Soy Pauly y estos son mis secretos.
Les dejo los enlaces a los relatos anteriores:
http://www.poringa.net/posts/relatos/5705534/Mi-primer-contacto-sexual-gay-Parte-1.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/5714385/Mi-primer-contacto-sexual-gay-Parte-2.html
El viaje.
Eran las 4 am y el sueño o el cansancio no importaron por la emoción que nos traía el ir de paseo junto a los compañeros del colegio, aunque no sostenía una amistad con la mayoría, tampoco odiaba a nadie. Con la maleta lista y con la expectativa de disfrutar al máximo me despedí de mis padres quienes me advirtieron que “me porte bien” y abordé el bus mientras pensaba en todo lo mal que me iba aportar.
Junto a Alex elegimos asientos juntos en la parte trasera del bus, algo que no levantó sospechas de nadie pues nadie sospechaba que nuestra amistad fuese más allá de lo que la sociedad obligaba; aunque todos los estudiantes pedimos música para el viaje hacia nuestro destino, el docente a cargo no lo permitió y nos sugirió que descansemos pues el viaje duraría unas4 horas.
Después de que todos protestamos, nos apagaron las luces y de mala gana la mayoría nos dormimos, como hacía frio por la madrugada y el aire acondicionado del bus me cubrí con una manta e intenté conciliar el sueño, creí que Alex también se había dormido hasta que sentí que se apegó a mi y al oído me susurró: Ya se durmieron todos, no creas que olvidé mi ofrecimiento de compensarte.
Sus palabras me despertaron completamente y susurrando le dije: Estás loco, aquí no. Alex ignoró mis palabras y me robó un beso, automáticamente lo empujé pues alguien podría descubrirnos, sin embargo, él estaba decidido y continuó. Con la complicidad dela obscuridad de la noche, el casi sepulcral silencio que existía en ese bus y cubiertos con la manta por pretexto del frío, Alex comenzó a acariciar mis piernas sobre el pantalón, él sabía que eso me prendía y lo aprovechó.
He de admitir que no solo sus caricias me excitaban, sino toda la situación; el encontrarnos lejos del yugo familiar, el inminente riesgo de ser descubiertos; el recuerdo de lo que habíamos hecho la tarde anterior y el recuerdo de mi afirmación mental diciendo que me portaría mal, me voló la cabeza.
Sus manos lograron escabullirse debajo de mi pantalón y comenzó a acariciar mi pene, el cual ya tenía una erección increíble, nos cubrimos por completo bajo la manta y comenzamos a besarnos, en ese instante estaba totalmente fuera de mi, creí que esas caricias serían la recompensa que Alex tenía en su mente, pero que ingenuo fue mi pensar.
Se acercó a mi oído y me dijo: Ahora te toca disfrutar a ti. No lo entendí en un inicio, hasta que comenzó a descender con su cabeza entre la manta y ágilmente sacó por completo mi miembro del pantalón, no había parado de frotarme y de pronto sentí su lengua recorriendo mi glande. Gemí instintivamente pues era la primera vez que sentía algo así, pero no podía hacerlo como me habría gustado, así que cerré mis ojos y me dejé llevar por el placer.
El choque de temperatura de mi peneque quemaba con la suavidad y calidez de su lengua me llevaron al éxtasis, él continuó lamiendo todo mi pene como quién saborea un helado y su mano derecha me masturbaba, introdujo mi pene dentro de su boca y ya que no podía hacer más que disfrutar ese momento, sentía como sus dulces labios succionaban mi pene y su saliva generaba una lubricación natural.
Incrementó el ritmo con su mano y nunca sacó mi pene de su boca, comencé a acariciar su cabello haciéndole saber que disfrutaba su mamada y eso hizo que su mano apriete más mi miembro erecto y con su otra mano apretaba fuertemente mi pierna, ambos lo estábamos disfrutando y minutos después eyaculé en su boca, creí que se haría a un lado, pero para mi sorpresa él no se apartó, tragó todo mi semen y exprimió mi pene como quién no desea desperdiciar ni una gota de mi néctar.
Estuvimos así por unos minutos, hasta que subió su cabeza y mientras me miraba fijamente y mordía sus labios me besó y me dijo. Ahora estamos a manos. Guardé mi pene y complacido por tanto placer, recargué mi cabeza contra el asiento y dormí todo el trayecto hasta llegar.
Continuará....
Hasta aquí llego por hoy amores, si disfrutan de esta pequeña serie de relatos de mis inicios sexuales gay haganme saberlo, me encanta leer sus comentarios y sus puntos me dicen que esperan la siguiente parte.
Les dejo los enlaces a los relatos anteriores:
http://www.poringa.net/posts/relatos/5705534/Mi-primer-contacto-sexual-gay-Parte-1.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/5714385/Mi-primer-contacto-sexual-gay-Parte-2.html
El viaje.
Eran las 4 am y el sueño o el cansancio no importaron por la emoción que nos traía el ir de paseo junto a los compañeros del colegio, aunque no sostenía una amistad con la mayoría, tampoco odiaba a nadie. Con la maleta lista y con la expectativa de disfrutar al máximo me despedí de mis padres quienes me advirtieron que “me porte bien” y abordé el bus mientras pensaba en todo lo mal que me iba aportar.
Junto a Alex elegimos asientos juntos en la parte trasera del bus, algo que no levantó sospechas de nadie pues nadie sospechaba que nuestra amistad fuese más allá de lo que la sociedad obligaba; aunque todos los estudiantes pedimos música para el viaje hacia nuestro destino, el docente a cargo no lo permitió y nos sugirió que descansemos pues el viaje duraría unas4 horas.
Después de que todos protestamos, nos apagaron las luces y de mala gana la mayoría nos dormimos, como hacía frio por la madrugada y el aire acondicionado del bus me cubrí con una manta e intenté conciliar el sueño, creí que Alex también se había dormido hasta que sentí que se apegó a mi y al oído me susurró: Ya se durmieron todos, no creas que olvidé mi ofrecimiento de compensarte.
Sus palabras me despertaron completamente y susurrando le dije: Estás loco, aquí no. Alex ignoró mis palabras y me robó un beso, automáticamente lo empujé pues alguien podría descubrirnos, sin embargo, él estaba decidido y continuó. Con la complicidad dela obscuridad de la noche, el casi sepulcral silencio que existía en ese bus y cubiertos con la manta por pretexto del frío, Alex comenzó a acariciar mis piernas sobre el pantalón, él sabía que eso me prendía y lo aprovechó.
He de admitir que no solo sus caricias me excitaban, sino toda la situación; el encontrarnos lejos del yugo familiar, el inminente riesgo de ser descubiertos; el recuerdo de lo que habíamos hecho la tarde anterior y el recuerdo de mi afirmación mental diciendo que me portaría mal, me voló la cabeza.
Sus manos lograron escabullirse debajo de mi pantalón y comenzó a acariciar mi pene, el cual ya tenía una erección increíble, nos cubrimos por completo bajo la manta y comenzamos a besarnos, en ese instante estaba totalmente fuera de mi, creí que esas caricias serían la recompensa que Alex tenía en su mente, pero que ingenuo fue mi pensar.
Se acercó a mi oído y me dijo: Ahora te toca disfrutar a ti. No lo entendí en un inicio, hasta que comenzó a descender con su cabeza entre la manta y ágilmente sacó por completo mi miembro del pantalón, no había parado de frotarme y de pronto sentí su lengua recorriendo mi glande. Gemí instintivamente pues era la primera vez que sentía algo así, pero no podía hacerlo como me habría gustado, así que cerré mis ojos y me dejé llevar por el placer.
El choque de temperatura de mi peneque quemaba con la suavidad y calidez de su lengua me llevaron al éxtasis, él continuó lamiendo todo mi pene como quién saborea un helado y su mano derecha me masturbaba, introdujo mi pene dentro de su boca y ya que no podía hacer más que disfrutar ese momento, sentía como sus dulces labios succionaban mi pene y su saliva generaba una lubricación natural.
Incrementó el ritmo con su mano y nunca sacó mi pene de su boca, comencé a acariciar su cabello haciéndole saber que disfrutaba su mamada y eso hizo que su mano apriete más mi miembro erecto y con su otra mano apretaba fuertemente mi pierna, ambos lo estábamos disfrutando y minutos después eyaculé en su boca, creí que se haría a un lado, pero para mi sorpresa él no se apartó, tragó todo mi semen y exprimió mi pene como quién no desea desperdiciar ni una gota de mi néctar.
Estuvimos así por unos minutos, hasta que subió su cabeza y mientras me miraba fijamente y mordía sus labios me besó y me dijo. Ahora estamos a manos. Guardé mi pene y complacido por tanto placer, recargué mi cabeza contra el asiento y dormí todo el trayecto hasta llegar.
Continuará....
Hasta aquí llego por hoy amores, si disfrutan de esta pequeña serie de relatos de mis inicios sexuales gay haganme saberlo, me encanta leer sus comentarios y sus puntos me dicen que esperan la siguiente parte.
1 comentarios - Relato gay. Mi primer contacto sexual. Parte 3