Siguiendo con la temática de "Relación Abierta" que tenía con mi pareja, hoy les quiero contar como fue que concluyó toda esa etapa de mi vida.
En ese entonces ya llevabamos más de tres meses de hacer cada uno la nuestra sin dejar de estar juntos y guardando las apariencias para que nuestras familias no se quebraran. Nos juntábamos un finde, y el próximo lo dedicábamos a nuestros chongos. Yo había notado que ella estaba cada vez más enganchada con el chabon que se la cogia. Yo ya sabía que era cuestión de tiempo que nos separemos definitivamente.
Un día, un sábado a la noche que no nos íbamos a ver porque era "el turno del otro" jaja. Yo tuve que ir a su casa de todas formas para ir a buscar unas pastillas que necesitaba para mi mamá. Cuando llegue, me tope con que estaba mi suegro solamente en casa. La madre de ella había salido con los chicos a un cumpleaños y ahí estaba Jorge, mi suegro y padrastro de mi novia. El era un chabon de unos 45 me parece, grandote. No era para nada atractivo a mi parecer, pero era un chabon re copado para ser un camionero de un, segun había escuchado, historial gatero terrible.
Con toda cortesía me invito a pasar y me entrego las cosas que había ido a buscar. Y como se estaba tomando un vino, me invito a tomar unos vasos con el. Empezamos a charlar de boludeces, del laburo y boludeces así.
En una de esas me pregunto si tenía idea de a donde había ido mi pareja. Yo... manteniendo la coartada para no meter la pata, le respondí que había salido con las amigas hoy. Y ahí me tiro un comentario, que yo se que se tomo bastante vino para soltar.
—Mira, Agus. Vos sos un buen pibe así que te lo tengo que decir. Sandra te está gorriando. No se fue con las amigas, la vino a buscar un amigo para salir. Te lo tenia que decir.
Y ahí fue donde me congele. Porque no tenía idea de cómo hacerla safar. Así que al toque pregunté si alguien más se dio cuenta.
—No, no creo. Roxana (mi suegra) no estaba. Pero no creo que tarde mucho en darse cuenta. Perdón, Agus. Algo raro pasa acá. Ahora se arregla más para salir con las "amigas". Se viste más provocativa y para mí que se anda viendo con el pibe este.
Ahí supe que tenia que mover ficha rápido, porque sino me iban a tachar de cornudo para siempre en el barrio, si es que ya no lo hacían jaja. Y entonces le conté que en realidad, ya nos habíamos separado. Que todo esto era, como una forma de hacer el proceso más fácil e ir cortando los lazos. Que yo ya sabía algo de eso y que yo también ya estaba en algunas andadas.
Me miró fijo me acuerdo. Se sorprendió y se río un poco.
—Ah bueno menos mal, boludo. Yo pensé que te estaban re gorreando. Ya me parecía raro. No sabía cómo mirarte a la cara.
Entonces ahí, le pedí amablemente que mantuviera el secreto. Que ya era cuestión de semanas que concluyamos lo nuestro y las familias queden sin resentimientos. Y empezamos a hablar más libremente de las cosas. Me pregunto que clase de andadas había tenido. Le conté que me había hecho tirar la goma por dos amigas mías, que me había cogido a una. Y... ya que estaba le conté que había estado con un amigo. Esto si que lo hizo abrir bien los ojos.
—Ah, te gusta la carne de chancho, Agus? Jaja.
—Y... si la carne esta buena. No me voy a privar de probarla jaja.
Y ahí me soltó que el había culeado un par de travas en la ruta, en sus trabajos de camionero. Que no le gustaban los hombres como tal, pero le gustaba ponerla cuando se embolaba. Nos cagamos de risa un buen rato, y me dijo para tomar otro vino. Yo ya estaba jugado así que se lo acepte. Para ver que onda. Entre risas, me pregunto si me habían culeado alguna vez. Yo ya más suelto, le conté la aventura que había tenido en mi post anterior. Y vi como sutilmente se agarro la verga para acomodarse. Y el noto que lo vi.
—Jaja boludo, me estoy calentando. Cuando vuelva Roxana me parece que cobra.
Ya el estaba medio empedo. Rojo se ponía.
Y entonces pensé "Ya fue, total me voy a separar".
Y le dije... —Me dejas tirarte la goma?
El me miró con los ojos bien abiertos. Y me dijo —No, boludo. Sería irnos a la mierda.
Y le respondí —Y que tiene?, ya no tengo nada que perder. Total en unos días ya no vamos a ser más nada. Así guardas mi secreto.
Se puso más serio... como pensativo. Y hablamos de otras cosas como para evitar el tema, mientras el vino se iba bajando. Ya cuando estaba por terminar la botella. Me soltó "Te acepto la chupada de verga".
Yo me reí, y sin tirarme para atrás me levante, el se movió un poco, y pelo su verga medio dudando. Yo me arrodille y quede frente a esa gruesa verga. No era muy grande y larga, pero era bien gordita y venosa. Le di unos buenos besos a lo largo y me la metí en la boca con mucho cuidado para tratar de no morderlo. Y ahí empece la succión de arriba a abajo. Lentamente empezó a escucharse ese característico sonido de succión mezclado con saliva. Lo escuche gemir despacito. Como su respiración se entrecortaba y su verga latía entre mis labios. Me la saque un momento para pajearlo y pegarle unas buenas lamidas a sus grandes bolas. Estuve con un ritmo así como unos 10 minutos hasta que me rodeo la cabeza con sus grandes manos, y me agarro con fuerza del pelo para meterme su verga hasta el fondo de mi boca y cojerme la boca con intensidad. Entre gemidos de un buen macho calenturiento, me cogio la boca ahí en la cocina de la casa de la que fue mi segunda familia, donde tantas veces me había sentado a comer con todos. Eso me lleno de morbo y lujuria a la vez que me hacía dar arcadas. En un momento me la saco de la boca y me puso las bolas en la boca mientras empezaba a reírse y me dijo:
—Ya que nos fuimos al carajo... podríamos cojer no?
Yo accedí sin pensarlo pero cuando estábamos yendo a la pieza para darle con tranquilidad y duro, escuchamos que alguien llego a la casa. Nos asustamos y yo volé para el baño para que nadie nos vea juntos. Me limpie bien la boca y salí como si nada. Por suerte solo era el hermano de mi pareja, y así como vino se fue, sin sospechas ni nada. Pero el miedo nos quedó, así que agarre lo que vine a buscar y me despedí de él. Fue la cogida que nunca pude concretar. Había mucho en juego en ese entonces. Creo que a la semana fue que inició la cuarentena del covid, y yo me separe de Sandra en esos días. Habíamos quedado en que era lo mejor, y quedamos en más o menos buenos términos. Nunca supo de mis cogidas homosexuales en nuestros permitidos, y mucho menos que le tire la goma al camionero gatero del padrastro.
Supongo que de su lado también habrá hecho cosas que no supe, pero así es este juego.
Nunca más nos volvimos a cruzar, y en mi cabeza siempre me arrepentí por no dejar que me coja desde un principio jaja. Pero bueno, esa fue la corona de mi relación abierta. Poco tiempo después conocí más culos y conchas para cojer. Y alguna que otra verga que les iré contando en próximos post 👀
Este es el culo que no pudo cojer
En ese entonces ya llevabamos más de tres meses de hacer cada uno la nuestra sin dejar de estar juntos y guardando las apariencias para que nuestras familias no se quebraran. Nos juntábamos un finde, y el próximo lo dedicábamos a nuestros chongos. Yo había notado que ella estaba cada vez más enganchada con el chabon que se la cogia. Yo ya sabía que era cuestión de tiempo que nos separemos definitivamente.
Un día, un sábado a la noche que no nos íbamos a ver porque era "el turno del otro" jaja. Yo tuve que ir a su casa de todas formas para ir a buscar unas pastillas que necesitaba para mi mamá. Cuando llegue, me tope con que estaba mi suegro solamente en casa. La madre de ella había salido con los chicos a un cumpleaños y ahí estaba Jorge, mi suegro y padrastro de mi novia. El era un chabon de unos 45 me parece, grandote. No era para nada atractivo a mi parecer, pero era un chabon re copado para ser un camionero de un, segun había escuchado, historial gatero terrible.
Con toda cortesía me invito a pasar y me entrego las cosas que había ido a buscar. Y como se estaba tomando un vino, me invito a tomar unos vasos con el. Empezamos a charlar de boludeces, del laburo y boludeces así.
En una de esas me pregunto si tenía idea de a donde había ido mi pareja. Yo... manteniendo la coartada para no meter la pata, le respondí que había salido con las amigas hoy. Y ahí me tiro un comentario, que yo se que se tomo bastante vino para soltar.
—Mira, Agus. Vos sos un buen pibe así que te lo tengo que decir. Sandra te está gorriando. No se fue con las amigas, la vino a buscar un amigo para salir. Te lo tenia que decir.
Y ahí fue donde me congele. Porque no tenía idea de cómo hacerla safar. Así que al toque pregunté si alguien más se dio cuenta.
—No, no creo. Roxana (mi suegra) no estaba. Pero no creo que tarde mucho en darse cuenta. Perdón, Agus. Algo raro pasa acá. Ahora se arregla más para salir con las "amigas". Se viste más provocativa y para mí que se anda viendo con el pibe este.
Ahí supe que tenia que mover ficha rápido, porque sino me iban a tachar de cornudo para siempre en el barrio, si es que ya no lo hacían jaja. Y entonces le conté que en realidad, ya nos habíamos separado. Que todo esto era, como una forma de hacer el proceso más fácil e ir cortando los lazos. Que yo ya sabía algo de eso y que yo también ya estaba en algunas andadas.
Me miró fijo me acuerdo. Se sorprendió y se río un poco.
—Ah bueno menos mal, boludo. Yo pensé que te estaban re gorreando. Ya me parecía raro. No sabía cómo mirarte a la cara.
Entonces ahí, le pedí amablemente que mantuviera el secreto. Que ya era cuestión de semanas que concluyamos lo nuestro y las familias queden sin resentimientos. Y empezamos a hablar más libremente de las cosas. Me pregunto que clase de andadas había tenido. Le conté que me había hecho tirar la goma por dos amigas mías, que me había cogido a una. Y... ya que estaba le conté que había estado con un amigo. Esto si que lo hizo abrir bien los ojos.
—Ah, te gusta la carne de chancho, Agus? Jaja.
—Y... si la carne esta buena. No me voy a privar de probarla jaja.
Y ahí me soltó que el había culeado un par de travas en la ruta, en sus trabajos de camionero. Que no le gustaban los hombres como tal, pero le gustaba ponerla cuando se embolaba. Nos cagamos de risa un buen rato, y me dijo para tomar otro vino. Yo ya estaba jugado así que se lo acepte. Para ver que onda. Entre risas, me pregunto si me habían culeado alguna vez. Yo ya más suelto, le conté la aventura que había tenido en mi post anterior. Y vi como sutilmente se agarro la verga para acomodarse. Y el noto que lo vi.
—Jaja boludo, me estoy calentando. Cuando vuelva Roxana me parece que cobra.
Ya el estaba medio empedo. Rojo se ponía.
Y entonces pensé "Ya fue, total me voy a separar".
Y le dije... —Me dejas tirarte la goma?
El me miró con los ojos bien abiertos. Y me dijo —No, boludo. Sería irnos a la mierda.
Y le respondí —Y que tiene?, ya no tengo nada que perder. Total en unos días ya no vamos a ser más nada. Así guardas mi secreto.
Se puso más serio... como pensativo. Y hablamos de otras cosas como para evitar el tema, mientras el vino se iba bajando. Ya cuando estaba por terminar la botella. Me soltó "Te acepto la chupada de verga".
Yo me reí, y sin tirarme para atrás me levante, el se movió un poco, y pelo su verga medio dudando. Yo me arrodille y quede frente a esa gruesa verga. No era muy grande y larga, pero era bien gordita y venosa. Le di unos buenos besos a lo largo y me la metí en la boca con mucho cuidado para tratar de no morderlo. Y ahí empece la succión de arriba a abajo. Lentamente empezó a escucharse ese característico sonido de succión mezclado con saliva. Lo escuche gemir despacito. Como su respiración se entrecortaba y su verga latía entre mis labios. Me la saque un momento para pajearlo y pegarle unas buenas lamidas a sus grandes bolas. Estuve con un ritmo así como unos 10 minutos hasta que me rodeo la cabeza con sus grandes manos, y me agarro con fuerza del pelo para meterme su verga hasta el fondo de mi boca y cojerme la boca con intensidad. Entre gemidos de un buen macho calenturiento, me cogio la boca ahí en la cocina de la casa de la que fue mi segunda familia, donde tantas veces me había sentado a comer con todos. Eso me lleno de morbo y lujuria a la vez que me hacía dar arcadas. En un momento me la saco de la boca y me puso las bolas en la boca mientras empezaba a reírse y me dijo:
—Ya que nos fuimos al carajo... podríamos cojer no?
Yo accedí sin pensarlo pero cuando estábamos yendo a la pieza para darle con tranquilidad y duro, escuchamos que alguien llego a la casa. Nos asustamos y yo volé para el baño para que nadie nos vea juntos. Me limpie bien la boca y salí como si nada. Por suerte solo era el hermano de mi pareja, y así como vino se fue, sin sospechas ni nada. Pero el miedo nos quedó, así que agarre lo que vine a buscar y me despedí de él. Fue la cogida que nunca pude concretar. Había mucho en juego en ese entonces. Creo que a la semana fue que inició la cuarentena del covid, y yo me separe de Sandra en esos días. Habíamos quedado en que era lo mejor, y quedamos en más o menos buenos términos. Nunca supo de mis cogidas homosexuales en nuestros permitidos, y mucho menos que le tire la goma al camionero gatero del padrastro.
Supongo que de su lado también habrá hecho cosas que no supe, pero así es este juego.
Nunca más nos volvimos a cruzar, y en mi cabeza siempre me arrepentí por no dejar que me coja desde un principio jaja. Pero bueno, esa fue la corona de mi relación abierta. Poco tiempo después conocí más culos y conchas para cojer. Y alguna que otra verga que les iré contando en próximos post 👀
Este es el culo que no pudo cojer
1 comentarios - Cuando le tire la goma a mi suegro