso sí, demasiado íntima, privada. Y no sé si ella era realmente consciente de ello.
Tragando saliva cómo loco y concentrándome en lo que sea para no agrandar mi erección, bordeé la cama y me quedé en el mismo lugar de hacía un rato.
Miraba la imagen…
Era perfecta, en verdad…
Al mismo tiempo, Alina me hablaba.
-¿Tenes alguna otra pensada?
-Jaja ¿otra? Con esas estamos bien…
-Mmmm jaja… Ahora voy a estar re manija con hacer más…
Levanté mis ojos para contestarle viéndola.
Casi me caigo para atrás…
Alina estaba acostada de frente, casi sentada, diría, tapándose las tetas sólo con las manos, en una suerte de corpiño humano.
Petrificado quedé…
Y envuelto en un silencio sepulcral.
No se veía mucho, pero jamás estuvo de esa manera frente a mí.
Sus gomas eran grandes y hermosas, aunque no le veía los pezones.
Encima, me observaba como si nada, a la vez que me decía no sé qué cosa. No pude entender.
Rojo como un tomate me puse.
¡Estaba casi en tetas frente a mí!
Cuando pude caer en la cuenta, me di vuelta. No solo para no verla, sino también, para que no vea la carpa que llevaba entre mis piernas.
-Ali, tapate…
-Ay, perdón… Jaja… Te recuerdo que vos me pusiste en tetas hace dos minutos…- Contestó con gracia
-Igual, dale…
-No se ve nada, exagerado…
Escuché que se movía. Estimo que para agarrar el corpiño y ponérselo.
Creía que era copado que tuviéramos esa confianza. Siempre lucía despreocupada Alina y eso siempre me terminaba reconfortando. Aunque sorprendiendo, también.
-Mm… ¿Me abrochas?
No tenía ningún problema en hacerlo, pero no quería quedar en evidencia con mi pequeño gran bulto.
¿Cómo hacía?
-A ver… Mirá para allá…- Le dije, casi regalado.
Ella puso ojos de sospecha, como tentada, pero lo hizo.
Entonces, cuando me dio la espalda, rápidamente le abroché el sostén. Sí, también y, a causa de mi posición, vi sus globos apretados desde arriba.
Madre mía, ese pliegue…
Podía sentir la sensibilidad en mi verga, al moverse constantemente a causa de la situación.
Encima, la culpa, ja…
Me veía a mí mismo como un degenerado…
-Gracias… Me gustó la foto…- Exclamó al mismo tiempo en que se giraba hacia mí, sentada en la cama.
¿Era necesario que junte los brazos así?
Ufff…
Iban a reventar esas gomas.
-Ok… Sí, están buenas…
-¿Podemos hacer otras, no? Ya que estamos…- Exclamó como si se refiriera a cualquier otra cosa, con suma naturalidad.
No era capaz de soportar que la sesión se prolongue.
-¿Ahora? Emm…
-¿Qué te pasa? Jaja…- Sonrió.
-Nada ¿por?
-No sé… Estás cómo raro…
-No, nada que ver…
Era mentira. Claramente estaba inquieto.
-Estás nervioso… Lo noto jaja…
-Bueno, puede ser… Un poco…
-¿Y por qué? Si ya lo hablamos…- Exclamó viéndome con ternura.
Ja…
Qué dulce de su parte.
No me quedaba más que soportar la situación, si ella se mostraba tan predispuesta.
-Tenes razón…
El tema era mi erección.
Eso sí complicaba todo…
-Estamos haciendo un buen equipo jaja…- Expresó mordiéndose, alegre.
-Es verdad…
-A mí también me da vergüenza… Pero viendo los resultados…
-Es cierto…
-Y si decís por lo otro… No te preocupes…- Soltó con mucha onda y seguridad.
¿Lo otro?
¿De qué hablaba?
-¿Qué otro?
-Lo otro jaja
-No te entiendo…
-Tus… Problemitas…- Expresó, tentada y abriendo sus ojos bien grandes, como si tuviera el ancho de espada en el truco.
¿Qué?
¿Era chiste, no?
Me quedé inmóvil, mirándola.
¿Posta se refería a…?
Encima se cagaba de risa.
-Ay, te pones rojo como un tomate, chabón jaja
-Em… Pero…
-Ya te dije… No me molesta que te pase eso…- Volvió a mostrarse con seguridad.
Me reí, deschavado.
-Bueno, pero… No sé… No me gusta estar así y que lo estés viendo…
-¿Por?
-¿No te incomoda?
-Jaja… No sería la primera vez que veo a un flaco encarpado, gordo…
Yo no sé si se daba cuenta que no era la misma situación…
Yo no era un hombre al que se iba a comer…
Aún así, me costaba hacerle entender.
¿Cómo hacía?
Porque tampoco me interesa revestir al momento de un carácter impropio o fuera de lugar.
-Bueno… Está bien…
-Por eso… No estés incómodo… Si ya sé que se te para el pito… Na, mentira…- Expresó para erizar la piel.
La miré como diciendo “no te podes ser tan forra…”. Para colmo, no paraba de reírse.
-Sos terrible…
-Jaja… Dale… Posta, está todo bien…
-Ok… Vos ya sabes entonces…
-Sí, goma… Dale… ¿Qué otra podemos hacer?
-Jaja… Dejame pensar…
-¿Solo esas dos tenías en mente?
-Sí… Es que… Bueno, ésta última jaja…- Respondí haciéndole saber que la creía bastante fuerte.
Ella la captó.
-Ahh… Bueno… Pensá otra entonces jaja…
Se levantó de la cama donde estaba sentada y comenzó a estirar la sábana.
Todo ello, realizándolo en ropa interior, muy hot y frente a mis ojos.
Tragué saliva cómo loco al notar cómo el trapo inferior se le metía por entre las nalgas.
Qué loco que no le importe nada, pensé.
El vértigo en mi estómago era propio de una agorafobia letal, ja.
Bueno, tal vez exagere un poco, como dice Alina pero, se sentía esa inestabilidad provocada por esas secuencias tan cachondas.
Se agachaba, se estiraba…
Las gomas se le mecían bastante, a pesar de que el corpiño se las mantenía bien sujetadas.
Me pasé la mano por la cara.
Ella me captó haciéndolo, pero sólo se rió, mordiendo su labio inferior.
Dios…
Encima siendo tan hermosa y vital, empeoraba todo.
Me iba a tener que acostumbrar… En verdad sí…
-Mmm en la ventana, podría ser…
-Sí… Buena idea…
-O al costado… Pero con el reflejo de la luz…
-Lo que es tener ojo jaja
Si ella supiera que en cada propuesta, había un pensamiento previo y muy ilustrativo de ella posando para la ocasión…
En pocas palabras, me la imaginaba.
-Y… En parte es a lo que me dedico…
-No sabía que el periodismo tenía tanto de fotografía, también…
-Siempre se busca la imagen que vaya con la noticia… Es un poco eso…
-Claro… Pero yo nunca lo había pensado jaja
-Son años…
A todo esto, hablábamos normalmente, con ella en ropa interior frente a mí. Una situación que sólo algunas semanas atrás, era impensada.
Es más, si alguien me dijese que algo así pasaría, me reiría. Mucho…
Pero así eran las cosas ahora.
-Y seguro es la primera vez que sacas fotos cómo éstas, ¿no? Jeje
-Sí, así, sí jaja
Me hizo un gesto de complicidad, sonriendo y moviendo las cejas.
-Jaja
-¿Me pongo ahí?
-Dale…
Con mucho ímpetu, se incorporó.
El movimiento sensual de sus pechos rebotar, hacía que cualquier otra cosa en el mundo no fuera importante.
Lento y sexi…
Exhibiéndome el culo sin reparos, caminó hacia la ventana.
-Ponete al costado… Que apenas te pegue la luz…
Se acomodó el pelo, levantando su cola.
Dios…
Qué tortura.
Encarpado cómo nunca, me entregué al 100% al momento.
¿Qué más daba?
Me miró esperando por más instrucciones.
Debo decir que mis ideas, además de artísticas, eran muy calientes.
-Mirá para el costado y medio para abajo…
-¿Así?
Ufff…
Perfecto.
-Sí… Así… Bien…
La verdad, que salía divina. Muy mona.
No tardé demasiado en encontrar el foco perfecto para capturarla.
Era cómo si se diera todo con suma naturalidad.
Y bueno, con Alina, era de esperarse…
Quedó muy buena la fotografía.
La luz pegando en el márgen derecho del cuerpo de Alina, parecía que le entregaba el molde perfecto a sus curvas. Sobre todo, a su cola.
-A ver eso…
Me acerqué hacia ella.
Creo que ni intentaba no mirarla. Y cómo ella tampoco se preocupaba porque lo hiciera, todo seguía hacia adelante.
Tremendo el pliegue que se le hacía en las gomas. Además, si a eso le sumábamos que Alina tenía la costumbre de apretar sus brazos, se inflaban de tal manera que eran un manjar para mis ojos.
-Wow… Me gusta…
-Está buena…
Me miró.
-¿Yo o la foto? Jeje…- Exclamó con gracia.
¿Ah sí?
Bueno…
-Las dos…
Se mordió.
-Hambre, nene…
-Vos preguntaste…
-Jaja… Mmm… Tengo una idea.- Exclamó con cierto rostro de intriga.
-¿Qué?
Caminó hacia su ropero.
Me llamó la atención su cara. Creo que algo tramaba…
Abrió la puerta y se agachó.
¡Dios!
¿Era consciente de lo que estaba haciendo?
Desde mi lugar podía ver la escasa tela que le tapaba la vagina…
Cuánta intimidad…
-Sí… Con estos…
Había agarrado unos tacos.
¿Cómo no se me ocurrió a mí? Jaja
Muy buena idea…
-Jaja… Bien…
-¿Sí, no?
-Una más hacemos…
-Obveeeo…
Haciendo vibrar sus gomas, se inclinó hacia adelante para calzarse los tacones.
Todo su cabello caía a un costado.
En verdad era una belleza de mujer. No sé por qué nunca se le ocurrió modelar.
Tenía un físico de aquellos, muy buena altura y era hermosa…
Creo que no le costaría para nada hacer algo cómo eso. Aunque, bueno, siempre tuvo fascinación por el estudio, por lo que las posibilidades de hacer otra cosa con su vida, disminuían.
Hasta ahora, al menos…
Terminó de ponerse el calzado y caminó hacia la ventana.
-Cerrá bien la cortina…
Hizo un movimiento, cruzando una pierna adelante para hacer lo que le pedí que terminó por encandilarse.
Levantó sus brazos y cerró la cortina.
Ja…
Me quedé mudo…
Sí… Pareció mágico, realmente.
Su cola, bien parada, se veía salvaje.
-Quedate así, quedate así…- Le dije poniéndo el ojo en el visor.
-No, bancá…
-¿Qué?
Dándome la espalda y con un gesto de determinación, llevó sus manos por detrás de su espalda.
¿Qué iba a hacer ahora?
Tomó el enganche de su corpiño y lo soltó.
Abrí mis ojos bien grandes.
¿Qué? Jaja ¿Perdón?
Luego me miró y sonrió, tentada.
Madre mía…
Revoleó su corpiño por ahí, lo que provocó que, sin querer, viera una parte de la piel de sus tetas, de costado. No llegué verle el pezón, pero casi…
Tragué saliva…
Llevó todo su cabello hacia adelante y subió sus manos bien arriba, tomando los bordes de la cortina, así cómo si las estuviera cerrando.
Pero no hizo solo eso…
Levantó su cola de tal forma que me hizo delirar por dentro.
-Ahora sí…- Exclamó convencida.
No sé cuánto más iba a poder aguantar.
Sin precedentes…
Sin explicaciones…
Estaba posando como si tuviera años de carrera.
No lo podía creer…
Sin embargo, tenía que hacer mi trabajo. No tenía permitido fallar en mi experticia.
La capturé…
Ufff…
Sin comentarios…
-No te muevas, eh…
Caminé hacia ella, intentando no mirarla.
Ni siquiera se cubrió cuando lo hice. Dejó los brazos bien extendidos en alto. Por lo que si yo decidía mirar, podía hacerlo sin ningún tipo de problemas.
-¿Qué pasa?.- Me preguntó con intriga.
-Quiero la misma foto, pero sin los tacos.
-Ah, oki…
Agachado en el suelo, se los desajusté para, posteriormente, retirarlos de sus pies.
-Mmm… Unas ganas de ver esa última jaja
Solo me reí.
Me parecía increíble pensar que a sólo unos centímetros de mi rostro, estaban sus tetas liberadas.
No sé si en la vida había tenido un momento similar.
-Algo me dice que a vos te gusta mucho hacer esto, sucio…
-Callate mejor jaja.-
-Se pone colorado, se pone colorado…- Cantaba como si fuese una niña molestándome.
-Jaja…
Tenía razón… Lo estaba…
Pero me concentré en lo mío. Le saqué los tacos y volví a mi lugar, sin levantar demasiado la vista.
Alina, volvió a hacer la misma pose, aunque moviendo un poco una de sus piernas.
Era la pose ideal…
-Así… No te muevas…
Era una imagen tremenda. Como pocas…
Y sin dudas, quedaba mucho mejor sin los zapatos…
Me quedé observando cómo un imbécil el resultado.


ALINA


-¿Y, nene?.- Preguntó, con una parte de su cuerpo algo girada hacia mí y tapándose los pechos un brazo.
Yo no tenía palabras para explicarle…
-Em… Salieron bien…
-A ver…- Exclamó volteandose completamente y caminando hacia mí en topless.
Se cubría, obvio, pero eso no era suficiente para que mi calentura no siguiese subiendo.
Yo, que la miraba de reojo, me puse más nervioso que nunca.
Le mostré los resultados, con mi vista hacia abajo.
-¡Hey! ¡Wow!.- Expresó tomándose de la cabeza.
¿No se la esperaba? Ja…
La cara de sorpresa era total. Tanto que hasta a mi me dejó pensando.
-¿Te gustan?
-¿Estás loco?
-Jaja
-Sí, ¡Re! ¡Me encantan!
Yo seguía sin creer que estuviera así parada a mi lado.
Pero aún, cuando me pidió que le pase la cámara para ver con más detalle y de cerca la fotografía tomada.
Sin miedo, la tomó de mi mano y la fue observando con esa sonrisa en el rostro. Esa que preferí seguir no viendo, dada la cercanía de mi cuerpo con el suyo…
-A ver…- Exclamó sin pudor y miró mis imágenes. Bueno, las de ella…


HERMANA


Creo que nunca había sentido tanto calor en mi vida. Jamás.
Mis mejillas emanaban más radiación que la planta de Chernobyl.
-Qué buen talento que yo no tengo jaja
Yo miraba hacia el frente.
Encima, cada tanto ella me chocaba con un brazo y hacía todo peor.
-¿No?
-¿Eh?
-Digo, de tu talento jaja
-Sí, sí… Jeje…
-¿Qué pasa?
-Nada ¿por?
-Porque me hablas sin mirarme jaja
Ahora sí, la miré, pero como diciendo “dale”.
¿Tanta naturalidad iba a manejar?
-Jaja estás todo rojo… ¡Qué pavo!
Yo moví la cabeza como diciendo “no puede ser”.
-¿Mucho te incomoda?.- Me pasó la cámara.
-No es que me incomode jaja…
-¿Entonces?
-No quiero mirar y ver de más…
Se mordió, tentada.
-¿Qué? Jaja
-Nada… Está bien que me respetes… Me gusta eso…
-Y obvio…
-Pero bueno… A veces hay que mirar ¿no?
La observé a los ojos y su gesto pícaro.
-Digo, cómo antes… Para sacar las fotos…
-Ahh… Sí, obvio…
-Claro…
-Por eso dije, no mirar de más…
-Está muy bien…
No parecía que la tenía en tanga y tetas parada a mi lado. Si solo se esucharan nuestras voces, podría ser una conversación normal entre dos personas.
-Por eso… ¿Terminamos?
-Sí, por sí jaja… Estás hecho un tomate…
-Jaja…
-Te vas a tener que acostumbrar…
-Sí, lo sé…
-Cómo yo…- Exclamó, tentada.
-No parece que te cueste tanto jaja
-No, no… Me refería a otra cosa…
-¿A qué?
-A ver tus erecciones…- Expresó levantando sus cejas y mirando hacia mi pubis.
Lo primero que sentí, fue un flechazo en el pecho por sus palabras, lo segundo, ahora sí, esa sensación de tener la pija apretada.
Bajé mi vista y vi la tremenda carpa que había entre mis piernas…
Casi me muero…
¡Dios!
¿Hace cuánto estaba así?
La miré, con el resto blanco. Sí, blanco. En solo un segundo pasó de estar rojo a pálido…
Qué idiota…
¿Ahora qué explicación le daba?
-Jaja ¡bobo! No pasa nada…
-Ali… Yo… No…
Pero ella se reía.
-Todo bien… No me expliques jaja…
-No… Es que…
No sabía dónde meterme.
Posta…
-Hace 20 minutos, mínimo, que estás así jaja… No me jode…
¿Veinte minutos?
¿Cómo?
-Jaja… No es que yo… Digo…
-No me interesa jaja… De verdad… Si eso hace que hagas el excelente trabajo que haces…- Exclamó como diciendo “me chupa un huevo”.
Sonreí…
No me salió hacer otra cosa.
-Bueno… Está bien jaja… Pero es un reflejo… No pienses mal de mí…
-Me resulta gracioso jaja
-¿Ah sí?
-Sí y es divertido, también jaja ¿no?
-Jeje… Sí…
-Tu cara de concentración con el bulto es lo más jaja… ¡Perdón!
-No seas hija de…
Se reía, muy alegre.
Y la verdad es que no me daban ganas de que dejara de hacerlo…
-Joda, joda…
-Te pasas…
-Me parece que cuando no esté mamá, voy a andar en ropa interior por la casa… Así te acostumbras jaja
-Sos capaz…
-Jaja… Llegaba mamá y yo entangada tomando mate con vos en la cocina…
Me hizo reír.
A todo esto, la mano que tenía en las gomas estaba a un milímetro de dejarme ver un pezón.
Moría por saber de qué color eran…
¿Rosas?
¿Oscuritos?
Puta madre…
¿Qué estoy diciendo?
Alina se dio cuenta de que la miré a las tetas.
-Si queres te las muestro, así ya no te afecta…- Expresó con seguridad.
Del silencio atroz que se hizo en el lugar, un zumbido interminable se generó en mi oído.
Fue cómo si se me reventara un tímpano.
¿Qué?
Para colmo, me observa tranquila, moviendo su cola hacia los costados.
¿Eso era un…?
¿Un beboteo?
Me quedé sin voz, observándola, casi sin creer lo que me había propuesto.
-Jaja ¡tu cara, nene! Era un chiste jaja
Miré hacia abajo, sintiendo el hielo en mis cachetes.
Ya no sabía qué esperar de ella.
-¡Qué tarado!
-Es que salís con cada una…
-No me digas que te la creíste…
-Y no sé… Hace 10 minutos que estás en tetas y tanga delante mío… Sos capaz de hacerlo…
Se mordió, tentada de la risa.
-Jaja ¡no! Tan degenerada no soy…
-No sé, no sé…
-Además, no se ve nada… Creo…- Expresó, mirándose a sí misma.
Me preguntaba si sabía lo buena que estaba…
Para colmo, la formita de su cintura era muy apetecible.
Sí, creo que en el fondo, ella sabía que era una Diosa…
-Te dejo la cámara para que te pases las fotos…
-Jaja dale…
-Y cambiate…
Se rió.
-Sí, ahora me fijo… Na, mentira…
-Después decime qué onda…
-Sí, dale…
Estiró un brazo para tomar la cámara de fotos. No sé si lo hizo a propósito. Me pareció que no, pero movió una goma de una manera tremenda al hacerlo.
Tragué saliva, sintiendo otra puntada en la verga.
Así, me di media vuelta y me dirigí hacia la puerta.
-Fijate que no esté muy fría jaja
-¿Qué cosa?.- Le pregunté extrañado.
-La ducha que te vas a dar… Digo jaja…- Expresó chistosa.
Yo no lo podía creer…
¿De verdad?
Pero bueno, seguía encarpado y no podía decirle nada, je.
-Te vas al carajo…
-Espero no moleste que te joda con eso…
-Na… ¿Cómo me vas a molestar?
Hizo una sonrisa enorme.
Me gustó…
Sin dudas que la complicidad que manejábamos era sin precedentes.
Me animaría a decir que ni siquiera con chicas con las que estuve sexualmente, la tuve.
Era mágico…
Y, sobre todo, muy excitante.
Me metí en mi habitación, con la verga más dura que nunca. De hecho, me dolía…
Arrojé mi cuerpo sobre la cama, buscando una clase de alivio.
Debía encontrarlo…
Me giré y quedé mirando hacia el techo.
Qué increíble lo que acababa de pasar…
¿Cuánto tiempo había estado con el cuerpo semidesnudo de Alina al lado?
Fue mucho tiempo…
¿Encima me vio con la pija dura?
¿Todo el rato?
Ja…
Me pasé la mano por la cara, mientras oía el sonido de la puerta de entrada abrirse y cerrarse.
¡Había llegado mi vieja!
Menos mal…
Justo a tiempo.
Le escribí un texto a Alina avisándole de esto. No sea cosa de que saliera en ropa interior así cómo dijo y mi vieja la encontrase.
“Llegó mamá… Digo, por tu amenaza de andar en bolas jaja”.
Me contestó enseguida. Se ve que estaba con el celular en la mano.

ALI: Jajaj
ALI: Ok
YO:😬
ALI: Queda para otro día
ALI: 😎
YO: Jajaja

Dejé el celular a un costado y me dispuse a cerrar la puerta con traba. Mi vieja no era de entrar sin tocar, pero dado que me estaba costando bajar la erección, la cerré por las dudas.
Me saqué la parte de abajo de la ropa y noté que tenía un poco manchado el bóxer.
Era de esperar que un poco de líquido saliera de dentro de mi verga, con la jornada a la estuvo sometida…
Miré y lucía grande, venosa…
De no creer…
Noté que la luz de mi teléfono se encendió de nuevo.
Fui a ver qué era…
Eran mensajes de Alina.

ALI: Boludooooo
ALI: Me acabo de fijar en la cuenta y tengo 150 dólares más
ALI: 😳😳😳
ALI: Y banda de mensajes jajaj
YO: Posta?
YO: Del only?
ALI: Sí y de redd también
ALI: Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii jajaj
YO: Y eso que no compartiste las de hoy todavía
ALI: Maaaalll
ALI: Si no estuviese mamá gritaría jaaj
YO: Jaja
YO: Qué bueno
ALI: Estoy muy pero muy exitada ajaja
YO: En qué sentido? Jajaj
ALI: En todos!!!!!!
YO: Te pasas
ALI: Ahora voy a ver estas fotos para compartir
YO: Bueno
YO: Decime si necesitas ayuda
ALI: Dale
ALI: Después te digo qué onda
YO: Ok
ALI: Voy a agregar una foto más a las de hoy
¿Una más?
YO: Sí?
ALI: Ajam
YO: Cuál?
ALI: Ésta
ALI: Decime si está bien


EROTISMO


Abrí mis ojos de golpe.
¿Qué era foto?
No sé por qué, pero algo dentro de mí, me hizo cancelar la descarga. Fue un acto reflejo.
Mi corazón comenzó a latir salvajemente, mientras yo buscaba entender lo que la pantalla de mi teléfono móvil me estaba mostrando.
¿Era una selfie desnuda?
Duro me quedé, en calzoncillos y con la punta de la verga doliéndome como nunca antes.
Podía sentir el sudor frío cayendo por mi rostro.
¿Qué estaba haciendo?
YO: Ali
YO: Qué es esa foto?
ALI: No la viste?
YO: No la descargué
YO: Estás en bolas??
ALI: Jajajaja
ALI: Goma!
ALI: No!!!
YO: Eso parece…
ALI: No se ve jaja
ALI: Descargala y decime qué pensas
¿Posta me decía eso?
No lo podía creer…
Por supuesto que estaba excitada…
Miré el cuadrito y pensé.
¿Qué hago?
Podía oír los latidos de mi corazón, al tiempo que mi verga daba puntadas.
Y bueno…
Es ella quién me envía esto, ja.
La descargué…
Un calor me recorrió todo el rostro.
Dios…
¿Estaba soñando?
¿Cómo me mandaba una foto así?


INCESTO

1 comentarios - Alina. Capítulo XI

Messi7373
Re repetitivos algunos diálogos, me gusta el relato pero no se
hiphop911
Deberías tener presente que se trata de la cabeza de un pibe que se encuentra mirando a su hermana. O media… Pero hermana, al fin. Es lógico que se pregunte una y mil veces las mismas cosas.